El jefe del Consejo Europeo, Donald Tusk, sugirió darle un año para evitar más prorrogas cortas. Los 27 países de la UE lo deben discutir el 10 de abril. Francia y Holanda en contra.
En una muestra del escenario de catástrofe que atraviesa en Reino Unido, la primera ministra, Theresa May, solicitó oficialmente este viernes a la Unión Europea (UE) otra prórroga del Brexit hasta el 30 de junio, un requerimiento que obligaría al Reino Unido a participar en las elecciones europeas.
May remitió este viernes una carta al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, para pedir la extensión -del 12 de abril al 30 de junio- de la validez del Artículo 50 del Tratado de Lisboa (que hace referencia a la retirada de un país comunitario), y evitar así una salida sin acuerdo de la Unión Europea.
Actualmente, el Reino Unido tiene plazo hasta la próxima semana para presentar a los 27 países que componen la UE un plan alternativo al pacto del Brexit (salida del Reino Unido de la UE) negociado entre Londres y Bruselas durante casi dos años a fin de poder acogerse a una nueva prórroga.
La propuesta original, que fue presentada por la primera ministra al Parlamento británico, fue rechazada en tres oportunidades, y los parlamentarios no pudieron ponerse de acuerdo en un plan alternativo que tenga consenso en un sector mayoritario.
De no llegar a una propuesta alternativa antes del 10 de abril, fecha en la que se reúnen los miembros de la Unión Europea para evaluar la situación, se podría estar ante un Brexit duro (una salida sin acuerdo), ya que no todos los países están de acuerdo en ofrecer una nueva prorroga sin un plan o argumentos sólidos.
Ese es el caso de Francia y Holanda que consideran que el pedido de extensión de May no tiene fundamentos claros sobre cuál sería el plan de salida.
Ante este escenario Donald Tusk sugirió a los países de la Unión Europea ofrecer al Reino Unido una prórroga "flexible" de doce meses al "brexit", que podría concluirse cuando la Cámara de los Comunes apruebe el acuerdo de salida y evitaría más solicitudes de prórrogas cortas.
Tusk haría esta propuesta a los países de la UE en la reunión del 10 de abril, sin embargo no está claro si entre los miembros de la UE hay acuerdo en aprobar esos plazos, no solo por la desestabilización que genera el caótico proceso de Brexit, sino porque tanto la prorroga de May como el plazo sugerido por Tusk obligaría al Reino Unido a participar de las elecciones europeas, algo resistido tanto en algunos países de la Unión como dentro del propio Reino Unido.
May tantea un acuerdo con el laborismo
En la carta que May envió a a Tusk la primera ministra le recuerda sus esfuerzos por buscar otras opciones al mantener negociaciones con la oposición laborista británica, contactos que prosiguen este viernes a nivel técnico tras una primera reunión entre May y el líder laborista, Jeremy Corbyn, el pasado miércoles en el Parlamento.
Aunque conservadores y laboristas calificaron la reunión del jueves de "productiva", aún no se conoce que hayan avanzado en acuerdos concretos como para sellar un nuevo plan de cara a la cumbre europea de la próxima semana.
La búsqueda de un acuerdo con los laboristas es señal de la descomposición interna del partido conservador, al que pertenece Theresa May, que solo la mantiene en el poder para evitar un llamado a elecciones en las que pudiera triunfar el laborismo. El ala euroescéptica acusa de traidores a la primera ministra y todos aquellos que busquen una salida que no sea la de un Brexit duro (sin acuerdo), mientras que los sectores moderados buscaron votar alguna iniciativa multipartidaria, con algún tipo de Brexit blando, sin resultados positivos.
Es por esta crisis en su propio partido que May busca un acuerdo con los laboristas, al que además presenta como la única opción para negociar una salida antes de fines de mayo, cuando los británicos deberían votar para el parlamento europeo.
Los plazos son cortos ya que según la Comisión Electoral británica, la notificación oficial de la participación del país en esos comicios europeos debe hacerse no más tarde del próximo 15 de abril, es decir en solo diez días.
El laborismo también está presionado por su propia base y no es seguro que May le vaya a conceder todo lo que piden: unión aduanera, alineamiento con el mercado único, protección a los trabajadores y finalmente una elección para confirmar el acuerdo.
La próxima semana será el nuevo "día D" para Theresa May y el Brexit, cuando los 27 miembros de la Unión definan si extienden los plazos y con qué condiciones.
La Izquierda Diario
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