Emmanuel Macron se ha visto obligado a suspender la reforma que habilita la renovación y ampliación del padrón electoral a las personas con más de diez años de residencia en Nueva Caledionia, principalmente de origen francés. La población indígena local -40 % de la población- se moviliza en defensa del derecho de voto exclusivamente a los canacos. NC es una colonia francesa.
Macron, que viajó de emergencia al archipiélago -ubicado a 17 mil kilómetros del Palacio Eliseo- aseguró, desde Numea, la capital de NC, que el territorio se enfrenta a un "movimiento de insurrección sin precedentes". "Nadie lo vio venir”, añadió, con tal nivel de organización y violencia” Nueva Caledonia posee el tercer reservorio mundial de níquel, un mineral vital para el desarrollo de los semiconductores y la industria armamentista.
El archipiélago, reclamado como territorio francés por Napoleón III en 1853, cuenta desde 1988 con un “estatus especial”: se asienta en un régimen de autonomía política, cuenta con presidente y parlamento propios. Hasta ahora sólo pueden votar los habitantes inscriptos hasta 1998 y sus descendientes. Este padrón es defendido por los canacos, y por una coalición de partidos agrupada en el Frente de Liberación Nacional Kanaco y Socialista (FLNKS) partidarios de la independencia de Francia. El sector conocido como “unionistas” es partidario de un estatus colonial. La celebración de tres referéndums (en 2016, 2018 y 2021) no resolvió el litigio. Luego de un empate técnico en 2018, en 2021 el FLNKS boicoteó el referéndum y los “unionistas” se impusieron, aunque con una abstención récord.
Hace 10 días, Macron ordenó militarizar el archipiélago y ´pacificar´ las calles. Impuso un toque de queda, la prohibición de la venta de alcohol y censuró a Tik-Tok, la red china, en cuanto a las protestas.
Los 3.000 efectivos desplegados no han podido tomar el control de las calles. Las barricadas improvisadas se suceden en las rutas y principales avenidas. Muchos barrios donde viven los canacos originarios se encuentran bajo control de los vecinos. La policía cuenta con la ayuda de grupos paramilitares de habitantes blancos franceses. Hay más de 280 manifestantes detenidos y 5 muertos. Las milicias francesas patrullan las calles con el beneplácito de la policía y las autoridades francesas. Los choques son permanentes.
Los partidos independentistas han tenido una reunión a solas con Macron, quien ha prometido retrasar la implementación de la reforma electoral. Los diarios titulan que Macron cede ante las protestas, pero la realidad es que las autoridades canacas han cedido. Macron ha ofrecido someter la reforma electoral al voto de los canacos, es decir, con el viejo padrón electoral. Esta maniobra es rechazada, principalmente, por la juventud movilizada, que ha expresado su rechazo profundo a las paupérrimas condiciones de vida a la que es sometida; los destinos “preferidos” de los manifestantes son las grandes compañías francesas, así como las escuelas de los blancos y los edificios del gobierno francés.
Una columna de Frédéric Grare (IPS journal, 21/05), quién fuera un importante funcionario del Ministerio de Defensa francés, da cuenta del lugar estratégico que ocupa para Francia este archipiélago del Pacifico Sur, en una posición de los enfrentamientos con China. Grare detalla las implicaciones internacionales del asunto y el carácter insurreccional que adquirieron las protestas.
Francia no esconde los métodos salvajes del colonialismo. Las calles se encuentran militarizadas y los manifestantes son arrestados o asesinados.
Francia cuenta con una importante base militar y una base de pruebas nucleares. El Pacífico Sur se ha convertido, en diversas declaraciones y acciones de Nueva Zelanda, Australia y Estados Unidos, en una zona de guerra contra China. Los preparativos del imperialismo para una confrontación bélica mundial chocan con las resistencias de sus poblaciones en las metrópolis, por un lado, y con los pueblos bajo su opresión directa, por el otro.
Joaquín Antúnez
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