Gustavo Zeni Jaunsarás tiene un largo trayecto en el sector ferroviario. En la década del 90, luego de recibirse en Comercio Internacional en la UADE, comienza a asesorar al grupo Cometrans, empresa que estaba al frente de la concesión de Trenes de Buenos Aires (TBA), ocupó diferentes cargos, llegando a ser gerente de contratos privados de la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (UGOFE), cargo por el cual fue citado a declarar en el juicio por el asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra. La UGOFE fue una empresa ferroviaria argentina que operó hasta 2014 los servicios metropolitanos de pasajeros de las líneas San Martín, Belgrano Sur y Roca y una de las partes claves del entramado de tercerizaciones, burocracia sindical y Estado. Zeni, en su declaración en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra, realizó un minucioso relato del fraudulento mecanismo de licitaciones que, básicamente, consistía en que la empresa adjudicataria de la concesión era la que ofrecía salarios más bajos para los trabajadores ferroviarios (ver Mariano Ferreyra – El Diario del Juicio).
El exdirectivo de TBA ha dado a conocer los próximos pasos del gobierno libertario: reducción de personal y reajuste de los gastos operativos, entre otras medidas. El recorte de los gastos operativos se lograría por medio de retiros voluntarios, jubilaciones masivas para personal que cuente con los años de servicios y la revisión de la estructura organizativa de los ferrocarriles. El planteo de Zeni apunta a pulverizar el precio del sistema ferroviario mediante el desguace, para luego dar paso a la licitación de este y su posterior privatización. Un negocio redondo para los empresarios. En el medio se encuentran los miles de trabajadores que diariamente viajan en las formaciones desguazadas y conocen de primera mano las cancelaciones, demoras, descarrilamientos e interrupciones de los diferentes ramales.
Con el choque de las formaciones en Palermo de la línea San Martin, ha quedado de manifiesto el desfinanciamiento del servicio de trenes del área metropolitana, que está siendo llevado adelante por medio la parálisis de todas las licitaciones y la falta de compras de repuesto para el arreglo de formaciones y mantenimiento general. A esto se suman los despidos en Trenes Argentinos Infraestructura (ADIF), medida que el propio Zeni celebró, planteando que las empresas concesionarias podrán reducir al mínimo el número de empleados, ya que no hay obras de infraestructura y mantenimiento para llevar adelante. Estas medidas abren el camino a una mayor tercerización del mantenimiento del sistema ferroviario y a otra embestida sobre las condiciones de trabajo, en tanto y en cuanto los operadores privados reclamaran no hacerse cargo del mantenimiento y la inversión, y que estos corran por cuenta de la Administradora Estatal de Inversiones Ferroviarias (ADIF), que ha visto recortado su presupuesto en un 92%.
La figura del privatizador Gustavo Zeni se suma al elenco de macristas, massistas y funcionarios que quedaron del gobierno de Alberto Fernández, que han entrado a cumplir funciones en empresas ferroviarias. Asi, todo el arco político brinda herramientas al gobierno nacional para llevar adelante, en principio, la reducción de un 40% del personal y el cierre de los ramales de larga distancia.
Ante el avance privatizador y la complicidad de la burocracia sindical, se hace imperioso el reagrupamiento del activismo obrero y del conjunto de los trabajadores ferroviarios, coordinando con las luchas en curso, para ponerle un freno a los planes del gobierno reaccionario de Milei y compañía.
Lucas Giannetti
22/05/2024
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