En 1971, Israel estableció dos campos de detención (Abu Zenima en el Golfo de Suez, y Nakhl en el desierto del Sinaí), usando como pretexto un ataque contra israelíes cerca de Gaza. Al primero fueron enviadas familias cuyos miembros pertenecían al movimiento Fatah (nacionalismo árabe), calificados como “sospechosos” de terrorismo. El segundo campamento se utilizó de manera “preventiva”, indica el informe, para alojar a jóvenes desempleados, a cientos de niños, mujeres y hombres, en pleno desierto.
Los detenidos eran personas inocentes de cualquier delito. Estuvieron en detención durante períodos variables, según la decisión de los militares, a menudo durante largos meses, en condiciones que la Cruz Roja Internacional describió como "inaceptables". La ocupación israelí cerró estos campos menos de un año después, pero ocultó los protocolos y registros que los documentan durante 50 años.
Un plan sistemático
Después de la Guerra de los Seis Días y la ocupación en 1967, y en 1971, se llevó a cabo, en la Franja una campaña de asesinatos de supuestos “terroristas”, demolición de viviendas, toques de queda y allanamientos. Ariel Sharon, futuro primer ministro, era el jefe del Comando Sur de las fuerzas israelíes.
Uno de los documentos revelados por el periódico muestra el protocolo usado por las “autoridades”. “El archivo de la ocupación aún se niega a revelar la mayoría de sus documentos y prácticas” (ídem).
La cárcel de Abu Zenima se estableció el 5 de enero de 1971, a 300 km al sur de Gaza. Allí se detuvieron a 27 familias de manera ilegal, con decenas de niños. El 26 de enero, el coordinador de estas actividades, Shlomo Gazit, informó a la Knesset (parlamento) que “Incluye una tercera medida, que es la deportación de familiares” (ídem).
El ministro en ese momento, Moshe Dayan, dijo: “Expulsar a las familias al campo de concentración no es un castigo sino un disuasivo para otras familias. Es como demoler casas: demolemos incluso si un miembro de Fatah es un inquilino y no es un propietario - si alguien se une a Fatah, la casa será demolida y, en este caso, la familia será exiliada” (ídem).
Los representantes de la Cruz Roja escribieron: “El crimen de estas personas es que uno de sus familiares fue considerado terrorista, ¿pero el bebé de 7 meses y el de 80 años por qué están allí?” (ídem). Dijeron que la condiciones son "casi inhumanas".
En segundo campo estaba destinado a los jóvenes desempleados sin sospechas. "La segunda medida y quizás la más radical que hemos tomado es una contra los desempleados", dijo Gazit. "Hay 10.000 personas que no están vinculadas al sector laboral, una gran parte o la mayoría tienen entre 18-25-30 años, y no tenemos ninguna solución para ellos, solían continuar sus estudios en las universidades, y hoy estas puertas están cerradas para ellos”.
Los desocupados eran arrestados por “merodear”, se les presentaban cargos administrativos y eran “deportados” a Cisjordania.
50 años después
Hace dos meses, se presentó un proyecto de ley que estipula que “los hijos de la familia buscada deben ser expulsados para completar la operación de disuasión, para que las familias palestinas impidan que sus hijos resistan la ocupación o llevar a cabo operaciones, y que la expulsión de familias palestinas salvará la vida de ciudadanos israelíes en el futuro” (ídem).
Emiliano Monge
04/08/2021
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