miércoles, julio 19, 2023

Messi en el Inter de Miami: “Ya está”


El gesto de “ya está” que reiteradas veces hizo Messi a sus familiares al terminar la final del mundial, y que advirtieron millones de personas por televisión en todo el mundo, cobra ahora todo su significado.
 Messi entendió que, con 36 años de edad, había culminado para él la etapa del fútbol de élite de las grandes ligas y que ya le había dado al fútbol lo máximo a lo que se puede aspirar en este deporte que es salir campeón mundial. 
El equipo que lideró Messi en la Copa del Mundo será por muchos años venerado por los argentinos que se lo hicieron saber al volver de Qatar. 
 La decisión de Messi es el comienzo de una larguísima despedida futbolística que quizás lleve un par de años. Su presencia en la despedida de Maxi Rodríguez y en la de Riquelme, y los “mimos” recibidos en ambas, se inscriben en el comienzo del final de una extraordinaria carrera futbolística. 
 Su fichaje en el Inter de Miami significa acogerse, de algún modo, a esa especie de jubilación anticipada que sólo reciben quienes se jubilan como cracks y recalan en lugares donde sobran los contratos millonarios, pero sin las exigencias de las ligas europeas. El camino emprendido por Messi no es nuevo y ya lo recorrieron en su tiempo Pelé, Bekenbauer y otros grandes futbolistas del mundo que también tuvieron destino yanqui o los que ahora recorren, como Ronaldo, los países árabes de los petrodólares. 
 El contrato de Messi es por una temporada y será jugoso como todos los contratos que firmó en su vida. Posiblemente sume una torre más a su gran fortuna, pero, aunque tendrá la tranquilidad que no encontró en el París Saint Germain, va a un lugar donde el fútbol no tiene raíz ni tradición, que no tiene el fanatismo que él conoce, y donde los clubes de fútbol no son clubes de fútbol realmente sino “franquicias”.
 La “franquicia” es un permiso que otorgan las autoridades municipales para que exista un club de fútbol, lo que conlleva una serie de beneficios. La “franquicia”, salvando una enorme distancia, es el permiso y las ventajas que obtiene de la municipalidad el verdulero que tiene un puesto en las ferias de la ciudad, respecto a otro que tiene su propio local o lo alquila para una verdulería. El tema central es la exención de impuestos y, en todo el mundo, pero en EE.UU en particular, esto es un poderoso llamado a grandes negocios capitalistas. En 1971, un director cinematográfico creó el club Cosmos que hizo famoso Pelé, pero luego desapareció como club cuando los negocios dejaron de funcionar. La “franquicia” ha hecho nacer y morir sin pena ni gloria a varios de estos emprendimientos futbolísticos porque ninguno de ellos despierta en ese país la pasión de amar a un club, defender sus colores e ir a la cancha.
 El Inter de Miami, por caso, es un invento de David Beckhan. La municipalidad le dio la “franquicia” y, en 2017, armó el equipo que recién pudo debutar en 2022, cuando construyó un modesto estadio para 18.000 personas, una capacidad de espectadores similar a la de varios cuadros de la B nacional o metropolitana. 

 Show, show, show 

 Es sobre esta estructura que se está preparado el gran show. Nada menos Apple, Adidas y la propia MLS -la liga de la costa Este- tendrán la comercialización de imagen de Messi, propagandas, la comercialización de las camisetas y hasta tour en todo el mundo para verlo jugar. Para el armado completo del show, se necesita de un equipo algo más competitivo, con otros jugadores que también se “jubilan de cracks” y algunos nuevos valores, porque el Inter va número 15 en el actual campeonato. Como complemento del show, han conseguido un buen técnico que también eligió por un año ser parte de este armado y no de la competencia dura, en serio, de las ligas exigentes.
 En EE.UU no hay descensos, no hay incentivo, están los equipos que entran en la “franquicia”. En Latinoamérica, el descenso o la desaparición de un club es siempre un problema social de ciudades y de grandes contingentes de sufridos hinchas que acompañan a los equipos. Los hombres y las mujeres cambian de pareja, cambian de domicilio, pero nunca cambian el club de sus amores porque el fútbol es una enorme pasión. En EE.UU, el fútbol está lejos de superar el interés que suscitan la NBA -donde para verla hay que sacar las entradas con dos años de anticipación- el fútbol americano y el beisbol. Messi va estar rodeado de cariño, su familia disfrutará de tranquilidad, pero el fútbol estará ausente. 
 Leo disfrutará de sus “vacaciones” futbolísticas en Miami y quizás compita “en serio” en la Copa América y quizás también tenga una despedida simbólica en Newell´s. Pero. “¡YA ESTÁ!”. 

 Juan Ferro 
 18/07/2023

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