miércoles, septiembre 14, 2016

Acuerdo de París: una lavada de cara al imperialismo y sus monopolios



En la sesión del pasado jueves 1 de septiembre se ratificó por ley en la Cámara de Diputados el Acuerdo de París por el cambio climático. La sesión fue prácticamente convocada a los fines de la aprobación de este acuerdo a pedido de Macri, para llegar con el acuerdo aprobado a la reunión del G20 en China.
En el debate denunciamos que este acuerdo se firmó en medio de un estado de excepción y de una brutal represión contra las movilizaciones en contra de la cumbre que concluyó con el texto firmado por 195 países. Entre los firmantes se encuentran China y Estados Unidos, dos países con la mayor emisión de gases de efecto invernadero.
En los paneles de la cumbre, la COP21, no sólo participaron representantes de los Estados sino también representantes de monopolios y empresas, que además financiaron la cumbre. Entre esas empresas estaba por ejemplo la Volkswagen, recientemente envuelta en un escándalo internacional por sus motores contaminantes. También aprovecharon la oportunidad empresas de energía nuclear, que se mostraron amistosas con el ambiente porque no emiten gases de carbono, pero que constituyen un verdadero peligro porque en función de maximizar las ganancias reducen inversiones en seguridad, trayendo consecuencias como las de la central de Fukushima. También dijeron presente empresas mineras y bancos financistas de emprendimientos hidrocarburíferos o de explotación de carbón mineral, todos productores masivos de gases de efecto invernadero.
El acuerdo establece una serie de compromisos para evitar una suba de la temperatura general no mayor a los 2 grados, que en realidad ningún país va a cumplir, pues sus planes reales de emisiones están muy por encima de lo comprometido en el acuerdo. Incluso los niveles actuales de emisiones de gases podrían provocar una suba de la temperatura de tres grados. No habrá ninguna sanción para los países que no cumplan el acuerdo.
Sin lugar a dudas, la presión de los monopolios petroleros, es lo que hace que el acuerdo no haga mención alguna al reemplazo de la energía producida con hidrocarburos por energía renovable.
El documento firmado en París en diciembre de 2015 hace alusión a los bosques por su importancia como sumideros de carbono. Sobre este punto denunciamos que en la Argentina hemos tenido la tasa de desmonte más alta del mundo en la región del Chaco Semiárido (Salta, Formosa, Chaco, Santiago del Estero) y que los planes de reactivación del Ferrocarril Belgrano Cargas, estuvo siempre atado a los acuerdos con China y a la ampliación de la frontera agropecuaria.
También se hace hincapié en la producción de biocombustibles como una alternativa de energía limpia. Sin embargo esta producción, beneficiada por el nuevo corte de las naftas decretado por Macri y que alcanzó un notable crecimiento de sus exportaciones, necesita extender aún más la frontera agropecuaria contra los bosques nativos y las comunidades originarias y campesinos criollos.
El acuerdo es de una hipocresía brutal, ya que se “propone” la erradicación de la pobreza y el respeto a las comunidades originarias y a los migrantes. Denunciamos que en los meses de la tan proclamada pobreza cero, los datos indican un aumento de la pobreza en la Argentina, y sin dudas en el mundo como consecuencia de la crisis capitalista mundial. Por supuesto no olvidamos denunciar las bandas armadas de terratenientes que expulsan a criollos y originarios de sus tierras, ni de mencionar la brutal crisis humanitaria de los refugiados en Europa.
Con todas estas denuncias defendimos el dictamen de minoría que presentamos en rechazo de este acuerdo.
Solo hubo tres votos en contra, que fueron los de nuestro bloque.
La centro izquierda, Libres del Sur, Proyecto Sur, Socialistas, votaron a favor dándole al acuerdo un carácter positivo, porque incluso por primera vez es firmado por los Estados Unidos y China.
Por su parte, la compañera diputada del PTS, Miriam Bregman, se abstuvo en la votación sin hacer uso de la palabra para explicar los motivos. Nuevamente frente a un dictamen de nuestro bloque hay una negativa a defenderlo o por lo menos acompañarlo con el voto.
No conocemos los motivos de su abstención, pero puede interpretarse que al no rechazarlo, también le están otorgando un aspecto progresivo al acuerdo. Cuesta entender la posición tomada, cuando su portal de internet se llenó de videos y testimonios de la represión brutal contra los ambientalistas.
El acuerdo de París es una lavada de cara del imperialismo y sus monopolios frente al desastre que están provocando contra la humanidad y el ambiente. Quieren engañar a la población de todo el mundo, simulando una preocupación por el ambiente y por las poblaciones más afectadas por el cambio climático, para poder continuar con el saqueo, la depredación y la barbarie capitalista.
Por eso el deber de todo socialista es denunciar este propósito, desenmascararlo ante la población y mostrar que la salida a esta barbarie es el gobierno de los trabajadores, es la planificación de la economía contra la anarquía del lucro capitalista, es el socialismo.

Pablo López

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