Blog marxista destinado a la lucha por una nueva sociedad fraterna y solidaria, sin ningún tipo de opresión social o nacional. Integrante del Colectivo Avanzar por la Unidad del Pueblo de Argentina.
domingo, septiembre 30, 2007
El "Negro"
Homenaje al médico guerrillero al cumplirse 40 años de su asesinato
Carlos A. Alvis
En los próximos días se cumplirán 40 años de las muertes del Comandante Ernesto “Che” Guevara y varios de sus camaradas.
A cuarenta años de su fusilamiento deseo rendir homenaje a la memoria de uno de ellos que, al igual que el “Che”, era Médico egresado de la Facultad de Medicina de la UBA. Me refiero a Restituto José Cabrera Flores, Médico del cuerpo guerrillero, hecho prisionero el 31 de agosto de 1967 y fusilado el 4 de setiembre de 1967.
Sobre su actuación en la isla y dicha expedición hay documentación cubana, limitándose mi deseo a rescatar sus vivencias durante su paso por nuestro país.
Lo conocí en marzo de 1954, cuando mi ingreso a la Facultad de Medicina de la UBA. Con mi hermano Oscar, del cual era muy amigo, habían decidido “democráticamente”, que un hermano de el, también ingresante a la Facultad y yo debíamos conocernos a fin de que estudiemos juntos. Ese fue el comienzo de una amistad, que en su caso fue truncada por la tragedia, y que con su hermano persiste en la actualidad.
El encuentro se realizó en el legendario bar “Los Estudiantes” en la Avenida Córdoba entre Pasteur y Uriburu (que, según contaban los mozos de nuestra época, contó también entre sus parroquianos a Ernesto Guevara,). (Nota aparte merece la historia de ese bar, donde el los años 50 y 60 se incubaron muchas ideas que han influido en los acontecimientos de los últimos 50 años).
Compañeros de mesa de estudios, en ese entonces, mi hermano y el ya habían terminado de cursar el quinto año de la carrera. Lo conocían como el “Negro” Cabrera. Con la llegada del hermano pasó a ser el “Negro Cabrera Grande” y su hermano, Carlos, el “Negro Cabrera Chico”. Fue opinión generalizada que “El Negro Cabrera Grande” era poseedor de uno de los cerebros más brillantes que transitaron por esos años la Facultad de Medicina.
Nacido en Callao, Perú, debió bajar a Buenos Aires a realizar sus estudios de medicina, luego de dos intentos infructuosos de ingresar en una Universidad de su país (¿San Marcos?). Por ser cholo como decía él.
Durante sus estudios en Buenos Aires vivía en una de las legendarias pensiones de estudiantes latinoamericanos, de la calle Junín, entre Córdoba y Paraguay, frente al viejo Hospital de Clínicas, ahora Plaza Houssay, donde en cada habitación había cinco camas y huéspedes con estómagos flacos.
De origen humilde, realizó todo tipo de trabajos para costearse los estudios (estibador en el puerto, pintor de barcos, tareas de limpieza nocturna en un colegio de curas, asistente disfrazado de un luchador de Cach en el Luna Park, etc.).
Pese a los trabajos indicados, cursó la carrera sin contratiempos y con duración normal siendo en varias ocasiones felicitado por los profesores “cucos” en materias cardinales como Medicina Interna y Medicina Externa.
Con una “pinta” llamativa, alrededor de 1.90 m. de altura, atlético, con piel morena aceitunada (mi hermano decía que era verde), facciones armónicas, vestido con trajes claros, logró la envidiable hazaña, en la calle Florida, de que algunas mujeres se dieran vuelta para mirarlo.
Hombre observador y reposado nos enriqueció a mí y a otros, que comenzábamos a caminar la Universidad de los 50 y su clima político, con sus conocimientos de César Vallejo, Mariátegui y muchos otros pensadores, filósofos, artistas y poetas latinoamericanos y del mundo.
De ideas marxistas-leninistas, pues había abandonado el Aprismo, toda su vida fue consecuente con ellas. Vivió y murió divulgándolas y defendiéndolas.
De gran vuelo intelectual y político, todo respaldado por una tremenda honestidad para vivir, fue respetado y escuchado por los compañeros que tuvimos la suerte de frecuentarlo. Le dolía la realidad peruana y latinoamericana. Le dolía el mundo.
Como practicante de guardia del viejo Hospital Rawson, colaboró en la asistencia médica a las víctimas del el bombardeo de Plaza de Mayo del 16 de junio del 55, siendo grande su condena por lo vivido en esa jornada. Dramáticos e indignados fueron sus recuerdos de la asistencia a los pobres soldados-granaderos mutilados en la Casa Rosada.
Recibido de Médico hizo sus primeras armas en el Instituto Modelo de Clínica Médica “Dr. Luis Agote” del Hospital Rawson donde también fue reconocido su talento.
Por todos los lugares que pasó dejo un recuerdo cariñoso y de gran respeto. Médicos de ideologías de derecha que lo conocieron dijeron de el, al enterarse de las circunstancias de su muerte, que siempre lo respetaron y admiraron porque vivía como pensaba. Ni hablar del concepto del resto de los amigos y compañeros.
No aguantó mucho la medicina de la Ciudad, y aceptó ir a Chaco como Médico contratado por una compañía que explotaba un obraje de quebracho, en una zona en lo profundo del monte, a 460 Km. de Resistencia, en el límite con Salta y Santiago del Estero, llamada Taco Pozo. Allí conoció de cerca la superexplotación en los obrajes y lo tremendo del trabajo a destajo. Simultáneamente con su tarea asistencial, comenzó a enseñar a leer y escribir a los obreros con un método imaginado por el que fue definido como bueno y novedoso por maestros que consultó. Paralelamente les enseñaba sobre las organizaciones obreras y políticas, de sus orígenes, principios, objetivos, funcionamiento y organización. Duró poco en ese trabajo, pues basados en sus enseñanzas y sugerencias los obreros elaboraron un petitorio de mejoras. Cuando la patronal les preguntó como habían escrito eso contestaron: “nos ayudó el doctor que es muy bueno”. Fuera.
Continuó en Chaco en una población llamada Tres Isletas donde se asoció con otros dos médicos haciendo una especie de cooperativa socialista.
Al poco tiempo nos comunicó a sus compañeros y amigos más cercanos su decisión de ir a colaborar con la naciente Revolución Cubana.
Sabemos que cuando decidió integrarse al cuerpo expedicionario defendió su posición ante las mas altas autoridades de Cuba, que planteaban era necesario como cardiólogo en la isla, sosteniendo que así como ellos habían realizado la revolución en Cuba, no le objeten su decisión de hacerla en Perú.
Sus restos hallados en Bolivia el 7 de junio de 1999 reposan en el Memorial de Ernesto Guevara en Santa Clara, Cuba.
Rebelión,30/09/2007
Doctor Restituto José Cabrera Flores. Internacionalista en Cuba y en Bolivia*
Por Elsa Blaquier
* Publicado en Periódico Granma, septiembre 3 de 1997.
Pocos conocen la hermosa historia de humanismo y desinteresada entrega protagonizada en el Hospital Provincial de Santiago de Cuba por Restituto José Cabrera Flores, el médico peruano quien con el seudónimo de El Negro, integró la guerrilla del "Che" en Bolivia.
El Negro Cabrera, como le llamaban sus compañeros cuando estudiaba medicina en Buenos Aires y colaboraba de forma entusiasta en organizar la lucha armada en su país natal, fue de los primeros en acudir a la isla mayor del Caribe a entregar sus conocimientos, cuando Estados Unidos trataba de dejar al país sin profesionales de la salud.
Hasta la Ciudad Héroe llegó el joven nacido en El Callao, el 27 de junio de 1931. Acompañado de su esposa, una farmacóloga argentina, Cabrera desplegó iniciativas que aún permanecen en la memoria de quienes compartieron con él los primeros años de la década del 60.
El doctor Alberto Galvizu Borrell ocupaba entonces la subdirección de asistencia médica del hospital santiaguero y atesora entre sus impresiones la actitud consagrada, honesta, moral, ética y, sobre todo, revolucionaria, mantenida por el especialista en Medicina Interna y Cardiología, Restituto José Cabrera Flores.
El aporte brindado por el doctor Cabrera al desarrollo de los departamentos donde laboraba, resultó decisivo para el ulterior desarrollo de la instalación hospitalaria, ya que era un médico muy actualizado, estudioso y servicial, cualidades que le hicieron merecedor de formar parte de los Consejos de Dirección y Científico del centro, además de ser elegido por los trabajadores para integrar la directiva de la sección sindical.
El doctor Galvizu lo recuerda como una persona medida, parca al hablar, pero al mismo tiempo muy precisa y con una elevada conciencia revolucionaria. Era un hombre de gran sencillez, modestia y devoción por su trabajo. Después de concluir su jornada, laboraba como maestro voluntario en las aulas de seguimiento para alcanzar el sexto grado que funcionaban en el hospital.
Subraya, además, que impartía cursos de actualización para médicos y técnicos. Fue el impulsor del sistema de consultas ambulatorias voluntarias nocturnas para atender a los obreros, en un momento en que eran muchas las necesidades y pocos los especialistas. Formó parte también de la reserva de médicos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y como tal participaba en los entrenamientos que hacían en la entonces División 50 del Ejército Oriental.
"A la altura de los años, lo veo así, no porque esté ahora en la grandeza de la historia americana, sino porque dejó en todos la grata impresión de su humanismo, de consagración a una causa que tenía bien definida y hacia la que marchó con seguridad en lo que hacía. Por eso no fue una sorpresa cuando supimos su heroica caída en Bolivia," señala.
En Cuba lo vio también por última vez Héctor Cordero Guevara, uno de los fundadores del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) de Perú, quien conoció al Negro Cabrera cuando éste cursaba estudios en Argentina. Ambos compartieron inquietudes y desvelos a inicios de los años 50, y fue Héctor quien le consiguió trabajo en una imprenta en Buenos Aires para ayudarlo a sufragar la carrera, ya que los escasos recursos familiares no le permitían continuar costeándoselo.
"Era un magnífico alumno. Alto, fuerte, apasionado futbolista, con gran simpatía personal y una total entrega a la causa. Había sido simpatizante de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), pero en esos momentos concentró sus esfuerzos en concluir sus estudios," explica Héctor. Cuenta que volvieron a encontrarse en La Habana, durante la celebración de la Conferencia Tricontinental. Entonces supo su decisión de integrarse a la lucha armada en Perú. Le dijo que se había casado y tenía una hija, pero estaba decidido a combatir por su país.
Los sueños hechos realidad en Cuba influyeron grandemente en su determinación. El 14 de febrero de 1967 llega al campamento de Ñacahuazú acompañado de El Chino (Juan Pablo Chang-Navarro) y de Eustaquio (Lucio Edilberto Galván) con el propósito de entrenarse durante un tiempo en el combate y pasar más tarde a un grupo guerrillero que actuaría en la zona peruana de Ayacucho, bajo el mando de Chang-Navarro.
El 19 de marzo, cuando el "Che" regresa al campamento base, después de la caminata de exploración y entrenamiento que realizara durante casi dos meses, es recibido por El Negro. La llegada de los tres peruanos, junto a Tania (Tamara Bunke), Regis Debray y Ciro Bustos, se produce en el momento en que han desertado dos hombres.
El Comandante Guevara anota en su diario que El Negro fue testigo presencial del ataque a la finca de Ñacahuazú, descubierta por el ejército, cuyas fuerzas realizan misiones de exploración en busca de los revolucionarios.
De inmediato el jefe guerrillero pone al Negro bajo su mando, en el grupo del Centro. El 10 de abril, es el médico peruano quien avisa al Guerrillero Heroico sobre la presencia de parte de una compañía de 100 soldados que caen dos veces, durante ese día, en la emboscada tendida por los revolucionarios bajo el mando de Rolando (Eliseo Reyes, "San Luis").
La noche del 16 de abril el "Che" decide dejar a Serapio y al Negro responsabilizados con la atención a Tania y Alejandro (Gustavo Machín), ambos con fiebre alta, ya que por su estado de salud retrasaban la marcha en el intento de sacar a Regis Debray, Ciro Bustos y al periodista George Andrew Roth de la zona insurgente.
El 17 de abril quedan los cuatro, más El Chino, también enfermo, y el grupo de la Retaguardia, comandado por Joaquín (Juan Vitalio Acuña), con la indicación de mantenerse en la cercanía del caserío de Bella Vista, hacer una demostración y esperarlos durante tres días.
Nunca más volverían a encontrarse, pero durante los 136 días que el pequeño destacamento combatió en la zona contra efectivos del Ejército de Bolivia, El Negro constituyó un baluarte en el cuidado de los enfermos y del orden, en las difíciles condiciones de un grupo aislado y perseguido.
José Castillo Chávez (Paco), integrante de la resaca y sobreviviente de la emboscada en el vado de Puerto Mauricio, destaca cómo aquel combatiente de tez morena y alta estatura se mantenía al tanto de la disciplina del grupo, pues decía que de no cuidarse podía descomponerse la moral de la columna. Señala igualmente sus cualidades como galeno solícito que velaba todo el tiempo por la salud de la pequeña tropa.
La tarde del jueves 31 de agosto, cuando la traición de Honorato Rojas les lleva a caer en la emboscada preparada muy cerca de la confluencia de los ríos Grande y Masicurí, El Negro ve cuando una ráfaga alcanza el cuerpo de Tania y de inmediato trata de prestarle ayuda.
Nada desesperadamente en el turbión que forman las caudalosas aguas, hasta dar alcance a la compañera cuya vida le fuera encargada por el Comandante Guevara. Cuando comprueba su muerte, la acerca a la orilla y se deja llevar por la corriente hasta llegar al río Palmarito.
Pasados tres días, camina por la orilla para buscar alimento e intentar encontrar ayuda, pero choca con la compañía Toledo de la Cuarta División, desplegada desde el trágico 31 de agosto para apoyar a la Octava División. Sus captores no respetan el estado en que se encuentra y de inmediato disparan sobre el valioso médico.
No llevaba arma alguna. En los bolsillos de su pantalón verde olivo sus captores sólo encontraron dos cargadores con algunos proyectiles, un encendedor y su cortauñas, junto a cuatro limones y algunas frutas de monte.
Pero los asesinos no se saciaron con la sangre derramada y entablaron una disputa entre las dos divisiones, pues mientras que el coronel Zenteno Anaya atribuía su muerte a la acción del 31 de agosto, el coronel Roque Terán insistía en que había sido capturado por ellos, por lo tanto, les correspondía la recompensa.
El 4 de septiembre el "Che" anota en su diario: "La radio trae la noticia de un muerto cerca de donde fue aniquilado el grupo de diez hombres (...) dieron todas las generales del Negro, muerto en Palmarito y trasladado a Camiri".
Hasta hoy se desconoce el lugar exacto donde reposan sus restos, pero el ejemplo de hombre íntegro, profesional ejemplar y revolucionario intachable será recordado siempre en Cuba donde brindó su desinteresada ayuda y en toda Latinoamerica, por cuya definitiva liberación entregó la vida.
El optimismo de Fujimori.
Gustavo Espinoza M.:
Abogados y familiares de Alberto Fujimori, que se reunieron con él en la División de Operaciones Especiales de la Policía (DIROES) donde se encuentra recluido, coincidieron en afirmar que el reo se mostró “optimista” respecto al procedimiento que se iniciará en su contra en los próximos días. Tal estado de ánimo, dicen, se funda en la certeza de su inocencia, pero además en el apoyo social que ha encontrado su causa en algunos segmentos de la sociedad peruana. Adicionalmente, en el hecho que el acusado se mantiene en condiciones de reclusión ciertamente “aceptables”. Veamos cada uno de estos elementos.
Las condiciones de reclusión.
Podemos comenzar por éste. En efecto, las condiciones en las que se mantiene detenido Alberto Fujimori y se apresta a enfrentar su juicio, difieren radicalmente de aquellas que él impuso a sus adversarios a lo largo de sus diez años de gestión.
Fujimori no fue colocado en una jaula para ser presentado a la opinión pública. Tampoco se le puso un traje a rayas. Ni se le colocó un número en el pecho para subrayar su condición de preso. Tampoco se le trasladó, ni se le presentó, esposado. Su celda, a diferencia de los ciudadanos que fueran encarcelados bajo su mandato, no es de 3 x 2. Tiene puerta. Y ventana que permite el ingreso de luz solar. El puede disponer de una cama, una mesa de trabajo, sillas para recibir visitas y hasta una antesala que puede permitirle una elemental privacidad. Dispone, además, de servicios higiénicos personales. Y derecho a visita de familiares y amigos. Incluso, hasta la posibilidad -si lo deseara- de lo que se llama púdicamente una “visita intima”
Se constata, entonces, una abismal diferencia con los detenidos durante su régimen. Ellos eran esposados y mantenidos así durante varios días, debían lucir traje a rayas, y número en el pecho en todas sus diligencias y presentaciones. Sus celdas, no tenían puerta. Ellos eran descolgados en verdaderas tumbas de piedra de 2x3 metros cuadrados. Dormían sobre una piedra y no tenían nada más a su disposición. No podían recibir ninguna visita en los primeros quince días de su detención, y luego podían entrevistarse a distancia y en un lugar especialmente acondicionado, sólo con su familiar más directo. Y con nadie más.
Adicionalmente, aquellos detenidos eran torturados salvajemente desde el inicio de su detención hasta la entrega a la autoridad judicial. Luego eran confinados en penales como Yanamayo, situados por encima de los 4,200 metros de altura sobre el nivel del mar. Después, eran juzgados por tribunales secretos, con procesos sumarios, por jueces sin rostro, que dictaban sentencias anónimas. Las más de las veces, carecían del derecho a la defensa y debían admitir un “abogado de oficio” que regularmente era un oficial del ejército encargado de esa tarea. Sus condenas se procesaban apenas en algunos días. Y los acusados salían de los juicios con Cadena Perpetua y en el mejor de los casos con 20 o 25 años de cárcel.
Nada de eso esperan ciertamente a Alberto Fujimori- El tendrá lo que en términos judiciales se conoce como “el debido proceso”. Es decir, todas las garantías de ley, como las tuvo - según registran los expertos- Adolf Eichmann, la hiena del holocausto nazi. No conocerá ni apremios judiciales, ni tortura, ni prisiones inhumanas, ni leyes aviesas ni procedimientos perversos.
Esa es la primera base de su optimismo.
La segunda tiene que ver con el presunto “apoyo” que ha encontrado su causa en algunos segmentos de la sociedad. Esa es una realidad que tiene dos variantes. Fuimori cuenta con el respaldo definido de los núcleos que se beneficiaron abiertamente bajo su régimen. Es decir, aquellos que robaron a su antojo y alcanzaron beneficios materiales de distinto orden básicamente por medios ilícitos. Fueron sus ministros, sus congresistas, sus funcionarios de alto rango. Y hoy - salvo excepciones- transitan libremente porque no enfrentaron procesos, o porque fueron encausados por acusaciones leves que solventaron prontamente. Varios de ellos son hoy nuevamente Parlamentarios, Vice Ministros o funcionarios del régimen actual. Incluso los dos Vice Presidentes de la República, -Luis Giampietri y Lourdes Mendoza- son “fujimoristas” convictos y confesos. Y eso, todo el país lo sabe.
Pero este cogollo realmente mafioso, posee recursos infinitos. Dispuso de millones en su momento. Y finalmente ni devolvió lo obtenido, ni dio cuenta del destino de sus fondos. Hoy los usa abiertamente para esgrimir una parafernalia que no tiene por cierto, origen popular. Ningún partido puede lucir en el país, todos los atuendos orquestales que muestra el fujimorismo cuando sale a la calle a impresionar a incautos.
Estos integran hoy el segundo segmento que asoma dispuesto a movilizarse “por el chino”. En algunos casos sus integrantes se beneficiaron por “obras” de su gobierno, en Comedores Populares o en reparto de bienes del menudeo. Y en otros, se registran los que aspiran a que también les toque algo “cuando Fujimori vuelva”.
Después de todo, piensan, volvió Belaunde, el que entregó el Petróleo a la IPC e inició la “guerra sucia”. Y volvió García, el de los Penales, Los Molinos, Cayara y otras muchas masacres ¿Por qué no habrá de volver el chinito de la yuca?.
Y entonces asoma el tercer elemento: el que se refiere a su presunta inocencia. Ella es sin duda, una ficción. Fujimori es culpable de todos los delitos que se le imputan, y muchos más. Y las pruebas que confirman su culpabilidad, son simplemente apabullantes. Ningún tribunal serio, integrado por jueces probos que aplique la justicia con verdad, podría sustraerse a los hechos y absolver al acusado en ninguno de los juicios que tiene por delante.
¿Qué es, entonces, lo que alimenta su optimismo? La idea de que, finalmente, él defendió el modo de dominación imperante. Dirá, entonces, lo mismo que en su momento dijo Telmo Hurtado, el teniente de Accomarca cuando lo acusaron de matar a indefensos pobladores en los contrafuertes andinos: “lo hice para que ustedes pudieran seguir viviendo como viven y gozando de los privilegios que tienen”.
Hurtado fue condenado a “ocho días de rigor” cuando finalmente se le juzgó. Y sus delitos fueron simples: desacato a la autoridad y abuso de poder. ¿Por qué? Porque nadie la había ordenado matar -y lo hizo- y se valió para eso del uniforme militar. Hoy Hurtado vive protegido en los Estados Unidos.
De este modo, el juicio a Fujimori tendrá ribetes excepcionales. No será un proceso ordinario. Y no tendrá solamente alcances jurídicos y legales. Será, ante todo, un proceso político e incluso ideológico.
Político, porque pondrá en el centro del debate la política de la clase dominante, sus valores y sus procedimientos.
E ideológico porque permitirá discutir la idea misma que sirve de sustento a la sociedad actual: el derecho de los opresores a usar todos las armas de las que dispone para perpetuar el régimen de dominación que nos oprime
El optimismo de Fujimori, entonces, tiene cierta base Y hay que enfrentarlo con lucha. Con debate político, esclarecimiento de ideas; pero también con la fuerza de las masas.
Gustavo Espinoza M. es miembro del Colectivo de Nuestra Bandera .
Fidel Castro: El Silencio de Aznar.
En una mesa redonda transmitida por la televisión cubana que tuvo lugar el 25 de abril del 2003, revelé que el entonces presidente del gobierno español José María Aznar, aliado de la superpotencia en genocidios y masacres, se había reunido con el presidente William Clinton el 13 de abril de 1999, en un momento incierto de la guerra contra Yugoslavia, y le expresó textualmente: “Si estamos en una guerra, hagámosla completamente, para ganarla y no sólo un poco. Si necesitamos persistir durante un mes, tres meses, hagámoslo. No entiendo por qué no hemos bombardeado todavía la radio y la televisión serbias.”
Sobre esto, tanto Aznar como los voceros del gobierno de Estados Unidos, han guardado silencio. Todo lo que sigue se publica por primera vez. Otros materiales, tanto públicos como confidenciales, los utilizaré en sucesivas reflexiones.
[...]
“AZNAR: Voy a hablar sinceramente. Como ya dije al presidente Clinton, lo único que no puede pasar es que la OTAN no gane ahora. Ahora la OTAN se está jugando no ya su credibilidad sino su propia existencia. Si este conflicto se hubiera planteado hace 30 años, no hubiésemos intervenido. En Europa siempre ha habido limpiezas étnicas, enfrentamientos entre minorías y mayorías, disputas religiosas. Ahora ya esto no se puede permitir. Desde el punto de vista político, nunca estaremos a favor de la independencia de Kosovo por lo que dijimos antes.”
Refiriéndose a Chirac, presidente de Francia, dijo:
“Le hablaré mañana en Bruselas. Cuando quiero tener un buen rato con Chirac, empiezo diciéndole que ‘estos americanos son realmente horribles’. Hace tres semanas cené con él en el Elíseo. No sé qué le había pasado con ustedes, pero hablaba pestes. Le dije que bien, pero que yo no venía a hablar de eso.
“Mi idea es que para ganar esta guerra hay que cortar las comunicaciones entre el gobierno de Belgrado y el pueblo. Es vital cortar todas las comunicaciones de Serbia, radio, televisión y teléfono.
“Por otro lado, tenemos que reestructurar nuestra política de información. La política de información de la OTAN es un desastre. Damos la impresión de que nos hemos embarcado en una aventura y no en una guerra. Hay verdaderas lagunas en la comunicación. Hay que avanzar al máximo, cortar todos los suministros y las comunicaciones con paciencia.
“Hay que tener cuidado con Italia y con Grecia. Italia se está viendo muy afectada en su tráfico aéreo y turismo. D’Alema está haciendo un trabajo bueno, teniendo en cuenta sus circunstancias. No hay que dejarle que caiga en soluciones fáciles.
“Tenemos que incrementar la ayuda humanitaria. La contrapartida a los bombardeos es que nuestros ciudadanos perciban la eficacia de nuestra labor humanitaria.
“No tendría sentido cambiar de posición ahora. Ayer hablé con Annan. Le vi muy serio en sus planteamientos. Yo le insistí mucho en esto a Annan. Podemos ser flexibles pero no podemos dar la impresión de que la OTAN se retira.
“Podemos ser flexibles sobre si la OTAN dirigiría o no esa fuerza, pero no podemos contentarnos con la vuelta de los observadores de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa). Además de visibilidad, debe de haber garantía.
“Hay que mantener la estrategia, para ver si es posible que sea derrocado internamente.” (Se refiere al Presidente de Serbia, Slobodan Milosevic)
“Si algunos de sus generales temen que pueden ser acusados ante el Tribunal de La Haya, tal vez cooperen. Milosevic probablemente intentará lograr un acuerdo. Debemos tratar de que ese acuerdo sirva para debilitar y no para reforzar el poder.
“No tenemos que mencionar siquiera el tema de la operación terrestre.
“Todo el mundo comprende que se estén haciendo planes, lo contrario sería ilógico. Si nuestra estrategia actual no da resultado, habría que explorar otras. Hay que mantenerla sobre la mesa. Si todo lo que estamos haciendo sigue sin dar solución, en los próximos meses habrá que intervenir. Pero tendría que ser una acción no sólo limitada a Kosovo. Sino que abarcaría otras zonas de la República Federativa de Yugoslavia entrando incluso a través de Bosnia y de Hungría. El presidente de Hungría es un líder joven e inteligente, me dijo que el éxito será imposible si no ocurre lo siguiente: Milosevic fuera del poder, Kosovo partido y revisión de la política en Bosnia‑Herzegovina con separación de las entidades; República Serbia unida a Serbia, parte Croata a Croacia y parte musulmana independiente. No estoy de acuerdo con este planteamiento. Pero creo que la idea está ganando terreno en los países de la zona. Es muy difícil que los serbios y los albaneses puedan volver a vivir juntos de nuevo. Debemos seguir haciendo lo que estamos haciendo; pero llevamos ya muchos años en Bosnia y no sabemos cuándo podremos salir de allí. Tal vez los albaneses acepten la fórmula de una confederación pero será imposible si se mantiene Milosevic.
“Si no hay garantía de una cierta presencia serbia en las zonas que simbolizan el nacimiento de su civilización, no lo aceptarán. Surgirá el irredentismo sobre el ‘territorio a liberar’.
“Lo primero es ganar la guerra, y luego veremos.”
[...]
Le pido al señor Aznar que diga si es o no cierto que aconsejó al presidente Clinton el 13 de abril de 1999 bombardear la radio y la televisión serbias.
Fidel Castro Ruz
29 de septiembre del 2007
8:36 p.m.
Fuente: Cuba.cu / RedGlobe
Los medios de comunicación como vehículos de la ideología dominante
René Naba
Rebelión
Traducido por Caty R.
El desarrollo de la transmisión por satélite, la multiplicación de las cadenas transfronterizas y otros canales de difusión como Internet, correo electrónico, blogs y también el fax o el teléfono móvil, llevó a los sociólogos y analistas políticos a celebrar la llegada de una “sociedad de la información” como la marca característica del siglo XXI, el fracaso del totalitarismo y el fin de la democracia neoliberal.
No obstante, el aumento del control de los vectores de información por parte de los grandes conglomerados industriales, la importancia que han adquirido las estrategias de comunicación en detrimento de la información propiamente dicha, la endogamia creciente entre los medios de comunicación y la política, así como la interactividad entre los protagonistas de estos sectores, tienden a relativizar esa primera afirmación hasta el punto de que se plantea la cuestión de la viabilidad de un debate democrático en una sociedad donde los principales vectores de información están dominados por los poderes del dinero y la promoción de intereses privados.
En este contexto la lengua, medio de comunicación e intercambio por excelencia, se convierte en una marca de identidad cultural según la terminología o el acento utilizados por el locutor.
El hundimiento de la ideología de dimensión humanista, útil contrapeso de la hegemonía capitalista, aceleró esta evolución hasta el punto de que hoy el lenguaje aparece como un temible instrumento de selección y discriminación, de dominación y exclusión.
I. EL DEBATE DEMOCRÁTICO ANTE LA PROFUSIÓN DE INFORMACIÓN. LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN O LA ALDEA GLOBAL
En la historia de la humanidad la información nunca ha sido tan abundante e instantánea, hasta el punto de que la información globalizada, al suprimir las fronteras físicas y lingüísticas, ha transformado el planeta en una “aldea global”.
Todos los grandes acontecimientos mundiales se viven casi en una comunión universal, (Mundial de fútbol, Juegos olímpicos, grandes catástrofes naturales como el Tsunami en Asia en diciembre de 2004 y el huracán Katrina del verano de 2005 al sur de Estados Unidos, las dos guerras de Iraq en 1990 y 2003, y el derrocamiento de la estatua del presidente iraquí Sadam Husein en abril de 2003).
Desde la revolución tecnológica que se operó hace veinte años los canales de información continua han sustituido a las cadenas generalistas (CNN en Estados Unidos, LCI y France Info en Francia) desarrollando programas interactivos con intervenciones de los telespectadores en los debates políticos, induciendo antes del fin de las emisiones a un debate participativo.
En Francia el ejemplo más evidente se desarrolló en TF1 con motivo del debate sobre el referéndum constitucional, en abril de 2005, entre el presidente Jacques Chirac y un grupo de jóvenes, así como en la campaña presidencial francesa de 2007, también en TF1, con la emisión “tengo una pregunta para usted”, donde el candidato a la elección presidencial se enfrentaba durante 90 minutos a una muestra representativa de la población francesa.
Incluso la prensa escrita ha introducido un cambio y ha añadido a su publicación de papel una edición electrónica, dando así la posibilidad de que un grupo de lectores más amplio, más allá de los océanos, acceda a la información del diario.
En Francia, por ejemplo, los grandes periódicos parisinos se pueden consultar electrónicamente desde África o Asia, soslayando la censura generalmente en vigor en los países autoritarios. En el mundo árabe, donde la censura es la norma, el periódico Al-Qods Al-Arab, diario crítico del mundo árabe, brinda diariamente la hospitalidad de sus columnas a algunos de los principales intelectuales árabes proscritos y así evita, desde Londres, las restricciones decretadas por los gobiernos.
Del mismo modo, junto a la prensa de pago, se ha desarrollado en los países occidentales una prensa gratuita que amplía la oferta de información. Además se instituyó un servicio de mensajería a la carta para los usuarios de teléfonos móviles.
A. ¿Sobreinformación o desinformación?
Pero, ¿la concertación mediática y la profusión de información contribuyen sin embargo a un mejor conocimiento de los problemas? ¿A una mejor difusión del conocimiento? ¿Contribuyen a una mejora del debate democrático? ¿La sobreinformación favorece la información o desemboca en la desinformación?
En los años ochenta, cincuenta megacompañías dominaban el panorama mediático en Estados Unidos, pero menos de diez años después ya no permanecían más que veintitrés para un dominio similar. “La ola de enormes mercados concluida en los años noventa y la rápida globalización dejaron la industria mediática centralizada en nueve conglomerados internacionales: AOL-TimeWarner, Viacom CBS) News corporation, Bertelsman (Alemania), General Electric (NBC), Sony, ATT-LIBERTY Media y Vivendi Universal France).
Cuatro de ellos (Disney, AOL Time Warner, Viacom y News corporation) controlan todo el ciclo de la producción (películas, libros, revistas, periódicos, programas de televisión, música, vídeo y juegos) y la distribución (radio, cable, grandes superficies y multicines)” (1).
Pero esta concentración mediática, por muy impresionante que sea y con las inmensas posibilidades de difusión que guarda, ¿contribuye a una mejora de la información al ciudadano y al debate democrático?
La respuesta sólo puede ser parcial a juzgar por los disgustos registrados, tanto por Estados Unidos como por Francia, en dos momentos claves de su historia contemporánea: la guerra de Iraq para Estados Unidos y el referéndum sobre la Constitución Europea para Francia.
B. Estados Unidos y la guerra de Iraq
Estados Unidos se dio un baño de fervor nacionalista basado en el horror de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra los símbolos de la hiperpotencia estadounidense, las Torres Gemelas (Twin Tower) en Nueva York y el Pentágono en Washington. Ese entusiasmo, por otra parte, se fomentó por los medios de comunicación con una amplia difusión de las escenas de horror y los comentarios consecuentes.
La unanimidad nacional alcanzó su paroxismo durante la guerra de Afganistán, en octubre-noviembre de 2001, emprendida por Estados Unidos con la fianza de la ONU y percibida por la opinión estadounidense e internacional como la represalia por los atentados del 11 de septiembre.
Esa unanimidad se reprodujo con el mismo entusiasmo durante la guerra de Iraq emprendida dos años más tarde, en marzo de 2003, gracias, especialmente, al trabajo de movilización de la prensa estadounidense, aunque la guerra de Iraq se acometió sin el apoyo de las Naciones Unidas. Los grandes medios de comunicación de Estados Unidos retransmitieron durante mucho tiempo las tesis de la administración neoconservadora estadounidense antes de reconsiderar sus posiciones por los sinsabores militares de EEUU sobre el terreno: el saqueo del Museo de Bagdad, las torturas en la prisión de Abu Ghraib y las revelaciones de las mentiras de la guerra (ausencia de armas de destrucción masiva o relación del régimen de Sadam Husein con la organización Al Qaeda).
La periodista estrella del New York Times Judith Miller, una de las propagandistas más activas de la falsa tesis de las armas de destrucción masiva en Iraq, ha sido despedida de su periódico y grandes diarios como el Washington post y el citado New York Times han reconocido públicamente sus errores.
Eso no impide que durante la guerra de Iraq los medios de comunicación estadounidenses fueran cómplices de la mayor mistificación de la opinión pública retransmitiendo, sin la menor contención y durante un largo período, la propaganda de guerra del presidente George Bush jr.
La guerra de Iraq ha mostrado públicamente la connivencia entre el poder político y el mundo mediático en detrimento de la democracia.
C. Francia y el referéndum de la Constitución Europea
Los dirigentes de las principales formaciones políticas y casi la totalidad de los comentaristas importantes de los grandes medios de comunicación se pronunciaron a favor de la Constitución Europea tachando de arcaicos a sus opositores, aunque el texto sometido a referéndum fuera largo, denso, confuso e inaccesible para el lector de a pie.
Los partidarios del Sí -grandes magnates de la prensa e importantes dirigentes políticos- fueron rechazados de forma ostensible, pero no se pusieron en entredicho sus métodos de funcionamiento.
En el caso de Francia, aunque la connivencia es tan manifiesta como en Estados Unidos, la desaprobación está más marcada.
Al contrario que en Estados Unidos, los grandes medios de comunicación franceses como Le Monde o TFI nunca han formulado la menor autocrítica, ni por la guerra de Iraq, ni por la campaña del referéndum europeo o por la cobertura de la anterior campaña presidencial francesa, la de 2002 donde, contra todo pronóstico, el jefe de la extrema derecha francesa, Jean Marie Le Pen, líder del Frente Nacional, desbancó, en la primera vuelta de las elecciones, al Primer Ministro Lionel Jospin, candidato del partido socialista, eliminando a la izquierda de la primera competición importante del siglo XXI.
El diario Le Monde nunca dio una explicación sobre la sonora frase publicada por su ambicioso director según la cual “todos somos estadounidenses” tras los atentados del 11 de septiembre. Tampoco nadie le pidió explicaciones por erigirse en portavoz de todos los franceses sin que nadie lo eligiera. Seis años después de esa profesión de fe, mientras Estados Unidos se atasca en el cenagal iraquí, el Sr. Colombani ha cesado en su cargo, en junio de 2007, por un voto de desconfianza de los periodistas de su empresa que se han opuesto a la prórroga de su mandato.
Anteriormente se demostró la manipulación de Patrick Poivre d’Arvor, presentador estrella de TFI, la cadena de televisión más importante de Europa, sin que eso le haya acarreado el menor descrédito. Poivre d’Arvor se atribuyó abusivamente una entrevista del dirigente cubano Fidel Castro sustituyendo su imagen por la del entrevistado y reformulando las preguntas con el fin de dar a la entrevista un sello personal.
Jean Marie Colombani y Patrick Poivre d’Arvor fueron citados en los procesos relacionados con el asunto Pierre Botton, ex yerno del antiguo diputado chiraquiano de Lyon Michel Noir, sin que tampoco eso obstaculizara sus fulgurantes carreras. Poivre d’Arvor incluso fue condecorado con la insignia de caballero de la orden del mérito, en marzo de 2007, por el ministro de Cultura Renaud Donnedieu de Vabres, sin duda como reconocimiento por su contribución a la deontología del periodismo.
Por su parte Serge July, fundador del antiguo diario de izquierda Libération, en vez de preguntarse por su falsa percepción de la sociedad francesa, permanece clavado en su despacho tras el fracaso del referéndum constitucional europeo de mayo de 2005, acusando de todos los males a sus compatriotas, sin la menor crítica hacia los dirigentes que redactaron un texto largo y complejo, sin molestarse en hacer ninguna pedagogía política sobre el alcance y significado de la construcción europea e incluso sin la pretensión de cuestionar al presidente Jacques Chirac por su demagógica maniobra que instrumentalizó la apuesta europea y el referéndum constitucional para recobrar popularidad en la escena política local después de sus amarguras electorales.
Así, dos veces en cinco años, la clase político-mediática francesa ha sido desaprobada sin que eso implique una reforma de las relaciones entre el poder político y los medios de comunicación, hasta el punto de que, a juzgar por el número de emparejamientos cruzados entre políticos y periodistas, parece que se está desarrollando una tendencia a la endogamia.
Los medios de comunicación franceses se declaran y se consideran un “contrapoder” , pero “la prensa escrita y audiovisual está dominada por un periodismo servil, por grupos industriales y financieros, por un pensamiento mercantil, por redes de connivencia (…) Entonces, en un perímetro ideológico minúsculo, se multiplican las informaciones excluidas, los participantes permanentes, las notoriedades indebidas, los enfrentamientos artificiales, los servicios recíprocos (…) un pequeño grupo de periodistas omnipresentes –que consolidan el poder mediante la ley del silencio- impone su definición de la información-mercancía en una profesión cada vez más debilitada por el temor al desempleo. Estos alguaciles del orden son los nuevos perros guardianes de nuestro sistema económico” . Esta acta demoledora se vincula por momentos con la realidad. Ha sido elaborada por un periodista del mensual Le Monde diplomatique, Sarga Halimi, en un opúsculo de título devastador, Les Nouveaux Chiens de Garde (Los nuevos perros guardianes) (2).
El colmo de la coincidencia del periodismo con el poder político es el periodismo embedded , literalmente “en la misma cama”, durante la guerra de Iraq. Esta proximidad fue juzgada malsana por un buen número de miembros de la profesión, ya que falseaba el espíritu crítico en la medida en que se incorporaba al periodista literalmente con respecto a su observación, sin el menor distanciamiento. Con la inmersión total en el planteamiento y el combate de su coinquilino de tanque, inevitablemente se deterioraba su capacidad de valoración. Esta técnica consiguió retrasar, sin cancelarla completamente, la valoración objetiva de una política, como fue el caso en la invasión estadounidense de Iraq en marzo de 2003.
II. LAS CIFRAS DE LA PUBLICIDAD Y EL NEUROMARKETING (*)
La comunicación tiende sustituirse por la información y sus derivados nos devuelven a la propaganda básica de los regímenes totalitarios que los países democráticos se supone que combaten. Spin doctor’s, es el nombre que se da en Estados Unidos y Reino Unido a sus “maestros del engaño” encargados de gestionar la opinión pública.
A finales de los noventa el presupuesto estadounidense de la industria de las relaciones públicas sobrepasó el de la publicidad. Según un estudio de John Stauber y Sheldon Rampton, considerados los mejores especialistas de la profesión y coautores de una notable obra sobre la cuestión: Toxic sludge is good for you (La intoxicación es buena para ti, N. de T.), Common Courage presse 1995, el número de empleados de las agencias de relaciones públicas (150.000) sobrepasa el de los periodistas (130.000).
En Estados Unidos el 40% de lo que se publica en la prensa se reproduce directamente, sin alteraciones, en los comunicados de “Public relations” afirma Paul Moreira, productor de la emisión de referencia de Canal+ y autor de la documentada obra Les nouvelles censures -dans les coulisses- de la manipulation de l’information (Las nuevas censuras -entre bastidores- de la manipulación de la información), Ed. Robert Laffont, febrero 2007.
Dos cifras bastan para caracterizar al imperio de los medios de comunicación: viven dos tercios de la publicidad y gastan cada año el doble del presupuesto del estado francés. A escala mundial el volumen de negocios de la televisión, aparte de las subvenciones, se acercó a 220.000 millones de dólares en 2006, de los cuales alrededor de 160.000 millones se financiaron por la publicidad, lo que representa el 70%. El volumen de negocios mundial de los diarios y revistas se acercó en 2006 a 275.000 millones de dólares, de los cuales unos 175.000 millones corresponden a la publicidad, lo que representa un 65%, y subiendo, con un máximo del 88% en Estados Unidos. Si añadimos las emisoras de radio, tendremos unos 540.000 millones de dólares al año, o sea, casi el doble de los gastos anuales del estado francés.
Entertainment (entretenimiento) como herramienta y advertising (publicidad) como finalidad. El objetivo no es informar, sino llamar bastante a la atención para colar el verdadero producto: la publicidad. La “información” que va incluida no es más que un excipiente cuyo objetivo no es informar sino llamar a la atención y transportar mensajes publicitarios. La información se convierte en infotainement, una información de entretenimiento, lo que explica que en Francia las grandes emisiones políticas de las décadas anteriores, como la “Hora de la verdad” en France2, hecha por periodistas desde hacía tiempo, cedió el lugar a las emisiones de entretenimiento. Los políticos prefieren, y con mucho, pasar por los animadores Michel Drucker o Marc Olivier Fogiel para promover sus ideas
El “tiempo de cerebro humano disponible” (**) del lector o telespectador engulle cada año mensajes interesados por valor de 400.000 millones de dólares, ¿emitidos por quién? De los 360.000 millones que proporciona la publicidad a los antiguos medios de comunicación, según un documento del grupo Lagardère, 160.000 millones, lo que representa un 44%, “son asignados” por los siete primeros grupos de publicidad, que hacen un volumen de negocios directo de cerca de 50.000 millones.
La captación del imaginario y el condicionamiento psicológico de los consumidores se hace a una edad cada vez más precoz. Según un estudio de un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford (California), el 48% de los niños entre 3 y 5 años están condicionados por la publicidad en su gusto alimentario. El director del equipo, el Doctor Thomas Robinson, jefe del departamento de pediatría de la Facultad de medicina de Stanford, cuyas conclusiones se publicaron en agosto de 2007 en la revista The Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, recomienda “controlar e incluso rechazar la publicidad y la comercialización de productos altos en calorías y de escaso valor alimenticio o prohibir toda comercialización dirigida directamente a los niños”, ya que los investigadores consideran que esa publicidad es “esencialmente desleal” (inherently unfair), porque “los menores de 7 u 8 años son incapaces de comprender los objetivos persuasivos de la publicidad”.
Con el lanzamiento de la campaña presidencial francesa en 2007 los publicistas han afinado sus investigaciones y sus objetivos. Se han volcado en el neuromarketing, una técnica para determinar la combinación ideal de medios de comunicación que permita mejor la penetración del mensaje. En resumen: “qué medios de comunicación elegir para que mi publicidad penetre bien en la cabeza del consumidor”. En la jerga profesional, el estudio puede determinar el impacto de un anuncio en la “memoria explícita” (la memoria consciente) así como en la “memoria implícita”, lo que el cerebro registra a espaldas de la persona.
Ciertamente la multiplicación de las fuentes de información es la garantía de la democracia, ya que permite la formación de una opinión libre cotejando los conocimientos. Pero la profusión de los vectores hegemónicos en su enfoque globalizador (con el control del continente, el contenido, la producción y la distribución), lleva en sí misma el riesgo de una desviación de la democracia por las manipulaciones que los operadores del campo mediático pueden intentar para la satisfacción de objetivos personales que pueden revelarse, por repercusión, nefastos tanto para la libertad de pensamiento como para la democracia.
III. LA LENGUA COMO MARCADOR DE IDENTIDAD CULTURAL O LA GUERRA SEMÁNTICA
La lengua es un marcador de identidad cultural lo mismo que las huellas digitales, el código genético y las medidas antropométricas son marcadores biológicos y físicos. El acento, el uso de los términos y el tono revelan la identidad cultural de la persona.
Bajo una apariencia engañosa (términos generales, planos e impersonales) se codifica y apacigua la lengua. Se convierte entonces en un temible instrumento de selección y discriminación. Un “plan social” remite a una realidad inmaterial contraria al doloroso término de “despido masivo”.
Al igual que “externalización y subcontratación”, operadores que funcionan fuera de las normas de la legislación social, “deslocalización”, “optimizar el rendimiento” que es la explotación salvaje de la mano de obra barata de países pobres y a menudo dictatoriales, sin la menor protección social, o por fin “privatización”, operación que consiste muchas veces en transferir a los capitalistas empresas de servicios sociales a menudo reflotadas por los caudales públicos, es decir, los contribuyentes.
Incluso en el discurso político la lengua se esteriliza hasta el punto de que el antiguo Primer Ministro socialista Pierre Mauroy acusó al candidato socialista a las elecciones presidenciales de 2002, Lionel Jospin, de borrar de su discurso la palabra “trabajadores”. En la lengua convencional se prefiere el pudoroso término “gente de condición modesta” al expresivo “pobres” así como para el tándem “excluidos” y “explotados”. O también clases (que sugiere idea de lucha) y capas sociales. Capas, como capas de pintura.
El lenguaje es connotativo. El único lícito es el LQR Lingua Quintae Respublicae (3), en boga durante la V República Francesa, aprobado y sellado. Cualquiera que recurra a una lengua personalizada forjada en un vocabulario que le sea propio, se arriesga al ostracismo, a ser señalado con el dedo, a que lo ridiculicen y lo tachen de tarado irremediable: “obsoleto”, “indeseable”, etcétera.
El lenguaje sustituye las palabras de la emancipación y la subversión por las de la conformidad y la sumisión. Se habla de flexibilidad en vez de precariedad, en un país que instituyó la renta de situación como un privilegio vitalicio, especialmente en la alta función pública. Los altos funcionarios disfrutan de una renta de situación vitalicia pero a cualquiera que se atreva a señalar esta incongruencia se le acusa de hacerle la cama al “populismo”.
Lo mismo ocurre en el ámbito diplomático: “el problema” de Oriente Próximo o “la cuestión” del Este.
Para un problema la respuesta es única, el problema abre la vía a los expertos que deben aportar técnicamente la solución. Pero la cuestión del Este es más confusa. Una cuestión sugiere respuestas múltiples e implica la ausencia de solución inmediata. Según utilicen un término u otro se les calificará de “modernos y dinámicos” o de “obsoletos”.
Un ejemplo: Le Figaro del 28 de agosto de 2004 ponía en titulares “La confesión del presidente Bush” sin precisar en qué consistía esa confesión, con respecto a qué. Diez años antes, cualquier otro diario complaciente habría titulado: “El presidente Bush admite que sus previsiones en Iraq han fracasado”. Pero si, para su desgracia, un periodista audaz hubiera titulado la verdad estricta: “Bush, el gran perdedor de la guerra de Iraq”, se le habría acusado inmediatamente de “antiestadounidense primario”.
La neolengua resulta de la presencia cada vez mayor de economistas y publicitarios, como responsables en el circuito de la comunicación, que garantizan una instalación gradual del pensamiento neoliberal.
Guerra psicológica tanto como semántica, la guerra mediática tiene por objeto someter al receptor a la propia dialéctica del emisor, en este caso la potencia emisora, imponiéndole su propio vocabulario y, más allá, su propia concepción del mundo.
Si la difusión hertziana es el arma menos contaminante en cuanto a la ecología, en cambio es la más corrosiva en cuanto al espíritu. Su efecto es a largo plazo. Las interferencias operan un condicionamiento lento para terminar por subvertir y forjar el modo de vida y el imaginario creativo de la colectividad humana específica. No hay rastros de daños inmediatos o colaterales. No son necesarios ni una intervención quirúrgica ni un golpe en la frente. En la guerra de las ondas dominan lo imperceptible, la insidia, el engaño y lo subliminal. ¿Quién se acuerda de Tal Ar-Rabih (la colina de la primavera)? Casi un siglo de emisiones sucesivas y repetitivas disipó este nombre melodioso, sinónimo de suavidad de vivir, para sustituirlo en la memoria colectiva por una nueva realidad. Tal Ar-Rabih ya se conoce en todo el mundo, incluso por las nuevas generaciones árabes, por su nueva designación hebraica, Tel Aviv, la gran metrópoli israelí. El trabajo de zapa es permanente y el combate desigual.
Lo mismo ocurre con las expresiones connotativas: el exterminio de una población debido a sus orígenes se llama en francés genocidio (genocidio armenio en Turquía, genocidio de los tutsis en Ruanda). Elegir la expresión hebraica del término bíblico de Shoah (holocausto) señala la pertenencia al campo pro israelí.
Israel nunca ha reconocido el carácter genocida de las masacres de armenios en Turquía a principios del siglo XX, seguramente para señalar el carácter único de las persecuciones de las que fueron víctimas los judíos en Europa: primero los pogromos de finales del XIX en Rusia y luego en Alemania y Francia durante la Segunda Guerra Mundial (1939-45).
Están también los términos antisemitismo y racismo. Árabes y judíos son semitas, pero el antisemitismo sólo se refiere a los judíos para distinguirse de los otros, mientras que el racismo engloba a árabes, negros, musulmanes, asiáticos, etcétera. El propio presidente Jacques Chirac al fustigar “el antisemitismo y el racismo” en su discurso de despedida el pasado 27 de marzo, consagró en el orden subconsciente un racismo institucional.
Hasta ahora los países occidentales en general, y Estados Unidos en particular, han ejercido el monopolio de la información, un monopolio considerablemente propicio a las manipulaciones del espíritu que no obstante se rompió en dos ocasiones con consecuencias perjudiciales para la política occidental: la primera vez en Irán en 1978-79, con la “Revolución de los casetes” en los que se registraron los sermones del ayatolá Jomeini en su exilio de Francia y se comercializaron desde Alemania para levantar a la población iraní contra el Sah de Irán; y la segunda vez con motivo del Irangate en 1986, el escándalo de las ventas de armas estadounidenses a Irán para financiar a la contra nicaragüense, que estalló públicamente como consecuencia de una filtración en el diario de Beirut As-Shirah, poniendo en un serio aprieto a la administración republicana del presidente Ronald Reagan.
Salvo estos dos casos, Estados Unidos ha buscado constantemente volver inaudibles a sus enemigos, si es preciso desacreditándolos con sus poderosos enlaces locales o internacionales, ampliando al mismo tiempo su ofensiva mediática, ahogando a la audiencia en una riada de información y practicando la desinformación a través de la pérdida de referencias debida a la superinformación con el fin de convertir a los oyentes y lectores en perfectos “analfabetos secundarios”, parafraseando al alemán Hans Magnus Einsensberger (4).
“No analfabetos o incultos, sino seres etimológicamente en proceso de desorientación, psicológicamente condicionados y reorientados en el sentido deseado. Puro producto de la industrialización, de la hegemonía cultural del norte sobre el sur, de la imposición cultural como un preludio de la invasión y el enriquecimiento de los mercados, el analfabeto secundario no es digno de lástima, la pérdida de memoria de la que adolece no le hace sufrir, su falta de perspectivas le hace las cosas fáciles”.
Se produce una inversión radical del esquema económico y la ley de la oferta y la demanda deriva hacia un método radicalmente diferente: ahora la fabricación del deseo de consumo determina la actividad de la empresa. Ya no es el consumidor quien marca el ritmo de la producción, sino el productor quien orquesta el deseo de consumo. El control del aparato de producción ya tiene menos importancia que el control de la demanda de consumo.
El ciudadano activo cede así el paso al consumidor pasivo, el aventurero de espíritu al devorador de televisión, el periodista al animador de entretenimiento, el dueño de prensa al capitalista, lo que implica el deslizamiento del periodismo hacia el reino del infotainement, neologismo procedente de la contracción de información y entertainment (entretenimiento en inglés). La globalización de los flujos de información permite así la infusión intravenosa continua de noticias de la prensa y, en consecuencia, la sedentarización profesional de la información, última etapa del analfabetismo secundario.
No obstante, la violación del mundo por la publicidad y la propaganda con su profusión de sonidos e imágenes en el paisaje urbano, en las pantallas, en la prensa y en los hogares, choca con resistencias dispersas pero firmes. Así como el monopolio del conocimiento por la tecnocracia se contradice en el ámbito internacional por contrapoderes, especialmente protagonistas paraestatales (Greenpeace, Médicos sin Fronteras, Confederación campesina), multiplicando las fuentes de información no controladas, también la informática ha desarrollado en la información una esfera de autonomía contestataria contra el orden mundial estadounidense.
Cada descubrimiento tecnológico se celebró con un redoble. Al casete del tiempo de la revolución jomeinista le sucedió el fax, luego los sitios de Internet, el blog y el periódico electrónico, cuyo desarrollo se aceleró desde la guerra de Iraq y la última campaña presidencial de George Bush jr. (2004); redobles que resuenan como señales de una venganza del espíritu contestatario y de la esfera de la libertad individual, en reacción al aporreamiento de la propaganda y la concentración capitalista de los medios de comunicación.
(1) Noam Chomsky y Edward Herman The manufacturing consent-La Fabrique de l’Opinion publique, la politique économique des médias americains, Ed. Le Serpent à plumes (2003).
(2) Serge Halimi Les Nouveaux Chiens de Garde, éditions Raisons d’agir, 2ª edición, 2005.
(3) LQR «Lingua Quintae Respublicae», por Eric Hazan, ed. Raisons d’agir, 2006.
(4) «Analfabetos secundarios», expresión del alemán Hans Magnus Enzensberger, autor de Médiocrité et folie Ed. Gallimard-1991, también en Aux ordres du Nord, l’ordre de l’information de Jacques Decornoy y en el bimestral del diario Le Monde «Manière de voir» N°74 «les 50 ans qui ont changé notre Monde».
Notas de la traductora:
(*) El neuromarketing es la ciencia que permite controlar las decisiones de consumo del cliente mediante técnicas que pueden considerarse agresivas para la intimidad de las personas. La neurología y la psicología se han aliado con la gran industria para llegar a las emociones personales y orientarlas hacia productos del mercado. Se trata de la última versión de la percepción subliminal, explica Le Monde, que señala el objetivo último de neuromarketing: impregnar el cerebro de publicidad sin que la persona pueda darse cuenta.
(**) “…ahora bien, para que un mensaje publicitario sea percibido es necesario que el cerebro del telespectador esté disponible. Nuestros programas tienen por vocación hacer que esté disponible: es decir, divertirlo, relajarlo para prepararlo entre dos mensajes [publicitarios]. Lo que vendemos a Coca-cola es el tiempo disponible del cerebro humano...” (Patrick Le Lay, gerente general de la cadena francesa de televisión TF1).
Texto original en francés:
http://renenaba.blog.fr/2007/09/15/media_et_democratie_les_medias_comme_veh~2984207
René Naba es un periodista francés de origen libanés antiguo responsable del mundo arabo-musulmán en el servicio diplomático de la Agencia France Presse y ex consejero del Director General de RMC/Moyen-Orient, encargado de la información.
Su próximo libro, en preparación, se titula Il était une fois la dépêche d’agence, Editions l’Armoise- 8, Rue des Lions Saint-Paul, 75004 Paris, septiembre de 2007.
Es autor de las siguientes obras:
Aux origines de la tragédie arabe, Éditions Bachari 2006.
Du bougnoule au sauvageon, voyage dans l’imaginaire français, L’Harmattan 2002.
Rafic Hariri, un homme d’affaires, Premier ministre, L’ Harmattan 2000.
Guerre des ondes, guerre de religion, la bataille hertzienne dans le ciel méditerranéen, L’Harmattan 1998.
Caty R. pertenece a los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y la fuente.
Rebelión
Traducido por Caty R.
El desarrollo de la transmisión por satélite, la multiplicación de las cadenas transfronterizas y otros canales de difusión como Internet, correo electrónico, blogs y también el fax o el teléfono móvil, llevó a los sociólogos y analistas políticos a celebrar la llegada de una “sociedad de la información” como la marca característica del siglo XXI, el fracaso del totalitarismo y el fin de la democracia neoliberal.
No obstante, el aumento del control de los vectores de información por parte de los grandes conglomerados industriales, la importancia que han adquirido las estrategias de comunicación en detrimento de la información propiamente dicha, la endogamia creciente entre los medios de comunicación y la política, así como la interactividad entre los protagonistas de estos sectores, tienden a relativizar esa primera afirmación hasta el punto de que se plantea la cuestión de la viabilidad de un debate democrático en una sociedad donde los principales vectores de información están dominados por los poderes del dinero y la promoción de intereses privados.
En este contexto la lengua, medio de comunicación e intercambio por excelencia, se convierte en una marca de identidad cultural según la terminología o el acento utilizados por el locutor.
El hundimiento de la ideología de dimensión humanista, útil contrapeso de la hegemonía capitalista, aceleró esta evolución hasta el punto de que hoy el lenguaje aparece como un temible instrumento de selección y discriminación, de dominación y exclusión.
I. EL DEBATE DEMOCRÁTICO ANTE LA PROFUSIÓN DE INFORMACIÓN. LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN O LA ALDEA GLOBAL
En la historia de la humanidad la información nunca ha sido tan abundante e instantánea, hasta el punto de que la información globalizada, al suprimir las fronteras físicas y lingüísticas, ha transformado el planeta en una “aldea global”.
Todos los grandes acontecimientos mundiales se viven casi en una comunión universal, (Mundial de fútbol, Juegos olímpicos, grandes catástrofes naturales como el Tsunami en Asia en diciembre de 2004 y el huracán Katrina del verano de 2005 al sur de Estados Unidos, las dos guerras de Iraq en 1990 y 2003, y el derrocamiento de la estatua del presidente iraquí Sadam Husein en abril de 2003).
Desde la revolución tecnológica que se operó hace veinte años los canales de información continua han sustituido a las cadenas generalistas (CNN en Estados Unidos, LCI y France Info en Francia) desarrollando programas interactivos con intervenciones de los telespectadores en los debates políticos, induciendo antes del fin de las emisiones a un debate participativo.
En Francia el ejemplo más evidente se desarrolló en TF1 con motivo del debate sobre el referéndum constitucional, en abril de 2005, entre el presidente Jacques Chirac y un grupo de jóvenes, así como en la campaña presidencial francesa de 2007, también en TF1, con la emisión “tengo una pregunta para usted”, donde el candidato a la elección presidencial se enfrentaba durante 90 minutos a una muestra representativa de la población francesa.
Incluso la prensa escrita ha introducido un cambio y ha añadido a su publicación de papel una edición electrónica, dando así la posibilidad de que un grupo de lectores más amplio, más allá de los océanos, acceda a la información del diario.
En Francia, por ejemplo, los grandes periódicos parisinos se pueden consultar electrónicamente desde África o Asia, soslayando la censura generalmente en vigor en los países autoritarios. En el mundo árabe, donde la censura es la norma, el periódico Al-Qods Al-Arab, diario crítico del mundo árabe, brinda diariamente la hospitalidad de sus columnas a algunos de los principales intelectuales árabes proscritos y así evita, desde Londres, las restricciones decretadas por los gobiernos.
Del mismo modo, junto a la prensa de pago, se ha desarrollado en los países occidentales una prensa gratuita que amplía la oferta de información. Además se instituyó un servicio de mensajería a la carta para los usuarios de teléfonos móviles.
A. ¿Sobreinformación o desinformación?
Pero, ¿la concertación mediática y la profusión de información contribuyen sin embargo a un mejor conocimiento de los problemas? ¿A una mejor difusión del conocimiento? ¿Contribuyen a una mejora del debate democrático? ¿La sobreinformación favorece la información o desemboca en la desinformación?
En los años ochenta, cincuenta megacompañías dominaban el panorama mediático en Estados Unidos, pero menos de diez años después ya no permanecían más que veintitrés para un dominio similar. “La ola de enormes mercados concluida en los años noventa y la rápida globalización dejaron la industria mediática centralizada en nueve conglomerados internacionales: AOL-TimeWarner, Viacom CBS) News corporation, Bertelsman (Alemania), General Electric (NBC), Sony, ATT-LIBERTY Media y Vivendi Universal France).
Cuatro de ellos (Disney, AOL Time Warner, Viacom y News corporation) controlan todo el ciclo de la producción (películas, libros, revistas, periódicos, programas de televisión, música, vídeo y juegos) y la distribución (radio, cable, grandes superficies y multicines)” (1).
Pero esta concentración mediática, por muy impresionante que sea y con las inmensas posibilidades de difusión que guarda, ¿contribuye a una mejora de la información al ciudadano y al debate democrático?
La respuesta sólo puede ser parcial a juzgar por los disgustos registrados, tanto por Estados Unidos como por Francia, en dos momentos claves de su historia contemporánea: la guerra de Iraq para Estados Unidos y el referéndum sobre la Constitución Europea para Francia.
B. Estados Unidos y la guerra de Iraq
Estados Unidos se dio un baño de fervor nacionalista basado en el horror de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra los símbolos de la hiperpotencia estadounidense, las Torres Gemelas (Twin Tower) en Nueva York y el Pentágono en Washington. Ese entusiasmo, por otra parte, se fomentó por los medios de comunicación con una amplia difusión de las escenas de horror y los comentarios consecuentes.
La unanimidad nacional alcanzó su paroxismo durante la guerra de Afganistán, en octubre-noviembre de 2001, emprendida por Estados Unidos con la fianza de la ONU y percibida por la opinión estadounidense e internacional como la represalia por los atentados del 11 de septiembre.
Esa unanimidad se reprodujo con el mismo entusiasmo durante la guerra de Iraq emprendida dos años más tarde, en marzo de 2003, gracias, especialmente, al trabajo de movilización de la prensa estadounidense, aunque la guerra de Iraq se acometió sin el apoyo de las Naciones Unidas. Los grandes medios de comunicación de Estados Unidos retransmitieron durante mucho tiempo las tesis de la administración neoconservadora estadounidense antes de reconsiderar sus posiciones por los sinsabores militares de EEUU sobre el terreno: el saqueo del Museo de Bagdad, las torturas en la prisión de Abu Ghraib y las revelaciones de las mentiras de la guerra (ausencia de armas de destrucción masiva o relación del régimen de Sadam Husein con la organización Al Qaeda).
La periodista estrella del New York Times Judith Miller, una de las propagandistas más activas de la falsa tesis de las armas de destrucción masiva en Iraq, ha sido despedida de su periódico y grandes diarios como el Washington post y el citado New York Times han reconocido públicamente sus errores.
Eso no impide que durante la guerra de Iraq los medios de comunicación estadounidenses fueran cómplices de la mayor mistificación de la opinión pública retransmitiendo, sin la menor contención y durante un largo período, la propaganda de guerra del presidente George Bush jr.
La guerra de Iraq ha mostrado públicamente la connivencia entre el poder político y el mundo mediático en detrimento de la democracia.
C. Francia y el referéndum de la Constitución Europea
Los dirigentes de las principales formaciones políticas y casi la totalidad de los comentaristas importantes de los grandes medios de comunicación se pronunciaron a favor de la Constitución Europea tachando de arcaicos a sus opositores, aunque el texto sometido a referéndum fuera largo, denso, confuso e inaccesible para el lector de a pie.
Los partidarios del Sí -grandes magnates de la prensa e importantes dirigentes políticos- fueron rechazados de forma ostensible, pero no se pusieron en entredicho sus métodos de funcionamiento.
En el caso de Francia, aunque la connivencia es tan manifiesta como en Estados Unidos, la desaprobación está más marcada.
Al contrario que en Estados Unidos, los grandes medios de comunicación franceses como Le Monde o TFI nunca han formulado la menor autocrítica, ni por la guerra de Iraq, ni por la campaña del referéndum europeo o por la cobertura de la anterior campaña presidencial francesa, la de 2002 donde, contra todo pronóstico, el jefe de la extrema derecha francesa, Jean Marie Le Pen, líder del Frente Nacional, desbancó, en la primera vuelta de las elecciones, al Primer Ministro Lionel Jospin, candidato del partido socialista, eliminando a la izquierda de la primera competición importante del siglo XXI.
El diario Le Monde nunca dio una explicación sobre la sonora frase publicada por su ambicioso director según la cual “todos somos estadounidenses” tras los atentados del 11 de septiembre. Tampoco nadie le pidió explicaciones por erigirse en portavoz de todos los franceses sin que nadie lo eligiera. Seis años después de esa profesión de fe, mientras Estados Unidos se atasca en el cenagal iraquí, el Sr. Colombani ha cesado en su cargo, en junio de 2007, por un voto de desconfianza de los periodistas de su empresa que se han opuesto a la prórroga de su mandato.
Anteriormente se demostró la manipulación de Patrick Poivre d’Arvor, presentador estrella de TFI, la cadena de televisión más importante de Europa, sin que eso le haya acarreado el menor descrédito. Poivre d’Arvor se atribuyó abusivamente una entrevista del dirigente cubano Fidel Castro sustituyendo su imagen por la del entrevistado y reformulando las preguntas con el fin de dar a la entrevista un sello personal.
Jean Marie Colombani y Patrick Poivre d’Arvor fueron citados en los procesos relacionados con el asunto Pierre Botton, ex yerno del antiguo diputado chiraquiano de Lyon Michel Noir, sin que tampoco eso obstaculizara sus fulgurantes carreras. Poivre d’Arvor incluso fue condecorado con la insignia de caballero de la orden del mérito, en marzo de 2007, por el ministro de Cultura Renaud Donnedieu de Vabres, sin duda como reconocimiento por su contribución a la deontología del periodismo.
Por su parte Serge July, fundador del antiguo diario de izquierda Libération, en vez de preguntarse por su falsa percepción de la sociedad francesa, permanece clavado en su despacho tras el fracaso del referéndum constitucional europeo de mayo de 2005, acusando de todos los males a sus compatriotas, sin la menor crítica hacia los dirigentes que redactaron un texto largo y complejo, sin molestarse en hacer ninguna pedagogía política sobre el alcance y significado de la construcción europea e incluso sin la pretensión de cuestionar al presidente Jacques Chirac por su demagógica maniobra que instrumentalizó la apuesta europea y el referéndum constitucional para recobrar popularidad en la escena política local después de sus amarguras electorales.
Así, dos veces en cinco años, la clase político-mediática francesa ha sido desaprobada sin que eso implique una reforma de las relaciones entre el poder político y los medios de comunicación, hasta el punto de que, a juzgar por el número de emparejamientos cruzados entre políticos y periodistas, parece que se está desarrollando una tendencia a la endogamia.
Los medios de comunicación franceses se declaran y se consideran un “contrapoder” , pero “la prensa escrita y audiovisual está dominada por un periodismo servil, por grupos industriales y financieros, por un pensamiento mercantil, por redes de connivencia (…) Entonces, en un perímetro ideológico minúsculo, se multiplican las informaciones excluidas, los participantes permanentes, las notoriedades indebidas, los enfrentamientos artificiales, los servicios recíprocos (…) un pequeño grupo de periodistas omnipresentes –que consolidan el poder mediante la ley del silencio- impone su definición de la información-mercancía en una profesión cada vez más debilitada por el temor al desempleo. Estos alguaciles del orden son los nuevos perros guardianes de nuestro sistema económico” . Esta acta demoledora se vincula por momentos con la realidad. Ha sido elaborada por un periodista del mensual Le Monde diplomatique, Sarga Halimi, en un opúsculo de título devastador, Les Nouveaux Chiens de Garde (Los nuevos perros guardianes) (2).
El colmo de la coincidencia del periodismo con el poder político es el periodismo embedded , literalmente “en la misma cama”, durante la guerra de Iraq. Esta proximidad fue juzgada malsana por un buen número de miembros de la profesión, ya que falseaba el espíritu crítico en la medida en que se incorporaba al periodista literalmente con respecto a su observación, sin el menor distanciamiento. Con la inmersión total en el planteamiento y el combate de su coinquilino de tanque, inevitablemente se deterioraba su capacidad de valoración. Esta técnica consiguió retrasar, sin cancelarla completamente, la valoración objetiva de una política, como fue el caso en la invasión estadounidense de Iraq en marzo de 2003.
II. LAS CIFRAS DE LA PUBLICIDAD Y EL NEUROMARKETING (*)
La comunicación tiende sustituirse por la información y sus derivados nos devuelven a la propaganda básica de los regímenes totalitarios que los países democráticos se supone que combaten. Spin doctor’s, es el nombre que se da en Estados Unidos y Reino Unido a sus “maestros del engaño” encargados de gestionar la opinión pública.
A finales de los noventa el presupuesto estadounidense de la industria de las relaciones públicas sobrepasó el de la publicidad. Según un estudio de John Stauber y Sheldon Rampton, considerados los mejores especialistas de la profesión y coautores de una notable obra sobre la cuestión: Toxic sludge is good for you (La intoxicación es buena para ti, N. de T.), Common Courage presse 1995, el número de empleados de las agencias de relaciones públicas (150.000) sobrepasa el de los periodistas (130.000).
En Estados Unidos el 40% de lo que se publica en la prensa se reproduce directamente, sin alteraciones, en los comunicados de “Public relations” afirma Paul Moreira, productor de la emisión de referencia de Canal+ y autor de la documentada obra Les nouvelles censures -dans les coulisses- de la manipulation de l’information (Las nuevas censuras -entre bastidores- de la manipulación de la información), Ed. Robert Laffont, febrero 2007.
Dos cifras bastan para caracterizar al imperio de los medios de comunicación: viven dos tercios de la publicidad y gastan cada año el doble del presupuesto del estado francés. A escala mundial el volumen de negocios de la televisión, aparte de las subvenciones, se acercó a 220.000 millones de dólares en 2006, de los cuales alrededor de 160.000 millones se financiaron por la publicidad, lo que representa el 70%. El volumen de negocios mundial de los diarios y revistas se acercó en 2006 a 275.000 millones de dólares, de los cuales unos 175.000 millones corresponden a la publicidad, lo que representa un 65%, y subiendo, con un máximo del 88% en Estados Unidos. Si añadimos las emisoras de radio, tendremos unos 540.000 millones de dólares al año, o sea, casi el doble de los gastos anuales del estado francés.
Entertainment (entretenimiento) como herramienta y advertising (publicidad) como finalidad. El objetivo no es informar, sino llamar bastante a la atención para colar el verdadero producto: la publicidad. La “información” que va incluida no es más que un excipiente cuyo objetivo no es informar sino llamar a la atención y transportar mensajes publicitarios. La información se convierte en infotainement, una información de entretenimiento, lo que explica que en Francia las grandes emisiones políticas de las décadas anteriores, como la “Hora de la verdad” en France2, hecha por periodistas desde hacía tiempo, cedió el lugar a las emisiones de entretenimiento. Los políticos prefieren, y con mucho, pasar por los animadores Michel Drucker o Marc Olivier Fogiel para promover sus ideas
El “tiempo de cerebro humano disponible” (**) del lector o telespectador engulle cada año mensajes interesados por valor de 400.000 millones de dólares, ¿emitidos por quién? De los 360.000 millones que proporciona la publicidad a los antiguos medios de comunicación, según un documento del grupo Lagardère, 160.000 millones, lo que representa un 44%, “son asignados” por los siete primeros grupos de publicidad, que hacen un volumen de negocios directo de cerca de 50.000 millones.
La captación del imaginario y el condicionamiento psicológico de los consumidores se hace a una edad cada vez más precoz. Según un estudio de un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford (California), el 48% de los niños entre 3 y 5 años están condicionados por la publicidad en su gusto alimentario. El director del equipo, el Doctor Thomas Robinson, jefe del departamento de pediatría de la Facultad de medicina de Stanford, cuyas conclusiones se publicaron en agosto de 2007 en la revista The Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, recomienda “controlar e incluso rechazar la publicidad y la comercialización de productos altos en calorías y de escaso valor alimenticio o prohibir toda comercialización dirigida directamente a los niños”, ya que los investigadores consideran que esa publicidad es “esencialmente desleal” (inherently unfair), porque “los menores de 7 u 8 años son incapaces de comprender los objetivos persuasivos de la publicidad”.
Con el lanzamiento de la campaña presidencial francesa en 2007 los publicistas han afinado sus investigaciones y sus objetivos. Se han volcado en el neuromarketing, una técnica para determinar la combinación ideal de medios de comunicación que permita mejor la penetración del mensaje. En resumen: “qué medios de comunicación elegir para que mi publicidad penetre bien en la cabeza del consumidor”. En la jerga profesional, el estudio puede determinar el impacto de un anuncio en la “memoria explícita” (la memoria consciente) así como en la “memoria implícita”, lo que el cerebro registra a espaldas de la persona.
Ciertamente la multiplicación de las fuentes de información es la garantía de la democracia, ya que permite la formación de una opinión libre cotejando los conocimientos. Pero la profusión de los vectores hegemónicos en su enfoque globalizador (con el control del continente, el contenido, la producción y la distribución), lleva en sí misma el riesgo de una desviación de la democracia por las manipulaciones que los operadores del campo mediático pueden intentar para la satisfacción de objetivos personales que pueden revelarse, por repercusión, nefastos tanto para la libertad de pensamiento como para la democracia.
III. LA LENGUA COMO MARCADOR DE IDENTIDAD CULTURAL O LA GUERRA SEMÁNTICA
La lengua es un marcador de identidad cultural lo mismo que las huellas digitales, el código genético y las medidas antropométricas son marcadores biológicos y físicos. El acento, el uso de los términos y el tono revelan la identidad cultural de la persona.
Bajo una apariencia engañosa (términos generales, planos e impersonales) se codifica y apacigua la lengua. Se convierte entonces en un temible instrumento de selección y discriminación. Un “plan social” remite a una realidad inmaterial contraria al doloroso término de “despido masivo”.
Al igual que “externalización y subcontratación”, operadores que funcionan fuera de las normas de la legislación social, “deslocalización”, “optimizar el rendimiento” que es la explotación salvaje de la mano de obra barata de países pobres y a menudo dictatoriales, sin la menor protección social, o por fin “privatización”, operación que consiste muchas veces en transferir a los capitalistas empresas de servicios sociales a menudo reflotadas por los caudales públicos, es decir, los contribuyentes.
Incluso en el discurso político la lengua se esteriliza hasta el punto de que el antiguo Primer Ministro socialista Pierre Mauroy acusó al candidato socialista a las elecciones presidenciales de 2002, Lionel Jospin, de borrar de su discurso la palabra “trabajadores”. En la lengua convencional se prefiere el pudoroso término “gente de condición modesta” al expresivo “pobres” así como para el tándem “excluidos” y “explotados”. O también clases (que sugiere idea de lucha) y capas sociales. Capas, como capas de pintura.
El lenguaje es connotativo. El único lícito es el LQR Lingua Quintae Respublicae (3), en boga durante la V República Francesa, aprobado y sellado. Cualquiera que recurra a una lengua personalizada forjada en un vocabulario que le sea propio, se arriesga al ostracismo, a ser señalado con el dedo, a que lo ridiculicen y lo tachen de tarado irremediable: “obsoleto”, “indeseable”, etcétera.
El lenguaje sustituye las palabras de la emancipación y la subversión por las de la conformidad y la sumisión. Se habla de flexibilidad en vez de precariedad, en un país que instituyó la renta de situación como un privilegio vitalicio, especialmente en la alta función pública. Los altos funcionarios disfrutan de una renta de situación vitalicia pero a cualquiera que se atreva a señalar esta incongruencia se le acusa de hacerle la cama al “populismo”.
Lo mismo ocurre en el ámbito diplomático: “el problema” de Oriente Próximo o “la cuestión” del Este.
Para un problema la respuesta es única, el problema abre la vía a los expertos que deben aportar técnicamente la solución. Pero la cuestión del Este es más confusa. Una cuestión sugiere respuestas múltiples e implica la ausencia de solución inmediata. Según utilicen un término u otro se les calificará de “modernos y dinámicos” o de “obsoletos”.
Un ejemplo: Le Figaro del 28 de agosto de 2004 ponía en titulares “La confesión del presidente Bush” sin precisar en qué consistía esa confesión, con respecto a qué. Diez años antes, cualquier otro diario complaciente habría titulado: “El presidente Bush admite que sus previsiones en Iraq han fracasado”. Pero si, para su desgracia, un periodista audaz hubiera titulado la verdad estricta: “Bush, el gran perdedor de la guerra de Iraq”, se le habría acusado inmediatamente de “antiestadounidense primario”.
La neolengua resulta de la presencia cada vez mayor de economistas y publicitarios, como responsables en el circuito de la comunicación, que garantizan una instalación gradual del pensamiento neoliberal.
Guerra psicológica tanto como semántica, la guerra mediática tiene por objeto someter al receptor a la propia dialéctica del emisor, en este caso la potencia emisora, imponiéndole su propio vocabulario y, más allá, su propia concepción del mundo.
Si la difusión hertziana es el arma menos contaminante en cuanto a la ecología, en cambio es la más corrosiva en cuanto al espíritu. Su efecto es a largo plazo. Las interferencias operan un condicionamiento lento para terminar por subvertir y forjar el modo de vida y el imaginario creativo de la colectividad humana específica. No hay rastros de daños inmediatos o colaterales. No son necesarios ni una intervención quirúrgica ni un golpe en la frente. En la guerra de las ondas dominan lo imperceptible, la insidia, el engaño y lo subliminal. ¿Quién se acuerda de Tal Ar-Rabih (la colina de la primavera)? Casi un siglo de emisiones sucesivas y repetitivas disipó este nombre melodioso, sinónimo de suavidad de vivir, para sustituirlo en la memoria colectiva por una nueva realidad. Tal Ar-Rabih ya se conoce en todo el mundo, incluso por las nuevas generaciones árabes, por su nueva designación hebraica, Tel Aviv, la gran metrópoli israelí. El trabajo de zapa es permanente y el combate desigual.
Lo mismo ocurre con las expresiones connotativas: el exterminio de una población debido a sus orígenes se llama en francés genocidio (genocidio armenio en Turquía, genocidio de los tutsis en Ruanda). Elegir la expresión hebraica del término bíblico de Shoah (holocausto) señala la pertenencia al campo pro israelí.
Israel nunca ha reconocido el carácter genocida de las masacres de armenios en Turquía a principios del siglo XX, seguramente para señalar el carácter único de las persecuciones de las que fueron víctimas los judíos en Europa: primero los pogromos de finales del XIX en Rusia y luego en Alemania y Francia durante la Segunda Guerra Mundial (1939-45).
Están también los términos antisemitismo y racismo. Árabes y judíos son semitas, pero el antisemitismo sólo se refiere a los judíos para distinguirse de los otros, mientras que el racismo engloba a árabes, negros, musulmanes, asiáticos, etcétera. El propio presidente Jacques Chirac al fustigar “el antisemitismo y el racismo” en su discurso de despedida el pasado 27 de marzo, consagró en el orden subconsciente un racismo institucional.
Hasta ahora los países occidentales en general, y Estados Unidos en particular, han ejercido el monopolio de la información, un monopolio considerablemente propicio a las manipulaciones del espíritu que no obstante se rompió en dos ocasiones con consecuencias perjudiciales para la política occidental: la primera vez en Irán en 1978-79, con la “Revolución de los casetes” en los que se registraron los sermones del ayatolá Jomeini en su exilio de Francia y se comercializaron desde Alemania para levantar a la población iraní contra el Sah de Irán; y la segunda vez con motivo del Irangate en 1986, el escándalo de las ventas de armas estadounidenses a Irán para financiar a la contra nicaragüense, que estalló públicamente como consecuencia de una filtración en el diario de Beirut As-Shirah, poniendo en un serio aprieto a la administración republicana del presidente Ronald Reagan.
Salvo estos dos casos, Estados Unidos ha buscado constantemente volver inaudibles a sus enemigos, si es preciso desacreditándolos con sus poderosos enlaces locales o internacionales, ampliando al mismo tiempo su ofensiva mediática, ahogando a la audiencia en una riada de información y practicando la desinformación a través de la pérdida de referencias debida a la superinformación con el fin de convertir a los oyentes y lectores en perfectos “analfabetos secundarios”, parafraseando al alemán Hans Magnus Einsensberger (4).
“No analfabetos o incultos, sino seres etimológicamente en proceso de desorientación, psicológicamente condicionados y reorientados en el sentido deseado. Puro producto de la industrialización, de la hegemonía cultural del norte sobre el sur, de la imposición cultural como un preludio de la invasión y el enriquecimiento de los mercados, el analfabeto secundario no es digno de lástima, la pérdida de memoria de la que adolece no le hace sufrir, su falta de perspectivas le hace las cosas fáciles”.
Se produce una inversión radical del esquema económico y la ley de la oferta y la demanda deriva hacia un método radicalmente diferente: ahora la fabricación del deseo de consumo determina la actividad de la empresa. Ya no es el consumidor quien marca el ritmo de la producción, sino el productor quien orquesta el deseo de consumo. El control del aparato de producción ya tiene menos importancia que el control de la demanda de consumo.
El ciudadano activo cede así el paso al consumidor pasivo, el aventurero de espíritu al devorador de televisión, el periodista al animador de entretenimiento, el dueño de prensa al capitalista, lo que implica el deslizamiento del periodismo hacia el reino del infotainement, neologismo procedente de la contracción de información y entertainment (entretenimiento en inglés). La globalización de los flujos de información permite así la infusión intravenosa continua de noticias de la prensa y, en consecuencia, la sedentarización profesional de la información, última etapa del analfabetismo secundario.
No obstante, la violación del mundo por la publicidad y la propaganda con su profusión de sonidos e imágenes en el paisaje urbano, en las pantallas, en la prensa y en los hogares, choca con resistencias dispersas pero firmes. Así como el monopolio del conocimiento por la tecnocracia se contradice en el ámbito internacional por contrapoderes, especialmente protagonistas paraestatales (Greenpeace, Médicos sin Fronteras, Confederación campesina), multiplicando las fuentes de información no controladas, también la informática ha desarrollado en la información una esfera de autonomía contestataria contra el orden mundial estadounidense.
Cada descubrimiento tecnológico se celebró con un redoble. Al casete del tiempo de la revolución jomeinista le sucedió el fax, luego los sitios de Internet, el blog y el periódico electrónico, cuyo desarrollo se aceleró desde la guerra de Iraq y la última campaña presidencial de George Bush jr. (2004); redobles que resuenan como señales de una venganza del espíritu contestatario y de la esfera de la libertad individual, en reacción al aporreamiento de la propaganda y la concentración capitalista de los medios de comunicación.
(1) Noam Chomsky y Edward Herman The manufacturing consent-La Fabrique de l’Opinion publique, la politique économique des médias americains, Ed. Le Serpent à plumes (2003).
(2) Serge Halimi Les Nouveaux Chiens de Garde, éditions Raisons d’agir, 2ª edición, 2005.
(3) LQR «Lingua Quintae Respublicae», por Eric Hazan, ed. Raisons d’agir, 2006.
(4) «Analfabetos secundarios», expresión del alemán Hans Magnus Enzensberger, autor de Médiocrité et folie Ed. Gallimard-1991, también en Aux ordres du Nord, l’ordre de l’information de Jacques Decornoy y en el bimestral del diario Le Monde «Manière de voir» N°74 «les 50 ans qui ont changé notre Monde».
Notas de la traductora:
(*) El neuromarketing es la ciencia que permite controlar las decisiones de consumo del cliente mediante técnicas que pueden considerarse agresivas para la intimidad de las personas. La neurología y la psicología se han aliado con la gran industria para llegar a las emociones personales y orientarlas hacia productos del mercado. Se trata de la última versión de la percepción subliminal, explica Le Monde, que señala el objetivo último de neuromarketing: impregnar el cerebro de publicidad sin que la persona pueda darse cuenta.
(**) “…ahora bien, para que un mensaje publicitario sea percibido es necesario que el cerebro del telespectador esté disponible. Nuestros programas tienen por vocación hacer que esté disponible: es decir, divertirlo, relajarlo para prepararlo entre dos mensajes [publicitarios]. Lo que vendemos a Coca-cola es el tiempo disponible del cerebro humano...” (Patrick Le Lay, gerente general de la cadena francesa de televisión TF1).
Texto original en francés:
http://renenaba.blog.fr/2007/09/15/media_et_democratie_les_medias_comme_veh~2984207
René Naba es un periodista francés de origen libanés antiguo responsable del mundo arabo-musulmán en el servicio diplomático de la Agencia France Presse y ex consejero del Director General de RMC/Moyen-Orient, encargado de la información.
Su próximo libro, en preparación, se titula Il était une fois la dépêche d’agence, Editions l’Armoise- 8, Rue des Lions Saint-Paul, 75004 Paris, septiembre de 2007.
Es autor de las siguientes obras:
Aux origines de la tragédie arabe, Éditions Bachari 2006.
Du bougnoule au sauvageon, voyage dans l’imaginaire français, L’Harmattan 2002.
Rafic Hariri, un homme d’affaires, Premier ministre, L’ Harmattan 2000.
Guerre des ondes, guerre de religion, la bataille hertzienne dans le ciel méditerranéen, L’Harmattan 1998.
Caty R. pertenece a los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y la fuente.
¿Caminando hacia el precipicio?
Juan Ignacio Ramos
La crisis hipotecaria desata el pánico en las bolsas, estrangula el crédito y amenaza con provocar una recesión mundial
La economía mundial está recorrida por un escalofrío helado. Lo que muchos temían, otros venían advirtiendo y otros más numerosos aún no querían reconocer, finalmente se ha producido: la burbuja inmobiliaria estadounidense ha estallado arrastrando a la bancarrota a decenas de entidades crediticias norteamericanas, y obligando a los Bancos Centrales de las potencias más importantes del planeta a proceder a una inyección de liquidez, cercana al medio billón de dólares, para evitar un estrangulamiento del crédito y el derrumbe del sistema financiero.
Créditos y deudas
Según el Centro de Estudios de la Vivienda de la Universidad de Harvard, el sector de la vivienda en EEUU supone en la actualidad más del 25% de su PIB. Entre 2001 y 2006 el sector generó un tercio del empleo creado y casi la mitad del gasto en consumo.
Al considerar la magnitud de estas cifras es evidente que las autoridades económicas de los países capitalistas desarrollados han estado mintiendo como bellacos cuando minimizaban el problema de la burbuja inmobiliaria.
Lo cierto es que el crecimiento económico de EEUU y del mundo entero se ha basado en estos últimos cinco años en un recurso permanente al crédito y por tanto al endeudamiento de empresas y particulares. De esta manera el consumo interno se ha convertido en el componente que más aporta al PIB de los EEUU, y en la clave del crecimiento económico mundial por su capacidad para absorber una ingente masa de bienes de consumo provenientes de China y Europa.
En los últimos años se han concedido billones de dólares en créditos hipotecarios a intereses bajos en los EEUU. Tan sólo en los dos últimos años las instituciones de crédito estadounidenses han otorgado hipotecas por más de 3 billones de dólares (1,25 veces el presupuesto anual de EEUU que es de 2,4 billones de dólares). Según The Wall Street Journal, entre junio de 2003 y junio de 2004 las tasas de interés de estos créditos oscilaron en torno al 1%. Pero el recurso al crédito se disparó para cualquier actividad, la compra de bienes de consumo, como automóviles, productos del hogar, informática y, por supuesto, acciones en bolsa, millones de acciones, muchas de ellas de empresas ligadas directamente al sector inmobiliario. De hecho, una parte de todo este consumo se ha financiado a través de rehipotecas que se concedían a partir del previsible crecimiento del precio de las viviendas en un mercado inmobiliario enfebrecido.
Gracias a estos mecanismos, la burbuja inmobiliaria se transformó en una gigantesca ola especulativa financiera que proporcionó extraordinarios beneficios a los fondos de inversión vinculados al sector. Pero los tenedores de estos fondos, muchos de ellos fondos basura o Hedge Funds implicados en hipotecas de alto riesgo, jamás pensaron que se produciría un incremento exponencial de los impagos hipotecarios. Este verano la burbuja ha pinchado acabando con este círculo vicioso de especulación y estafa descarada, arrastrando a toda la economía mundial.
Fondos de inversión basura
En la actualidad el patrimonio mundial en fondos supera los 17 billones de euros; un 11,3% de esta asombrosa cantidad es gestionado por fondos de origen europeo, frente al 52% que gestionan los fondos estadounidenses. El 48% está invertido en renta variable, el 18% en renta fija y el 10% en fondos mixtos. Respecto a los Hedge Funds o fondos basura, su número, que apenas llegaba a los 300 en 1990, en la actualidad supera los 8.500 con un valor patrimonial superior de 1, 2 billones de euros.
El crecimiento de estos fondos basura revela la decadencia y podredumbre del sistema capitalista y el predominio absoluto del capital especulativo sobre el productivo. En realidad la cotización de estos fondos no tiene nada que ver con el incremento de la producción o la economía real, pero sí mucho con la forma de actuar del conjunto del sistema crediticio, esto es, de la gran banca mundial que es la auténtica responsable e inductora del fenómeno. Veamos como funciona el entramado.
Cuando los bancos otorgan hipotecas en su gran mayoría las vende inmediatamente en el mercado secundario. Los bancos cobran una comisión por la hipoteca y al tiempo logran traspasar el riesgo de un préstamo en mora a otras manos. De esta manera tan sencilla los créditos concedidos desaparecen de los balances de los bancos. Las hipotecas se venden en el mercado en forma de paquetes de hipotecas de diferentes niveles de riesgo que son evaluados por las agencias dedicadas a estos menesteres (agencias de rating) y comprados por los fondos de inversión internacionales. El valor de estos paquetes queda sujeto a la calificación que le otorgan las agencias o la demanda. Como son paquetes mixtos, no sólo créditos hipotecarios, es difícil conocer inmediatamente su riesgo, que queda oculto durante el tiempo que las hipotecas se paguen. Pero cuando las hipotecas de alto riesgo a las que están vinculadas se dejan de pagar, las pérdidas acaban apareciendo. Eso es lo que ha ocurrido de forma masiva en estos últimos meses. El engaño es tan grande, es tan descarado, que las mismas agencias de rating que calificaban estos fondos se han visto obligadas a realizar una rebaja en la calificación que afecta a ¡¡mil de estos fondos!! La consecuencia es lógica: el pánico en las bolsas se desata, las quiebras de las agencias hipotecarias se multiplican y se reduce el crédito disponible.
El fenómeno de los Hedge Funds llegó a sus mayores dimensiones en 2005 cuando el volumen de hipotecas de alto riesgo rozó los 600.000 millones de euros, casi el 10% del mercado hipotecario estadounidense.
El mercado inmobiliario: de la exhuberancia a la catástrofe
El valor del mercado hipotecario residencial en EEUU se estima en 10,9 billones de dólares. Las hipotecas subprime, de alto riesgo, representan un 12% del total, con 1,3 billones de saldo vivo. Dos terceras partes de los créditos para vivienda están contratados por los estadounidenses con bancos comerciales y el resto con pequeñas entidades que actúan como intermediarios y que se aprovecharon de la burbuja inmobiliaria para hacer caja.
La catástrofe inmobiliaria norteamericana que se preparaba fue anunciada ya el año pasado en el Estado de Florida. Las ventas de viviendas en Florida cayeron el 31% en el 2006 tras años de subidas de dos dígitos, alimentadas por créditos concedidos alegremente por los bancos a unos tipos de interés teasers -coquetos, en su traducción literal-, muy reducidos durante los primeros meses del crédito de vigencia, y mucho más altos después. Se trataba de captar nuevos mercados de compradores de casas, especialmente entre trabajadores inmigrantes con bajos sueldos. Según los datos manejados por The Miami Herald, al ritmo actual de ventas, la oferta de apartamentos en Miami tardaría 64 años en ser absorbida por el mercado.
La amenaza para bancos e inmobiliarias de EEUU por la sobreoferta de apartamentos, que en los últimos cuatro años creció un 150%, es muy grande. Se trata de un fenómeno muy similar al exceso de oferta de oficinas que condujo el colapso inmobiliario y a la recesión en Japón a finales de los años ochenta y de la que todavía no se ha recuperado.
Finalmente, las ejecuciones por impago de hipotecas de alto riesgo aumentaron más del 50% en el último año provocando que cerca de medio centenar de hipotecas de alto riesgo se declararan en bancarrota. Pero las malas noticias se dispararon en agosto de este año cuado las autoridades informaron que el precio de la vivienda en Florida, California y Arizona cayó como en la gran depresión de 1929.
Los datos son escalofriantes: un 5% de las viviendas con hipotecas en EEUU están sometidas a procedimientos de embargo y se calcula que más de dos millones de propietarios están a punto de perder su vivienda incapaces de hacer frente a las nuevas condiciones de sus hipotecas.
Agosto: el mes del pánico
A partir del 6 de agosto las turbulencias anunciadas meses atrás en la bolsa de Wall Street se concretaron con el desplome de los fondos de inversión ligados a las hipotecas de alto riesgo. Pero lo que aceleró la caída fue un informe de la agencia Merrill Lynch en el que se afirmaba que el frenazo inmobiliario era la causa de dos terceras partes de la reducción de los beneficios de las grandes empresas norteamericanas en el segundo trimestre: mientras que las estimaciones preveían un crecimiento promedio de los beneficios en torno al 20%, finalmente la cifra se quedó en el 6%. Por ejemplo, Burlington, la segunda ferroviaria del país, achacó la reducción de sus beneficios al descenso de envíos de materiales y de madera para la construcción de viviendas. Dupont, la tercera química, señaló que la caída de la demanda de hornos, baños y encimeras era en parte la responsable de sus menores resultados.
El titular del 6 de agosto del diario El País, no podía ser más elocuente: "La crisis hipotecaria pone en jaque a EEUU". A partir de eso fecha el pánico se hizo patente en todas las bolsas mundiales y la amenaza de una crisis financiera global obligó a los Bancos Centrales a intervenir con rapidez para asegurar el crédito y evitar la venta masiva de acciones y una bancarrota en cadena que afectase al conjunto del sistema financiero.
El jueves 9 agosto, el Banco Central Europeo (BCE) inyectó 95.000 millones de euros a 49 entidades a un interés del 4%, una cantidad muy superior a la que aportaron al mercado tras la crisis del 11-S. En realidad, ha sido la mayor inyección de dinero de la historia del BCE para apuntalar el mercado bancario de la zona euro. Lo significativo es que la intervención se produjo poco después de que el BNP Paribas, el mayor banco de Francia y segundo de la zona euro, anunciase la suspensión de tres fondos de inversión valorados en 2.000 millones de euros por su vinculación con la crisis del mercado hipotecario de alto riesgo en EEUU.
¿Qué paso en BNP Paribas? Dejemos hablar a sus responsables. El pasado 1 de agosto su presidente, Baudoin Prot, aseguraba que todos los títulos avalados por su banco "Tenían la liquidez totalmente asegurada". El 9 de agosto, BNP suspendía temporalmente la cotización de sus fondos de inversión (Parvest Dynamics ABS, BNP Paribas ABS Euribor y BNP Paribas ABS Eonia), vinculados a títulos hipotecarios de alto riesgo. Los clientes que tenían su dinero en estos fondos no podían sacarlo. "Somos incapaces de calcular el valor de los títulos porque, de pronto, son totalmente invendibles" confesaba un alto directivo del banco citado por El País ese mismo día. Los tres fondos manejaban 2.075 millones de euros pero este montante perdió un 20% de su valor entre el 27 de julio y el 7 de agosto. ¡¡Y esto le ha ocurrido al mayor banco de Francia!!
El titular de El País del 11 de agosto era antológico: "Para evitar males mayores y prevenir una recesión a escala mundial ya han comenzado a escucharse voces que exigen un recorte de los tipos de interés". Es decir, dopar más al mercado inyectando más crédito.
En tres jornadas, el 9, 10 y 13 de agosto, los Bancos Centrales de EEUU, la UE, Canadá, Australia y Japón inyectaron al mercado un total de 266.372 millones de euros. De esa astronómica cantidad, 203.556 correspondieron al BCE. ¿A qué viene esta inyección extraordinaria de liquidez por parte del BCE? La respuesta no es tan compleja: obviamente la economía de Europa está altamente expuesta a la crisis, como ya han tenido que reconocer, a regañadientes, los responsables económicos de la Comisión Europea.
En las jornadas del 9 y 10 de agosto los 15 grandes bancos europeos se dejaron entre un 3% y un 10% en bolsa de su valor y la razón es que muchas entidades europeas han invertido en subprime a través de sus gestoras de fondos. La banca alemana, una de las principales fuentes de financiación internacional ya ha dado muestras de un contagio visible: el tercer banco alemán, el Commerzbank, ha avisado de un recorte de los beneficios y la Federación de Bancos alemanes ha aprobado una línea de créditos para sacar de dificultades al banco IKB, que ha implicado el 20% de sus inversiones en la compra de títulos de alto riesgo (17.500 millones de dólares).
Pero es el conjunto del sistema financiero el que está afectado. El viernes 10 de agosto el Banco de Japón inyecto un billón de yenes, 6.200 millones de euros. Por el momento ha trascendido que los nueve principales grupos financieros de Japón tienen más de 6.000 millones de euros comprometidos en productos respaldados por hipotecas de alto riesgo estadounidenses. El Banco de la Reserva de Australia concedió créditos por valor 3.050 millones de euros y, lo que en un principio se descartó, más tarde se tuvo que reconocer: China también está afectada. El Bank of China reveló fuertes inversiones en hipotecas de alto riesgo, más de 7.100 millones de euros en valores respaldados por hipotecas subprime en EEUU, la mayor cantidad entre los bancos asiáticos.
Pero las malas noticias, las más malas, estaban aún por llegar. El viernes 17 de agosto El País titulaba a toda plana: "Las bolsas de todo el mundo se desploman". En la crónica se afirmaba textualmente: "El agravamiento de la crisis crediticia y el miedo a un parón de la economía desatan una ola vendedora en todo el planeta. La mayoría de los mercados europeos entran en pérdidas anuales, y en la bolsa de Madrid se registra la mayor caída en tres años y medio".
Uno de los economistas jefes de Merrill Lynch, T. J. Bond, no confundir con James Bond, declaró: "La chispa ha saltado en el mercado de hipotecas de alto riesgo en EEUU, pero el fuego se ha extendido mucho más allá".
Como siempre ocurre en estos casos, el pánico se empezó a propagar en Wall Street cuando a última hora del miércoles un analista de Merrill Lynch recomendó vender las acciones de Countrywide Financial, la entidad de crédito hipotecario más grande de EEUU, ante el serio peligro de que la firma entrara en bancarrota por su exposición a las hipotecas de alto riesgo. Para "tranquilizar" a los inversores, la empresa confirmó todas las sospechas al anunciar que había recurrido a un préstamo de más de 8.500 millones de euros de 40 bancos para solventar con urgencia su problema de liquidez. Las acciones de la compañía que habían caído un 13% el miércoles, se desplomaron otro 21% el jueves y a mediodía valían menos de la mitad que a principios del año.
Finalmente Countrywide entró en bancarrota y anunció que eliminaría entre 10.000 y 12.000 empleos en tres meses, el 20% de la plantilla. No obstante, exactamente igual que ocurriera en el crac de 1929 y en todas las crisis bursátiles posteriores, no todos salen perdiendo. Según los datos de la Securities and Exchange Comision (SEC), el organismo regulador del mercado estadounidense, Angelo Mozilo, presidente de la compañía, ha obtenido unos beneficios de casi 10 millones de euros vendiendo acciones de la empresa en jornadas anteriores al desplome de mediados de agosto.
A pesar de que en las dos semanas posteriores parecía que el mercado podía encajar lo sucedido y volver a reencontrar cierto equilibrio, la realidad volvió a demostrar que la crisis era de largo alcance. El viernes 7 de septiembre las bolsas de todo el mundo volvieron a caer estrepitosamente; esta vez la causa, según los diarios especializados, no fue otra que los informes presentados por la administración estadounidense sobre el incremento del desempleo en agosto. El miedo a que la crisis financiera provocará una recesión planeaba ya en todo el mundo.
Crisis en la economía real: la recesión llama a la puerta
Uno de los combustibles que ha permitido la prolongación del crecimiento económico estadounidense, y también el de Europa, ha sido la especulación del sector inmobiliario alimentado por el crédito fácil y barato. De esta forma la causa del derrumbamiento es lo que permitió el crecimiento: un endeudamiento de proporciones históricas. Como Marx afirmó hace 150 años, el crédito actúa como la vara de un hechicero; permite llevar al capitalismo más allá de sus límites naturales durante un tiempo, pero desata fuerzas muy difíciles de controlar.
El mal dato del empleo de agosto en EEUU, una pérdida neta de 4.000 puestos de trabajo, la primera en cuatro años, arrastró a los mercados bursátiles a una caída generalizada. En la industria manufacturera se suprimieron 46.000 puestos de trabajo; en la construcción 22.000 empleos y en el sector público se eliminaron 28.000. En el sector bancario fueron 35.752 los empleos eliminados en ese mes, de manera que en lo que va de año se han destruido en el sector 102.758 puestos de trabajo.
Pero la crisis de empleo en EEUU forma parte de un proceso más amplio que se ha desatado a lo largo de todo 2007. La destrucción de empleo industrial en los países capitalistas desarrollados, que es un síntoma más de que el ciclo ha llegado a su fin y se está transformando en su contrario. Algunas cifras: la industria de la automoción norteamericana (Ford, CM, Chrysler) ha anunciado a lo largo del año 100.000 despidos; en Europa los planes de despidos en el sector superan los 20.000; Dell, el mayor productor mundial de PCs, anuncia 8.000 despidos; Airbus, otros 10.000; Bayer, química, 6.100 despidos; y Unilever 20.000 despidos y el cierre de 50 plantas en cuatro años. La fusión de Alcatel y Lucent, telecomunicaciones, provocará la supresión de 12.500 empleos. Allianz, seguros, 7.500 despidos..., y esto es un pequeño botón de muestra.
Después de años de crecimiento económico basado en el endeudamiento masivo y en la explotación sin misericordia de la clase obrera mundial -sometida a un incremento despiadado de los ritmos de trabajo y de la jornada laboral y obligada a aceptar bajos salarios (tan sólo en Europa su peso en la renta nacional ha caído un 13% desde 1980)-, los tambores de la recesión redoblan.
Los principales organismos económicos internacionales se han visto obligados a rehacer sus previsiones a la baja. La OCDE en su informe de otoño sobre los países del G-7, rebaja una décima su previsión de crecimiento para la zona euro (al 2,6%), y dos para EEUU (al 1,9%). Prevé un crecimiento para Alemania del 2,5%, Francia del 1,3%, Italia 1,8%, Dinamarca 0,6%, Reino Unido 3%. Pero lo más significativo es que según Jean-Philippe Cotis, economista jefe de la OCDE, "La fase de crecimiento en la zona euro parece haber quedado atrás (...) Pese a que la confianza de los consumidores se mantiene alta y el desempleo sigue reduciéndose, la actividad económica se ha frenado".
De hecho, el crecimiento de la zona euro pierde fuelle. En un último informe, los 13 países de la zona euro registran entre abril y junio la peor evolución trimestral desde finales de 2004 (alza de tan sólo el 0,3% del PIB respecto a los tres primeros meses de 2007).
A la OCDE se suma la voz del FMI, la última fortaleza de "sabios" en reconocer lo evidente. El 22 de agosto, John Lipsky, subdirector del FMI, declaraba en Financial Times, que la crisis financiera y bursátil de las hipotecas de alto riesgo "indudablemente reducirá el crecimiento".
Obviamente hipotecas más altas, dinero más caro, depresión del sector inmobiliario..., afectarán muy negativamente al consumo, a la inversión productiva, a los beneficios, al empleo y provocará un afloramiento a la superficie de la crisis de sobreproducción latente. Si la economía estadounidense entra en recesión infectará al conjunto de la economía mundial empezando por China, que se vería sacudida por la caída de la demanda en el mercado estadounidense. La idea de que hay otros relevos a la locomotora norteamericana cada vez es más cuestionada.
La desorientación de muchos estrategas del capital es realmente espeluznante. No saben adónde se dirigen. Algunos, como Sarkozy y Merckel, claman ahora por la "regulación de los mercados" como si el capitalismo no fuera en esencia un sistema anárquico cuyo único motor es la búsqueda del máximo lucro. Otros apuestan claramente por dejar de evitar lo inevitable, como señala The Economist en su edición del pasado 8 de agosto: "Al retrasar la corrección de los excesos pasados inyectando más dinero y estimulando el préstamo, es probable que consiga que la corrección al final sea más dolorosa. El dilema político al que se enfrenta la Reserva Federal no es elegir entre recesión o no, sino entre una recesión tímida ahora o una más dura después".
Lamentablemente, en la izquierda reformista la perplejidad es la misma, y sus lamentos por la ausencia de "controles" que hagan del capitalismo un sistema "más humano" son, sin duda, mucho más bochornos y despreciables
El ritmo de los acontecimientos es difícil de predecir, pero una cosa parece más que probable: la economía mundial se enfrenta a una crisis que puede tener proporciones históricas. La clase dominante de todo el planeta, empezando por la estadounidense, se prepara para salir de ella atacando aún más a la clase obrera en todos los rincones del mundo, y esta receta provocará un estallido en la lucha de clases. La crisis golpeará en la conciencia de millones de jóvenes y trabajadores poniendo aún más de relieve, confirmando aún con más fuerza, que el capitalismo es un sistema senil y decadente que hace ya mucho tiempo dejó de jugar cualquier papel progresista y merece ser derribado. Y en estas condiciones el programa del marxismo revolucionario, del genuino socialismo, se abrirá de nuevo paso entre millones de explotados convirtiéndose en su bandera de lucha. No hay tiempo que perder en la tarea.
La crisis hipotecaria desata el pánico en las bolsas, estrangula el crédito y amenaza con provocar una recesión mundial
La economía mundial está recorrida por un escalofrío helado. Lo que muchos temían, otros venían advirtiendo y otros más numerosos aún no querían reconocer, finalmente se ha producido: la burbuja inmobiliaria estadounidense ha estallado arrastrando a la bancarrota a decenas de entidades crediticias norteamericanas, y obligando a los Bancos Centrales de las potencias más importantes del planeta a proceder a una inyección de liquidez, cercana al medio billón de dólares, para evitar un estrangulamiento del crédito y el derrumbe del sistema financiero.
Créditos y deudas
Según el Centro de Estudios de la Vivienda de la Universidad de Harvard, el sector de la vivienda en EEUU supone en la actualidad más del 25% de su PIB. Entre 2001 y 2006 el sector generó un tercio del empleo creado y casi la mitad del gasto en consumo.
Al considerar la magnitud de estas cifras es evidente que las autoridades económicas de los países capitalistas desarrollados han estado mintiendo como bellacos cuando minimizaban el problema de la burbuja inmobiliaria.
Lo cierto es que el crecimiento económico de EEUU y del mundo entero se ha basado en estos últimos cinco años en un recurso permanente al crédito y por tanto al endeudamiento de empresas y particulares. De esta manera el consumo interno se ha convertido en el componente que más aporta al PIB de los EEUU, y en la clave del crecimiento económico mundial por su capacidad para absorber una ingente masa de bienes de consumo provenientes de China y Europa.
En los últimos años se han concedido billones de dólares en créditos hipotecarios a intereses bajos en los EEUU. Tan sólo en los dos últimos años las instituciones de crédito estadounidenses han otorgado hipotecas por más de 3 billones de dólares (1,25 veces el presupuesto anual de EEUU que es de 2,4 billones de dólares). Según The Wall Street Journal, entre junio de 2003 y junio de 2004 las tasas de interés de estos créditos oscilaron en torno al 1%. Pero el recurso al crédito se disparó para cualquier actividad, la compra de bienes de consumo, como automóviles, productos del hogar, informática y, por supuesto, acciones en bolsa, millones de acciones, muchas de ellas de empresas ligadas directamente al sector inmobiliario. De hecho, una parte de todo este consumo se ha financiado a través de rehipotecas que se concedían a partir del previsible crecimiento del precio de las viviendas en un mercado inmobiliario enfebrecido.
Gracias a estos mecanismos, la burbuja inmobiliaria se transformó en una gigantesca ola especulativa financiera que proporcionó extraordinarios beneficios a los fondos de inversión vinculados al sector. Pero los tenedores de estos fondos, muchos de ellos fondos basura o Hedge Funds implicados en hipotecas de alto riesgo, jamás pensaron que se produciría un incremento exponencial de los impagos hipotecarios. Este verano la burbuja ha pinchado acabando con este círculo vicioso de especulación y estafa descarada, arrastrando a toda la economía mundial.
Fondos de inversión basura
En la actualidad el patrimonio mundial en fondos supera los 17 billones de euros; un 11,3% de esta asombrosa cantidad es gestionado por fondos de origen europeo, frente al 52% que gestionan los fondos estadounidenses. El 48% está invertido en renta variable, el 18% en renta fija y el 10% en fondos mixtos. Respecto a los Hedge Funds o fondos basura, su número, que apenas llegaba a los 300 en 1990, en la actualidad supera los 8.500 con un valor patrimonial superior de 1, 2 billones de euros.
El crecimiento de estos fondos basura revela la decadencia y podredumbre del sistema capitalista y el predominio absoluto del capital especulativo sobre el productivo. En realidad la cotización de estos fondos no tiene nada que ver con el incremento de la producción o la economía real, pero sí mucho con la forma de actuar del conjunto del sistema crediticio, esto es, de la gran banca mundial que es la auténtica responsable e inductora del fenómeno. Veamos como funciona el entramado.
Cuando los bancos otorgan hipotecas en su gran mayoría las vende inmediatamente en el mercado secundario. Los bancos cobran una comisión por la hipoteca y al tiempo logran traspasar el riesgo de un préstamo en mora a otras manos. De esta manera tan sencilla los créditos concedidos desaparecen de los balances de los bancos. Las hipotecas se venden en el mercado en forma de paquetes de hipotecas de diferentes niveles de riesgo que son evaluados por las agencias dedicadas a estos menesteres (agencias de rating) y comprados por los fondos de inversión internacionales. El valor de estos paquetes queda sujeto a la calificación que le otorgan las agencias o la demanda. Como son paquetes mixtos, no sólo créditos hipotecarios, es difícil conocer inmediatamente su riesgo, que queda oculto durante el tiempo que las hipotecas se paguen. Pero cuando las hipotecas de alto riesgo a las que están vinculadas se dejan de pagar, las pérdidas acaban apareciendo. Eso es lo que ha ocurrido de forma masiva en estos últimos meses. El engaño es tan grande, es tan descarado, que las mismas agencias de rating que calificaban estos fondos se han visto obligadas a realizar una rebaja en la calificación que afecta a ¡¡mil de estos fondos!! La consecuencia es lógica: el pánico en las bolsas se desata, las quiebras de las agencias hipotecarias se multiplican y se reduce el crédito disponible.
El fenómeno de los Hedge Funds llegó a sus mayores dimensiones en 2005 cuando el volumen de hipotecas de alto riesgo rozó los 600.000 millones de euros, casi el 10% del mercado hipotecario estadounidense.
El mercado inmobiliario: de la exhuberancia a la catástrofe
El valor del mercado hipotecario residencial en EEUU se estima en 10,9 billones de dólares. Las hipotecas subprime, de alto riesgo, representan un 12% del total, con 1,3 billones de saldo vivo. Dos terceras partes de los créditos para vivienda están contratados por los estadounidenses con bancos comerciales y el resto con pequeñas entidades que actúan como intermediarios y que se aprovecharon de la burbuja inmobiliaria para hacer caja.
La catástrofe inmobiliaria norteamericana que se preparaba fue anunciada ya el año pasado en el Estado de Florida. Las ventas de viviendas en Florida cayeron el 31% en el 2006 tras años de subidas de dos dígitos, alimentadas por créditos concedidos alegremente por los bancos a unos tipos de interés teasers -coquetos, en su traducción literal-, muy reducidos durante los primeros meses del crédito de vigencia, y mucho más altos después. Se trataba de captar nuevos mercados de compradores de casas, especialmente entre trabajadores inmigrantes con bajos sueldos. Según los datos manejados por The Miami Herald, al ritmo actual de ventas, la oferta de apartamentos en Miami tardaría 64 años en ser absorbida por el mercado.
La amenaza para bancos e inmobiliarias de EEUU por la sobreoferta de apartamentos, que en los últimos cuatro años creció un 150%, es muy grande. Se trata de un fenómeno muy similar al exceso de oferta de oficinas que condujo el colapso inmobiliario y a la recesión en Japón a finales de los años ochenta y de la que todavía no se ha recuperado.
Finalmente, las ejecuciones por impago de hipotecas de alto riesgo aumentaron más del 50% en el último año provocando que cerca de medio centenar de hipotecas de alto riesgo se declararan en bancarrota. Pero las malas noticias se dispararon en agosto de este año cuado las autoridades informaron que el precio de la vivienda en Florida, California y Arizona cayó como en la gran depresión de 1929.
Los datos son escalofriantes: un 5% de las viviendas con hipotecas en EEUU están sometidas a procedimientos de embargo y se calcula que más de dos millones de propietarios están a punto de perder su vivienda incapaces de hacer frente a las nuevas condiciones de sus hipotecas.
Agosto: el mes del pánico
A partir del 6 de agosto las turbulencias anunciadas meses atrás en la bolsa de Wall Street se concretaron con el desplome de los fondos de inversión ligados a las hipotecas de alto riesgo. Pero lo que aceleró la caída fue un informe de la agencia Merrill Lynch en el que se afirmaba que el frenazo inmobiliario era la causa de dos terceras partes de la reducción de los beneficios de las grandes empresas norteamericanas en el segundo trimestre: mientras que las estimaciones preveían un crecimiento promedio de los beneficios en torno al 20%, finalmente la cifra se quedó en el 6%. Por ejemplo, Burlington, la segunda ferroviaria del país, achacó la reducción de sus beneficios al descenso de envíos de materiales y de madera para la construcción de viviendas. Dupont, la tercera química, señaló que la caída de la demanda de hornos, baños y encimeras era en parte la responsable de sus menores resultados.
El titular del 6 de agosto del diario El País, no podía ser más elocuente: "La crisis hipotecaria pone en jaque a EEUU". A partir de eso fecha el pánico se hizo patente en todas las bolsas mundiales y la amenaza de una crisis financiera global obligó a los Bancos Centrales a intervenir con rapidez para asegurar el crédito y evitar la venta masiva de acciones y una bancarrota en cadena que afectase al conjunto del sistema financiero.
El jueves 9 agosto, el Banco Central Europeo (BCE) inyectó 95.000 millones de euros a 49 entidades a un interés del 4%, una cantidad muy superior a la que aportaron al mercado tras la crisis del 11-S. En realidad, ha sido la mayor inyección de dinero de la historia del BCE para apuntalar el mercado bancario de la zona euro. Lo significativo es que la intervención se produjo poco después de que el BNP Paribas, el mayor banco de Francia y segundo de la zona euro, anunciase la suspensión de tres fondos de inversión valorados en 2.000 millones de euros por su vinculación con la crisis del mercado hipotecario de alto riesgo en EEUU.
¿Qué paso en BNP Paribas? Dejemos hablar a sus responsables. El pasado 1 de agosto su presidente, Baudoin Prot, aseguraba que todos los títulos avalados por su banco "Tenían la liquidez totalmente asegurada". El 9 de agosto, BNP suspendía temporalmente la cotización de sus fondos de inversión (Parvest Dynamics ABS, BNP Paribas ABS Euribor y BNP Paribas ABS Eonia), vinculados a títulos hipotecarios de alto riesgo. Los clientes que tenían su dinero en estos fondos no podían sacarlo. "Somos incapaces de calcular el valor de los títulos porque, de pronto, son totalmente invendibles" confesaba un alto directivo del banco citado por El País ese mismo día. Los tres fondos manejaban 2.075 millones de euros pero este montante perdió un 20% de su valor entre el 27 de julio y el 7 de agosto. ¡¡Y esto le ha ocurrido al mayor banco de Francia!!
El titular de El País del 11 de agosto era antológico: "Para evitar males mayores y prevenir una recesión a escala mundial ya han comenzado a escucharse voces que exigen un recorte de los tipos de interés". Es decir, dopar más al mercado inyectando más crédito.
En tres jornadas, el 9, 10 y 13 de agosto, los Bancos Centrales de EEUU, la UE, Canadá, Australia y Japón inyectaron al mercado un total de 266.372 millones de euros. De esa astronómica cantidad, 203.556 correspondieron al BCE. ¿A qué viene esta inyección extraordinaria de liquidez por parte del BCE? La respuesta no es tan compleja: obviamente la economía de Europa está altamente expuesta a la crisis, como ya han tenido que reconocer, a regañadientes, los responsables económicos de la Comisión Europea.
En las jornadas del 9 y 10 de agosto los 15 grandes bancos europeos se dejaron entre un 3% y un 10% en bolsa de su valor y la razón es que muchas entidades europeas han invertido en subprime a través de sus gestoras de fondos. La banca alemana, una de las principales fuentes de financiación internacional ya ha dado muestras de un contagio visible: el tercer banco alemán, el Commerzbank, ha avisado de un recorte de los beneficios y la Federación de Bancos alemanes ha aprobado una línea de créditos para sacar de dificultades al banco IKB, que ha implicado el 20% de sus inversiones en la compra de títulos de alto riesgo (17.500 millones de dólares).
Pero es el conjunto del sistema financiero el que está afectado. El viernes 10 de agosto el Banco de Japón inyecto un billón de yenes, 6.200 millones de euros. Por el momento ha trascendido que los nueve principales grupos financieros de Japón tienen más de 6.000 millones de euros comprometidos en productos respaldados por hipotecas de alto riesgo estadounidenses. El Banco de la Reserva de Australia concedió créditos por valor 3.050 millones de euros y, lo que en un principio se descartó, más tarde se tuvo que reconocer: China también está afectada. El Bank of China reveló fuertes inversiones en hipotecas de alto riesgo, más de 7.100 millones de euros en valores respaldados por hipotecas subprime en EEUU, la mayor cantidad entre los bancos asiáticos.
Pero las malas noticias, las más malas, estaban aún por llegar. El viernes 17 de agosto El País titulaba a toda plana: "Las bolsas de todo el mundo se desploman". En la crónica se afirmaba textualmente: "El agravamiento de la crisis crediticia y el miedo a un parón de la economía desatan una ola vendedora en todo el planeta. La mayoría de los mercados europeos entran en pérdidas anuales, y en la bolsa de Madrid se registra la mayor caída en tres años y medio".
Uno de los economistas jefes de Merrill Lynch, T. J. Bond, no confundir con James Bond, declaró: "La chispa ha saltado en el mercado de hipotecas de alto riesgo en EEUU, pero el fuego se ha extendido mucho más allá".
Como siempre ocurre en estos casos, el pánico se empezó a propagar en Wall Street cuando a última hora del miércoles un analista de Merrill Lynch recomendó vender las acciones de Countrywide Financial, la entidad de crédito hipotecario más grande de EEUU, ante el serio peligro de que la firma entrara en bancarrota por su exposición a las hipotecas de alto riesgo. Para "tranquilizar" a los inversores, la empresa confirmó todas las sospechas al anunciar que había recurrido a un préstamo de más de 8.500 millones de euros de 40 bancos para solventar con urgencia su problema de liquidez. Las acciones de la compañía que habían caído un 13% el miércoles, se desplomaron otro 21% el jueves y a mediodía valían menos de la mitad que a principios del año.
Finalmente Countrywide entró en bancarrota y anunció que eliminaría entre 10.000 y 12.000 empleos en tres meses, el 20% de la plantilla. No obstante, exactamente igual que ocurriera en el crac de 1929 y en todas las crisis bursátiles posteriores, no todos salen perdiendo. Según los datos de la Securities and Exchange Comision (SEC), el organismo regulador del mercado estadounidense, Angelo Mozilo, presidente de la compañía, ha obtenido unos beneficios de casi 10 millones de euros vendiendo acciones de la empresa en jornadas anteriores al desplome de mediados de agosto.
A pesar de que en las dos semanas posteriores parecía que el mercado podía encajar lo sucedido y volver a reencontrar cierto equilibrio, la realidad volvió a demostrar que la crisis era de largo alcance. El viernes 7 de septiembre las bolsas de todo el mundo volvieron a caer estrepitosamente; esta vez la causa, según los diarios especializados, no fue otra que los informes presentados por la administración estadounidense sobre el incremento del desempleo en agosto. El miedo a que la crisis financiera provocará una recesión planeaba ya en todo el mundo.
Crisis en la economía real: la recesión llama a la puerta
Uno de los combustibles que ha permitido la prolongación del crecimiento económico estadounidense, y también el de Europa, ha sido la especulación del sector inmobiliario alimentado por el crédito fácil y barato. De esta forma la causa del derrumbamiento es lo que permitió el crecimiento: un endeudamiento de proporciones históricas. Como Marx afirmó hace 150 años, el crédito actúa como la vara de un hechicero; permite llevar al capitalismo más allá de sus límites naturales durante un tiempo, pero desata fuerzas muy difíciles de controlar.
El mal dato del empleo de agosto en EEUU, una pérdida neta de 4.000 puestos de trabajo, la primera en cuatro años, arrastró a los mercados bursátiles a una caída generalizada. En la industria manufacturera se suprimieron 46.000 puestos de trabajo; en la construcción 22.000 empleos y en el sector público se eliminaron 28.000. En el sector bancario fueron 35.752 los empleos eliminados en ese mes, de manera que en lo que va de año se han destruido en el sector 102.758 puestos de trabajo.
Pero la crisis de empleo en EEUU forma parte de un proceso más amplio que se ha desatado a lo largo de todo 2007. La destrucción de empleo industrial en los países capitalistas desarrollados, que es un síntoma más de que el ciclo ha llegado a su fin y se está transformando en su contrario. Algunas cifras: la industria de la automoción norteamericana (Ford, CM, Chrysler) ha anunciado a lo largo del año 100.000 despidos; en Europa los planes de despidos en el sector superan los 20.000; Dell, el mayor productor mundial de PCs, anuncia 8.000 despidos; Airbus, otros 10.000; Bayer, química, 6.100 despidos; y Unilever 20.000 despidos y el cierre de 50 plantas en cuatro años. La fusión de Alcatel y Lucent, telecomunicaciones, provocará la supresión de 12.500 empleos. Allianz, seguros, 7.500 despidos..., y esto es un pequeño botón de muestra.
Después de años de crecimiento económico basado en el endeudamiento masivo y en la explotación sin misericordia de la clase obrera mundial -sometida a un incremento despiadado de los ritmos de trabajo y de la jornada laboral y obligada a aceptar bajos salarios (tan sólo en Europa su peso en la renta nacional ha caído un 13% desde 1980)-, los tambores de la recesión redoblan.
Los principales organismos económicos internacionales se han visto obligados a rehacer sus previsiones a la baja. La OCDE en su informe de otoño sobre los países del G-7, rebaja una décima su previsión de crecimiento para la zona euro (al 2,6%), y dos para EEUU (al 1,9%). Prevé un crecimiento para Alemania del 2,5%, Francia del 1,3%, Italia 1,8%, Dinamarca 0,6%, Reino Unido 3%. Pero lo más significativo es que según Jean-Philippe Cotis, economista jefe de la OCDE, "La fase de crecimiento en la zona euro parece haber quedado atrás (...) Pese a que la confianza de los consumidores se mantiene alta y el desempleo sigue reduciéndose, la actividad económica se ha frenado".
De hecho, el crecimiento de la zona euro pierde fuelle. En un último informe, los 13 países de la zona euro registran entre abril y junio la peor evolución trimestral desde finales de 2004 (alza de tan sólo el 0,3% del PIB respecto a los tres primeros meses de 2007).
A la OCDE se suma la voz del FMI, la última fortaleza de "sabios" en reconocer lo evidente. El 22 de agosto, John Lipsky, subdirector del FMI, declaraba en Financial Times, que la crisis financiera y bursátil de las hipotecas de alto riesgo "indudablemente reducirá el crecimiento".
Obviamente hipotecas más altas, dinero más caro, depresión del sector inmobiliario..., afectarán muy negativamente al consumo, a la inversión productiva, a los beneficios, al empleo y provocará un afloramiento a la superficie de la crisis de sobreproducción latente. Si la economía estadounidense entra en recesión infectará al conjunto de la economía mundial empezando por China, que se vería sacudida por la caída de la demanda en el mercado estadounidense. La idea de que hay otros relevos a la locomotora norteamericana cada vez es más cuestionada.
La desorientación de muchos estrategas del capital es realmente espeluznante. No saben adónde se dirigen. Algunos, como Sarkozy y Merckel, claman ahora por la "regulación de los mercados" como si el capitalismo no fuera en esencia un sistema anárquico cuyo único motor es la búsqueda del máximo lucro. Otros apuestan claramente por dejar de evitar lo inevitable, como señala The Economist en su edición del pasado 8 de agosto: "Al retrasar la corrección de los excesos pasados inyectando más dinero y estimulando el préstamo, es probable que consiga que la corrección al final sea más dolorosa. El dilema político al que se enfrenta la Reserva Federal no es elegir entre recesión o no, sino entre una recesión tímida ahora o una más dura después".
Lamentablemente, en la izquierda reformista la perplejidad es la misma, y sus lamentos por la ausencia de "controles" que hagan del capitalismo un sistema "más humano" son, sin duda, mucho más bochornos y despreciables
El ritmo de los acontecimientos es difícil de predecir, pero una cosa parece más que probable: la economía mundial se enfrenta a una crisis que puede tener proporciones históricas. La clase dominante de todo el planeta, empezando por la estadounidense, se prepara para salir de ella atacando aún más a la clase obrera en todos los rincones del mundo, y esta receta provocará un estallido en la lucha de clases. La crisis golpeará en la conciencia de millones de jóvenes y trabajadores poniendo aún más de relieve, confirmando aún con más fuerza, que el capitalismo es un sistema senil y decadente que hace ya mucho tiempo dejó de jugar cualquier papel progresista y merece ser derribado. Y en estas condiciones el programa del marxismo revolucionario, del genuino socialismo, se abrirá de nuevo paso entre millones de explotados convirtiéndose en su bandera de lucha. No hay tiempo que perder en la tarea.
viernes, septiembre 28, 2007
Amazonia S.A: Lula, el "cachorro mayor" , inicia la privatización de la selva brasileña
Superándose a si mismo, y acreditando su gran legado histórico al sistema, Luiz Inácio Lula da Silva, el "cachorro mayor" del Imperio, acaba de poner en remate el Amazonas, declarando "privatizable" el 59% del territorio brasileño, sin militares en el poder, sin golpe de Estado, con democracia, con elecciones, elegido por el voto popular, y sin que nadie lo ponga frente aun pelotón de fusilamiento por "traidor a la patria" como se hacia en el pasado en cualquier Estado soberano, antes de que EEUU "privatizara" los gobiernos de su patio trasero y los convirtiera en "gerencias de enclave" de los bancos y trasnacionales sionistas, que, no conforme con controlar sus recursos y sistemas económicos productivos, ahora van por por las selvas, el agua, la biodiversidad, para convertirlos en "productos comercializables" en las góndolas del gran supermercado capitalista que gobierna el mundo.
Pero la definición, racista y entreguista, que obviaba la existencia de las comunidades indígenas que habitan el "pulmón verde", fue superada por Lula que (en tiempos que Washington ya no exporta dictaduras sino "presidentes democráticos") produjo un salto cualitativo fundamental en las políticas de entrega:
Cuando en los ’70 (tiempos en que Washington exportaba golpes de Estado y Doctrina de Seguridad Nacional) el dictador Garrastazú Medici puso la piedra fundamental de la Carretera Transamazónica para favorecer la entrega de árboles y forestación a las corporaciones madereras, caracterizó al Amazonas como "la tierra sin hombres". Pero la definición, racista y entreguista, que obviaba la existencia de las comunidades indígenas que habitan el "pulmón verde", fue superada por Lula que (en tiempos que Washington ya no exporta dictaduras sino "presidentes democráticos") produjo un salto cualitativo fundamental en las políticas de entrega: En febrero pasado, impulsada por Lula y su partido el Partido de los Trabajadores (PT), el Congreso aprobó la ley de privatización del Amazonas, al que en un futuro cercano se podrá llamar "selva sin árboles", o "selva sin animales", o "tierra de hombres sin tierra", o "Amazonas S.A", ya que al Amazonas, con su fauna, su flora y sus espejos de agua potable que contienen una de las reservas fundamentales del futuro, los bancos y trasnacionales capitalistas la van convertir en una "góndola" de supermercado donde solo tendrá acceso el que pague por los "productos" o los "servicios". Según la información oficial, El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que mientras su partido, el Partido de los Trabajadores (PT), "militaba" en la izquierda, se mostraba contrario a las privatizaciones, decidió dar luz verde para que se comience a privatizar áreas de la selva brasileña. Según explicó el Ministerio de Medio Ambiente, la decisión de comenzar el proceso de privatización se debe a que los índices de "deforestación ilegal" están aumentando. El argumento oficial para privatizar mediante licitación pública la explotación de la selva amazónica es que se evita, así, la "apropiación ilegal de las tierras por aventureros" mediante el fraguado de títulos de propiedad sobre posesiones estatales. O sea, y en una primera conclusión: para el "gobierno de izquierda" del "cachorro mayor", si la deforestación (la destrucción encadenada de fauna y flora) es "ilegal" está mal, pero si la destrucción es causada por empresas "legales" (que pagan un canon al Estado y coimas a los funcionarios del gobierno) para comercializar y depredar a escala industrial sin ningún control los recursos naturales, todo está okey. Y aunque parezca increíble (por lo demente e irracional), según los medios brasileños, la expectativa del Gobierno es que, con la llegada de empresas para explotar madera y otros productos de forma sostenible, "se inhiba la deforestación ilegal", o sea, que seguirá habiendo deforestación y depredación de recursos (esta vez organizada y a escala masiva) pero será "legal". La primera zona -según la información oficial- que pasará a manos privadas el año que viene comprenderá un área de 90.000 hectáreas de la Floresta Nacional (FLONA) en la Reserva de Jamari, en el Estado de Rondonia, cuya extensión total es de 220.000 hectáreas. El territorio saldrá a "concurso" (proceso por el cual los funcionarios entregan "legalmente", a cambio de una coima, el negocio a las corporaciones elegidas) y las tres empresas "ganadoras" podrán explotar comercialmente la selva, bajo una serie de condiciones, que, como ya es usual en este tipo de operaciones, serán controladas por un comité de seguimiento (o ente de control) integrado por funcionarios puestos por las propias empresas explotadoras. En esta primera etapa de la entrega de la selva brasileña y de sus recursos naturales a la voracidad de las empresas capitalistas, de los 194 millones de hectáreas de selva amazónica propiedad del Estado brasileño, un millón están llamados a ser privatizados. La ley, aprobada en febrero de 2006 por el Congreso brasileño, representa una privatización del llamado Amazonas Legal: abre la concesión de las florestas públicas a la iniciativa privada, aun cuando conserva la titularidad de la tierra en manos del Estado, pone en manos de empresas privadas recursos naturales, fauna y flora, que al ser depredados por la comercialización irracional difícilmente podrán ser renovados. El plazo de las concesiones llega a ser de hasta 40 años (con una "auditoria" realizada cada tres años por funcionarios políticos de la burocracia "coimera", o asalariados de las propias empresas transnacionales) lo que otorga tiempo de sobra para que la depredación capitalista privada genere desastres ecológicos irreversibles. No obstante, los argumentos y la cáscara legal que exhibe el gobierno de Lula para entregar la selva brasileña a la depredación salvaje del capitalismo privado, la mayoría de los ambientalistas sostienen que la "legalización" del saqueo n no impedirá la extracción abusiva de la madera por mediode la tala indiscriminada de árboles. La ley (legado histórico del "cachorro mayor"), ya fue duramente cuestionada por el Instituto de Abogados de Brasil. Según el coordinador de la Comisión de Derecho Ambiental, Marcos Montenegro, "viabilizar la privatización del Amazonas representa entregarla al capital extranjero". De acuerdo con especialistas, lka ley de privatización está en línea con el proyecto "canje de deuda por naturaleza", impulsado por el FMI, el BM y el BID, que prevé una "quita de la deuda" a cambio de la cesión de territorios ricos en recursos naturales. Este plan, impulsado desde el Imperio por los bancos y trasnacionales que controlan gobiernos y economías de América Latina, obliga a los estados a poner todos sus servicios públicos y emprendimientos referidos a recursos naturales al servicio de explotaciones privadas "concesionadas" por las gerencias de enclave, como la de Lula. Según experto citado por el diario Clarín, afirma que “La ley representa una privatización del llamado Amazonas Legal: abre la concesión de las florestas públicas a la iniciativa privada, aun cuando conserva la titularidad de la tierra en manos del Estado”, y "Los 5 millones de km2 que serán licitados –la cuenca del Amazonas– contiene la mitad de las especies botánicas (de 20 a 30 millones) y la mitad de los bosques tropicales del mundo". Los botánicos estiman que en el Amazonas hay más de 125 mil plantas indispensables para las industrias medicinales que caerán en manos de los laboratorios multinacionales, y además, el capitalismo irracional se apoderará de una selva que, en su intercambio de gases con la atmósfera, libera el 50% del oxígeno necesario para la vida y genera las corrientes de calor que consiguen templar el clima del planeta. Lula, el "cachorro mayor" del Imperio, proveniente -como el mismo afirma- de la escuela de la pobreza, sin ninguna duda, será recordado por su legado histórico: Convertir al Amazonas, en "Amazonas S.A". Y sin que nadie lo juzgue por criminal de lesa humanidad.
Fuente: IAR-Noticias
Gran Bretaña: el camino rocoso hacia la ruina.
Comenzaron a hacer cola a primera hora de la mañana, querían sacar sus ahorros lo más pronto posible. Northern Rock, el quinto banco hipotecario más grande de Gran Bretaña, se desmoronaba. Había anunciado que no podría conseguir los fondos suficientes en el mercado interbancario para financiar sus préstamos hipotecarios ni cumplir con sus obligaciones. ¡Un desastre!
Decenas de miles de ahorradores que habían depositado su dinero en Northern Rock se enfrentaban a pérdidas enormes. Como decían en las colas: "Ya somos ancianos y son los ahorros de toda nuestra vida", decía Sheila Smith, que llegó con su marido Arthur para retirar todo el dinero de la sucursal del banco de Moorgate, en el centro de Londres. "No podemos perderlo".
Un especialista sanitario jubilado de 61 años de edad de Sidcup tardó más de una hora en llegar a la ciudad después de que esa mañana no pudiera contactar por teléfono con su sucursal. "Puse todos mis ahorros en una cesta y lo mejor que puedo hacer es sacar esa cesta". Michael Ribotham, de 74 años de edad, no veía razón para dejar su dinero en un banco con tan grandes problemas. "No soy joven y no tengo la oportunidad de dar marcha atrás".
En una sucursal de Tyne, Newcastle, había historias similares, aquí el equipo de fútbol de la ciudad lleva el logo de Northern Rock en sus camisetas. "He pensado en ello toda la noche", decía Mary Bowman, una pensionista que tenía 38.000 libras en una cuenta de ahorro en el banco junto con su marido, un minero retirado. "Es nuestro dinero para el entierro y para todo".
No fue bueno que el gobierno, el Banco de Inglaterra o los llamados expertos, anunciaran en la radio y la televisión que no existía necesidad de pánico, que los depósitos estaban a salvo. En primer lugar, el llamado seguro de la industria bancaria sólo cubría las primeras 2.000 libras de los ahorros y después sólo el 90 por ciento de las siguientes 33.000 libras. Después de eso, cualquier ahorro no estaría cubierto y se tardaría meses en recuperar el dinero si el banco colapsa.
David Clark, un constructor de 61 años, dijo que no creía las fuentes oficiales: "Es como los entrenadores de fútbol. Sus empleos están garantizados, después les despiden aldía siguiente".
June Barnes y su marido Edward, un trabajador del transporte jubilado, salió del banco con 5.000 de sus 20.000 libras ahorradas, piensan regresar cada día hasta retirar todo el dinero. "Todo está bien, dicen a la gente que no les entre el pánico, pero al final tienes que trabajar duro por lo que tienes en el banco".
Muchos en las colas no creen al gobierno. "Tony Blair nos mintió sobre Iraq y otras muchas cosas. Gordon Brown estaba con él, ¿por qué ahora debemos creerles?"
El colapso de Northern Rock resume la crisis financiera que se extiende por el mundo capitalista. Los últimos quince años, desde la última recesión económica importante de principios de los años noventa, han visto una expansión del capitalismo basada en un crecimiento global sin precedentes del crédito financiero. Mientras que la producción real anual ha aumentado aproximadamente un 3 por ciento cada año en los países de la OCDE, la oferta monetaria, la deuda hipotecaria y empresarial, el préstamo personal y el masivo mercado de derivados basado en este crédito, ¡ha aumentado un 25% anual!
Nunca el capitalismo ha dependido tanto del sector financiero. Nunca el sector financiero ha contribuido tanto al beneficio. Marx lo denominó "capital ficticio". El boom de los años noventa y de los últimos cuatro años no se ha basado principalmente en la expansión de la producción real (al menos no en los países capitalistas desarrollados de la OCDE). No, se ha basado en el gasto masivo de las familias norteamericanas y británicas, financiado por un gran aumento de la deuda. Las familias ya no ahorraban, sólo pedían prestado.
¿Cómo pueden hacerlo? Porque es un boom basado en los precios en papel de los stocks y acciones (que estalló en 2000) y sobre todo en el sector inmobiliario. En casi todo el mundo capitalista desarrollado, el crédito barato y el préstamo hipotecario descontrolado de los bancos ha impulsado un aumento masivo del precio de los bienes inmobiliarios. La mayor parte de la producción creadora de valor en el mundo fue desviada por el sistema bancario (basado principalmente en Nueva York y Londres) en una pirámide crediticia tipo Ponzi que alimenta el sector no productivo de la tierra y los ladrillos. Las grandes plusvalías exportadoras de China y Asia, se han "reciclado" a través del sistema bancario en la compra de deuda hipotecaria, bonos y acciones de las empresas y familias norteamericanas.
Esta situación fue posible porque los bancos estadounidenses y británicos han desarrollado nuevas formas "inteligentes" de extender el riesgo del préstamo. Si ellos prestaban miles de millones de hipotecas baratas, después vendían las hipotecas y las "remesas" en paquetes de deuda a otros bancos, fondos de alto riesgo y otras instituciones financieras de todo el mundo. A estos nuevos instrumentos de deuda se les denomina "títulos valores respaldados por activos" (los activos son hipotecas e inmuebles). Estas personas los compran porque el interés que dan estos productos es mucho más elevado que todo lo demás y es seguro, o eso decían, porque en todas partes los precios inmobiliarios se habían disparado y la gente podía hacer frente a sus pagos. De esta manera el riesgo se ha extendido por todo el mundo y todos contentos.
Pero si el crédito se expande a ritmos geométricos y la producción de cosas reales que añaden valor no mantiene ese ritmo, entonces la inflación comienza a aparecer en el sistema capitalista. Durante años, la inflación estuvo ausente porque la mano de obra esclava de miles de millones de trabajadores en China, India y América Latina mantuvo bajos los precios comerciales. Pero este proceso terminó hace un año, aproximadamente cuando en Asia comenzaron a comprimirse los mercados laborales. También, cuando más dinero se gastaba en el sector financiero o en "servicios", la escasez de mano de obra y los elevados costes comenzaban a aparecer en las economías de la OCDE. Los bancos centrales de estos países comenzaron a subir los tipos de interés para controlar la inflación, los tipos hipotecarios empezaron a subir y con ello el coste de financiar los inmuebles.
Lo que inició la crisis fue el colapso del mercado inmobiliario norteamericano. Desde mediados de 2005, los precios dejaron de subir a ritmos astronómicos, después lentamente se desaceleraron y finalmente, a finales de 2006, comenzaron a caer. Estas noticias eran particularmente malas para aquellos prestatarios que habían mentido sobre lo que ganaban o que les ofrecieron hipotecas sin que los bancos comprobaran sus ingresos. A estos préstamos se les denominaban "sub-prime" (sub-prima). Sólo el 10 por ciento del mercado hipotecario estadounidense estaba en el mercado de sub-prime, el problema era que los bancos habían "dividido" todos estos préstamos en paquetes con préstamos prime y vendido en todo el mundo. Casi todos los bancos del mundo han comprado parte de estos préstamos "basura" o títulos valores respaldados por activos. El problema era que la parte de los activos desapareció como si fuera humo. Todos los bancos eran responsables y los prestatarios de sub-prime comenzaron a dejar de hacer frente a sus pagos, así comenzó la crisis crediticia mundial.
Lo irónico es que Northern Rock nunca prestó a propietarios norteamericanos, no importa porque los de alto riesgo que ahora no pagan y tienen deudas malas en hipotecas británicas están casi en un nivel récord. Es el primer banco que ha necesitado un rescate según la ley aprobada en 1988. La razón es que Northern Rock sólo era una empresa hipotecaria porque podía prestar dinero de otros bancos a tipos de interés baratos para financiar el préstamo hipotecario. Ya a principios de los años noventa, Northern construyó una sociedad basada en Newcastle, sólo prestaba basándose en los depósitos que la gente depositaba en él. Pero después llegó el boom inmobiliario y las "nuevas formas" de aumentar el crédito. Northern se convirtió en un banco con accionistas e inició una estrategia agresiva de prestar barato a los accionistas. En enero de este año, la dirección del banco fue alabada por sus accionistas por disparar los beneficios y tener la parte más grande de las nuevas hipotecas de Gran Bretaña.
Después llegó la crisis crediticia. Los precios inmobiliarios colapsaron en EEUU y las hipotecas dejaron de pagarse, los bancos ya no estaban seguros de que todas las deudas hipotecarias tuvieran el valor que habían pagado por ellas. Dejaron de comprar, muchos de los pequeños fondos en estos títulos valores respaldados por activos se derrumbaron, como ocurrió con el gran banco hipotecario norteamericano, American Mortgage Securities. Después, el mayor prestador de hipotecas de EEUU, Countrywide, anunció enormes pérdidas y despidos. El mundo de la banca entró en pánico. Dejaron de prestar dinero, incluso entre sí. La crisis se extendió a todo el mundo. Los bancos europeos que habían comprado estos bonos basura de los bancos norteamericanos también se aterrorizaron (IKB y Saxon en EEUU). Northern dependía de pedir prestado a otros bancos cuando sus ahorradores de Newcastle y de otrs zonas de Gran Bretaña no tenían suficiente para financiar su ritmo frenético de préstamo. Ahora no podían recoger dinero. Después de unas cuantas semanas de intentos los mercados de préstamos interbancarios se secaron y los tipos de interés se dispararon, Northern Rock despertó el fantasma y pidió al Banco de Inglaterra que saliera a su rescate.
Los bancos puede que estén en la línea de fuego pero quien sentirá el dolor serán los trabajadores: los ahorradores, los propietarios de viviendas, cuando se hundan los precios en Gran Bretaña y, por supuesto, los trabajadores de la banca, casas de hipotecas etc., que pronto perderán su empleo.
Los tipos hipotecarios están subiendo. El coste de poseer una casa en Gran Bretaña se disparará. Los pagos de los intereses hipotecarios ya se llevan la parte más grande de nuestros ingresos, una media del 17,4 por ciento, más que en cualquier otro momento desde los años noventa, cuando se produjo el anterior crash inmobiliario. El tipo medio ha aumentado del 4,67 por ciento en julio de 2005 al 6,1 por ciento. Un aumento adicional ahogará aún más a los prestatarios.
La perspectiva del final de los doce años de boom inmobiliario en Gran Bretaña está cada vez más cerca. En septiembre, cayó un 2,6 por ciento. Una encuesta realizada por Rightmove, la página web dedicada a la propiedad, demostró que el precio medio en Gran Bretaña pasó de 241.474 libras a 235.176 libras en agosto. La propiedad media está en el mercado 86 días, comparado con los 70 de mayo. El número de inmuebles en venta por agente inmobiliario también ha subido, de 52 en diciembre a casi 66 hoy en día.
La reacción de las instituciones capitalistas y del gobierno nuevo laborista se puede comparar a un chiste, si no fuera tan doloroso para la gente corriente. Sólo dos días antes del estallido de la crisis de Northern Rock, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, en un comité parlamentario dijo que no había forma de que los bancos y los inversores sufrieran problemas por haber invertido en especulación y préstamos sub-prime, o en otros productos de alto riesgo.
Pero King tuvo que hacer una pirueta mortal cuando quedó claro que Northern Rock tenía problemas. El nuevo ministro de economía, Alastair Darling, que sustituyó a Gordon Brown cuando éste se convirtió en primer ministro, obviamente sintió pánico. Exigió que King inmediatamente entregara fondos a Northern. Era consciente de que miles de votantes laboristas exigirían su cabeza si veían desaparecer sus ahorros y sus hipotecas. Incluso más serio aún, estaba claro que si Northern caía, detrás irían otros bancos con balances similares y que se enfrentarían a la mayor crisis bancaria desde los años treinta. Las acciones de éste y otros bancos cayeron y el coste de pedir dinero prestado entre los bancos continuó alcanzando niveles extremos, el sistema bancario británica estaba agarrotado.
El lunes 17 de septiembre por la tarde, Darling anunció (tartamudeando) que todos los depósitos de los ahorradores de Northern Rock estaban garantizados por el gobierno. En realidad, el gobierno había nacionalizado el banco. También sentaba las bases para que otros bancos hicieran algo similar porque sus depósitos se reembolsarían íntegramente. Todo el sistema bancario británico ahora está respaldado por el contribuyente.
Es correcto que todo el dinero ganado duramente por la población británica no se puede perder en el juego de casino del sistema bancario global. Pero si los depósitos se garantizan a expensas de los contribuyentes, entonces ¿la propiedad de los bancos no debería de pasar a la población? ¿Hay alguna condena mayor del capitalismo que el ciclo de boom y recesión de los mercados financieros globales? El dinero de la población no está a salvo en manos de los capitalistas, sólo un verdadero sistema contable democrático puede garantizarlo.
Esta crisis financiera y del crédito es sólo el principio. Un ajuste de los mercados crediticios y el aumento de los tipos de interés, supondrá una caída de la rentabilidad de las empresas capitalistas y una desaceleración de la producción, posiblemente incluso una recesión económica cuando los accionistas norteamericanos, europeos y británicos tengan que ajustarse el cinturón.
Lo primero será una caída seria de los beneficios de los grandes bancos en todo el mundo. Después una reducción de empleo en todo el sector financiero, menos empleos significará menos ingresos para financiar la compra de propiedad e hipotecas, los precios inmobiliarios podrían desmoronarse.
Nunca en la historia del capitalismo el sector financiero ha sido tan importante para la salud del capitalismo. En su madurez, el capitalismo ya no es un sistema que desarrolle las fuerzas productivas. Cada vez más es un parásito financiero improductivo que se apoya sobre los sectores productivos de la economía global (principalmente China, India, etc.,).
Ese es el caso de Gran Bretaña, un parásito financiero extraordinario. El capitalismo británico ya no es la sombra de lo que fue, ahora es un banquero gigante del mundo. Como tal, la economía capitalista británica es la más vulnerable a la crisis financiera global y podría suponer una recesión económica. Pero los trabajadores británicos y sus familias serán los que más sufrirán.
Michael Roberts
Decenas de miles de ahorradores que habían depositado su dinero en Northern Rock se enfrentaban a pérdidas enormes. Como decían en las colas: "Ya somos ancianos y son los ahorros de toda nuestra vida", decía Sheila Smith, que llegó con su marido Arthur para retirar todo el dinero de la sucursal del banco de Moorgate, en el centro de Londres. "No podemos perderlo".
Un especialista sanitario jubilado de 61 años de edad de Sidcup tardó más de una hora en llegar a la ciudad después de que esa mañana no pudiera contactar por teléfono con su sucursal. "Puse todos mis ahorros en una cesta y lo mejor que puedo hacer es sacar esa cesta". Michael Ribotham, de 74 años de edad, no veía razón para dejar su dinero en un banco con tan grandes problemas. "No soy joven y no tengo la oportunidad de dar marcha atrás".
En una sucursal de Tyne, Newcastle, había historias similares, aquí el equipo de fútbol de la ciudad lleva el logo de Northern Rock en sus camisetas. "He pensado en ello toda la noche", decía Mary Bowman, una pensionista que tenía 38.000 libras en una cuenta de ahorro en el banco junto con su marido, un minero retirado. "Es nuestro dinero para el entierro y para todo".
No fue bueno que el gobierno, el Banco de Inglaterra o los llamados expertos, anunciaran en la radio y la televisión que no existía necesidad de pánico, que los depósitos estaban a salvo. En primer lugar, el llamado seguro de la industria bancaria sólo cubría las primeras 2.000 libras de los ahorros y después sólo el 90 por ciento de las siguientes 33.000 libras. Después de eso, cualquier ahorro no estaría cubierto y se tardaría meses en recuperar el dinero si el banco colapsa.
David Clark, un constructor de 61 años, dijo que no creía las fuentes oficiales: "Es como los entrenadores de fútbol. Sus empleos están garantizados, después les despiden aldía siguiente".
June Barnes y su marido Edward, un trabajador del transporte jubilado, salió del banco con 5.000 de sus 20.000 libras ahorradas, piensan regresar cada día hasta retirar todo el dinero. "Todo está bien, dicen a la gente que no les entre el pánico, pero al final tienes que trabajar duro por lo que tienes en el banco".
Muchos en las colas no creen al gobierno. "Tony Blair nos mintió sobre Iraq y otras muchas cosas. Gordon Brown estaba con él, ¿por qué ahora debemos creerles?"
El colapso de Northern Rock resume la crisis financiera que se extiende por el mundo capitalista. Los últimos quince años, desde la última recesión económica importante de principios de los años noventa, han visto una expansión del capitalismo basada en un crecimiento global sin precedentes del crédito financiero. Mientras que la producción real anual ha aumentado aproximadamente un 3 por ciento cada año en los países de la OCDE, la oferta monetaria, la deuda hipotecaria y empresarial, el préstamo personal y el masivo mercado de derivados basado en este crédito, ¡ha aumentado un 25% anual!
Nunca el capitalismo ha dependido tanto del sector financiero. Nunca el sector financiero ha contribuido tanto al beneficio. Marx lo denominó "capital ficticio". El boom de los años noventa y de los últimos cuatro años no se ha basado principalmente en la expansión de la producción real (al menos no en los países capitalistas desarrollados de la OCDE). No, se ha basado en el gasto masivo de las familias norteamericanas y británicas, financiado por un gran aumento de la deuda. Las familias ya no ahorraban, sólo pedían prestado.
¿Cómo pueden hacerlo? Porque es un boom basado en los precios en papel de los stocks y acciones (que estalló en 2000) y sobre todo en el sector inmobiliario. En casi todo el mundo capitalista desarrollado, el crédito barato y el préstamo hipotecario descontrolado de los bancos ha impulsado un aumento masivo del precio de los bienes inmobiliarios. La mayor parte de la producción creadora de valor en el mundo fue desviada por el sistema bancario (basado principalmente en Nueva York y Londres) en una pirámide crediticia tipo Ponzi que alimenta el sector no productivo de la tierra y los ladrillos. Las grandes plusvalías exportadoras de China y Asia, se han "reciclado" a través del sistema bancario en la compra de deuda hipotecaria, bonos y acciones de las empresas y familias norteamericanas.
Esta situación fue posible porque los bancos estadounidenses y británicos han desarrollado nuevas formas "inteligentes" de extender el riesgo del préstamo. Si ellos prestaban miles de millones de hipotecas baratas, después vendían las hipotecas y las "remesas" en paquetes de deuda a otros bancos, fondos de alto riesgo y otras instituciones financieras de todo el mundo. A estos nuevos instrumentos de deuda se les denomina "títulos valores respaldados por activos" (los activos son hipotecas e inmuebles). Estas personas los compran porque el interés que dan estos productos es mucho más elevado que todo lo demás y es seguro, o eso decían, porque en todas partes los precios inmobiliarios se habían disparado y la gente podía hacer frente a sus pagos. De esta manera el riesgo se ha extendido por todo el mundo y todos contentos.
Pero si el crédito se expande a ritmos geométricos y la producción de cosas reales que añaden valor no mantiene ese ritmo, entonces la inflación comienza a aparecer en el sistema capitalista. Durante años, la inflación estuvo ausente porque la mano de obra esclava de miles de millones de trabajadores en China, India y América Latina mantuvo bajos los precios comerciales. Pero este proceso terminó hace un año, aproximadamente cuando en Asia comenzaron a comprimirse los mercados laborales. También, cuando más dinero se gastaba en el sector financiero o en "servicios", la escasez de mano de obra y los elevados costes comenzaban a aparecer en las economías de la OCDE. Los bancos centrales de estos países comenzaron a subir los tipos de interés para controlar la inflación, los tipos hipotecarios empezaron a subir y con ello el coste de financiar los inmuebles.
Lo que inició la crisis fue el colapso del mercado inmobiliario norteamericano. Desde mediados de 2005, los precios dejaron de subir a ritmos astronómicos, después lentamente se desaceleraron y finalmente, a finales de 2006, comenzaron a caer. Estas noticias eran particularmente malas para aquellos prestatarios que habían mentido sobre lo que ganaban o que les ofrecieron hipotecas sin que los bancos comprobaran sus ingresos. A estos préstamos se les denominaban "sub-prime" (sub-prima). Sólo el 10 por ciento del mercado hipotecario estadounidense estaba en el mercado de sub-prime, el problema era que los bancos habían "dividido" todos estos préstamos en paquetes con préstamos prime y vendido en todo el mundo. Casi todos los bancos del mundo han comprado parte de estos préstamos "basura" o títulos valores respaldados por activos. El problema era que la parte de los activos desapareció como si fuera humo. Todos los bancos eran responsables y los prestatarios de sub-prime comenzaron a dejar de hacer frente a sus pagos, así comenzó la crisis crediticia mundial.
Lo irónico es que Northern Rock nunca prestó a propietarios norteamericanos, no importa porque los de alto riesgo que ahora no pagan y tienen deudas malas en hipotecas británicas están casi en un nivel récord. Es el primer banco que ha necesitado un rescate según la ley aprobada en 1988. La razón es que Northern Rock sólo era una empresa hipotecaria porque podía prestar dinero de otros bancos a tipos de interés baratos para financiar el préstamo hipotecario. Ya a principios de los años noventa, Northern construyó una sociedad basada en Newcastle, sólo prestaba basándose en los depósitos que la gente depositaba en él. Pero después llegó el boom inmobiliario y las "nuevas formas" de aumentar el crédito. Northern se convirtió en un banco con accionistas e inició una estrategia agresiva de prestar barato a los accionistas. En enero de este año, la dirección del banco fue alabada por sus accionistas por disparar los beneficios y tener la parte más grande de las nuevas hipotecas de Gran Bretaña.
Después llegó la crisis crediticia. Los precios inmobiliarios colapsaron en EEUU y las hipotecas dejaron de pagarse, los bancos ya no estaban seguros de que todas las deudas hipotecarias tuvieran el valor que habían pagado por ellas. Dejaron de comprar, muchos de los pequeños fondos en estos títulos valores respaldados por activos se derrumbaron, como ocurrió con el gran banco hipotecario norteamericano, American Mortgage Securities. Después, el mayor prestador de hipotecas de EEUU, Countrywide, anunció enormes pérdidas y despidos. El mundo de la banca entró en pánico. Dejaron de prestar dinero, incluso entre sí. La crisis se extendió a todo el mundo. Los bancos europeos que habían comprado estos bonos basura de los bancos norteamericanos también se aterrorizaron (IKB y Saxon en EEUU). Northern dependía de pedir prestado a otros bancos cuando sus ahorradores de Newcastle y de otrs zonas de Gran Bretaña no tenían suficiente para financiar su ritmo frenético de préstamo. Ahora no podían recoger dinero. Después de unas cuantas semanas de intentos los mercados de préstamos interbancarios se secaron y los tipos de interés se dispararon, Northern Rock despertó el fantasma y pidió al Banco de Inglaterra que saliera a su rescate.
Los bancos puede que estén en la línea de fuego pero quien sentirá el dolor serán los trabajadores: los ahorradores, los propietarios de viviendas, cuando se hundan los precios en Gran Bretaña y, por supuesto, los trabajadores de la banca, casas de hipotecas etc., que pronto perderán su empleo.
Los tipos hipotecarios están subiendo. El coste de poseer una casa en Gran Bretaña se disparará. Los pagos de los intereses hipotecarios ya se llevan la parte más grande de nuestros ingresos, una media del 17,4 por ciento, más que en cualquier otro momento desde los años noventa, cuando se produjo el anterior crash inmobiliario. El tipo medio ha aumentado del 4,67 por ciento en julio de 2005 al 6,1 por ciento. Un aumento adicional ahogará aún más a los prestatarios.
La perspectiva del final de los doce años de boom inmobiliario en Gran Bretaña está cada vez más cerca. En septiembre, cayó un 2,6 por ciento. Una encuesta realizada por Rightmove, la página web dedicada a la propiedad, demostró que el precio medio en Gran Bretaña pasó de 241.474 libras a 235.176 libras en agosto. La propiedad media está en el mercado 86 días, comparado con los 70 de mayo. El número de inmuebles en venta por agente inmobiliario también ha subido, de 52 en diciembre a casi 66 hoy en día.
La reacción de las instituciones capitalistas y del gobierno nuevo laborista se puede comparar a un chiste, si no fuera tan doloroso para la gente corriente. Sólo dos días antes del estallido de la crisis de Northern Rock, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, en un comité parlamentario dijo que no había forma de que los bancos y los inversores sufrieran problemas por haber invertido en especulación y préstamos sub-prime, o en otros productos de alto riesgo.
Pero King tuvo que hacer una pirueta mortal cuando quedó claro que Northern Rock tenía problemas. El nuevo ministro de economía, Alastair Darling, que sustituyó a Gordon Brown cuando éste se convirtió en primer ministro, obviamente sintió pánico. Exigió que King inmediatamente entregara fondos a Northern. Era consciente de que miles de votantes laboristas exigirían su cabeza si veían desaparecer sus ahorros y sus hipotecas. Incluso más serio aún, estaba claro que si Northern caía, detrás irían otros bancos con balances similares y que se enfrentarían a la mayor crisis bancaria desde los años treinta. Las acciones de éste y otros bancos cayeron y el coste de pedir dinero prestado entre los bancos continuó alcanzando niveles extremos, el sistema bancario británica estaba agarrotado.
El lunes 17 de septiembre por la tarde, Darling anunció (tartamudeando) que todos los depósitos de los ahorradores de Northern Rock estaban garantizados por el gobierno. En realidad, el gobierno había nacionalizado el banco. También sentaba las bases para que otros bancos hicieran algo similar porque sus depósitos se reembolsarían íntegramente. Todo el sistema bancario británico ahora está respaldado por el contribuyente.
Es correcto que todo el dinero ganado duramente por la población británica no se puede perder en el juego de casino del sistema bancario global. Pero si los depósitos se garantizan a expensas de los contribuyentes, entonces ¿la propiedad de los bancos no debería de pasar a la población? ¿Hay alguna condena mayor del capitalismo que el ciclo de boom y recesión de los mercados financieros globales? El dinero de la población no está a salvo en manos de los capitalistas, sólo un verdadero sistema contable democrático puede garantizarlo.
Esta crisis financiera y del crédito es sólo el principio. Un ajuste de los mercados crediticios y el aumento de los tipos de interés, supondrá una caída de la rentabilidad de las empresas capitalistas y una desaceleración de la producción, posiblemente incluso una recesión económica cuando los accionistas norteamericanos, europeos y británicos tengan que ajustarse el cinturón.
Lo primero será una caída seria de los beneficios de los grandes bancos en todo el mundo. Después una reducción de empleo en todo el sector financiero, menos empleos significará menos ingresos para financiar la compra de propiedad e hipotecas, los precios inmobiliarios podrían desmoronarse.
Nunca en la historia del capitalismo el sector financiero ha sido tan importante para la salud del capitalismo. En su madurez, el capitalismo ya no es un sistema que desarrolle las fuerzas productivas. Cada vez más es un parásito financiero improductivo que se apoya sobre los sectores productivos de la economía global (principalmente China, India, etc.,).
Ese es el caso de Gran Bretaña, un parásito financiero extraordinario. El capitalismo británico ya no es la sombra de lo que fue, ahora es un banquero gigante del mundo. Como tal, la economía capitalista británica es la más vulnerable a la crisis financiera global y podría suponer una recesión económica. Pero los trabajadores británicos y sus familias serán los que más sufrirán.
Michael Roberts
Suscribirse a:
Entradas (Atom)