sábado, febrero 20, 2016

Cine Rosa Luxemburgo



Más allá de alguna referencia puntual en algún que otro filme germano, la filmografía de Rosa Luxemburgo es sin duda inferior a la de cualquier otro clásico revolucionario que, de una manera u otra tuvieron una cierta presencia en la pantalla. Las circunstancias no ayudaron a Rosa, el nazismo acabó con las tentativas de cine social de principios de los años de la República de Weimar realizado por la socialdemocracia; en cuanto a la URSS, Stalin cogió las tijeras (en Octubre cortó casi la mitad del metraje) y ya no las soltó. Sabido es que para este gangster, luxemburgismo, trotskismo y anarquismo eran una misma masa revolucionaria que no aceptaba las monarquías absolutas aunque fuesen en nombre del socialismo.
La única producción “luxemburgiana” existente fue realizada en 1985 en pleno auge del “nuevo cine alemán”. En ello tuvo mucho que ver el empeño personal de la actriz y directora Margarethe von Trotta (Berlín, 1942) que inició su carrera como actriz ex 1968, y hasta 1976 protagonizó 19 películas tres de ellas dirigidas por Rainer Werner Fassbinder. A partir de 1972, y tras su matrimonio con el director Volker Scholöndorff, empezó a trabajar como codirectora y coguionista, hasta que en 1978 presentó el primer fruto de su propia cosecha, El segundo despertar de Christan Klages. A este filme le siguieron Hermanas o la balanza de la felicidad, Las hermanas alemanas, Amigos y maridos. Solamente Las hermanas alemanas, fue estrenada aquí en régimen de “arte y ensayo”. La censura debió funcionar en los subtítulos porque según recuerdo, las hermanas discutían, y sin embargo, no aparecían las letras quizás porque trataba del “caso Baader-Meinhoff”. También fue la guionista de uno de los mayores logros del grupo,
El honor perdido de Katharina Blum (19759, y que todavía sigue aportando obras de interés fílmico desigual pero de indudable trascendencia cultural y política. Margarethe creció como parte de una generación intempestiva, la de los años sesenta, que en Alemania tuvo la recuperación de Rosa como uno de sus objetivos más queridos.
El “biopic” sobre Rosa Se trata de una película de dos horas largas de duración y narra varios capítulos de la vida y la muerte de Rosa, o sea que quiere abarcar más de lo que puede contar con el tiempo necesario. Aquí solamente llegó a través de un pase en TV2 1/ a altas horas de la noche, obviamente en versión original subtitulada en castellano, y nunca más se supo. Su realizadora no es precisamente apreciada por la crítica, aunque su última película, El muro, que se refería naturalmente al muro de Berlín, creo ciertas expectativas, por ejemplo, fue entrevistada en la revista “Dirigido por…”, y allí le preguntaron, entre otras cosas, por lo que había representado Rosa Luxemburgo y el POUM. Pero a pesar de su valor testimonial, era apelmazada, discursiva. El cine de la Trotta se ve más por la pasión política que por la cinematográfica. No todo/as los grandes reformadore/as y7o revolucionario/as tienen la suerte de Lincoln, de encontrar un John Ford que fue didáctico sin dejar de ser atrayente.
En unas lejanas declaraciones, Margarethe von Trotta, comentó que esta Rosa respondía a una intensa obsesión con ella en una épca (los sesenta-setenta), en la nueva izquierda alemana quería recuperarse de la postración causada por el binomio socialdemocracia-socialismo real. La película pues era una exigencia política realizada con ciertos medios, con buenos momentos como los que enfrentan a una Rosa pletórica al veterano Babel que le viene a recriminar su impaciencia cuando en realidad, el problema era otro. La película tuvo una cierta resonancia en la RFA (en la RDA no se estrenó), y se paseó por algunos países de la Europa capitalista, pero en ningún país del Este; el socialismo real, como la socialdemocracia, solo permitía que se la utilizara para algunas calle o plaza, para alguna cooperativa). El empeño le costó sus fatigas y no pocos desafíos, sin embargo, gracias a sus colegas del “nuevo cine alemán”, consiguió llevar el proyecto a la gran pantalla con cierta dignidad, y tratar libremente la vida de la activista a la pantalla. “Con este filme tenemos un poco más de ella”, indicó a la prensa. Margarethe Von Trotta, contaba en dicha entrevista que vivía por entonces en París, se aficionó al cine y sintió curiosidad por los directores de la Nouvelle Vague. Después llegaría a sus ojos el retrato de la mujer asesinada en Berlín la noche del 15 de enero de 1919, un aniversario que está cundiendo mucho más que tiempo atrás. Explica que su primer encuentro con Rosa fue en Alemania en 1968-1969, cuando las protestas estudiantiles en la calle. Rosa era la “única mujer que aparecía en los posters de los revolucionarios, junto a Marx, Lenin y Ho Chi Minh era ella, y yo quedé fascinada por esa imagen fotográfica, así que empecé a leer sus cosas y pronto vi que además de activista política tenía una vida íntima muy intensa e interesante”.
Von Trotta dedicó tres años de su vida para escribir el guión, y preparar la trama sobre la vida de la gran revolucionaria. Lo hizo con el firme empeño de contribuir a revitalizar la figura de Rosa Luxemburgo, considerando su importancia histórica es innegable. Hay dos versiones sobre la personalidad de la revolucionaria, una cruel y otra débil. “Yo creo que la auténtica Rosa está en el medio de ambas”, declaró en la ocasión. Von Trotta explica que ni una sola imagen ni una sola palabra de la película, se presentan de forma gratuita. Todo estaba controlado e históricamente justificado. Le dio mucha importancia a la correspondencia privada, una de las partes más subyugantes de su obra. Declaró: “He leído unas 2.000 cartas escritas por ella, que me han sido muy útiles. Sus discursos políticos en la película contienen párrafos textuales de sus escritos. Es una lástima que los subtítulos pierdan lo poético y sensitivo de su lenguaje político. Yo fui la primera sorprendida por sus palabras”.
Margarethe Von Trotta, viajó a Polonia, país de origen de la ideóloga, en busca de una actriz polaca que hablase alemán capaz de representar para el cine a su compatriota. La directora regresó de Polonia con las manos vacías, decepcionada y con la impresión de que “Rosa es un nombre que pertenece a Occidente; no es muy querida en su país”. La responsabilidad de encamar a la activista recayó entonces en la actriz Barbara Sukowa, protagonista de Las hermanas alemanas y de Lola, y ganadora de un premio en Cannes a la mejor actriz. Von Trotta apuntaba que “físicamente no se parece a Rosa, pero tiene carácter y poder de convencimiento”. La directora, que demostró gozar de muy buen sentido del humor durante la presentación londinense del filme, consideraba que la autora de Reforma o revolución, fue “la primera víctima del fascismo que años más tarde se convertiría en el partido de Hitler”. Trotta aborda toda la complejidad de la vida de Rosa Luxemburgo tomando como base dos vertientes: su vida privada y su carrera política. El resultado es una cinta de dos horas de duración, que su autora califica de “retrato íntimo y provocativo”. “Aunque tiene un final trágico, así es la historia”, pero añade: “Rosa fue una persona optimista, sus creencias, sus sentimientos y sus puntos de vista mantienen la ilusión de un mundo”.

Pepe Gutiérrez-Álvarez

1/ La película se puede ver en you tube en perfecto estado. Hubo una copia de una grabación originalmente efectuada en BETA y pasada a DVD. Me la pidió Miguel Romero que la encontró en malas condiciones por lo que fue a la versión original alemana, y –milagrosamente según su propia expresión- consiguió subtitular; “Moro” era un entusiasta de la película. Esta última es la encuentra a disposición de lectores y lectoras.

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