domingo, octubre 30, 2022

Los actos del PO en la semana del presupuesto del FMI y las luchas de los trabajadores


Al momento de escribir este resumen semanal, en la Plaza de Mayo una multitud marcha hacia el acto del Partido Obrero convocado para este sábado 29 a las 16 hs. El acto viene precedido de otros seis realizados en diversas provincias (Córdoba, Salta, Río Negro, Neuquén, San Juan y Mar del Plata) con una enorme concurrencia. Los próximos días se repetirán en Mendoza, Rosario, Bahía Blanca entre otras. 
 Se trata de un intensa campaña del Partido Obrero para fortalecer la lucha de los trabajadores contra la política oficial de ajuste y ataque a las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la población. La presencia en los actos de los representantes de las luchas más destacadas del último tiempo, como son las de los obreros del neumático, del movimiento piquetero independiente, de la lucha educativa, etc., le han dado un gran atractivo a los actos del PO y se convierten en un punto de referencia para quienes quieren enfrentar esta grave situación. El compromiso y la acción del Partido Obrero en esas luchas explican también la masividad de los mismos. 
 El acto se realiza apenas unos días después que en la Cámara de Diputados se aprobó holgadamente el presupuesto 2023. Los 180 votos afirmativos revelan el compromiso del conjunto de los políticos capitalistas con el ajuste dictado por el FMI. El presupuesto fue escrito por Kristalina Georgieva y habilita la reducción de partidas presupuestarias claves como educación, salud y ayuda social. Como desarrolla Néstor Pitrola en el editorial de esta semana esta coincidencia en seguir fielmente las exigencias del Fondo es una de las principales razones de la disgregación del oficialismo y, sobre todo, de la oposición. El tratamiento y aprobación del presupuesto acentuaron la crisis política que envuelve a las dos principales coaliciones.
 El presupuesto votado es un compendio de medidas antiobreras y antipopulares. Para las deudas que Edenor, Edesur, y otras distribuidoras de energía eléctrica tienen con Cammesa el presupuesto habilita que se paguen con aumentos de tarifas (por encima de lo planificado y de la inflación). Lo aprobado para niñez y discapacidad presagia una catástrofe, en un país donde el 75% de los chicos de hogares pobres no desayuna. Mientras, votaron para las escuelas privadas exenciones impositivas. A la salud privada (prepagas) el gobierno les habilitó en un año el ¡114! de aumento, lo que está produciendo una crisis en todo el sistema de salud. 
 El gobierno amenazó con poner límites a algunos privilegios como las gastos financieros (eximiciones de impuestos a capitalistas) pero no pasó nada. Se colocó el artículo para que los jueces pagaran ganancias sin ninguna voluntad de que prosperara, por eso no aceptaron el planteo del Frente de Izquierda de dejar afuera del impuesto solo a los trabajadores judiciales.
 Reconociendo la gravedad de la situación social, la ayuda se restringe. El reclamo del bono de $ 45.000 para la indigencia saturó la página y las dependencias de la Anses mostrando el derrumbe social, sin embargo las limitaciones para poder acceder al mismo dejan afuera a la inmensa mayoría de los indigentes. Ferraresi, a cargo del ministerio que se ocupa de la vivienda, renunció en el marco de la estampida de ministros que abandonan el gabinete, y el saldo es que la situación habitacional es más grave que antes que asumiera. Hoy se cumplen dos años del brutal desalojo de Guernica, ejecutado por el trío Berni-Larroque-Kicillof: a pesar de los “compromisos” adoptados en ese momento ni un terreno dieron a los miles que reclamaban un pedazo de tierra para vivir. 
 La conciencia de que todo va a profundizar los ataques a los trabajadores la dio Macri en la presentación del libro Para qué cuando dijo que estaba preparado para los piedrazos, en alusión a la rebelión popular contra sus proyectos de reforma laboral y previsional en diciembre de 2017.
 Seguramente, como la toda clase capitalista y sus políticos, tomó nota de que esto no se aguanta más y que los trabajadores no están “pintados”. Mientras se aprobaba el presupuesto, los médicos residentes y concurrentes de CABA declaraban el paro por tiempo indeterminado y ganaban la calle con multitudinarias marchas. Una aguerrida lucha. Los trabajadores del Hospital Garrahan, dependiente de Nación, después de las jornadas de lucha de la semana anterior anunciaron un paro para el 1 de noviembre. 
 Mientras Yasky votaba el presupuesto del ajuste, la docencia de Buenos Aires, la provincia que gobierna el ultracristinista Kicillof, convocada por la Lista y los Sutebas Multicolor realizaba un parazo de 48 horas, pasándole por encima a Baradel, el socio del diputado y dirigente nacional de Ctera. 
 El viernes la Unidad Piquetera salió a la calle en todo el país contra las exclusiones que dejan a los desocupados fuera del bono de $ 45.000. 
 Los actos del PO están al servicio del impulso y organización de las luchas de los trabajadores contra una situación insostenible y para dar una salida socialista al rechazo masivo a este régimen de hambre, entrega y ajuste. Esta es la estrategia que debe adoptar la izquierda, y en particular el Frente de Izquierda, para que la clase obrera pueda desembarazarse del peronismo e imponga con los métodos de la lucha de clases los reclamos más sentidos de la población y prepare por esa vía las condiciones para un gobierno de los trabajadores. Ese es el Frente de Izquierda que necesitamos. 
 Buen domingo. 

 Eduardo Salas

Elon Musk amenaza con despedir al 75% de Twitter y los trabajadores responden


Un vocero de la "libertad"... de Trump y los capitalistas.

 El fundador de Tesla, el magnate Elon Musk, está cerca de concretar su anunciada compra de Twitter. El 28 de octubre es la fecha en la que se tendría que concretar el traspaso, y ya hizo pública su decisión de despedir al 75% de los trabajadores de la red social. Detrás de la intención de achicar la planta laboral y “reducir los costos operativos”, como dejó saber, esto se trataría también de un intento de eliminar los filtros a los contenidos que se publiquen y un principio de persecución ideológica. 
 Musk, un defensor del golpe imperialista en Bolivia (“daremos un golpe a quién queramos”, dijo públicamente), es un derechista reconocido. Como dueño de Tesla le dio la mano a la intervención militar yanqui en el país sudamericano, interesado particularmente en la explotación del litio. Su intención de comprar Twitter, dijo una y otra vez, estaría motivada por un interés de darle a la red social del pajarito mayor “libertad de expresión”. Esto porque naturalmente una figura pública que reclamaba en 2020 barrer con las cuarentenas por Covid-19 y reabrir toda la actividad económica está enemistado con las políticas de moderación de contenido de la red social. En definitiva, hablamos de un promotor de la “libertad”… de los capitalistas para hacer negocios, incluso a costa de la sangre y la salud de la población.
 Estas políticas de moderación de contenido, vale recordar, son las que le valieron al expresidente yanqui Donald Trump el cierre definitivo de su cuenta, una sanción aplicada tras su apoyo al asalto fascistoide del Capitolio norteamericano que intentó desconocer las elecciones que lo dieron perdedor frente a Joe Biden. Esta es la “libertad de expresión” que pregona Musk, la defensa de los poderosos que pueden acceder a hablar en los medios de comunicación masivos. De hecho, ya confirmó que le devolvería la cuenta al republicano, quien se dedicó a usar al pajarito para reproducir mensajes misóginos, xenófobos, belicistas y golpistas. 
 En contrapartida, Musk dijo en mayo que “Twitter tiene un fuerte sesgo de izquierda”, y que su decisión de comprarla no estaba motivada por una “intención de hacer negocios”, sino de darle al pajarito la mencionada “libertad de expresión”. Claro que esto es poco creíble, pero detrás de esta acusación deja ver que entonces su “libertad de expresión” sería para que Twitter “deje de ser de izquierda”. La “libertad” para expresarse… de acuerdo con los Musk y Trump. Y la pregunta inevitable: ¿Le va a dar “libertad de expresión” a los trabajadores de la red social para que defiendan públicamente sus puestos laborales? 
 En principio, dijo que él estaría de acuerdo con censurar “solo lo que esté fuera de la ley”. Pero claro, esto es ambiguo. Hay países que tienen legislaciones claras sobre la prohibición taxativa de simbología fascista, como Alemania con el nazismo, o aplican duras penas a quienes difundan pornografía infantil, por ejemplo. Pero otros, como Estados Unidos, el país del que Musk se jacta de “poder darle golpes a quien quieran”, tiene una legislación sobre la libertad de expresión que es permisiva con todo tipo de discurso y contenidos. Una red social que ya siguió este camino es 8kun, que se volvió tristemente célebre por albergar debates sobre pornografía infantil, por haber sido el albergue de gestación de la conspiración trumpista QAnon o donde el supremacista Brenton Tarrant publicó manifiestos de odio antes de ejecutar varias matanzas.
 Los trabajadores le respondieron de manera contundente a Musk en una carta. En primer lugar denunciaron que se trata de una amenaza lisa y llana. Rechazaron cualquier despido, que se retroceda en materia de cualquier derecho laboral y exigieron que se respete la ideología política, la identidad de género, orientación sexual o etnia de los integrantes de la planta laboral. A la vez, lanzaron una dura advertencia: proceder en estos despidos implicaría una capacidad mucho más reducida para controlar lo que se publica y lo que no. Es, claro, lo que quiere Musk. Pero uno de los resultados inmediatos, dicen los trabajadores, sería que se propague enormemente la pornografía infantil, contra la que “vienen batallando” con fuerza en el último tiempo. 
 Como sea, los próximos días serán claves para el devenir del conflicto. Pero los trabajadores de Twitter “no quieren ser peones en un juego de multimillonarios”. Toda la solidaridad con ellos y con su lucha contra los despidos. 

 Manuel Taba

Egipto y las amargas recetas del FMI


El presidente egipcio y la titular del FMI 
El nuevo acuerdo con el organismo internacional.

 Las autoridades egipcias y el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunciaron un acuerdo preliminar para un nuevo préstamo por 3 mil millones de dólares. El aval definitivo depende de la dirección del organismo financiero, que abordaría la cuestión en diciembre. Hay también tratativas con otras entidades para hacer más amplio el desembolso de dinero.
 Desde 2016, Egipto ha recibido líneas de crédito con el Fondo por más de 20 mil millones, por lo que es probablemente el país más dependiente del ente, después de la Argentina. En términos generales, su deuda desde 2010 hasta hoy ha trepado de 37 a 155 mil millones de dólares (Middle East Eye, 27/10).
 El último acuerdo, que se venía discutiendo desde marzo, tiene como trasfondo el impacto causado por la guerra de Ucrania. Egipto se ha visto afectado por el incremento en el precio del trigo y de otros productos que importa desde la zona en conflicto. Además, el turismo se resintió por el menor flujo de rusos y ucranianos. 
 La inflación alcanzó un 15 por ciento interanual en septiembre, en un país donde un tercio de la población se encuentra en la pobreza. La dictadura de Al Sisi busca mantener el orden combinando una represión de tipo videlista con medidas de contención social, como el congelamiento de las tarifas electricas y el mantenimiento de los subsidios al pan, que abarcan a decenas de millones de personas. Simultáneamente, impuso un control en las importaciones para preservar divisas. 
 Sin embargo, el agravamiento de la situación internacional y las exigencias del Fondo echan leña al fuego. El organismo financiero reclama que el Banco Central deje de intervenir para contener la moneda. A raíz de ello, el gobierno ha ido convalidando una depreciación de la libra egipcia. El anuncio del preacuerdo fue acompañado por una nueva devaluación del 14 por ciento respecto al dólar.
 La depreciación amenaza con empujar aún más la inflación, agravando las penurias de las masas. Nadie tiene claro hasta dónde puede llegar a hundirse la libra sin la intervención oficial. Para conjurar el salto inflacionario, el gobierno empezó a incrementar las tasas de interés. 
 La situación para Al Sisi es delicada también en el terreno geopolítico. La dependencia financiera del imperialismo le mete presión para alinearse contra Rusia, pero el Kremlin no solo exporta productos a El Cairo sino que ha aumentado también su influencia por medio del desarrollo de obras de construcción, como una planta nuclear. 
 Al Sisi condenó la invasión de Ucrania, pero se ha mantenido en un terreno más próximo a la neutralidad, e incluso ha tratado de intermediar entre las partes, según algunos medios.
 Al Sisi llegó al poder en 2013, como sepulturero de la primavera árabe egipcia. Prohibió a la oposición y se reeligió en elecciones amañadas. Reforzó el poder de las fuerzas armadas, que tienen a cargo un emporio económico con presencia en la industria farmacéutica, la construcción y estaciones de servicio.
 En 2019, hubo protestas contra el gobierno, que si bien no fueron masivas, tienen su importancia debido al contexto ultrarrepresivo en que se produjeron. El límite es que fueron promovidas por un empresario y youtuber llamado Mohamed Ali, que se exilió luego de denunciar falta de pago de algunas obras. 
 Ahora circulan convocatorias en las redes sociales a marchar el 11 de noviembre, aprovechando que ese mes se reúne en el país la cumbre climática mundial (COP 27). 
 Habrá que ver si es el puntapié de un resurgimiento de la movilización popular.

 Gustavo Montenegro

Haití, ante la amenaza de una nueva ocupación imperialista


Marcha contra la intervención imperialista

 El 17 de octubre, miles de personas se movilizaron en el país caribeño para rechazar la amenaza de una nueva intervención militar extranjera. Tanto el gobierno de Ariel Henry como el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, han dejado abierta esa posibilidad. 
 El jerarca de la ONU ya lo había insinuado en declaraciones periodísticas el mes pasado, cuando condenó las movilizaciones populares que rechazan la duplicación del precio de los combustibles. Y ahora volvió a la carga, proponiendo la acción de una fuerza militar.
 El gobierno haitiano, en tanto, elevó a la ONU un pedido que va en la misma dirección. Y un exjefe de la Minustah (la fuerza desplegada entre 2004 y 2017), el chileno Mariano Fernández, propuso una “acción militar relámpago” (Listín Diario, 21/10). 

 Pretextos 

Los pretextos son dos: el accionar de las bandas criminales, que controlan parte del país, y la ayuda humanitaria (el mismo que se usó para justificar la intentona golpista de Juan Guaidó en Venezuela). El objetivo real es preservar la expoliación imperialista del territorio.
 “Yo creo que no solo necesitamos fortalecer la policía, fortalecerla con capacitación, con equipamiento, con una serie de medidas adicionales, sino que en las circunstancias actuales, necesitamos realizar una intervención armada para abrir el puerto y crear un corredor humanitario para la entrega de ayuda”, señaló Guterres (Democracy Now, 18/10). El principal depósito de combustibles del país, la terminal petrolera de Verraux, se encuentra bloqueado desde hace un mes. Según algunos medios, por las milicias de Barbecue, el más destacado de los jefes de las pandillas.
 Pero lo cierto es que estos grupos crecieron al abrigo de los últimos gobiernos del PHTK (los “cabeza rapada”), y de la propia misión imperialista, como lo reconoce nada menos que la OEA. “Bajo ese paraguas de la comunidad internacional fermentaron y germinaron las bandas criminales que hoy asedian al país y a su pueblo, bajo ese paraguas germinó y se gestó el proceso de desinstitucionalización y de crisis política que hoy vivimos”, dice un comunicado del 8 de agosto. Por el momento, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó un bloqueo parcial en el envío de armas y sanciones a los jefes de las pandillas. Estados Unidos y Canadá, en tanto, enviaron vehículos blindados a la Policía Nacional. 
 El pueblo haitiano se opone a una nueva intervención militar porque tiene presentes las consecuencias catastróficas de la ocupación de la Minustah, impulsada por el imperialismo y nutrida por los soldados enviados por los gobiernos latinoamericanos, varios del arco “nacional y popular” (como Kirchner y Lula). Estas fuerzas hostigaron a la población civil, practicaron violaciones y reintrodujeron el cólera, que dejó 800 mil casos y 10 mil muertes entre 2010 y 2019 –ahora se acaba de producir un nuevo brote.
 “Los últimos 20 años de presencia de la comunidad internacional en Haití significan uno de los fracasos más fuertes y manifiestos que se haya implementado y ejecutado en ningún marco de cooperación internacional”, insiste la OEA en el texto ya mencionado. 
 Una nueva operación extranjera solo agravaría la ya dramática situación de Haití, el país más pobre del hemisferio.

 El panorama político 

El gobierno de Ariel Henry sucedió al de Jovenel Moïse, del mismo partido, quien fue asesinado en 2021. El caso nunca fue esclarecido. 
 La oposición desconoce la legitimidad del primer ministro en funciones y las negociaciones entre las partes nunca han avanzado. 
 En agosto de 2021, una plataforma de sectores políticos, sindicales y empresarios contrarios a Henry forjó los Acuerdos de Montana, que llevan ese nombre por el hotel en que fueron suscriptos. Dicho espacio votó un primer ministro, Fritz Jean (un viejo funcionario del área económica que pertenece a la derechista Unión Patriótica –Unité) y un presidente, Steven Benoit (Liga Alternativa por el Progreso y la Emancipación Haitiana, LAPEH, del excandidato presidencial Jude Célestin), a modo de transición. Además, aprobó un consejo de 27 delegados que debía actuar como una suerte de Poder Legislativo (el actual está acéfalo, excepto por un puñado de senadores). Pero Montana no logró nunca concentrar el poder real. 
 Ante el debate de una fuerza extranjera, la Oficina de Seguimiento de los Acuerdos de Montana se pronunció en contra, debido a que tendría un carácter “contraproducente”, si bien se mostró proclive a aceptar el apoyo logístico (Resumen Latinoamericano, 15/10).
 El conglomerado se postula como interlocutor con la “comunidad internacional”, pero tanto Washington como la Unión Europea priorizan a Henry y reclaman, en todo caso, un acuerdo entre las partes. 
 Otro referente de la oposición, el exsenador Jean-Charles Moïse, líder de Petit Dessalines (que estuvo entre los promotores de las marchas de la semana pasada), acaba de estrenar una alianza llamada Consejo de Transición del Pueblo Soberano, que votó una directiva de nueve miembros. El vice, Edgard Leblanc, es un dirigente de la Organización del Pueblo en Lucha (OPL, ex Lavalas), grupo que también integra los Acuerdos de Montana (Le Nouvelliste, 24/10). Moïse es, dentro de la oposición, el más crítico de Henry, e impulsó también una manifestación frente a la embajada estadounidense. 
 El mapa opositor se completa con el Fanmi Lavalas, el partido del expresidente Bertrand Aristide. Esta organización se retiró de los Acuerdos de Montana a fines de enero (ídem, 31/1). Sus afiliados se movilizaron en Puerto Príncipe a mitad de año proponiendo a su líder como cabeza de un gobierno de transición. 

 Solidaridad 

Está planteada la más amplia solidaridad con el pueblo haitiano frente a la amenaza de una nueva invasión. En Argentina, el Comité de Solidaridad por el Fin de la Ocupación de Haití impulsa una radio abierta el jueves 27 y para el lunes 31, una movilización a la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, desde Plaza Italia. 
 Abajo la intervención imperialista y el gobierno de Ariel Henry. Anulación de los tarifazos. Por un gobierno de los trabajadores.

Gustavo Montenegro

La China de Xi Jinping: Un monarca para tiempos turbulentos


El XX Congreso del Partido Comunista Chino y sus tensiones El fin de semana que pasó el XX Congreso del PC convirtió al líder de China en un virtual rey sin corona, pero con pretensiones vitalicias. Esto representa una ruptura con el régimen vigente desde los tiempos en que se inició la apertura china y que disponía un máximo de dos mandatos de 5 años. 
 La entronización de Xi Jinping, lejos de ser un síntoma de fortalecimiento, es una manifestación de debilidad del régimen. El refuerzo de las tendencias bonapartistas apunta a consolidar un sistema de poder personal que permite al presidente actuar de árbitro frente a las crecientes tensiones internas y externas que atraviesa el país y que vienen sacudiendo a la elite dirigente china y sus estructuras de poder, empezando por el propio PCCH. 
 Los frentes de tormenta son múltiples. En estas décadas, China se catapultó como una potencia mundial, pero, al mismo tiempo, ese poderío ha ido de la mano de crecientes contradicciones de alcance explosivo. El prodigioso crecimiento ha empezado a chocar con límites. El gigante asiático no ha sido inmune a la crisis capitalista. China ya no es la locomotora que fue en el 2008 cuando permitía neutralizar la declinación de la economía mundial. Por el contrario, 14 años después es una de las fuentes de su agravamiento.
 La desaceleración económica actual no nace con la pandemia sino que ya venía abriéndose paso previamente. El Estado chino procuró contrarrestar esta caída inyectando grandes proporciones dinero en el mercado y con crédito barato. Este enorme rescate estatal, sin embargo, no logró sacarla del atolladero. Por el contrario, dio pie a un endeudamiento incontrolable y a un salto en la especulación. Recordemos que la deuda china casi triplica su PBI y es la que ha crecido en forma más veloz en la última década. La crisis del gigante inmobiliario Evergrande es apenas la punta del iceberg de una gigantesca burbuja inmobiliaria. Es necesario tener presente que el sector inmobiliario es responsable a través de sus ramificaciones del 20 % del PBI y que el colapso ya está actuando como un poderosos factor de freno de la actividad económica. La crisis está lejos de circunscribirse, de todos modos, a un solo sector, y está presente en toda la economía. 
 La pandemia ha agravado lógicamente la situación. XI Jinping en su discurso inaugural no dio señales de relajar los rígidos controles que fueron establecidos para enfrentar el Covid. Recordemos que, hasta el día de hoy, Pekín viene apelando a confinamientos severos, aunque esto sea a costa de la paralización de la actividad económica. El levantamiento de estas restricciones viene siendo materia de una fuerte presión externa por parte del gran capital internacional que ve con preocupación la ruptura de la cadena de suministro y el perjuicio que esto provoca en el movimiento económico global. 
 Este malestar se replica internamente en los círculos empresarios del país. Pero también las restricciones han aumentado el descontento de la población por las crecientes penurias y desigualdad (que, por supuesto, aumentan al quedar parte de los habitantes privados de sus fuentes usuales de subsistencia) y porque ven los controles ejercidos por la burocracia como un instrumento aprovechado para acentuar la represión y la censura en el país. El clima general de regimentación de la vida política y social se ha incrementado sensiblemente bajo los mandatos de XI. 

 Escalada imperialista 

El XX Congreso se celebra en medio de una exacerbación de la guerra comercial y de la tendencia bélica. El desacople chino-norteamericano que asomaba en el 2017 pegó un enorme salto en el segundo mandato del líder chino. Estamos frente a una agresiva escalada liderada por EEUU que tiene como blanco principal a China. La guerra de Ucrania apunta a Moscú, pero es un tiro por elevación contra el gigante asiático. Como telón de fondo está la tentativa del imperialismo de superar su impasse completando el proceso de restauración capitalista, lo cual exige someter a ambos países. Biden no solo mantuvo las represalias de Trump, sino que las ha profundizado. Recordemos que los demócratas dieron continuidad a los aranceles impuestos por el magnate inmobiliario. El XX Congreso se da en momentos en que Washington acaba de imponer prohibiciones severas a la exportación de chips informáticos avanzados y equipos de fabricación de chips a China. Los perjuicios para la industria china son tanto o más dañinos que los dispuestos tiempo atrás contra Huawei. 
 Pero además, esta escalada cada vez más virulenta se traslada al plano militar. Estados Unidos está decidido a utilizar todos los medios, incluidos los militares, para impedir que China desafíe el dominio mundial estadounidense. El gobierno de Biden puso cada vez más en tela de juicio la política de “Una sola China”, bajo la cual EEUU reconoció de facto a Pekín como el gobierno legítimo de toda China, incluyendo a Taiwán.
 Xi dijo que China busca la “reunificación pacífica” con Taiwán, pero que “no excluye el uso de la fuerza como último recurso”. En una crítica apenas velada a Estados Unidos, añadió: “Resolver la cuestión de Taiwán es un asunto de los chinos, es un asunto que debe ser resuelto por los chinos”.
 La perspectiva de la guerra se extiende como amenaza cierta en el continente asiático (El País, 16/10).
 La escalada imperialista en curso terminó por hacer naufragar las expectativas de una restauración capitalista pacifica en los ex estados obreros. Hay una incompatibilidad entre las ambiciones de las grandes metrópolis capitalistas y los apetitos e intereses de la burocracia y la burguesía nativas que se han ido desenvolviendo en las antiguas economías estatizadas. La restauración capitalista es concebida por el imperialismo como un proceso de colonización económica y política bajo su tutela y control, lo cual colisiona con las pretensiones de autonomía que alientan tanto Moscú como Pekín. 

 Choques y purgas 

El panorama aquí descripto, como no podría ser de otra forma, tiene su impacto en el aparato del Estado. El PCCH, y en general los principales estamentos del poder, no han sido inmunes a las tensiones internas y externas. Aunque no se exprese en forma abierta y reine un gran hermetismo en su interior, están instalados una deliberación, choques y divisiones que fueron creciendo con el tiempo.
 “En el vértice del poder de China hay amplio acuerdo con respecto a mantener la apertura y el desarrollo del consumo. Pero han sido fuertes las fricciones sobre la profundidad que debe adoptar el cambio. Esos desacuerdos tuvieron su reflejo en oleadas de purgas desde que Xi asumió el control a comienzos de 2013” (Clarín, 14/10). 

 Giro dirigista 

Como telón de fondo lo que está en debate es el giro más dirigista que Xi estaría promoviendo. El presidente chino pretende tener el control total de la economía, un ámbito que manejaba el premier. 
 La crisis mundial y la escalada en la que está embarcado el imperialismo ha acentuado las contradicciones de la burocracia dirigente china, que oscila entre adaptarse a las exigencias de una mayor apertura económica y a las leyes de mercado, por un lado, y recurrir al intervencionismo estatal para pilotear un descalabro económico y evitar que la situación social se desmadre, por el otro. En la conciencia de la cúpula dirigente china está latente la amenaza que representa la clase obrera cuyo descontento ha ido en aumento a medida que crecen la inflación, la desocupación y el parate económico. 
 La consigna que ha pasado a presidir el discurso oficial es la “prosperidad común para todos”. Hay una preocupación fundada de los jerarcas chinos por la creciente desigualdad, una tendencia que podría desestabilizar al país. El impulso a la “prosperidad compartida” abarca, según la prédica gubernamental, desde el freno a la evasión fiscal y la limitación de las horas que pueden trabajar los empleados del sector tecnológico hasta la prohibición de las clases particulares con fines lucrativos en materias escolares básicas. Tengamos presente que China es una de las sociedades más desiguales del mundo. Los habitantes de la quinta parte de los hogares chinos disfrutan de una renta disponible más de diez veces superior a la de la quinta parte inferior, según las cifras oficiales. El 1 % más rico posee el 30,6 % de la riqueza de los hogares, hay 600 millones de pobres que viven con apenas 1.000 renminbi al mes (154 dólares). La retórica “social” va unida a la enorme regimentación ya señalada. 
 Conjuntamente se han reforzado los controles y regulaciones sobre la actividad privada. Recordemos la nueva legislación de regulación de los monopolios puesta en marcha por el gobierno y la injerencia del PCCH en la vida y el funcionamiento de las empresas privadas. Grandes empresas, como JD Digits, Ten cent, Baída y Rufas reestructuraron y restringieron su operatoria para evitar represalias. En ese contexto, las tensiones con la burguesía china han ido en aumento. 
 El PC chino, resumiendo, ha buscado tener una intervención más activa en las decisiones de negocios. El gobierno chino viene apelando a la persecución directa, encarcelamiento y hasta la desaparición de prominentes hombres de negocios de la floreciente burguesía de su país. 
 La intervención creciente del Estado chino, que como vimos, coexiste con la apertura de la economía, tiene como propósito salvar la restauración capitalista. De ningún modo está dirigida a suprimirla. Pero ese arbitraje excepcional del Estado, contradictoriamente, es una fuente de choques con el gran capital internacional y con la propia burguesía china que creció a la sombra y bajo la protección de la elite dirigente oficial. Lo cual, a su turno, es un indicador del carácter inconcluso de la restauración capitalista. 

 El destino de China 

La crisis china es un componente cada vez más gravitante de la crisis mundial capitalista. A las contradicciones explosivas de la economía mundial capitalista se le unen las propias del gigante asiático. Ingresamos en un escenario convulsivo de la historia china, cuyo desenlace estará signado, como ya ocurrió en el pasado, por la lucha de clases nacional e internacional. 

 Pablo Heller

"Aníbal Fernández es uno de los responsables políticos del crimen de Mariano" // Romina Del Plá

sábado, octubre 29, 2022

Rojos (1981) #CineEn2Minutos


Rojos, crónica de la revolución rusa de 1917

4- El desafío que viene planteando China al orden imperialista

3- El panorama del poderío estadounidense y el desorden mundial.

Estados Unidos: la huelga general ferroviaria no es historia


La posibilidad de la realización de la huelga general ferroviaria aún no se cerró. 

 Hace un mes, los principales sindicatos ferroviarios de EE. UU. -y también los menores- tenían el mandato abrumador de sus afiliados para comenzar una huelga nacional. En los más grandes el voto a favor llegó al 99%, es decir, 100 mil trabajadores. La huelga hubiera significado un parate enorme al transporte de carga de materias primas y de gas natural y un mayor aumento de precios de estas industrias, aún más que las que vienen realizando debido a la guerra imperialista, comandada por EE. UU. Hubiera significado, también, un golpe gigante a la ya bajísima imagen positiva del presidente Biden, en el marco de las inminentes elecciones legislativas del 8 de noviembre. Con este cuadro el ejecutivo, en alianza con la burocracia sindical cooptada, puso todos sus recursos y esfuerzos en frenar la medida de fuerza. Así presentó, falazmente, un nuevo acuerdo entre las patronales y los sindicatos como una gran victoria para todos los sectores, en especial de los trabajadores. Sin embargo, lo que ganó Biden fue tiempo, o sea, que la posibilidad de la realización de la huelga se dilatara a después de las elecciones. 
 Mientras las direcciones burocráticas de los dos principales sindicatos ferroviarios -SMART-TD y BLET, ingenieros- intentan enterrar la medida de fuerza a toda costa, hace dos semanas los afiliados del tercer sindicato más grande del país -BMWED- votaron 56% en contra del tentativo nuevo contrato colectivo de trabajo. Esta semana los señaleros, agrupados en el gremio BRS, votaron 61% en contra -la participación de afiliados más grande de la historia de este sindicato. Además, organizaciones nacionales de base -como la RWU o la RWRFC- formados por trabajadores de distintos gremios están llevando a cabo actividades en todo el país por la realización del paro.
 El gran descontento de las bases se debe a la más cínica flexibilización laboral: los ferroviarios están sometidos a un régimen establecido por la Ley Federal de Trabajo Ferroviario, que, a diferencia que el de la mayoría de los trabajadores bajo contrato, no contempla horas extra. Cada 24 horas trabajadas, tienen 10 horas de descanso, pero esto no se cumple: la súper explotación, la falta de personal y el desfinanciamiento sistemático hace que, por ejemplo, los trayectos que cubren los trenes de carga les tomen cada vez más tiempo. Esto crea una situación de "guardia permanente" -incluso en los días que deberían ser de franco- en la que tienen que estar listos para volver al trabajo, sin descanso, sin poder ir a turnos médicos, reuniones familiares o vivir con normalidad. Este es el nudo del conflicto: el acuerdo colectivo tentativo no cambia ni levemente esta realidad. 
 El 31 de octubre los trabajadores de los dos principales sindicatos votaran a favor o en contra del acuerdo, o sea, de la huelga. La Ley Federal de Trabajo Ferroviario también establece que el Congreso puede frenar cualquier tipo de huelga ferroviaria. Esta posibilidad está abierta. 

 Matias Melta 
 29/10/2022

San Miguel, un feudo oscurantista a la vista de Todos y Todas

Niegan la interrupción voluntaria del embarazo a una mujer de 28 años.

 Camila, una trabajadora de 28 años, madre de dos hijos, fue víctima de un ataque del municipio de San Miguel, principal reducto del oscurantismo clerical en el conurbano. Al querer realizarse un aborto, buscó asesoramiento telefónico en la salita municipal Camila Rolón, donde la citaron para una entrevista presencial. El único objetivo de esa entrevista era convencerla de no realizarse el aborto, sin ningún tipo de asesoramiento ni atención médica. Camila finalmente pudo realizar la IVE en la Maternidad Estela de Carlotto, del distrito de Moreno, pero más allá como se resolvió este caso particular, es necesario observar el andamiaje de responsabilidades políticas que no se agotan en San Miguel. 
 Las caras visibles de este ataque a los derechos de las mujeres en San Miguel son Jaime Méndez, intendente, y su jefe político, Joaquín de la Torre, quien se ubica a la derecha en la interna del macrismo, de la mano de Patricia Bullrich, anotándose y posando con todas las expresiones fascistas de la región y del mundo. El ejemplo más claro lo podemos encontrar en la visita al distrito de San Miguel de Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente brasilero, quien disputa su candidatura como legislador por el estado de San Pablo en el marco de una visita de los bolsonaristas a la Argentina. De la Torre está jugando fuerte en la interna de JxC con una posición definida y se postula como uno de los candidatos más sólidos de la ultraderecha. La ofensiva antiderechos que llevan adelante en su patio chico tiene objetivos políticos concretos. Por un lado presentase a los sectores a los que apunta como un cruzado, pero con acciones de gestiones concretas, que no quedan en palabras, y por el otro mostrar la debilidad de los gobiernos nacional y provincial, exponiendo su inacción en estos temas. Otro ejemplo de esto es que en San Miguel no ser pañuelo celeste es motivo de persecución y despido de las trabajadoras de la salud. En el 2018 despidieron a una trabajadora social y una obstetra por estar a favor de la legalización del aborto. La pasividad cómplice de los de los gobiernos “nacionales y populares” de los Fernández y Kicillof en estos temas es apabullante. 
 El argumento principal para no realizar el aborto es la objeción de conciencia, concedida a estos sectores en la misma ley de aborto legal. Por ejemplo, Pablo de la Torre, secretario de salud de San Miguel y hermano de Joaquín, se ampara en su “derecho” y en sus redes expresa que “el aborto es ilegal. No cuenten con nosotros. Los médicos salvamos vidas". Impulsa campañas públicas para que se respete la objeción de consciencia. 
 Otra consecuencia que se desprende de esta política es, como cuenta Jesica Rojas, licenciada en trabajo social, y parte del equipo interdisciplinario de interrupción legal del embarazo de la maternidad Carlotto, “que en este momento en San Miguel no hay ningún equipo al que se pueda derivar a personas gestantes ni en salas ni en el Hospital” (Página/12, 5/9). Esto implica que las mujeres que quieran informarse o acceder a la IVE tengan que trasladarse a otros municipios, como arroja una publicación del ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires: “El municipio de San Miguel no cuenta con prácticas registradas de IVE/ILE, dada la ausencia de establecimientos que lo garanticen dentro del mismo. En el año 2020 se notificaron 82 situaciones con municipio de residencia en San Miguel, resueltas en otros municipios. En el año 2021 hubo 398 prácticas de IVE/ILE en personas con domicilio en San Miguel que se resolvieron en otros municipios”,  dice el informe. 
 En San Miguel la política de negar el derecho a cualquier mujer a interrumpir su embarazo no es una decisión practicada en las sombras, sino una política sistemática y difundida, que convive a plena luz del día con la inacción cómplice de los gobiernos K en todas sus variantes. Una explicación de esta complicidad pasiva es su propia debilidad política, por un lado, y la intención de no levantar polvo en un sector de la población (electorado) a los que también ellos interpelan. El sostenimiento del ministro Berni es un ejemplo de esta política.
 Debemos seguir movilizadas para hacer efectivo el cumplimiento del aborto legal y el único camino es la autonomía total de todas las fracciones patronales, es decir, avanzar en la organización, la independencia política y la movilización.

 Carla Díaz 
 29/10/2022

La puerta giratoria de las PASO

El proyecto para derogar las primarias abiertas y obligatorias ingresó al Congreso apenas unas horas después de la sanción “unitaria” del presupuesto 2023. La escalada de choques políticos al interior de oficialistas y opositores que se desató en cuestión de horas, demuestra que el presupuesto sólo los unificó en un propósito: poner en pie un plan de guerra contra los trabajadores. Más allá de esto, la fragmentación recorre a todos los bloques políticos.
 El kirchnerismo, a través de Wado de Pedro, supone que con la suspensión de las PASO podría imponer al futuro candidato a presidente del oficialismo. Señaló que “el 100% de los gobernadores está de acuerdo con la suspensión”. Kicillof ensaya un operativo clamor detrás de “Cristina candidata”. Teniendo en cuenta que Máximo K descartó la postulación de su madre, es probable que Kicillof sólo apunte a obturar una candidatura de De Pedro, un frecuentador de la AmCham y del mundo empresario “nacional”. 
 Máximo Kirchnner se encargó, por otro lado, de fulminar la pretensión de Alberto Fernández de pelear la candidatura a través de una PASO: “un presidente en actividad no debería someterse a un escrutinio”. En cualquier caso, puso de manifiesto que un candidato del peronismo-kirchnerismo debería ser arbitrado por Cristina, ya sea para que ocupe ella misma el cargo o para que nomine al que corresponda. La prevención de Máximo hacia Alberto F. no valdría para el gobernador Kicillof y para los intendentes bonaerenses. Por eso, la suspensión no incluye a Buenos Aires y a su ley de internas abiertas. 
 Naturalmente, la suspensión, por sobre todo, apunta a la oposición que podría fracturarse si no logra dirimir sus candidaturas por medio de internas. La movida tiene sus contradicciones, porque la movilización política que desate una interna opositora autopromovida podría transformar a la suspensión de las PASO en un tiro por la culata. 

 Alberto, Massa 

Los observadores políticos no toman demasiado en serio las pretensiones reeleccionistas de Alberto y tampoco una candidatura de Massa. Pero detrás de las múltiples fracturas operan tentativas de reagrupamiento que tienen como base a poderosos intereses capitalistas. Los gobernadores pejotistas, como se ha dicho tantas veces, intentan desdoblar sus comicios provinciales para despegar sus aspiraciones reeleccionistas de los inciertos comicios nacionales. Pero otra cosa es suponer que se desentienden de la disputa presidencial. Los gobernadores han abrochado un abanico de acuerdos con los capitalistas del litio, el petróleo, el agronegocio y otras industrias decisivas. Esos acuerdos en los distritos no pueden abstraerse de quién presidirá el próximo Ejecutvo. Un buen número de gobernadores apuesta por Massa. CFK podría encabezar la lista bonaerense. Después de todo, acaba de votar el presupuesto del súper-ministro. 
 Alberto Fernández ofrece como zanahoria para el apoyo a su candidatura, la integración al futuro gobierno de elementos fuertemente ligados al capital internacional, como son Aracre -ex CEO de Syngenta- y Daniel Herrero, ex de Toyota. Massa ya ha movilizado a su favor a gran parte del 'establisment' político y financiero de Estados Unidos. De Mendiguren acaba de viajar a los Estados Unidos para destrabar restricciones comerciales a las exportaciones de Techint y de los exportadores de citrus, entre otros. 
 Los límites de todas estas movidas están a la vista: ocurre que el plan de guerra contra las masas no resuelve la crisis financiera del Estado, originada por la carga monumental de la deuda pública. Una calificadora de riesgo bajó todavía más la puntuación de Argentina, a default potencial. 
 La suspensión de las PASO, más allá de las maniobras de corto vuelo que conlleva, es una tentativa de allanar el tránsito de esta crisis, ahorrándole la deliberación política que implica una serie de elecciones sucesivas. Por encima de la cuestión electoral, todos los bloques de la burguesía temen como la peste a una intervención histórica de la clase obrera.

 Marcelo Ramal
 28/10/2022

Cacería de mapuches en Bariloche


Hoy sábado 29 de octubre, en medio de una nevada anunciada, Bariloche amaneció recorrido por vehículos de la policía federal que son parte del comando unificado. Se hicieron cinco allanamientos en distintas viviendas de algunos integrantes de la Lof Lafken Winkul Mapu de Villa Mascardi y de otras comunidades en el marco de una causa federal, según se informó.
 La orden fue dictada por el fiscal de Neuquén Adrián de Lillo por la causa de los incendios de cuatro máquinas viales en Villa La Angostura que se le atribuyen a la RAM, Resistencia Ancestral Mapuche. Sucedió el 14 de octubre, dos días después de la visita del presidente a Neuquén y una semana después del desalojo de la comunidad Lafken Winkul de Villa Mascardi. 
 Las comunidades mapuche denuncian una verdadera cacería de sus integrantes. Les secuestraron los celulares, los amedrentaron, les revisaron todas sus pertenencias. El allanamiento pretendía encontrar material ligado a la RAM y acobardar al pueblo mapuche, criminalizarlo y judicializarlo.
 El entramado de negocios inmobiliarios y turísticos capitalista es la causa del propósito de expulsión del pueblo mapuche tehuelche de esta región privilegiada por la naturaleza al mismo tiempo que la crisis terminal de la tierra y vivienda que sufren sus habitantes. 
 La extranjerización de la zona que viene denunciándose no se refiere sólo a Joe Lewis en Lago Escondido, sino también a capitales de los Emiratos Árabes quienes poseen 21.000 hectáreas de la zona andina. El entramado mencionado incluye al empresario inmobiliario de Bariloche Nicolás van Ditmar, el testaferro de Joe Lewis y a los hermanos Mindlin quienes compraron tierras en forma irregular pero fueron “perdonados” por el gobierno de Río Negro. Luego pasaron sus adquisiciones a otros testaferros que las transfirieron a los capitales árabes (Cohete a la Luna). 
 Las intervenciones agresivas por parte de estos capitales son muy preocupantes: cotos de caza, construcciones de las Mil y Una Noche de piedra y cristal con la consecuente destrucción de la naturaleza agreste. 
 Por otro lado hay más de cien comunidades de la región que esperan ser relevadas desde 2012, una demora inaguantable. El ataque a las comunidades y sus voceros no cesa. Hace diez días allanaron la casa de un periodista, Oscar Moreno por orden de un juez que recibió una denuncia del abogado Ernesto Saavedra, defensor de los asesinos de Elías Garay, integrante de la lof Quemquemtrew, muerto en Cuesta del Ternero este verano.
 Basta de hostigamiento a los pueblos originarios que luchas por tierra y vivienda. Libertad a las presas mapuches. Restitución de los territorios de Mascardi. Fuera el Comando Unificado de Bariloche. 

 Elena Florín 
 29/10/2022

viernes, octubre 28, 2022

2- Globalización, internacionalización productiva y desarrollo desigual.

El dia que el Kirchnerismo votó el presupuesto del FMI

1- El imperialismo, desde Lenin hasta hoy. Su actualidad y debates.

Simplemente Camilo

Voluntarios argentinos en la guerra de España

Mujeres y varones, anarquistas, comunistas, trotskistas. En el frente y la retaguardia. 

 Hubo un número importante de voluntarios argentinos o que, sin serlo, eran residentes en el país antes de la guerra. Durante mucho tiempo se pensó que habían sido muchos menos, en buena medida porque se asimilaba la condición de voluntario con la de miembro de las brigadas internacionales. Por diversas razones, la mayoría de los argentinos que fueron a España se enrolaron en otras unidades, y sólo una minoría lo hizo en las brigadas. En las obras tradicionales sobre los internacionalistas, casi no aparecen los argentinos. Más en general, la atención se dirige a los europeos y los norteamericanos (de Estados Unidos y, en menor medida, de Canadá), quedando un poco en las sombras los procedentes de otros países. 
 En los últimos años se han efectuado estudios específicos en torno a la presencia argentina en la guerra de España, que han llevado a establecer que varios centenares de nativos o residentes argentinos tomaron parte de una u otra manera en el conflicto. En particular un grupo de jóvenes historiadores ha generado varios trabajos, entre ellos dos libros, Voluntarios argentinos en la guerra civil española, y Voluntarios judeoargentinos en la guerra civil española, ambos repetidamente citados en estas páginas.
 A poco de iniciarse la contienda, se formó en Buenos Aires un Comité Provisional de Reclutas Voluntarios para defender la República. La embajada española “acogió con agradecimiento estas muestras de adhesión a su causa, pero hizo poco por concretar los traslados a los frentes de combate.” No sería gracias al canal diplomático y consular que se concretaría el viaje a España de quienes deseaban luchar por los “leales”, fuera en el frente o en los servicios de retaguardia. Los sectores más cercanos a las autoridades diplomáticas hispanas, sobre todo socialistas y republicanos “moderados”, acompañaron esa actitud y no estimularon mayormente el reclutamiento. 
 Lo cierto es que, según quienes más han investigado este tema, los voluntarios argentinos constituyeron el segundo contingente latinoamericano, sólo aventajado en número por los cubanos. Hay comprobados setecientos cuarenta casos, número que los constituye en el segundo contingente latinoamericano en importancia, después de los cubanos. Nuevas indagaciones en archivos podrían elevar la cantidad a ochocientos o incluso a mil. 
 Parte de ellos se desempeñaron como combatientes en los diversos frentes. Otros actuaron en variados servicios auxiliares, desde la sanidad hasta las tareas de traducción o el periodismo en las organizaciones obreras o partidarias. Afirma Jerónimo Borágina, investigador acerca de los voluntarios procedentes de Argentina: “…los argentinos han participado en todo tipo de tareas; ayudaron en las organizaciones de la estructura estatal, política y sindical; fueron dirigentes de agrupaciones; traductores en los frentes en unidades militares o en delegaciones soviéticas; enfermeros, médicos, organizadores de logística, oficiales, soldados…” 
 Como adelantáramos, al hablar de voluntarios extranjeros que entraron en combate, suele pensarse solamente en los miembros de las Brigadas Internacionales. No hay tal identificación. Una parte de los argentinos, en particular anarquistas y algune trotskista, combatieron en unidades de milicianos afines a su ideología, diferente a la comunista que predominaba en las Brigadas. 
 Otros, muchos de ellos comunistas o afines a esa orientación, se incorporaron directamente en el Ejército Republicano, ya que la identidad idiomática y la proximidad cultural hacían plausible “disimularlos” como oficiales o soldados del ejército español, eludiendo así todo reproche ante las políticas de “no intervención”.
 La táctica consistía sencillamente, en incluir a los latinoamericanos en el Ejército Popular, donde serían irreconocibles, no sólo por el idioma, sino por la proximidad cultural que había entre españoles y sudamericanos.
 Este camuflaje serviría para despistar al Comité de No Intervención y no generar sospechas dentro de las unidades españolas. Cabe añadir que algunos de los voluntarios procedentes de Argentina eran españoles para las leyes peninsulares, en razón de descender de personas de ese origen. 
 Con todo, hubo un número importante que sí revistaron en las Brigadas, en particular en la Lincoln, de predominio norteamericano, que contaba con un batallón de “hispanos” (Spanish Batallion. Nº 24), allí eran más de cincuenta, que participaron como soldados, cabos, chóferes, y también algún comisario político y médico. Le siguen en cantidad la XII Brigada integrada por italianos, con veinte argentinos y la XIV, francesa, con once.
 Mucho tuvo que ver en la dispersión de los argentinos o hispanoargentinos, el que ingresaban a España con documentos falsos que los hacían pasar por ciudadanos españoles “…los problemas consistían en conseguir el dinero necesario para el viaje y la documentación personal que nos acreditara como ciudadanos españoles ya que gracias a la política imperante en Europa de la No Intervención no se permitía el paso a España de los que no fueran ciudadanos de ese país.”

 ¿Quiénes fueron? Unos pocos ejemplos. 

 Vale la pena tomar unos pocos casos de varones y mujeres procedentes de nuestro país, que colaboraron en el esfuerzo de guerra, algunxs en las trincheras, otros en las múltiples tareas de apoyo que ya fueron mencionadas. Los incluimos en orden alfabético. 
 Fanny Edelman. Militante comunista, viajó con su esposo Bernardo, en septiembre de 1937. La asignaron al Socorro Rojo para trabajo de intendencia detrás de las trincheras. Tomó contacto con otras mujeres voluntarias como Matilde Landa y Tina Modotti, de acción destacada durante la guerra. En abril de 1938 abandonó España. De regreso a Argentina fue durante décadas una dirigente de primera línea del Partido Comunista de Argentina. Su libro Banderas, pasiones, camaradas dedica un extenso pasaje a su participación en la guerra. 
 Mika Feldman, más conocida como Etchebehere, por el apellido de su marido. En Argentina había pertenecido al comunismo disidente conocido como “chispista” (Partido Comunista Obrero) y ya en Europa había estado en Alemania, donde asistió a la toma del poder por Hitler. A diferencia de otras mujeres, se desempeñó en el frente de combate, llegando a revistar como capitana, el cargo más alto a que llegó una mujer extranjera en la guerra, en las milicias del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM). En el primer combate en que participó, en Atienza, fue muerto su marido, Hipólito. Ella continuó la lucha y logró retirar con éxito a su compañía, cercada en Sigüenza. Luego se incorporó a la defensa de Madrid, en Pinera de Húmera y Cerro del Águila. 
 En tiempos de la ilegalización del POUM fue arrestada bajo las entonces comunes acusaciones de trotskista y “agente del enemigo”. Por ella intercedió Cipriano Mera, anarquista de alto rango en el ejército republiccano y fue liberada, pero ya no pudo volver al frente.
 Siguió colaborando con el esfuerzo de guerra hasta las vísperas de la caída de Madrid. Muchos años después publicó Mi guerra de España. Testimonio de una miliciana al mando de una columna del POUM,un bello testimonio sobre su participación en la contienda. Siguió en la militancia de izquierda, con participación incluso en el llamado “Mayo Francés” en 1968. 
 Raquel Levenson. Junto a su pareja Juan José Real parten hacía España en abril de 1937. Raquel ingresa a la Dirección Nacional de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) como propagandista y organizadora. Su misión era recorrer los diferentes frentes y retaguardias para la propagación de la ideología comunista mediante la redacción de volantes y documentos, el adiestramiento de soldados y la arenga pública. En enero de 1939 Cataluña cae ante las tropas sublevadas y Raquel, quien se encontraba en Barcelona embarazada de su hijo Alberto, logra abandonar España en un barco inglés en dirección a Argelia donde es encerrada en un campo de concentración. Sin embargo, por su condición de dirigente comunista, la militante argentina logró marcharse de la colonia francesa en un barco soviético que se dirigía a Odessa.
 Jacobo Maguid no estuvo en el frente de combate. Su rol fue el de uno de los intelectuales más destacados entre los voluntarios argentinxs. Hijo de judíos ucranianos, participó en 1935 en la fundación de la Federación Anarco Comunista Argentina (FACA), y como delegado de esa organización viajó a España, en noviembre de 1936. Dirigió durante dos años el periódico de la Federación Anarquista Ibérica, Tierra y Libertad. Se retiró al final de la guerra y terminó internado en Argelés-sur-Mer. Ya antes del final, le fue encomendado redactar unas memorias sobre el conflicto. En 1994, publicó un libro, La experiencias de colectivización realizadas durante la guerra civil. Al año siguiente aparecieron con el seudónimo de Jacinto Cimazo, sus escritos reunidos en Recuerdos de un libertario: sesenta relatos de la militancia, testimonios que abarcaron su paso por España. Publicó asimismo un libro sobre las acciones anarquistas en el proceso revolucionario Revolución Libertaria Española (1936-1939).
 Benigno Mochkofsky, alias “Comandante Ortiz”. Estuvo en España desde 1934 como integrante del Socorro Rojo Internacional y, apenas iniciada la Guerra Civil, se incorporó al 5º Regimiento como comandante y participó activamente en la conformación del Batallón Thaelmann, ingresando luego al Ejército Popular para comandar la XXIV Brigada. Siempre al frente de su tropa, el Comandante Ortiz participó en la defensa de Madrid y combatió en Talavera de la Reina, Toledo, Jarama, Brunete y el Ebro, hasta la caída definitiva de Cataluña. En el momento de la retirada de los brigadistas internacionales, fue puesto a cargo de esa evacuación. Con la derrota de la República, Mochkofsky junto con otros argentinos debió cruzar los Pirineos hacia Francia, donde fueron internados en Saint Cyprien. Liberado del campo de concentración, regresó a Argentina en 1940 para trabajar como obrero metalúrgico, fue encarcelado junto a otros 250 militantes comunistas en la isla Martín García, entre 1944 y1945. Ana Piacenza. Abogada anarquista. Participa en la organización libertaria “Mujeres libres”, y colabora en Tierra y Libertad. Participa en el “Manifiesto dirigido a todos los anarquistas de la Argentina”, en diciembre de 1937, suscrito por los delegados de la FACA. Regresa poco antes de concluir la guerra.
 Simón Radowitsky. El célebre ejecutor del comisario Ramón Falcón, ya libre y residente en Uruguay, viajó a España en 1937. Se empeñó en cumplir tareas en el frente, pese a acercarse ya a los cincuenta años. Lo destinaron a mensajería, en búsqueda de aminorar un poco el peligro que corría. Eligió el frente pese a tener ofrecimientos para desempeñarse como periodista en medios anarquistas. Recién durante los últimos tiempos del conflicto se desempeñó en los servicios de Propaganda de la CNT-FAI en Barcelona, encargándose del traslado de parte de los archivos al caer la ciudad. Terminada la guerra también pasó por el campo de concentración de Saint Cyprien.

 Daniel Campione | 16/07/2022

Trabajadores esclavos en tiempos de Franco


Millares de presos convertidos en trabajadores forzados ejercieron tareas agotadoras en la España bajo Franco, encuadrados en la “Redención de penas por el trabajo”. 

 Las prisiones de la dictadura de Francisco Franco fueron escenario de padecimientos físicos y morales infligidos a conciencia sobre centenares de miles de presas y presos. Los sufrimientos impartidos iban desde el hacinamiento, el hambre y los castigos arbitrarios hasta la presión insoportable de un adoctrinamiento político y religioso continuo y obsesivo. A lo cual se sumaba una tortura psíquica específica para los millares de condenados a muerte, mantenidos durante meses a la espera de una conmutación por pena de prisión o la consumación del asesinato judicial. 
 En particular en aquellos años en que, terminada la contienda no la sustituyó la paz sino “la victoria”, el empeño de la dictadura por someter de mil formas a los vencidos alcanzó hasta al propósito de privarlos de todas las condiciones para llevar una vida relativamente “normal”. Y el intento de disolver sus personalidades, hasta convertirlos en seres sumisos y “arrepentidos”, rotos los vínculos con las acciones del pasado y con las creencias profesadas antes de ser encarcelados.

 La “redención” por el trabajo. 

 Con cárceles repletas y la fuerza laboral de la posguerra española disminuida por muertes y discapacidades en combate, exilios y prisiones, se inauguró con rapidez un dispositivo adicional al carcelario tradicional: Los trabajos forzados. El flamante “Nuevo Estado” abrevaba así en prácticas similares a los sistemas fascista y nazi que tanto admiraba por entonces. Claro que dándoles su toque particular, en la vena paternalista y “nacional-católica” que caracterizaba a la autodenominada “Nueva España”. 
 Los presos podrían “redimir” parte de su pena mediante la prestación de trabajo fuera o incluso dentro de las prisiones, bien a las órdenes de funcionarios estatales o en beneficio de empresas privadas. Esta modalidad fue instaurada ya antes del final de la guerra civil. Una norma la estableció en octubre de 1938 y el 1 de enero de 1939 comenzó a funcionar un organismo creado al efecto, el Patronato Central de Redención de Penas.
 En la “orden” que da origen al Patronato puede leerse que se hará cargo de “la ingente labor de arrancar de los presos y de sus familiares el veneno de las ideas de odio y antipatria”. La finalidad económica de poner en movimiento a la potencial mano de obra recluida en las prisiones queda asociada desde el principio al objetivo de la “depuración” ideológica de los derrotados en la guerra civil. 
 Obras públicas, construcciones privadas, explotaciones mineras, fueron ámbitos apropiados para la explotación del trabajo de los presos. Incluso una parte de ellos eran destinados a lo que la dictadura consideraba una reparación directa del “daño” producido por los vencidos, al afectarlo a tareas de reconstrucción en las llamadas “regiones devastadas”. Así se vio a los forzados tomando parte en reconstrucciones y arreglos de antiguos campos de batalla, como Brunete o Belchite, o en áreas que habían sido objeto de bombardeos. 
 Quienes entraban en el proceso de “redención” continuaban privados de su libertad, sólo que a menudo fuera del recinto penitenciario tradicional, muchas veces en “colonias” o campamentos penitenciarios que permitían la utilización de la mano de obra de los prisioneros. Por cada día de trabajo eran compensados con la reducción del equivalente o más de la condena que debían cumplir. Era un sistema exclusivo para los condenados por “rebelión” u otras causas políticas. No se aplicaba a los encarcelados por delitos comunes, sino mucho más tarde.
 Con el tiempo fueron habilitadas modalidades de trabajo en las mismas cárceles. Ello incluía “Talleres penitenciarios” en los que se producían diversos bienes. También prestaciones de mantenimiento y reparación de las propias instalaciones carcelarias. Se incorporaron asimismo actividades culturales, orientadas a reforzar la sumisión de los presos y auspiciar su “contrición” y “arrepentimiento”. Así una revista específica, Redención, a la que los partícipes del sistema estaban casi obligados a suscribirse y que era escrita por presos. Ponían de manifiesto con sus colaboraciones que habían dejado de ser “rojos” para convertirse en personas afectas a los valores del “Movimiento”. 
 Las presas también tuvieron su lugar en el trabajo esclavizado. Se habilitaron incluso talleres de “labores” para que pudieran reproducir los roles femeninos “decentes” y dejaran de ser una especie de “criaturas satánicas”, tal como describía el franquismo a las “rojas”. 
 Le entrada en el régimen laboral era “voluntaria” en lo formal. Ocurría que las vejaciones constantes en las cárceles, sumadas al sufrimiento de las horas interminables del encierro, hacían que los condenados del franquismo prefirieran cualquier otra salida a la prolongación de la vida en prisión. Lo que aparecía como una decisión “libre” era en realidad adoptada bajo una presión insoportable, llevada hasta el nivel de la deshumanización. 
 Existía además el estímulo de poder ayudar a la familia, bajo determinadas condiciones. Si el preso había contraído matrimonio religioso y tenía hijxs “legítimos”; esposa y vástagos podían recibir una asignación. Éstos pagos eran míseros, por ejemplo una peseta por hijx, Pero podían resultar significativos para grupos familiares por lo común hundidos en la miseria, víctimas de un entramado de discriminaciones y marginación por ser parientes de “penados”.  
Con ser muy escasos, esos emolumentos eran superiores a la suma ridícula que recibía el propio “trabajador”, en muchxs casos reducida a media peseta diaria, cuando la jornada de trabajo era superior a 10 pesetas para los trabajadores comunes. En realidad se les asignaban dos pesetas, pero el resto les era descontado por “gastos de manutención”. 
 Con el tiempo, algunos de los trabajadores forzados fueron autorizados a recibir visitas o incluso a mantener una precaria convivencia con sus familias. Todo en condiciones muy duras, pero preferibles al entierro en vida en las celdas del régimen. 
 La reducción del período carcelario a trueque de las jornadas laborales cumplidas no tendría como resultado la libertad, sino la “condicional” sometida a todo tipo de controles, expuesta a variados abusos por parte de las autoridades franquistas y con frecuencia acompañada del difícil o imposible acceso al trabajo. El horizonte de marginación, persecuciones y pobreza extrema remataba el itinerario que iba del preso “tradicional” al que “redimía” su pena y de allí al “liberado” en un país del que se ha dicho era una “inmensa prisión”. 

 La ideología de la “redención”.

 La Iglesia fue una pieza fundamental en toda la arquitectura represiva y de control social del franquismo. 
El sistema de reducción de los penados al trabajo semiesclavo no podía ser la excepción. Todo lo contrario, el componente clerical estuvo en su esencia, para hacerlo funcionar y darle sustento doctrinario. 
 Un sacerdote jesuita con formación científica, José Agustín Pérez del Pulgar, elaboró la fundamentación por escrito del régimen “redentor”, en un folleto titulado “La solución que España da al problema de sus presos políticos” Por cierto no a título personal sino presentando al “Caudillo” como el espíritu creador de un mecanismo que se presentaba como “avanzado” en lo conceptual, de un talante ético “magnánimo” y orientado por la “caridad cristiana”.
 A la hora del elogio a la iniciativa “redentora” todo exceso cabe. Se la califica de “…pieza admirable de jurisprudencia cristiana que supera en solicitud, en previsión, en caridad y en justicia cuanto ha producido jamás la legislación penal humana.”
 Más allá de esos “embellecimientos” discursivos, el sacerdote resalta los méritos económicos del sistema, que aminora los gastos que ocasionan los presos e incluso permite sostener en parte a sus familias sin que el costo recaiga sobre el llamado “auxilio social”. 
 El sistema unía lo útil a lo agradable…para los patrones. Del Pulgar destacaba que los españoles esclavizados podían ser enviados a zonas inhóspitas o “regiones deshabitadas” donde era difícil contratar obreros “libres”. También que aquéllos no podían cambiar de patrón ni dejar el trabajo, forzados a estar siempre a disposición de los empresarios. 
 Asimismo se establecía que los “patronos de obras particulares” pagarían al Estado el salario íntegro de los obreros, mientras que los organismos públicos sólo pagarían una porción menor. Y allí mismo se efectuaba la estimación que el promedio de lo pagado por las autoridades sería de 4,75 pesetas diarias y la empresa privada abonaría 14 pesetas. Los comentarios sobran. Los empresarios compensaban los salarios pagados con beneficios que obtenían por su colaboración con la labor “redentora”.
 Cabe transcribir una observación del padre Pérez: “…se comprende que un recluso que se decide a observar buena conducta y a mostrarse sumiso y arrepentido puede reducir considerablemente el tiempo y a mitigar el rigor de su condena.” 
 Allí radica una vez más la idea clave: El menoscabo al preso hasta hacerlo renegar de cualquier impulso de rebeldía y llevarlo a la abjuración de sus ideas previas. Su pasado de izquierdista, de luchador social o al menos de “desafecto” a los militares sublevados debía quedar remitido a una especie de “vida anterior”. Tras cuya clausura definitiva quedaba un ser sin memoria, carente de pensamiento propio, guiado por un espíritu obediente y con la supervivencia como finalidad casi única. 
 El ya mencionado periódico Redención encierra otra contribución doctrinaria. Ya no mediante el pergeño de fundamentaciones del sistema, sino al generar una propaganda por la práctica, expresada por algunos de los mismos cautivos, prestos a mostrar el abandono de sus ideales y el sometimiento a las indicaciones de las autoridades de la prisión y de los infaltables clérigos que tomaban parte en el control de sus personas. En un informe oficial se enuncia:
 “El mejor instrumento de la propaganda inmediata son los mismos reclusos arrepentidos o desengañados, los cuales ejercen un ascendiente personal mayor que el nuestro y conocen mejor la psicología de los propios compañeros. Este ha sido el acierto principal del semanario Redención.”
 El objetivo casi explícito es el de socavar la capacidad de resistencia de los presos y los lazos de solidaridad entre ellos. Se buscaba la multiplicación de propagandistas, no ya instalados desde arriba sino en el seno de la propia comunidad carcelaria. 

 El Valle de los Caídos y la redención de penas. 

 Miles de presos esclavizados trabajaron en uno de los proyectos más desmesurados del franquismo: La gigantesca obra que en el sitio llamado Cuelgamuros, no lejos de Madrid, aunó una cripta tallada en el interior de la roca, una cruz altísima y un convento. Un peculiar cementerio para lxs triunfadores, incluido un sepulcro para José Antonio Primo de Rivera y la futura tumba de Franco.
 Disparatado artilugio al servicio del auto-homenaje y la propaganda, el Valle tuvo un proceso constructivo que abarcó casi dos décadas, a partir de 1940. Los penados en “redención” cumplieron tareas pesadas y riesgosas, con la excavación de la piedra y la manipulación de los escombros como aspectos destacados. Varios murieron en accidentes por derrumbes o percances similares. Otros vieron su sistema respiratorio y su vida misma arruinados por la silicosis, mal mortal asociado a la inhalación del polvo de las excavaciones. 
 Además del beneficio simbólico para el dictador y sus corifeos, la mano de obra carcelaria jugó en favor del menor costo de los trabajos para el Estado. Y fue fuente de ganancias de los concesionarios privados de las obras, que contaron con una fuerza de trabajo sin opciones. A la que mezclaron trabajadores “libres”, de modo de extraer los mayores beneficios de unos y otros. 

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 El sistema de trabajos forzados constituye en sí mismo una síntesis de la vocación y práctica totalitaria del régimen encabezado por Francisco Franco. Juristas, curas, militares, funcionarios penitenciarios, guardiacárceles, ministros de Justicia, sumaron sus esfuerzos para concebir, regular, poner en funcionamiento y controlar el sistema. La corrupción asociada llenó muchos bolsillos. Las ganancias de los “empleadores” privados contribuyeron a consolidar el patrimonio de varias grandes empresas.
 Como contracara, los prisioneros esclavizados buscaron con desesperación abandonar los recintos de encierro, ganar un poco de “aire puro”, aliviar en algo la triste suerte de sus familias. También la abreviación de las penas interminables que les había impuesto una legislación tiránica, por obra de tribunales sin garantías de defensa y condicionados en su contra. 
 No se crea que la vigencia de la funesta “redención” se circunscribió a los tiempos iniciales de la dictadura. Mantuvo su funcionamiento hasta el final del régimen, como una evidencia más de lo muy relativo de la “liberalización” que se atribuye a sus últimos años.
 Otro capítulo infame entre las tinieblas de cuatro décadas. Y un eslabón más de la cadena de impunidades que montó la en su momento tan elogiada “transición”, con su disposición al “olvido” y al “perdón” de uno de los regímenes más criminales del siglo XX. 

 Daniel Campione | 09/09/2022

El ilimitado culto a Franco


Fueron incontables y prácticamente no tuvieron límites las manifestaciones de la megalomanía de Francisco Franco, las adulaciones a su persona por todo tipo de dignatarios militares, civiles y eclesiásticos, incluida la atribución a su persona de caracteres divinos. 
 Es difícil elegir un ejemplo para comenzar, entre muchos posibles, a cual más prepotente y exagerado, que podrían ser atribuidos a una patología si no tuvieran una oscura lógica de sometimiento absoluto, de entronización de un liderazgo despótico. Al que no sólo no se podía hacer ninguna objeción, sino siquiera sustraerse a la celebración cotidiana y al elogio desmesurado. 
 Hasta los presos políticos estaban obligados a hacer el saludo fascista y cantar el himno falangista Cara al sol… 

 Sólo Dios arriba suyo. 

 Podría comenzarse por el artículo 47 de los estatutos de Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista, interminable y rimbombante nombre del partido unificado que el dictador fundó a la fuerza en abril de 1937. 
 Redactado en ese mismo año ese inciso establecía: “El jefe nacional […] supremo Caudillo del movimiento, personifica todos los valores y todos los honores del mismo como autor de la era histórica donde España adquiere las posibilidades de realizar su destino y con él los anhelos del movimiento; el jefe asume en su entera plenitud la más total autoridad. El jefe responde ante Dios y ante la Historia”.
 Obsérvese el grado de omnipotencia. Ningún ser viviente podía pedirle cuentas mientras estuviera vivo. Sólo Dios dispondría de su alma después de su “tránsito a la inmortalidad”. Y la Historia daría su veredicto, de seguro favorable, para entronizarlo como el padre de la nueva España. 
 Otra muestra de adulación, al extremo de estar acuñada en las monedas de curso legal en la España franquista e incluso muchxs años después fue el lema: Francisco Franco Caudillo de España por la gracia de Dios”. 
 Volviendo de algún modo a la lógica del absolutismo, nada menos que la divinidad daba respaldo a la autoridad de Francisco Franco. Cabe aclarar que la jerarquía católica en ningún momento expresó desacuerdo alguno en que, junto a la efigie del genocida apareciera esa divisa. Las autoridades eclesiales lo bendijeron sin tapujos. 
 Otra entronización de raíz religiosa del liderazgo del llamado Caudillo fue que se le permitiera entrar bajo palio en catedrales e iglesias, él y su esposa cubiertos de una suerte de toldo sostenido por varias personas. Todo en carácter de homenaje al “jefe de la gloriosa cruzada nacional”, un apelativo que sus secuaces eclesiásticos le asignaban con frecuencia. 

 Jefe de Estado, jefe de Ejército. 

 Un parágrafo lo merecen sus títulos grandilocuentes. Algunos sólo establecidos para rendirle pleitesía, otros al servicio de otorgarle poderes bien efectivos e inamovibles. 
 Fue nombrado Jefe del Estado español. En realidad el decreto que lo designó, en los primeros meses de la guerra civil, sólo lo elevaba a “jefe de gobierno del Estado español”. 
 En su artículo primero puede leerse: “En cumplimiento de acuerdo adoptado por la Junta de Defensa Nacional, se nombra Jefe de Gobierno del Estado Español al Excmo. Sr. General de División don Francisco Franco Bahamonde, quien asumirá todos los poderes del nuevo Estado”.
 Pero en seguida se transformó en “Jefe de Estado” a secas. No es un problema sólo terminológico. El gobierno está, por definición, sujeto a un tiempo de vigencia, la jefatura de Estado (los reyes son tales jefes, por ejemplo) puede ser a perpetuidad, como de hecho lo fue en este caso. 
 El 1 de octubre, aniversario de su asunción como jefe de Estado en 1936, fue convertido en festividad nacional oficial, bajo la invocación “Día del caudillo” o “Fiesta Nacional del Caudillo”. El dictador pasaba a tener un feriado enteramente dedicado a su homenaje. 
 En el mismo decreto, en su segundo artículo, se lo designaba: “Generalísimo de las fuerzas de aire, mar y tierra.” Lo que le otorgaba el mando único e indiscutible de todas las unidades de combate de las fuerzas armadas. 

 Publicidades y publicaciones 

 Cuando aparecía ante públicos numerosos, los asistentes gritaban tres veces: ¡Franco, Franco, Franco! Un vítor cuasi obligatorio para elevar aún más la exaltación del jefe supremo. 
 También se puso en marcha una gran campaña publicitaria que lo presentaba como un líder “fuerte, modesto, generoso y sencillo”. Si no se tratara de un feroz dictador, haría gracia que semejante egocéntrico fuera motejado de “modesto” y “sencillo”. 
 En Radio Nacional de España se realizaba un programa destinado a los niños pensado para atender a, textuales palabras: “la necesidad de ir sembrando en sus almas, y en justa medida, la idea de Patria, de amor al Caudillo, de obediencia, de disciplina, de admiración.” 
 Aquí la arrogancia totalitaria en otro punto culminante: El aparato nacional de propaganda, y en última instancia el jefe, en su espíritu megalómano, se atribuían la potestad de “sembrar en las almas” de la infancia. 

 La historia oficial de la guerra “incivil”. 

 Con respecto al relato oficial de la contienda española, se atribuía allí a Franco la autoría del golpe. Flagrante mentira, siendo que se había sumado a último momento. Y durante algunos meses no se lo reconoció como jefe del llamado “alzamiento nacional” o “glorioso alzamiento”, era sólo un general de división entre otros.
 Se ocultaba asimismo que el ejército de Franco tenía una gran superioridad en armamento, logística y nivel de formación de la mayoría de sus oficiales. Todo al servicio de presentar la victoria como producto exclusivo de la “genialidad” del jefe, aún bajo supuestas circunstancias adversas. 
 Bajo esos lineamientos se escribió una obra en varios volúmenes, bajo el título Historia militar de la guerra de España. 
 Otras manifestaciones no tan oficiales, pero también provenientes del aparato estatal, enaltecían a Franco hasta el borde de la alienación. José Millán Astray, militar laureado y mutilado de guerra, que había sido jefe de Francisco Franco en la Legión, lo saludó como “enviado de Dios, como conductor para la liberación y el engrandecimiento de España.”
 Hasta se hizo hablar a los muertos. Víctor Ruiz Albéniz, uno de los jerarcas del periodismo oficial más cercanos a Franco, atribuyó al fallecido general Emilio Mola, el jefe más importante después del nombrado “generalísimo”, las siguientes palabras: “Lo único que faltaba a España era un hombre que la pusiera en pie. Franco lo ha hecho.” De hecho Mola era su rival y no es verosímil que haya pronunciado esas palabras. 
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 Se podría seguir con centenares de ejemplos. Todo era poco. La Victoria (así, con mayúscula) en la supuesta “Cruzada” todo lo permitía, y daba derecho sobre vidas y haciendas de todo el pueblo español. Lo que, salvo una casta de privilegiados, no sólo se aplicaba a sus opositores, sino a veces también a sus partidarios. Varios de los cuales terminaron en la cárcel por oponerse a alguna decisión del llamado Caudillo. 
 Es importante tomar conciencia asimismo de que este culto rayano en la enajenación fue una condición entre las que dieron alas a la consumación del genocidio contra centenares de miles de españolas y españoles. 
 Algo que debe conocerse para sostener la memoria e incluso estimular la reflexión. 

 Daniel Campione | 30/09/2022

La poesía entre la libertad y la muerte

Una extensa biografía de Miguel Hernández se ha reeditado hace poco, trayendo nuevas luces sobre una humanidad enorme y de convicciones firmes. 
 José Luis Ferris, Miguel Hernández: Pasiones, cárcel y muerte de un poeta. Sevilla, España. Fundación José Manuel Lara, 2022. 638 páginas. 

 Este trabajo trae una visión actualizada y compleja sobre la vida y la obra del llamado «poeta de la revolución», en los años de la guerra civil. 
 Ferris se apoya en largas décadas de estudios «hernandianos» y en una multiplicidad de testimonios de testigos y protagonistas. También toma documentos que han sido exhumados en tiempos recientes, incluso por él mismo.
 La obra es una reedición «aumentada y corregida» y ha visto la luz este mismo año, por lo que constituye una puesta al día y compilación de lo que han producido las por fortuna abundantes investigaciones de las dos décadas transcurridas desde la primera publicación. 
 El autor ha puesto empeño en eludir idealizaciones en torno a Hernández. En particular las construidas a propósito de la imagen idílica de «poeta pastor» que, en clave de admiración irrestricta, edulcoraban bastante los pasos del alicantino por esta tierra. 
 Hubo en el mencionado lapso de dos décadas trabajos monográficos importantes. Por ejemplo acerca de las prisiones y los procesos judiciales que pesaron sobre el poeta. Sobre esa base, el autor ha producido una muy informativa síntesis de ese recorrido último.

 Del campo a Madrid, de la Iglesia a la revolución.
 
 En su breve vida, la trayectoria «hernandiana» experimentó fuertes giros. Miguel pasó de pastor de cabras a las órdenes de su padre a novel poeta y dramaturgo de convicciones católicas y conservadoras. Para luego poder aunar su experiencia social en el trabajo manual y la pobreza con ideales de transformación social. 
 Su punto de partida fue Orihuela, una ciudad pequeña, de fuerte influencia eclesiástica y hábitos sociales rutinarios y pacatos. Ferris describe con maestría esa atmósfera y su influjo sobre los primeros pasos del poeta. 
 Ya establecido en Madrid y con amistad estrechada con Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre, Pablo Neruda y Raúl González Tuñón, entre otros, se convertirá en una “joven promesa” de la poesía hispánica. Y en un hombre de izquierdas, tras el sueño de una sociedad más libre y justa. 
 El giro abrupto de la coyuntura española lo llevaría en poco tiempo a transformarse en “el poeta del pueblo” o “el poeta de la revolución”, en un difícil maridaje entre los versos y los fusiles, que sostiene en alto pese a sus dificultades. 
 Ese itinerario lo recorre Ferris. Sin desmentir nunca una firme admiración por la persona y la escritura de Hernández. Pero incorporando diversas aristas de su personalidad y sus acciones, dentro y fuera del campo artístico. 
 M. H era, entre otras cosas, un joven de sana ambición, que quería convertirse en una figura literaria de peso, con sus poemas leídos por muchos miles de compatriotas. Iba en ese camino cuando los militares se alzaron contra la república… 
 Por entonces Miguel ya formaba parte desde hacía unos meses del Partido Comunista. Sus convicciones habían virado en medio de un proceso de radicalización política generalizado. Hernández mostraría que en su caso no se trataría de seguir una onda ni de un cambio superficial, sino de una toma de partido raigal y definitiva. 
 Ferris lo sigue con atención en sus pasos durante la guerra: Después de un inicial refugio en su tierra natal, el poeta se enrola en el Quinto Regimiento. Y a partir de allí el suyo es un recorrido de combatiente, en particular en el «frente cultural», primero dentro de las milicias y después del ya constituido ejército republicano. Como poeta, dramaturgo, periodista, Miguel acompaña a las tropas, vive con ellas, y asiste a los combates. 
 El autor trata de mantener una postura de equilibrio frente al tránsito poético de Hernández por el conflicto hispano: Valora su decisión de desempeñarse en el propio frente y no en la retaguardia. Y asigna alta estimación a su producción poética puesta al servicio de la moral combatiente y el arraigo de la lucha antifascista. Procura al mismo tiempo no convertirla en la clave de bóveda de su producción, al destacar asimismo el valor de sus versos anteriores y posteriores al conflicto. 
 Ferris va en dirección a rescatar el conjunto de su obra, sin esquematismos ideológicos que lleven a privilegiar en demasía su poesía amorosa o introspectiva. O, al contrario, den primacía absoluta a sus versos más militantes, los de Viento del pueblo, por ejemplo.
 Otro costado a anotar entre los méritos del estudioso está en el tratamiento de la vida amorosa del autor de El rayo que no cesa. No se acerca por el sendero chismográfico, sino para ver cómo incidieron sobre su vida las mujeres que la atravesaron. 
 Miguel no logró la conjunción de pareja que buscaba. Su noviazgo y matrimonio con Josefina Manresa adoleció de la pertenencia a “mundos” diferentes e ideologías muy diversas. Lo que no impidió que ese vínculo contribuyera a sostenerlo en sus peores momentos. 

 La cárcel y la muerte.

 En la escena inmediata a la derrota de la República, el poeta de Orihuela quedó desamparado. El libro brinda atención a esos momentos e incorpora varias dimensiones a su narración y análisis. Sin cargar en exceso las tintas, señala la desatención de sus camaradas de partido, que no lo incluyeron en ningún contingente a proteger camino al exilio, de los que hubo más de uno.
 En el período final, de recluso en las prisiones franquistas, Ferris brinda una visión bastante completa de lo que fue aquel padecimiento. Tanto acerca del maltrato carcelario como de la cruel y chapucera «justicia» del franquismo. La misma que lo condena a muerte para luego cambiar la sentencia a 30 años de prisión, no sin antes tenerlo medio año con su ejecución pendiente. 
 Todo en un trámite “sumarísimo de urgencia”, que lo acusa por un absurdo “delito” de “adhesión a la rebelión militar” y excluye el tratamiento de las pruebas. 
 El estudioso explica cómo el régimen decide no consumar el asesinato judicial de Hernández, para eludir así las seguras repercusiones internacionales del caso. Del “Caudillo” hacia abajo, no querían “otro García Lorca”. Así es que conmuta la condena. 
 Y luego hace y deja de hacer todo lo necesario para llevarlo a la muerte. 
 Sitio destacado se lo llevan los franquistas que habían sido amigos del poeta y buscan la «regeneración» del encarcelado, para hacerlo abjurar de sus ideales y convertirlo en un «arrepentido», en paz con la dictadura y con la Iglesia. Señala Ferris entre ellos el papel de algún eclesiástico, otrora protector del poeta, que subordinó la preservación de su vida a la supuesta “salvación” de su alma. 
 Miguel rechazó esos acercamientos una y otra vez. Y murió de tuberculosis en las peores condiciones. Pero con la dignidad intacta, tal como la había sobrellevado en sus tres décadas de vida. 
 Por fortuna, en el caso del alicantino nadie podría hablar hoy de que haya insuficiente memoria sobre su poética y su trayectoria vital. En el año en que se cumplen 80 de su muerte, es cada vez más la atención que se le dedica, desde las investigaciones más concienzudas a los recordatorios periodísticos ocasionales. 
 Ferris ha tomado todo ese caudal y lo ha elaborado para arribar a esta extensa biografía. La que cumple con todos los requisitos del trabajo erudito y a la vez alberga una escritura entretenida y hasta apasionante.
 Hernández es representativo de toda una era de la cultura española y del intento del franquismo por aniquilarla. La dictadura no pudo cargarse ni a su poesía ni a su ejemplo de vida. Ambos siguen iluminándonos y obras como ésta avivan ese brillo perenne.

 Daniel Campione | 24/10/2022

Google, YouTube y la «moralfare»


En marzo de 2022, un mes después del inicio de la guerra en Ucrania, el gigante Google, dueño de YouTube, advirtió a los productores de contenido (aunque con derechos cosméticos, son los principales empleados de la superplataforma; quienes logran al menos 1.000 subscriptores y 4.000 horas de visualizaciones reciben el primer dólar) que tengan cuidado con sus productos audiovisuales y se abstengan de expresar alguna idea u opinión que “explota, descarta o aprueba” la guerra en Ucrania.
 Naturalmente, ninguna de estas advertencias fue nunca ejercida para las guerras lideradas por la OTAN, ni siquiera las más recientes en Medio Oriente y Noráfrica. Por el contrario, la brutal invasión de Irak en base a “información falsa” y narrativas para niños, la que dejó un millón de muertos, millones de desplazados y medio continente sumido en el caos más violento que se hubiese podido imaginar, fue apoyada por estos mismos medios en base, por ejemplo, al “Patriot Act” aprobado en Washington en octubre de 2001, por el cual ni siquiera estaba permitido publicar las fotos de los muertos propios retornando al país ni los muertos ajenos hundiéndose en el olvido; por otra parte, se exigía que cada reporte “desde el lugar de los hechos” fuese acompañado con la repetida referencia al ataque de las Torres Gemelas. 
 Por no mencionar guerras más recientes, masacres, bombardeos sistemáticos de drones, matanzas ocultadas a la opinión pública, rebeliones inoculadas o secuestradas, magnicidios de dictadores o líderes rebeldes, como el de Muamar el Gadafi, y más violaciones en curso de los derechos humanos por parte de gobiernos poderosos, como los abusos y exterminios en masa de los pueblos en Yemen, Siria y Palestina.Una forma sutil y por demás efectiva de censura de los pequeños y grandes productores de contenido cultural, de entretenimiento o de noticias en YouTube, consistió en la mejor estrategia de censura que cualquier sistema democrático o dictatorial conoció en los últimos siglos, desde el Panóptico de Jeremy Bentham en el siglo XVIII hasta el miedo de los usuarios de que la CIA o la NSA y otras agencias secretas estén vigilando sus actividades en Internet, pasando por innumerables dictaduras, como las dictaduras militar-capitalistas en América Latina durante el siglo XX. 
 En este caso, la autocensura comenzó con la amenaza, por parte de Google y YouTube, de una desmonetización. Es decir, eres libre de pensar lo que quieras, pero si dices algo con lo cual no estamos de acuerdo, dejaremos de pagarte por tu trabajo y no hay gremio que pueda defenderte. De hecho, es lo que le ocurrió a muchos de los periodistas independientes en la plataforma, algunos de los cuales son mis amigos.En otras palabras, las mega plataformas, nacidas y con residencia legal en Estados Unidos, no respetan siquiera la constitución de su país, la cual, en su Primera enmienda, garantiza la libertad de expresión, sin importar si ésta es la expresión del KKK o de los nazis, neonazis y renazis. Hecho que resulta en una grave contradicción al derecho extraterritorial de las mismas leyes estadounidenses que se aplican, incluso, en países como China, en las instalaciones de compañías como Apple o Microsoft, como si tuviesen inmunidad diplomática. 
 Google remató su amenaza con el siguiente sermón moral, propio de la doble vara de las grandes potencias y de las grandes corporaciones: las políticas de la empresa se violan cuando, por ejemplo, se publica “contenido peligroso o despectivo… que incite a la violencia o niegue eventos trágicos” en Ucrania. Si existe un lawfare, está claro que los poderosos de siempre han inventado un moralfare (sobre todo en empresas privadas que escriben sus propias leyes) para secuestrar principios caros a los de abajo. 
 Las víctimas son víctimas en cualquier caso (desde el Sahara hasta Madrid, desde Libia hasta Paris, desde Sud África y el Congo hasta Londres y Bruselas, desde Guatemala y Chile hasta Washington, desde Siria y Palestina hasta Ucrania), pero la moralfare se usa solo para compadecerse y apoyar con toda la fuerza de los medios, la propaganda y la narrativa internacional, a unas víctimas e invisibilizar a otras. 
 La mafia de las corporaciones del Primer Mundo son un pulpo con tentáculos globales y todas tienen un factor común: dinero, medios y poder. La selección de Rusia fue excluida del mundial de fútbol de Catar de 2022, sin que nadie se horrorice por los 7.000 inmigrantes muertos para preparar la fiesta mundial del fútbol en esa petrodictadura del Golfo Pérsico, donde, como en Arabia Saudita, no hay espacio para la indignación de las mujeres oprimidas ni indignación de las mujeres de la OTAN por razones mediáticas y estratégicas. 
 La misma FIFA fue cómplice del fascismo italiano que hizo posible la obtención de los campeonatos de fútbol en 1934 y 1938; el mismo caso de Argentina 1978, cuando la brutal dictadura del general Videla no fue castigada sino premiada por la mafia internacional. Estados Unidos participó del mundial de 2002 en Corea del Sur y Japón, pese a los masivos bombardeos, torturas y masacres en Irak.En 2011 el jugador de fútbol del Sevilla, Frederic Kanouté, fue sancionado por mostrar su apoyo al pueblo palestino. Apenas iniciada la guerra en Ucrania, todas las transmisiones de los partidos de la popular y poderosa La Liga española fueron acompañadas sin tregua por una bandera de ese país al lado del cronómetro, como forma de solidaridad ante la agresión de un país más fuerte (los medios informan de una guerra de Rusia contra Ucrania, no la más obvia guerra de Rusia contra la OTAN). Clubes de fútbol europeos, como el Atlético de Madrid, iluminaron sus estadios con los colores de la bandera ucraniana, por lo cual recibieron felicitaciones por su acto de heroísmo y solidaridad con los Derechos Humanos. Lo mismo ocurrió en otros estadios, como el Wembley de Inglaterra. En muchos partidos de la también poderosa Premier League de Inglaterra, los jugadores fueron obligados a entrar al campo de juego con la bandera ucraniana, como signo de neutralidad deportiva.Como lo estableció y practicó el padre de la propaganda moderna, Edward Bernays, la mejor forma de administrar una democracia es diciéndole a los ciudadanos lo que deben pensar. “La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elemento importante en una sociedad democrática”.
 Según un informe de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) publicado en 2022, “la Corte Suprema de los Estados Unidos reconoció en 1936 que ‘un público informado es la más poderosa de todas las restricciones contra los abusos del gobierno. Sin embargo, hoy en día, gran parte de los asuntos de nuestros gobiernos se llevan a cabo en secreto. Existe una multitud de agencias secretas, de comités secretos del Congreso, tribunales secretos e, incluso, existen leyes secretas. Este estado secreto en permanente expansión representa una amenaza seria a la libertad individual y socava la misma noción de gobierno de, por y para el pueblo”. 

 Jorge Majfud | 17/10/2022 | 

 Nota: Este texto forma parte del próximo libro del autor, Moscas en la telaraña (2024).