Abajo la reforma laboral. La lucha de los trabajadores franceses debe triunfar.
El paro del 31 de marzo contra la reforma laboral anti-obrera del presidente Francois Hollande ha sido masivo. Los trabajadores enfrentan la ofensiva en regla de una ley que plantea, entre otros puntos, “la derogación de hecho de la jornada de 35 hs (…) abarata las indemnizaciones por despido, habilita los despidos masivos bajo el cheque en blanco de ‘motivos económicos’ y procura debilitar el poder de negociación de los trabajadores” (PO N° 1.402).
Según informaron medios locales, François Hollande enfrentó una movilización que no encuentra precedentes en la historia reciente de Francia. Le Monde (31/3) asegura que 1.2 millones de personas se apoderaron de las calles. Las manifestaciones superan ampliamente a las realizadas el pasado 9 de marzo, que habían congregado a medio millón de personas.
Además, pararon ferroviarios (SNCF), trabajadores del subte, aeronáuticos (Air France) y choferes de colectivos, que dejaron paralizado por completo a todo el país, tanto por tierra como por aire; también se paró en los grandes centros industriales (Peugot y Renault). Pararon los trabajadores estatales. Se realizaron bloqueos de decenas de liceos y universidades, donde el movimiento estudiantil universitario y secundario, tuvo un papel destacado. Adhirieron a las movilizaciones las principales centrales obreras: CGT, Fuerza Obrera, FSU, la CFDT y Solidaires. Éstos últimos han confirmado dos nuevas fechas para la siguiente movilización, que al parecer serían los días 5 y 9 de abril respectivamente. La respuesta de los funcionarios fueron temerarias, el primer ministro Manuel Valls sostuvo que "no hay manera de eliminar esta reforma “inteligente, audaz y necesaria", mientras que el Ministro de trabajo Myriam El Khomri, señaló que "escuchó preocupaciones de los jóvenes", pero es una "ley necesaria y justa" (ídem).
El gobierno francés reprimió con gases lacrimógenos, balas de goma, camiones de agua y a trabajadores y estudiantes y produjo detenciones masivos.
Abajo la reforma laboral. La lucha de los trabajadores franceses debe triunfar.
Federico Sedov
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