martes, mayo 03, 2022

El tarifazo, cuando comienza la marcha federal


A la inflación galopante, que se calcula en el 6% en abril, y a la crisis social se suma el aumento inminente de tarifas de luz y gas, a continuación de las anunciadas para las pre-pagas, telefonía, servicios informáticos –y, en la fila la del transporte... Según prevé el gobierno, la secuencia de aumentos de los próximos meses acumulará entre el 40 y 50% en promedio. Con montos menores, los aumentos tampoco eximen a los que reciben la tarifa social, y tienen ingresos que no se ajustan por ningún “índice de variación salarial”. El tarifazo tendrá lugar después que la inflación de estos primeros meses del año volviera a abatir a los salarios y a las jubilaciones, las cuales, precisamente, están “desindexadas”. El horizonte de aumentos anticipa, por lo tanto, una inflación igual o incluso mayor a la de estos meses. Las paritarias en cuotas, negociadas por la burocracia sindical en base a la inflación pasada, vuelven a quedar desautorizadas. 

 Crisis política

 Los funcionarios cristinistas de la secretaría de Energía, que reclaman la renuncia de Guzmán, advierten que el tarifazo producirá un “estallido”. En el tarifazo incluyen “el impacto sobre la industria” –o sea la cadena de aumentos de precios que ocurrirá como consecuencia del aumento de tarifas. El tarifazo es, sin embargo, uno de los puntos irrenunciables del acuerdo con el FMI, junto al aumento de las tasas de interés y la devaluación del peso. En estas condiciones, una crisis política en torno a la cabeza de Guzmán, haría naufragar ese acuerdo. Esto explica la suba del dólar en todos los mercados paralelos –más allá de que forma parte de las devaluaciones del euro, el yen, el yuan y la libra esterlina.
 La escalada de precios internacionales inutilizará el efecto recaudatorio del tarifazo, porque incrementará también los gastos del gobierno. Es una de las razones que esgrime CFK para nockear a Guzmán y, en lugar de un tarifazo, ordenar mayores impuestos a los exportadores y un control generalizado de precios. Esto significa gobernar con una ley o estado de emergencia. Sabe, sin embargo, que desatará con ello la fractura definitiva del gobierno, como lo advierte Andrés Larroque, encargado por el kirchnerismo para demoler con discursos a Alberto Fernández. Si el cristinismo tiene un "plan B" debería ordenar una nueva reestructuración de la deuda externa y con el FMI. En este caso, quebraría la deuda pública local en pesos, equivalente a 60 mil millones de dólares. El cristinismo debería hacer, en este nuevo contexto, lo que sus voceros atribuyen al macrismo –un congelamiento de esa deuda y de los depósitos. La “recuperación económica" de la que se jacta el "albertismo" quedaría clausurada. En definitiva, mucho antes de octubre de 2023, la cuestión del poder ha entrado en escena. La aproximación de posiciones entre el radical Gerardo Morales y Massa, como apoyo secundario a Alberto Fernández, podría animar al Presidente a hacer una limpieza de fondo en el gabinete, la Afip, Anses, Pami y todas las llamadas "cajas" del cristinismo. Como Guzmán ya tiene a la firma el Presupuesto 2022 por decreto –el mismo que el FMI pedía como ley del Congreso– el encontronazo político es inminente. A Cristina Kirchner no le alcanzará con el cortejo al embajador norteamericano y a la jefa del Comando Sur del Pentágono. 

 Marcha Federal

 La rueda del tarifazo ha sido puesta a andar en un escenario de conmoción social, como lo revelan las movilizaciones y marchas de desocupados de alcance nacional, las autoconvocatorias de trabajadores de la salud, del transporte, o rurales. En toda América Latina, los tarifazos han sido los desencadenantes de rebeliones populares. En Argentina, hasta los propios personeros del régimen olfatean lo mismo. Por eso, temen que las audiencias públicas que deben discutir los aumentos, y que suelen tener un carácter formal y “no vinculante”, sean digitales y no se conviertan en un escenario de agitación política.
 En estas condiciones se desarrollará la Marcha Federal, a partir del martes próximo. Es necesario rodear a esta Marcha de movilizaciones, paros y huelgas –por un aumento del ciento por ciento de salarios y jubilaciones, y por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar– no de la canasta básica, no de la canasta de alimentos; repetimos, de la canasta familiar. 

 Marcelo Ramal 
 03/05/2022

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