jueves, diciembre 07, 2023

¿Qué es el libertarismo que ganó en Argentina?

Milei y los Lubavitch, o el oscurantismo religioso de los hombres de negocios


Una rama del judaísmo ultraortodoxo que congrega a magnates en Argentina y el mundo. 

 Llamó mucho la atención que Milei se haya ido a celebrar su triunfo en el balotaje a la tumba del Rebe de Lubavitch en Nueva York. Lo presentó como una parada espiritual y de inspiración a título personal, pero es en realidad toda una señal política. Jabad Lubavitch no es solo una corriente ortodoxa ultraderechista del judaísmo, sino que además es particularmente la que congrega a grandes capitalistas, tanto en Argentina como en el resto del mundo. ¿Qué podemos decir de estos vínculos con el oscurantismo? 
 Esta rama del jasidismo que habría surgido allá por el siglo XIX cobró fuerte impulso desde mediados del siglo pasado, a partir de la radicación de Menachem Mendel Schneerson -el mencionado Rebe– en la colectividad judía neoyorquina, desde donde coordinó la apertura de centros de Jabad a lo largo y ancho del globo. Para hacerla corta, basta mencionar que Donald Trump cultivó relaciones con la organización y la recibió en un acto oficial nada menos que en la Casa Blanca en 2018, además de que su hija Ivanka y su yerno son practicantes. El poderoso banquero David Rothschild es otro adherente activo. Cruzando el pacífico, entre los destacados financistas de los Lubavitch figuraban los oligarcas rusos Lev Leviev y Roman Abramovich, laderos de Putin y exsocios de negocios de la familia Trump hasta el estallido de la guerra en Ucrania. Este es el entorno en que se mueven.
 En Argentina la tónica es la misma, tanto política como socialmente. Su acercamiento a estos ultraortodoxos judíos allanó a Milei el vínculo con importantes empresarios. Entre ellos uno de los más prominentes es Eduardo Elztain, quien según reseña el libro Los lubavitch en la Argentina, de Alejandro Soifer, dona el 10% de cada negocio que hace a Jabad y desde hace un cuarto de siglo organiza anualmente un seder de Pesar en el Hotel Llao Llao de Bariloche para reunir a grandes aportistas del mundo de los negocios. Digamos que recursos no le faltan a esta organización ultraortodoxa.
 Elsztain, de Cresud y el grupo Irsa, es el dueño de los shoppings porteños y de casi todos los megaemprendimientos inmobiliarios que destruyen los espacios verdes públicos de la ciudad, además de ser propietario de casi un millón de hectáreas en el país y poseer el Banco Hipotecario, entre otros kioscos. Es uno de esos magnates que construyen su incontable fortuna gracias a su sociedad con el Estado. Según cuentan, fue él quien arrimó a otros ricachones como el conocido financista rosarino Miguel Rosental, o Daniel Sielecki que es socio de Hugo Sigman en el laboratorio Elea -y poseedor de una de las mayores colecciones de autos de lujo. Son de la partida otros como Gerardo Werthein (quien puso su avión privado para el viaje de Milei a Estados Unidos), miembro de la familia dueña del Banco Patagonia y de más de 100.000 hectáreas en la Argentina; sería quien desembarque como embajador en Washington.
 Con este círculo social, no hay mucho misterio de cuáles son los intereses que guían a esta ultraortodoxia judía. De hecho, también es de la partida el consultor de especuladores financieros Darío Epstein, uno de los lobbistas del ajuste del presidente electo. Es organizador del Latam Economic Forum, donde Milei se fotografió con Tzvi Grunblatt, director de Jabad Lubavitch en Argentina desde hace décadas. No por casualidad un año antes el invitado estrella del foro había sido el peronista Juan Manzur, otro activo agente del sionismo en nuestro país -que viajó a Israel y firmó convenios en su breve paso por la Jefatura de Gabinete. 
 Para su “asesoría espiritual” Milei concurre a la sinagoga que comanda el rabino Wahnish en Plaza Serrano, en el corazón del barrio porteño de Palermo. Habría llegado allí tras un encuentro organizado por Tomás Pener, director del movimiento juvenil Betar en Argentina, un grupo sionista creado por un discípulo de Mussolini y de posiciones políticas facistas. Pener es un asiduo concurrente a los actos de La Libertad Avanza, y explica la vinculación política afirmando que “muchos jóvenes no se podían expresar por el crecimiento de las causas progresistas y nosotros revivimos un espacio para que puedan hablar”, y agrega que “la ideología de género no va más” (Perfil, 29/11). 
 Este movimiento del ala más derechista del sionismo atacó recientemente a la izquierda y al Partido Obrero en particular por solidarizarse con el pueblo palestino, en sintonía con la campaña de la Daia de tildar de antisemita toda crítica al genocidio que perpetra el Estado de Israel. Sobra aclarar que a estos fachos no les preocupa en absoluto la discriminación hacia los judíos, sino simplemente utilizar el antisemitismo como carta para censurar a la izquierda y amordazar a las voces críticas en la propia colectividad (cruzaron en Twitter a la agrupación Judíes por Palestina); cuando se trata de las expresiones antijudías de “libertarios” y de la integración de neonazis en las filas del armado político de Milei consideran que “no nos parece bien, pero pasa en todos los partidos” (ídem). Esta escoria rodea al flamante mandatario.
 Estos son los intereses comunes de los nuevos ajustadores y los Jabad Lubavitch, de la misma manera que va integrando en diferentes cargos a los ultramontanos de otros palos, como al opus dei Tomás De La Torre en Desarrollo Social o al clerical anti educación sexual Carlos Torrendel en Educación. Más que libertarios son los religiosos más retrógados, cuyo oscurantismo sirve a la clase capitalista para dar una cobertura ideológica a la represión y la ofensiva contra los trabajadores. Parece que los únicos laicistas consecuentes somos los socialistas. 

 Iván Hirsch

La ultraactividad de los convenios colectivos en la mira


El candidato de Milei para Trabajo vuelve con un ataque contra las condiciones y derechos laborales conquistados. 

 En el marco de los anuncios de la ofensiva antiobrera que prepara Javier Milei y la casi segura designación del abogado laboralista Omar Yasín para cubrir la Secretaría de Trabajo, vuelve a instalarse la eliminación de la ultraactividad de los Convenios Colectivos de Trabajo (CCT) como medio para suprimir masivamente derechos y conquistas laborales.
 Yasín, de pasado en la gestión macrista de Jorge Triaca al frente del Servicio de Conciliación Laboral Obligatoria (Seclo) y parte del entorno de Patricia Bullrich, es el promotor de una medida drástica contra los trabajadores, que implica la caducidad a término de los CCT y la aplicación de la Ley de Contrato de Trabajo como “piso” regulatorio.
 La ultraactividad de los convenios establece la continuidad de los CCT como regla ante el vencimiento del plazo pactado en los mismos, pudiendo ser revocables solamente por la vía de una nueva negociación colectiva suscripta por las partes. 
 Esta salvedad conlleva que en la actualidad se preserven derechos y conquistas obreras obtenidas por los trabajadores y sus sindicatos, que no han sido entregadas y/o renegociadas por la burocracia sindical, siendo ineludibles –aunque sea formalmente- por las patronales. 
 La propuesta de Yasín y compañía es invertir la naturaleza “proteccionista” de la ley, estableciendo la caducidad a término de los CCT, forzando a los trabajadores y sus organizaciones a renegociar permanentemente sus condiciones laborales para no tener que partir así del piso establecido por la Ley de Contrato de Trabajo, donde quedan por fuera diversos derechos e institutos consagrados en las negociaciones y conquistas de cada gremio.
 Cabe agregar que Javier Milei viene anunciado abiertamente su intención de asestarle un golpe duro a la normativa laboral, con la eliminación de las indemnizaciones por despidos injustificados –extendiendo el régimen de Fondo de Desempleo de la Construcción– y las multas y sanciones correspondientes a las irregularidades y despidos patronales. 
 La derogación de la ultraactividad de los convenios tiene su antecedente inmediato en la polémica Ley Banelco del gobierno de De la Rúa, que subsistió hasta los primeros años del gobierno de Néstor Kirchner y que implicaba una serie de reformas flexibilizadoras contra los trabajadores.
 Un intento de avanzar en esta orientación supone un ataque contra los trabajadores, forzando la aceptación de cláusulas y términos perjudiciales para garantizar el sostén de algunos derechos amenazados por la caducidad: cada nueva negociación sería el punto de partida de una mayor flexibilización y precarización laboral. 
 Se pasaría de un régimen que supone la “progresividad” en la conquista de derechos a una regresividad dada por una renegociación permanente sin condiciones ni garantías mínimas de continuidad. Un esquema que propende a la adaptación de las condiciones laborales a las necesidades coyunturales del mercado, sin derecho alguno consagrado. 
 Milei se vale del “capital humano” fracasado del macrismo para intentar avanzar en reformas estructurales contra los trabajadores, algo que demanda la atención de los trabajadores para evitar, nuevamente, que esta avanzada prospere.
 Una tarea que no puede confiarse a la burocracia sindical que pacta con las patronales y entrega a los trabajadores, sino en la organización independiente y la recuperación de los sindicatos para ponerlos al servicio de los intereses colectivos de los trabajadores.

 Marcelo Mache

Vuelve Luis Caputo. Milei pronostica Estanflación // De Derecha a Izquierda

Myriam Bregman: "El gobierno de Milei resucita a lo peor de la casta ligada al poder económico."

miércoles, diciembre 06, 2023

CON FILO | Como cualquier diciembre

La crisis en OpenAI y la monetarización de la Inteligencia Artificial


Microsoft, Google, Amazon y otros grandes capitalistas compiten por dominar el sector.

 La empresa OpenAI, responsable de la creación de ChatGPT y líder en el desarrollo de Inteligencia Artificial Generativa, acaba de transitar una turbulenta crisis, con la eyección y posterior regreso de uno de sus fundadores y principal líder del proyecto Sam Altman. El trasfondo de estos movimientos es la acelerada monetarización de una empresa creada sin fines de lucro, en medio de una competencia despiadada por el control del sector en ascenso. 
 El telón de fondo de los llamativos movimientos en la cima de la empresa es la política de capitalización de la empresa que, en los días previos a la salida de Altman, buscaba triplicar el valor de OpenAI ascendiendo a una valuación proyectada de 90.000 millones dólares, con la venta de la participación accionaria de los empleados a inversores externos. 
 La acelerada mutación de la empresa hacia vínculos cada vez más estrechos con grandes capitalistas, luego de la ampliación del financiamiento/padrinazgo de Microsoft que pasó de su inversión inicial de 1.000 millones de dólares a 10.000 millones, dio lugar a un golpe al interior del consejo de administración de la empresa. 
 Altman y su socio, también fundador, Greg Brockman fueron removidos de la empresa por un frente conformado por el tercer cofundador, Ilya Sutskever, y los otros tres miembros del consejo (Adam D’Angelo, Tasha McCauley y Helen Toner). El pretexto utilizado sería la desviación de Altman de los fines altruista de la empresa, cuyo objetivo es alcanzar el desarrollo de una Inteligencia Artificial General que supere a los seres humanos.
 Las desavenencias de este tipo no son novedosas en OpenAI ni en la industria en repentino crecimiento. Iguales motivos de la crisis actual llevaron a los hermanos Daniela y Dario Amodei a abandonar Open AI luego del acuerdo entre Altman y Microsoft, para formar su propia empresa, Anthropic, junto a otros empleados de la firma. Pero los límites en el financiamiento “altruista” del proyecto dieron lugar al arribo de inversiones de Google y Amazon. 
 Algo similar ocurrió en los inicios de OpenAI, cuando la empresa fundada con colaboración del empresario Elon Musk pretendía financiarse solo con donaciones por un total de 1.000 millones de dólares. Musk se retiró de la empresa en 2018 ante la negativa de Altman a emplear la IA de la empresa en los proyectos de la automotriz Tesla. Y tras el fracaso en el financiamiento independiente terminó asociándose con Microsoft. 
 Por su parte, Microsoft fue rodeando y condicionando a OpenAI con su financiamiento. La empresa de Bill Gates financia el santo grial de la Inteligencia Artificial General para obtener a cambio algo más plausible en el corto plazo: licencias de propiedad intelectual y comercialización de desarrollos específicos de Open AI. 
 La salida de Altman duró escasos cinco días ante lo que amenazaba ser un derrumbe completo de la compañía, en un golpe orquestado por Microsoft y los inversores privados, quienes además de darle empleo a Altman sumaron la adhesión de más del 90% de la nómina de empleados, quienes amenazaron con retirarse de OpenAI detrás de los pasos del líder depuesto. 
 Cabe destacar que los empleados, al ser partícipes del capital accionario, se encontraban entre los primeros damnificados económicos de la expulsión de Altman y el derrumbe del valor de la compañía. Muchos de estos empleados han liquidado sus acciones para poder abrir sus propios proyectos privados en la industria. 
 El contragolpe fue tal que Microsoft “habilitó” la vuelta de Altman a OpenAI, pudiendo haber conservado al líder del proyecto fundando una nueva empresa con todos los recursos en fuga. Sin embargo, la derrota de la competencia afianzó aún más el control privado de Microsoft sobre los desarrollos de OpenAI. 
 La crisis de OpenAI pone de manifiesto que no existe un lugar para las posiciones independientes en el marco del mercado capitalista por el dominio de la IA. Quienes denuncian las desviaciones privatistas terminan asociándose con capitales similares que alegan una filosofía más mesurada con el solo fin de ponerse en carrera por el dominio de la IA y sus réditos económicos. 
 No se trata de posiciones más o menos altruistas, ni de más o menos regulaciones en el marco de las relaciones sociales de producción capitalistas: todas ellas conducen a la barbarie y la catástrofe social. Solo una sociedad sobre nuevas bases podrá dar lugar a un desarrollo pleno de la Inteligencia Artificial para el goce y provecho el conjunto de la humanidad. 

 Marcelo Mache

La pobreza escaló al 44,7% y lo peor está por venir


Según el informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA. 

 Más de la mitad de los trabajadores están precarizados. En el tercer trimestre del año, la pobreza -medida en ingresos- ascendió al 44,7%, afectando a 17,5 millones de personas, y la indigencia trepó al 9,6%, alcanzando a 4,2 millones de habitantes. A su vez, el 62,9% de los niños y adolescentes vive en hogares pobres. Es el retrato de la catástrofe social a la cual nos han conducido los políticos capitalistas que se sucedieron en el poder. 
 Los datos se desprenden del informe “Deudas sociales crónicas y desigualdades crecientes. Desafíos para la agenda pública (2004-2023)”, elaborado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA. El mismo revela que, en el transcurso de un año, el porcentaje de la población con ingresos insuficientes para cubrir la canasta básica total creció 1,6 puntos, mientras que el porcentaje de habitantes cuyos ingresos no alcanzan para acceder a la canasta básica alimentaria subió 1,5 puntos en el mismo período. 
 Aquí, la devaluación de agosto ejecutada por Massa, bajo la orden del FMI, jugó un papel decisivo en este deterioro del poder de compra de las familias trabajadoras. También influyeron en la suba de los alimentos los dólares preferenciales otorgados al agro y la quita de retenciones a las economías regionales. Ni qué decir del ajuste fondomonetarista que hundió a las jubilaciones y a los programas sociales. 
 Ahora bien, esa foto quedó vieja a la luz de las remarcaciones que tuvieron lugar desde el balotaje a esta parte y del Rodrigazo en puertas. Las “motosierra”, el salto cambiario y la liberación de tarifas que propone Milei no harán más que profundizar la pobreza y la indigencia en el país.
 El informe muestra que no basta con tener un empleo y cobrar un salario para dejar de ser pobre: el 33,1% de los trabajadores ocupados perciben ingresos por debajo de la línea de pobreza. Esto obedece, por un lado, a los topes salariales -avalados por el gobierno y la burocracia sindical- pero fundamentalmente a la falta de trabajo genuino. El 50,8% de la mano de obra en Argentina está precarizada: el 26,5% trabaja de manera no registrada y el 24,3% sobrevive con changas. A su vez, la desocupación llega al 8,8%. 
 Como vemos, para más de la mitad de la población trabajadora la reforma laboral tan ansiada por las patronales ya se aplicó, con la anuencia de todos los gobiernos. Lo anterior demuestra que es falso cuando los empresarios plantean la reducción del “costo laboral” como condición necesaria para invertir; el mismo se halla por el piso debido a la informalidad reinante y el retroceso salarial, sin embargo, las inversiones no despuntan a causa del parasitismo que caracteriza a la clase capitalista. 
 Ahora bien, en la próxima etapa, la burguesía apuesta a liquidar los derechos laborales de ese 40,4% de los trabajadores que sí están encuadrados en un convenio colectivo. A esa ofensiva de fondo se lanza el gobierno de La Libertad Avanza; el movimiento popular, por su parte, presentará resistencia, y el resultado de esa contienda aún no ha sido escrito. 
 Otro dato desolador que arroja el informe de la UCA es que el 20,6% de los hogares (2 puntos más que en 2022) tiene signos de inseguridad alimentaria, es decir, padece hambre al menos una vez por día. A su vez, la inseguridad alimentaria severa entre los niños y adolescentes es la más alta de los últimos 18 años, ubicándose en el 13,9%. El derrumbe de los ingresos populares, sumado a una producción alimentaria guiada por el ánimo de lucro capitalista, ha alumbrado esta realidad aciaga. Esto ilustra nítidamente el fracaso de las fuerzas políticas que nos gobiernan hace 40 años. 
 Lo que se viene con Milei, lejos de resolver la carestía como prometió en campaña electoral, la agravará. Sumergirá aún más las jubilaciones, los programas sociales y la asistencia alimentaria con su política de ajuste; subirá el desempleo con la paralización de la obra pública; devaluará la moneda (Guillermo Francos habló de un “dólar razonable” a $650); encarecerá los alimentos si le quita las retenciones al agro como prometió; se dispararán las tarifas de luz y gas y el precio de los combustibles, entre otros golpes al bolsillo. Como contrapartida, su proclama de eliminar la emisión monetaria que insume el pago de intereses de Leliqs y pases parece poco viable y las propuestas de Caputo para desarmar el stock de deuda del BCRA son todas inflacionarias. 
 El liberfacho estafó a quienes lo votaron prometiendo una prosperidad para las mayorías que ni remotamente llegará, más todo lo contrario, sus políticas sumirán a nuevas capas de la población en la pobreza. Como su triunfo electoral responde al hastío de la gente frente al fracaso de los gobernantes y no a una adhesión masiva a su agenda reaccionaria, lo más probable es que el pueblo no tolere nuevos ataques a sus condiciones de vida y salga a las calles. En esa perspectiva volcamos nuestros esfuerzos, para que definitivamente se vayan todos y gobernemos los trabajadores. 

 Sofía Hart

Identikit de Petri, el nuevo ministro de Defensa de Milei


Mano dura, xenófobo y antiderechos.

 Luis Petri, quien fuera candidato a vicepresidente de Bullrich, fue designado como nuevo ministro de Defensa del nuevo gobierno de Milei. Este nombramiento se da luego de largas negociaciones y días después de la designación de Patricia Bullrich en Seguridad. 
 Para Petri es la consolidación de una veloz carrera que inició en Mendoza en la interna con Alfredo Cornejo, hoy gobernador, en las Paso provinciales de agosto, donde perdió pero obtuvo el 40% del voto radical frente al bonapartista y exmandatario Cornejo. Con estos resultados, y tras muchas negociaciones, se coronó como vice de Patricia Bullrich para las presidenciales, con quien obtuvo menos del 24%. 
 Es también la consolidación de una política represiva que estará a cargo de los lacayos del PRO en Defensa y Seguridad, y una validación de la “doctrina Chocobar”. Se quedan además con enormes presupuestos destinados en gran parte al control y la represión interna. 
 Petri es un famoso derechista. En 2017 fue el impulsor de la que se llamó Ley Petri, que implicaba un endurecimiento de las penas de prisión. En 2018 presentó un proyecto de ley para prohibir que los extranjeros accedan a la educación y a la salud públicas en el territorio argentino. El movimiento de mujeres lo conoce por haber votado contra la IVE en 2018 y 2020. Además es público defensor de la baja en la edad de imputabilidad. 
 Durante el gobierno de Rodolfo Suárez en Mendoza presionó para que se colocaran inhibidores de señales telefónicas en las cárceles y aboga por el endurecimiento de los tratos en el sistema carcelario, alabando la política de Bukele en El Salvador. Un verdadero impulsor de la mano dura y el reforzamiento represivo. 
 Mientras vota a favor de las políticas de ajuste que hacen crecer la pobreza y defiende la arbitrariedad policial en las barriadas, se desentiende de la corrupción policial y judicial que encubre y participa de las mafias. El nuevo ministro es silencioso cuando en Mendoza se habla del juez federal Walter Bento o de policías implicados en el tráfico o la trata. No le preocupa la delincuencia de guante blanco. 
 Petri eligió un lugar. Ya cuando fue candidato anunció ante empresarios que “una reforma laboral es absolutamente imprescindible” y que promovería la eliminación de las multas laborales diciendo que incrementan las indemnizaciones en caso de despido con “un sistema irracional”, cuando en realidad las patronales violan un sinnúmero de derechos laborales aún con trabajadores en blanco. 
 Tras ser anunciado como ministro publicó en Twitter que trabajará por “volver a poner en valor el rol de nuestras las Fuerzas Armadas”, en línea con los discursos negacionistas que pretenden garantizar la impunidad de los genocidas. 
 Con Bullrich en Seguridad y Petri en Defensa está planteada la orientación de reintroducir a las Fuerzas Armadas en la política de seguridad interior, una estrategia al servicio de la represión, la persecución y el espionaje, y pretende ser el bastión de la gobernabilidad para el próximo período.

 Bautista Franco

martes, diciembre 05, 2023

Fernando Rosso: “Milei es un síntoma de la crisis orgánica del capitalismo argentino"

El gobierno ‘menemista’, con pronóstico reservado


El gabinete improvisado por Javier Milei es un rejunte de ex funcionarios de los dos bloques capitalistas. Son los que han gobernado la Argentina en las últimas décadas, sin distinción de “grieta”.
 El rejunte no convierte al gabinete en ciernes en un gobierno de coalición. Milei ha recogido los escombros de dos bloques en disolución – el radical-macrismo y el pejotakirchnerismo. Macri se encargó de aclarar que Caputo, Bullrich y Petri asumen sus cargos a título “personal”. A esta altura, sin embargo, ni el PRO ni Juntos por el Cambio cuentan con la mínima consistencia para autorizar o desautorizar a nadie.
 El tándem Milei-Bullrich no sólo identifica a la futura gestión de Seguridad con el gatillo fácil y la doctrina Chocobar. El futuro gobierno está asociado a la defensa incondicional del genocidio sionista en Gaza. En reconocimiento de ello, la DAIA bendijo la presencia del ex menemista Rodolfo Barra, frecuentador del nazismo en su adolescencia y del lopezreguismo de la triple A en su adultez. Ahora será Procurador del Tesoro. Mientras tanto, Milei salía a reunir voluntades en el PJ, arrimadas por Guillermo Francos, ex sciolista y ex empleado del grupo Eurnekian. Guillermo Ferraro, ex funcionario de Menem y Cafiero, piloteará la tentativa de abrir el mercado de obra pública al capital internacional. La vertiente pejotista del gabinete incluirá a funcionarios del actual gobierno: es el caso de la massista Flavia Royón, actual secretaría de Energía y futura titular de Minería, y ex funcionaria del gobernador salteño de Massa, Gustavo Sáenz. Otro funcionario actual, Daniel Scioli, continuará siendo embajador en Brasil. 
 En la AFIP, suena un abogado de los estudios de la UIA. En YPF, Milei ha colocado a un hombre de Techint, que reclama, como toda la industria petrolera, la pronta liberación de precios de los combustibles junto a la libertad para la remisión de utilidades – o sea, el levantamiento del cepo.
 Milei colocó a un sobrino de Menem al frente de Diputados y a un ganadero formoseño en Senadores, los dos de LLA. Pero la voz de aura para ello la dio nada más y nada menos que Cristina Kirchner, cuando señaló que la nominación de sus partidarios en la línea sucesoria era un derecho reservado del próximo poder ejecutivo. CFK dejó entreabireta la puerta a los acuerdos parlamentarios con los ´libertarios´. Esos acuerdos comienzan a pergeñarse con la nueva ´liga de gobernadores´ pejotista bancada por Francos. 

 Los lobbys capitalistas 

Mientras tanto, Luis Caputo, el antiguo comisionista de fondos internacionales, no ha conseguido financiamiento internacional. En el interín, los bancos locales han aparcado las Leliq en una cuenta de 24 horas. Milei-Caputo han aplazado el levantamiento del cepo indefinidamente. La Cámara norteamericana, la AmCham, ha pedido “garantías” de pago de la deuda comercial por importaciones, que ya suma 56.000 millones de dólares, al precio del dólar oficial al momento de la transacción. Reforzando este apriete, Ford, Mondelez y otras se han lanzado a una escalada de suspensiones y despidos. 
 Milei ha llenado los casilleros con los agentes del gran capital, pero sus grandes bancos y corporaciones tienen a su gabinete bajo pronóstico reservado. 

 Ajuste 

En estas condiciones, la carta que jugará Milei en su asunción vendrá con una devaluación del 80-100% en el dólar oficial, y un ajuste fiscal que tendrá como eje a un tarifazo. A nadie escapa que la liberación de precios y tarifas disparará la inflación a niveles explosivos, pero ello constituye una parte fundamental del ajuste fiscal, en primer lugar, en el rubro jubilatorio, cuya movilidad no contempla al índice de inflación. Un reciente estudio demuestra que el gobierno de los Fernandez-Massa consiguió reducir en cinco puntos la participación del sector público en el PBI, gracias a la reducción del gasto previsional (Infobae, 4/12). Si a ello se añade un freno a los salarios docentes y estatales, una parte de la motosierra funcionará en modo massista. A ello se añadirá una “ley ómnibus” con diferentes alcances. En el plano laboral, apunta a un seguro de desempleo ´optativo´ en lugar de las indemnizaciones, pero principalmente, a establecer un régimen de impunidad para las violaciones del derecho laboral – lo que la UIA llama la “industria del juicio”. 
 La burocracia sindical va por la ruta del pejotismo – o sea, explora la colaboración política con Milei. ATE y CTA apuestan al “frente común” con los gobernadores pejotistas, justamente cuando esos gobernadores ensayan una aproximación al nuevo gobierno. El eje de esa aproximación es la defensa de las prebendas capitalistas (es lo que acaba de conseguirse, por caso, para los subsidios a la electrónica fueguina). La CGT marcha por atrás de la realidad, porque los aumentazos ´pre Milei´ en todos los productos de primera necesidad han dejado a las paritarias en cuotas patas para arriba. A esta situación se suman los despidos en grandes corporaciones, y los que podría acarrear la ley ómnibus para los estatales. El gabinete Milei anticipa una guerra a los trabajadores, que obliga a la urgente deliberación y organización en los lugares de trabajo. Hay que preparar los choques decisivos que se vienen, entre el gobierno y y sus aliados políticos, por un lado, y la clase obrera, del otro.

 Marcelo Ramal 
 05/12/2023

Rodolfo Barra, un nazi sostenido por la DAIA


En las últimas horas, el presidente electo Javier Milei, a través de sus redes sociales anunció la designación de Rodolfo Barra como Procurador General de la Nación, es decir jefe de los abogados del Estado. 
 Barra tuvo un paso notorio por la función pública dos décadas atrás. Fue miembro de la Corte Suprema de Justicia entre 1989 y 1993 y ministro de Justicia entre 1993 y 1996, bajo el gobierno de Carlos Menem. Ingresó al máximo tribunal gracias a la ampliación de sus miembros promovida por el entonces presidente peronista, que le garantizó al poder ejecutivo la mayoría automática y el control del poder judicial. En su paso por el ministerio, fue artífice de los decretos de necesidad y urgencia que paralizaron los reclamos y los juicios de los jubilados con el ANSES, como así también suspendió la movilidad jubilatoria y el cumplimiento de las sentencias pendientes de pago. Un aspecto destacado fue la tentativa de aplicar la “Ley Mordaza” ante las crecientes críticas contra el gobierno buscaba censurar a los medios de comunicaciones y a las organizaciones políticas y sindicales independientes con el aumento de las penas por calumnias e injurias.
 Para sacarlo de la línea de fuego, el riojano lo nombró presidente del Directorio del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos. Volvió a la primera plana poco después, en el gobierno de la Alianza, cuando fue designado al frente de la Auditoría General de la Nación, cargo que ocupó entre diciembre de 1999 y febrero del 2002. 
 Cuando saltó a la palestra de la mano de Menem, Página/12 hizo público su paso por la organización nazi “Movimiento Nacionalista Tacuara”, en la que participó del intento de incendio de una sinagoga. Más tarde, en 1974, participó de la intervención de la UBA de Alberto Ottalagano, otro fascista confeso. Barra pidió “disculpas” por su afinidad con el nazismo. En 2018 reapareció en la escena pública a partir de su militancia en el Opus Dei, como promotor y orador en contra del derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
 Al conocerse su designación como procurador, la DAIA recordó las denuncias y también sus pedidos de disculpas “por sus horrorosas conductas y manifestaciones cuando era joven”. Se olvidó del fascismo activo de Barra en edad bien adulta. 

 Nahuel BA 
 04/12/2023

Milei al gobierno, la “casta” al poder


Nota de tapa de Política Obrera N°84 edición impresa. 

 “La gobernabilidad la va a dar el peronismo”, no vaciló en declarar Guillermo Francos, el armador del gobierno de Milei y próximo ministro de Interior. 
 El mismo Francos es un miembro selecto de la “casta”. Ha sido funcionario de Menem y Cavallo, representante de Alberto Fernández en el Banco Interamericano de Desarrollo, empleado vitalicio de la Corporación América, el conglomerado de Ernesto Eurnekian, que creó su emporio de la teta del Estado. 
 El menemo-kirchnerista Scioli seguirá como embajador en Brasil. Milei lo acompañó en la campaña electoral contra Macri, en 2015. La massista Flavia Royón pasará de ministra de Energía de los Fernández a ministra de Minería de Milei. La une con ambos gobiernos la entrega del litio. Lisandro Catalán, funcionario de Martín Soria, el ultra K del ministerio de Justicia, pasa a viceministro de Interior del nuevo gobierno. Lo mismo ocurrirá con varios asesores de Vilma Ibarra, secretaria legal y ex esposa de Alberto Fernández.
 Los gobernadores del peronismo, con el salteño massista Gustavo Sáenz al frente, han comenzado a tejer acuerdos con el presidente ‘libertario’. Milei le ha dado el ministerio Justicia a Cúneo Libarona, defensor de Eurnekian en la causa de los Cuadernos de la Corrupción, por coimas a Cristina Fernández. El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, también ha sido empleado de Eurnekian. Milei ha contactado al kirchnerista Rafael Bielsa, también de la Corporación América. 

 La ‘casta’ en pleno festival. 

 La encargada de la represión y fanática de las Taser, Patricia Bullrich, fue reclutada por Milei de Juntos por el Cargo – la típica definición de la “casta”. Osvaldo Giordano, inventor de las AFJP, menemista de Cavallo, ha sido designado para liquidar los regímenes jubilatorios especiales, como el de los docentes, y la Anses.
 Asistimos a la mayor estafa al electorado de toda la historia de Argentina. 
Milei ha distribuido el poder entre el peronismo integralista, la corriente católica en que reviste el Procurador del Tesoro, Rodolfo Barra. La “política” ha copado el gobierno – ella no pagará ningún ‘ajuste’. El principal planteo de la campaña ‘libertaria’ ha terminado en el lugar de donde nunca salió: el tacho de los papeles higiénicos. 
 El propósito de este régimen de ultra “casta” es poder cometer el mayor de los delitos constitucionales. El flamante presidente apunta a enviar al Congreso una “ley ómnibus”, o sea, un paquete de diversos proyectos de leyes que debe ser aprobado sin modificaciones. En los subterráneos del paquete se encontrarán las ‘reformas’ que destruirán los derechos laborales y previsionales, o incluso un tratado de libre comercio con Estados Unidos para poder exportar litio a ese país. Es la aspiración de máxima de Techint, que ha impuesto a un hombre de ese grupo en la dirección de YPF. De aprobarse esa ley ómnibus, Milei gobernará sin control legislativo. En caso de no lograrlo, reclamará una delegación de facultades legislativas del Congreso al Ejecutivo. 
 Este programa de cerrojo, secretismo y ocultamiento llevará el etiquetado frontal de ‘libertario’. 
 Milei debuta con un planteo desafiante para el conjunto de los trabajadores, no importa cómo hayan votado en el balotaje. 
 La ‘casta’ sindical no demorará en tejer un acuerdo con el ‘libertario’ como lo hizo con Menem. La clase obrera enfrenta un desafío estratégico. Es necesario un debate urgente en las filas obreras, que caracterice adecuadamente la nueva situación y establezca líneas de acción. A través de asambleas, plenarios y autoconvocatorias, hay que ofrecer una respuesta. Antes de que llegue al Congreso la ley ómnibus, la devaluación del peso y los tarifazos conmoverán a los trabajadores y plantearán la perspectiva de una huelga general.

 05/12/2023

lunes, diciembre 04, 2023

La guerra contra Gaza con las armas de Estados Unidos


Un niño asesinado cada 10 minutos. 

 Las grandes ´estrellas´ de las campañas de bombardeos israelíes sobre Gaza son los F-16. Este avión militar de la compañía Lockheed sólo lo poseen, en Medio Oriente, el estado sionista, Egipto y dos emiratos del golfo pérsico (Bahrein y E.A.U.). Turquía, Arabia saudita y otros países pugnan desde hace años por tenerlos. 
 Las toneladas de bombas ´superinteligentes´ que descargan esos aviones, destruyen Gaza y segan la vida de los gazatíes -y en forma muy especial de sus niños- son también producto de la industria armamentística norteamericana. 
 “Armas y armamentos han estado llegando a Israel mediante aviones C-17 y aviones comerciales estadounidenses prácticamente desde el 8 de octubre. El Washington Post informó que 15.000 bombas y 57.000 proyectiles de artillería (155 mm) llegaron por vía aérea, una cifra consistente con la cantidad estimada de municiones gastadas en la campaña de ocho semanas y la capacidad de carga del avión. Los suministros menos urgentes llegan en barcos menos glamurosos y de mayor capacidad”, informa Zoran Kusovac (Al Jazeera, 3/12).
 “A medida que ahora se reanudó la campaña de bombardeos, los medios revelaron los tipos de bombas enviadas a Israel, centrándose principalmente en las pesadas especializadas ´destructoras de búnkeres´. El informe afirma que se enviaron 100 bombas BLU-109. Algunos medios especularon que esta entrega podría significar un cambio de táctica contra Hamás, pero no hay nada de qué entusiasmarse.
 La BLU-109 de 900 kg (2000 lb) no es más que una ´bomba tonta´ con paredes exteriores más gruesas que las bombas de uso general, que le ayudan a penetrar más profundamente en la tierra o a través de capas más gruesas de hormigón de refuerzo antes de explotar. La bomba MK84 de uso general de la clase de peso correspondiente transporta 430 kg (950 lb) de explosivos, mientras que los ´destructores de búnkeres´ pesan 240 kg (530 lb)” (ídem). “El BLU-109, que cuesta a los contribuyentes estadounidenses 65.000 dólares cada uno frente a los 16.000 dólares del MK84, es de poca utilidad para Israel como bomba tonta. Para que sea eficaz y capaz de alcanzar objetivos con precisión, es necesario actualizarlo con una unidad principal de guía láser mucho más costosa y una unidad de cola de control. Según los mismos informes, EE.UU. entregó 3.000 kits JDAM que convierten bombas tontas en armas inteligentes. Además de 100 destructores de búnkeres, las entregas estadounidenses supuestamente incluyeron dos tamaños de bombas tontas de uso general: 5.400 MK84 -900 kg (2.000 lb)- y 5.000 MK82 -450 kg (1.000 lb)- y 1.000 bombas GBU-39 de pequeño diámetro guiadas con precisión- 150 kg (300 libras)”.
 La provisión de estas últimas bombas de ´precisión´ respondería a la ´preocupación´ de Antony Blinken, el secretario de estado yanqui, sobre “los niveles masivos de pérdida de vidas civiles y la escala de desplazamientos que vimos en el norte de Gaza que no deberían repetirse en el sur”. Con ironía dice Zoran Kusovac, “supuestamente Blinken recibió garantías israelíes de que intentarían matar a menos civiles, pero el número de víctimas en las primeras 24 horas de nuevos combates, con casi 200 muertos en el bombardeo, deja poco lugar para el optimismo” (ídem). 
 EE.UU. es también el proveedor de las bombas incendiarias de fósforo blanco que se han usado ahora en Gaza y antes en las guerras de 2006 y en 1982 en el Líbano. Israel y EE.UU. violan de este modo el Protocolo III de Naciones Unidas sobre ciertas armas convencionales que prohíben el uso de fósforo blanco cerca de poblaciones civiles (Stephen Semier (Information Clearing House Info, 29/11).
 Por todo esto Human Rights Watch ha llamado a un embargo de armas a Israel; aun cuando el embargo se formula en forma igualitaria contra las organizaciones guerrilleras palestinas que ni remotamente tienen la capacidad de adquirir equipamiento equivalente. 
 “El apoyo incondicional de Biden a la ofensiva militar israelí y la cesión de todo tipo de armamento previsiblemente da lugar a los resultados conocidos. Se trata de un castigo colectivo sobre la población civil, con la intencionalidad de atacar escuelas, hospitales y viviendas, donde muere un niño cada 10 minutos, descripto como el ´infierno sobre la tierra´ por líderes de Naciones Unidas” (ídem). 

 Norberto Malaj
 03/12/2023

La Corte ordena reabrir el caso Mackentor, 46 años después

Una medida con alcance político. 

 La Corte Suprema rechazó en duros términos el fallo de casación que había convalidado la absolución en primera instancia de Luciano Benjamín Menéndez por la ocupación y vaciamiento de la empresa constructora Mackentor, radicada en Córdoba, durante la dictadura miliar. 
 La Corte calificó de arbitraria la sentencia que rechazó la apelación de los damnificados y ordenó la redacción de un nuevo fallo acorde al dictamen de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que afirma que “…el Estado argentino es internacionalmente responsable por la violación de los derechos al reconocimiento de la personalidad jurídica […], propiedad privada y protección judicial”. Asimismo, la CIDH ordena al Estado argentino “declarar la nulidad de la quiebra y de la sentencia de la mega causa de La Perla en el tramo Mackentor”, investigar a los responsables y reparar a las víctimas. 
 Desde un sitio inesperado, se ha propinado un golpe a la camarilla negacionista que conduce la vicepresidenta confirmada, Victoria Villarruel, y por supuesto el inminente presidente de Argentina. El pronunciamiento de la Corte lleva la firma de sus cuatro miembros -es unánime-, incluídos sus propios negacionistas agazapadas. Los medios de comunicación no han advertido la contribución de la decisión de la Corte al desarrollo de la crisis política. Muestra la falta de maduración de la perspectiva fascistizante en Argentina, desde su tribunal más alto. Horacio Rosatti había bajado línea antes de las elecciones con un llamado a “la unidad nacional”. 
 La Corte Suprema ha dado por probado que mediante la ocupación de las sedes de Córdoba y Buenos Aires de Mackentor, el secuestro de directivos y empleados y la intervención judicial a cargo del coronel Rodolfo Batistella, dispuesta por el entonces juez federal, Adolfo Zamboni Ledesma, “se concretó la transferencia ilegal de los principales activos de la referida firma” a “empresas amigas del poder militar”, mientras los integrantes y directivos de Mackentor se encontraban privados de su libertad y eran sometidos a torturas. Entre las empresas apuntadas como beneficiadas por la usurpación de Mackentor se encuentra Supercemento, entonces propiedad del fallecido Franco Macri. Villarruel, Mauricio Macri y el designado Procurador del Tesoro, Rodolfo Barra, deben estar tomando nota. Barra pretendió, en los 90, que Carlos Menem impusiera ‘las reformas estructurales’ por medio de decretos de necesidad y urgencia. 
 Mackentor era una empresa constructora de porte, con intervención en la obra pública. Los genocidas -que repartían su tiempo entre la represión al activismo, los campos de tortura y la delincuencia económica- ocuparon Mackentor bajo el argumento de que la compañía financiaba a Montoneros. Dieron cobertura legal a la maniobra, mientras sus directivos y empleados eran secuestrados y torurados. Cuatro abogados de la empresa permanecen desaparecidos hasta el día de hoy. Entre los activos que los militares repartieron entre sus cómplices empresarios se encontraban la fábrica de Tubos para Conductos de Alta Presión, la obra del “Segundo Acueducto Villa María-San Francisco” y los campos que Mackentor tenía en Santiago del Estero. 
 La denuncia de los ex dueños de Mackentor se tramitó en la ´mega causa´ La Perla, el mayor campo de concentración que funcionó en Córdoba. El principal accionista de la empresa, Natalio Kejner, declaró en el juicio: “Me negaba a operar con las lógicas corruptas de la Cámara Argentina de la Construcción”, que se repartían las obras públicas. Destacó que en Mackentor “todos eran accionistas, mis empleados y mi personal directivo, por eso nos trataron de subversivos”. El pedido de reparación económica fue rechazado por el tribunal. El encubrimiento judicial se extendió hasta el día de hoy. 
 Las victimas del Caso Mackentor hace un año que se presentaron al Jury de Enjuiciamiento de la Provincia de Córdoba, le notificaron del Informe de Fondo 293/21 de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) y le pidieron que investigue la conducta de la jueza que declaró la quiebra de Mackentor, en los años 90, “en pleno conocimiento de que los créditos con los que se peticiono la quiebra, provenían de crímenes de Lesa Humanidad”. Ese reclamo tampoco prosperó. Por el contrario, se puso de relieve una larga cadena de encubrimientos.
 Los abogados de Mackentor denunciaron “Legisladores que integran el Jury [tribunal de juicio político] que no cumplen con un mandato de investigar del más alto tribunal de América en DD.HH. [la CIDH], fiscales que se niegan a investigar esas conductas ilegales de los integrantes del Jury. Un fiscal General que se niega a investigar la conducta omisiva de un Fiscal en lo Penal económico. Una vicepresidenta de la Legislatura de Córdoba que se niega a abrir una investigación sobre la conducta de legisladores que integran el Jury de Enjuiciamiento”. 
 El caso Mackentor expone la genética corrupta, podrida, de la ´patria contratista´ -la de ´la causa de los cuadernos´- y la completa complicidad jurídica de la ´democracia´ con los jueces y actos de la dictadura. 
 El fallo de la Corte, a 46 años de los hechos, coloca en el tapete la completa impunidad que gozan los crímenes de los genocidas hasta hoy. La eficacia judicial del pronunciamiento de la Corte es nula; desde el punto de vista político abre un potencial campo de conflicto. Milei tiene la potestad de proponer al quinto miembro del Tribunal, y seguramente intentará ampliar el número de sus miembros. Buscará hacer ‘la gran Trump’ – asegurarse una Corte de derecha por varias décadas. 

 Jacyn 
 03/12/2023

domingo, diciembre 03, 2023

La comuna y Marx | con Néstor Kohan

Con la “estanflación”, Milei confiesa que nos van a seguir empobreciendo


Una extorsión para que aceptemos el ajuste. 

Tras aterrizar en el país después de su viaje a Estados Unidos, Javier Milei declaró que vamos a una estanflación. ¿De qué habla? Que vamos a seguir padeciendo una alta inflación los próximos años, aunque con el agregado que se complementará con una recesión económica, incluidos miles de despidos. Lo presenta como la alternativa a caer en la hiperinflación, a modo de extorsión para que los trabajadores aceptemos los golpes que se vienen en nombre de una posterior estabilización. 
 “Lo que estamos haciendo es crear mecanismos para detener la emisión de dinero para en un lapso de 18 a 24 meses terminar con la inflación”, dijo. Claro, si además de la devaluación en puerta promete arrancar con tarifazos, que pueden quintuplicar el precio base del gas y la electricidad; las naftas duplicándose para equiparar los precios internacionales, con todo su impacto en el transporte; las prepagas subiendo un 40% en enero; los alimentos, sumando la intención de ir eliminando retenciones. Lógicamente, no es una senda de desinflación. 
 Ante esta liberación de precios, los trabajadores tenemos que imponer que se “liberen” los salarios, peleando por recomponer lo que perdimos e indexar nuestros ingresos al índice de inflación. El presidente electo afirma que “la convertibilidad, que funcionó bajo esa misma regla, tardó 20 meses”, omitiendo que en el medio pasó una hiperinflación y para cuando entró en vigencia el uno a uno el salario mínimo había caído a unos míseros 97 dólares (según el sitio oficial datos.gob.ar). En este primer período del mandato libertario se juega quién paga el grueso de la reorganización económica.
 A la vez vamos a un escenario recesivo, con despidos de a millares. En palabras de Milei, “cuando se haga el reordenamiento fiscal te va a impactar negativamente en la actividad económica, por eso yo digo que la única billetera que va a estar abierta es la de Capital Humano, para darle contención a los caídos”. Se refiere a que el recorte del gasto público repercute a varias bandas: terminar de pulverizar los salarios y las jubilaciones va a redundar en una mayor caída del consumo, con su impacto en comercios y proveedores; paralizar la obra pública no solo pone en la cuerda floja a medio millón de puestos de trabajo, sino también los despachos de cemento y materiales de construcción. 
 Con todo, la motosierra no se limita a un achique del gasto estatal, sino que es parte del intento de la burguesía de imponer un retroceso en regla sobre las conquistas laborales. El cuadro que se avizora es de freno total de inversiones, de la mano de una ola de suspensiones y despidos en la industria que ya comenzó, empezando por la firma Mirgor del propio Caputo. Es una señal de largada de una ofensiva patronal a gran escala. Sancor anunció el cierre de su planta en Santa Fe. Renault, preventivamente, lanzó un plan de retiros voluntarios para desprenderse de la sexta parte de su plantel, aún cuando todavía la producción automotriz va viento en popa. Tomando como caso testigo, es una rama que hacia abajo golpea a las autopartistas y metalúrgicas. Lo ilustró Cristiano Rattazzi de Fiat en la cumbre de la UIA, afirmando que la empresa “tiene que poder desprenderse de una persona”. La recesión será usada como pretexto para insistir en la reforma laboral. 
 Esto no despeja, desde ya, la zozobra de varios sectores empresariales. Los tarifazos prometen encarecer los costos industriales, fuertemente en el caso de ramas de alto consumo energético. Aquellos que dependen fundamentalmente de las importaciones pueden sufrir pérdidas por el salto en el tipo de cambio. Luego está en el tapete la cuestión de los aranceles externos, es decir las barreras proteccionistas ante la competencia de multinacionales, cuya reducción amenaza a buena parte del parque industrial criollo. Detrás de las pulseadas que pueden venir entre fracciones capitalistas, los trabajadores debemos rechazar la pretensión de alinearnos detrás de la defensa de intereses patronales, que en todos los casos se impone como una disuasión de los reclamos obreros para no presionar sobre la rentabilidad del capital. La lucha salarial y en defensa de los puestos de trabajo debe ser incondicional, y va a incluir la pelea contra la entrega de la burocracia sindical.
 Estrictamente, lo que se viene es peor que una estanflación. Ya llevamos en Argentina más de una década con inflación creciente y estancamiento económico. Ahora el riesgo es el de una fuerte contracción combinada con una hiper, que de ninguna manera queda descartada por el hecho de que se ejecute un fenomenal recorte de las erogaciones del Estado. Lo reconoce el mismo Milei al justificar que eligió a Caputo como ministro de Economía porque “el primer problema que tenemos que resolver es el de las Leliqs (…) con mucha expertise, porque si nos equivocamos ahí terminamos en una hiperinflación”.
 El plan para hacerlo es la conversión de Pases y Leliq a bonos del Tesoro (indexados al dólar, por lo que no se licúan con la devaluación), con la zanahoria de un seguro de compra del Banco Central en caso de que quieran deshacerse de ellos. Bastaría una mínima señal de insolvencia para un desarme masivo, que ocasionaría una emisión monetaria monumental y con ello una hiper segura. Y como la base de todo ese dinero invertido en títulos públicos son los depósitos de los ahorristas, una crisis de deuda soberana decantaría probablemente en una corrida bancaria. 
 El origen de la depreciación del peso, que es la constante fuga de capitales, seguirá su curso, con nuevos préstamos internacionales como cobertura. Ese sería el rol que viene a jugar el supuesto “mago de la finanzas”. Una película que ya sabemos como termina, porque lo vivimos en 2018 cuando Caputo renunció dejando una estampida cambiaria y una senda de devaluaciones que sufrimos hasta hoy, después de “fumarse” 15.000 millones de dólares para financiar la fuga de los especuladores… según denunció el mismísimo Milei tiempo atrás. 
 En conclusión, como dijo Eduardo Belliboni del Polo Obrero, que le vaya mal al gobierno de Milei para que le vaya mejor a los trabajadores. Preparemos las luchas que se vienen. 

 Iván Hirsch

¿Quién es Stornelli, el fiscal que persigue a los que apoyan al pueblo palestino?


Presentó una denuncia contra Vanina Biasi, dirigente del Partido Obrero. 

 El fiscal Carlos Stornelli denunció a Vanina Biasi (dirigente del Partido Obrero) por supuestamente promover el odio contra la comunidad judía. Lejos de eso, Biasi solo ha estado apoyando la lucha del pueblo palestino, que se levantó contra la política de limpieza étnica del Estado de Israel. Stornelli no tiene ningún tipo de autoridad para acusar a nadie; es uno de los peores exponentes del régimen político argentino, de alguna u otra forma estuvo (y está) ligado a gobiernos capitalistas antiobreros y a las peores porquerías de la política nacional. 
 Stornelli es un adicto a los fondos del erario público. Es fiscal general desde 1993. Formó parte del gobierno bonaerense de Daniel Scioli, fungiendo como su ministro de Seguridad. De la mano de Scioli convirtió a la provincia de Buenos Aires en una gran zona liberada. Bajo su gestión se produjo la desaparición seguida de muerte de Luciano Arruga, un crimen perpetrado por la Bonaerense. También la desaparición y muerte de la familia Pomar, un hecho nunca esclarecido. Scioli se vio obligado a pedirle la renuncia en el marco de una fuerte crisis.
 El fiscal, devenido ahora en “militante contra la discriminación” y defensor de ciertos ¿principios?, formó parte del gobierno peronista sin sonrojarse; él había llevado adelante causas contra funcionarios de Néstor Kirchner en el marco de la causa Skanska, que investigó el pago de sobornos a funcionarios públicos por parte de la empresa sueca Skanska para ganarse la licitación de la construcción de dos gasoductos. 
 Stornelli también fue denunciado en su momento por extorsión a un empresario en la causa de los Cuadernos de Centeno. “Un abogado intermediario (Marcelo D’alessio, sindicado como empleado de la DEA) le pidió dinero a un productor agropecuario en nombre del fiscal, a cambio de una mejor suerte judicial”. Stornelli fue parte del elenco que investigó esa causa de corrupción, en la que se vieron involucrados grandes capitalistas y sus políticos amigos (K y M). 
 A su vez, Stornelli estuvo procesado por espionaje ilegal. La causa de Ramos Padilla, en la que está envuelto, puso de manifiesto un esquema conspiratorio y de espionaje del que participaron funcionarios, jueces, fiscales y servicios de inteligencia. También usó su rol de fiscal para cerrar la causa de los chats que delataron negocios turbios y cabildeos con la Justicia que comprometen a Horacio Rodríguez Larreta y a Horacio Rosatti. 
 Stornelli es un hombre de Estado y concentra en su persona todas las miserias del régimen social vigente. Está ligado a peronistas y macristas y a una clase capitalista explotadora y ladrona; todos ellos son enemigos de los trabajadores. Su defensa del genocidio sionista se deriva de su condición como exponente de un régimen político que tiene fuertes lazos con el Estado de Israel y el imperialismo. Asimismo, es parte de una Justicia que es un pilar clave del encubrimiento del atentado a la Amia. 
 Vanina Biasi y los militantes socialistas (muchísimos de ellos pertenecientes a la comunidad judía) luchan fuertemente para terminar con el antisemitismo. Son parte de una corriente política que lleva en su ADN la defensa del pueblo trabajador judío. El sionismo, al que Stornelli defiende, en cambio, ha bancado dictaduras antisemitas como las de Videla o Pinochet. El sionismo también banca a Javier Milei, que tiene nazis en su armado político. Stornelli y todos los epígonos del Estado de Israel tratan de poner un signo igual entre antisemitismo y antisionismo, un operativo político para atacar la causa palestina y sumar apoyos a la política de masacre sionista. 
 El Partido Obrero apoya incondicionalmente la lucha palestina y a todos los pueblos que se rebelan contra la opresión y la explotación. Abajo el genocidio y el apartheid sionista. Viva el pueblo palestino.

 Nazareno Suozzi

La casta tiene… cargos, los trabajadores “estanflación”


Panorama político de la semana. 

 Los días previos a la asunción de Milei no solo vienen movidos, sino incluso turbulentos. Las pujas en el loteo del gabinete y las cámaras del Congreso van definiendo, a los tumbos, la estructura política de un gobierno que viene con ajuste, “estanflación” y reformas antiobreras. Como explica en su editorial Néstor Pitrola, incluso anterior a la confirmación de Bullrich como ministra de Seguridad, en medio de la crisis política la “casta” va copando posiciones clave en lo que se perfila como una coalición libertariomacrischiarettista, porque en definitiva el presidente electo carece de recursos políticos propios para llevar adelante una ofensiva de la magnitud que pretende. 
 Los casilleros que se van llenando anticipan un elenco despreciable. Uno de los recientes es el nombramiento del nazi menemista Rodolfo Barra como procurador del Tesoro, a quien la igual de despreciable Daia salió a bancar públicamente ante el escándalo que se generó. Carlos Torrendel, un tipo de los negocios con la educación privada y enemigo jurado de la educación sexual, tendría a su cargo la secretaría educativa; compartiendo estructura ministerial con el opus dei Tomás De la Torre, que irá a Niñez y Familia (Desarrollo Social). El exdecano de Agronomía y lobbista de los transénicos, Fernando Vilella, iría a Agricultura. “Toto” Caputo ya se puso el traje de ministro de Economía en Nueva York, mientras despide y suspende a centenares de trabajadores en las plantas fueguinas de Mirgor; señal de que la ofensiva no se reduce a recortar el gasto público, sino a una avanzada patronal en toda la línea. 
 Ese fue el tono de la conferencia anual de la UIA, donde se reiteraron los reclamos de avanzar en una reforma laboral que especialmente permita despedir a mansalva a bajo costo. No son meras palabras, cuando Sancor anuncia su cierre en Santa Fe y Renault puso en marcha un plan de retiros voluntarios previendo que la producción automotriz caerá en el futuro, lo cual como sucede con la obra pública también repercutiría en una cantidad de ramas conexas. En el próximo período se librarán importantes batallas ante el intento de descargar la crisis sobre los trabajadores. 
 El propio Milei lo reconoció, al decir que nos preparemos para la estanflación. Estrictamente, estancamiento económico con inflación alta ya tenemos hace casi dos décadas, por lo que detrás de lo que parecería ser un acto de sinceridad en realidad se encubre que vamos a una fuertísima recesión. Nos quiere extorsionar con que esa es la única variable para evitar la hiperinflación, cuando esta seguirá estando a la vuelta de la esquina: tanto por los tarifazos y la “liberación de precios”, como por el falso desarme de la bola de Leliq que solamente se reconvertiría a deuda del Tesoro… con el Banco Central como garante -es decir que la promesa de emisión futura para cancelar esos pasivos seguirá latente. Si la jugada termina mal el eslabón débil será el último de la cadena, o sea los ahorristas, con cuyo dinero se armó toda esta burbuja especulativa a punto de estallar.
 Vemos que el panorama no es el de un apacible verano. Los gobernadores, peronistas y radicales, aseguran que van a contribuir a la gobernabilidad, pero a la vez reclaman compensación por los fondos que perdieron con los cambios en Ganancias y el IVA, mientras sigue la alerta por lo que suceda con la obra pública. En el medio no solo quedan en la cuerda floja medio millón de puestos de trabajo, sino más de dos mil proyectos que incluyen viviendas y servicios esenciales para la población que el Frente de Todos incumplió. A los mandatarios, de todas maneras, les preocupan más las obras que satisfacen las necesidades de las cerealeras, mineras y petroleras que dominan las economías provinciales. Los platos rotos los van a pagar los estatales, las escuelas y los hospitales; la tónica la marca el peronista Jaldo en Tucumán, que ya prendió su propia motosierra. También es sugestivo lo de Kicillof buscando mantener al mano dura Berni como ministro, que sería un buen tándem para Bullrich.
 En esta onda represiva se enmarca la persecución a quienes denunciamos las atrocidades de Israel, que tras el intercambio de rehenes volvió a abrir fuego contra la arrasada Franja de Gaza. El fiscal Stornelli, que no tiene precisamente una ficha limpia pero se dedica a denunciar a luchadores, montó una operación contra Vanina Biasi, la cual fue repudiada por cientos de personalidades y organizaciones de derechos humanos. El colmo de los ataques para ilegalizar la solidaridad con el pueblo palestino lo protagoniza Sabrina Ajmechet, presidenta de la Comisión de Libertad de Expresión de Diputados que quiere censurar a los que se manifiestan contra el genocidio. El reino del revés lo completa la Daia, que mientras avala la designación de nazis en el gobierno acusa de antisemita a todos los que reclamamos un alto al fuego en Palestina. La del sionismo es una parte de la cruzada contra la libertades democráticas, para avanzar en esta ofensiva antiobrera. 
 Es que del otro lado de la trinchera también ven movimiento. Las organizaciones piqueteras que vienen de reagruparse en un plenario nacional protagonizaron una nueva manifestación de miles, y preparan una nueva jornada para el aniversario del Argentinazo el 20 de diciembre. El ajuste reaviva la deliberación en los lugares de trabajo, como en el Hospital Garrahan o la asamblea nacional de becaries, y en empresas públicas como Aerolíneas o Trenes Argentinos. El 25N dio muestras de un movimiento de mujeres que vuelve a ganar la calle ante las bravuconadas antiderechos, y el lunes 4 marcharán las organizaciones y asambleas socioambientales contra la depredación ambiental y el saqueo de las riquezas naturales. Se van calentando los motores de la lucha popular. Ponemos ahí todas las fichas.
 Buen domingo.

 Iván Hirsch

¿“Estanflación” o hiperinflación?


Javier Milei disfrazó con tecnicismos, en estas horas, el propósito de demoler a discreción los salarios, jubilaciones y gastos sociales con el pretexto de la necesidad imperiosa de rescatar la economía. Ha calculado el tiempo para este experimento en un año y medio o dos.
 Milei presenta como una herencia “residual” el escenario de alta inflación con recesión que le deja el kirchnerismo. Ocurre, sin embargo, que parte de esa herencia la pone en el beneficio del inventario, la que se refiere a la indexación instantánea de la deuda del Tesoro y del Banco Central, que se encuentra en manos de los grandes capitales locales y foráneos. La inflación que promete, de aquí en más, no será sólo “residual”. Por un lado, porque anuncia una devaluación que llevará a un salto extraordinario en los precios, en primer lugar, de los alimentos. Lo mismo ocurrirá con la dolarización de los combustibles y tarifas de servicios públicos. El tarifazo no tiene nada de “liberal”, porque esos servicios corresponden a monopolios – sus precios son regulados por el Estado, en base a contratos de concesión leoninos. La letra de esos contratos dolariza las tarifas.

 El libreto de los bancos

 La parte “heredada” tiene que ver con lo que Milei repite como loro – “tenemos que desarmar la bomba de las Leliqs”, es decir, la deuda que el Banco Central tomó con los bancos privados, para mantener elevada la tasa de interés. Los depósitos en los bancos corresponden mayormente a fondos de inversión y grandes corporaciones. La crisis con la ‘bomba’ de las Leliqs y con la deuda del Tesoro aún no ha sido resuelta, como lo demuestra el aparcamiento de esa deuda en cuentas de 24 horas, o sea de rápida salida del sistema. De los 25 billones de pesos de esta deuda del Central con los bancos, ya el 60% de la misma vence diariamente. La salida súbita de estas renovaciones de deuda desataría una inmediata corrida cambiaria y una hiperinflación. Es una espada de Damocles sobre el gobierno en ciernes. Milei no enfrenta, por ahora, un peligro de estanflación sino de hiperinflación. De acuerdo a los medios, Milei y Caputo han vuelto de un viaje a Washington, pagado por un financista sionista, con una mano adelante y otra atrás. Tampoco trajeron dólares para que el Central asista a los importadores para pagar la deuda comercial, del orden de los 50 mil millones de dólares. La canciller en carpeta, Diana Mondino, se atrevió incluso a decir que esa deuda sería privada. El Central no ha salido del inmovilismo: seguirá emitiendo moneda para pagar los intereses de su propia deuda con los bancos y sus grandes clientes. En una reunión con los bancos de ADEBA, Caputo aseguró que el régimen de Leliqs va a continuar, ¿por qué será que los banqueros no le creen? 

 Golpe de estado económico 

Caputo-Milei, se comenta, tendrían la intención de canjear a la deuda de Leliqs y pases por deuda con el Tesoro nacional, que ya ronda los 440 mil millones de dólares; pasaría entonces a los 500 mil millones. 
 En esta encerrona, Milei-Caputo han colocado todas las fichas en el “super ajuste fiscal’. Un ajuste fiscal para salir de un derrumbe que no es fiscal sino financiero. Tarea imposible, por eso el ajuste contra salarios, jubilaciones, prestaciones sociales y de salud, deberán ir acompañadas de una fuerte inflación. Estamos ante la versión Milei del plan de los economistas de Massa. 
 Consideradas en su conjunto, las condiciones del debut del gobierno de Milei son explosivas. El “golpe de estado económico” que anunciará después de su asunción no conseguirá resolver las cuestiones estratégicas que interesan a la burguesía – por caso, el levantamiento del cepo y la libertad de remisión de utilidades, que han sido aplazadas indefinidamente. Mientras tanto, las masas continuarán pagando, con infinitas privaciones. 

 Marcelo Ramal 
 02/12/2023

A preparar la defensa del Estado de Derecho


Lo que sigue es una declaración del juez laboral Luis René Ibarra ante la designación de Rodolfo Barra como Procurador del Tesoro en la gestión de Javier Milei.

 Cuando Rodolfo Barra fue ministro de Justicia, el ex presidente Carlos Menen dictó el primer DNU "post" reforma constitucional de 1994 (N°2.302/1994; BO 28/12/1994), en el cual ordenó a "cinco fueros" nacionales y federales -incluida la Corte Suprema- "suspender y/o paralizar" por 120 dias el dictado de sentencias previsionales (?), resoluciones administrativas (ANSES), demandas previsionales, reclamos administrativos, recursos judiciales y administrativos, etc. 
 La Sala 2 de la CFSS por sentencia de fecha 13/02/1995 lo declaró "nulo de nulidad absoluta e insanable" (los demás fueros lo cumplieron a pie juntillas), por violar la división de poderes, el derecho a la jurisdicción, la defensa en juicio, el debido proceso, de peticionar a las autoridades, etc. 
 El tribunal citó el art 16 de la Declaración de lis Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, que reza: "Toda sociedad en la cual la garantia de lis derechos no este asegurada y la separación de poderes determinada, no tiene Constitución”. 
 El Sr. Ministro de Justicia amenazó con la destitución a los jueces que suscribieron la sentencia, (Dr Emilio Fernández y Luis Herrero; el Dr Juan José Etala se hallaba fuera del pais). Le contestó al Sr Ministro el Dr Germán J. Bidart Campos desde el derecho constitucional, en su brillante glosa: “La justicia independiente invalida un DNU que no era tal y resultaba inconstitucional”. 
 Recordar no es agraviar, es aportar a la defensa de las instituciones de la República y al Estado de Derecho, con patriotismo y honestidad intelectual. 

 Luis René Herrero 
 02/12/2023

Palestina: el fin de la ‘tregua’ y la segunda fase de la guerra de exterminio


Cuando la guerra se inició las tropas sionistas forzaron, mediante bombardeos masivos (tonelaje de bombas mayor a Hiroshima), el desplazamiento en masa a la población gazatí al Sur de la Franja; alegaron que su interés era ´protegerla’. Ahora, descaradamente, tras un fin abrupto de la tregua establecida para canjear rehenes por prisioneros, está bombardeando el Sur sin ninguna clase de restricciones. Una nueva ola de masacres, en especial a costa de los niños. ¿Adónde quiere llevarla ahora?
 El gabinete de Guerra insiste en el propósito de desplazar a la población gazatí al desierto del Sinaí, en territorio egipcio. Es la lógica que preside esta guerra de genocidio y el objetivo de terminar con la milicia de Hamas, uno por uno. La variante que se adjudica a Estados Unidos, sin el menor fundamento ni la menor evidencia, de entregar la Franja a la Autoridad Palestina obligaría al estado sionista a renunciar a los territorios que ocupa en Cisjordania. El alto mando de las FFAA de Israel interpreta lo ocurrido con el asalto de Hamas el 7 de octubre pasado como un “cambio de paradigma”. Desde el río Jordán hasta el Mediterráneo debe prevalecer la soberanía israelí. Esta postura sin retorno ha abierto, sí, una crisis en el Departamento de Estado de Biden, donde se multiplican las renuncias y las advertencias acerca de que esta ‘solución final’ a la cuestión palestina haría estallar al Medio Oriente – de inmediato o a medio término. 
 En Israel corre una declaración “para que el desplazamiento de los residentes de Gaza no sea temporal, sino permanente, acompañado de peticiones de un nuevo asentamiento israelí en el enclave de ´Katif´ que existía antes de la retirada de los asentamientos y soldados de Gaza por parte de Israel en 2005 o de un asentamiento israelí. en otras zonas de la Franja de Gaza” (Haaretz, 30/11). El cinismo de la petición es obvio: meter en un 10% del territorio a la población que no entraba en su dimensión geográfica actual. 
 La ruptura de la tregua que estaba vigente para canjear rehenes por prisioneros en las cárceles sionistas, obliga al gobierno de Netanyahu a rescatar vivos a los rehenes que restan, unos 150, en su mayor parte personal militar. Circula una evaluación de que Hamas ha sido desalojada de sus túneles y escondrijos en el Norte, pero aún queda por hacerlo en el Sur. La guerrilla palestina se las sigue arreglando para lanzar sus cohetes rudimentarios sobre territorio israelí. Las matanzas de palestinos en Cisjordania comprometerán seguramente a la guerrilla de Hizbolá en la guerra. Arabia Saudita intenta comprar la neutralidad de Irán, mediante la oferta de un gigantesco préstamo internacional. Pero dentro de Irak no cesan los ataques a las bases norteamericanas, por parte de agrupaciones guerrilleras que reclaman el retiro de Estados Unidos en el país. La crisis de la tregua puso de manifiesto la responsabilidad de los bombardeos de Israel por la muerte de rehenes israelíes. Netnyahu se niega a negociar la entrega de los cadáveres por parte de Hamas, para que reciban una sepultura de la familia. 
 Mientras tanto la Knesset, el parlamento israelí, aprobó el 8 de noviembre una enmienda a la ley terrorista que criminaliza la “identificación” de cualquier contenido en redes sociales con Hamas. El diario Haaretz denuncia la implantación de una severa censura previa, lo que indica el temor, infundado o no, de una parte de la población israelí no tolere semejante derramamiento de sangre y el sacrifico de sus compatriotas retenidos.
 El asesinato de periodistas, en la guerra, supera de lejos el medio centenar. Hace mucho tiempo ya que el aparato de Seguridad de Israel ha puesto entre ojos a los trabajadores de prensa. La enmienda estará vigente por dos años, con la opción de extenderla y agregar otros grupos a la lista. La ley aborda el “terrorismo del lobo solitario” y la identificación de personas no afiliadas a ningún grupo mediante la ‘supervisión’ de contenidos en línea. La medida ha producido “docenas de acusaciones escandalosas”. La inteligencia sionista usa “herramientas intrusivas de vigilancia contra individuos", afirmó Zoabi Nareman Shehade Zoabi, abogado de Adalah, una organización de derechos humanos y centro legal con sede en Israel (Al Jazeera, 2/12). "Tememos que esta medida tenga como objetivo ampliar aún más la capacidad del Estado para encerrar a los palestinos como medio de silenciarlos" (ídem). De la liberación por intercambio con rehenes, a la cárcel de nuevo o a la muerte. 
 También la Asociación por los Derechos Civiles en Israel (ACRI), con sede en Tel Aviv, denunció que la medida es un grave ataque a la libertad de expresión. Adalah, con sede en Haifa, la calificó como “una de las medidas legislativas más intrusivas y draconianas jamás aprobadas por la Knesset israelí, ya que somete los pensamientos a castigo penal” (ídem, 2/12). 
 Israel amenaza con extender el régimen de cárcel a cielo abierto a toda la Palestina histórica: “Israel ha arrestado a aproximadamente un millón de palestinos desde que ocupó Jerusalén Este, la Franja de Gaza y Cisjordania en 1967, según un informe de las Naciones Unidas publicado el año pasado” (Maziar Motamedi, Al Jazeera, 29/11). Es decir, uno de cada cinco palestinos o al menos un miembro de cada familia palestina fue encarcelado en su vida. Ni EE.UU., el país con la mayor población carcelaria del planeta, ni ningún otro país del mundo, tiene una proporción de encarcelamientos equivalente a la de Israel. La ´democracia´ sionista supera a cualquier otro país en posesión de cárceles por habitante (incluyendo los ´territorios´ palestinos). 
 Al mismo tiempo se acaba de revelar un fenómeno sustancial: “Trescientos mil israelíes se han ido al exterior desde el 7/10”, por un lado, para desertar de sus obligaciones con el ejército (Gilbert Doctorow), por el otro para salir de un territorio asediado por la guerra permanente de su propio Estado. Según Vladimir Splovyov, del Sunday Evening, “si se proyecta este número de deserciones sobre la población general de Israel, y se lo compara con quienes abandonaron Rusia para no ir a la guerra de Ucrania desde el 22 de febrero de 2022 (cuando se decretó un enrolamiento masivo) en proporción deberían haberse marchado 4.5 millones de rusos - entre 10 y 15 veces menos de los que emigraron por ese motivo. 
La conclusión ineludible es que los rusos son mucho más patriotas que los israelíes” (ídem). La ‘conclusión’ de Splovyov es torpe – ni Putin ni Netnyahu está librando guerras patrióticas progresivas. El mundo enfrenta un escenario de guerras imperialistas que debe ser abolido mediante la revolución socialista. 

 Norberto Malaj
 02/12/2023

sábado, diciembre 02, 2023

Kissinger, o la impunidad de un criminal de guerra


El demorado fallecimiento de Henry Kissinger (foto) ("bad people live longer," reza un conocido aforismo en Estados Unidos), sin dudas uno de los mayores criminales de guerra de la segunda mitad del siglo veinte, ha puesto de relieve duplicidad ética del imperio, tanto del hegemón como de sus vasallos, y de la prensa occidental que lo han exaltado como un gran estadista y un consumado geoestratega. Lo primero no es cierto porque quien no puede, o no quiere, discernir entre el bien y el mal o entre la ley y el crimen no merece ser llamado un estadista. El vocablo le queda grande. Podrá ser un personaje muy poderoso, dirigir, desde las sombras o a plena luz del día, un estado, pero jamás merecerá ser exaltado a la condición de estadista por lo menos entre aquellos que, inspirados en las enseñanzas de la filosofía política clásica ateniense, seguimos postulando la imprescindible unidad entre el poder, el saber y la moral. 
 Pero como analista y protagonista de las artes de la geopolítica Kissinger fue un consumado “realista” en el siempre resbaladizo terreno de las relaciones internacionales. Es decir, tenía una capacidad de leer las tensiones que las surcaban pero también las oportunidades que aparecían en los más diversos escenarios de lucha, a todo lo cual añadía una infrecuente sensibilidad para percibir el influjo de las corrientes históricas profundas sobre las cuales se montaban los conflictos del presente. Claro que ese “realismo” estuvo invariablemente puesto al servicio de un objetivo supremo y no negociable: afianzar y, de ser posible, acrecentar la dominación de Estados Unidos sobre un orden mundial esencialmente injusto, destructor del medio ambiente y violatorio a escala masiva de los derechos humanos y la democracia. Por eso decíamos en un breve posteo del día de ayer que cuando moría este tipo de personajes le cabía lo que aconsejaba Mario Benedetti: un “obituario con hurras.”
 Kissinger fue, como decíamos al comienzo de esta breve nota, uno de los mayores criminales de guerra, pese a lo cual en 1973 fue galardonado nada menos que con el, ya desprestigiado, Premio Nobel de la Paz que le fuera concedido por su papel en lograr …. ¡que se prolongara la guerra de Vietnam durante dos años más!, condenando a centeneres de miles de vietnamitas a pagar con su vida la insaciable voluntad de dominio del por entonces Secretario de Estado del bribón de Richard Nixon. Esto para no hablar de su papel en los cuatro años anteriores cuando alentó la intensificación de los bombardeos de Estados Unidos para aplastar la resistencia vietnamita, aún apelando al uso de armas químicas, el agente naranja, el napalm y cuantas atrocidades fuesen necesarias no sólo en Vietnam sino en la vecina Cambodia también. 
 Pese a sus siniestros antecedentes, ni bien ocurrió su deceso los grandes medios de Estados Unidos y Occidente se apresuraron a exaltar su figura. En su página digital el Washington Post escribió que: "Henry Kissinger muere a los 100 años. El destacado estadista y académico tenía un poder sin precedentes sobre la política exterior". Estadista y académico, ¡nada que ver con los crímenes que promovió o convalidó durante largos años, antes y después de ser Secretario de Estado de Richard Nixon y Gerald Ford! A su vez, la portada del New York Times describía a Kissinger como un "erudito convertido en diplomático que diseñó la apertura de Estados Unidos a China, negoció su salida de Vietnam y utilizó la astucia, la ambición y el intelecto para rehacer las relaciones de poder de Estados Unidos con la Unión Soviética en la época de la Guerra Fría, a veces pisoteando los valores democráticos para conseguirlo". En este caso el diario neoyorquino tuvo la honradez de puntualizar que Kissinger no dudó un instante en pisotear los valores democráticos cada vez que éstos se interponían en el gran diseño de la política exterior de Estados Unidos. En América latina sabemos muy bien el apoyo que este personaje brindó a las nefastas dictaduras del Cono Sur y a las torturas, desapariciones y asesinatos en masa del Plan Cóndor urdido por Washington con la explícita bendición de Kissinger. Su obsesión por el poder, un potente afrodisíaco tal cual él lo mencionara en más de una ocasión, lo llevó proponer nada menos que “aplastar a Castro” según revelan documentos desclasificados del Archivo de Seguridad Nacional de Estados Unidos. 
 El motivo de esta renovada inquina fue la ayuda militar que Cuba le proporcionó a Angola, en 1975 y a pedido de este gobierno, para contener y finalmente derrotar a las fuerzas desestabilizadoras del gobierno socialista de Agostinho Neto que respondían a las órdenes del régimen racista sudafricano y la Casa Blanca. La propuesta de Kisinger a Ford contemplaba una invasión y ataque de espectro completo en contra de Cuba: bombardeos aéreos, movilización de todas las reservas en la base de Guantánamo así como atentados terroristas y finalmente invasión de marines. El plan fue abortado por la inesperada victoria de Jimmy Carter en las elecciones presidenciales de 1976. Pero la iniciativa de Kissinger ratifica por enésima vez su condición de protagonista inescrupuloso en el tablero geopolítico mundial. Un hombre que abandonó este mundo gozando de total impunidad y rodeado de inmerecidos honores pese al tendal de centenares de miles de muertos provocados por sus expertos consejos a sucesivos gobiernos de Estados Unidos. 

 Atilio A. Boron 
2 de diciembre de 2023 - 00:01

Henry Kissinger: criminal de guerra, Nobel de la Paz


El ex consejero de Seguridad Nacional y ex secretario de Estado de Estados Unidos (1969/77), falleció el miércoles pasado del mismo modo que muchos criminales y torturadores de Argentina – sin juicio penal y sin condena. Locuaz y activo, apoyó con el silencio lo que él hizo sistemáticamente en vida, la guerra genocida del estado sionista contra el pueblo de Gaza, el uso de bombas de fósforo y de armas químicas. Desde Jerusalem envió sus condolencias uno de sus discípulos más aventajados – Benjamín Netanyahu.
 Kissinger se hizo conocer mundialmente por el impulso que dio a las dictaduras genocidas en América Latina. El derrocamiento de Salvador Allende por Augusto Pinochet fue armado durante cuatro años, desde el atentado y asesinato del general René Schneider para evitar que el triunfo electoral de la Unidad Popular de Chile fuera reconocido por el Congreso. En cuanto a Argentina, llamó a los militares a “hacer las cosas pronto y rápido”, para visitar el país, en 1978, en ocasión del Mundial de Fútbol. Dos años más tarde, cuenta Eduardo Amadeo, un peronista convertido al macrismo, Kissinger le pidió como canje por un servicio prestado al Banco Provincia dos entradas para ver a Boca. 
 La intervención de Kissinger en Argentina, Chile y el conjunto de América del Sur, retrata perfectamente los objetivos y métodos políticos que se impuso. Desde antes del ‘cordobazo’, Uruguay, Chile y Bolivia conocieron un ascenso político de masas que en determinado momento se convirtió en revolucionario. En todos estos países se habían ensayado métodos políticos de contención de la marea obrera dentro del ámbito constitucional o de las fuerzas en presencia. El Frente Amplio, en Uruguay, el nacionalismo cívico-militar en Bolivia, la UP en Chile, el retorno de Perón en Argentina. La variedad de las corrientes políticas mencionadas demostraba que no se trataba de ‘una operación soviética’ en la región. Por el contrario, la visita de Fidel Castro a Chile, en 1971, para apoyar al gobierno de la UP y llamar a la oposición de izquierda a respetar el marco establecido, despejaban cualquier duda acerca de un inminente asalto comunista. El temor era el desarrollo de una corriente revolucionaria de masas en una clase obrera en franco ascenso. Kissinger fue, por sobre todas las cosas, un contrarrevolucionario. En un momento llegó a decir que de no haber sido por “un accidente de nacimiento”, en una familia judía, habría sido un SS antisemita.
 La época de llegada de Kissinger al gobierno coincide con el definitivo final del ascenso económico de la posguerra. Es el comienzo de la declinación norteamericana. Bajo la presidencia de Richard Nixon, cuando HK era consejero de Seguridad Nacional, Estados Unidos declara, en agosto de 1971, el fin de la convertibilidad del dólar. Estuvo precedido por el levantamiento del Mayo Francés y la Primavera de Praga (1968). En abril de 1974 estalla la Revolución de los Claveles, en Portugal, que debuta con la completa disolución del aparato estatal como consecuencia de la intervención de masas. A finales del año, Kissinger informa a las autoridades de las principales potencias europeas de la intención de Estados Unidos de invadir Portugal. Sólo la intervención extrema del presidente francés Giscard D’Estaing evita ese extremo contra la promesa de una contención de la Revolución por medio de una reconstrucción de las Fuerzas Armadas apoyada por los partidos Socialista y Comunista. 
 La guerra revolucionaria en Vietnam fue el acontecimiento vertebral de esa época. Antes de resignarse a buscar un acuerdo de paz con el gobierno comunista de Vietnam del Norte, Nixon y Kissinger sometieron al pueblo de Vietnam y del conjunto de Indochina a una guerra despiadada, con armas químicas y bombas de napalm. Cuando las tratativas para un acuerdo ya estaban en desarrollo, Kissinger ordenó un bombardeo implacable contra Cambodia, de dos años de duración, que terminó con la vida de 40 mil civiles. Los acuerdos de paz fueron un intento de salida ordenada del Ejército de Estados Unidos de Vietnam, que terminó en un fracaso monumental: dejó 58 mil soldados norteamericanos muertos y una huida desesperada de Saigón, la capital de Vietnam del Sur, que luego se repetiría con la partida de Biden de Afganistán. La derrota norteamericana en Vietnam, la primera derrota en la historia de Estados Unidos, dejó una llaga en el establishment militar del imperialismo norteamericano, que se ha convertido en más lacerante en lugar de cicatrizarse. 
 Kissinger dio un impulso final al armamento misilístico, convencido de que era necesario trabajar en la hipótesis de una victoria en una guerra nuclear. Cuando se vio obligado a firmar un acuerdo de control de estas armas con la Unión Soviética -unos 2.500 misiles con cabezas nucleares cada uno-, se le atribuyó haber alcanzado “un equilibrio estratégico disuasivo”. El propósito, en realidad, fue obtener un período de tiempo para romper todos los equilibrios con armas más potentes y precisas. Es lo que hará Ronald Reagan en la década de los ‘80 con “la guerra de las estrellas”, o sea las instalaciones de bases misilísticas en el espacio. Se le atribuye a Kissinger la intención de recrear un equilibrio mundial del tipo que estableció el Tratado de Viena, en 1815, a instancias del ‘Premier’ Metternich, de Austria, luego de las derrotas de Napoleón. Era una tentativa de restauración del antiguo orden de legitimidad monárquica. Ese equilibrio fue barrido por las revoluciones europeas de 1848, en Viena, Berlín y París, y ‘restaurado’ por dos napoleones – Luis Napolén y Bismarck. Lejos de derrotar a un Napoleón, sin embargo, el imperialismo norteamericano acaba de ser derrotado por un ejército de campesinos en harapos. Metternich tenía atrás de él a la Inglaterra moderna, en camino a convertirse en imperialista, y a la retrógrada monarquía zarista, su aliada. Los Estados Unidos de los 70 eran un imperialismo en retroceso, afectado por una grave crisis política, y un fuerte levantamiento de la juventud. Kissinger (este es un capítulo aparte) buscó minar, sin lograrlo, las tendencias que llevarían a la Unión Europea. Para preservar un ‘equilibrio’ harto precario, Kissinger necesitó el apoyo de las burocracias contrarrevolucionarias de Moscú y Pekin – las cuales atravesaban sus propios ‘desequilibrios’ que se manifestarían en la disolución de la URSS y en la gran penetración del capitalismo en China. 
 La guerra de Vietnam ofreció a Nixon-Kissinger la oportunidad de un acuerdo ‘histórico’ con China – con el mismísimo Mao Tse Tung, atrapado en la gigantesca crisis interna de la Revolución Cultural. Como consecuencia del enfrentamiento con la burocracia rusa, que apoyaba a la oposición a Mao en China, Mao abandonó el apoyo a la guerra de Vietnam contra el imperialismo. Culminaba un enfrentamiento de más de una década, que estuvo por provocar una guerra por disputas fronterizas entre ambos ‘países socialistas’. El establecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y la China Popular; el reconocimiento del lugar de la China Popular en el Consejo de Seguridad de la ONU; la ruptura diplomática con Taiwán; esto le dio a Kissinger la estatura de “estratega”, cuando era en realidad una retirada estratégica de autopreservación. Este acuerdo abriría a China el acceso al mercado mundial y ofrecería a la burocracia una salida a una crisis terminal, mediante una restauración capitalista piloteada, hasta hoy, por el inmenso aparato del estado chino. 
 Henry Kissinger jugó un papel fundamental en un suceso que hoy tiene enorme actualidad. En octubre de 1973, Israel enfrentó un ataque sorpresa por parte de Egipto y Siria, que estuvo a punto de destruir a las fuerzas armadas sionistas en el campo de batalla. Los Servicios Secretos de Israel no habían dado crédito a los informes de una inminente acción militar. El objetivo declarado de Egipto y Siria era recuperar los territorios ocupados por Israel en la guerra de junio de 1967. Un enorme puente aéreo de provisiones militares evitó la derrota militar y permitió dar vuelta la guerra a favor de Israel, que ocupó la península del Sinaí y llegó a Suez y a las cercanías de la capital. La intervención de la URSS salvó del derrumbe a los regímenes de Egipto y Siria, y forzó a un acuerdo que más tarde llevaría a las relaciones diplomáticas entre Egipto e Israel. 
 La criminalidad de Kissinger ha sido puesta de manifiesto en estos días, en especial las masacres -hasta 300 mil muertos- en la guerra de secesión entre lo que hoy son Pakistán y Bangladesh. Kissinger apoyó las masacres del régimen paquistaní, un aliado de China. Pero en el conjunto de la historia, el personaje es insignificante. Vivió bajo la sombra del patriciado norteamericano, que nunca lo recogió en sus filas como un igual. Importa insertarlo en el período de decadencia del imperialismo norteamericano, que a su muerte es aún más manifiesto. Kissinger no se atrevió a ir a Oslo a recoger el Noble de la Paz, que recibió junto al negociador vietnamita Le Du Tho. Temía que un escenario de tanto cinismo provocara un repudio popular sin precedentes. Simplemente rechazó el Premio.

 Jorge Altamira 
 01/12/2023