domingo, julio 31, 2022

“Las cenizas del Cóndor”, o la coordinación represiva de las dictaduras


El Plan Cóndor, eje de la novela 

Una reedición de la novela de Fernando Butazzoni sobre el plan de exterminio en los 70. El Plan Cóndor, eje de la novela 

Oye pasos y cuando voltea se encuentra con Aurora, quien ha salido a la cubierta para que el bebé, dice, tome un poco de aire. Ella sostiene a su hijo en brazos, trata de sonreír, mira hacia adelante, observa la costa ya cercana.
 -¿Qué va a pasar ahora? – pregunta
 -No lo sé – responde Manuel. Siente que todo empieza de nuevo. Trata de contenerse. 
-No lo sé – repite.

 Las cenizas del Cóndor es una novela del escritor uruguayo Fernando Butazzoni publicada en 2014 por la editorial Planeta. En el mes de marzo, fue reeditada por Alfaguara.
 La búsqueda de Juan Carlos de su identidad es el comienzo de esta monumental novela sobre el plan de exterminio armado de las dictaduras del Cono Sur llamado Plan Cóndor para aplastar de manera coordinada a toda a una generación de trabajadorxs y estudiantes.
 Aurora Sánchez, joven militante tupamara, viaja a Chile en marzo de 1973 para ponerse en contacto con exiliadxs Tupamaros. El golpe genocida de Pinochet la encuentra en ese país enamorada de Javier, un estudiante de ingeniería de Iquique que conoció en un recital de Quilapayún, quedando embarazada.
 La huida de Aurora es a caballo cruzando la cordillera de los Andes con la ayuda de Juana y, si bien logra atravesarla, en el lado argentino es atrapada y llevada a las mazmorras de Coordinación Federal.
 El Plan Cóndor empezó a funcionar en Argentina bajo el gobierno peronista de Isabel Martínez de Perón y fue el secretario privado del general Perón, José López Rega, el creador de la temible Alianza Anticomunista Argentina, las Tres A. Esta organización parapolicial cuenta entre sus laureles el asesinato de más de 2 mil dirigentes sindicales, activistas, intelectuales y fue la antesala de lo que luego se incrementó con la llegada de los militares al poder el 24 de marzo de 1976.
 Es en esos calabozos que Aurora, con un avanzado embarazo, conoce al capitán uruguayo Manuel Docampo, otro de los protagonistas de este brillante thriller político. 
 En esos convulsionados días, en Buenos Aires se encuentra María Eugenia Romero, o mejor dicho, la agente de la KGB Ekaterina Alexandrovna Liejmánova. Haciéndose pasar por fotógrafa de la revista El Triunfo de España, Katia toma contacto con el torturador Manuel Docampo y conforman este triángulo que va a ir desenvolviendo en estas páginas todas las implicancias que tuvo el Plan Cóndor. 
 La novela de Butazzoni muestra de una manera descarnada el brutal aplastamiento que impusieron las burguesías latinoamericanas, como apéndices del imperialismo yanqui, a toda una generación de luchadorxs, con consecuencias que seguimos padeciendo hasta hoy. 

 Luis Mauregui

Operativo Massa: los límites para un relanzamiento del gobierno


El "superministro" asume para reforzar un rumbo fondomonetarista completamente inviable. 

 El nombramiento de Sergio Massa como “superministro”, lejos de significar un relanzamiento del gobierno, es apenas su último cartucho para intentar llevar a término el mandato presidencial. Es un alfil de la Casa Blanca que se aferrará lo más posible a los lineamientos del FMI, agravando los choques sociales con las masas y al interior de la propia clase capitalista. 
 Los mercados saludaron la noticia apaciguando la efervescencia de los dólares paralelos, asumiendo que la designación de Massa es señal de mayor devaluación y ajuste. Esa orientación, sin embargo, abrirá un escenario de crisis. Por un lado, la suba del dólar oficial agravaría la estampida inflacionaria echando leña al fuego al descontento popular e incrementando los costos industriales. 
 A su vez, pondría al rojo vivo la cuestión de las tarifas del gas y la luz, ya que el precio del gas -insumo base de toda la cadena energética- se encuentra dolarizado. Recordemos que el gobierno viene evitando aplicar un tarifazo en shock porque, si bien busca recortar los subsidios energéticos para adecuarse a las metas fiscales del FMI, es consciente de que el humor social no toleraría semejante golpe al bolsillo. 
 Por otra parte, una devaluación en regla desarmaría el esquema de deuda en pesos montado sobre el Tesoro y el Banco Central, desatando una corrida cambiaria -y hasta bancaria- de gran envergadura, lo cual haría volar por los aires el propio acuerdo con el Fondo. La otra opción sería acompasar la suba de las tasas de interés con el ritmo devaluatorio, lo cual elevaría al paroxismo los costos usurarios del endeudamiento nominado en moneda local y encarecería el crédito bancario profundizando la recesión económica.
 Como si fuera poco, tendrá bajo su órbita a la cartera de Producción y Agricultura, donde se concentran las relaciones entre importadores y exportadores. En ese sentido, deberá lidiar con los intereses cruzados de las distintas fracciones capitalistas: entre los que acopian la cosecha a la espera de una devaluación y las patronales industriales que reclaman libre acceso al dólar barato para importar insumos, sin los cuales aseguran que deberán parar la producción. 
 Massa, a su turno, toma la tarea de reforzar el ajuste fiscal, en función de cumplir con las metas anuales del Fondo Monetario. Con las dificultades que supone, por ejemplo, reducir los subsidios energéticos y liberar las tarifas o podar la asistencia social sin que el pueblo, hundido en la pobreza, salga a ganar las calles. No olvidemos que el gobierno se disponía a congelar los planes sociales pero se vio obligado a largar un bono de $11.000 para los beneficiarios del Potenciar Trabajo como respuesta a la lucha del movimiento piquetero. El temor a la reacción popular envuelve a todo el régimen político.
 Al mismo tiempo, medidas que apuntan en esa dirección, como el ajuste sobre las transferencias provinciales, los subsidios al transporte y los fondos destinados a la obra pública, horadarán tempranamente la relación entre el nuevo “superministro” y la liga de gobernadores del PJ que hoy depositan cierta expectativa en su figura. Los mismos que en las vísperas de su llegada al gabinete se reunieron con Alberto Fernández para expresarle sus demandas. 
 Finalmente, el gobierno tiene pocas condiciones para revertir el agotamiento de su gestión, dado que ató su suerte a un acuerdo con el FMI destinado al fracaso. Ahora, con el único propósito de evitar un adelantamiento de las elecciones, quema las naves con el “operativo Massa”, lo cual no solucionará la crisis pero de seguro traerá aparejado nuevos ataques contra los trabajadores. Tenemos el desafío y la necesidad de enfrentar cada uno de ellos por medio del paro nacional y el plan de lucha. 

 Sofía Hart

La trenza de Máximo y Massa confeccionada por Cristina Kirchner


Una columna publicada por la periodista Nancy Pazos, que suele contar con fluida información de los cenáculos del gobierno, aporta elementos singulares para caracterizar a la movida política que llevó a Sergio Massa al “superministerio”. 
 La nota apunta a demostrar que “el nuevo equilibrio de poder en el gobierno no es obra de la casualidad” (Infobae, 31.7). Pazos relata que la alianza entre el massismo y los K estuvo precedida por “tres años de encuentros y reuniones” entre Massa y el hijo de Cristina Kirchner. Máximo, a su turno, actuó de bisagra entre Massa y Cristina: en diciembre de 2019 tuvo lugar “la primera reunión de más de cincuenta que compartieron a lo largo de estos dos años y medio en el que la vicepresidenta y el flamante ministro fueron tejiendo no sólo confianza sino un sistema de discusión de puntos de vista que hoy está más que afiatado”. (Id). La columnista concluye en que Cristina estuvo “lejos de negarse a que Massa ingresara al gobierno”. Y agrega: “el golpe de gracia final lo dio el propio mercado, que en esta oportunidad pareció jugar a favor de la vicepresidenta...”. ¿Qué tal? 
 Pazos conjetura “el regreso (de Máximo) a la presidencia del bloque”, aunque Gustavo Berón en “Clarín” asegura lo contrario. La periodista afirma que ya se lo habrían pedido Insaurralde y el propio Massa, como una “muestra concreta de que el kirchnerismo se juega en este tramo final del gobierno...”. En la conformación final del nuevo gabinete, el kirchnerismo ha preservado sus personeros en la AFIP, el Anses, Energía e YPF. 
 Pazos no ignora que el aval cristinista a Massa haya sido precipitado por una “situación crítica” (sic). Pero Massa ya jugaba un lugar, no accesorio, sino decisivo en el entramado del Frente de Todos. Massa fue la bisagra entre el pejotismo y La Cámpora, en su carácter de agente de la embajada americana y de amigo-socio de los dueños de Edenor, Pampa Energía y los multi empresarios Vila y el banquero Brito. Massa contó con ese respaldo cuando se distanció de los K en 2013 y 2015. 
 Massa fue pivote para renegociar el defolt de 2018-2019. Ahora el Frente de Todos lo coloca al frente del barco, con el concurso del kirchnerismo y “La Cámpora”. 
 No solo “los mercados” han salido a apañar a Massa: la CGT y también el kirchnerismo sindical hicieron sus primeras declaraciones de apoyo. En cuanto a la UTEP, se llamó a cuarteles apenas comenzó a desflorar la crisis ministerial. Ahora, uno de sus principales voceros, el gringo Castro, saludó la asunción de Massa: “parece auspicioso que haya unidad dentro de la coalición de gobierno”, dijo en un reportaje. (Infobae, 31.7) A la luz de este desenlace, es muy claro que los coqueteos de Grabois con la Unidad Piquetera formaron parte del fragote que terminó llevando a Massa al superministerio. 
 Llamar a esta operación política un cambio de gobierno o la “ruptura del contrato electoral”, cómo lo hace el PTS- FIT-U, es una peregrina malversación. Volver al nacionalismo popular de incierto carácter, parece ser su nueva consigna.

 Marcelo Ramal 
 31/07/2022

Cuba frente a la guerra híbrida

Cuba debe aprender a vivir, avanzar y desarrollarse bajo los rigores de la guerra de cuarta generación –o híbrida- con que Estados Unidos la hostiga sistemáticamente.

 Ese es el enfoque que se desprende al observar la incansable actividad que despliegan hoy el gobierno, el Partido Comunista y el sistema institucional cubano en todas las esferas de la actividad económica, política, social y cultural. Además de batallar por recuperar y trasformar su economía, la isla, por poner un par de ejemplos de gran relieve, está enfrascada en dos tremendos desafíos políticos y legislativos: el debate sobre el código de las familias –ya en proceso de aprobación en la Asamblea Nacional del Poder Popular después de recibir sustanciales modificaciones en asambleas populares- y la nueva ley de comunicación, dos instrumentos que tienden a ahondar la vibrante democracia cubana. Justamente, el miércoles, día en que la comisión parlamentaria discutía el dictamen del mencionado código el presidente Miguel Díaz- Canel llamaba, en la comisión económica, a profundizar la democracia cubana ante la asfixia económica y los planes subversivos de EU. Se habla de la derrotada intentona imperialista y contrarrevolucionaria del 11J, pero es que todos los días el pueblo cubano debe enfrentar numerosas manifestaciones de hostilidad, tanto en el orden económico, político y diplomático como en el de la batalla cultural-comunicacional. Vale reiterarlo, hasta ahora es muy poco lo que el presidente Joseph Biden ha cambiado de las 243 medidas añadidas por Donald Trump para reforzar el bloqueo. Su gobierno anunció el restablecimiento de las remesas familiares y una mayor entrega de visas pero hasta hoy no lo ha implementado. Sin embargo, sí daba a conocer ayer mismo, el gris secretario de Estado Anthony Blinken la inclusión de Cuba en la lista negra de países que no tienen un buen desempeño en la trata de personas. Se trata de una mentira mayúscula, que identifica como “trata” la prestigiosa cooperación médica cubana. 
 Con el propósito de entender en que consiste la guerra de cuarta generación, o guerra híbrida, aplicada a Cuba, vuelvo brevemente sobre mi entrega de la semana anterior. Allí resumí distintas formas de agresión aplicadas por Estados Unidos(EU) contra Cuba desde 1959, año del triunfo revolucionario. Intenté encuadrar históricamente los desórdenes sociales provocados en la isla el 11 de julio de 2021 y explicar la combinación de factores causantes de irritación que se reunió para propiciarlos. Algunos, como la pandemia y el confinamiento, una realidad objetiva. Otros -los más- deliberados, como el cruel ensañamiento con que el gobierno de Donald Trump buscó intensificar durante la pandemia las estrecheces y carencias ocasionadas por el bloqueo para infligir el máximo grado de dolor y desesperación en el pueblo cubano. Todo ello combinado con una embestida feroz en las redes sociales y en los medios convencionales. 
 A partir de su prolongada experiencia de guerras de agresión, campañas de hostilidad y golpes de Estado contra pueblos y gobiernos, incluyendo los de la primera guerra fría contra la URSS, EU fue modificando su doctrina militar adecuándola también a su desarrollo científico y tecnológico y a los avances y aprendizajes de los que considera sus enemigos. Es decir, los movimientos y gobiernos revolucionarios, progresistas, o también, los que no se subordinan a los dictados del imperio. La guerra de cuarta generación es la combinación de la asfixia económica, financiera y comercial, con la apuesta por la división del pueblo cubano. Es el uso de las redes digitales, de los medios digitales creados con ese fin y de los convencionales, para sembrar en Cuba el odio y la violencia, no importa las mentiras y calumnias de que se valga. Es también el reiterado pedido a la intervención militar de EU por los más facinerosos voceros de la contrarrevolución. Es la millonada de dinero del contribuyente estadunidense con que se sostienen las mencionadas campañas de medios y se paga a la quinta columna mercenaria dentro de la isla. En el colmo del delirio han llegado a usar la consigna revolución, entendiendo como tal el desencadenamiento del caos y el desorden social en Cuba. Todo les parece poco para precipitar el ansiado día del final “del comunismo”. No fue el 11J de 2021, ni el 15N y tampoco pasó nada el pasado 11J. La Habana muy tranquila. 
 No importa. Cuatro días después ya estaban montando una operación en la red Twitter, denunció la Unión de Periodistas de Cuba, cuyos analistas encontraron 8 190 usuarios, en su inmensa mayoría ubicados fuera de Cuba, que han generado 27 301 interacciones en los últimos días en las que, con la mayor impunidad, llaman a la violencia callejera en la isla. Es obvio que ninguna de esas cuentas será cerrada por Twitter, como le han hecho a muchos usuarios que defienden a la revolución. 

 Ángel Guerra Cabrera | 27/07/2022
 @aguerraguerra

Humedales, una ley para protegerlos o para continuar con su destrucción

Aprovechando que la atención de la sociedad esta puesta en cómo enfrentar y sobrevivir ante la crisis económico-social, el ministro de Medio Ambiente, Juan Cabandie, presentó en el Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA) un nuevo proyecto de Ley de Humedales. 

 Una propuesta que es duramente cuestionada por la Multisectorial por los Humedales, la Asociación Argentina de Abogados/as Ambientalistas, la Red Nacional de Humedales, y otras organizaciones sociales, pues ignora las principales definiciones del proyecto de ley consensuado por más de 380 organizaciones de todo el país, que con el aval de un conjunto de diputados fue remitido al Congreso para su tratamiento.
 La necesidad de una ley que proteja y preserve los humedales de nuestro país, como se viene señalando desde hace años, es de vital importancia, por sus implicancias para la supervivencia de los diversos y esenciales ecosistemas y por la incidencia que tiene en la elaboración de estrategias que permitan enfrentar el cambio climático y sus consecuencias. 
 Argentina cuenta con aproximadamente 600.000 km2 de humedales, lo que representa el 21% de todo el territorio nacional. Son ecosistemas que abarcan una amplia variedad de geografías como deltas, esteros, bañados, lagunas, costas marinas, que tienen como elemento clave el agua. Son tierras, que en forma permanente o por tiempos determinados, están cubiertas por aguas y sostienen una gran diversidad de especies vegetales y animales que a lo largo del tiempo se han ido adaptando y viven en esas particulares condiciones. El 40% de la biodiversidad mundial vive o se reproduce en ellos, sirven para mitigar los efectos que provocan las sequías, colaborando con la protección contra los incendios; ayudan en el control de inundaciones y por ser fuentes de provisión de agua, históricamente han sido territorio para el asentamientos de poblaciones que deben ser protegidas en sus formas de vida y sus culturas.
 Estos espacios son definidos y protegidos por la Convención sobre Humedales, conocida como el RAMSAR, un tratado ambiental intergubernamental establecido en 1971 por la UNESCO, que entró en vigor en 1975 y que nuestro país suscribió. Proporciona la base para la acción nacional y cooperación internacional con respecto a la conservación de humedales y el uso racional y sostenible de sus recursos. 

 Dos proyectos contrapuestos 

 El proyecto consensuado, fue realizado en un proceso donde todos los actores involucrados en la actividad que se lleva a cabo en los humedales fueron escuchados, y sus aportes e inquietudes fueron tenidos en cuenta. Eso se vio reflejado en el acompañamiento que tuvo la presentación con más de 25 diputados y senadores de distintas fuerzas políticas, desde el FIT hasta integrantes del Frente de Todos. https://www4.hcdn.gob.ar/dependencias/dsecretaria/Periodo2020/PDF2020/TP2020/3819-D-2020.pdf
 La iniciativa colectiva contempla entre otros aspectos la creación de un Inventario Nacional de Humedales para conocer cuántos son, dónde están, qué características tienen y qué función cumplen en cada zona. Además, propone penalizar los incendios intencionales en estos territorios y busca regular, entre otras cuestiones, la aplicación de sustancias contaminantes, productos químicos o residuos de cualquier origen, fumigaciones incluidas. 
 Este proyecto, fue presentado infructuosamente cuatro veces para su tratamiento parlamentario, por primera vez hace casi 10 años (2013) por el socialista Rubén Giustiniani, después (2016) por Fernando Pino Solanas. Y las dos últimas veces por el diputado Leonardo Grosso, la presentación anterior exprofeso, por la complicidad de parlamentarios con los lobbys de las corporaciones, perdió estado parlamentario en 2021. El 2 de marzo de este año volvió a presentarse, pero pasados varios meses, Sergio Massa, no casualmente, aun no lo remitió a las comisiones respectivas . 
 «Todos tuvimos la sensación de que esta resolución fue la crónica de una muerte anunciada del proyecto, que estuvo guardado en un cajón del despacho de un diputado del oficialismo, José Aragón (FdT), en la Comisión de Agricultura y Ganadería», señaló Patricia- Pato- Pintos geógrafa y miembro de la Red Nacional de Humedales (ReNaHu) y agregó : “fue una gran desilusión para todo el colectivo de organizaciones socio-ambientales y referentes del mundo académico que tanto habíamos apostado por la ley.
 El ministro Cabandie, que previamente a las legislativas se había comprometido a apoyar la propuesta, presentó el 11 de julio ante el COFEMA , un nuevo proyecto que borra las principales normas del original y tal como denuncia la Multisectorial, “es funcional a los lobbys, del extractivismo y el agronegocio y la especulación inmobiliaria. Utilizó las herramientas burocráticas para cooptar el proyecto de ley de humedales consensuado y busca satisfacer intereses de los poderes económicos concentrados»
 Según señala la Asociación de Abogados/as Ambientales la ley presentada en el COFEMA, modifica la definición de humedal reduciendo el ámbito de aplicación de la ley y los ecosistemas que protege; suprime la definición de expresiones como «Uso racional», «Integridad ecológica», «Evaluación de Impacto Estratégica» y «Evaluación de Impacto Ambiental», «Preservación» y «Enfoque ecohidrogeomórifico» (la palabra «racional», no existe en el proyecto de COFEMA, en contraste con la mención en 29 ocasiones en el otro proyecto); elimina directamente todas las funciones de la autoridad nacional de aplicación, desmereciendo cualquier intervención basada en la coordinación interjurisdiccional liderada por una autoridad federal; suprime plazos para que, tras la sanción de la Ley Nacional, las provincias deban elaborar un Ordenamiento Ambiental Territorial que incorpore a los humedales en sus territorios; destruye la noción de Inventario Nacional de Humedales al considerarlo facultativo y no como un deber del Estado, lo que implica una sentencia muerte legal para los humedales, antes siquiera de ser reconocidos como tal. También elimina plazos, las escalas de protección y el deber de actualización. Quita la moratoria, en una violación directa de los principios preventivo y precautorio; excluye a los pueblos indígenas y a la agricultura familiar del Programa Nacional de Conservación de Humedales; restringe inconstitucionalmente el derecho de acceso a la información pública. 
 No es casual que el COFEMA le haya brindado su apoyo, está integrado por funcionarios de los gobiernos provinciales, ya sean la oposición o el oficialismo, que en su mayoría defienden los intereses de la megamineria, el fracking, la ampliación de la frontera del agronegocio a costa de incendiar el bosque nativo y el delta, de quienes envenenan las poblaciones y el agua fumigando con sus pesticidas y herbicidas y avanzan en territorios protegidos para hacer mega emprendimientos inmobiliarios. 

 Ahora es la hora

 Hasta ahora sin regulación hemos tenido solo destrucción de vitales ecosistemas. En el Delta del Paraná, tanto en la zona de Rosario como en la zona de Entre Ríos, en la Patagonia, en Corrientes con los incendios que consumieron más del 10% de una provincia. Con la ley de Humedales consensuada, estos desastres no hubiesen sucedido o serían muy acotados y controlables. No se trata de cualquier ley y menos una regresiva, que se transformaría en un tapón para cualquier proyecto que genuinamente aspire a defender la vida de los humedales. 
 Sabemos que con la mejor ley no alcanza, aunque es un paso importante, lo que ocurre con el cumplimiento de ley de Glaciares aprobada en 2010 es un ejemplo de los límites de un Estado cuyos agentes son muy sensibles a las presiones de los poderosos, la normativa es solo el principio, los pueblos deben hacerla suya y pelear una dura batalla para impedir que sea burlada. 
 Está claro que en este tema, frente a la voracidad de quienes se apropian y arrasan con la naturaleza, con la vida en todas sus formas, entre los sucesivos gobiernos, ya sea que se proclamen neoliberales o se le opongan formalmente, hay más continuidad y coincidencias estructurales, que diferencias. La lógica de un productivismo destructor atado a la dependencia primaria de los commodities, unifica los discursos y justifica la depredación en beneficio de pocos frente a la pobreza de las mayorías.
 En tiempos donde la humanidad irracionalmente amenaza su propia existencia, caminando inconscientemente hacia una catástrofe ecológica, disponer la extinción de los humedales, es un crimen que no deberíamos ni podemos permitir. 

 Silvio Schachter | 26/07/2022

Que no gane el silencio


Hace algunos meses, por iniciativa nuestra, recolectamos firmas de personalidades científicas, políticas, artísticas e intelectuales, con liderazgos sociales y compromisos humanistas profundos, para difundir mundialmente una protesta enfática contra el bloqueo que Estados Unidos mantiene contra Cuba durante más de sesenta años. Por estos días algunos medios están nuevamente señalándonos, a nosotros cuatro y con nombre propio, por esa misiva de protesta asegurando, además, que somos parte del aparato de propaganda cubana. Pues que se sepa que hoy ratificamos nuestra protesta y la ampliamos con mayor convicción y énfasis. Y estamos seguros que todas aquellas personalidades que nos acompañaron con su firma, lo harían ahora con el mismo convencimiento. Al bloqueo criminal contra Cuba, expresado en cientos de canalladas imperiales que se despliegan en amenazas, sanciones, calumnias y acoso económico-político; se suman las aventuras desestabilizadoras recientes que se financian desde la Casa Blanca y el sur de la Florida poniendo foco especial contra la juventud cubana. La bajeza y la estulticia no tienen límite. No es justo que el pueblo cubano padezca la irracionalidad criminal del imperio norteamericano ni es admisible mantener silencio ante situación desesperante a que es sometida Cuba que transita problemas inducidos por el bloqueo y problemas derivados multiplicándose sin fin. 
 El plan del imperio es doblegar a Cuba por hambre, insalubridad, desabastecimiento energético, carencia de tecnología básica, suministros y refacciones. El plan de imperio es borrar, a toda costa, el ejemplo cubano de humanismo y rebeldía revolucionaria. El plan del imperio es que triunfe el odio de los verdugos contra la dignidad de los rebeldes, asfixiar a la economía cubana y provocar sufrimientos a su población para que se revuelva en contra del gobierno revolucionario. 
 Sólo el gobierno de Donald Trump emitió 243 medidas de sanción y Joe Biden ha sido incapaz de modificar el carácter inhumano de tales sanciones llegando al extremo de la insensibilidad mas arrogante en los momentos peores de la pandemia del Covid-19. Washington ha desoído con arrogancia, la condena anual de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que exige poner fin a este inhumano procedimiento. 
 Desde las entrañas del imperio se han prohijado, con millones de dólares, hordas de “disidentes”, de “opositores”, de “críticos” camuflados con de todo tipo de palabrerío por los “derechos humanos”, la “libertad de expresión” y el espíritu “democrático”… operan en las mesas de redacción de “diarios”, “noticieros”, “redes sociales” para vender su mercancía informativa asalariada por voluntades criminales. Anhelan operar al interior de Cuba publicitados con el acompañamiento de la “prensa internacional” para de dañar la imagen de la revolución, fundamentar la aplicación del criminal bloqueo y justificar todo género de intervenciones. Aislar a Cuba, para convertirla en el escenario del crimen perfecto del que nadie se enteró. 
 Sin rubor, despilfarran millones de dólares para promocionar la subversión interna, llamando a la desobediencia civil, la anarquía y el caos, con el único fin de acabar con el actual sistema político e instaurar uno que responda a sus únicos intereses. Nada le importan a Washington los inmensos logros de la revolución en materia científica que, entre otros, logrará que dentro de pocas semanas Cuba sea el primer país del mundo con toda su población vacunada contra el Covid-19, y con vacunas propias. Aunque Washington hizo hasta lo imposible para que Cuba no pudiera adquirir ni jeringuillas con las cuales aplicarlas. Nosotros no podemos permanecer callados ante este infierno que sufre Cuba.
 Al interior del país, sujetos que se sienten respaldados y protegidos por Washington, usando como bandera la difícil situación económica debido al bloqueo (situación aumentada por el Covid, como en todas las otras naciones), llaman a manifestaciones subversivas. Lo hacen sin importarles las leyes vigentes que prohíben todo atentado al sistema político vigente, como es lógico en todos los estados del mundo. Y mucho más cuando es incitado por una potencia extranjera.
 Nosotros, que ratificamos lo dicho y volvemos a elevar nuestra voz, llamamos una vez más al gobierno de Estados Unidos a que cese el inhumano bloqueo contra Cuba, y a que detenga sus tentativas de desestabilizar a una nación que en ningún momento ha realizado acciones contra su seguridad; que mucho menos se ha inmiscuido en sus asuntos internos, ni llamando a la ciudadanía estadounidense a que subvierta el orden establecido, a pesar de los múltiples y graves problemas sociales internos que tiene esta potencia mundial. 
 Ratificamos nuestro amor por Cuba para que lo sepa su pueblo hermano, que nos ha educado con su ejemplo titánico de resistencia, entereza y grandeza. Que lo sepa el pueblo revolucionario de Cuba porque en estas cuantas líneas se expresa el clamor de millones de hermanos solidarios y cúmulo de emociones fraternas agradecidas por el ejemplo solidario de Cuba con todos los pueblos hermanos, en Angola tanto como en Venezuela o México por solo mencionar un eje geopolítico e histórico de nuevo género en el tiempo y en el espacio.
 Enfatizando nuestro amor por la Revolución Cubana ratificamos lo dicho, que es inquebrantable y progresivo.

 Ignacio Ramonet, periodista, España; Hernando Calvo Ospina, escritor, Francia; Atilio Borón, sociólogo, Argentina y Fernando Buen Abad, filósofo, México:

Consumismo, otra herencia del sistema esclavista. ThinkLab

El fanatismo de USA sirvió de ejemplo para genocidios e invasiones

La libertad de expresión bajo vigilancia


Los rebeldes, disidentes o simplemente investigadores incómodos son el objetivo natural de la maquinaria del poder. Sus instrumentos más comunes (antes de la persecución y la cárcel, como es el caso de Julian Assange y Edward Snowden) son el acoso y la descalificación.

 En 1999 la Cámara de Representantes de Washington aprobó el proceso de impeachment del presidente Clinton por su escándalo sexual con la becaria Mónica Lewinsky. La decisión y segura remoción del presidente pasó al Senado, dominado por el Partido Republicano. Para ello, se necesitaban dos tercios de los votos, número asegurado según las intenciones manifiestas de los senadores que querían ver al presidente saliendo por la puerta de atrás de la historia. 
 Perdido por perdido, la defensa del presidente contrató a Larry Flynt, el mogol de la pornografía mundial, dueño de revistas y productor de películas del género. Casi sin tiempo, Flynt pagó una página completa en el Washington Post ofreciendo un millón de dólares a aquellos que pudiesen probar historias similares a la del presidente, protagonizadas por miembros del Congreso. Miles de llamados y grabaciones cayeron de inmediato. Flynt ni siquiera se molestó en escucharlas. 
 Temerosos de escándalos públicos, algunos legisladores comenzaron a confesar infidelidades a sus esposas. La voz más importante a favor del impeachment, el portavoz de la Cámara Baja y representante del ultraconservador estado de Luisiana, Bob Livingston, renunció misteriosamente el mismo día en que se debía votar. Desde entonces y hasta hoy, Bobby se dedica al lobby en Washington (es decir, a visitar a los legisladores en sus oficinas y a invitarlos a fiestas para hablar de negocios). De repente, la mayoría condenatoria en la Cámara Alta se convirtió en minoría. Diez senadores republicanos votaron a favor de perdonar al presidente demócrata. De la obligación de matar a pedradas a la infiel, legislada en el Antiguo Testamento, se pasó, en pocos días, al amor del Nuevo Testamento: “Vete, hijo, y no peques más”. El presidente fue perdonado. 
 Este recurso del enchastre ajeno es viejo conocido entre los agentes de CIA y la NSA. Pero la industria privada del enchastre y la intimidación también es un negocio privado. Los clientes más frecuentes de estas empresas son poderosos políticos y otras empresas privadas con poder de extorsión en su noble lucha por la “libre empresa” y la “libre competencia”. Aunque poco conocido, el negocio de perseguir adversarios políticos o disidentes independientes es multimillonario. No por casualidad, estas corporaciones privadas comparten con las agencias secretas del gobierno la misma ideología, aunque las políticas de austeridad de los gobiernos siempre alcanza a los de abajo; nunca a las corporaciones ni a las agencias secretas, la verdadera “mano invisible del mercado”.
 No por casualidad, este recurso siempre se ejerce de arriba hacia abajo, sobre todo sobre aquellos de abajo que pueden representar un obstáculo o un peligro para sus intereses, como críticos, investigadores y periodistas independientes. 
 En junio de 2022, se reveló que el joven periodista Nate Monroe del Times Union de Jacksonville, Florida, había sido vigilado y fotografiado por una empresa consultora de Alabama, cuyo eslogan es “Resolvemos problemas”. Una fotografía que se hizo pública lo muestra conversando con su novia en el patio de su casa. El pecado de Monroe fue hacer un trabajo decente de investigación sobre el intento de privatización de la gigante eléctrica de la ciudad de Jacksonville, JEA, la que luego se reveló como un plan deliberado y corrupto de sus propios directores, aplicando la vieja estrategia de la receta neoliberal: convertir una empresa pública en ineficiente para que la opinión pública apoye su venta a los eficientes privados. Otra vez, la mano invisible del mercado. 
 Unos meses antes, los exdirectivos de la empresa pública, Aaron Zahn y Ryan Wannemacher habían sido acusados de conspiración, pero liberados luego de pagar una fianza de cien mil dólares cada uno. La idea de los exdirectores, según informó el Dayly Record de Jacksonville, consistía en recibir varios millones de dólares en caso de que lograsen la privatización de la empresa pública, valorada en más de 11 mil millones de dólares. 
 Según la información revelada por el Florida Times Union, reconocida por la propia empresa de Alabama, el archivo sobre el Monroe consta de 72 páginas e incluye “su historial financiero, su afiliación política, los nombres y números de teléfonos de sus parientes y vecinos, su número de Seguro Social, la marca de su automóvil, los números de su licencia de conducir, la patente de su auto y los lugares donde ha vivido desde su infancia”.
 El instructor de periodismo de la Universidad de Florida, editor de la Associated Press y ganador de un Premio Pulitzer, Ted Bridis, declaró a la prensa que “es realmente antiestadounidense estar vigilando a los periodistas”. No importa que sepamos que la NSA lee y escucha millones de mensajes por año. Siempre que en este país se revela un caso de corrupción o de moral dudosa se lo califica así, antiestadounidense, no importa si se trata de una tradición con un historial de un par de siglos.
 Una vez derrotados los poderosos esclavistas el Sur en la Guerra Civil (poderosos por su poder desproporcionado en el Congreso, por las mayores fortunas del país debido a la esclavitud, y por un fanatismo racial y religioso que perdura hasta hoy), fueron reemplazados por el creciente poder de las corporaciones. Los empresarios más poderosos continuaron las prácticas de explotación, deshumanización y concentración de la riqueza de los esclavistas, solo que desde finales del siglo XIX los esclavos fueron reemplazados por trabajadores asalariados y, de la misma forma, fueron demonizados como peligrosos individuos que querían subvertir el orden de Dios, según el cual la libertad, la civilización y el progreso existen gracias a los de arriba.
 Diferente a las dictaduras personalistas o de las juntas cívico-militares, en las democracias liberales se suele aceptar lo que en Estados Unidos se encuentra resumido en la Primera Enmienda. Gracias a este primer artículo del Bill of Rights, el derecho a expresar una opinión está protegido de la amenaza de terminar en la cárcel. No es poco. Naturalmente, las limitaciones a este derecho y los recursos del poder para limitar este derecho básico de los de abajo son múltiples. 
 Los periodistas, por buenos que sean, se encuentran limitados por las líneas editoriales de los medios en los que trabajan, los cuales, a su vez, están condicionados por sus clientes, es decir, ya no los lectores de los cuales dependían casi exclusivamente, sino de los grandes anunciantes, quienes, naturalmente, subscriben una determinada ideología de clase. 
 Los rebeldes, disidentes o simplemente investigadores incómodos son el objetivo natural de la maquinaria del poder. Sus instrumentos más comunes (antes de la persecución y la cárcel, como es el caso de Julian Assange y Edward Snowden) son el acoso y la descalificación. Pero la democracia, la libertad de expresión y el menos reconocido “derecho a la verdad” no existen por los grandes poderes concentrados sino a pesar de ellos; no existen a pesar de los rebeldes y disidentes sino gracias a ellos. 

 Jorge Majfud | 30/07/2022

El odio #CineEn2Minutos

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Charla debate internacional sobre la guerra imperialista

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sábado, julio 30, 2022

Marcelo Ramal: "Un golpe de mercado llevó a Massa al ministerio"

El prontuario que hace a Massa el elegido para el ajuste y la devaluación


Cristina, Massa y Fernández durante el segundo gobierno K.

 El “superministro”, un hombre del imperialismo y el capital financiero. 

 Sergio Massa asumió, con acuerdo común de las tres alas del gobierno, como nuevo “superministro” de Economía, Producción, Agricultura, Ganadería y Pesca. En medio de la crisis política que sobrevuela a un elenco gubernamental acorralado, el hombre de confianza de la embajada yanqui pasó al frente de la cartera que había asumido hace poco menos de un mes Silvina Batakis con un plan de ajuste colosal. Pero en el centro de gravitación de la crisis oficialista está cómo se aplica esta hoja de ruta que implicará mayores penurias para una población trabajadora ya pauperizada hasta la médula. Dilucidar quién es Sergio Massa ayuda a comprender por qué será “el hombre” del gobierno y el ajuste fondomonetarista. 
 Massa comenzó su carrera política en la UCeDé, el partido ultraderechista fundado por Álvaro Alsogaray. Ese mismo que hoy le da candidatos y estructura en las provincias a Javier Milei. Llegó a ser incluso el “presidente de la Juventud Liberal” en la década de los ’90. Desde allí se apalanca su pasaje al PJ menemista, siendo parte del ala de la UCeDé que promovió la integración al gobierno de las privatizaciones compulsivas y el saqueo nacional.
 Sus primeros cargos públicos fueron como asesor, primero con el exconcejal de San Martín Alejandro Kenk, y luego con el secretario de Desarrollo Social menemista, “Palito” Ortega. En 2001 Massa se posiciona episódicamente como legislador bonaerense del PJ. El “Pato” Galmarini, con quien tendió buena relación política (y se convirtió después en su suegro), lo promovió al frente de la Anses duhaldista en 2002. Cargo en el que fue revalidado por Néstor Kirchner tras ganar las elecciones de 2003. 
 Massa tuvo un propósito fundamental: profundizar el régimen menemista de las jubilaciones. Aceleró las rebajas de los aportes patronales, pesificó las deudas del Estado con la Anses, entregando las cajas previsionales a la devaluación, y desconoció numerosos fallos judiciales a favor de los jubilados, mientras crecían los manotazos de los fondos aportados por estos últimos para cubrir los pagos de deuda externa del Tesoro.
 En 2007 Massa “volvió a sus pagos” para ganar la intendencia de Tigre como el candidato del kirchnerismo. Es el cargo al que renunciaría en 2008 para asumir como jefe de Gabinete nacional, donde relevó al propio Alberto Fernández en medio de los coletazos económicos y políticos que suscitaba en el país el estallido de la crisis mundial. Un año después sería relevado de nuevo por Alberto Fernández, para volver así a la intendencia de Tigre. 
 Como intendente profundizó la desinversión en obra pública, los salarios de hambre entre la planta municipal y el reforzamiento represivo. Fue uno de los pioneros de la instalación de cámaras de vigilancia, al mejor estilo de Larreta en la Ciudad. No dudó nunca para echar mano a la policía y reprimir cada uno de los reclamos populares del distrito, llegando incluso al límite de reprimir a padres y estudiantes de una escuela secundaria que se reunirían con los dirigentes de la institución por el faltante de obras. Massa es un represor recalcitrante y lobbista de las políticas en tal materia del Pentágono Sur y el Estado genocida de Israel.
 Durante su etapa de “ministro de ministros” mantuvo aceitados vínculos con Estados Unidos, donde incluso se mostró frente a “La Embajada” como un crítico del gobierno que él mismo integraba y dándoles el privilegio de saber cuatro meses antes que iba a renunciar y alejarse. Esta salida de Massa del kirchnerismo, cabe recordar, es la que dio nacimiento a su fuerza política, el Frente Renovador, en el que se fue tras suyo en aquel momento Alberto Fernández e hizo en las elecciones de 2015 una campaña de contenido netamente derechista, con tópicos de mano dura como bajar la edad de imputabilidad a los 14 años. 
 Desde el Frente Renovador hizo un acuerdo con Cambiemos durante el gobierno de Macri, a quien acompañó en su carácter de hombre del imperialismo al Foro de Davos, y acordó con la entonces gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal presidir la Cámara de Diputados garantizando cada una de las leyes de ajuste de la mandataria. En aquellos años participó también del acto de asunción de Donald Trump, aunque había sido invitado un año antes también al lanzamiento electoral de la demócrata Hillary Clinton. En el gobierno del Frente de Todos fue el encargado de presentar en el Consejo de las Américas los “diez puntos” oficialistas para aplicar las reformas antiobreras y el programa del FMI, así como para ir a Washington a destrabar la llegada de las vacunas Pfizer. 
 Quizás sea por esto que su nombramiento fue bien recibido por el capital financiero, lo que se demostró en un repunte (leve, pero repunte al fin) de los bonos de deuda del país nominados en dólares, de algunas empresas nacionales y de una baja del dólar paralelo. Asume un superministro al servicio de devaluar, avanzar con las reformas jubilatoria, laboral y educativa y ejecutar el plan de guerra que reclama el FMI sobre la Argentina. A enfrentar lo que se viene con la pelea por el paro nacional y un plan de lucha hasta derrotarlos. 

 Manuel Taba

Mucho más que otra crisis de gabinete: un gobierno agotado

Reforcemos la campaña por una salida de los trabajadores y un paro nacional y plan de lucha. 

 Desde distintos y fragmentados sectores del Frente de Todos salieron a denunciar “maniobras golpistas” buscando un argumento para sostener un gobierno que está en terapia intensiva, sin miras de recuperación. La corrida cambiaria y el salto inflacionario hacia los tres dígitos anuales son apenas los síntomas más extremos del agotamiento prematuro del gobierno del Frente de Todos. Es un gobierno terminado en sus posibilidades de sacar al país de la crisis en la que lo dejó el macrismo. Ha profundizado todos los fundamentos de aquella bancarrota y nos encamina, maniatado en sus contradicciones, hacia otro colapso capitalista de los que pueblan la historia argentina. Esta vez frente a un gobierno peronista. 
 El fracaso del “plan” del FMI –apoyado por toda la grieta- ha llevado a las comparaciones con las grandes crisis de nuestra rica historia en la materia. Se discute si estamos ante la posibilidad de un rodrigazo como el de 1975, ante una híper como la de Alfonsín en 1989 o en la previa de un 2001. Y el cuadro tiene un poco de cada una de aquellas grandes crisis y sus desenlaces explosivos. Hay planteada una devaluación brutal como lo expresa la brecha cambiaria que llegó en un momento a superar el 150%. Estamos ante una emisión monetaria de tipo prehíperinflacionaria lo que nos acerca a 1989. Y hay un claro riesgo de corrida bancaria, tanto por las reservas negativas del Banco Central como porque los depósitos bancarios en pesos están calzados en letras y bonos del Banco Central en una magnitud astronómica, con alrededor de 7 billones en las famosas Leliqs e intereses exorbitantes que Alberto prometió recortar durante la campaña electoral y dar un aumento real del 20% a los esquilmados jubilados. 
 Este es el escenario de un agravamiento de la tensión social, pero también de un salto en calidad de la crisis política. A un mes de la asunción de Batakis, con el implícito aval de Cristina, la maniobra de ser opositora de su propio gobierno se agota también, completando un impasse del tipo de las grandes crisis mencionadas. Y se trata de un impasse de toda la burguesía. Porque nadie quiere voltear al presidente, que carente de poder podría caer en cualquier momento, porque en ese caso asumiría Cristina.
 Ella a su vez es la menos interesada en agarrar el hierro caliente del fracaso de la experiencia del Frente de Todos del que es creadora, porque tendría que ejecutar el ajuste que a tientas y a los tumbos intenta Batakis. La derecha está borrada buscando que la descomposición del gobierno les abra el camino de 2023, y entretanto, que la coalición oficialista siga haciendo el trabajo sucio del ajuste, pero la crisis y su tendencia al colapso tienen un ritmo muy distinto que el del trabajoso y lejano proceso electoral. 
 Por eso cada día aparece una nueva presión para un recambio general del gabinete. Al momento de escribir estas líneas Batakis viaja de vuelta de EE.UU pero tal vez ya no sea ministra al llegar, no habría durado un mes. Una rebelión de gobernadores emplazó al vapuleado presidente haciendo recordar la liga de gobernadores del 2002 que gobernaba detrás de Duhalde, hasta que tuvo que irse. La posible asunción de Massa en lugar de Batakis es un recurso extremo, tal vez el último posible antes de la caída de todo el gobierno y, por ejemplo, un adelantamiento electoral. Esto es así por un motivo, la cuestión no es cuánto “volumen político” tiene quien asume –Massa está igualmente muy devaluado- sino qué hará frente a una crisis de fondo.
 En este cuadro el fantasma más temido es la irrupción de las masas, por eso Batakis ha recibido palmadas en Washington, donde mirando la crisis mundial y su tendencia a la recesión con inflación, la noticia de un default con la deuda del Fondo sería dramática. Con sonrisas de diplomacia le han pedido que ejecute el ajuste pautado, y, aunque con crisis en el medio, el BID destrabó 800 millones de dólares. 

 Dólar sojero, dólar turista, dólar financiero, peso basura

 La última medida de Batakis, el dólar sojero, es una de las fotos más expresivas del carácter del gobierno peronista. Mientras atacan al capital agrario por la retención de parte de la cosecha, le han concedido un dólar especial a la soja. Puro verso en el día de Evita para hocicar ante la oligarquía. La medida es compleja porque en realidad le habilitan una cuenta en pesos linkeada a la devaluación del dólar y admite que compren un 30% de la liquidación en dólares ahorro que le niegan a casi todo el resto de los mortales. 
 Además, es transitoria hasta el 31 de agosto. Se trata de un deshilache cambiario de dudosa efectividad que sigue al dólar turista a precio de los dólares financieros hasta 5.000 dólares, mientras Pesce y Batakis dicen que no hay desdoblamiento cambiario. Lo hay y del más improvisado, desdoblamientos que siempre anticiparon devaluaciones violentas. 
 La contrapartida es el peso basura, del que huyen los fondos de inversión y bancos que tienen bonos en pesos. A ellos les dan cada día una nueva concesión: bonos indexados, tasas cada día mayores y ahora también un seguro de cambio. Aún así, e impedidos de pasarse al dólar masivamente por los cepos, están poniendo cada vez más trabas a la renovación de una deuda en pesos que el kirchnerismo siempre dijo que no importa. Estamos en rumbo de default, reestructuración o reperfilamiento, como se lo quiera llamar, de toda la deuda, la que está en pesos, la de los bonos en dólares –que está a precios anteriores al canje y a tiro de fondos buitres- y también de la deuda cuasifiscal del Banco Central que solo puede responder con una emisión explosiva para desarmarla. Y/o con una devaluación suficiente para licuarla. 
 Batakis asumió prometiendo equilibrio fiscal y caja única. Por ahora congeló vacantes pero no tiene el decreto de la caja única. Evidentemente el FMI la habilitó al desdoblamiento para tratar de garantizarse los dólares del repago de la deuda, pero el decreto de caja única requiere algo más, el acuerdo de todos los ministerios y componentes del gobierno, para después hachar gastos que nunca son los del capital financiero. El ajuste en las cuentas contribuirá al parate económico que implican el aumento de las tasas de interés, el cepo de importaciones y la caída del consumo.
 Los que no pueden huir de este laberinto son los trabajadores, jubilados, desocupados y todo el pueblo trabajador, quienes perciben ingresos sin poder adquisitivo. Lo cual ha puesto a todas las paritarias en la picota, y desde luego al movimiento piquetero en las calles. 

 Sutna, mendozazo, Unidad Piquetera, vamos por el paro nacional y el plan de lucha 

Con 25.000 personas en las calles un potente paro docente y de la salud y estatal en Mendoza le puso una respuesta al ajuste del gobernador radical. Antes de eso, Morales se comió una multitud sin precedentes en Jujuy en las calles contra la criminalización del movimiento popular. Son gobiernos radicales pero el de Quintela no y la huelga docente autoconvocada de La Rioja ha sido otro gran movimiento huelguístico del año, con no inicio previsto después del receso, lo mismo que en San Juan y antes en Misiones. Esta rebelión docente ya se extiende a Santa Fe con paros de 48 horas la próxima semana y fuertes paros recientes en Río Negro. 
 Por su lado el Sutna ha resuelto profundizar su plan de lucha con paros en un turno al menos en cada planta, cada día de la quincena que empieza el 1 de agosto, con movilización callejera a definir. Después de una docena de paros y piquetes, es un conflicto que se agrava ante patronales forradas de caucho que no quieren ceder el aumento exigido por las asambleas obreras y sobre todo no poner en discusión las horas de fin de semana. Es el gran conflicto de la clase obrera industrial que se mete en la crisis. La burocracia de Furlán en la UOM tuvo que movilizar, pero ha cerrado una paritaria que de movida es a la baja y con un inicial que no alcanza la línea de pobreza.
 La Unidad Piquetera vuelve a las calles el 28 con su programa de seis puntos. El gobierno, apretado, largó un bono de $11.000 que indudablemente ha sido arrancado con la lucha y tal vez sirva de excusa a las organizaciones sociales oficialistas para seguir conteniendo, pero es claramente una aspirina y seguirá el plan de lucha. 
 Porque hay mar de fondo desde abajo empezaron las maniobras y divisiones en el campo de la burocracia sindical y las organizaciones sociales oficialistas. Pablo Moyano, Yasky y la Corriente Federal salieron el día de Evita “contra los formadores de precios”, pero pusieron al gobierno de víctima y se sumaron al coro de apoyos, solo que con música kirchnerista, lo cual significa tragarse el sapo del ajuste de Batakis. La CGT sigue tranquila convocando al 17 de agosto, cada vez más decididamente en apoyo al gobierno. Y Somos Barrios de Pie y la CCC convocaron a movilizar a la Sociedad Rural, mientras Batakis les daba el dólar sojero. Quedaron off side y tuvieron que levantarla, un bochorno. Este cambalache es la traducción entre las organizaciones obreras de la disgregación del peronismo en su conjunto, aunque Pablo Moyano proclame que “la unidad es fundamental”. Y es expresión de que la bronca y deliberación por abajo es tal que para contener tienen que movilizar. 
 Se trata de un nuevo escenario que nos plantea reforzar la lucha reivindicativa y política. Por un paro nacional y un plan de lucha para poner millones en las calles. Y para abrir la deliberación política entre los trabajadores de una salida propia ante la crisis, con un programa de soberanía en los recursos estratégicos, el comercio exterior, la banca y todos los resortes de la economía bajo control obrero. Con estos objetivos nos reuniremos mil delegados obreros y piqueteros el seis de agosto en el plenario nacional de la Coordinadora Sindical Clasista del PO.

 Néstor Pitrola

Sergio Massa, el amigo de la embajada norteamericana


Con el embajador norteamericano 

“Si Massa avanzara en la política argentina y tuviera cargos predominantes, no se alinearía con la integración latinoamericana sino, como en los ’90, con Estados Unidos, Israel y la Otan”. Esta profecía, del año 2013, pertenece al oficialista Luis D’Elía. Hoy Massa se ha convertido en el superministro del gobierno del Frente de Todos, a cargo de una megacartera de Economía, Desarrollo Productivo, Agricultura y Pesca. Además, manejará el vínculo con los organismos internacionales de crédito (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Corporación Andina de Fomento). 
 Los vínculos del expresidente de la Cámara de Diputados con Washington vienen de lejos. Ya en 2009, la entonces embajadora norteamericana en el país, Vilma Socorro Martínez, reportaba en un cable confidencial -revelado por Wikileaks- las conversaciones mantenidas ese año con el tigrense y con el actual presidente Alberto Fernández, ambos exjefes de gabinete de Cristina Fernández de Kirchner. La diplomática destaca la “orientación pro-estadounidense” de ambos. Ninguno de los dos ahorra críticas furibundas hacia el kirchnerismo .
 Como parte de sus ambiciones presidenciales, Massa cultivó importantes relaciones en Estados Unidos. En 2017, sin siquiera ser funcionario nacional, participó de la asunción de Donald Trump, invitado por el exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, mundialmente reconocido por sus políticas represivas de “tolerancia cero”. Con el Giuliani Security & Safety, el equipo de Massa llegaría más tarde a un acuerdo que establece la colaboración para la “prestación de servicios de asesoramiento [en seguridad] para clientes corporativos y gubernamentales” (Clarín, 5/2/18). Es decir, se transformó en un referente y lobista para Latinoamérica de esas políticas reñidas con las libertades democráticas. 
 Un año antes de asistir a la coronación de Trump, de todos modos, Massa había participado de la Convención del Partido Demócrata que proclamó la candidatura de Hillary Clinton (Tiempo Argentino, 19/1/17), derrotada por el magnate en los comicios de 2016. El “panquequeo” y la operación a varias bandas son características conocidas del flamante superministro. 
 En 2019, Massa se alineó con el golpe en Venezuela orquestado desde Estados Unidos, planteando abiertamente la salida de Maduro del poder. A tal efecto, recibió a Elisa Trotta, la embajadora argentina del autoproclamado presidente del país caribeño, Juan Guaidó (Télam, 9/2/19). 
 Como miembro del gobierno del Frente de Todos, Massa viajó en junio de 2021 a Estados Unidos. En esa ocasión, hizo gestiones a favor de Pfizer para las vacunas contra el Covid-19, en el marco de un fuerte cabildeo de esa empresa. También se entrevistó con referentes del Congreso Judío Estadounidense, un reconocido lobby sionista. Y se encontró con el expresidente Bill Clinton, a quien le obsequió una camiseta del club Tigre -del que es jefe- con el apellido del mandatario bordado en el dorso (Página 12, 19/6/21).
 Así como defiende a Giuliani, Massa es un admirador de las políticas de seguridad israelíes, que son las mismas que están al servicio de la opresión del pueblo palestino. En 2017, se entrevistó en Israel con el entonces jefe de Inteligencia de ese país (Nuevos Papeles, 3/3/17).
 La llegada de Massa al “superministerio” ha sido bien recibida por el Departamento de Estado y el Fondo, según informa La Política Online (28/7). En Wall Street, las acciones de firmas argentinas subieron -un 20% en el caso de Edenor. También lo hicieron los bonos en dólares. 
 Esto obedece, precisamente, a que el imperialismo y el gran capital lo ven como un hombre de confianza que intentará avanzar en las políticas de ajuste y devaluación que reclaman -a expensas de las masas trabajadoras.
 El kirchnerismo respalda el desembarco de Massa, y no es extraño porque la propia Cristina viene dando señales a los mercados. La vice se reunió en abril con la referente del Comando Sur, Laura Richardson, y con el embajador Marc Stanley, con el propósito de hacer olvidar sus críticas previas al Fondo. El ministro Wado de Pedro, en tanto, muy próximo a la vice, ha visitado los cónclaves empresarios del Consejo Interamericano del Comercio y Producción (Cicyp) y el Foro Llao Llao para ganar la confianza de los hombres de negocios (La Nación, 7/7). Y, al igual que Massa, hizo su propia gira por Israel junto a varios gobernadores. 
 Frente a la subordinación al imperialismo y la aplicación del ajuste, que abarca a todas las alas del Frente de Todos y a la oposición patronal (Juntos por el Cambio y los “libertarios”), la salida pasa por impulsar un paro nacional y un plan de lucha, y por el desarrollo de una alternativa política de los trabajadores. 

 Gustavo Montenegro

Nueva huelga ferroviaria en Gran Bretaña


Los trabajadores ferroviarios representados en el Sindicato Nacional de Trabajadores Ferroviarios, Marítimos y del Transporte (RMT) han llevado adelante un nuevo paro por aumento de salarios y condiciones de salubridad e higiene. A mediados de junio pasado habían protagonizado una huelga de 48 horas por estos reclamos. Fue la mayor huelga en 30 años. El gobierno conservador, con Johnson desplazado, apunta a colocar techos paritarios cercanos al 4%, muy por detrás de la inflación interanual del 9,6% -la más alta en 40 años.
 La nueva medida de fuerza ha congregado a más de 40 mil trabajadores de limpiadoras, señalizadores, trabajadores de mantenimiento y personal de estación. En esta oportunidad se han visto afectadas 15 empresas privadas, incluida la estatal concesionada Network Rail, lo que afecta al sistema londinense a pesar que el gremio de la capital no haya adherido en esta oportunidad a la medida.
 Mick Lynch, secretario general del RMT, indicó que Network Rail no ha hecho “ninguna mejora en su oferta salarial anterior” y que las compañías de trenes no les han ofrecido “nada nuevo” (aa.com, 27/07). Lynch apunta contra el gobierno que ha salido públicamente a atacar a las huelgas declaradas en el último tiempo. Incluso sugiere que las patronales estarían dispuestas a mejorar su oferta, pero los conservadores no quieren que los demás trabajadores sigan el ejemplo ferroviario.
 En gran medida, un aumento en los salarios de los trabajadores ferroviarios debería ser cubierto con las cuotas extraordinarias que reciben las patronales del sector como consecuencia de la pandemia. Estas ayudas se han ido desarmando luego que el ahora desgraciado Johnson haya decretado el final de la pandemia en el verano del 2021. 
 A su vez, los Tory continúan con la política de flexibilización de contrataciones de personal para permitir a las patronales que enfrentan huelgas de su personal de planta, convocar a trabajadores de agencia que cobran por jornal. Algo similar fue aplicado por otra conservadora: Thatcher cuando enfrentó la histórica huelga minera en los años 80. En esta arremetida contra la organización obrera se ha sumado la candidata a Downing 10 (la casa de gobierno), Liz Truss, que ha prometido llevar a fondo una persecución e ilegalización de los sindicatos en toda la isla. Lynch, del RMT, le ha retrucado que llegado el caso el gobierno enfrentará “la mayor resistencia organizada por todo el movimiento sindical, rivalizando con la Huelga General de 1926, las Sufragistas y el Cartismo.” (idem) 
 A pesar de las amenazas, los sindicatos siguen declarando en reuniones y plenarios nuevas huelgas, como los trabajadores del Royal Mail (correos) que irán a la huelga en agosto. Los ferroviarios volverán a parar el 18 y 20 de agosto. 

 Joaquín Antúnez 
 28/07/2022

La “burbuja” Sergio Massa


Cuando algunos periodistas señalan que la asunción de Sergio Massa como ministro plenipotenciario fue “saludada por los mercados”, presentan las cosas al revés. Massa sólo llegó a ministro después del fulminante operativo clamor puesto en marcha por los ´mercados´, o sea, por el capital financiero, a través de un rush alcista de la bolsa y de los títulos públicos. Esta operación brutal terminó arrasando, al menos por ahora, con las resistencias y choques intestinos que provocaba la designación de Massa. Es el caso del gobernador chaqueño Capitanich, que aspiraba a ese mismo cargo pero en nombre del kirchnerismo. El gobierno había anunciado “una reunión” con Massa para este fin de semana. La bolsa le impuso otros tiempos – una demora en la designación hubiera sido recibida con otra corrida cambiaria. El kirchnerismo y su jefa, expertos en verborragia contra los “poderes concentrados”, han asistido en silencio a este golpe de mercado vestido de crisis ministerial.

 El “plan” Massa

 La segunda impostura que se difunde en estas horas es la del llamado “plan” Massa, o sea, la pretensión de que el jefe de diputados llegue al poder ejecutivo con una iniciativa estratégica. El gran capital, en verdad, ha improvisado la carta de Sergio Massa en medio de una crisis de financiamiento del Estado y de la propia burguesía, de la cesación de pagos del Tesoro y del Banco Central, de un acuerdo con el FMI hecho pedazos en cuestión de meses y de un agravamiento histórico de la miseria social. Los que fogonearon la asunción de Massa anuncian un “plan” que, en verdad, apenas espera sortear la inminencia de un colapso económico. El superministro quiere conseguir un ingreso mínimo de divisas con los 2.000 o 3.000 millones de dólares que podría entregar los sojeros a cambio del “dólar soja”, que los economistas de Massa le sugirieron al gobierno. Pero ahora, ya con Massa ´adentro´, se les ha asegurado a los sojeros que ese “colchón” mínimo de reservas es el que permitirá una posterior devaluación – sea bajo la forma de un desdoblamiento o de una liberalización directa del mercado cambiario. Mientras tanto, y para desalentar la demanda de dólares, se puso en marcha una fuerte suba de la tasa de interés y de los rendimientos del Tesoro, para regocijo de los especuladores. Con esta disparada de los intereses, el albertista Pesce espera salvar su propio pellejo al frente del Banco Central. La etapa Massa, por lo tanto, preanuncia una recesión económica. 
 Con el arribo de Massa, el gobierno “todista” pretende ofrecerle al FMI suficientes garantías políticas para la dispensa o “waiver” (perdón) que deberá gestionar ante el FMI en setiembre próximo, cuando tenga lugar la próxima revisión del acuerdo. Naturalmente, Massa deberá ofrecer algo más que palabras, o sea, un ajuste fiscal bien más severo que el anunciado por Batakis. Significativamente, la renunciada ministra también visitó en Estados Unidos al secretario del Tesoro yanqui, David Lipton. Buscaba el favor de los Estados Unidos para el perdón del Fondo y, probablemente también, una asistencia financiera de “emergencia”. Ahora, ese salvavidas -que Batakis no consiguió- tendrá que ser tramitado por el superministro, quien se quedó con la batuta de la “relación con los organismos internacionales de crédito”. Massa es un habitué de la embajada norteamericana y de la AmCham. En medio de la guerra de alcance mundial, cualquier alivio financiero planteará como contrapartida un alineamiento sin condiciones de Argentina en el bloque de la OTAN, ello, cuando los antagonismos internacionales se multiplican e involucran, por ejemplo, a China, un socio comercial e inversor crucial para la burguesía argentina. Asi las cosas, el hombre que viene como “bombero” de una crisis terminal puede terminar ampliando el alcance de esa crisis. 
 En otro frente de tormenta, Massa promete revisar la política energética, y abrirle paso a un aumento de tarifas más ambicioso que la “segmentación”. Es una exigencia del ajuste fiscal, por un lado; pero sobre todo, de los monopolios petroleros y eléctricos que tienen al massismo como aliado, y en algún caso, como socio. El choque con los secretarios de energía camporista está a la vista, a menos que guarden violín en bolsa frente al nuevo tarifazo. 

 ¿Cavallo 2023? 

Los que en estas horas se entusiasman con el nombramiento de Massa suponen que el cimbronazo económico que promete sería suficiente para desatar un ingreso de capitales al estilo del que tuvo lugar con Menem y Cavallo en 1991, o, más tímidamente, con el Macri de 2016. Se olvidan, por un lado, de una crisis financiera internacional que está succionando los capitales de la periferia del mundo – el banco central norteamericano acaba de disponer una nueva suba de la tasa de interés. Pero soslayan, principalmente, el alcance de la bancarrota financiera argentina, cuya deuda -renegociada hace solos dos años- anticipa un nuevo y seguro default. Por lo pronto, la suba de la tasa de interés intenta recrear el interés por la deuda pública en pesos, pero vuelve explosiva a la hipoteca del Banco Central, cuyas Letras deberán arrojar ahora rendimientos más elevados. Ninguno de los anuncios del pretendido “plan” Massa resuelve esa quiebra del Estado, que se extiende al conjunto del régimen social y político. 
 El combo para rescatar a un gobierno agotado -devaluación, tarifazos, ajuste- echa nafta al fuego de una crisis social caracterizada, por un lado, por el empobrecimiento masivo. Pero también, por una carestía y desorganización económica que ha convertido en papel mojado a las paritarias y sus sucesivas revisiones. Lo demuestran los conflictos en puerta en la UOM, en el transporte, en el neumático y en la docencia de numerosas provincias. A la luz de este conjunto de contradicciones, el mentiroso “plan” Massa podría revelarse, más temprano que tarde, como una “burbuja”. Los especuladores que dispararon el valor de las acciones y bonos para empujar a su designación podrían salirse de sus colocaciones bastante antes de lo pensado. En el plano político, hay que sacar todas las conclusiones del caso: los “nacionales y populares” han concluido en una versión refritada y tardía del cavallismo, al cual, en definitiva, los K también apoyaron en el pasado. Lo mismo vale para la burocracia sindical que no ha abierto la boca en estas horas. Le cabe a la clase obrera, por medio de coordinaciones, autoconvocatorias y de un congreso propio, preparar una lucha decisiva -la huelga general- contra el ´rodrigazo´ que pergeña el ´amigo de la embajada´. 

 Marcelo Ramal 
 29/07/2022

Cristina Kirchner entrega el gobierno al candidato de Washington


Sergio Massa decidió resignar el objetivo extremo de ocupar la jefatura de Gobierno y debió transar un loteo del gabinete con Cristina Kirchner. La Vicepresidenta se resignó a la componenda cuando le avisaron que el FMI no avalaría la continuidad del fracasado acuerdo con Marín Guzmán; que el ‘dólar-soja’ confeccionado por el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, era una criatura deforme; y que la corrida hacia los contratos de cobertura frente a una devaluación se hacían a una tasa del 150% anual. A pesar del llamado a los botes de emergencia, consiguió sin embargo quedarse con la estratégica secretaría de Energía y con la Afip, además, claro, del resto de los ministerios que no se llevó Massa. Miguel Pesce se dio vuelta como un guante y aumentó los rendimientos financieros al 80/100 por ciento anual, que le había negado a Martín Guzmán. Los legionarios de la causa ‘nacional y popular’, como Juan Grabois y Pérsico y Navarro, han decidido, según parece, tomarse una pausa de reflexión, antes de abrir la boca. Preventivamente, no acompañaron la marcha de la Unidad Piquetera que tuvo lugar el jueves 28, y desandaron el proyecto de castigar a la exposición rural de Palermo. 
 La designación de Massa para dirigir un superministerio de Economía suscitó la suba de bonos en default y una baja modesta del dólar paralelo. Se adelantaron de este modo a la suba de los intereses de todos los mercados financieros, como la Leliq, los pases y los depósitos bancarios, como había ocurrido un día antes con los títulos en pesos del Tesoro nacional. Para contener la fuga de los acreedores aumentaron el rendimiento de la deuda. El procedimiento es conocido como “el esquema Ponzi”, que hoy tiene preso, por defraudación a sus clientes, a un individuo que se llama Cositorto. Como disculpas para el gobierno, hay que señalar que es lo mismo que están haciendo los bancos centrales en todo el mundo, para mayor alegría de bancos y las distintas variantes de fondos financieros. La consecuencia la señaló ayer la oficina estadística de EEUU cuando anunció el comienzo de la recesión en ese país.
 Sergio Massa pretende convertirse en un “mister dólar”. El objetivo que le atribuyen todos los medios de información, sin excepción, es colmar las reservas del Banco Central con, por lo menos, 2.500 millones de dólares. Para eso procederá a una devaluación que los ‘nacionales y populares’, como con otras tantas cosas, aseguraron que nunca harían. El desdoblamiento cambiario está en boca de toda ´la City´, aunque se encuentra impugnado por el FMI. No se conoce aun su forma exacta, pero crearía un mercado de cambios para los flujos financieros, de entrada y salida, al lado del comercial, con una diferencia de cotizaciones entre uno y otro que no debería ser superior al 40 por ciento. Esto necesitaría una megadevaluación del comercial y una baja de la cotización de lo que es hoy el llamado “contado con liqui”, que está a 330 pesos el dólar. Las consecuencias sobre los precios internos y sobre el nivel de actividad serían, al menos en una indefinida primera etapa, demoledores. Cualquier alternativa a esta opción dejaría la situación en el mismo estado que la dejaron Guzmán y Batakis.
 De acuerdo, sin embargo, a una estadística menos difundida, el peso argentino está sub-valuado. El Big Mac cuesta en Argentina 590 pesos, mientras que en Estados Unidos se vende a 5,15 dólares, o sea a alrededor de 700 pesos, de acuerdo a la cotización del dólar oficial. De modo que en lugar de una devaluación necesitaría lo contrario – una revalorización. La anomalía tiene que ver con que el dólar cotiza en Argentina a una tasa mayor debido a la insolvencia del Estado – no al balance comercial, que hasta ahora ha registrado, precisamente por eso, un saldo a favor de 15 mil millones de dólares, a pesar de que se importa para stockear. La insolvencia del Estado, por una deuda pública y semi pública de alrededor de 500 mil millones de dólares, genera una salida ininterrumpida de divisas y una inversión privada nula. Cuando se resta al balance comercial las necesidades financieras del Tesoro, el tipo de cambio sube mucho contra el peso, porque debe proveer fondos por medio de impuestos o retenciones, que están lejos de aportar para enfentar el déficit total del Tesoro, ni hablar de la amortización de la deuda. La insolvencia del Estado hunde al peso en el mismo momento en que las relaciones de intercambio han sido favorables a Argentina hasta la reciente explosión de los precios del gas. Una devaluación aplicada a una moneda que se encuentra subvaluada es echar nafta al fuego.
 Este es, sin embargo, el camino que han decidido emprender los Fernández y los Gobernadores e Intendentes peronistas, con el aplauso incluido de la oposición macrista. El asunto es cómo se compatibiliza esto con el declarado objetivo de compactar al gobierno para ganar las elecciones de 2023. Como el rumor atribuye la designación de Massa a un apoyo del Tesoro norteamericano, se especula que haya un respaldo financiero del exterior – una variante improbable de parte del gobierno que tiene el mayor déficit comercial del mundo y la tercera deuda pública en relación al PBI. El imperialismo norteamericano está en declinación. El FMI, por su lado, agotó su cuota de respaldo financiero con el préstamo impagable que otorgó a Macri. Incluso China está siendo castigada por la cadena de defaults por los préstamos que dio a varias naciones de Asia. 
 El superministerio que recibe Massa no altera el loteo del gobierno, en especial con referencia al poder institucional y extrainstitucional de Cristina Kirchner. Massa cree haber subido al peldaño que lo podría convertir en el próximo presidente constitucional. No hay una evidencia de que CFK haya canjeado ese lugar por una hipotética gobernación futura de la provincia de Buenos Aires, que le permita conservar fueros frente al Poder Judicial. Kicillof, chirolita de la Vicepresidenta, sigue despotricando, aun despúes del loteo con Massa, contra desdoblamientos devaluatorios y contra los “formadores de precios”. La disputa por la sucesión de Alberto Fernández está más que nunca en el candelero, luego de que una encuesta descubriera la posibilidad de que el FdT pierda frente a JxC en primera vuelta. Porque la cuestión del poder consiste hoy en el oficialismo en quién podría producir un agrupamiento de fuerzas para seguir gobernando y de este modo disputar las elecciones previstas. Un ´éxito´ de Sergio Massa equivaldría a un fracaso para Cristina Kirchner. Advertidos de este contratiempo, los dos campos enfrentan la necesidad de una negociación de éxito dudoso. La burocracia sindical ha dado el acuerdo al loteo del gabinete con Massa y defiende la continuidad en Trabajo del albertista Moroni. Una de dos: Massa se queda con la sucesión gubernamental, poniendo fin al kirchnerismo, o su fracaso sepulta el último recurso de supervivencia del gobierno. 
 La situación argentina gira toda en torno a una cuestión de poder, menos para el FIT-U, cuya política se divide entre “las luchas”, por un lado, sin dirección política, y la disputa interna con vistas a las elecciones de octubre del año próximo. Tiene la expectativa, que los sondeos de opinión pública aún no han registrado, de aumentar sus bancas en una elección ejecutiva. Entiende que, de este modo, se establecería una “polarización” política. Estamos ante un inmovilismo disimulado. La situación política para agosto-octubre de 2023 será condicionada por el desenlace de la operación loteo Massa-CFK y por la acción política de las fuerzas en presencia – y naturalmente por la guerra de la Otan contra Ruisa y crisis financiera internacional. La preparación para las Paso de agosto y las generales de octubre, como ocurre con el FIT-U, ni siquiera disimula un inmovilismo estructural.
 Los sobrevivientes del gobierno enfrentan el temor por una sublevación obrera a golpes de conciliaciones obligatorias, y a la colaboración de la burocracia sindical en la firma de convenios por debajo de la inflación que no deja de crecer. Los ‘renovadores’ del sindicalismo, como el flamante secretario general de la UOM, Abel Furlan, replican a los Grabois de la economía popular – algún ruido y ninguna nuez. Hacen el aguante a los que operan arriba de ellos, sin otro recurso a mano. Se reúnen las condiciones para un obrerazo. Este es el mensaje que viene de los obreros del limón en Tucumán, de la gran huelga de la docencia y la salud en Mendoza, de las huelgas en las minas, de las broncas en aumento en las fábricas y de la politización creciente en las barriadas. 

 Jorge Altamira
 29/07/2022

jueves, julio 28, 2022

Canadá: la hipocresía papal y estatal ante la masacre de niños indígenas


Un pedido de disculpas que no cancela la impunidad ni la opresión de los pueblos originarios. 

 El papa Bergoglio comenzó el domingo un viaje por distintos estados de Canadá, con motivo de pedir perdón “por el mal que tantos cristianos hicieron a los indígenas” durante la colonización y por la “indiferencia” de la Iglesia católica. Este viaje de “peregrinaje penitencial” empezó en su visita a la localidad de Maskwacis, donde se encontraba uno de los mayores internados en los que el Estado canadiense organizó los procesos de exterminio de niños indígenas. El Papa se reunió con algunos grupos originarios, pero ha habido críticas a su visita, ya que mientras el pontífice se limita a pedir disculpas, el reclamo de las comunidades es “una compensación económica (hablamos del sector más empobrecido del país), la devolución de los objetos indígenas, la publicación de los registros escolares, el apoyo a la extradición de los acusados de abusos y la anulación de una doctrina del siglo XV que justifica el despojo colonial de los pueblos indígenas en forma de bula o edicto papal” (La Nación, 25/7). 
 Entre los meses de mayo y junio del 2021, Canadá fue sacudido ante la conmoción que produjeron dos hallazgos: una fosa común con los restos de 215 niños en el internado “Kamloops Indian Residential School” en Columbia Británica (al oeste de Canadá), que se encontraba cerrado desde 1978, y otras 750 tumbas sin identificación en el emplazamiento de otro internado de la iglesia católica en la Residencia Merieval. Las repercusiones no se hicieron esperar.
 La quema de iglesias y el derribo de las estatuas de las reinas Isabel y Victoria- símbolos de la opresión de los pueblos originarios- se produjo en la fecha de la conmemoración anual del “día de Canadá”, el 1 de julio. En la ciudad de Winnipeg, miles de personas movilizaron para honrar a las víctimas de los internados y para mostrar su apoyo a las comunidades indígenas. Otro grupo de manifestantes acudió hasta la sede del Poder Legislativo de Manitoba como parte de su protesta por la muerte de los niños.
 El sistema de escuelas residenciales formó parte de una política orquestada desde el propio Estado canadiense y desde las entrañas de la clase dominante, cuyo objetivo fue arrancar a los niños de sus comunidades como parte de un proceso tendiente a barrer con la cultura indígena y consolidar las relaciones sociales capitalistas en la región sobre la base de la expulsión de los pueblos nativos de sus tierras. 
 El “Sistema Escolar de residencias indígenas” se extendió desde 1860 hasta 1998 aproximadamente. Este sistema comprendía 139 internados-escuelas, que estaban administrados por el gobierno y por autoridades eclesiásticas. Se calcula que en ese período, más de 150.000 niños fueron arrancados de sus familias para ser enviados a estas escuelas donde no podían ni siquiera hablar su propia lengua. 
 Para Justin Trudeau, el primer ministro canadiense, estos hallazgos “reafirman una verdad que conocen desde hace mucho tiempo” y “pidió disculpas”, pero los compromisos de investigación por parte del gobierno no han pasado de promesas, y en la actualidad prosigue la discriminación contra los pueblos originarios. Francisco, por su parte, se refirió a un “error desastroso”, cuando lo que hubo no fueron “errores” sino un plan de exterminio mancomunado del Estado y el clero. 
 A nivel internacional, los casos de abuso en los que está involucrada la Iglesia católica vienen en aumento. La exposición de más de 1.000 casos de abuso por parte de un gran jurado de Pensilvania conmovió en 2018 a Estados Unidos; además, expuso que el Vaticano estaba enterado de algunos de esos casos desde los años 60 y sin embargo mantuvo un silencio cómplice. En Francia, asimismo, la Comisión Independiente sobre abusos en la Iglesia Católica daba a conocer el año pasado “que al menos 216.000 menores fueron víctimas de pederastia en el seno de la Iglesia católica francesa en los últimos 70 años, una cifra que alcanza las 330.000 víctimas si también se cuentan los abusos cometidos por personal laico como enseñantes o catequistas” (El País, 8/10/2021). La lista de países en los que la curia está salpicada por casos de abuso se extiende y abarca a otros países como Irlanda, con más de 1.300 sacerdotes acusados de abuso de menores, y a países latinoamericanos como Argentina, Ecuador, Colombia o Chile, entre otros. 
 Basta de impunidad, justicia para todas las víctimas. 

 Camila Michel

Batakis vuelve de Washington con las manos vacías


Se dedicó a ratificar el ajuste ante el FMI y las grandes empresas yanquis. 

 La ministra de Economía Silvina Batakis completó su primer mes de gestión con una gira por Estados Unidos, hacia donde viajó para reunirse con las autoridades del FMI y el Tesoro estadounidense, y mantuvo encuentro con grandes bancos y empresas yanquis. En cada instancia, la funcionaria ratificó su compromiso con el ajuste y aseguró contar para ello con el respaldo de todas las alas políticas del Frente de Todos, incluido el que responde a la vicepresidenta Cristina Kirchner. 
 En su estadía en Washington Batakis mantuvo un cónclave con Kristalina Georgieva, titular del Fondo, en el cual se rindió cuentas por el estado de las cuentas fiscales, y se reafirmaron las metas de recortes del gasto público -a despecho de las expectativas de conseguir un “waiver” (perdón). Para lograrlo, deberán emplear lo que la propia Georgieva definió días atrás como “medidas dolorosas”, ya que implica proceder en el segundo semestre a una caída del 7,8% real en las erogaciones del Estado. Los recortes seguirán golpeando sobre jubilaciones de indigencia, una obra pública paralizada, menores transferencias a las provincias y el congelamiento de los pases a planta. 
 Quiénes son los que van a pagar las consecuencias de este ajuste está fuera de discusión. Para graficarlo basta con tomar nota de que la ministra se negó a recibir a la Unidad Piquetera, que le reclamó una audiencia para manifestarle los reclamos por los que se movilizan decenas de miles en todo el país, pero completó una agenda en la capital norteamericana de citas con los especuladores de Wall Street (como el Citibank, Goldman Sanchs, Santander) y en la cámara de comercio con gigantes como Chevron, Google, Amazon y General Motors. El desdoblamiento cambiario a medida de los sojeros para tentarlos a liquidar la cosecha es solo un botón de muestra de cómo el brazo del gobierno se tuerce siempre en beneficio del gran capital. 
 Como sea, la presiones del capital financiero y el imperialismo se hicieron sentir, no solo en la ratificación de las metas del programa fondomonetarista sino también en las condiciones que pusieron el Banco Mundial y el BID antes de acceder a darle créditos en dólares a Argentina. Es que más allá de que Batakis declame tener respaldo político suficiente, semejante ataque a los trabajadores está concentrando tensiones en la calle. Es por eso que Alberto Fernández se vio obligado por la lucha piquetera a anunciar un bono de 11.000 pesos para los beneficiarios del Potenciar Trabajo, a todas luces insuficiente pero arrancado con la movilización popular. Que ahora la Utep, la CGT y las CTAs deban amagar con volver a las calles expresa cómo crujen todos los operativos de contención del descontento popular. 
 En plena corrida, Batakis va a aterrizar en Buenos Aires asegurando traer bajo el brazo el apoyo del FMI, el gobierno de Estados Unidos y las principales multinacionales, pero lo cierto es que es las metas no solo son incumplibles sino que los esfuerzos por satisfacerlas están disparando la inflación, paralizando la economía, acrecentando una bola de deuda que decanta en estas estampidas al dólar, y sobre todo empobreciendo más y más a la población trabajadora. A cada paso es más notoria la urgencia de un paro nacional y un plan de lucha contra el ajuste, en la perspectiva de pelear por una salida de los trabajadores a la crisis.

 Iván Hirsch

miércoles, julio 27, 2022

El mensaje golpista de Aldo Rico

El gobierno del Banco Central, los últimos días de los Fernández


El gobierno nacional ha perdido el control de la política económica. Ya la había transferido al FMI y su comisión de control, ahora al Banco Central. El BCRA, sin embargo, no tiene la autoridad legal y política para determinar la política económica, ni tampoco la capacidad financiera, porque su patrimonio es negativo y su deuda, impagable. La mentirosa independencia del gobierno que proclama la Carta Orgánica del Banco Central se ha transformado en su contrario -en la subordinación real del primero al segundo. 
 El “dólar-soja” no pasa de un eufemismo. El capital financiero que arrienda los campos para producir el poroto es invitado a acompañar una operación financiera de dudosísimo sustento, esto porque el Tesoro Nacional como el BCRA se encuentran en cesación de pagos, o sea, en bancarrota. Lo muestra la exclusión de esta operación de los otros cultivos de exportación. Políticamente, sin embargo, estamos ante una maniobra devaluatoria, como lo demuestra el seguro de cambio para los sojeros, que acompaña todo este dislate. El capital agrario seguirá sentado sobre sus silobolsas, aprovechando la financiación que obtiene de los bancos nacionales a una tasa de interés negativa. 
 Estamos ante “los últimos días de Pompeya”, aunque de la envergadura de la mediocre politiquería nacional. Sergio Massa se precipita sobre los despojos que ayudó a construir, con la expectativa de encarar una devaluación en regla del peso, con el apoyo que dice contar de un ignoto capital norteamericano. Lo que ha conseguido es, sin embargo, que se destape un rival –el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich. No solamente Alberto sino también Cristina Fernández han perdido el control de la gestión oficial. Ahora tienen que enfrentar el ridículo de pedir a su tropa que no vaya a la clausura de la exposición ganadera en La Rural, luego de haberlos incitado a que lo hicieran. La CGT tendrá que desandar el camino de protestar contra “los formadores de precios”. La anarquía del oficialismo es un bocado de cardenal para que estos ‘formadores’ sigan remarcando precios, como lo están haciendo, por otra parte, en todo el mundo. 
 La clase obrera debe hacer oir su planteo político ante este desbande, mediante un Congreso Obrero y una huelga general. Los partidos del capital incitan en cambio a un “estallido”, como lo han hecho en el pasado, para propinar una derrota política a los trabajadores.

 Jorge Altamira

La guerra imperialista, un estado de situación


Si alguien ha interpretado el cese del fuego de facto firmado por Rusia, Ucrania y Turquía, para facilitar la salida del grano de Ucrania, como un comienzo de des-escalamiento del conflicto, es porque no ha entendido el carácter irreversible de la guerra incitada por la Otan y la tendencia a abarcar mayores geografías e intensificar la crisis social internacional. 
 El acuerdo para desminar el Mar Negro y habilitar corredores marítimos para transportar los cereales del puerto de Odesa a los del Mediterráneo es, bien mirado, una operación bélica. Putin ha aceptado el arreglo para mantener la semi-neutralidad de países como Turquía y Egipto, y varios otros en Asia y África, que dependen de los alimentos de Ucrania y de Rusia. En varios casos, la dependencia es del 70 y el 80%; en casos como China, el beneficio deriva de la caída que este pseudo acuerdo habrá de provocar en los precios del trigo y del maíz, para consumo humano y animal. La salida del cereal y de los fertilizantes de Rusia es todavía más complejo, porque conlleva operaciones financieras que están bloqueadas por las sanciones de la Otan contra Rusia. Para superar este obstáculo se organizaría un sistema de pagos a la medida de este comercio. Los fertilizantes de Rusia tienen una importancia estratégica para el agro comercial internacional; Bolsonaro ha boicoteado las sanciones contra Rusia para conseguir los insumos que necesita el agronegocio brasileño. El cese del uso de fertilizantes en Sri Lanka provocó, junto con una deuda pública impagable, la rebelión popular de las recientes semanas.
 El arreglo para un cese del fuego circunscripto es por 120 días – el tiempo de evacuación de la cosecha ensilada. El proceso portuario y marítimo operará bajo el control de los países firmantes. El costo será superlativo, salvo que la Otan subsidie a las compañías que deben asegurar las cargas para que el transporte sea viable. Turquía pasa a jugar un rol relevante, porque de ella depende el paso por el Bósforo, que está sujeto a tratados internacionales suscriptos hace cien años. Al día siguiente de aprobar el cese del fuego, misiles de precisión de Rusia destruyeron instalaciones del puerto de Odesa, señaladas como militares. La flota rusa continuó con el bombardeo del territorio bajo control del gobierno oficial de Ucrania, desde el Mar Negro. Más allá de la cuestión alimentaria, en la punta sur de Ucrania se encuentra Crimea y la base naval rusa de Sebastopol. El gobierno de Zelenky ha anunciado la intención de recuperar Crimea y el puerto, y destruir incluso el extendido puente que Putin hizo construir entre Rusia y Crimea. El gobierno ruso advirtió, en términos claros, que cualquiera de esos propósitos sería repelido con armas nucleares. Crimea ha sido objeto de dos guerras en el pasado, con la intervención de la Rusia zarista, del califa otomano y de Gran Bretaña y Francia. La salida de los cereales procurará al Tesoro de Ucrania mil millones de dólares. Serán destinados a sufragar los costos de la guerra que ha emprendido por cuenta de la Otan. Lejos de la desescalada la guerra se ha intensificado y el número de estados vinculados a ella ha aumentado. 
 Putin y sus funcionarios han dejado clara la intención de ocupar el conjunto del sureste de Ucrania, el control del Mar Negro y recuperar la conexión terrestre con Crimea. Ha anunciado un referendo separatista en la ciudad sureña de Kherson. El objetivo estratégico, sin embargo, es la ocupación completa de Ucrania en un período de tiempo condicionado. Estados Unidos y la Otan tienen su propio objetivo estratégico, que fue definido de entrada – la derrota de Moscú y el cambio de régimen en Rusia, en tiempos también condicionados. Frente a los acontecimientos en el terreno, EEUU ha comenzado a enviar a Kiev sistemas de defensa antiaérea, lo que implica una alteración cualitativa en el conflicto. Es que Washington había reiterado que no cruzaría el umbral de otorgar tecnología militar propia de avanzada a Kiev, para evitar que se lo interprete cómo un involucramiento directo en el terreno. En función de lo que el diario The Wall Street Journal llama “un abordaje consistente”, el Pentágono ha comenzado a enviar a Ucrania aviones de reconocimiento y ubicación de objetivos, y por otro lado drones para atacar las líneas de abastecimiento del ejército ruso y misiles de largo alcance. Ahora discute la provisión de aviones de combate, como los F-15 y F-16, así como también los HIMARS, sistemas de misiles guiados tierra-aire. En base a esto, Zelensky ha anunciado “una contraofensiva” para retomar la ciudad de Kherson. En el norte, desde la ciudad de Kerkhov, este armamento podría golpear territorio ruso. Rusia no le va a la zaga – tiene drones que han sido calificadas de “enormemente” capaces y cohetería de precisión sin par. El teatro militar de la guerra se ha expandido en forma sustancial. 
 El involucramiento de Turquía, miembro de la Otan, en la guerra es significativo. Mientras actúa como mediador del ‘cese del fuego’ cerealero, ha provisto a Ucrania de un arsenal de drones. Ocupa un lugar fundamental por el control que ejerce en los estrechos del Mar Negro al Mediterráneo. Juega estas piezas en distintos escenarios. Por de pronto, ha reafirmado la decisión de avanzar en la ocupación del norte de Siria, contra los territorios kurdos, aprovechando la atención que ocupa la guerra en Ucrania. Desarrolla un juego de extorsiones con Putin, que sostiene al régimen de Bashar al Assad. Con Líbano en estado de disolución podría discutir un protectorado de la región con Israel. La guerra en Ucrania ha cambiado el escenario en el Medio Oriente. De otro lado, Turquía ha ganado a su lado a Azerbaidjan, una ex república soviética musulmana, y una formidable potencia petrolera. Este país constituye una de las alternativas de abastecimiento ante el boicot de la Otan al petróleo ruso. Ejerce otra extorsión más, pues reclama la cesión de islas de Grecia en el Mar Egeo, otro país de la Otan, y se prepara para su ocupación militar. 
 Más importante, sin embargo, es el escenario en el otro bajo vientre de Rusia – el Asia Central. Kazaquistan no ha apoyado la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Ha adherido, sin embargo, a las sanciones de la Otan contra Rusia y procura incrementar las exportaciones de petróleo (es un gran productor) por vías alternativas. No ha reconocido a las regiones separatistas ocupadas por el ejército ruso. Aunque adhiere con las otras ex repúblicas soviéticas musulmanas a un pacto estratégico con Moscú, busca un acercamiento con Turquía y con China. Tiene acuerdos de inversiones con Estados Unidos y acuerdos políticos de distinto alcance. Con Azebaidjan y Georgia, pretende revivir el Corredor del Medio, a través de Asia Central. La actividad comercial en los puertos del Mar Caspio ha crecido mucho. Turquía y Estados Unidos, por vías separadas, aunque en el marco de la Otan desafían la dominación de Rusia en su patio interior de Asia Central – en otro escenario de rivalidad con la República Popular China. 
 Mientras esto ocurre en el campo de la diplomacia político-militar, la crisis social y política en Europa se aviva como consecuencia de la guerra. La Unión Europea se apresta a una racionamiento del gas, como consecuencia del daño que se autoinflingió al ceder a las presiones de Washington para cerrar el gasoducto Nordstream 2, que fue el detonante final de la guerra de la Otan. La escasez de gas paralizaría industrias enteras en Europa, como en el caso de la química y la siderurgia, por lo tanto la automotriz. El gobierno alemán ha anunciado la intención de dar prioridad al abastecimiento de la industria en perjuicio del residencial, en medio del duro invierno en el norte de Europa. Alemania enfrenta un desafío estratégico mayor, como es el de reconvertirse de potencia industrial mayormente civil, en potencia mayormente militar – la industria militar alemana se encuentra instalada en terceros países. Junto con Japón habrá de reclamar una participación más decisiva en el período de guerras que se desarrolla en el momento actual. El frío del invierno alemán será políticamente muy caliente. 
 Las caídas de Johnson, en Gran Bretaña, y de Draghi, en Italia, están directamente conectadas a la guerra imperialista mundial en presencia. Son, sin embargo, síntomas preliminares de crisis políticas mayores. La guerra imperialista se combina con la implosión de una burbuja financiera sin precedentes, que se fue acumulando desde la crisis mundial de 2007/8. Las deudas públicas y privadas, que han crecido en forma astronómica, se han convertido en definitivamente impagables. Una ola de quiebras es inevitable, así como de defaults de numerosos países. Luego de Sri Lanka se alinean Pakistan y Argentina, y enseguida después Turquía, cuyo inmenso protagonismo en la guerra obedece a la necesidad de conseguir una válvula de escape al desplome económico y político. Compite con Argentina en cuanto a la tasa de inflación anual, aunque a un ritmo aún más vertiginoso. El derrumbe económico ha sido siempre el dínamo de las guerras imperialistas.
 Las sanciones económicas descomunales aplicadas por la Otan a Rusia han llegado a su punto máximo. Eventualmente, el golpe catastrófico que representan para Rusia se hará sentir indudablemente. Pero ahora mismo su poder bélico se ha agotado, mientras que, por el contrario, su impacto destructivo sobre los ‘sancionadores’ se ha acentuado. Alemania ha debido nacionalizar a la principal distribuidora de gas, Uniper, para rescatar a sus accionistas de la quiebra. La Comisión Europea está negociando el levantamiento de las sanciones a la venta de titanio de Rusia para mantener en actividad a la gran compañía aérea Airbus, y lo mismo deberá hacer con el niquel y el palladio. Queda abierto el interrogante acerca de que exigirá Putin a cambio. La guerra y las sanciones han aumentado la presión sobre la inflación, al punto de generar un dislocamiento económico. 
 Es fundamental señalar, en este marco, el giro militar que se ha producido en las relaciones entre Estados Unidos y China. Tiene que ver con la guerra de la Otan contra Rusia. Mientras China denuncia el propósito de Washington de crear una Otan asiática, éste ataca el “acuerdo estratégico” que han proclamado Pekin y Moscú. La guerra no solamente se extiende al conjunto del planeta. Bautizada como “guerra híbrida” se desenvuelve a un plano superior a la guerra nuclear, porque envuelve a los instrumentos de la Inteligencia Artificial, que puede ejecutar operaciones de destrucción masiva desde los bunkers de los estados mayores y del espacio exterior. La guerra ‘armamentista’ en este terreno se libra sin restricciones ni protocolos. Más prosaicamente, se desarrolla en el océano Índico y en el mar de China un enfrentamiento aéreo creciente, donde la aviación china confronta la violación reiterada del espacio aéreo de China por parte de Estados Unidos. El Pentágono ha amenazado con un ataque, incluso nuclear, contra las Islas Solomon, en caso de que estas lleguen a un acuerdo militar, incluida la posibilidad de una base militar, con China. 
 En un tiempo relativamente corto, todos estos desarrollos deben llegar a un punto de definición. Existe una grieta entre la marcha objetiva de la crisis, de un lado, y el ritmo de desarrollo de la experiencia de las masas, del otro. Es necesaria una implacable campaña de propaganda y agitación para colmar esa brecha, oponiendo a la guerra imperialista, la lucha de clases por la revolución socialista internacional. 

 Jorge Altamira 
 26/07/2022