viernes, mayo 19, 2006

SE EDITA EN CUBA EL LIBRO "CIEN HORAS CON FIDEL".



Fructíferas horas con Fidel y Ramonet

Elogia el Comandante en Jefe el libro que ha resultado de sus largas jornadas de diálogo con el prestigioso intelectual español. Cien horas con Fidel fue presentado ayer en La Habana

De «instrumento de lucha» que llega en un momento trascendental de nuestro país y del mundo, calificó el Comandante en Jefe el libro Cien horas con Fidel, fruto de la entrevista que le hiciera el intelectual español y director del diario Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet.
Franco, sincero y enjundioso como el diálogo que a lo largo de varias jornadas —y mucho más que cien horas— sostuvieron el Comandante en Jefe y el periodista, fue el interesante, ameno e instructivo coloquio en que derivó la presentación del título, cuya primera edición cubana se dio a conocer ayer, en el Palacio de las Convenciones de La Habana.
Las mismas cualidades que Pedro Álvarez Tabío, jefe de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, adjudicó al libro, podrían retratar el reencuentro de entrevistador y entrevistado este martes, acompañados por el ministro de Cultura, Abel Prieto; intelectuales, jóvenes trabajadores sociales, estudiantes de la Universidad de Ciencias Informáticas, y dirigentes del Partido y el Gobierno cubanos.
Por medio de las preguntas de algunos de los asistentes, la lectura comentada de Fidel de brevísimos pasajes de la introducción del libro, y las explicaciones que hiciera Ramonet, se reflexionó sobre muchos temas. Desde la crisis en que se debate el planeta y la batalla por salvarlo que —reiteró el líder cubano—es urgente ganar «o la especie humana desaparece», pasando por la Revolución Energética —en pleno fragor cuando ambos ya habían sostenido los primeros intercambios—, hasta la más reciente calumnia anticubana vertida por la revista Forbes, y los argumentos que la desmontaron durante la comparecencia especial del lunes.
Pero esa contundente acusación, alertaría en otro momento Fidel, no fue la victoria, sino el desarrollo de una importante batalla que, aseguró, vamos a ganar. Vamos a batirnos contra la mentira y toda esa maquinaria, advirtió. Así que la batalla no terminó, está empezando.
En ese contexto llega el libro, cuya relevancia, confesaría Fidel, no aquilató en los primeros diálogos con el periodista, en el año 2003, sino hasta ver la obra concluida.
Nadie podía imaginar las circunstancias en que este libro aparecería. De la misma forma, explicó, fue casual que coincidiera la presencia de Ramonet en Cuba con el contundente mentís a la última calumnia del Imperio, entre otras tantas falsedades con que ha tratado de destruir a la Revolución, y de las cuales mencionó algunas.
Esta batalla que estamos librando, tú la has reforzado con tu labor, afirmó al prestigioso intelectual. Luego, el Comandante en Jefe explicaría la connotación que para los cubanos tiene ese concepto de «contingente de refuerzo», dado por él a los restos del Che y de los combatientes internacionalistas que pelearon en Bolivia, a su regreso.
No solo en lo militar se gana la guerra, dijo al destacar la importancia de lo moral, del espíritu... Una frase, una consigna ayuda a ganar las batallas, sentenció, y consideró también como miembros de un gigantesco contingente de refuerzo, a las decenas de miles de cubanos que prestan hoy su solidaria contribución en otras naciones.
Ahora estamos librando una hermosísima batalla que ellos tienen perdida de antemano, señaló más adelante Fidel y, al aludir al instante singular que viven nuestro hemisferio y el mundo, aseguró: avanza como una ola la fuerza de la revolución en este nuevo momento que estamos viviendo.

DESDE BIRÁN HASTA LAS BATALLAS DE HOY

«Yo creo que Ramonet me conoce hoy a mí, más que yo mismo», comentaría, jocoso, el líder cubano, en alusión a esa manera franca y distendida en que tuvieron lugar sus conversaciones, en distintos escenarios, y «como cuando está uno con su familia».
Libro excepcional, había anticipado Álvarez Tabío, por la magnitud, la diversidad, la amplitud y el alcance de la entrevista, que aborda un copioso universo de temas que parten de la infancia de Fidel en Birán, y llegan hasta las más recientes batallas encabezadas por el Presidente cubano, al punto de que la primera edición del libro, publicada en España y casi agotada ya en sus 12 000 ejemplares, fue titulada Biografía a dos voces.
Carácter incisivo y a veces hasta provocador de algunas preguntas, con el deliberado propósito de Ramonet de abrir a Fidel la respuesta a las campañas anticubanas que el poder mediático teje; profundidad de los análisis y singular novedad en el abordaje por el entrevistado de algunos temas; cordialidad, sencillez y llaneza; sagacidad y alto nivel de información, fueron señaladas por Tabío como otras de las virtudes del libro.
La periodista Katiuska Blanco, autora de diversos materiales que abordan también la trayectoria del líder cubano y entre los que descuella su libro Todo el tiempo de los cedros, calificó cada uno de los testimonios contenidos en los 26 capítulos de la obra de Ramonet como «una revelación».
En México está saliendo ya, en las librerías y editoras de Argentina, Inglaterra, Estados Unidos, Francia, Italia, Grecia, Turquía, tienen el interés de publicarla. En Cuba, habrá una segunda edición.
Según anunció el ministro Abel Prieto, esta será presentada en los días sucesivos en distintos lugares del país que evocan la gesta revolucionaria.

CONTRA EL TELÓN DE ODIO

Una de las motivaciones principales que animaron al prestigioso pensador a asumir el libro fue ir contra el telón de odio creado contra la Revolución Cubana, explicó Ramonet, quien confesó que Fidel ha representado mucho en la formación política de su generación.
Aprendimos en los años 60, dijo, que se podía hacer una revolución sin dogmatismo, sin estalinismo, sin burocracia, sin culto a la personalidad. Esta frescura que la Revolución cubana ha conservado; el hecho de que la exigencia ética esté en el centro de las preocupaciones, que se piense que el marxismo tiene que ser humanismo, ha sido su columna vertebral, consideró.
Explicó que, hoy, las nuevas generaciones, sobre todo en Europa, no tienen la suficiente «distancia crítica» para resistir las que llamó campañas de odio contra Cuba. Para ellos también es el libro. Es importante que los jóvenes conozcan las realidades, atraviesen el telón de odio y las campañas de satanización, afirmó Ramonet.
Más allá de las intervenciones formales, algunas preguntas formuladas al director de Le Monde Diplomatique dieron la oportunidad de conocer algo más sobre su vida, y los resortes antiguos que lo han traído hasta aquí.
Porque un hombre, dijo evocando a Fidel, es el resultado de sus circunstancias. Entonces contó que fue criado en Marruecos, adonde lo llevaron sus padres, con unos pocos años, desde su natal España. «He sido un intelectual marroquí», dijo en tono de broma para graficar el peso del país en su formación. Vivió bajo la colonización de España y Francia, y creció con el sentimiento de que se cometía una injusticia contra los marroquíes.
Un español que había vivido en Cuba recibía por esa época, desde la Isla, la revista Bohemia. En sus páginas conoció las lacras de la república mediatizada, los crímenes de Batista, y a Fidel, que «para mí representaba desde entonces un libertador».
Ahora, como su entrevistado, aquel hombre había satisfecho sus expectativas de periodista. No hubo una pregunta ante la que dijera «no voy a responder», ni se preocupó jamás de saber cuáles serían. A todas, ponderó Ramonet, Fidel dio una respuesta argumentada.
Eso, dijo, hará que quienes se acerquen al libro con un poco de buena fe, encuentren la capacidad intelectual de Fidel, su extraordinaria humanidad, su preocupación por los humildes, y su disposición a hacer lo posible por los marginados del planeta.

Marina Menéndez Quintero

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