miércoles, septiembre 26, 2018

Bailando por un préstamo en medio de un paro contundente: ¿ahora cómo seguimos?



La bronca paró el país. Los piquetes de la izquierda que desmintieron a Bullrich. Macri, “bailando por un préstamo” en Nueva York. El FMI endurece las medidas de fuerza, la CGT vuelve a la calma.

La jornada del 25 de septiembre y lo que sigue, en 5 claves.

1) Un paro masivo y contundente

El cuarto paro contra el gobierno de Mauricio Macri fue quizás el más contundente. El acatamiento fue masivo en la mayoría de los gremios. No hubo transportes, escuelas ni dependencias estatales y se cumplió fuertemente en las empresas. Sobran las postales de avenidas vacías. Como reflejaron La Izquierda Diario y todos los medios, la medida recorrió casi todo el país. Desde el Gran Buenos Aires a La Plata, Mar del Plata, Rosario, Córdoba, Neuquén, Mendoza, Jujuy y las principales ciudades.
A pesar del desgano de las conducciones sindicales, de los descuentos y la campaña de los ministros Dujovne y Bullrich, este martes 25 se convirtió en un gran pronunciamiento de la clase trabajadora contra los ataques que viene sufriendo.
El gobierno estimó que la huelga “costó” 31.600 millones de pesos. Toda una confirmación de quiénes son los que mueven el país y “producen la riqueza”.

2) El sindicalismo de izquierda peleó por un paro activo

La CGT y las CTA se conformaron con un “paro dominguero”, sin movilizaciones unitarias que pudieran desatar la fuerza de millones. El acto del 24 en Plaza de Mayo fue más electoral que de lucha.
¿A qué apostó la izquierda y el sindicalismo combativo con los piquetes? En primer lugar, a participar de una acción unitaria de toda la clase obrera, pero levantando sus propias banderas y propuestas. Pero también, a sostener la tradición de los piquetes para ayudar a garantizar el paro: a moralizar a los que luchan, a convencer a los que “dudan” y apoyar a los millones que no tienen representación gremial.
¿Qué planteó ante los millones que lo vieron por TV? Denunció el plan de Macri y el FMI pero también la complicidad de los gobernadores peronistas. Criticó al sindicalismo peronista que quiere descomprimir y canalizar la bronca hacia las elecciones de 2019.
Pero además denunció a los grupos “fachos” envalentonados por la política represiva del gobierno. Desde las agresiones a la maestra Corina De Bonnis a las amenazas contra Nicolás del Caño, Myriam Bregman y otros dirigentes.
La acción más contundente y combativa fue, otra vez, la del Puente Pueyrredón. Porque fue la que desmintió más claramente la amenaza de Patricia Bullrich: “no habrá ningún corte”. La columna encabezada por mujeres de pañuelos verdes y naranjas, estudiantes, el Movimiento de Agrupaciones Clasistas y el PTS logró sortear el operativo represivo. Así logró instalar el corte total y una gran tribuna de lucha.

3) Las cúpulas sindicales “endurecen” el discurso pero tampoco “cambian el rumbo”

El paro mostró también las crecientes divisiones en la CGT. Por un lado, el Frente Sindical. Pablo Moyano dijo que “el paro es contra el FMI”, Sergio Palazzo no descartó “intensificar las medidas gremiales” y Hugo Yasky reclamó que “nos convoquen a dialogar”. Sin embargo, desde el “triunvirato combativo” no dieron pistas de cómo continuar con esas medidas, aunque conducen poderosos sindicatos y critican la pasividad de la CGT. ¿La marcha a Luján es la única propuesta concreta?
Del otro lado, el Triunvirato oficial tuvo que ponerle un poco de picante a su discurso. Para Acuña “se acabó la mentira”; Daer insistió que "la CGT va a estar al frente de las medidas que crea necesarias” y Schmid que “si no hay plan B, tampoco va a haber tregua”.
Pero los dos sectores también tuvieron sus coincidencias: ambos volvieron a pedir que “el gobierno cambie el rumbo económico” y ambos evitaron decir cómo aprovechar la contundencia del paro para poner en marcha toda la fuerza obrera.
Mientras en Nueva York Macri confirmaba que no iba a cambiar el rumbo, en Buenos Aires “las” CGT hicieron algo parecido. Aunque del paro anterior a este no paramos de recibir cachetazos.

4) Bailando por un préstamo

Mientras el país se conmovía con el paro, Macri paseaba por Estados Unidos. En una especie de “Bailando por un préstamo”, danzó con su habitual torpeza con empresarias norteamericanas. Como si estuviera en el programa de Tinelli le confesó al jurado que “con Christine ha empezado una gran relación" y anheló que “toda la Argentina termine enamorada de ella”. Si no se tratara de la jefa del Fondo Monetario podría causar gracia.
Pero no eran más que los cínicos entretelones de una gira donde lo importante era alinearse con la doctrina internacional de Trump y avanzar en Es que la crisis económica del país está lejos de resolverse. En la última semana se confirmó la caída de la actividad económica, del salario y el empleo. Y ya avisaron que “lo peor todavía no llegó”.
La renuncia del presidente del Banco Central el mismo día del paro es todo un síntoma. Sin embargo, Macri confirmó el rumbo. Además del acuerdo con el Fondo, a su vuelta intentará avanzar con el Presupuesto de ajuste que negocia con los gobernadores del peronismo.

5) Un paro el 25D o un plan de lucha contra el ajuste

Si sigue la película, uno se puede amargar sospechando lo que sigue. Un paro el 25 de junio, otro el 25 de septiembre, ahora vendría el del 25 de diciembre (para evitar la ridiculez de un “paro navideño” podrían adelantarlo un par de días).
¿Se imaginan lo que puede significar para el pueblo trabajador? Lo que perdió entre junio y septiembre ya arruinó a millones de familias y sumergió en el hambre a otro tanto.
No va más. Mientras la CGT duda, Macri y su amada Christine anunciaron plan de lucha.
Por eso el balance del paro, en Buenos Aires y Nueva York, no puede llevar a otra conclusión que la que planteó la izquierda este martes. Hay que darle impulso a la bronca que se expresó en los lugares de trabajo y las calles con un plan de lucha por cada uno de los reclamos obreros y populares. El Presupuesto que pide el FMI y apoyan muchos gobernadores y parlamentarios peronistas no puede pasar. Es una de las batallas que determinará si la derecha avanza con el saqueo, o le empezamos a poner freno.
La izquierda seguirá reclamando asambleas en los lugares de trabajo, para preparar la huelga general que corte con tanto baile y tanto ajuste. Una huelga con movilizaciones que rodeen el Congreso, el día que se trate el Presupuesto.
Con esos métodos, el PTS en el Frente de Izquierda llamar a rechazar los pactos del gobierno y la oposición. Y lucha para que el pueblo decida. Por eso propone una Asamblea Constituyente libre y soberana que discuta quién tiene que pagar la crisis.
Para debatir cómo seguir, el próximo 6 de octubre realizará una serie de Encuentros Anticapitalistas en todo el país. Porque el ajuste es ahora y la lucha también.

Lucho Aguilar
@lukoaguilar

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