sábado, abril 30, 2022

Sobre la integración entre agronegocio y agricultura familiar que propone Grabois


Grabois con Grobocopatel en una charla en la UNC. 

¿Una solución a los problemas de les pequeñes productores? 

 Juan Grabois captó la atención de los medios tras organizar una charla en la Universidad de Córdoba junto al “Rey de la Soja” Gustavo Grobocopatel. Allí destacó que “consideraba a Grobocopatel como el malo y a la economía popular como una resistencia ante una característica inherente del sistema capitalista: la precarización y el desempleo”, pero que actualmente piensa totalmente distinto. ¿Cómo llegó a considerar como victoria una integración entre los sojeros y la agricultura familiar?

 La romantización de la pobreza 

Grabois afirma que el objetivo de la llamada economía popular es ser feliz, no competir con la economía capitalista. Es decir que pretende que mientras les empresaries explotan un millón de hectáreas les pobres sean felices con un pedazo de tierra. Este planteo de conciliación de clases quedó demostrado en su “plan A” de avanzar en una integración entre los sojeros y la economía popular. Lo que Grabois nos dice entre líneas es que nos conformemos con lo que nos ofrezcan les grandes empresaries. 
 Para justificar lo anterior dio como ejemplo el caso de una trabajadora bancaria que era maltratada en su lugar de trabajo y acudió a él para ingresar en una cooperativa, a pesar de que fue advertida de que no ganaría más de 50 o 60 mil pesos. Así embellece la vulnerabilidad social de esta mujer que la llevó a tener que elegir entre la violencia laboral y un ingreso que no alcanza la canasta básica. Esto cuando las mujeres somos las más precarizadas del sistema productivo agrícola, por lo que dicha trabajadora no contará tampoco con las condiciones laborales adecuadas.
 Además, entrar en una cooperativa no es tan sencillo como parece, porque se debe reunir la comisión directiva y asociar a un nuevo miembro bajo condiciones que muchas veces no son favorables para el individuo. Es por eso que el discurso de Grabois es muy peligroso, fomentando la conformidad de muches en esas condiciones de extrema precarización y bloqueando que salgan a luchar por lo que se merecen, perpetuando el estancamiento de estes pequeñes productores.
 Incluso afirmó que “en la economía popular la gente es más pobre, pero más feliz, cuando pasan la línea de indigencia, es otra forma de vivir, sencilla, de poca educación y poco acceso a la salud”. Esto no solo es lo máximo que propone para les trabajadores, sino que asegura que “si les dan lo mínimo indispensable ni siquiera cortan la ruta, no les hacen perder el tiempo”. Un guiño a la ofensiva antipiquetera del gobierno y la derecha, que revela a quiénes favorece esta política. 

 La “economía popular” de Grabois 

El dirigente de a Utep habló de 50 familias pequeño productoras que arriendan tierras y las describió como gente que no va a la facultad, que no conoce la palabra agronegocio y por eso no les importaría luchar contra ello. ¿Acaso no se da cuenta de que está hablando de las mismas personas? 
 Les campesines saben perfectamente qué es el agronegocio: lo saben cuando se les enferman les hijes porque fumigan la escuela, lo saben cuando toda su producción se muere por los plaguicidas de campos cercanos, cuando son expulsados de sus tierras por acuerdos entre empresarios y el gobierno. Son les trabajadores de la tierra quienes denuncian el sistema productivo sojero y quienes más sufren sus consecuencias,. A su vez hay muches que sí tienen formación, porque lucharon para poder tener una, como en la UniCam Suri (Universidad Campesina – Sistemas Rurales Indocampesinos). 
 El defensor de la “economía popular” plantea que estaría bueno que empresaries denuncien a otres empresaries que hacen las cosas mal, como los desmontes. Es algo nunca antes visto, y la razón es simple: no se trata de prácticas individuales, sino de todo un régimen productivo en beneficio de una clase social cuyo único interés en producir es maximizar sus ganancias. Difundiendo esta ilusión Grabois ofrece una salida reaccionaria a les empresaries para que la gente afectada deje de molestarles.
 De hecho este debate en la Universidad de Córdoba se viralizó porque el dirigente social oficialista contestó de muy mala manera a un docente que preguntó con todo respeto algo que no supo contestar: cómo se evita que por este camino a la Argentina esté en unos años despoblada y llena de soja. Grabois lo increpó y lo acusó de “no hacer nada”, ninguneando que son quienes sostienen la educación y llamando en realidad a sus compañeros callarse y avalar los agronegocios. 
 Esta visión es la que justifica que las universidades firmen convenios con empresas contaminantes, como sucede en la UBA con la penetración de Monsanto o Syngenta en la Facultad de Agronomía. El Movimiento Evita, que también habla en nombre de la “economía popular”, vota a favor de estos convenios -en conjunto con la LAI (representación de la Sociedad Rural)- afirmando que financian distintos trabajos de investigación, pero su único fruto es la convalidación de las prácticas contaminantes por la universidad pública. Es una clara demostración de que la conciliación de las multinacionales con la agricultura familiar sólo genera una subordinación de la segunda a las primeras. En cambio la agrupación estudiantil Abriendo Caminos (conformada por la UJS e independientes) lucha contra estos convenios, y logró la derogación del convenio que la facultad tenía con el latifundista italiano Benetton. 

 Una alternativa real

Al igual que la megaminería, la explotación petrolero en el Mar Argentino o el acuerdo porcino con China, el agronegocio es otra carta del gobierno para pagar la deuda al FMI. Por eso cualquier perspectiva de salida requiere pelear contra esta orientación de fondo, compartida por la oposición de derecha.
 Actualmente la agricultura familiar es una alternativa al sistema de agricultura convencional contaminante. Con sólo un 13,5% de la superficie agraria este sector representa al 75% de los productores del país y produce más del 60% de las verduras. Por lo tanto es necesario defenderla, pero no para limitarla en una pobre “economía popular” sino con la convicción de que se pueden conseguir mejores condiciones de vida para estas familias, lo que se logrará combatiendo al régimen de los agronegocios. El plan de Grabois con Grobocopatel confirma que las organizaciones cooptadas por el Estado son un bloqueo para la organización de estes pequeñes productores por sus reivindicaciones.
 Una salida beneficiosa para estas familias precarizadas requiere un programa que rompa con la agricultura en manos del gran capital, avanzando en la nacionalización del comercio exterior, la apertura de los libros de toda la cadena de producción y comercialización agropecuaria, centralización de una banca estatal única bajo control obrero para disponer de los recursos financieros, y la expropiación de la propiedad terrateniente y de las tierras ociosas para ponerlas al servicio de la producción en manos de quienes trabajan. 

 Meli Ve

Malvinas, el ebrio vicecanciller macrista y una entregada colonial


Foradori, cuando era vicecanciller.

 Urge anular el pacto leonino Foradori-Duncan. 

 Por estos días se ha suscitado un escándalo a raíz de la publicación de un libro autobiográfico, “In the Thick of It”, del exsecretario adjunto de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Alan Duncan. En el mismo se involucra al exvicecanciller del entonces gobierno argentino de Mauricio Macri, Carlos Foradori. Según retrata el libro, el funcionario macrista, en la noche del 12 de septiembre de 2016, negoció y firmó en estado de ebriedad un borrador de acuerdo bilateral por las Islas Malvinas y el Atlántico Sur en la embajada británica de Buenos Aires. El convenio fue ratificado posteriormente por el gobierno argentino y el inglés, y fue blanco de cuestionamientos por sus perjuicios para nuestro país.
 Debido a las repercusiones del asunto, el canciller del actual gobierno del Frente de Todos, Santiago Cafiero, ordenó una investigación interna en el Ministerio de Relaciones Exteriores para corroborar la veracidad de las afirmaciones vertidas por el exfuncionario británico. Contrariamente, el propio Duncan salió rápidamente a desmentir lo publicado y manifestó que se trató simplemente de una broma, y que Foradori fue “duro y profesional en las negociaciones” (La Política Online 27/4). También, el exembajador Mark Kent se sumó al coro de las desmentidas.

 ¿De qué se trataba el “acuerdo”? 

Mas allá que desconocemos las motivaciones por las cuales el exvicecanciller inglés reveló ese episodio con su par argentino, lo cierto es que el acuerdo llamado “Foradori-Duncan” fue absolutamente leonino, independientemente de si hubo o no “copas demás”. Durante la presidencia de Macri hubo un salto en las “relaciones carnales” con el imperialismo inglés, al mejor estilo del gobierno peronista de Carlos Menem, cuando su otrora canciller Guido Di Tella les regalaba ositos “Winnie Pooh” a los usurpadores kelpers de las Malvinas para navidad. Además, la canciller en la primera etapa de la administración macrista, Susana Malcorra, paralelamente estaba en carrera para candidatearse a la Secretaría General de las Naciones Unidas, por lo que seguramente buscaba congraciarse con las potencias de la OTAN para obtener los votos y ganar la jefatura de la ONU, objetivo que finalmente le fue truncado. 
 Con aquel pacto, los británicos impusieron condiciones como “remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas”, por lo que incluyeron temas de comercio, pesca, navegación e hidrocarburos. Esto dio la vía libre para acrecentar los negociados con las islas. Así, en 2019 se realizó una licitación offshore para la exploración sísmica y posterior explotación petrolera y gasífera en Mar Argentino, y que hoy el gobierno de los Fernández pretende habilitar a toda costa. Como yapa, se levantaban las sanciones y multas que se les aplicaban a las grandes petroleras y flotas pesqueras de Inglaterra (o de naciones habilitadas por esta), por sus operaciones sin permiso dentro de la Zona Económica Exclusiva marítima de la República Argentina. También el Reino Unido había logrado más vuelos desde el continente a Malvinas. Y una nueva ruta, San Pablo – Malvinas, con una escala en Córdoba. Como premio consuelo, el acuerdo supuestamente facilitaba el acceso sin restricciones al cementerio argentino en Darwin, para facilitar el trabajo de los antropólogos forenses en la toma de muestras y comparar los ADN de los combatientes argentinos enterrados allí y terminar de identificar a los pocos NN que faltan.
 Ante el Congreso, Foradori tuvo que salir a explicar, entre fuertes críticas, que cada uno de los funcionarios de la cancillería y del gobierno ¡“tenían la camiseta argentina puesta”!. El exvicecanciller argentino consideró que lo que había lanzado junto a su contraparte británica fue un comunicado de prensa conjunto sin firmas. Y que no se trataba de un acuerdo. Sin embargo, el argumento alteró los ánimos opositores, que le preguntaron cómo denominaría los diez puntos en los que allí se acuerda avanzar. “Según la Convención de Viena, lo firmado es un acuerdo” le retrucó un legislador opositor. En los hechos, este pacto ruinoso no fue cumplido (afortunadamente) en su totalidad, debido a la generalizada indignación popular que hubiera despertado. Sin embargo, era un pronunciamiento que implicaba reconocer y consolidar el colonialismo británico en el archipiélago y que, lamentablemente, sigue vigente.

 La denuncia en la justicia

 Por otro lado, el convenio fue llevado a la justicia en 2019 por la abogada Valeria Carreras (que representa, además, a los familiares del ARA San Juan) y ampliada estos días con la acusación al vicecanciller macrista Foradori de que estaba borracho al momento de las negociaciones y la firma del documento por los Estados argentino y británico. En la causa judicial por “traición a la patria” en la que también se imputa al expresidente Mauricio Macri, Carreras amplió la denuncia de hace tres años “porque hay un hecho nuevo en este acuerdo aberrante, que no se podía firmar ni borracho” (Radio 10, 27/4). 
 Por otro lado, al estar bajo la conducción de Macri, el exmandatario también es responsable de este hecho. Lo que ocurre es que en el libro agregan que el entonces presidente le dio su “bendición” al acuerdo y aparece como uno de los involucrados en la situación. 

 Que se anule de inmediato el pacto 

Estos episodios son la expresión mas grotesca de la servidumbre de todos los gobiernos que han hundido al país, sean “nacionales y populares” o derechistas. Respecto al caso en cuestión, que es de una gravedad inusitada, es importante la presión de la movilización popular independiente para que se ponga en el conocimiento público los archivos y documentos que comprometan a los responsables políticos y diplomáticos de estas entregadas de la soberanía del país, y que sean juzgados y la paguen. 
 Este contexto, que pretende ser aprovechado por el kirchnerismo mostrando una supuesta defensa de los intereses nacionales, es una impostura. Por solo citar dos ejemplos, la convalidación de la gestión del gobierno de las explotaciones hidrocarburífera del Mar Argentino iniciadas por el macrismo, y que darán concesiones a los pulpos angloholandeses y noruegos para rematar nuestras aguas y su biodiversidad. O la tolerancia a los magnates como Lewis, que se apropió de millones de hectáreas y los cursos de agua en el sur argentino, y que ha sido acusado de realizar vuelos clandestinos a las Malvinas desde sus pistas privadas en la Patagonia. Y, desde luego, el pacto con el Fondo Monetario Internacional, que solo traerá mas penurias al pueblo trabajador y la entrega de nuestros recursos. Cacarear sobre Malvinas no los exime de la real naturaleza de su gobierno, postrado ante el imperialismo.
 Anular el pacto “Foradori-Duncan” es una medida elemental que debe tomarse de inmediato. Pero el establecimiento de una auténtica política de soberanía para la nación, y que incluya una estrategia por la causa nacional de las Malvinas, solo podrá llevarse a cabo con una intervención por parte de un gobierno de los trabajadores que desarrolle una transformación social de fondo. Todos los gobiernos capitalistas de las últimas décadas son responsables de perpetrar un régimen de saqueo, extranjerización y sometimiento nacional. 

 Gastón Fernández

Saccomanno


Aunque el discurso inaugural de la Feria del Libro es siempre motivo de comentarios en el mundillo político e intelectual por tratarse del mayor evento editorial de nuestro país, el caso de Guillermo Saccomanno se distinguió por un conjunto de motivos. En lugar de alabanzas, arrojó críticas. Prefirió “ahondar en la tensión”, dijo, en vez de repartir agradecimientos. Afirmó que era el primer escritor en cobrar su trabajo, el de redactar y pronunciar el discurso inaugural. Algunos editores, detalló, se opusieron por el precedente que significaba pagarle a un escritor por subir al estrado, y que era suficiente remuneración el ´prestigio´ que significa inaugurar la feria de una industria que mueve millones. “No creo que mencionar el dinero en una celebración comercial sea de mal gusto. ¿Acaso hay un afuera de la cultura de la plusvalía?”, se preguntó. Saccomanno también criticó el lugar que alberga a la Feria, el predio de La Rural; refirió a los oligopolios de la industria del papel, Ledesma y Celulosa Argentina; denunció el bajo porcentaje que cobran los autores sobre el precio de tapa de un libro; habló de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, de Nicolás Trotta y Soledad Acuña; habló de su adolescencia, de su escritura y de sus lecturas.
 Los macristas lo criticaron por prosaico y los kirchneristas y Página/12, lo celebraron. Diez años atrás, Saccomanno formó parte de Plataforma 2012, un grupo de intelectuales que, dentro del campo de la progresía, pretendía diferenciarse de la alcahuetería de Carta Abierta y “recuperar el pensamiento crítico”. Saccomanno se apartó pronto de ese grupo, tras la publicación de su primer documento, que albergaba un conjunto de denuncias (megaminería, leyes antiterroristas, etc), cuando él esperaba un texto de “apoyo crítico” al gobierno kirchnerista. Pensamiento crítico sí, pero no tanto.
 Saccomanno habla de trabajo no remunerado. Esa es la condición del asalariado. De esa confiscación del tiempo y el esfuerzo del obrero se nutre el capital. A algunos obreros los condena a la desocupación crónica, a un sub-existencia por debajo de los valores nutricionales y ambientales que se consideran el umbral de la civilización. El Estado, a cambio de 16 mil pesos mensuales -lo que cuestan tres o cuatro volúmenes en cualquier stand de la Feria- los conchaba en ´cooperativas´ y ´unidades ejecutoras´ como mano de obra sin derechos para que los intendentes los pongan a realizar el trabajo de los empleados municipales bajo convenio, que ganan un poco más del doble. A otros trabajadores, que revisten como ejército de reserva permanente, ni siquiera eso, aunque acampen días y noches y semanas en las puertas del Ministerio de Desarrollo Social. Cuando Saccomanno habla del “el 40% estadístico de pobreza”, debe saber que esta incluye un porcentaje enorme de asalariados en relación de dependencia. La burocracia sindical se ha encargado de perpetuar esta situación, firmando sistemáticamente paritarias por detrás de la inflación de precios. 
 Pero no es esta solamente la condición del obrero de la industria o el empleado del Estado. Hay una masa de trabajo intelectual no remunerado, no ya en términos relativos sino absolutos, que la constituye la labor de los llamados ´docentes ad honorem´ en la Universidad de Buenos Aires, que se cuentan por millares. A ellos, como se pretendía de Saccomanno, se les retribuye con “prestigio” y nada más. Cada tanto, el rectorado de la UBA -que es una trenza de macristas y peronistas- deja caer un puñado de rentas para ellos, pero son distribuidas fuera del control de los afectados entre las camarillas profesorales que dominan el mundo académico. 
 Cuando se refiere al predio de La Rural, Saccomanno se queja de que “se le pague un alquiler sideral a la institución que fue instigadora de los golpes militares que asesinaron escritores y destruyeron libros”. Sincera que han tenido la amabilidad de explicarle que “no hay otro lugar de magnitud capaz de albergar tantos expositores y facilitar el ingreso de una multitud”, pero acusa a que el cambio de sede se relaciona con la falta de apoyo del Estado. Digamos nada más que la Sociedad Rural se alzó con ese predio privilegiado, ubicado en un punto estratégico de la Ciudad de Buenos Aires, mediante una maniobra fraudulenta típicamente menemista y que nadie, pero nadie, se atrevió a mover un dedo para desalojarla de allí, incluso durante los 14 años de gobiernos ´nacionales y populares´. 
 Fue feroz con el oligopolio de la industria papelera. Habló de Blaquier y Ledesma, pero podemos agregar que Blaquier le dedicaba poemas a la actual vicepresidenta, en la época que Bioledesma se alzaba con el 60% del cupo de la producción de bioetanol en el país. Por los crímenes cometidos por la dictadura en el Ingenio Ledesma, que Saccomanno vino a recordar, Blaquier ha gozado y goza de completa impunidad, bajo todos los gobiernos de la ´democracia´, de 1983 a esta parte.
 En otro plano, Saccomano se retrotrajo a su infancia en Mataderos, a la biblioteca de su padre, donde convivían Bakunin, Zola, Arlt, Marx y Dostoievski; a la huelga del frigorífico Lisandro de la Torre; el ´manoteo´ de algún libro en un puesto de usados durante su adolescencia, cuando trabajaba de cadete. Subrayó el carácter comercial del evento que le tocaba inaugurar y se ubicó en el lugar que le tocaba representar en ese circuito como -se ha dicho antes-, ocurre con cualquier trabajador en la sociedad actual – “Nuestra relación con los editores es siempre despareja. Nos sentamos en desventaja a ofrecer nuestra sangre, no otra cosa es la tinta”. El discurso de Saccomanno tuvo el mérito de correr el velo romántico que muchas veces recubre el oficio de escritor. 
 El capitalismo es la cultura de la industria. La burguesía monopoliza el saber y de los medios de expresión. Que las masas se apropien de su acervo es la tarea histórica del proletariado y requiere de su dominio político en la sociedad – el gobierno de los trabajadores. En eso consiste subvertir el orden actual de las cosas. 
 El pensamiento crítico solo merece ese nombre cuando es implacable. 

 Jacyn 
 30/04/2022

El “paraíso” de Lacalle, más pobreza, más hambre, más violencia

«Hoy, en un país que creció 4,5%, hay 66.000 pobres más que en 2019» 

 Un relevamiento de la coordinadora de ollas populares señala que se entregan 30.000 porciones más por semana que en 2021 lo que señala con claridad un aumento de la cantidad de personas que en el Uruguay que gobierna la coalición derechista del presidente Luis Lacalle, no tienen qué comer, en medio del aumento de la violencia en el país. 
 Allí se ve el impacto social que está causando la combinación de la pérdida acumulada de salario real, el aumento de la pobreza que sólo se ha revertido en parte y la inflación acelerada. Se teme que la inflación, con posibilidad que alcance el 10 por ciento, despertó preocupación en analistas y el gobierno, aunque las autoridades llamaron a no generar «alerta»
 Mientras, el Sistema Integral de Protección a la Infancia y a la Adolescencia contra la Violencia informó que las situaciones detectadas en 2021 fueron 43% más que en el año anterior, Las situaciones de violencia hacia niñas, niños y adolescentes aumentaron 43% en 2021, lo que estaría asociado al levantamiento paulatino de las medidas por la emergencia sanitaria, que favoreció la capacidad de detección 
 Los pequeños aumentos de salarios públicos, jubilaciones y pensiones, dispuestos por el gobierno a partir del 1º de julio y a cuenta de ajustes venideros, tendrán un efecto parcial y relativo: gran parte de la población afectada no tiene un empleo público, y en las pasividades menores el incremento anunciado de 3% será muy poco dinero. 
 El presidente, Luis Lacalle Pou, respondió a las críticas recibidas por las medidas económicas de ajustes a los salarios y jubilaciones por el aumento de la inflación, y que cualquier medida «siempre es insuficiente», pero el gobierno «trata de ser justo con los recursos que tiene». Indicó que los ajustes del 2% a los salarios públicos y 3% a las pasividades les cuesta a los uruguayos alrededor de 125 millones de dólares. 
 Incluso desde la coalición de derecha -el Partido Colorado y Cabildo Abierto- han reclamado mayores medidas al gobierno. El centroizquierdista Frente Amplio (FA) le presentó a Lacalle una serie de iniciativas que abarcan la eliminación del IVA a 19 productos de la canasta básica durante seis meses. 
 Por otra parte, propuso eliminar por seis meses el IVA al supergás y también al gasoil para micro, pequeñas y medianas empresas, y no aumentar el precio de ningún combustible por lo menos hasta fin de año, financiando esta medida mediante aportes de Rentas Generales.
 El presidente del FA, Fernando Pereira expresó ahora “el presidente tiene que analizar este documento, lo tiene que cuantificar. Ahora se viene una Rendición de Cuentas y es hora de demostrar si es bluff o si es realidad que se quieren cambiar determinadas políticas en Uruguay”.
 “Si es verdad o no que se quieren aumentar y recuperar los salarios públicos, si es verdad o no que se quiere tener más inversión pública, si se quiere favorecer a los comercios de cercanía y las pequeñas y medianas empresas”, agregó Pereira, y expresó que para todo ello “con el Frente Amplio pueden contar”. 
 “Hoy, con un país que creció 4,5%, hay 66 mil pobres más que en 2019 y muchos de ellos son pobreza infantil; en todas las franjas etarias creció la pobreza infantil, cada vez hay más gente durmiendo en la calle, los salarios y jubilaciones bajaron por segundo año consecutivo mientras otros uruguayos depositaron 9.000 millones de dólares en el Uruguay y en el exterior. Esto se llama injusticia social”, concluyó. 
 Guillermo Franchi, vocero del movimiento Un Solo Uruguay, de propietarios rurales, que hasta ahora apoyó al gobierno de derecha, se quejó de la presión inflacionaria en el agro y de la ausencia de diálogo con el Ejecutivo. Dijo que se ha hablado mucho de la inflación a nivel de consumo de las personas y se habla muy poco de la inflación que ha surgido del agro”. 
 Explicó que “los precios de los productos que Uruguay exporta (..) en el mercado internacional se vienen manteniendo en muy buenos valores (..) pero ha sido más fuerte el incremento de los costos de producción”. Como ejemplo, citó los aumentos en algunos herbicidas, insecticidas, productos veterinarios y en fertilizantes, “que han subido 300 por ciento”. 
 Sorpresivamente, Franchi señaló que actualmente no hay diálogo con las autoridades, luego que Un Solo Uruguay hizo llegar “un montón de propuestas” que “nunca” les fueron contestadas. 
 Danilo Astori, exministro de Economía y dirigente frenteamplista, dijo que si el gobierno no toma las medidas adecuadas para combatir la inflación, «la situación puede agravarse sin dudas». Añadió que se puede esperar que la inflación “pase la línea histórica del 10% a la que estábamos acostumbrados en los últimos años”, recalcó. 
 El senador aseguró que el gobierno no consigue controlar la situación «y castiga a los sectores de la población que tienen ingresos fijos, porque mientras los precios suben, las remuneraciones continúan estancadas» y señaló que se da la circunstancia de que Uruguay está vendiendo sus productos a precios muy altos en el exterior, «y eso se traslada a la situación interna, porque un productor que puede vender una tonelada de carne a cinco mil dólares, no la va a vender a menos precio en el mercado interno». 

 Luvis Hochimín Pareja. Periodista uruguayo, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE) Rebelión ha publicado este artíc

La teoría del (no)derrame en Uruguay

Mucho se habla de la teoría del derrame y se la pondera como una de las ideas-fuerza que impulsa al capitalismo. Una especie de meritocracia estructural. 
 En dos líneas: si los empresarios aumentan sus ganancias, si los exportadores alcanzan cifras muy altas, en algún momento se desbordarán sus ganancias a toda la población como si de una copa de vino se tratase. 
 Eso sí: hay que liberarlos de cargas, de impuestos y de toda obligación que luego sus dividendos y su éxito se vean reflejados en la sociedad. Pero la realidad demuestra que donde depositan sus ganancias los dueños de los medios de producción, más que una copa de vino se parece más a un saco sin fondo. Los contrastes de los dos Uruguay rompe los ojos y hace sospechar que el derrame no sea más que una fábula mentirosa. 
 El tan anhelado y anunciado derrame parece que nunca sucedió. Es un gran mito que puede anexarse a la categoría de ciencia ficción y engrosar la lista de grandes historias como el Monstruo del Lago Ness, el Yeti, el Chupacabra o La Llorona. Esta teoría se suele vincular al presidente de Estados Unidos Ronald Reagan, quien implementó una política de reducción de impuestos.
 Según el think tank derechista Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) se prevé un crecimiento de Uruguay para el 2023 de un 3%. Un fuerte impulso lo dará la construcción de la papelera finlandesa UPM. Las expectativas de Uruguay a corto plazo lucen auspiciosas, con un Producto Interno Bruto (PBI) que se estima crecerá 4,9% en 2022 y 3,3% en 2023, según la firma Exante. 
 La encuesta de expectativas empresariales de este año que realiza Exante, está marcando la mejor percepción del clima de negocios en más de 10 años. El 89% de los ejecutivos afirma que el clima es “bueno” o “muy bueno”, mientras que en 2019 la mayoría lo evaluaba como “regular”. La aprobación de la gestión del gobierno también aparece extendida entre los empresarios, al alcanzar el 88%.
 Es interesante cómo el sector empresarial demuestra su doble rasero. Al igual que la Asociación Rural del Uruguay, se caracterizan siempre por quejarse de la situación del país y declarar en tono de disconformidad con su situación económica. Parece que nunca alcanza. En los consejos de salarios se ha laudado a favor de los empresarios, la inflación le ha ganado a los salarios y jubilaciones… mientras los empresarios acusan estar en una situación compleja. aunque los números dicen otra cosa.
 Uruguay en materia de oleaginosos (soja), trigo, carne bovina, leche en polvo, alcanzó valores récord. En lo que va de 2022 se llevan industrializadas 829.861 reses, 13,7% más que el año pasado. Abril completará 12 meses con faena de más de 200.000 vacunos. Algo “inédito” según Montevideo Portal.
 El canto de guerra de la derecha siendo oposición era que los logros de los gobiernos progresistas se debían pura y exclusivamente al precio de las commodities, al famoso “viento de cola”. Como dijo el presidente del centroizquierdista Frente Amplio, Fernando Pereira, ahora no hay viento de cola “hay un temporal de cola” y “el derrame no se ve en los barrios.”
 El último relevamiento de la Coordinadora Popular y Solidaria (CPS) da cuenta de un aumento en la cantidad de porciones de alimento que entregan semanalmente las ollas y merenderos populares de Montevideo que nuclea la organización, en comparación con el anterior recuento, que fue en noviembre del año pasado.
 Según los datos, a los que accedió el periódico la diaria, mientras que en noviembre se entregaban unas 150.000 porciones, al 4 de abril se entregaban unas 186.090 porciones de alimento por semana en 189 ollas y merenderos; 102.120 corresponden a ollas y las restantes 83.970, a merenderos. Es donde una gran cantidad de uruguayos logran comer algo y no pasar hambre 

 Tierra arrasada

 No votar el fideicomiso para el préstamo del BID a la Intendencia de Montevideo que promovía obras de saneamiento para barrios de la periferia de la capital, descabezar a la cúpula de la policía que venía trabajando desde hace 25 años con gobiernos de distintos signo y desoír casi un 50% de votantes que están en contra de su proyecto insignia como la Ley de Urgente Consideración (LUC), son pequeñas muestras de los grandes errores del Partido Nacional (PN) al gobernar y dejan al descubierto varias cuestiones.
 La primera es la contradicción de su discurso con sus hechos. Plantean no fomentar la grieta, “no zurcir una mitad por la otra” como dijera el presidente Luis Lacalle en su discurso de asunción. El gobierno se jacta de tender puentes, pero lejos está de realizarlo, incluso dentro de la propia coalición.
 El general Guido Manini Rios, lider del ultraderechista Cabildo Abierto (CA), planteó en una entrevista con el periodista Gabriel Pereyra, que las iniciativas siempre parten desde el PN y luego se discuten en la coalición derechista de gobierno, pero que no existe un ámbito donde puedan surgir propuestas en conjunto. 
 La segunda cuestión es la discontinuación de políticas que a esta altura se podrían calificar como de Estado. El tema en la policía es medular. Descabezaron una cúpula que venía trabajando hace más de dos décadas con vínculos internacionales, que revestían confianza a distintos organismos, con la simple excusa de calificar a esta dirigencia como frenteamplistas. Un argumento que no solo es falso sino infantil. 
 A las pruebas está que la DEA, la oficina antinarcóticos de Estados Unidos, le entregó información a las nuevas autoridades sobre un cargamento de droga que provenía desde una avioneta y se les escapó a los policías en sus propias narices. Incluso el video está en internet y parece más un recorte de la película “Locademia de policías” que de los encargados del combate al narcotráfico de un país serio.
 La tercera cuestión demuestra una vez la incapacidad del PN, cabeza de la coalición, de gobernar. En el siglo XX gobernó solo dos veces y nunca repitió mandato. Es que cada vez que gobierna el Partido Nacional hace estragos en el país y sobre todo a la clase trabajadora. No por esto significa que los gobiernos del Partido Colorado hayan sido maravillosos, pero dado que el PN gobierna cada 30 años y deja un derrotero terrible, es más que llamativo. 
 En 1958 el PN llamó al Fondo Monetario Internacional por primera vez a Uruguay firmando una carta de intención. Durante la década de 1960 la economía uruguaya comenzó a tener síntomas de estancamiento y el nivel de vida de los hogares experimentó niveles de deterioro significativos; los salarios reales bajaron y aumentó el desempleo.
 Por otra parte, el modelo económico adoptado por el gobierno militar (1973-1985) condujo a reducir los salarios, de manera que los productos de exportación pudieran ser competitivos en el comercio exterior. Esta disminución de los salarios reales motivó que muchos trabajadores especializados también emigraran. 
 En 1990 volvió a gobernar el PN y congeló los consejos de salarios, reprimió manifestaciones con saldo de dos muertos en la Masacre del Filtro, se profundizó la infantilización de la pobreza, entre otras cuestiones. 
 La década del 90 mostró que a pesar de que hubo crecimiento, los salarios no aumentaron. El PBI aumentó un 3.34% y los salarios apenas un 0.46%. Luego de la debacle de esa década nefasta, llegó la hecatombe de la crisis del 2002, cuando la pobreza alcanzó niveles históricos. 
 Desde el 2004 y por 15 años se sucedieron tres gobiernos frenteamplistas que limaron las aristas de un sistema desigual y concentrador, pero que no logró cambios estructurales y donde no pudo penetrar en bolsones de pobreza dura. 
 En 2019 asumió la presidencia Luis Lacalle, en conjunción con liberales ortodoxos, tecnócratas, empresarios y la ultraderecha. Contó con el apoyo de la Asociación Rural, las cámaras empresariales, el diario El País, vocero de la dictadura y ahora del Partido Nacional. Contó con el beneplácito de la derecha continental: el brasileño Jair Bolsonaro, el chileno Sebastián Piñera, el paraguayo Mario Abdo y el argentino Mauricio Macri. 

 Los muros económicos 

 Hoy el índice de pobreza alcanza el 10,6% de la población, 1.6% más desde que asumió este gobierno. El 19% de los pobres son menores de 18 años, por lo que las bajas expectativas de contratación de personal y la alta inflación del país afectarán especialmente a ese sector. Cabe agregar que unas 200.000 personas viven en asentamientos de emergencia y este año se duplicó la cantidad de niños durmiendo en refugios del Ministerio de Desarrollo Social.
 Los motivos de Manini Ríos para reunirse con la secretariado de la central unitaria de trabajadores PIT-CNT antes del primero de mayo, forma parte de una estrategia de acumulación propia hacia las elecciones de 2024, y que requiere marcar un perfil distinto al de sus socios de la coalición multicolor de gobierno, emitiendo señales hacia sectores con bajos ingresos, pequeños y microempresarios, y productores rurales ajenos al gran agronegocio. 
 Ante la reciente escalada inflacionaria, CA se desmarcó del enfoque liberal que predomina del gabinete presidencial, acercándose a lo que reclaman las organizaciones sociales y la oposición frenteamplista. Obviamente, a la central sindical le viene bien que haya discrepancias y forcejeos dentro del oficialismo y a él también darse un corto baño de pueblo. 
 Entonces, la conclusión que resta es que los muros que se construyen en los barrios privados (que cada vez son más) no son solo de ladrillos y cemento sino que son económicos. Son diques a que contienen el derrame de su crecimiento y lo contienen en sus fronteras. Por otra parte, hay generaciones enteras de uruguayos que no saben de derrame, de vientos de cola, de brisas de primavera ni de “booms”, “alzas” o “shocks de crecimiento”.
 La teoría del derrame, no es más que un enunciado absurdo de una sociedad que solo derrama desigualdad. 

 Nicolás Centurión. Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP). Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

A propósito del primero de mayo y la estrategia del movimiento obrero

Los problemas del movimiento obrero en la Argentina no son esencialmente distintos de lo que acontece en el mundo ante la ofensiva del capital contra el trabajo, pero tienen su especificidad.
 Esa especificidad es lo que intentaremos explicar en estas pocas líneas, con la motivación de la cercanía de un nuevo día internacional de las trabajadoras y los trabajadores. La Argentina está entre los países que celebraron sobre fines del Siglo XIX la gesta de los primeros de mayo, y eso está asociado a un desarrollo temprano de la clase obrera en el país, sustentada principalmente con base en la inmigración. Es un proceso similar al de EEUU. Argentina y EEUU fueron los dos principales receptores de la inmigración, especialmente europea, entre fines del Siglo XIX y comienzos del XX. El imaginario de “solución” para los empobrecidos en Europa apuntaba hacia América, territorio ávido de fuerza de trabajo disponible para la inversión capitalista. 
 Una de las especificidades locales deviene de la historia poblacional, con la inmigración, primero de mayoría europea, pero luego diversificada desde distintos territorios, de Asia, de África y crecientemente de los países vecinos en nuestros días. La clase obrera en Argentina tiene una tradición en las migraciones que otorgaron un carácter plural a la conformación social históricamente considerada hasta nuestro tiempo. Es un tema de importancia teórica, ya que no hay capitalismo sin generalización de la relación entre el capital y el trabajo. La inmigración habilitó la posibilidad de la contratación laboral. 
 Para el desarrollo capitalista local hacían falta “obreros libres”, como destaca Marx en El Capital. Libres de toda posesión de medios de producción y como se sabe, la inmigración suponía fuerza de trabajo llegada al país con “una mano adelante y otra atrás”, desposeídas/os dispuestas/os a ofrecer sus capacidades laborales en un momento crítico para el empleo y el salario en los territorios de origen de las y los migrantes. Esa inmensa masa social dinamizó la organización y potencia del capitalismo local, el impulso a las exportaciones y a la inserción internacional, junto al crecimiento del mercado interno.
 Se trata de un proceso que incluyó la “cultura” obrera, política, sindical, mutual, cooperativa, de asociativismo, abonadas con las experiencias delos inmigrantes en sus territorios de origen. Ello suponía una fuerte tradición en el anarquismo, el socialismo y el comunismo, tanto como las formas organizativas de reivindicaciones laborales y de organización empresarial para la satisfacción de necesidades inmediatas, base del mutualismo y el cooperativismo. 
 Hacia 1910, tiempo del centenario, la Argentina expresaba expectativas de gran destino para la clase dominante en el poder. La base de ello estaba en el crecimiento económico y la acelerada expansión de las relaciones capitalistas. Lo interesante es que la celebración del centenario aconteció con “estado de sitio”, motivado en las expresiones del conflicto liderado por el movimiento obrero y sus expresiones sindicales, políticas y culturales. 
 El movimiento obrero local adquiere carta de ciudadanía temprana en poco más de medio siglo, entre 1870 y 1930, de construcción de organizaciones y luchas en defensa de los intereses de las trabajadoras y los trabajadores. Son años de conquistas obreras en un marco de ampliación de las relaciones capitalistas en el país, que en su desarrollo emergen nuevas identidades políticas y sujetos en la disputa del poder.

 Nueva identidad y restauración conservadora

 En particular remitimos a la emergencia del “peronismo”, como identidad de un proyecto político integral que articula desde mediados de los 40 a la mayoría del nuevo sindicalismo, a la conducción de las fuerzas armadas y al núcleo directivo del nuevo empresariado de origen local. Una articulación socio política que imagina la posibilidad de habilitar un camino de construcción de un “capitalismo nacional”, más allá de la condición de posibilidad ante el desarrollo de los monopolios y la elevada concentración del capital global. El peronismo como proyecto político será hegemónico en el movimiento popular y disputará gobierno contra la derecha restauradora, la que se asentaba en el ciclo de golpes de Estado entre 1930 y 1976/83. 
 Los años de dictadura, serán tiempos de incertidumbre y fuerte confrontación en contra del movimiento obrero; pero tomando el ciclo completo, entre 1945 y 1976, el movimiento obrero logra un conjunto de históricas reivindicaciones democráticas expresadas en la distribución del ingreso y una extendida seguridad social, la que pretendía ser restringida o eliminada por el poder inconstitucional de los golpes de Estado, especialmente el genocida gestado en 1976, que se propuso reestructurar regresivamente el orden capitalista local. 
 Así, los objetivos del 76, a casi medio siglo de propuestos han avanzado en deterioro de los ingresos y condiciones de trabajo, debilitando las respuestas resistentes, aún con una fortísima tradición de organización y lucha, incluso más allá de lo sindical. Hoy se manifiesta en una gran diversidad de organización territorial y social, de reinserción de anteriores militantes y dirigentes sindicales ahora radicados y construyendo en el territorio, aportando la tradición de lucha clasista al movimiento territorial y popular en su conjunto. Incluso, aun hoy, pese a la de-sindicalización y campaña anti sindical, es Argentina, uno de los países de mayor afiliación en la región, pero con altos índices de empleo irregular, estimada en un tercio de la población trabajadora. 
 El último dato relativo a la distribución del ingreso señala que entre diciembre del 2021 y un año atrás, se perdieron 5 puntos porcentuales (del 43,1% en 2021, contra 48% en 2020) a mano de mayores ingresos de las/os propietarias/os de medios de producción (47% contra 43,2% respectivamente).[1]
 La flexibilización salarial y laboral es un logro de la ofensiva del capital, construido desde 1975/76, base esencial de la derrota del poder obrero acumulado en luchas históricas hasta julio de 1975. Derrota afianzada con el golpe de la dictadura genocida en 1976. Desde entonces, más allá de la resistencia obrera y tiempos gubernamentales menos funcionales a la línea restauradora hegemónica entre 1983 y el presente, la pérdida de derechos sociales, sindicales, colectivos e individuales, que tienen manifestación en la conciencia social y en la desarticulación política, constituye una realidad de la coyuntura. 
 No me detengo en historiar los logros y experiencias de la resistencia de este último medio siglo, que son inmensos, casos de las ocupaciones de empresas; la conformación de movimientos territoriales y sociales en demanda al Estado por planes de ingresos, créditos y asistencia social, entre otros, incluidas las luchas de jubiladas y jubilados y más aún las luchas de las mujeres trabajadoras, visibilizadas con mucha fuerza en estos años recientes. Son organizaciones y luchas con un gran despliegue en defensa de la reproducción de la cotidianeidad y por derechos. 
 Son logros en un marco de retroceso en la disputa global entre trabajo y capital. En rigor, remito al objetivo de máxima logrado por la patronal concentrada, extranjera y local en contra del poder obrero. Por eso, el balance es la acrecida flexibilización y precariedad laboral, exacerbado en tiempos de pandemia con el trabajo remoto, a domicilio y el avance del trabajo de plataforma, con medios de trabajo aportados por las/os propias/os trabajadoras/es, adicionando una mayor explotación de la fuerza de trabajo, base de la disputa por apropiar una mayor plusvalía a las trabajadoras y a los trabajadores. 
 La OIT devuelve estadísticas similares en el ámbito mundial, con tendencias a la baja en la tasa de ocupación en los últimos 30 años, precisamente los tiempos de la ruptura del orden bipolar. 
 Si para 1991 la tasa de ocupación era del 62,4%, la declinación llegó al 57,3% en 2019, con fuerte caída en la crisis 2007/09. Los datos del 2020/21 y los pronósticos del 2022/2023 no son alcanzan los niveles pre-pandémicos. Son datos que se agravan con la presencia de la guerra y el escenario de sanciones que impactan en la caída de la producción mundial. 
 Algo similar acontece con el desempleo, con valores de 185,9 millones en 2019, una situación estabilizada luego del alza importante en la crisis del 2007/09, para acrecentarse a 223,7 millones en la recesión del 2020. Los datos posteriores del 2021 y el pronóstico sobre 2022 (207,2 millones) y 2023 (202,7 millones) siguen siendo superiores a los datos del 2019.

 El desafío

 No es muy distinto a lo que acontece en otros países, pero lo especifico local supone reconstruir una estrategia política de confrontación con las clases dominantes, con la imposibilidad reiterada de hacer posible en tiempos de transnacionalización una perspectiva de “capitalismo nacional”. La antigua consigna de la internacionalización de las luchas y la organización obrera pasa a tener más actualidad que al momento de su formulación. 
 En ese sentido, la perspectiva es precisamente en contra del capitalismo, lo que supone una nueva identidad para un proyecto político autónomo de las patronales, los partidos sistémicos y del propio Estado, para afirmar un camino propio por la emancipación humana, imposible sin asumir también las tareas contra toda forma de discriminación y racismo, como el cuidado de la reproducción del metabolismo natural.
 Por ello hablamos de desafíos, ante una realidad de crisis agravada por la pandemia y la guerra, con inflación en alza y deterioro de las condiciones de trabajo, de ingresos y de vida de las trabajadoras y los trabajadores. 
 El movimiento obrero debe recomponer una estrategia propia, lo que supone nuevos agrupamientos y una proyección de organización y lucha en contra y más allá del capitalismo, lo que implica reducir la jornada laboral y disputar la organización de la producción para des-mercantilizar la cotidianeidad y avanzar hacia formas de producción y circulación asentadas en la cooperación, el asociativismo y el orden comunitario. 
 Todo ello requiere la ampliación de la frontera de la solidaridad y organización obrera, en el continente y en el mundo. En síntesis, implica confrontar contra la explotación de la fuerza de trabajo y el saqueo de los bienes comunes. Son tares que trascienden el debate coyuntural por una nueva conmemoración de lucha en el día internacional de las y los trabajadores. 

 Julio C. Gambina. Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP. 

 Nota: 

 [1] INDEC, en: https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/cgi_04_225023F8C53A.pdf

viernes, abril 29, 2022

"¿Sabes quien banca a Milei?"// Gabriel Solano en el Canal de la Ciudad

1ro de Mayo: Día Internacional de los trabajadores // ¿Se celebra o se lucha?

Los oligarcas... ¿solo rusos?

Las "prácticas profesionalizantes", un ataque sobre las comunidades educativas de la Escuela Media

Tal como anticipó el Ministerio de Educación de la CABA en enero, las "Prácticas Laborales Obligatorias" ya son un hecho. Los estudiantes del último año de secundaria comenzaron estas últimas semanas la peregrinación por empresas de toda la Ciudad. La medida alcanza a 29.400 jóvenes de 442 establecimientos educativos de gestión pública y privada. 
 El relato de las familias es que la experiencia está siendo realmente vergonzosa: los alumnos se trasladan solos en colectivo a las empresas porque no se han abierto cargos nuevos para cubrir esas horas con profesores que acompañen, pierden materias propias de la especialización que eligieron para transitar su educación secundaria y no encuentran ninguna motivación en esas prácticas. Por el contrario, las familias lo califican de "tragedia". En redes sociales, por ejemplo, circula la denuncia de una familia cuyos hijos llevan a cabo estas prácticas de precarización laboral en la Cámara Argentina de Concesionarios de Servicios de Comedores y Refrigerios (CACYR), que nuclea a las principales empresas del país que prestan servicios a gobiernos como el GCBA. Es decir, estarían utilizando a los estudiantes como mano de obra semiesclava para hacer viandas paupérrimas que después mandan a las escuelas. 
 La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, presenta a estas actividades como “aproximación al mundo del trabajo y a los estudios superiores". Los estudiantes serían evaluados durante estas “experiencias laborales” no remuneradas que desarrollarán durante un total de 120 horas cátedra, equivalentes a 80 de reloj. 
 Pero estas horas no se suman a la currícula, sino que son parte de la carga horaria de las materias de las orientaciones de los últimos años y del Espacio de Definición Institucional (EDI). Lisa y llanamente, un atropello a un movimiento estudiantil que, en el pasado, le ha sabido hacer frente a la “Secundaria del Futuro” con las tomas de más de 30 colegios secundarios en la CABA. 
 Nuevamente, la contrarreforma educativa dirigida a eliminar el dictado de contenidos científicos y universales, por otros híper particularizados en el “menú a la carta” de las incesantes demandas del mercado, en su búsqueda por sostener la tasa de ganancia. Esa juventud lanzada al “mundo laboral”, es la misma para la que el Gobierno de Larreta, amparado en la LEN kirchnerista, anunció en su momento, las "Prácticas profesionalizantes". 
 Hasta el mes de marzo, según información difundida por el GCBA, se registraron más de 400 empresas y ONG al servicio de las prácticas educativas en ámbitos laborales. 
 Por otra parte, se informó que además de las “experiencias laborales”, los alumnos tendrán otras 30 horas cátedra anuales en las que aprenderán Educación Financiera y Habilidades Blandas (Clarín, 24/01). En el presente contexto de crisis humanitaria y crisis capitalista, la perspectiva para la juventud, lejos del acceso al consumo, al ahorro, a la posibilidad de planificar un porvenir personal y familiar, es la de un régimen político cuyo objetivo es atarla a la precarización permanente, como mano de obra barata que reemplace a los trabajadores con mayor antigüedad en las empresas. Lejos de formar el pensamiento crítico, el vínculo entre la enseñanza y el aprendizaje es fetichizado como mercancía. 

 La propuesta vergonzosa

 La propuesta oficial es que los alumnos vayan rotando por diferentes áreas y propuestas dentro de una misma organización, distribuidos en grupos de entre 3 y 6 estudiantes. Las “organizaciones” deben tener espacios físicos para que se puedan realizar estas experiencias presenciales. Además, tienen que tener las habilitaciones correspondientes para su actividad para que los alumnos puedan contar con un seguro gestionado por el Ministerio de Educación porteño. Para asistir a las actividades, los alumnos deben trasladarse por su cuenta, ya que cuentan con boleto estudiantil (Ídem, Clarín). 
 La conducción Celeste de UTE tildó, allá lejos y hace tiempo, en uno de sus comunicados, de “marketinero” el anuncio, pero no llamó a ninguna asamblea, plenario, ni acción alguna para enfrentarlo. Ademys, por su parte, se pronuncia en contra de la medida pero no convocó hasta el momento a ninguna acción conjunta para rechazarla. 
 Vamos por la conformación de cuerpos de delegados, de asambleas de escuela y de distrito que en unidad con estudiantes y familias nos permita construir una fuerza desde abajo para derrotar las políticas fondomonetaristas de todos los gobiernos sobre la educación. 

 Andrea Pepin y Sergio Escalas 
 28/04/2022

Colombia: los “falsos positivos” eran órdenes del gobierno de Uribe


Nueve militares retirados, en una comparecencia convocadas por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), reconocieron por primera vez y frente a los familiares de las víctimas de "los falsos positivos" durante el gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010). El asesinato de civiles para pasarlos como bajas de combate era una forma sistemática de represión estatal. Las declaraciones estremecieron al pueblo colombiano, que viene de protagonizar una rebelión popular y una huelga general histórica contra el régimen.
 "Maquinamos un teatro para mostrar un supuesto combate por la presión que había de los altos mandos", dijeron. "No voy a justificar lo que hice, porque cometí delitos, crímenes, asesinamos personas inocentes, campesinos. Lo que asesinamos fueron campesinos", declaró el ex militar Néstor Guillermo Gutiérrez.
 La presión ejercida sobre las unidades del Ejército Nacional Colombiano para que se reportaran éxitos militares respondían a la necesidad del gobierno de Uribe de mostrar avances de su política represiva contra las FARC y otros grupos guerrilleros asentados en la selva. Se incentivaba a los oficiales con retribuciones de carácter económico, más días de descanso, condecoraciones y otros reconocimientos. Tampoco los yanquis pueden ser ajenos a estas prácticas, ya que su injerencia militar en la represión interna de Colombia, en nombre de la lucha contra el narcotráfico, ha sido enorme. 
 Para el Derecho Internacional Humanitario la situación cae bajo la figura de "crímenes de guerra" y "ejecuciones extrajudiciales" y para el Derecho Penal Colombiano bajo la figura de "homicidios en persona protegida". La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) determinó en febrero de 2021 que en Colombia, al menos 6.402 personas fueron víctimas de los llamados falsos positivos. Un verdadero genocida. 
 Uribe, cabeza de este plan sistemático, debe ir preso junto a los militares que lo ejecutaron. El pueblo colombiano, en 2021, ha protagonizado, pese a la enorme represión, una prolongada rebelión popular contra la política de hambre del uribista Iván Duque. Su lucha llevará a los asesinos a la cárcel.

 Ana Belinco 
 29/04/2022

¿Por qué el capitalismo puede soñar y nosotros no?

Diccionario Biográfico de las Izquierdas Latinoamericanas

jueves, abril 28, 2022

Estados Unidos: consumo de opioides y “reducción de daños”


El consumo de opioides en los Estados Unidos continúa en aumento, alcanzando niveles récord de fallecimientos por sobredosis. La principal droga consumida es el fentanilo, una droga sintética utilizada en la medicina profesional como analgesia o anestesia, más poderosa aun que la morfina.
 Una reciente nota del Wall Street Journal (27/04) aborda la enorme crisis que enfrentan las propias organizaciones que intentan abordar a los consumidores de estas drogas, y relatan como se chocan con limitaciones que van desde el Estado hasta las propias empresas farmacéuticas que encuentran en los métodos de recuperación una vía de cuantiosas ganancias. “La naloxona, un medicamento que revierte o bloquea los efectos de los opioides en el sistema nervioso central, viene en dos formas: aerosoles nasales e inyectables. Los aerosoles nasales como el de marca Narcan cuestan hasta $125 por dos dosis y a menudo son almacenados por los socorristas y en los centros de atención médica” (WSJ, 27/04).
 Los grupos de socorristas comunitarios que se agrupan en diversas ciudades para intentar ofrecer una barrera de contención a las personas en situación de adicciones señalan que se ven incapacitados de abastecer de manera efectiva a sus pacientes, puesto que escasean las drogas como la naloxona. Incluso reclaman que la misma sea producida de manera masiva en su versión inyectable que es más barata. También prefieren esta versión porque permite un mayor control sobre la dosis de un medicamento que puede desencadenar la abstinencia aguda. Según The Lancet, estos grupos comunitarios se encuentran más cerca de los sitios de consumo ilegal que hospitales y centros de atención.
 Justamente estos grupos son quienes más advierten sobre la necesidad de una política integral contra el consumo de opioides y alertan sobre la gravedad del asunto: "El fentanilo es realmente rápido", dijo Derrick Smith, un trabajador de alcance comunitario de Harm Reduction Michigan en Rapid City, que distribuye naloxona y ofrece algunos servicios de salud a los usuarios. "En los viejos tiempos de las sobredosis de heroína, alguien podía estar inconsciente una hora y aún así podías traerlos de vuelta. He visto morir a la gente en minutos" (ídem). 
 Uno de los principales productores de naloxona en los Estados Unidos es Pfizer, que durante el 2021 tuvo un freno en la producción por la enorme cantidad de contagios ocasionados por la pandemia. Al día de hoy ha recuperado los niveles normales de producción, pero trabaja sobre los pedidos adeudados, por lo que la escasez de dosis no está cerca de solucionarse en el corto o mediano plazo. Esto trajo serios problemas para las organizaciones comunitarias y su abastecimiento a las personas con adicciones.
 La periodista toma por caso a una asociación de Arizona, que pasó de otorgar 14 mil dosis a 7 mil mientras Pfizer detuvo la producción. Al mismo tiempo aplicó una lista de espera y “dio naloxona primero a los socios que la distribuyeron directamente a los usuarios de drogas, incluidas, en algunos casos, las personas que vendían fentanilo” (ídem). Los propios “dealers” de opioides compran la “cura” para sus clientes que experimentan sobredosis. Una manera de defender su mercado. 
 La gestión Biden busca ampliar la llegada de naloxona para contener la suba en las tasas de mortalidad. Rahul Gupta, director de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca, dijo que el aumento en las muertes por sobredosis a nuevos registros muestra que la naloxona no está tan ampliamente disponible como debería. "La mayoría de estas son muertes prevenibles" (idem). 
 La política de control de daños en los Estados Unidos se presenta como un parche sobre el consumo de opioides, que es solo una de las variantes de consumo, y que para colmo es una droga legal –testeada por la FDA. En definitiva el control de daños es evitar con una droga los efectos de otra. Un círculo vicioso de consumo de narcóticos de todo tipo. 
 En Argentina, un folleto repartido por el municipio de Morón dando consejos a los jóvenes sobre cómo consumir marihuana o cocaína “recreativa” parece un chiste frente al caso estadounidense, donde el consumo de opioides es una verdadera epidemia. El PTS defiende una política como la impulsada por Biden, incluso plantea la necesidad de un ANMAT que testee la droga a consumir. El fentanilo muestra que así sea mil veces testeado los daños irreversibles de su adicción son imposibles de morigerar. 
 La clase obrera internacional no necesita voces que defiendan el consumo "recreativo" de drogas, y la supervisión de su calidad por parte del estado. Para eso ya cuenta con todo el capital que lucra con ese negocio y con sus voceros. 

 Joaquín Antúnez
 28/04/2022

Ucrania: ¿Estamos ante el comienzo de la III Guerra Mundial?

Acto contra la liberación de Fanchiotti y Acosta // Darío y Maxi presentes!

Grabois, “a los besos” con Grobocopatel // Y a los “tomatazos” con un docente

Consumo de drogas: el folleto del municipio de Morón #shorts

Chile: el de Boric, ¿es un gobierno en disputa?


Debate con el PTR: el PC no es reformista 

 Gran confusión introduce un editorial (“Semana Política. Un mes de Boric: Gobernabilidad precaria y ausencia de hegemonías en la lenta transición pos revuelta”, 13/4/22) del Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR) de Chile. Organización hermana del PTS argentino, integrante de la Fracción Trotskista-Cuarta Internacional. 
 Mareado por el uso de categorías pseudo gramscianas sobre “hegemonías”, “crisis de representatividad” y afines, el PTR chileno plantea que el gobierno de Boric no termina de definir un rumbo. Se encontraría “como el jamón del sándwich” entre el “reformismo” del PC (Partido Comunista) y el “progresismo neoliberal” del PS (Partido Socialista) “como expresión de fuerzas económicas, sociales, políticas y culturales que cruzan el Chile pos revuelta”. Las presiones de estas dos coaliciones que Boric pergeñó en su lista electoral y en el gabinete ministerial actual, estarían paralizando al nuevo gobierno, lo que –sumado a la presión derechista- lo estarían llevando hacia la derecha.
 El PTR reflexiona, usando la histórica frase de Marx –“la tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos” – que estas tradiciones estarían marcando al nuevo gobierno. ¿Es necesaria una evolución superadora del boricquismo?. 
 “Las “dos almas” (que convivirían dentro del gobierno de Boric) expresan de forma distorsionada fuerzas sociales externas al gobierno que presionan en sentido contrario: o hacia la agenda popular (resolver demandas de la rebelión e históricas), o hacia la agenda burguesa (reformas parciales que no cuestionen el sistema). Por derecha y por izquierda”, dice el editorial. 
 El gobierno débil estaría lleno de contradicciones: “Mientras cada símbolo de Boric busca dialogar con el pueblo, con “su” izquierda; cada gesto real, cada hecho, gira a “su” derecha”, afirman. 
 En primer lugar, es una concesión-capitulación definir al PC como “reformista”, representando a una pretendida ala izquierda dentro del gobierno Boric. El PC stalinista chileno tiene un rol estratégico en el sostenimiento del gobierno. El PC es el que tiene influencia en la central obrera (CUT) y diversas organizaciones populares. Más allá de alguna postura verborrágica, el PC no saca los pies del plato, mantiene a las organizaciones obreras y populares paralizadas, sin organizar la lucha por las reivindicaciones que las llevaron al histórico levantamiento del 18 de octubre. 
 El reformismo en la época del ascenso capitalista jugó en diversos momentos papeles progresivos (lucha por las 8 horas, etc.). Pero, hoy en día, en esta aguda etapa de crisis capitalista, no podemos caracterizar al PC como reformista, sino como frentepopulista. Está dispuesto a sacrificar los reclamos de las masas en función de un acuerdo con los sectores “democráticos” de la burguesía. El PC no es la antítesis (inconsecuente) de la derecha gubernamental: el PC es complementario de esa derecha. Su papel es bloquear el desarrollo de una movilización de masas que amenace con radicalizarse y transformarse en revolucionaria. Este papel debe ser fuertemente denunciado y llamar a que la CUT y las organizaciones de masas rompan con la política de conciliación de clases que le imponen las direcciones stalinistas y socialdemócratas y pase a una lucha independiente del gobierno y las patrones por sus reclamos. 
 Es necesario definir con claridad que estamos frente a un gobierno frentepopulista, de contención de la lucha de clases, que busca la “unidad nacional” con las clases burguesas y sus estamentos del poder (fuerzas armadas, etc.) y desmovilizar la lucha de las masas. 
 Las “vacilaciones” del gobierno tienen que ver, en lo fundamental, con que el proceso abierto por la irrupción de masas el 18 de octubre del 2019 no se ha cerrado. Este es el papel que Boric quiere cumplir, como lo evidenció con el temprano “pacto” que celebró con Piñera, a fines del 2019, para impedir la caída de este y canalizar la rebelión de masas en torno a un largo cronograma de procesos electorales. 

 ¿“Posrevuelta”? 

No se puede plantear que se cerró esa irrupción de la movilización de masas, que estamos en la “pos revuelta”, como habla el editorial del PTR. Los procesos revolucionarios y de lucha de masas pueden abarcar períodos largos. En la revolución española se desarrolló entre 1931 y 1938, cerrado con la derrota contrarrevolucionaria de la guerra civil iniciada en 1936. Período con flujos y reflujos, con triunfos y derrotas de las masas. En la Argentina, también, la situación revolucionaria abierta con el Cordobazo de 1969 tuvo muchas oscilaciones, emergió con fuerza nuevamente en la huelga general de 1975 contra el gobierno peronista y se terminó de cerrar con el golpe de Videla en 1976. 
 Investigaciones de mercado, realizadas recientemente, afirman que la mayoría de la población reivindica la irrupción de masas del 18 de octubre y que la imagen del presidente Boric ha caído en picada en menos de 30 días, que no hubo “luna de miel”.
 Que las masas vuelvan a intervenir protagónicamente no pasa por aconsejar al gobierno que “un movimiento de pasivización juega a favor de la derecha, y a favor de asentar un gobierno más parecido a Bachelet 2 o a una Concertación 3.0 como han señalado otros actores”.
 El enemigo de las masas está en el poder, en el gobierno de Boric, con sus eventuales contradicciones. Lógicamente, hay “oposiciones” burguesas más derechistas, pero el que ejecuta la política del Estado contra el pueblo es el gobierno. La acción de la “mano derecha” y de la “mano izquierda” del gobierno se complementan. Es una muestra de su cinismo: hace (escasa) demagogia por un lado, pero ejecuta una política procapitalista por el otro. Nombra edecán de los Carabineros a una mujer militar, pero estos siguen reprimiendo, incluso incorporando –como se vio hace unas semanas- a grupos de lúmpenes parapoliciales para atacar a los estudiantes. Se afirma que es “histórico” un gabinete ministerial con mayoría de mujeres, pero se defiende el sistema de poder capitalista patriarcal y el oscurantismo eclesiástico y no se resuelven las reivindicaciones de las mujeres explotadas.
 Boric se empeñó, ahora, en bloquear el quinto retiro por parte de los trabajadores de sus fondos previsionales, para afrontar la carestía que ataca sus condiciones de vida. A contramano de los tres retiros similares anteriores, a los que Boric no se opuso, ahora sí lo hizo… para “defender el futuro de los jubilados” (propuso solo autorizar retiros de fondos de las AFP para pagar deudas bancarias: para salvar al capital bancario). Y amenaza con que un nuevo retiro dificultaría introducir “reformas” en el sistema de jubilaciones privadas de las AFP. Por supuesto, no otorga aumentos salariales para afrontar la carestía. La CUT no solo no llamó al paro contra esta política antiobrera en materia previsional, sino que el PC apoyó el planteo de Boric. 
 El movimiento obrero debe romper su subordinación al boricquismo y pasar a reclamar e imponer en las calles aumento salarial y de jubilaciones de emergencia, pleno derecho a retirar los fondos de las AFP, derogación del régimen de jubilación privada, nacionalización del sistema previsional, financiado por fondos exclusivamente empresariales y bajo gestión directa de trabajadores y jubilados. 

 Alas

 La existencia de dos alas dentro de un gobierno, la existencia de un entorno alrededor del presidente que le condiciona su accionar político y otras “figuras” semejantes, son típicas de todo proceso de estas características y son utilizadas para hacer depender el movimiento de las masas de la eventual alianza con el “sector progresivo”, de su evolución y/o de su eventual ruptura en caso de persistir la derechización del “poder popular”. Esto impulsa la cooptación de sectores combativos hacia el poder (división del movimiento de mujeres, del frente de lucha por la libertad de los presos, etc.). 
 En la Argentina lo hemos vivido con la cooptación de direcciones sindicales, piqueteras, estudiantiles, de lucha por las libertades, al gobierno kirchnerista. Y ahora, ante el hundimiento del gobierno frente al pacto con el FMI, el ala kirchnerista afirma “romper” con el presidente vacilante. Se trata de una maniobra política para impedir que sectores de la clase obrera se vuelquen hacia la izquierda revolucionaria. Parte de la izquierda argentina coquetea con una alianza con este sector pseudo rupturista, que no pasa a la lucha contra el régimen, e incluso defiende sus posiciones dentro del dispositivo estatal.
 En Chile (como en Argentina) es fundamental la lucha por la total independencia política y organizativa de los trabajadores y explotados. La izquierda que se reclama revolucionaria debe asumir la vanguardia de este realineamiento independiente y de lucha. De lo contrario, se estrechará la evolución política -desde el nacionalismo burgués peronista en Argentina y desde el frentepopulismo neo stalinista en Chile- hacia la construcción de un partido obrero socialista, clasista y revolucionario.

 Rafael Santos

Francia: Macron, una victoria que no disimula un deterioro


Hubo una alta abstención y voto en blanco en el ballotage 

 El presidente francés Emmanuel Macron logró su reelección en Francia al imponerse en el ballotage a la referente de la ultraderecha, Marine Le Pen (58,5% de los votos frente a 41,4%, si no se computan blancos y nulos). Esta victoria, sin embargo, tiene grandes condicionantes. Con respecto a la segunda vuelta anterior, que enfrentó a los mismos candidatos, Macron retrocede y su contrincante crece. A su vez, la abstención fue la más alta para un segundo turno desde 1969, superando el 28% (en el caso de la juventud, roza el 50%). Sobre el total de votantes inscriptos, el porcentaje obtenido por Macron cae al 38,5%. Y hubo casi tres millones de personas que votaron blanco o nulo, según la página de resultados del Ministerio del Interior (alrededor del 8,5% de los votantes). Esto explica que el mandatario debiera reconocer en su discurso triunfal la insatisfacción que recorre a la población francesa. 
 Bien mirado, en Francia hay un descrédito de todo el régimen político. La expresión más clara de ello es el hundimiento de los partidos tradicionales, que ya se había notado en 2017 y se profundizó en la primera vuelta de este año, con Los Republicanos obteniendo el 4,5% y el Partido Socialista el 2,5%. Son las fuerzas que gobernaron el país en las últimas décadas. Macron, que emergió como una figura de rescate de ese régimen, se ha visto en su mandato fuertemente desgastado por la rebelión de los chalecos amarillos, las movilizaciones de trabajadores contra la reforma jubilatoria, las consecuencias de la pandemia y la crisis capitalista. 
 En estas condiciones, además de darse un crecimiento de la abstención y el voto nulo, han progresado formaciones críticas del régimen, tanto por derecha como por izquierda. La suma de los candidatos de ultraderecha en el primer turno superó el 30% de los votos (Le Pen, Zemmour y Dupont-Aignan) y Reagrupamiento Nacional, la fuerza de Le Pen, logró su mejor elección histórica. Es cierto que moderó algunos de sus planteos, como la salida de la Unión Europea, pero no los abandonó del todo, como lo revela su propuesta alternativa de una “alianza europea de naciones”. La candidata sostiene también, con mayor o menor ahínco, sus posiciones xenófobas, y supo aprovechar el cuadro de inflación creciente para atacar a Macron por la pérdida del poder adquisitivo del salario. 
 Por el lado izquierdo del tablero, Mélenchon fue el gran dato político del primer turno, rozando un 22% que casi lo metió en el ballotage. Todos los límites del referente de La Francia Insumisa quedaron expuestos en su apoyo indirecto a Macron para el segundo turno (pese a que en una consulta virtual del espacio había primado la opción del voto en blanco o abstención) y en su autopostulación como primer ministro, lo que exigiría -además de ganar las legislativas de junio- una cohabitación con el líder de La República en Marcha. De cualquier manera, según una estimación difundida por el periodista Guillermo Rodríguez, menos de la mitad de los votantes de Mélenchon habrían votado por Macron en el ballotage. El resto se habría inclinado por la abstención, el voto nulo e incluso el voto por Le Pen, lo que suena extraño, pero se entiende si se toma en cuenta el extendido rechazo al régimen político.
 Pero si existe todo ese malestar, ¿por qué ganó entonces Macron? El mandatario galo concentra el apoyo de la clase dominante, que se mantiene en los marcos de la Unión Europea. Por eso, el presidente francés denunció a la candidata derechista en el debate televisado del ballotage por sostener soterradamente un planteo de salida de la Unión. Con el mismo espíritu, la acusó de tener lazos con Moscú, agitando incluso la denuncia de un préstamo que la líder de Reagrupamiento Nacional recibió de un banco ruso. Macron es uno de los abanderados del apoyo militar a Ucrania y la expansión del imperialismo en Europa del Este.
 El establishment ha recibido con alivio la noticia del triunfo de Macron, pero alerta sobre el cuadro de deterioro del régimen y promueve una oxigenación del régimen político, que no está claro en qué términos podría darse. 
 El próximo capítulo de la disputa serán las elecciones legislativas de junio. El peculiar modelo electoral (mayoritario a dos vueltas) podría permitirle alcanzar una mayoría en la Asamblea Nacional, aunque para ello -según los sondeos- debería apelar a alianzas con partidos de centroderecha. En cualquier caso, esto no le asegura un gobierno tranquilo, en las condiciones de crisis internacional. 
 En el terreno de la izquierda, prevalece una adaptación a la figura de Mélenchon. El Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) se prepara para un acuerdo con La Francia Insumisa en las legislativas de junio, adoptando su programa y planteos.
 El desafío de la etapa pasa por estructurar un partido revolucionario sobre bases programáticas de clase, que enfrente el guerrerismo y el ajuste de Macron, desde una perspectiva de independencia política. 

 Gustavo Montenegro

La escalada de la guerra en Ucrania


El conflicto tiende a generalizarse 

 Tras los reveses sufridos en el occidente ucraniano, las fuerzas rusas han concentrado sus ataques en el este del país, donde se avizora una larga batalla. Pese a la captura de Mariúpol -una estratégica ciudad-puerto ubicada junto al Mar de Azov, que le permite a Moscú avanzar en la formación de un corredor terrestre para unir la península de Crimea, el Donbas y el territorio ruso- la nueva fase de la guerra apenas está comenzando. 

 Ampliación del conflicto 

El imperialismo está reforzando como nunca al gobierno de Volodímir Zelenski con armamento de mayor alcance y calidad. Si en una primera etapa se había concentrado en la entrega de misiles Javelin y Stinger (que se disparan desde el hombro, a través de un sistema portátil), rifles y municiones, ahora avanza en la provisión de “armamento más sofisticado”, según un artículo del New York Times (reproducido por La Nación, 23/4), como obuses y tanques. En Estados Unidos se está capacitando personal para el uso de drones fantasmas que atacan un objetivo y luego se desechan. Como parte de este mismo despliegue se discute si proporcionar a Ucrania información de inteligencia sobre objetivos en territorio ruso. Cabe señalar que Kiev ya ha atacado posiciones del otro lado de la frontera. Ello ha sido justificado por el Reino Unido como parte de las maniobras defensivas. “Ucrania necesita adentrarse en las profundidades de sus oponentes para atacar sus líneas logísticas, sus suministros de combustible y sus depósitos de municiones”, alegó el ministro de las Fuerzas Armadas, James Heappey (20 Minutos, 26/4). Londres prepara la entrega de un nuevo lote de tanques con misiles antiaéreos para Kiev. Mientras tanto, sigue en debate un potencial pertrechamiento con aviones de modelo soviético -los que saben manejar los pilotos ucranianos- desde países vecinos, a los que la Casa Blanca compensaría, a su vez, con aviones nuevos -la colaboración ya existe en materia de repuestos para las naves. 
 Washington ha proporcionado hasta aquí 3.700 millones de dólares en asistencia de seguridad al régimen de Zelenski, “dinero que luego vuelve a Estados Unidos y va directo a la industria armamentística del país”, según una aclaración del corresponsal de La Nación (26/4). Los yanquis no dan puntada sin hilo. Por lo demás, las compañías de armas están entre las ganadoras del conflicto, con un salto de su patrimonio. 
 El incremento en la ayuda militar despertó severas advertencias de Moscú, pero también la reticencia inicial de Alemania, que está demasiado cerca de la zona de combates como para no inquietarse. El ministro de Gobierno, Robert Habeck, había advertido que -por el riesgo de escalada que implica- la entrega de tanques debía consensuarse dentro de la Otan y con la Unión Europea. Finalmente, Berlín se terminó acoplando a Washington y anunció el envío de blindados.
 El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, volvió a plantear esta semana que la escalada militar abre el peligro de una tercera guerra mundial y acusó a Washington de aconsejar a Zelenski que se endurezca en la mesa de negociaciones, de modo de bloquear una salida diplomática al conflicto. La Casa Blanca quiere asestar un golpe profundo a Moscú, como parte de su ofensiva colonizadora en el este europeo. Dos enviados yanquis a Kiev han insistido en que aspiran a una Rusia fuertemente “debilitada” y el presidente estadounidense Joe Biden sostuvo en su gira por Europa que quería a Putin fuera del poder.
 El conflicto tiende a generalizarse. Las armas que se proveen a Ucrania ingresan por tres países diferentes (Polonia, Rumania y Eslovaquia), todos miembros de la Otan, que si sufrieran alguna represalia rusa, plantearían el involucramiento directo de la alianza atlántica en la guerra. 
 Al mismo tiempo, Suecia y Finlandia (país que comparte 600 kilómetros de frontera con Rusia) iniciaron la discusión sobre su ingreso al club militar, un asunto que podría resolverse antes de fin de año. Moscú respondió con la amenaza de trasladar parte de su arsenal nuclear a Kaliningrado, un enclave sobre el Mar Báltico que quedó en manos de la Unión Soviética tras la Segunda Guerra Mundial, que linda con Polonia y Lituania, muy próximo también a Alemania.

 Moldavia

 Con todo, el punto más sensible en cuanto a una posible extensión de los choques pasa en estos días por Moldavia, una nación que limita con Ucrania. En la región autónoma de Transnistria, que tiene un gobierno afín a Moscú, hubo una serie de explosiones contra antenas de radios y edificios gubernamentales que las autoridades atribuyeron a milicias ucranianas. En Transnistria hay hace tiempo 1.500 soldados rusos apostados. Moscú es un proveedor clave de gas. 
 Las autoridades reaccionaron con pies de plomo, pidiendo al gobierno moldavo que no entre en provocaciones. Por ahora, la presidenta Maia Sandu -representante de una fuerza que venció en las últimas elecciones a una coalición de partidos cercana a Moscú- convocó un consejo de seguridad. Para mayor tensión, en los días previos, un comandante ruso había asegurado que uno de los objetivos del Kremlin en la nueva fase de la guerra era formar un extenso corredor terrestre desde el Donbas hasta Transnistria, incluyendo a la ciudad ucraniana de Odessa. Las declaraciones de otros funcionarios superiores llamando a respetar la integridad de Moldavia y el estatus especial de Transnistria fueron en sentido contrario, pero la desconfianza ya se había instalado.
 La dinámica de la guerra en Ucrania desmiente la versión interesada de los medios occidentales, según la cual Occidente se estaría limitando a repeler la agresión rusa. El imperialismo está atizando el conflicto en función de sus propios objetivos y sigue ampliando las fronteras de la Otan. Todo esto alimenta las posibilidades de una guerra mundial.
 Mientras tanto, la población ucraniana sigue padeciendo en carne propia las consecuencias, y en el plano internacional, el aumento en los precios de los combustibles y los alimentos acelera las penurias de las masas. La clase trabajadora debe movilizarse en rechazo de esta guerra. Fuera el imperialismo del este europeo. Fuera Putin de Ucrania. Por una Ucrania unida y socialista. Por la unidad internacional de la clase obrera para terminar con la barbarie de la guerra y sus responsables. Por gobiernos de trabajadores. Por la unidad socialista de Europa, incluida Rusia. 

 Gustavo Montenegro

Cristina Kirchner y la generala yanqui


Cristina, Laura Richardson y Marc Stanley.

 O el derrumbe del relato “nacional y popular” del cristinismo.

 La cumbre entre la vicepresidenta Cristina Kirchner, la generala del Comando Sur de los Estados Unidos Laura Richardson y el embajador yanqui en la Argentina Marc Stanley, ha dejado en la incomodidad a la mayor parte del arco político patronal argentino. Es que, de un lado, esta cumbre corta en seco el relato camporista que pretende presentar a la vicepresidenta como el ala “nacionalista” de la coalición oficial. Y del otro, fastidia a la oposición derechista de nuestro país, que se ve relegada en su objetivo de ser los lamebotas “number one” del imperialismo yanqui.
 Que lo de Cristina es un total acto de cipayaje lo confirma, por sobre todo, el momento político internacional y nacional en la que se realiza esta cumbre. No tiene la menor importancia que Richardson sea mujer o que haya sido confirmada en su cargo por unanimidad en el Senado norteamericano, como tratan de ponderar algunos medios “progres”. Pues a nadie se le escapa que la visita de Richardson se produce en el momento mismo en el que la Otan, con Estados Unidos a la cabeza, recrudece su ofensiva contra la invasión rusa en Ucrania, aportando armamento pesado al ejército de Zelenski. Es decir, los yanquis pretenden tener a “su patio trasero” en orden en momentos donde se recrudece la escalada bélica en Europa y en el mundo se debate la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial. 
 Los objetivos que abiertamente declaró perseguir la mandataria del Pentágono no dejan lugar a dudas del carácter colonial de la visita a la que Cristina accedió. Teniendo presente el ingreso de nuestro país a la Ruta de la seda y la instalación en Neuquén de una base espacial bajo control del ejército chino, el imperialismo apuesta a limitar la injerencia del gigante asiático en la Argentina. Por eso Richardson se interesó por la posible participación de China en el proyecto de construcción del Polo Logístico Antártico (una base aeronaval proyectada en Ushuaia), por la firma del contrato para la construcción de Atucha III y por la posible compra de aviones militares chinos de parte de Argentina.
 Incluso, la cumbre también representa un acto de sometimiento desde el punto de vista de la situación política y económica local -signada por el acuerdo del gobierno con el FMI. La vicepresidenta le ha dado al imperialismo una señal inconfundible, despejando cualquier fantasma que la colocara en la vereda opuesta al pacto con el Fondo. En realidad, esta señal ya había sido dada hace un mes atrás, cuando junto al embajador norteamericano anunció su proyecto de crear un “aporte especial” sobre las divisas fugadas al exterior para pagarle al FMI. Es decir que para Cristina la repatriación de la riqueza creada por los trabajadores no debe volver al pueblo argentino sino que debe ser destinada al imperialismo mundial. 
 Es ilustrativo que la vicepresidenta y el ministro de Defensa Jorge Taiana se hayan detenido a reivindicar, en las reuniones mantenidas con Richardson, la soberanía de las Islas Malvinas. Da cuenta de los niveles de hipocresía que manejan los funcionarios del Frente de Todos. En el 40 aniversario de la guerra todas las fracciones del oficialismo defienden el pago de la deuda al Fondo Monetario Internacional. Es decir, defienden destinar las riquezas del país a financiar, directa o indirectamente, las bombas y las bases de la Otan, entre ellas la que los ingleses sostienen en las propias Islas Malvinas. 
 El guiño de Cristina a Richardson y Stanley busca, finalmente, lograr su propio reaseguro en la crisis política nacional, en momentos donde continúan los choques y coletazos por el control del Consejo de la Magistratura. Es conocida la injerencia del imperialismo yanqui en los aparatos judiciales de los Estados latinoamericanos. La “lucha contra la corrupción”, leitmotiv del Departamento de Estado norteamericano, ha sido el instrumento del que se ha valido el imperialismo para asestarle el golpe, por ejemplo, al gobierno de Dilma Rousseff, cuando este dejó de serle útil.
 El ropaje “nacionalista” o “izquierdizante” con el que se ha pretendido embanderar el cristinismo, ante el debate y la aprobación del acuerdo con el FMI, ha demostrado ser justamente eso, solo un ropaje. 

 Pablo Giachello

miércoles, abril 27, 2022

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Salta: estalló la crisis de camarillas en la Iglesia


La pugna en la curia incluye negocios inmobiliarios que salpican al estado garante de sus privilegios.

 Una denuncia por violencia de género contra el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, destapa una crisis de la iglesia salteña y una disputa que no tiene nada que ver con la fe. Está en juego una red de negocios inmobiliarios, y principalmente quién determina la discrecionalidad del uso de los recursos millonarios que administra la Curia.
 La denuncia fue realizada por dos monjas de la Congregación de Carmelitas Descalzas, del Convento de Clausura San Bernardo, por “situaciones de violencia y de hostigamiento” contra el Arzobispo. El Convento está confrontado con el arzobispado por su adhesión a la “Virgen del Cerro”, un culto desaprobado por Cargnello como autoridad de la Curia. 
 El abogado defensor de Cargnello sospecha que la denuncia por violencia de género obedezca al manejo de fondos de alquileres a cargo de las monjas. (Aries 22-4-22). Es decir que la justicia de Salta tendrá que dirimir entre una pugna política y financiera que sacude los cimientos de uno de los principales instrumentos de contención política en la provincia. 
 La disputa entre el Arzobispado y las Carmelitas data del año 2006. Cargnello cuestiona la adhesión de las monjas a la Fundación Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús a cargo de María Livia Galliano de Obeid, propietaria entre otras cosas, del santuario de la Virgen del Cerro, un circuito turístico religioso a nivel nacional. Y todo esto sin la autorización del arzobispo de Salta. 
 Las monjas administran el alquiler de inmuebles en el centro de la ciudad de Salta. Esos recursos estarían siendo capitalizados por la Fundación antes mencionada que a su vez, tiene proyectos inmobiliarios que no fueron autorizados por Cargnello, en el mismo “Cerro de la Virgen". Existe un fideicomiso que liga a la Fundación con la orden del convento San Bernardo, para la gestión del terreno donde actualmente funciona el santuario de la Virgen. La sociedad Tres Cerritos S.A., dona con cargo en 2003 al Convento la parcela en cuestión, y ,a su vez, en 2006 ocurre una transferencia de dominio fiduciario entre esta institución -el fiduciante- y la Fundación Obra Yo Soy La Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús y Obra Yo Soy El Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús -el fiduciario-, de la cual resulta beneficiario el convento. Las operaciones fueron realizadas por la escribana, Lía Mercedes Mera Figueroa de Urtubey, (madre del ex gobernador de la provincia, recientemente fallecida.) (19-4-22 Cuarto Poder.).
 Cargnello quiere administrar los negocios propios, los que le otorga el gobierno provincial con donación de tierras y edificios en toda la provincia, con la eximición del pago de impuestos, con el monopolio de la educación religiosa en la Universidad Católica y colegios por lo que recibe subsidios. No basta con esto, quiere meter mano en el negocio de las monjas. 

 "#Hermana yo te creo" 

No parece haber detrás de esta denuncia por violencia de género un principio emancipador de las monjas en clausura contra una institución que ha jugado y juega, en la actualidad también, un rol histórico y social de opresión, particularmente contra las mujeres. 
 Sin embargo, que las monjas hagan uso de un patrimonio propio del movimiento de mujeres como es la denuncia contra un régimen de violencia y opresión, en este caso, bajo propósitos de camarilla, no deja de significar un cambio de situación y una crisis de grandes proporciones en la Curia. No es que las monjas se rebelen contra la doctrina que las oprime -a ellas y a miles de trabajadoras- lo que ponen en cuestión es que el arzobispo tenga el monopolio de la discrecionalidad de los recursos que el estado le otorga para cumplir su función de embotar la conciencia de la clase obrera más pauperizada. 
 Los curas del Arzobispado reaccionaron como una corporación en defensa de Cargenllo. Las monjas, en cambio, se ganaron la solidaridad de algunos sectores del feminismo salteño que en su desorientación impulsó una convocatoria por redes sociales, bajo la consigna “#Hermana Yo Te Creo”, que invita a las organizaciones sociales y a las salteñas, a un “abrazo simbólico al Convento” en apoyo a las denunciantes. 
 Sin dudas la Iglesia de Salta, y su principal referente, Mario Antonio Cargnello, pierden autoridad. Ocurre en el peor momento para el gobierno de Gustavo Sáenz, cuando los índices de pobreza superan la media nacional y las estadísticas indican que el 60% de los niños está por debajo de la línea de la pobreza. La clase obrera salteña está sumida en la precariedad, con el 50% de trabajadores activos en negro.
 La iglesia ha sido un pilar del régimen político para mediar en los conflictos sociales y quebrar las luchas obreras. En un escenario de mayor carestía en donde Sáenz necesita imponer agravios cada vez mayores contra las masas explotadas, en el marco del acuerdo con el FMI que todo el arco político de la burguesía saluda, la crisis de la iglesia suma contradicciones al gobierno de Sáenz. Éste además navega en una nueva fase de la crisis en la cúpula del aparato represivo y el Ministerio de Seguridad. https://politicaobrera.com/6895-salta-policias-operaban-en-una-financiera-ilegal 
 La crisis de la iglesia es una crisis por arriba, que cruza al poder político y al estado garante de la impunidad de los negociados que históricamente desarrolla la curia. Por abajo, en la tierra, las necesidades inmediatas de los trabajadores están asociadas a los recursos para el sostenimiento de la familia obrera: los alimentos, el salario, la defensa del trabajo y de las condiciones de vida. Con este programa los trabajadores tenemos que impulsar asambleas y acciones de lucha por que la única fuerza realmente transformadora en las actuales condiciones, es la acción directa de la clase obrera. 

 Violeta Gil
 26/04/2022