miércoles, julio 31, 2019

Marta y la niña de las muñecas



Marta Harnecker dejó una extensa obra, la mayor parte escrita en un lenguaje que rehúye de la academia y busca la divulgación popular y el uso para fines políticos

Marta Harnecker pertenece a ese grupo de pensadores que a lo largo de la historia dejaron de lado su conciencia de clase media burguesa, para construir un mundo donde quepan todos, fue exactamente el camino seguido por Carlos Marx. Foto: archivo de granma
Marta Harnecker pertenece a ese grupo de pensadores que a lo largo de la historia dejaron de lado su conciencia de clase media burguesa, para construir un mundo donde quepan todos, fue exactamente el camino seguido por Carlos Marx. Foto: Archivo de Granma
En el año 2002 Marta Harnecker visitaba Caracas una vez más, y una mujer joven se le acercó para agradecerle por unos videos acerca de la militancia revolucionaria, que se solían pasar en los barrios humildes de la ciudad. Mediante aquellos materiales, la filósofa explicaba qué son en verdad el activismo y el liderazgo, y cómo se debe transformar el mundo mediante la transformación de uno mismo y de los demás. «Usted nos ha enseñado», le aseguró la mujer a Harnecker, una frase que dio inicio a una conversación y a una amistad entre la proletaria y la estudiosa de Carlos Marx.
En su libro Reconstruyendo la Izquierda el principal propósito de Marta era ese, un nuevo mundo con personas que comenzaran el cambio a partir de sí mismas, reconociendo los defectos y virtudes, pero siempre para buscar una unidad plural y un entendimiento que sentasen las bases del verdadero radicalismo. No se trataba, como dijo la propia filósofa, de acciones tan temerarias que asustaran a la mayoría, sino de consensos tan amplios que lograsen aislar al capital, apoltronado mediante la infocomunicación y el dominio del plano político, desde el derrumbe del Muro de Berlín.

LA DISCÍPULA DE MARX

Marta Harnecker pertenece a ese grupo de pensadores que a lo largo de la historia dejaron de lado su conciencia de clase media burguesa, para construir un mundo donde quepan todos, fue exactamente el camino seguido por Carlos Marx.
A partir de conocer en los años 60 la realidad de la naciente Revolución Cubana y sentir que aquella verdad se quería censurar, ella comienza el viraje hacia la izquierda, de la mano del estudio directo de los clásicos del marxismo, y no de la escuela de los manuales. Esto último sería el punto esencial en el nacimiento de una lectora muy original de las teorías de emancipación, marcando la distancia con cualquier dogmatismo que pudiera provenir de la cosificación del saber, un fenómeno negativo y frecuente en los países del llamado «socialismo real».
Pero Marta Harnecker quiso llenar el vacío teórico existente en América acerca de la movilización de la izquierda, para una amplia y real emancipación, así que su proyecto de vida fue cómo plantear una alternativa política que desatascara al continente de los nacionalismos de derecha, los populismos, las dictaduras militares, la militancia infantil en izquierdas inviables. Una América nueva, salida del consenso, que a partir de su realidad de continente situado, al que Hegel llamó «sin Historia», construyera un presente dispar de su pasado, de acuerdo con amplias aspiraciones.
La máxima de Marx de que ser radical es ir a la raíz, se puso en la centralidad del pensamiento de Harnecker, quien además de vincularse al gobierno de Allende, teorizó y militó en los movimientos obreros que eran la verdadera base latinoamericana para un cambio de régimen; a la vez, fue una estudiosa de la realidad cubana, a la cual asesoró y de la que aprendió. Este nuevo radicalismo, no basado en acciones de guerrilla ni de comandos, sería la base para el Socialismo del Siglo XXI, el proyecto continental al que ella dedicó no solo su obra, sino cada segundo vital, pues veía en esa respuesta «desde la periferia» el grito de esperanza de la criatura humana que se negaba a la voracidad del neoliberalismo.

ENSEÑAR APRENDIENDO, MANDAR OBEDECIENDO

Si algo quedó claro del fracaso del modelo de Europa del Este fue que la desconexión con las bases sociales no solo genera la ilegitimidad del movimiento todo, sino que se aprovecha desde el enemigo para la guerra cultural y la construcción de un nuevo mapa mental político, donde los «liderazgos» sirven a la contrarrevolución. Por ello Marta Harnecker propone no solo una nueva mirada a los conceptos duros de Marx sobre la economía política, sino a los escritos del filósofo sobre la conciencia de clase como una relación dialéctica entre el ser y el pensar. Realidad y pensamiento no deben divorciarse, pues la Historia castiga con dureza a quienes decretan la existencia de estructuras inviables.
«Todo lo real es racional y viceversa», la vieja sentencia de Hegel, estaba en el sustrato del pensamiento de la filósofa para analizar cada momento del devenir en el movimiento por los derechos de las mayorías, pero eso no quiso decir que se renunciara a las metas tangibles en pos de «adaptarse a lo posible». Al contrario, Harnecker propone una lectura constante desde la teoría clásica, y a partir de allí hacer viable lo que aparenta imposibilidad.
Y es que en un mundo regido por lo uno, o sea la información en manos de unos pocos, el revolucionario no debe asumir que lo real y lo histórico es lo visible, ni lo que transmiten las cadenas. Un nuevo sujeto, a partir de una nueva historia, eso es lo que Marta se había propuesto, uno que se saliera de los moldes clasistas que el nuevo poder comunicacional construye y le hace creer a las masas, ese que desmoviliza mediante la creencia difundida de «vivimos en un sistema donde la felicidad colectiva nace de la búsqueda individual y egoísta de metas materiales».
Para el nuevo sujeto, el liderazgo estaba en servir a los demás, una cultura de la política que entendía el saber como praxis de lo real, o sea como un momento de ese movimiento de la Historia que no debe ser obviado ni por una vanguardia ni por un frente amplio de lucha. Marta Harnecker no despreciaba el papel de un partido, pero supo y así lo dejó consignado, que no se produce el cambio a partir solo de la agrupación ni la militancia en nómina, sino de leer los acontecimientos con humildad.

SIN LA TENTACIÓN DEL «REY FILÓSOFO»

Ella, que asesoró gobiernos progresistas y movimientos, no tuvo, como se conoce desde las obras de Platón, la necesidad de erigirse en oráculo de la vida política o «monarca filósofa», como aconteció con algunos teóricos vinculados a poderes políticos en el pasado. Su vida aconteció al mismo nivel de siempre, cerca de las bases, en constante contacto con sus necesidades materiales.
Establecida en La Habana, supo de los peores momentos atravesados por Cuba en medio de los años 90 del siglo XX, una experiencia que fortaleció su decisión sobre el pueblo como nuevo sujeto, como partido que se moviliza a sí mismo, en una integración plural y ética. Estudiar el fin del «socialismo real» desde la resistencia del modelo cubano, le dio a la teoría de Marta Harnecker el ingrediente esencial en materia de praxis sociohistórica. Y es que han existido intelectuales, a lo largo de la Historia, que han opinado e incluso criticado a Cuba, pero desde la comodidad de la clase media del primer mundo.
Harnecker dejó una extensa obra, la mayor parte escrita en un lenguaje que rehúye de la academia y busca la divulgación popular y el uso para fines políticos. Sus últimos volúmenes nos muestran miles de interrogantes, con la sola certeza de que el camino no solo es la crítica al capital, sino la construcción del nuevo mundo.
En un libro que se compendió como homenaje a Marta Harnecker, aquella jovencita del año 2002 en Caracas, cuenta cómo años después su hija pequeña llamaba a sus muñecas con el nombre de Marta, y que hoy sucede lo mismo con la nieta. A veces la Historia se muestra así, en un gesto pequeño, pero grandioso, como cuando el sol nos envía el primer rayo de la mañana.

Mauricio Escuela | internet@granma.cu
30 de julio de 2019 00:07:32

EE.UU. y China retoman las negociaciones luego de la tregua comercial



Ambos países reanudan las conversaciones desde la tregua del G20 del mes pasado. El presidente de Estados Unidos advirtió el martes a China que no espere al término de su mandato para cerrar un pacto comercial.

Negociadores de Estados Unidos y China retomaron esta semana las reuniones para intentar llegar a un acuerdo luego de la imposición entre ambos países de aranceles.
La “guerra comercial” entre el gigante asiático y EE.UU. sacudieron los mercados financieros globales. También los “mercados” están alertas a la reunión de política de la Reserva Federal que podría anunciar una baja de las tasas, y a las tensiones sobre el Brexit.
En declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump sostuvo que las conversaciones comerciales con China marchan bien, aunque advirtió que Estados Unidos “hará un gran acuerdo o no hará ninguno”.
A partir de este martes y durante los siguientes dos días, Liu He, viceprimer ministro chino será el anfitrión para la delegación estadounidense, liderada por Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, y Robert Lighthizer, representante de Comercio. Las expectativas de alcanzar un acuerdo no son muy altas.
El equipo negociador estadounidense llegó este martes a Shanghái, pero no hubo declaraciones Lighthizer, ni de Mnuchin.
Trump, como suele hacer, lanzó en una serie de tuits con amenazas a China. El presidente afirmó que "se suponía que empezarían a comprar ahora nuestros productos agropecuarios y no hay señal de ello. Ese es el problema con China, que simplemente no cumple", y agregó que "China anda muy mal, lo peor en 27 años". Trump hace referencia a que China mostró una nueva baja de su ritmo de crecimiento económico en medio de la “guerra comercial” con Estados Unidos. Sin embargo, su PBI sigue mostrando una tasa que es superior a los promedios mundiales.
El mandatario de Estados Unidos añadió que "el problema para ellos si esperan, sin embargo, es que cuando yo gane [en las elecciones presidenciales de 2020] el acuerdo que conseguirán será mucho más duro que lo que ahora negociamos... o no habrá acuerdo".
A pesar de las declaraciones de Trump, la agencia pública Xinhua explicó que varios miles de toneladas de soja estadounidense cruzan el Pacífico hacia sus puertos, y que volverán a comprar algodón, sorgo y cerdo. Las negociaciones entre ambos países continuarán, aunque difícilmente se llegue a un acuerdo, ya que no se trata solamente de alcanzar un pacto comercial.
Los principales índices de Wall Street cotizaron este martes con leves bajas. Así, el Dow Jones se ubicó en los 27.198,02 puntos luego de ceder un 0,09 % mientras que el S&P 500 cayó un 0,26 % hasta los 3.013,19. Por su parte, el Nasdaq 100 perdió un 0,46 % en la sesión y alcanzó los 7.952 puntos.

LID
Martes 30 de julio | 23:09

UPM decide, Uruguay acata

El 24 de julio en el programa En perspectiva se emitió la entrevista que el periodista Emiliano Cotelo le hizo al director principal de la OPP, contador Álvaro García.
Cotelo inicia su entrevista con el anuncio de la decisión de UPM de operar en el país.
Esto es de por sí peculiar porque tratándose de un acuerdo o convenio entre dos partes, llama la atención que veamos la decisión de una sola parte. Decisión que tomara UPM cuando lo consideró oportuno y conveniente. En rigor, no se concretó un acuerdo (p. ej., de inversiones) sino que el paisito ya estaba a disposición y UPM decide entonces hoy, 24 julio 2019, iniciar su acción sobre ese “objeto de deseo” que es en este momento, Uruguay.
El vicepresidente local de UPM, reproducido en el programa de Cotelo, nos dice que “éste es el día en que hemos decidido compartir (con ustedes) la noticia de esta nueva inversión”.
Cotelo, presentándose como transmisor de datos y no de opiniones, nos habla de un incremento esperado del 2% en el PBI y de otro, del 12% en las exportaciones. Llama la atención la invocación a los números, que indudablemente gozan de buena prensa. Cualquier análisis no debería quedarse con los números desnudos, presentados tan positivamente: porque el aumento de PBI no garantiza aumento de calidad de vida y puede incluso, reflejar su contrario (p. ej., si se contamina más o si aumenta la población carcelaria, el PBI aumenta). Y el valor de las exportaciones es muy distiinto si se trata de exportaciones del país o de una zona franca que, instalada en el territorio, retiene para sus propietarios los beneficios, si no la totalidad al menos gran parte. Por eso es tan impropio hablar de exportaciones uruguayas cuando salen desde sus zonas francas.
Hay que entender que las “zonas francas” reviven las clásicas “economías de enclave” que el colonialismo llevó a cabo en los albores de la “modernidad” apropiándose de los recursos de tantas zonas convertidas en colonias. Las zonas francas no son un recurso de progreso ni de independencia nacional, sino apenas una solución económica para el capitalismo transnacional que no quiere costear en la periferia planetaria los derechos que la democracia ha reconocido a las poblaciones metropolitanas.
Cotelo, asumiendo el papel de emisario de buenas noticias nos alienta con “los 6000 empleos” que UPM promete desplegar en el periodo de construcción. Lo que no se nos dice es lo que significa como trastorno ocupacional y económico dicha construcción basada en “trabajadores golondrinas”: es muy significativo que la primera noticia del mercado laboral tras la de los 6000 puestos de trabajo haya sido las expectativas de albergues y sitios de prostitución y bebidas alcohólicas en la zona de asentamiento, concretamente en Pueblo Centenario (que cuenta apenas con unos 1500 habitantes)...
El director de la OPP expresa que esta decisión de UPM genera “consecuencias muy positivas”. Algo que está por verse puesto que se refiere a algo por venir. Él puede estar seguro, otros podemos disentir, pero en todo caso, todavía es pura especulación…. se refiere a consecuencias a futuro; una ligera trampa de lenguaje; en castellano para hablar de lo futuro corresponde: expectativas.
Entre los varios aspectos abordados en la entrevista, García señala la importancia de pasar de un ferrocarril del s XIX a uno del s XXI. Es realista en la descripción de nuestra realidad ferroviaria; queda por ver si semejante salto se hará sin daño. Por lo pronto, las cifras que dio García son sorprendentemente altas. El habla de un costo para el estado uruguayo de 2200 millones de dólares, cuando en instancias previas el gobierno había anunciado unos 1000 millones…
Pero hay algo todavía más grave. El ferrocarril en danza, que García toma –a futuro− como uruguayo (al darle ilación entre el siglo XIX y XXI), es un tren puramente finlandés. No sólo por las exoneraciones fiscales que brinda el Uruguay sino porque lo trae la empresa finlandesa y lo emplazará en ese trayecto de unos 300 km con solo dos sitios de conexión: en Pueblo Centenario, junto a la planta y en el puerto de Montevideo, en la Aguada, en la terminal de embarque. El camino es pura vía, sin conexiones (algo que puede llegar a ser problemático en caso de accidente). Pero que muestra acabadamente la finalidad del tren, exclusivo para la celulosera; transporte de troncos y celulosa y de ingredientes quimicos que la empresa vaya proveyendo a su procesadora.
Cotelo, siguiendo el trabajo de un colega, Nelson Fernández, hace un recorrido por los distiintos gobiernos de las últimas décadas, de los tres partidos principales, y ve cómo, comenzando con las leyes de zonas francas y la de incentivo forestal del gobierno colorado de Sanguinetti en los ’80 (posdictadura), todos los gobiernos de los últimos 30 años largos han ido adaptando el país a las necesidades de la transnacionalización del capital y las inversiones, achicando o abandonando un desarrollo endógeno en aras de otro exógeno.
Pérez lo ratifica con orgullo aclarando que ahora la matriz productiva del pais ha variado para devenir territorio forestal, es decir para adaptarse a los planes de empresas transnacionales. El ordenamiento territorial ya había sido usado para diversos emprendimientos trasnacionales, como otras pasteras o la empresa minera Zamin Ferrous, en Aratirí, que finalmente no hizo su negocio a costa del suelo uruguayo por una cuestión de rentabilidad en el mercado internacional, que si hubiera prosperado habria contado con el aval de un dirigente como el entonces presidente José Mujica que no tuvo empacho para sostener que asi como el país había sido ganadero durante dos siglos, bien podía ahora devenir minero. Como si el cambio de matrices productivas fuera de la misma envergadura que un cambio de camisas.
Lo que el técnico Álvaro García no dice es que con el desarrollo agroindustrial (que no es solo forestal sino también de soja transgénica, por ejemplo), el país ha perdido –se fue por el caño del tecnodesarrrollo− una de las riquezas naturales principales, el agua, [1] convirtiéndose, ya todo el territorio en “feliz poseedor” de agua contaminada.
“La razón es que una negociación con las complica… complicidades [sic] que tiene y la cantidad de aspectos que tiene no es posible realizarla de manera pública… creo que es algo evidente. Cualquier información pública es extremadamente delicada porque mueve los precios de las acciones […]. El tema de la confidencialidad es algo absolutamente normal en este tipo de cosas”.
Una vez más se destaca el aporte de Freud sobre las trampas del inconsciente en los lapsus, aquí con un agravante, porque García empezó refiriéndose a algo que podría haber sido “complicaciones” pero se enmendó a sí mismo diciendo complicidades.
No tenemos más remedio que asociar este traspié idiomático con otro, bastante más largo, del convenio ROU-UPM, puesto a luz por el catedrático Eduardo Lutz, en el cual el texto aclara que nadie en este convenio ha recibido sobornos, prebendas, viajes, hospedajes o comidas de la empresa, ni ninguna otra forma de pago bajo cuerda. El texto es cargosamente taxativo y uno se pregunta el motivo de semejante “aclaración”. Es evidente que no hubo coimas , eso está claro. Pero ¿por qué tanta autodefensa por adelantado? Alguien, canchero, podrá alegar; porque conocemos a los criticones.
Pero yo abono otra hipótesis: la entrega, las concesiones son tantas, “la agachada” gubernamental es tan ostensible (y combinada de varios gobiernos, y vemos que no solo frenteamplistas sino de los tres partidos mayores), que hay que explicar que no ha sido “por interés personal”, pecuniario o similar.
Y no hay duda. Lo que hay es una feroz coincidencia ideológica. Porque los reaccionarios, por seguidismo geopolitico al eje globalizador, aceptan estos entreguismos como “el precio del progreso” y los progresistas, legión dentro del FAEPNM, porque sacralizan el tecnoprogreso, con lo cual terminan hermanados en el proyecto social con los reaccionarios más modernosos.
La cuestión es si tenemos el coraje, el tesón para promover crecimientos de nuestra sociedad, endógenos, o si sólo nos adaptamos a la mirada ajena y a sus necesidades y “alquilando”, a precio de remate, el territorio para sus ensayos, proyectos y realizaciones. Ejemplos como el de British Petroleum en el golfo de México o la Texaco en la Amazonia ecuatoriana o el desastre pesquero en Chiloé provocado por la angurria noruega que, con los mismos rubros de producción en su propio país, cuidaron bastante más, o mejor dicho descuidaron algo menos el hábitat que el devastado territorio chileno en su isla principal, deberían funcionar como advertencia de lo que suele suceder con tales maridajes.
Basta recordar la “doctrina” Larry Summers, que con justicia ha esgrimido César Vega, para entender la “racionalidad” primermundiana. [2] Algunos tecnócratas del Tercer Mundo hacen propia la estrategia del centro planetario, no a causa de sobornos sino aceptando cobrar las migajas que el centro económico dinamizador ofrece porque temen que si no aceptamos eso, caeremos en alguna noche medieval…
Revelando que ésa es la apuesta, García, con orgullo que en realidad es estulticia, aclara: “Uruguay no discrimina por empresario nacional o extranjero. Sí hay una diferencia en cuanto al volumen de la inversión... y a la necesidad de poner beneficio.” [sic].
García da por bueno apostar a las economías de escala. Por eso este gobierno, como los anteriores, ha apostado a la agroindustria y a los commodities, y no a la producción de specialities. Algo que sería mucho más acorde con nuestras dimensiones. Porque jugar en la cancha de los grandes números, podría tener sentido (si es que lo tiene) para estados como Brasil, Australia, Canadá, Rusia, con muchos millones de km2 pero se convierte en economía insensata para estados de dimensiones pequeñas, más fácilmente contaminables, inundables, alterables y básicamente limitados por sus dimensiones.
Y con otro agravante: la gran escala es la causa principal de contaminación. De maltrato al planeta (y eso le cabe también a los estados con millones de km2).
Y por último, un aspecto estratégico: cuando el mercado europeo está absorbiendo cada vez más specialities, porque ha advertido la baja calidad alimentaria (y mucho peor, la toxicidad) de los commodities, y el Uruguay podría haber sido un vergel dada nuestra irrigacion natural, quienes invierten en Uruguay, nos han llevado a la modernidad tecnológica cada vez más en entredicho…
¿Cómo enfrenta García los reparos y críticas de orden ambiental al proyecto que tanto impulsa’: “El Uruguay tiene una institucionalidad muy fuerte en este tema.”
Es una afirmación que acaricia los oídos institucionales del área, que resulta tristemente falsa, por no decir desfachatada.
El país tiene, en la realidad un pésimo nivel de conciencia ecológica. Vivimos alegremente en un mundo plastificado, cuando ya es vox populi el daño, inmenso, que provoca sus residuos, ante los cuales Uruguay ha sido uno de los últmos estados en encarar una política de limitación a su uso. Una limitación muy limitada –y no es un juego de palabras−, puesto que su uso está extendidísimo. Baste recordar que Uruguay llegó a apostar, siguiendo las pautas de las empresas transnacionales, a quedarse sin vidrio, sin industria del vidrio, que en Uruguay tenía un desarrollo apreciable, y que es ambiental y sanitariamente mucho más confiable.
La institucionalidad ambiental que proclama García no nos ha permitido evitar la contaminación de nuestras aguas, fundamentalmente por la agroindustria. Aun peor: los organismos reguladores de lo ambiental han ensayado permanentemente disculpas y negaciones al estado de contaminación. Tampoco nos permitió resguardarnos de una plombemia generalizada (y habría que examinar su huella social; una cuenta pendiente).
“La Iniciativa del Río Negro prevé todo esto. Y atender de manera integral el estado de las aguas del Rio Negro. En la mirada de desarrollo sostenible que veníamos hablando, y en esa mirada de desarrollo sostenible también UPM de Finlandia. […]. Porque los países nórdicos, en cualquier ranking mundial están en el Top 4 de desarrollo sostenible en el mundo”.
Con el ranking nórdico ambiental García nos quiere tranquilizar. Ignorando vergonzosas situaciones como la ya mencionada del cultivo de salmón noruego en Chile.
Respecto de la “dilución de los vertidos”, García habla de asegurarse un caudal suficiente para hacer aceptable esa dilución, pero se apresura a aclarar que casi casi ni va a hacer falta atender ese aspecto, porque la dilución apenas va a existir puesto que los nórdicos trabajan con normas de muy alta calidad ambiental.
'La confianza mata al hombre y contamina al crédulo’. Que me disculpe García con su infantil dependencia.
Por cierto, ni una palabra por el cambio en el texto del acuerdo ROU-UPM, que en lugar de respetar el texto principal, se corrigió siguiendo el texto secundario que perjudica, oh casualidad, al Uruguay (en un pasaje con traducción defectuosa que otorgaba 0,5 o 0,05 de canon, causando una diferencia de varios millones de dólares anuales).
García (Cotelo tampoco) no habló de lo principal: ¿Qué se llevan del Uruguay, qué usan del Uruguay? Agua. Que no pagan. Eso se llama en economia “externalización de costos”.
No pagan el agua. Y la contaminan. Por lo tanto, tampoco pagan la salud que el país y sus habitantes, humanos y seres vivos en general, perdemos.
De eso, lo decisivo, apenas se habla.

Luis E. Sabini Fernández

Notas:

[1] Uruguay ha sido tradicionalmente uno de los países con mayor porcentaje de tierras cultivables del mundo entero. Entre 80 y 90 %. Un dato valioso, lógicamente, hablando de agua potable, no contaminada.
[2] Larry Summers, un apparatchik de la red de dominio del eje principal del poder global (EE.UU., Israel, Reino Unido) tuvo diversos cargos claves; director del Banco Mundial, secretario del Tesoro de EE.UU., director del Consejo Nacional de Economía de EE.UU. Muy racionalmente, estimó la conveniencia de llevar las industrias contaminantes del Primero al Tercer Mundo puesto que causarían mucho menos daño allí sobre una población ya devastada por la pobreza, con escasos ancianos, mientras que esas mismas industrias, contaminantes, causan estragos en el Primer Mundo con una población de adultos mayores mucho más numerosa, que son el blanco mayoritario de las enfermedades de largo plazo, como los cánceres, causadas primordialmente por dicha contaminación.

Blog del autor: https://revistafuturos.noblogs.org/

Puerto Rico en llamas

La insurgencia popular en Puerto Rico derrocó a un gobierno corrupto, reaccionario y servil, que toleró con cabeza gacha el desprecio y los insultos de Donald Trump con ocasión del huracán María, en septiembre de 2017, y la “ayuda humanitaria” que el magnate neoyorquino fue personalmente a distribuir. Dado que la Constitución puertorriqueña de 1952 no prevé el llamado a elecciones en casos como el actual el mandatario renunciado deberá designar, antes del 2 de Agosto, a su sucesor. Una renovada presión popular podría hacer saltar por el aire la normativa colonial y forzar la instalación de un gobierno de transición pero parece muy poco probable que tal cosa pueda ocurrir. Otras alternativas, como una convocatoria a una Asamblea Constitucional, parecen más cercanas a la realidad, como se verá más abajo. El factor aglutinante de las imponentes protestas callejeras fue la descarada corrupción del gobernador Ricardo Rosselló, el fenomenal endeudamiento en que ha caído el gobierno de la isla y la filtración de sus chats reveladores de su homofobia, su misoginia y su desprecio por las principales figuras de la oposición e inclusive por las víctimas del huracán.
Lo anteriormente expuesto potenció los crónicos problemas sociales que afectan a ese maravilloso país, que logró frustrar el proyecto estadounidense de romper con sus tradiciones culturales, sus formas de sociabilidad, su lengua, su arte, su gastronomía, su música y sus bailes y convertirlo en una réplica caribeña de Atlantic City. Hacía falta contar con una férrea identidad nacional para resistir durante más de un siglo las presiones imperiales. Filipinas, otro de los trofeos de la guerra hispano-estadounidense, pese a ser mucho más poblada y extensa que la “Isla del Encanto” no resistió el embate cultural, político y económico de EEUU. Puerto Rico sí, y por eso es una nación tan “latino-caribeña” como la que más.
Dicho lo anterior cabría preguntarse por qué las grandes movilizaciones de estas últimas semanas no tuvieron en su agenda la cuestión del status colonial de Puerto Rico. Hay muchas razones para ello. El tema fue sometido a plebiscito popular en cinco ocasiones: en tres de ellas 1967, 1993 y 1998 la mayoría se inclinó por mantener la condición de “Estado Libre Asociado”, engañosa frase si la hay para un país que es una colonia de Estados Unidos y que no es ninguna de las tres cosas que proclama la fórmula del ELA, pergeñada por los norteamericanos y sus aliados en la isla, principalmente Luis Muñoz Marín, quien fuera el primer gobernador electo de Puerto Rico. En un nuevo referéndum convocado en el 2012 triunfaron los partidarios de la “estadidad”, o sea, la anexión a EEUU, pero las irregularidades en el proceso electoral y la gélida indiferencia de la Administración Obama ante este resultado condenaron el asunto al olvido. En 2017, el quinto referendo, la “estadidad” obtuvo un triunfo aplastante: 97 por ciento de los votos, pero con una bajísima tasa de participación que ni llegó al 23 por ciento que lesionaba gravemente la legitimidad del veredicto de las urnas. Al igual que en el 2012, irregularidades en la confección del padrón y ahora el militante desprecio de Trump consagraron la inutilidad de esa consulta popular.
¿Cómo interpretar estos sorprendentes resultados? Primero hay que recordar que el status colonial le otorga a los puertorriqueños la condición de ciudadanos de Estados Unidos y, por consiguiente, la posibilidad de entrar y salir del territorio estadounidense sin visas ni obstáculo alguno. En una parte del mundo dónde la migración a la metrópolis imperial moviliza a millones de personas cada año poniendo inclusive en riesgo su vida, precisamente como consecuencia de las políticas neoliberales que Washington impone a los países de Nuestra América, la ciudadanización si bien incompleta de la población boricua se convierte en un poderoso atractivo para mantener el status quo y archivar para tiempos mejores las aspiraciones independentistas, allí dónde la hubiere. Simón Bolívar advirtió precozmente el nefasto papel que Estados Unidos jugaba en la región y lo dejó sellado en una frase contenida en la carta que le enviara desde Guayaquil al Coronel Patricio Campbell el 5 de Agosto de 1829 y en la cual decía que “los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad.” La historia le dio la razón al Libertador y la política de Washington hacia esta región desde comienzos del siglo veinte fue sostener a través de sangrientas dictaduras un orden neocolonial surcado por la ancestral explotación de nuestros pueblos y las seculares injusticias y opresiones heredadas de la época colonial, mismas que la “modernización” introducida por el capitalismo dependiente propiciado por el imperialismo norteamericano no hizo sino agravar y, por lo tanto, alimentar una tan tumultuosa como interminable migración hacia Estados Unidos como única alternativa real de sobrevivencia en las empobrecidas regiones al sur del Río Bravo. La sumisión a la Roma americana se hizo efectiva a través de su permanente apoyo a las sangrientas dictaduras que asolaron a la región y en la interminable sucesión de invasiones, golpes de estado, magnicidios, operaciones desestabilizadoras, sabotajes y bloqueos económicos dispuestas por la Casa Blanca o, más recientemente, a través de los más refinados pero igualmente letales “golpes blandos” –casos de Honduras, Paraguay, Brasil y, con peculiaridades muy sui generis en Ecuador- o en la imposición de políticas inspiradas en el Consenso de Washington, en las últimas décadas del siglo pasado, y reactivadas recientemente cuando la oleada progresista que signó la política latinoamericana desde la asunción de Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela, a comienzos de 1999, experimentó un importante retroceso que la tardía incorporación del México de López Obrador al así llamado “ciclo progresista” no alcanza a compensar. En una situación así se comprende que las millones de víctimas del “desarrollo capitalista” en la periferia traten de encontrar un futuro en la metrópolis imperial.
Decíamos “ciudadanía incompleta” o de “baja intensidad” porque a diferencia de los otros ciudadanos estadounidenses los de Puerto Rico carecen de los atributos que hacen a la soberanía popular: no pueden elegir a los miembros del Senado o la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos y tampoco están habilitados para participar en las elecciones presidenciales de ese país. Son ciudadanos de segunda, pero conservan el dudoso privilegio de servir –como reiteradamente lo hicieron- en las fuerzas armadas de Estados Unidos. Se estima que poco menos de un 10 por ciento de las destacadas en Vietnam eran puertorriqueños, mientras que en la población total los boricuas representaban apenas el 1.5 por ciento. Es evidente dónde Washington fue a buscar su carne de cañón.
La combinación entre las facilidades migratorias y la permanente y aplastante propaganda del imperio penetraron profundamente en la conciencia de las masas populares. Agréguese a lo anterior el hecho de que como ciudadanos políticamente impotentes aún así tienen acceso a un amplio repertorio de políticas de “welfare” financiadas con fondos federales y administradas de manera clientelística tanto por el Partido Nuevo Progresista como por el Popular Democrático que gobernara en el pasado. Esto incluye educación gratuita, cupones de alimentos, vivienda subsidiada o simplemente gratuita y bajo ciertas condiciones a perpetuidad, un cuantioso programa de seguros de desempleo y de atención médica como “Medicare” y “Medicaid”, mismos que brillan por su ausencia en gran parte del Caribe con la excepción de Cuba. Este dato es crucial para comprender las inquietudes que provoca en amplios sectores de las capas populares una eventual independencia de Puerto Rico -y con ello la pérdida de los “beneficios” que otorga la ciudadanía norteamericana. En otras palabras, el rechazo a la “estadidad” ha sido comprado con aquellas políticas que los gobernantes y altos funcionarios estadounidenses calificarían de “populistas” si se aplicaran en algún otro país latinoamericano. Políticas que, gestionadas de modo clientelar, han tenido como resultado una significativa destrucción del tejido social. Un ejemplo: investigaciones sociológicas demuestran que en algunos hogares hay tres generaciones de personas que jamás trabajaron en sus vidas y que han vivido a lo largo de décadas de del “welfare” del amo estadounidense. Por último no hay que olvidar que el imperio, a través de su control monopólico de los medios de comunicación ha alimentado sistemáticamente, y con gran eficacia, la idea racista de que las y los boricuas son incapaces de autogobernarse y que de hacerlo conducirían a Puerto Rico a una debacle equivalente a la que padece Haití.
A todas las consideraciones anteriores hay que agregar que Washington nunca manifestó la intención de otorgar la “estadidad” a la isla. Tal cosa convertiría en los hechos a Estados Unidos en un estado plurinacional, al estilo boliviano y eso es inaceptable por completo tanto para su clase dominante como para amplias mayorías de la opinión pública, máxime en medio de la ola de xenofobia que envuelve al país y que demagógicamente fogonea Donald Trump. Además, así como están las cosas la Casa Blanca consigue sin esfuerzo lo que más desea: contar con un punto de apoyo estratégico para la geopolítica del Gran Caribe con las doce bases militares instaladas en la pequeña isla. Además sus empresas se benefician porque tributan tasas impositivas más bajas y pueden transferir ganancias a sus matrices sin obstáculo alguno; y si bien la ayuda federal al país caribeño es importante lo cierto es que hechas las sumas y restas Puerto Rico sale perdiendo y EEUU ganando.
La paradoja, a resolver en el futuro, es la construcción de una fuerza independentista con capacidad de expresar en la arena político-electoral el ferviente nacionalismo –y, por momentos, el nada velado antiamericanismo- que caracteriza a la nación boricua. En los acontecimientos de las últimas semanas ha adquirido protagonismo un nuevo partido, percibido con esperanza por muchos de quienes se movilizaron y tomaron las calles de Puerto Rico. Se trata de Victoria Ciudadana, punto de convergencia de diversos sectores e inclusive de algunos viejos y respetados partidos minoritarios que luchan por la independencia. He sido informado que en esa nueva formación política hay muchas personas creen en la independencia o en una soberanía nacional acotada, una suerte de república soberana pero aún así manteniendo su “asociación” con Estados Unidos. La complejidad de la composición de Victoria Ciudadana no permite levantar sin más las banderas del independentismo, por lo cual se ha llegado un compromiso de promover la convocatoria a una Asamblea Constitucional para discutir el status de la Isla. Tema, que por supuesto, ha encontrado una respuesta pública favorable y podría tener imprevisibles desenlaces pero que en todo caso sería el principal –si no el único- punto de coincidencia y unificación de quienes constituyen esa fuerza política.
Un elemento que agrega complejidad a la ya de por sí enrevesada coyuntura política actual está dado por el hecho de que hasta ahora al menos las grandes movilizaciones no han hecho crecer de modo significativo la adhesión al independentismo. Es más, no son pocos los protagonistas de aquellas luchas que señalan que hasta podría producirse un efecto exactamente contrario puesto que algunos creen que con el triunfo de la “estadidad” la ciudadanía boricua pasaría a gozar de los mismos derechos y habilitaciones que se garantizan para los demás estados de la Unión Americana. Llegan inclusive a escucharse voces que dicen que ante el maltrato sufrido a manos del equivalente isleño de los Republicanos (el Partido Nuevo Progresista del gobernador Rosselló) y de la Administración Trump un eventual triunfo de los Demócratas en las próximas elecciones presidenciales norteamericanas abriría el paso para poner fin a la “ciudadanía inconclusa”. El hecho de que la joven congresista estadounidense de ascendencia puertorriqueña, Alexandria Ocasio-Cortéz, una estrella en ascenso en el firmamento político de su país haya declarado este pasado sábado 27 de julio que “esto (el triunfo de las grandes movilizaciones populares) es solo el comienzo de un proceso de descolonización, un proceso de autodeterminación en el que la gente de Puerto Rico comienza a tomar su propio autogobierno en sus propias manos" añade a la complejidad de la situación pues en anteriores ocasiones se había manifestado a favor de la “estadidad” con el argumento que de ese modo los puertorriqueños accederían a los mismos derechos que cualquier ciudadana o ciudadano de Nueva York o cualquier otro estado de la Unión.
En suma, no nos equivocaríamos si concluyéramos que Puerto Rico es una nación sin estado (por supuesto que no es la única: ahí están los casos del País Vasco y Cataluña, sin ir más lejos) y, me permitiría agregar, un país con una sólida identidad nacional en busca de un instrumento político que la organice y represente. Pero esto es algo que, por ahora, no se vislumbra en el horizonte actual. Aunque nadie debería sorprenderse si la dialéctica de la crisis –gran maestra de los pueblos- produjera un súbito alto en la conciencia de las y los boricuas, y lo que hasta ayer parecía impensable hoy se convirtiera en algo factible. Claro está que el clientelismo del “welfare” y el pánico a perder esas ventajas conspiran fuertemente en contra del impulso independentista. Pero si tal cosa llegar a ocurrir, si esa Asamblea Constitucional llegara a avanzar en esa dirección sobre los hombros de una gran movilización popular produciría un verdadero terremoto en el tablero geopolítico regional y las reacciones de la Casa Blanca serían de una desenfrenada belicosidad. Conjeturar sobre este asunto ya es algo que excede los límites que me propuse para esta nota.

Atilio A. Boron

Notas:

* Agradezco Carolyn M Thomas, Esterla Barreto Cortez y Luz Miranda por las informaciones que me proporcionaron para elaborar esta nota. Por supuesto, los errores fácticos o de interpretación que pudieran existir en este escrito son de mi exclusiva responsabilidad.
** Una versión resumida de esta nota apareció en la edición de Página/12 del 28.7.2019

martes, julio 30, 2019

Chile: se levantó la huelga de profesores, sigue la lucha en defensa de la educación pública



Tras ocho semanas de huelga de profesores en Chile, la misma se suspendió luego de una segunda votación nacional que arrojó que el 67,37% de los docentes que participaron se inclinó por levantar medida y terminar el paro, mientras el 32,63% votó por seguir el movimiento. A pesar de haber logrado un gran apoyo nacional de varios sectores de trabajadores y de golpear a la ministra Marcela Cubillos y al gobierno derechista de Sebastián Piñera con extraordinarias movilizaciones, la dirección del Colegio de Profesores habla de “repliegue táctico” y levantó la huelga sin respuestas satisfactorias de parte del gobierno.

A seguirla

Como venimos siguiendo desde Prensa Obrera, esta segunda votación, surgida desde la asamblea nacional en la séptima semana de huelga, ya anunciaba una orientación clara de levantar la medida por parte de la dirección del Colegio de Profesores, que semana tras semana era superada por las movilizaciones y departamentos más combativos que son los que articularon las medidas con trabajadores de todo el país.
Es que los reclamos de esta nueva lucha educativa en Chile son profundos y se arrastran hace décadas. La dirección de estos sindicatos y centrales sindicales como la CUT -que no llamó a ningún paro nacional en apoyo a la docencia- no están dispuestos a organizar un plan de lucha contra Piñera, ya que tributan en una u otra variante política patronal.
En palabras del propio presidente del Colegio de Profesores, los puntos del petitorio no se contestaron y, por lo tanto, seguirán con medidas en los tribunales y de acción ciudadana.
El petitorio que fue la base del movimiento incluía mejoras en la infraestructura, el fin de la llamada "doble evaluación" que reciben los docentes sobre su desempeño, la revisión de un proyecto para cambiar el currículum educativo, el pago de una mención especial de especialización a las profesoras de educación diferencial, la reparación histórica, entre los más destacados.
La crisis educativa en Chile, como en toda la región, es aguda. Cada vez son más profundas las luchas en toda América Latina y la docencia y los estudiantes se levantan contra los gobiernos capitalistas que quieren ver reducida a la educación pública a su mínima expresión, siguiendo la ruta del FMI. Esa crisis no se va a superar por esa vía y los profesores necesitarán sacar las conclusiones de esta gran huelga para que el conjunto de la clase obrera chilena se organice contra el gobierno de Piñera y la oposición patronal.

Amanda Martín
Secretaria adjunta de Ademys

Pierre Broué: militante, historiador e investigador trotskista



El 26 de julio de 2005 fallecía en Francia el militante, historiador e investigador trotskista Pierre Broué. Realizó gran cantidad de publicaciones, libros, revistas, cuadernos de gran valor para la historia del trotskismo y apoyó desde sus inicios al CEIP León Trotsky.

Compartimos la nota publicada el 28 de julio del 2005 en La Verdad Obrera (periódico del PTS en ese momento).

El 26 de Julio en Grenoble murió Pierre Broué a la edad de 79 años. Como él solía decir “de las mil maneras de luchar por la revolución, una de ellas es trabajar por acercarse lo mejor posible a la verdad histórica, lo que podríamos llamar, no un combate por una historia revolucionaria, sino un combate revolucionario por la historia” que es la que eligió a los 14 años por influencia de sus abuelos. La lucha contra las ligas fascistas, las huelgas francesas de 1936 y el combate contra el franquismo dejaron su huella a muy temprana edad. A inicios de la Segunda Guerra Mundial, Pierre Broué, sería responsable de la célula clandestina de la Juventud del Partido Comunista de un prestigioso liceo parisiense. Sin embargo, poco tiempo después va a ser expulsado acusado de “trotskista”. En 1944 entra en contacto con un camarada trotskista y a partir de allí y durante cuatro décadas va a ser militante del PCI hasta su ruptura a fines de los ’80. La difusión de la obra de Trotsky, la actividad de los trotskistas, develar las mentiras estalinistas en base al minucioso trabajo de investigador es al que consagró su vida. “El trabajo es agotador, pero ¡trae tan buenas recompensas! La mejor: encontrar una clave, un arma imparable para denunciar una mentira, desmentir una calumnia, restaurar el verdadero rostro de una militante o de un militante… Esta investigación me ha dado inmensas alegrías.”(1)
En 1961, junto a Emile Témime, publicó La revolución y la guerra de España. Su monumental obra Historia del Partido Bolchevique constituye una guía insustituible para el estudio del partido comunista ruso desde su formación hasta la edición del libro en 1963 (diez años después va a ser publicada en español). Los Procesos de Moscú (1965), La primavera de los pueblos comienza en Praga (1969), La revolución alemana (1971), La Revolución española (compilador, 1972), La cuestión china y la Internacional Comunista (compilador, 1976), El asesinato de Trotsky (1980) y Trotsky (1988), su biografía del fundador del Ejército Rojo y Rakovsky (1996) componen parte de su vasta obra.
En 1978, funda el Instituto León Trotsky en París. Dos años después, Pierre Broué asistió a la sección “cerrada” de los archivos de Trotsky de la Houghton Library de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) luego de su apertura. El material que se encontraba allí le permitió ampliar los ya conocidos Escritos de León Trotsky y publicar las Obras en 27 tomos. También publicó los Cahiers Léon Trotsky con cerca de 80 volúmenes a la fecha que reúne artículos de dirigentes de la IV Internacional de distintas épocas e investigadores del movimiento trotskista de todo el mundo. Muchos de ellos están realizados de forma temática, lo cual permite a todo historiador o militante de izquierda abordarlos profundamente. Asimismo, en 1988 viajó a la URSS, lo que permitió ampliar sus investigaciones, realizando una importante contribución al conocimiento de la historia de la Oposición de Izquierda rusa (2).
Años después, Christian Castillo, Carolina Montagnet y otros compañeros lo visitaron y conversaron en Grenoble, donde residía. Con su autorización publicamos la 1ª edición en español Los Trotskistas en la URSS (1929-1937)(3). Este trabajo es un ensayo introductorio -de su autoría- de documentos y trabajos teóricos inéditos de los oposicionistas soviéticos, publicados en los Cahiers Léon Trotsky N° 6, 7 y 8. Sus investigaciones permitieron demostrar que “el trotskismo, lejos de limitarse a la sola figura de Trotsky, era en esa época una corriente internacional viva y dinámica, encarnada por la Oposición de Izquierda. Y que la sección rusa era, no sólo su sección más importante numéricamente, aún en la clandestinidad, la cárcel o la deportación, sino la que concentraba los cuadros más probados, más lúcidos, más heroicos y más abnegados”(4).
Pero al tiempo que la Oposición de Izquierda rusa entablaba una lucha política y física sin cuartel, desarrollaba una enorme producción teórica. “En este período y a comienzos de los años ’30, existen numerosos testimonios de todo tipo sobre las prisiones en donde los ‘bolcheviques leninistas’ se organizaban en colectivos y en algunos casos, consiguen hacer funcionar en lugares como Cheliabinsk, Verkneuralsk o en Solovski, verdaderas universidades obreras en los muros de la prisión… En los años ’30, se discuten todos los problemas políticos, los planes quinquenales, la colectivización forzosa, el proceso contra ‘el centro de los mencheviques’, etc.” (5) Esta enorme actividad desplegada en las peores condiciones de vida, permite corroborar que, como afirma Broué, “Difícilmente, en la historia del marxismo haya habido alguien más fecundo y más creativo, y resultados menos conocidos o directamente desconocidos…”(6).
Siguiendo el ejemplo, de la actividad desplegada del instituto de investigación como el que dirigía Pierre Broué, se funda a iniciativa del PTS, el Centro de Estudios, Investigaciones, Publicaciones “León Trotsky” en Argentina. Desde el CEIP establecimos una relación de colaboración fraternal. El apoyo brindado por Pierre Broué del cual era miembro honorario fue un componente esencial para el desarrollo de nuestra actividad. En primer lugar su donación de la Obras de León Trotsky, de todos números de Cahiers y sus libros, son fuente permanente de consulta y guía de nuestras investigaciones(7). Particularmente, sus investigaciones sobre los trotskistas en la Segunda Guerra Mundial(8), permitieron verificar en el propio escenario de guerra la estrategia, el programa e incluso tácticas muy controvertidas como la política militar proletaria levantadas por Trotsky antes de su asesinato en 1940.
Dedicado, en particular los últimos años de su vida, a la historia del trotskismo y la revolución. Pierre Broué hizo sin duda un gran aporte al trotskismo y la revolución. Desde el CEIP “León Trotsky” seguiremos aunando esfuerzos para modestamente seguir su ejemplo, porque – en palabras de él, “la verdad es revolucionaria y porque uno es revolucionario es que se busca la verdad, y que se encuentra en ella un fragmento que permite atrapar la punta del ovillo, tirar de él y avanzar en la comprensión de este mundo en marcha que es necesario transformar”.

1. Nota realizada para Estrategia Internacional N° 16, a 60 años del asesinato de León Trotsky.
2. Ibidem. Pierre Broué destaca algunas de las conclusiones y temas a desarrollar luego de acceder a ellos.
3. Este libro se encuentra agotado. Casualmente estábamos preparando su edición digitalizada para difundir en la página web del CEIP (www.ceip.org.ar) en la semana próxima.
4. Ver en Presentación al libro Los Trotskistas en la URSS editada por el PTS.
5. Reportaje a Pierre Broué realizado por el CEIP “León Trotsky” y publicado en Estrategia Internacional N° 11 y 12.
6. Pierre Broué, Los Trotskistas en la URSS, capítulo 2, pág. 16.
7. Todos estos materiales se encuentra disponibles al público en nuestra sede en la calle Riobamba 144. El catálogo de Cahiers puede ser consultado en la página web del CEIP.
8. Publicado en Cuadernos CEIP “León Trotsky” N° 1.

Confirmado: Alberto Fernández quiere una nueva devaluación

En un reportaje realizado por un periodista afín, Alberto Fernández acaba de anunciar los ejes de su plan económico que tiene como punto central promover una nueva devaluación del peso. Lo dijo sin medias tintas frente a Roberto Navarro, señalando que “necesitamos un dólar alto. Siempre lo creí. Tenemos la certeza que un dólar subvaluado nos condena al peor escenario. Con este dólar subvaluado no vamos a conseguir dólares para producir”.
La promoción de una nueva devaluación se entrelaza con sus afirmaciones referidas a que dejará de pagar los intereses de las Leliq del Banco Central. Aunque Clarín maliciosamente equiparó esta afirmación con el intento de un default, lo que quiso decir Fernández es claro: en la medida que las Leliq vayan venciendo no las renovará, para que esos pesos vayan directamente a la compra de dólares. Esa mayor demanda producirá una suba de su cotización, o sea, una nueva devaluación. Ahora bien, como el stock de leliq ya supera el billón de pesos, lo que al tipo de cambio actual equivale a 25.000 millones de dólares, un pasaje de estos vencimientos no renovados al dólar puede producir una devaluación de altísimas proporciones. Como esos 25.000 millones de dólares son más que la totalidad de las reservas netas del Banco Central, la función de una devaluación es también licuar su impacto en dólares, permitiendo que las divisas existentes se usen para el pago de la deuda externa.
Como se ve, los grandes beneficiados por una devaluación no serán los trabajadores y jubilados, como Alberto Fernández demagógicamente le prometió a Roberto Navarro, sino los acreedores internacionales y la clase capitalista nativa, que puede reducir aún más los salarios medidos en dólares. En la actualidad el salario mínimo argentino está en una cifra que no llega a los 300 dólares, quedando por debajo de la mayoría de los países de la región. NI qué decir que una nueva devaluación pulverizaría aún más el ingreso de los trabajadores y jubilados. No es casual que Alberto Fernández haya señalado en el mismo reportaje que se reunirá con sindicatos y empresarios, para que “todos hagan un esfuerzo”. Pero son frases de circunstancia. Como los intereses de unos y otros son contrapuestos, si una hace el ´esfuerzo´ el otro se beneficia. En este caso, con una nueva devaluación, los grandes beneficiados serán los capitalistas. Ese ´esfuerzo´ sería certificado con un pacto social, como Cristina Kirchner lo anunció en la presentación de su libro Sinceramente. Ahora confirmamos lo que siempre sospechamos: que el punto de partida de ese pacto será un nuevo golpe al salario, llevado adelante por una gran devaluación.
Con el objetivo de ganarse también al capital agrario, Fernández le dijo a Navarro que la devaluación será positiva también para facilitar la liquidación de la cosecha. La lógica es clara: con un precio internacional en dólares ya establecido, la devaluación incrementa el precio de la cosecha medida en pesos. Para el capital agrario esto significa un premio extra, ya que muchos de sus costos están en pesos. El problema, en cambio, será para los trabajadores, porque esa medida redundará en un aumento significativo de los precios de los alimentos, que representan el gasto más importante de la canasta de los sectores con menores ingresos. La devaluación de Fernández generará más pobreza e indigencia.
Es interesante tener en cuenta que Fernández considera que la devaluación es la forma que tiene el país de conseguir dólares. Acá también la lógica es clara: con un dólar más alto, los capitales que ingresan del exterior pueden comprar los activos argentinos a precio de remate. En particular, Fernández piensa impulsar la entrega total de Vaca Muerta. Sobre este punto acaba de anticipar su programa uno de sus economistas, Guillermo Nielsen. En un reportaje con El Cronista anticipó que si Fernández llega a la presidencia reducirán impuestos a las petroleras, empezando por las retenciones y el impuesto al cheque. Y para darle ´seguridad jurídica´ a las empresas y eludir el temor a un control de capitales, armarán un fideicomiso en Nueva York que permita asegurarle a las empresas la libre disponibilidad de sus ganancias.
Ahora bien, la devaluación con la que Fernández pretende ganarse el apoyo de la clase capitalista también está en la mira del macrismo. El gobierno tiene plena conciencia que luego de las elecciones ejecutará una nueva devaluación, golpeando duramente los salarios y los ingresos fijos de los trabajadores. Esto no va en contra del beneficio a los capitales especulativos que han entrado en estas últimas semanas. Al revés, al retirarse a tiempo, la devaluación será la fase final de un negociado que no registra comparación a nivel internacional.
El impacto que tendrá una nueva devaluación será el contrario al que Fernández le promete a los trabajadores: no habrá recomposición de salarios y jubilaciones, sino más caída. Toda una historia argentina de devaluaciones así lo confirma. Para evitar esta nueva confiscación hay que tomar medidas de fondo, que implican una reorganización social y política del país. Esta debe empezar por el no pago de la deuda usuraria, la nacionalización de la banca y el comercio exterior. Sólo así podemos administrar planificadamente las divisas para un desarrollo económico, centralizar el ahorro nacional y desenvolver un comercio internacional que tenga por propósito dotar al país de un desarrollo de sus fuerzas productivas. Esta tarea es incompatible con el saqueo sistemático que ejecuta el capital financiero sobre el país y la tutela del FMI. Por su propia naturaleza, esta salida económica reclama una salida política, que es el gobierno de los trabajadores.

Gabriel Solano

Lavagna sin filtro: “Si no hay reforma y flexibilización laboral, no habrá más empleos”

Buscando endulzarle la oreja al empresariado en plena campaña, el candidato a presidente de Consenso Federal aseguró que es imprescindible ir a fondo en la pérdida de conquistas para la clase trabajadora.

En una entrevista difundida por el sitio Letra P, el economista y precandidato presidencial por Consenso Federal, Roberto Lavagna, lanzó una definición pensada para ganarse el guiño de empresariado, tanto nacional como multinacional. Nada que envidiarle a los cerebros del FMI, ni a los funcionarios de Macri, ni a liberales como Espert ni a economistas "opositores" como Guillermo Nielsen.
Le consultaron a Lavagna qué modelo económico propone su fórmula (integrada junto al gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey). Y él respondió que “si uno abandona las ideologías, el modelo que decide un país es un modelo que ocupa a la población de ese país, es decir, que crea empleo”.
Enseguida aclaró que habla de “empleo digno, no de esclavitud”. Y los periodistas repreguntaron: “Fernández dice que no es necesario realizar una reforma laboral, como sí lo cree el Gobierno. ¿Qué opina?”
Entonces Lavagna desplegó su idea. “Hoy la pyme está tan golpeada por todos los excesos cometidos en materia de sobreprotección laboral y demás que, si no hay reforma, no va a haber generación de empleo”.
“Entonces, ¿cuál es la diferencia con la del Gobierno?”, insistieron los entrevistadores. “La gran diferencia con el Gobierno es que plantea una reforma laboral en una economía estancada y, en consecuencia, no va a tener ningún efecto. Le permitirá ganar algún pesito más a algún empresario”, dijo en competencia con Macri.
Y volvió a detallar su idea. “La reforma laboral tiene que ser parte de un nuevo proceso de desarrollo, con una economía caminando, donde la reforma laboral no toque los derechos adquiridos de los que están (...) aunque son un pedacito, porque la mayoría de los argentinos ya no está en el pedacito que tiene toda la protección laboral propia de los años ’50, 60, ’90. La gran mayoría está afuera. Al resto hay que mostrarle que la reforma genera empleo”.
Es decir, toda una confesión de parte. Si sos parte de la clase trabajadora y no querés caerte del mapa, deberás aceptar que tu vida ya no tenga siquiera las mínimas condiciones legales que tuvieron tus viejos o tus abuelos. Eso "ya fue", dice el exministro de Economía del peronismo.
Y para justificar su iniciativa, puso como ejemplo nada menos que a Vaca Muerta. “Allí decidieron hacer una flexibilización laboral importante en el marco de la creación de 30 mil puestos de trabajo con sueldos por encima del promedio. Ahí funciona”, sentenció.
Roberto Lavagna dice todo esto en medio de una situación económica nacional en el que los despidos, la flexibilización laboral y la precarización de las condiciones de trabajo (y por ende de la vida obrera) están a la orden del día. ¿Qué más conquistas quiere que pierda la clase trabajadora para que los empresarios sigan haciendo lo que se les antoja? Por ahora, eso no lo dice tan claramente, pero no hace falta ser una luz para imaginarlo.
Vale recordar que antes de que cerraran los plazos para la conformación de las listas de cara a las PASO del próximo 11 de agosto, Lavagna era considerado como una pieza importante entre las variantes políticas “propias” de los sectores dominantes de Argentina.
En ese contexto, tanto el macrismo como el kirchnerismo buscaron por diversas vías acercarse a Lavagna para tantear la posibilidad de contar con él en algún armado electoral “amplio”. Finalmente la ola panquequera dejó al exministro de Duhalde y Kirchner casi colgado del pincel y solo en compañía de Urtubey.
Ahora, buscando endulzar los oídos del empresariado y así ganarse algo de simpatía en estos días que quedan de campaña, Lavagna plantea eso que el mismo empresariado quiere escuchar y que le exige a todos los candidatos que, de una u otra manera, dicen defender sus intereses de clase.

La Izquierda Diario

Crisis mundial: en las vísperas de nuevos estallidos



En los últimos días la prensa internacional especializada ha ratificado lo que se viene intuyendo desde hace meses: la economía mundial será incapaz de evitar una nueva recesión. A diez años de la quiebra de Lehman Brothers y el estallido de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos y a pesar de la mayor inversión de recursos estatales en la historia del capitalismo para salir del pantano -o al menos evitar una bancarrota mayor- abundan las pruebas del fracaso de esa política.
El anuncio realizado por Jay Powell -presidente de la FED- de que bajarán la tasa de referencia en medio punto implica un cambio en la política monetaria que se viene llevando adelante desde 2014 cuando el mismo organismo había anunciado el fin del QE, el plan de expansión monetaria más importante que se conozca. Como consecuencia de este primer viraje comenzaron a subir las tasas de interés lo cual derivó en una fuga de capitales sin paragón, principalmente de los países que más se habían beneficiado de la inédita liquidez mundial. Los BRICS habían demostrado que si alguna vez fueron ladrillos, estaban huecos.
En los últimos cinco años la suba de las tasas fue un fenómeno cada vez más importante lo que llevó a un fortalecimiento del dólar contra casi todas las monedas del mundo. Trump llegó al extremo de polemizar públicamente con la FED porque la suba de tasas que se venía aplicando iba en contra de sus planes comerciales. En el régimen capitalista, en la moneda nacional siempre está presente esta contradicción, que en última instancia es la contradicción entre el mercado nacional y el mercado internacional, lo cual exacerba la tendencia a la guerra.
Los presidentes de los bancos centrales de Estados Unidos deciden dar un giro que sin lugar a dudas tendrá efectos para la totalidad de la economía a nivel mundial. Ahora la tasa de interés vuelve a una tendencia bajista, es decir que los estados vuelven a estimular la economía pero lo hacen con muchos menos recursos que en el pasado y con las cicatrices de la batalla anterior.
La tasa de interés baja en EE.UU. es el terreno propicio para una crisis bancaria, como advierten los analistas más agudos.

China

El breve repaso de cómo llegamos hasta acá no es caprichoso, sino que tiene el valor de verificar dos caracterizaciones divergentes: la de quienes afirmaban que los “países emergentes” llevarían a un nuevo desarrollo capitalista, un equilibrio mundial más parejo con China empujando a la economía mundial hacia un sendero de crecimiento y la de quienes afirmamos que sería la decadencia del capital, su recesión y su crisis la que absorbería a China llevándola a un estancamiento significativo.
Esto último fue lo que efectivamente ocurrió. China ha registrado en el último trimestre el crecimiento más bajo en las últimas tres décadas. Los subsidios realizados por la burocracia estatal y todo el plan de infraestructura desarrollado por el gobierno de Xi Jinping no pudieron compensar los efectos devastadores de la guerra comercial y la depresión de las economías que la colocaron como la mayor proveedora del mundo. The Economist señala que “el gobierno chino, anticipando un crecimiento débil, se prepara para un gasto aún mayor, un método que se probó efectivo en el pasado. Las probabilidades de otro estímulo gigante, una rutina en el pasado cada vez que el crecimiento se desaceleró, son mucho menores en esta ocasión. Y, en cualquier caso, el gobierno tiene menos dinero para trabajar, ya que ha acumulado tanta deuda en la última década”.
En la actualidad el gobierno chino se encuentra en una encrucijada, mientras que intenta promover el crédito bancario a las pequeñas empresas la burocracia es consciente de la inminente explosión de la burbuja financiera y que opera en un cuadro extremadamente delicado, con niveles de endeudamiento cercanos al 310% de su PBI lo que la coloca como la poseedora del 15% de la deuda mundial (Ambito, 16/7). El futuro del gigante asiático está directamente asociado al desarrollo de su enfrentamiento con Estados Unidos.
La guerra comercial viene afectando severamente la economía asiática y produciendo sin prisa pero sin pausa una salida de capitales que antes producían en China hacia otros países de la región. Esto tiene que ver no solo con la política que se está dando el gobierno norteamericano sino también con un encarecimiento de la producción en China producto de su propio desarrollo y la tendencia a desarrollar un mercado interno cada vez más tangible.

Estados Unidos

El endeudamiento record en China coincide con lo que ocurre en los Estados Unidos, que tiene justamente en el gigante asiático a uno de los mayores poseedores de sus bonos del Tesoro. Lo novedoso es que la deuda del gobierno federal ha roto cualquier parámetro anterior, llegando a 69 billones de dólares, el 101% de su PBI, llevando a Trump a gastar una verdadera fortuna en concepto de pago de intereses, y haciendo del déficit uno de los temas más debatidos por todos los medios norteamericanos.
Otra mala noticia para el magnate de hace apenas algunos días indica que el aumento de precios anualizado alcanza apenas el 1.75%, es decir que la tan mentada recuperación no fue tal, que el consumo no repunta –a pesar de los índices de desocupación más bajos en muchísimo tiempo- y que el verano vivido de la mano del magnate dependió más de la reforma impositiva que de un crecimiento real. La desesperación de Trump es evidente: en las vísperas del año electoral, una de sus políticas más audaces se ha probado cuanto menos in suficiente.
Sin embargo, el presidente parece haberse anotado una pequeña victoria en lo que a política económica refiere, consiguiendo que la Reserva Federal acompañe su política de relajamiento monetario y la baja de la tasa de interés. Esto devalúa el dólar y su deuda en dólares, abarata sus productos y encarece el de sus competidores, aumenta el crédito y busca generar en el corto plazo el efecto expansivo que se vive con toda burbuja financiera… hasta que explota.

Europa

La situación económica dentro de la Unión Europea es verdaderamente delicada, siendo el viejo continente donde se concentran la mayor parte de los capitales que rinden tasas negativas. La gravedad de la crisis se manifiesta también en que las “inversiones” con rendimientos negativos también están en su pico, manifestando la brutal sobreproducción de capitales y la inminencia de una nueva crisis cuya única salida posible sería una destrucción de capital a gran escala.
Europa y su Banco Central vienen tirando toda la carne al asador desde hace rato para despertar a una economía que no sale de su letargo. Christine Lagarde, que ocupará el lugar más importante del BCE no la tendrá nada fácil. Al contrario, sucederá a Mario Draghi, el primer presidente en la historia del banco que culminará su mandato sin haber subido las tasas ni una sola vez. Sin el recurso de bajar la tasa -o con la efectividad de ese recurso casi descartado- las finanzas europeas se inclinarían por un nuevo QE, la opción que menos los enfrentaría con Trump quien leería cualquier otra jugada como un paso directo a la guerra monetaria.
El desarrollo de la crisis en la UE está condicionado por lo que ocurra en las negociaciones alrededor del Brexit. Fundamentalmente causada por la crisis mundial, la salida del Reino Unido de la Unión Europea y la cada vez más tensa relación entre Bruselas y Londres puede significar un temporal financiero sin precedentes para el euro, sobre todo con la reciente asunción de Boris Jonhson como primer ministro.
El análisis financiero, entonces, no es tan valioso por sí mismo, como cuando es entendido como la expresión de los enormes desequilibrios y contradicciones que rigen en la actualidad a lo largo y ancho del globo permitiéndonos una caracterización de la etapa de conjunto.

La guerra, la guerra y la guerra

El 2018 quedará en la historia como el año donde explotó con mayor énfasis la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Esta claro que los verdaderos objetivos norteamericanos no pasan por un arancel a un determinado producto o rama, sino por impedir el desarrollo chino y luchar con las otras potencias imperialistas por su colonización definitiva profundizando el proceso de restauración capitalista.
China está muy lejos de ser un país semi colonial del tipo tradicional, dialécticamente es una presa para el imperialismo que busca apropiarse de su mercado y es visto por ese mismo imperialismo como la mayor amenaza para competirle y desplazarlo. La burocracia china, por su parte, se preocupa fundamentalmente en cuidar sus propios privilegios y cuenta con la devaluación del yuan como una forma de compensar cualquier tipo de castigo aduanero externo. El ”Huawei gate” no fue un rayo en un cielo sereno, sino el anticipo de por dónde pasa en la actualidad la verdadera guerra capitalista.
Por otro lado, la baja de las tasas de interés sienta las bases para una guerra monetaria donde Europa se ve obligada a intervenir, abaratando también su moneda, para no quedar como el pato de la boda de Donald. La escalada de devaluaciones competitivas es un reflejo de la escalada bélica a la que nos ha acostumbrado Trump con sus bravuconadas entre la que se destaca lo que viene ocurriendo con Irán lo cual merece un artículo propio.
El presidente de Estados Unidos no ha sido capaz de contener los estallidos sociales que ocurrieron en su “patio trasero”. Costa Rica, Honduras, Haití y la rebelión de Puerto Rico son algunos ejemplos de que el imperialismo ya no tiene vía libre para hacer y deshacer a su antojo. Si a esto le sumamos el escenario revulsivo de la “segunda primavera árabe” podríamos tildar cuanto menos de desinformados a quienes pretenden dar por cerrada la bancarrota producida en 2008.
Una primera consecuencia de una caída de la tasa de la Fed puede ser una pequeña salida de capitales de Estados Unidos y el intento de recrear las condiciones extremadamente frágiles del “viento de cola” para los emergentes. La consecuencia más probable, es la de un mayor enfrentamiento entre potencias, que ya supere cualquier tipo de impostura financiera.
Resulta evidente que una adecuada comprensión de un proceso tan rico, contradictorio y abarcativo como la crisis mundial es una condición sine qua non para una caracterización adecuada de la etapa política que vivimos. Sin embargo, un partido de combate no puede nunca limitarse a “explicar la crisis”, por el contrario, debe valerse de estas conclusiones para tener una intervención directa y vigorosa en la lucha de clases acompañando cada instancia del desarrollo de la conciencia de los trabajadores para que la crisis la paguen los capitalistas.

Guido Lapa

La declaración de derechos inhumanos de Trump

Niños en la frontera: No es un cuento de hadas

Últimamente he estado pensando en el cuento de hadas Hansel y Gretel de los hermanos Grimm. Aterrados por las crueles condiciones en su hogar, el hermano y la hermana huyen, atravesando -hambrientos y asustados- bosques desconocidos. Allí se encuentran con una anciana que les atrae con promesas de seguridad. Pero lo que hace es encerrar al chico en una jaula y convertir a la niña en sirvienta mientras se prepara para devorar a ambos.
Escrito en la Alemania del siglo XIX, debería resonar de forma inquietante en la América de hoy. En lugar de Hansel y Gretel, tendríamos que centrarnos claramente en las niñas y niños que por cientos huyen de la crueldad y el hambre en Centroamérica creyendo que encontrarán una vida mejor en Estados Unidos, para acabar arrojados a las jaulas por fuerzas mucho más poderosas y agentes mucho más crueles que aquella perversa anciana. No hay política en la historia; solo cosas buenas y malas, correctas o incorrectas. Al igual que en ese cuento de hadas, en vez de registrar el sufrimiento involucrado en el cautiverio y el castigo de esos niños en la frontera entre Estados Unidos y México, la administración ha optado por la defensa absoluta de sus políticas y, por ello , ha dado un paso de gigante en una misión: redefinir (o más precisamente tratar de abolir) la idea misma de los derechos humanos como parte de la identidad del país.
Esta semana, el secretario de Estado Mike Pompeo no dejó ninguna duda: la realidad de esos niños encerrados en jaulas, privados de las necesidades más básicas y sufriendo abiertamente los abusos de la administración para la que trabaja, ha sido parte esencial de la determinación del equipo Trump de abandonar los derechos humanos en un sentido más general. Esa voluntad de dejar a los niños desprotegidos es parte de un mensaje mucho más amplio, no solo un desafortunado subproducto de acciones mal pensadas y torpes por parte de una desbordada fuerza policial fronteriza.

Niños en campos de detención

La historia de los niños en la frontera es realmente espantosa. Estados Unidos ha tenido migrantes durante mucho tiempo en su frontera sur, a menudo en mayor número que en la actualidad. De hecho, desde la década de 1980, los seres que cruzan esa frontera superaron el millón en diecinueve años diferentes. Mientras que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) continúa estimando que las tasas de inmigración actuales van camino de superar el millón en septiembre, muchos otros expertos ni siquiera creen que eso se produzca este año.
Lo que es realmente nuevo en los cruces fronterizos actuales es el número de niños entre los migrantes. Según el aleccionador testimonio reciente del secretario de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, ante el Comité Judicial del Senado, el 72% de todas las acciones de aplicación de la ley en la frontera en mayo estuvieron relacionadas con niños no acompañados y unidades familiares. Y aunque el mes pasado el gobierno detuvo oficialmente su cruel política de separar a las familias dejando a muchos de esos niños (incluso niños pequeños y bebés ) bajo custodia, Vox informa que “en un determinado momento , durante las últimas semanas, más de 2.000 niños han estado bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos sin sus padres”.
Las condiciones en los campamentos, diseminados a lo largo de las fronteras de Estados Unidos desde Arizona hasta Texas, son vergonzosas y afectan a esos niños en su forma más dura. Un informe reciente del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional, que se publicó censurado apenas unos días antes de la fiesta del 4 de julio, que celebra el nacimiento de este país como un faro de “vida, libertad y búsqueda de la felicidad”, describía la miseria impactante y los peligros en esas instalaciones de confinamiento. Allí, a menudo, los niños no podían cambiarse de ropa, ni disponían de cama, comida caliente, cepillos de dientes, jabón, duchas e incluso atención médica adecuada.
Otros relatos de testigos presenciales han proporcionado detalles gráficos sobre la naturaleza y la escala de esas privaciones, mostrándonos a niños con pañales sucios, teniendo que vivir en medio del hedor a orina , durmiendo sobre un suelo de hormigón y llorando muchos de ellos. En una sesión del quizá algo más civilizado Senado, se les dijo a sus miembros que había niños durmiendo a la intemperie, expuestos a los elementos y que los alimentos estaban en mal estado en los campamentos.
Añadan a esto el coste emocional que las separaciones familiares han causado a miles de niños y niñas, como revela un nuevo informe publicado por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, que otros también han documentado. Un abogado de inmigrantes de El Paso que visitó una instalación describió , por ejemplo, haber visto cómo un niño se rascaba la cara hasta sangrar. Hay relatos de primera mano de los visitantes a los campamentos de niños que intentan asfixiarse con los cordones de sus propias tarjetas de identificación y otros que soñaban con escapar saltando al suelo desde ventanas elevadas. No es de extrañar que hayan muerto al menos siete niños en esas circunstancias y muchos más sufran de piojos , sarna, varicela y otras dolencias. Sin embargo, cuando los médicos de la Asociación Americana de Pediatras viajaron a los campos para ofrecer su ayuda, se rechazaron sus servicios. Michelle Bachelet, la Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, pediatra, ha calificado la situación de los migrantes de “espantosa” y señaló que “varios organismos de derechos humanos de la ONU han descubierto que la detención de niños migrantes puede constituir un trato cruel, inhumano o degradante prohibido por el derecho internacional”. Otros han sido menos circunspectos, comparando explícitamente el trato a los niños con la tortura.
Es difícil no suponer que, por muy desbordada que esté la guardia fronteriza, al menos parte de este trato es intencionado. ¿Por qué otro motivo rehúsan la ayuda que ofrecen los médicos o rechazan los suministros de la ayuda donada enviados por preocupados ciudadanos? ¿Por qué arrestan a un voluntario de la ayuda humanitaria que dio comida y agua a dos desesperados migrantes centroamericanos indocumentados y trató de conseguirles ayuda médica? La administración reconoce que la situación general es grave, pero sus funcionarios sobre el terreno se limitan a levantar las manos y a quejarse de que se vieron "desbordados” por la situación que ellos mismos crearon, que “no están entrenados para separar a los niños” y que no tienen poder para abordar el problema de los escasos recursos.
Mientras que quienes se encuentran sobre el terreno se declaran impotentes ante el desafío, el resto de la administración se niega incluso a admitir las terribles condiciones. (“Funcionan a la perfección”, dijo el presidente Trump de las instalaciones fronterizas, culpando a los demócratas de cualquier problema que allí haya). Y aún más , altos funcionarios han definido en repetidas ocasiones como aceptable lo vergonzosamente inaceptable. La exsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, que es la responsable de gran parte del desorden, aseguró en el Congreso que los niños estaban “ bien cuidados”, afirmando que “tenemos los estándares más altos”. El exfiscal general Jeff Sessions se hizo eco de sus palabras . “Los niños, insistió, “están bien cuidados. De hecho, reciben mejor atención que muchos niños estadounidenses”.
En el tribunal, la abogada del Departamento de Justicia, Sarah Fabian, se negó a admitir que la carencia de jabón, cepillos de dientes, camas y sueño constituyeran condiciones inseguras e insalubres, los estándares legales que se aplican a la detención de niños migrantes. El jefe de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos para la región de El Paso comentó cruelmente: “Hace veinte años, teníamo s suerte si disponíamos de zumos y galletas para los detenidos. Ahora, nuestras comisarías se parecen más a Walmarts, con pañales y leche maternizada para bebés y todo tipo de cosas, como comida y bocadillos”.
El vicepresidente Mike Pence se destacó recientemente por su negativa a reconocer la realidad al llamar a los dos campamentos que visitó viviendas familiares y no campos de concentración para niños, un ejemplo de “cuidados compasivos ... unos cuidados de los que todos los estadounidenses estarían orgullosos”.
¿De verdad? ¿En qué clase de mundo son aceptables la inmundicia, la enfermedad y la persistente crueldad emocional? ¿En qué Estados Unidos el encarcelamiento brutal de niños no representa una violación de los principios fundadores ? ¿En qué Estados Unidos se están rechazando los avances en protecciones que han sido un sello distintivo del país y de la política internacional desde el procedimiento operativo estándar de la II Guerra Mundial? ¿Desde cuándo los funcionarios estadounidenses se limitan simplemente a levantar las manos y declarar su derrota (como una especie de victoria de la crueldad) en lugar de reunir sus mejores talentos, energías y recursos para enfrentar este problema? La respuesta, por supuesto, está en los Estados Unidos de Donald Trump. Y no piensen ni por un momento que solo se trata de una acumulación de consecuencias no deseadas. No lo es.

Una declaración de derechos inhumanos

Recientemente, el secretario de Estado Mike Pompeo ofreció algunos puntos de vista sobre la mentalidad de su administración respecto a la idea misma de los derechos humanos en el país. Poco después del 4 de julio, anunció la creación de una nueva Comisión de Derechos inalienables en el Departamento de Estado. Afirmó que su propósito era reflexionar sobre la ampliación de las protecciones de los derechos humanos como parte de la política exterior estadounidense. La idea misma de los derechos, insistió Pompeo, se había salido de madre. “La defensa de los derechos humanos ha perdido su rumbo y se ha convertido más en una industria que en una brújula moral”, dijo, señalando amenazadoramente setenta años de historia con su dedo índice . “La charla sobre los derechos se ha convertido en un elemento constante de nuestro discurso político interno, sin ningún esfuerzo serio que distinga qué significan los derechos y de dónde provienen.
En vez de ampliar derechos, explicó, el país haría bien en volver (según su idea) al contexto de los padres fundadores y explorar qué significaban realmente esos derechos en sus escritos clásicos. Esencial para este objetivo, sugerían los expertos, era reducir los derechos relativos al aborto. De hecho, gran número de miembros de la comisión eran conocidos por sus posturas antiaborto, y esto no debería haber sorprendido a nadie, porque el Departamento de Estado había retirado ya toda la asistencia sanitaria de las organizaciones internacionales que ofrecen asesoramiento y atención sobre el aborto. Al hacerlo así , se ampliaba lo que, en anteriores administraciones de la República, eran restricciones más modestas en la atención relacionada con el aborto. Sin embargo, por muy sorprendente que pudiera ser esta posición global contra el derecho al aborto, las ansias de Pompeo parecen ir mucho más lejos. Resulta evidente que su objetivo es rechazar unilateralmente la evolución de los derechos humanos que ha definido de forma destacada al país desde la era posterior a la II Guerra Mundial, que ha sido una pieza esencial de la retórica democrática estadounidense desde su fundación.
Para iniciar el proceso, Pompeo tergiversó de inmediato el lenguaje de la Declaración de Independencia para promover una agenda que exija explícitamente la eliminación de derechos. “Mi esperanza", anunció , “es que la Comisión sobre Derechos Inalienables fundamente nuestro entendimiento de los derechos humanos de forma que informe y proteja mejor las libertades esenciales, y subraye que estas ideas no solo son importantes para los estadounidenses, sino para toda la humanidad”. Como demostró el resto de sus comentarios, invocaba la libertad de privar a otros, de excluir a otros y de causar dificultades a otros. Todo esto, colocado junto a las realidades fronterizas, fue un testimonio de la determinación de la administración de eliminar los derechos de la identidad de la nación. Dando el toque final a sus objetivos, Pompeo agregó que, en su opinión, los derechos humanos y la democracia estaban claramente en oposición entre sí. Como expresó de forma sarcástica: “ La charlatanería sobre los ‘derechos’ nos aleja de los principios de la democracia liberal”.
El intento de Pompeo de remodelar la intención de los fundadores en el contexto de la crueldad actual puede ser la articulación más completa hasta la fecha de lo que esta administración ha estado haciendo. El maltrato continuo de los niños en la frontera, una historia que dura más de un año, sugiere que el espíritu de la Declaración de los Derechos Inhumanos de Pompeo lleva mucho tiempo en la agenda. Sin embargo, tenía razón en una cosa: esos campos fronterizos parecen pertenecer a otro tiempo y lugar, a un tiempo y lugar que precedieron a la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 de la ONU, otro documento que invocó con la intención de reformular la adhesión estadounidense.

El nuevo statu quo

Esta no es la primera vez que la administración de Trump revela su cinismo respecto a la democracia. La redefinición del propósito mismo de “democracia liberal”, como escribí hace más de un año, ha sido parte de su misión desde el principio. En sus primeros 18 meses, la administración eliminó el lenguaje de la democracia de las declaraciones de objetivos de muchos de sus departamentos, incluida la frase “nación de inmigrantes” de las de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos. No obstante, después de dos años y medio de reorientar la rama ejecutiva del gobierno para alejarla del principio de igual protección ante la ley, igual derecho de voto y respeto ante la idea misma de recibir a los inmigrantes, la “comisión” de Pompeo puede constituir el acto conceptual más descarado en cuanto a eliminar el lenguaje de los derechos humanos de la identidad del país.
Es en este contexto aún en desarrollo en el que debería entenderse la crisis de los niños migrantes. Debería verse como una versión gráfica de la insistencia de esta administración en cambiar el significado mismo de “la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad” en la era moderna. Para Pompeo (así como para su presidente), la evolución del país hacia más derechos para más personas no es más que un estigma vergonzoso. ¿Hasta dónde nos llevaría? ¿Hasta antes de la Guerra Civil?
No es de extrañar que, al enterarnos de las noticias que llegan cada día desde la frontera, sintamos que hemos entrado en un lúgubre cuento de hadas de una época de ogros y brujas, donde las fuerzas del mal y la maldad están al mando de todo y la perspectiva de salvar a niños indefensos parece tan irremediablemente lejana como esas migajas comidas por los pájaros que siguen a Hansel y Gretel en su horrible viaje hasta la guarida de la bruja. Atacar a los más vulnerables de entre nosotros, a bebés, niños pequeños, adolescentes, deja poco espacio para la duda. Esta administración está decidida a deshacer el compromiso del país con los derechos humanos y, por lo tanto, a cambiar su identidad de una manera que debería preocuparnos a todos.

Karen J. Greenberg
TomDispatch.com
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Karen J. Greenberg, colaboradora habitual de TomDispatch , dirige el Center on National Security de Fordham Law, y es editora-jefe del CNS Soufan Group Morning Brief. Es autora y editora de muchos libros, entre los que figuran Rogue Justice: The Making of the Security State y The Least Worst Place: Guantánamo’s First 100 Days . Julia Tedesco, Jonathan Ellison y Andrew Steffan colaboraron con sus investigaciones en la redacción de este artículo.

Acto Central por el aniversario del Asalto a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes

Presidente Miguel Díaz-Canel rinde emotivo homenaje a Hugo Chávez



En el marco de la clausura del XXV Foro de Sao Paulo, realizado en Caracas del 25 al 28 de julio, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, dedicó unas palabras emotivas en honor al legado del Comandante Hugo Chávez. Subrayó que Chávez constituye una pieza clave, junto con Simón Bolívar, José Martí y Fidel Castro, en la construcción de una América Latina libre, soberana y progresista. Por otro lado, sostuvo que el Foro de Sao Paulo, donde cristalizaron las preocupaciones de la izquierda latinoamericana, está llamado a desempeñar un rol más protagónico en el complejo escenario político actual.

Fidel y las nacionalizaciones frente a las reclamaciones espurias desatadas por Trump

“El día que la fiera se lama el flanco herido / donde el dardo nacionalizador le dé, / allí, a tu lado, con el corazón altivo, / nos tendrás”.
Ernesto Ché Guevara, Canto a Fidel, México, 1956.

Todos los acontecimientos grandes o pequeños tienen sus propias concatenaciones que permiten explicarlos y descubrir tanto las apariencias como sus esencias. Desde 1996 en que se proclamó la ley Helms-Burton por el Congreso con la firma del presidente Clinton, ha sido el instrumento preferido para cohonestar las agresiones de los gobiernos de Estados Unidos contra Cuba e intereses de otros países del mundo, al globalizar el bloqueo genocida de más larga duración contra un país. Actualmente el presidente Trump ha activado el título III de la ley Helms-Burton sobre la Protección de los derechos de propiedad de los nacionales de Estados Unidos, con lo cual creará un pandemonio en los tribunales de EE.UU.
Fueron hechos previos en los primeros años de la revolución los siguientes. En junio de 1960, surgió la negativa de las empre­sas Texaco, Esso y Shell a refinar el petróleo crudo importado de la URSS, después de haber suspendido el suministro del crudo. En julio de 1960, una proclama del presidente Eisenhower redujo en 700,000 toneladas la cuota azucarera de Cuba en el mercado norteamericano. En el período de diciembre de 1960 a marzo de 1961, se acordó la supresión total de la cuota azucarera en el mercado norteamericano para 1961. En febrero de 1962, se produjo el embargo total del comercio entre Estados Unidos y Cuba. En marzo de 1962, el Dpto. del Tesoro de USA prohibió la entrada a ese país, de cualquier pro­ducto elaborado, en su totalidad o en parte, con materiales de origen cubano. En esos años y los siguientes hasta hoy fueron innumerables las acciones y medidas agresivas de distinta naturaleza que se instrumentaron contra Cuba.
Como señalara Fidel en otro momento histórico, “La acción imperialista y la respuesta revolucionaria estuvieron indisoluble­mente asociados con el desarrollo de los acontecimientos.” “Pero fue la ley de Reforma Agraria ‑según Fidel‑ lo que determinó a los imperialistas a organizar la invasión de Girón, a quitarnos la cuota azuca­rera, el petróleo, a establecer el bloqueo econó­mico de Cuba... Fue la ley que enfrentó directa­mente al imperialismo contra Cuba.”
Resulta significativo que Ernesto Ché Guevara reflejara en su poema Canto a Fidel estas afirmaciones en versos, en fecha tan temprana como 1956, en México: “Cuando tu voz derrame hacia los cuatro vientos / reforma agraria, justicia, pan, libertad, / allí, a tu lado, con idénticos acentos / nos tendrás.”… “El día que la fiera se lama el flanco herido / donde el dardo nacionalizador le dé, / allí, a tu lado, con el corazón altivo, / nos tendrás”.
En cuanto a la nacionalización de bienes, tierras y empresas pertenecientes a los ciudadanos extranjeros, se debe aclarar que se trata de un asunto distinto al de las confiscaciones y que es una facultad otorgada en el ejercicio de la soberanía de cualquier estado por razones públicas, y que estaba amparada constitucionalmente y por leyes nacionales y también por el derecho internacional. Fue en el discurso pronunciado por Fidel, entonces Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, en el acto de clausura del Primer Congreso Latinoamericano de Juventudes, el 6 de agosto de 1960, en el que anunció la nacionalización de empresas estadounidenses, con lujos de detalles. Por cierto durante el inicio de esa parte del discurso Fidel perdió momentáneamente la voz, momento en que Raúl intervino para calmar la preocupación por la afección vocal, con la célebre expresión: “Se ha ido una voz por un momento, pero ahí está él.”
Recuperado, Fidel continuó leyendo la resolución en que todo estaba explicado: "Por Cuanto: La ley No. 851, de 6 de julio de 1960, publicada en la Gaceta Oficial de la República, de julio 7, autorizó a los que resuelven para que, mediante resoluciones, dispongan conjuntamente, cuando lo consideren conveniente a la defensa del interés nacional, la nacionalización; por vía de expropiación forzosa de los bienes o empresas, propiedad de personas naturales o jurídicas nacional de los Estados Unidos de Norteamérica"
"Por Cuanto: En la fundamentación de la expresada Ley, se contempló la actitud asumida por el Gobierno y el Poder Legislativo de los Estados Unidos de Norteamérica de constante agresión, con fines políticos, a los fundamentales intereses de la economía cubana, evidenciada en la enmienda acordada por el Congreso de dicho país a la Ley Azucarera; mediante la cual se concedieron facultades excepcionales al Presidente de dicha nación para reducir la participación en el mercado azucarero del mencionado país, a los azucareros cubanos, como arma de acción política contra Cuba.
"Por Cuanto: El Ejecutivo del Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, haciendo uso de las expresadas facultades excepcionales, y en notoria actitud de agresión económica y política contra nuestro país, ha procedido a la reducción de ­la participación en el mercado norteamericano de los azúcares cubanos, con la indiscutible finalidad de agredir a Cuba, y a su desarrollo y proceso revolucionario.
"Por Cuanto: Este hecho constituye una reiteración de la continuada conducta del Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, dirigida a evitar el ejercicio por nuestro pueblo de su soberanía y su integral desenvolvimiento, correspondiendo así, a los deleznables intereses de los monopolios norteamericanos, que han obstaculizado el crecimiento de nuestra economía, y la afirmación de nuestra libertad política.
"Por cuanto: Ante tales hechos, los que resuelven, conscientes de sus altas responsabilidades históricas, y en defensa legítima de la economía nacional, están en la obligación de proveer las medidas necesarias para contrarrestar el daño causado por las agresiones de que ha sido objeto nuestra nación.
"Por cuanto: De conformidad con nuestro ordenamiento constitucional y legal, en ejercicio de nuestra soberanía, y como medida legislativa interna, entendiendo que resulta conveniente ante la consumación de las medidas agresivas a que se refieren los Por Cuantos anteriores, ejercitar las facultades que confieren a los que resuelven la Ley No. 851, del 6 de julio de 1960; o sea, proceder a la expropiación forzosa, a favor del Estado, de bienes y empresas propiedad de personas jurídicas nacionales de los Estados Unidos de Norteamérica, como decisión justificada, por la necesidad que tiene la nación de resarcirse de los daños causados en su economía, y afirmar la consolidación de la independencia económica del país.
"Por Cuanto: La Compañía Cubana de Electricidad y la Cuban Telephone Company, han constituido un ejemplo típico de monopolios extorsionistas y explotadores que han succionado y burlado durante largos años la economía de la nación y los intereses del pueblo.
"Por Cuanto: Las Compañías Azucareras se apoderaron de las mejores tierras de nuestro país y al amparo de la Enmienda Platt, cláusula ominosa y cercenadora de la economía nacional, que facilitó la invasión al país por el capital imperialista de sus insaciables e inescrupulosos amos extranjeros, que han recuperado muchas veces el valor de lo invertido.
"Por Cuanto: Las compañías petroleras estafaron de manera continuada la economía de la nación, cobrando precios de monopolio, que significaron durante muchos años la erogación cuantiosa de divisas, y el afán de perpetuar sus privilegios desacataron las leyes de la nación, y fraguaron un criminal plan de boicot contra nuestra patria, obligando al Gobierno Revolucionario a su intervención.
"Por Cuanto: Es deber de los pueblos de América Latina propender a la recuperación de sus riquezas nacionales, sustrayéndolas del dominio de los monopolios de intereses foráneos que impiden su progreso; promueven la injerencia política y menoscaban la soberanía de los pueblos subdesarrollados de América.
"Por Cuanto: La Revolución Cubana no se detendrá hasta la liberación total y definitiva de la patria.
"Por Cuanto: Cuba ha de ser ejemplo luminoso y estimulante para los pueblos hermanos de América y todos los pueblos subdesarrollados del mundo, en su lucha por librarse de las garras brutales del imperialismo.
"Por Cuanto: En uso de las facultades de que estamos investidos, de conformidad con lo dispuesto en la Ley No. 851, del 6 de Julio de 1960,
"RESOLVEMOS: "PRIMERO: (EXCLAMACIONES DE JÚBILO DEL PUEBLO) Se dispone la nacionalización, mediante la expropiación forzosa, y por consiguiente se adjudican a favor del Estado cubano, en pleno dominio, todos los bienes y empresas ubicados en el territorio nacional, y los derechos y acciones de emergentes de la explotación de esos bienes y empresas, que son propiedad de las personas jurídicas nacionales de los Estados Unidos de Norteamérica, u operadoras empresas en que tienen intereses predominantes nacionales de dicho país, que a continuación se relacionan:
A continuación Fidel leyó las empresas nacionalizadas y al final sintetizó el asunto de esta manera: “Es decir que quedan nacionalizadas todas las empresas de la compañía eléctrica, todas las empresas de la compañía de teléfonos, todos los bienes, por supuesto, y empresas de la Texaco y de la Esso, la Sinclair y, además, los 36 centrales azucareros que tenía Estados Unidos en Cuba. "En consecuencia —bajito, bajito, como para que no oigan—, se declara al Estado cubano subrogado en lugar y grado de las personas jurídicas relacionadas en el apartado anterior, al respecto de los bienes, derechos y acciones mencionados, así como de los activos y pasivos integrantes del capital de las referentes empresas, etcétera, etcétera, etcétera. "Firmado: Dr. Osvaldo Dorticós, Presidente de la República (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Dorticós, Dorticós!"). Y el que les habla, Primer Ministro del Gobierno Revolucionario" (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Fidel, Fidel!").
Y continuó Fidel señalando un elemento esencial: “Como ustedes saben, de acuerdo con la Ley del 6 de julio de 1960, de defensa de la economía nacional y de soberanía del país, esos bienes se indemnizarán”. Y luego continuó explicando ¿Cómo? y ¿Con qué se iba a pagar?
Si bien el 6 de Agosto de 1960 se produjo la nacionaliza­ción de las compañías de teléfonos, de electrici­dad, refinerías de petróleo y 36 centrales azuca­reros que controlaban el 42 % de la producción de azúcar, este proceso continuó. El 17 de septiembre de 1960 se efectuó la naciona­lización de los bancos norteamericanos. El 13 de Octubre de 1960, ocurrió la nacionaliza­ción de grandes empresas nacionales y de los bancos. La ley 890 amparó la nacionalización de 382 grandes empresas de capital nacional. El 24 de Octubre de 1960 se produjo la nacionali­zación de 164 empresas norteamericanas.
Las nacionalizaciones en Cuba se llevaron a cabo según derecho. Si bien obedecieron en lo fundamental a razones basadas en la intere­ses nacionales de rescatar para el patrimonio nacional propiedades que producto del desarrollo de la política entreguista durante la pseudorepú­blica había enajenado al país, también estuvieron condicionadas por las circunstancias y las medidas de bloqueo y las agresiones de todo tipo que adoptó Estados Unidos para destruir a la Revolu­ción.
Las medidas adoptadas por la Revolución tuvieron como punto de partida, tal como afirmara Martí, en haber “sentado antes un principio: los intereses creados son respetables, en tanto que la conser­vación de estos intereses no daña a la gran masa común. Y otro principio deducido de éste, y afir­mado como verdad axiomática: es preferible el bien de muchos a la opulencia de pocos.”
“Cuando se va a un oficio útil, como el de poner a los hombres amistosos en el goce de la tierra trabajada, ‑y de su idea libre, que ahorra sangre al mundo‑, si sale un leño al camino, y no deja pasar, se echa el leño a un lado, o se le abre en dos, y se pasa, y así se entra, por sobre el hombre roto en dos, si el hombre es quien nos sale al camino. El hombre no tiene derecho a oponerse al bien del hombre”.
La valoración del monto de las propiedades norte­americanas nacionalizadas en Cuba, ha resultado ser un punto polémico, por la existencia de crite­rios evaluativos diferentes. Según unos 600 millones, según otros entre 700 y 1000 millones. El 25 de junio de 1960, Fidel decía, refiriéndose a las inversiones norteamericanas en Cuba y a la política agresiva de Estados Unidos: ”Tienen aproximadamente 800 millones de dólares en inver­siones en Cuba, así que podemos sacar la cuenta perfectamente entre lo que ellos nos pueden quitar a nosotros y lo que nosotros le podemos quitar a ellos...”
Según certificó la Comisión de Reclamaciones Internacionales de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, que extendió su trasbajo desde enero de 1967 hasta julio de 1962, en que cerró el programa de las reclamaciones de los ciudadanos norteamericanos por sus bienes nacionalizados, se recibieron 8 816 solicitudes de reclamaciones contra el gobierno de Cuba; se aceptaron 5 911 y se denegaron 2 905. Se estimó el valor con un monto total de 1851, 197 358 dólares ‑o sea unos 1800 millones de dólares‑, fijándose una tasa del 6% de interés anual. Se calculaba que rendían 87,5 millones de pesos al año.
Aunque la ley cubana 851 del 6 de julio de 1960 contemplaba la indemnización correspondiente, el gobierno de Estados Unidos no reconoció el derecho soberano de Cuba y, en vez de estable­cer negociaciones para llegar a un acuerdo acep­table sobre el monto y condiciones de las indemnizaciones, inició y continuó sus medidas de bloqueo económico.
Sin embargo, Cuba ha pagado, a través de acuerdos con países como Suiza, Francia, Canadá, España, Italia, Gran Bretaña, Méjico y otros, propiedades nacionaliza­das a ciudadanos de estos países, que alcanzaban un monto de unos 60 millones de dólares.
Un aspecto que no puede quedar fuera del análisis en el proceso de las nacionalizaciones y sus correspondientes indemnizaciones por parte de Cuba, es el siguiente: Las medidas del bloqueo han provocado daños económicos a Cuba que constituyen una carga significativa para impedir el desarrollo pleno del país. Los daños económicos que los Estados Unidos ha causado con sus medidas de bloqueo contra Cuba durante casi seis décadas alcanzan la cifra de 933 mil 678 millones de dólares, tomando en cuenta la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional. A precios corrientes, el bloqueo ha provocado perjuicios cuantificables por más de 134 mil 499 millones 800 000 dól0ares.
Así, por ejemplo, desde abril de 2017 hasta marzo de 2018, el bloqueo ha causado pérdidas a Cuba en el orden de los 4 mil 321 millones 200 000 dólares.
En conclusión, estos apuntes sobre las nacionalizaciones pueden ser un antídoto político-ideológico y cultural para hacer añicos las noticias tergiversadas con motivo de la activación del título III de la ley Helms-Burton y el pandemonio en que se convertirá a las cortes de Estados Unidos gracias al edicto del actual dictador de la Casa Blanca, porque ahora no se trata de los ciudadanos estadounidenses afectados por las nacionalizaciones de entonces, sino que extienden esa condición a todos los cubanos que durante estos 60 años han obtenido dicha ciudadanía. Vaya disparate jurídico que incluso hace añicos la Certificación oficial de la Comisión de Reclamaciones de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, del año 1972.

Wilkie Delgado Correa