jueves, septiembre 01, 2016

Se consumó el golpe institucional y asumió Temer



Con 61 votos contra 20, el Senado destituyó a Dilma Rousseff. Temer se prepara para ajustar. El duro discurso de la mandataria depuesta contrasta con la falta de resistencia del PT ante el golpe.

En la tarde del miércoles fue destituida la mandataria Dilma Rousseff por el Senado brasileño por 61 votos a favor frente a 20 en contra. Esta decisión confirmó como presidente de Brasil a Temer, quien seguirá en el poder hasta el 30 de diciembre de 2018.
Luego de su destitución como presidenta, el senado votó sobre la inhabilitación de Dilma Rousseff, con 42 senadores a favor, 36 en contra y 3 abstenciones. No se alcanzó los dos tercios (54 votos) de la Cámara Alta necesarios para aprobar este tipo de mociones.

Un discurso fuerte que contrastó con la falta de resistencia del PT

Al terminar la votación, Dilma dio un discurso secundada por importantes figuras del PT y del PCdoB en el que endureció el tono con el que el PT venía hablando. “Bandidos investigados que no ganaron elecciones”. Así comenzó su discurso, y continuó “se apropiaron del poder por medio de un golpe de Estado”. Retomó su historia de vida, planteando que es el segundo golpe que tendrá que enfrentar. Anunció que el PT recurrirá a instancias jurídicas contra el “fraude”, además de enfatizar los aspectos misóginos y racistas de los defensores del golpe.
Dilma destacó que “el golpe no fue contra mí, mi partido o partidos ahora aliados. El golpe afectará a cualquier organización política democrática” y a todos los que luchan por sus derechos. Mezcló la denuncia del golpe con la denuncia a los planes de ataque a la jubilación y otros derechos sociales. Sin embargo, cualquier autocrítica sobre estos ataques previstos ya bajo su gobierno no pudo escucharse a lo largo de su discurso.
Concluyó con un tono de amenaza: “ellos piensan que nos vencieron. Están equivocados. Habrá contra ellos la más firme oposición que un gobierno golpista pueda sufrir”.
El flamante cambio de tono de los últimos días y aún más este discurso contrasta fuertemente con la profunda inacción del PT en los últimos meses.
La CUT no preparó ninguna acción de resistencia como había prometido, y toda su resistencia se resumió en acuerdos con la derecha en el Cámara de Diputados y luego en el Senado.
Para resistir los ataques del gobierno golpista será necesario superar esas barreras puestas por el PT para que la bronca contra los golpistas y sus ataques ganen las calles.

Asume el gobierno golpista y prepara nuevos ataques

Encabezaron la asunción de Michel Temer estuvieron el presidente del senado, Renan Calheiros (PMDB-AL), el ministro del Superior Tribunal de Justicia, y el presidente de la cámara de diputados.
Después de declarar a Temer presidente hasta el 31 de diciembre de 2018, el juramento, que comienza con “Prometo mantener, defender y cumplir la Constitución…” sonaba contradictorio de la boca de Michel Temer, que junto con estos políticos privilegiados y corruptos, el “partido judicial” y el golpismo mediático, articularon el golpe.
Luego el recién asumido Temer hizo un breve pronunciamiento en la reunión ministerial convocada hacia el final de la tarde. Apurado en embarcar hacia China para participar de la reunión del G20, el presidente trató temas como reformas, las intenciones del nuevo gobierno y pidió que sus ministros no acepten y rebatan la idea de que el país haya pasado por un “golpe”.
Temer afirmó que la generación de empleos será el “primer tema a ser tenido en cuenta” por el gobierno, pero al mismo tiempo pidió “no hablar más de reforma laboral, vamos a hablar de readecuación entre empleado y empleador”. De esta forma quiere esconder los planes que intentará implementar en el país a partir de las reformas contra las empresas públicas, el avance en las privatizaciones y sobre los derechos laborales como son la estabilidad en el empleo y la garantía de condiciones dignas de trabajo para todos.
Este golpe sirve a los intereses de las grandes empresas que están sedientas de ajustes económicos contra los trabajadores, los jóvenes y los oprimidos. Esto se expresó en la jornada de ayer en las principales editoriales de los grandes diarios y en las declaraciones de los políticos que apoyaron el impeachment y que explican cómo los ataques serán la “solución” a la crisis.
El “día después” promete nuevas dificultades para los golpistas para estabilizar la situación política. Hasta aquí estuvieron todos unidos en torno al objetivo común de interrumpir el mandato de Dilma, ahora tendrán que enfrentarse con la realidad de un gobierno ilegítimo, sin apoyo popular, apoyado en un Congreso que no pasa de ser una cueva de ladrones, con lo cual intentará aplicar una agenda de ataques en toda la línea a las condiciones de vida y los derechos democráticos de los trabajadores.

La lucha contra el gobierno golpista

Miles salieron a las calles en varias ciudades de todo el país para manifestarse contra el golpe institucional. Hay un sector que es consciente de que el PT no ha enfrentado el golpe y fue quien le abrió espacio a la derecha. En este momento la policía de Alckmin, reprime a miles de jóvenes y trabajadores que llegan a la plaza Roosevelt en Sao Paulo.
Como planteó Diana Assunção, columnista de Esquerda Diário y candidata a concejala del Movimiento Revolucionario de Trabajadores (MRT) en las listas del PSOL: “Es hora de luchar. Necesitamos retomar las jornadas de junio 2013 y tomar las calles, pero ahora con las lecciones que podemos tomar de aquellos días: necesitamos que la lucha sea política en contra de este gobierno golpista, que sea coordinada por la base y desde los lugares de trabajo y estudio, es una alianza de la juventud con la clase trabajadora. Abajo el gobierno de facto de Temer!”

Redacción LID

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