jueves, enero 31, 2008

OBESOS Y HAMBRIENTOS.La epidemia mundial de obesidad y sobrepeso es una cuestión de clase

Yonie Moreno

Un enorme desequilibrio sacude a la humanidad en la que el hambre y la obesidad se dan cada día la mano. Pese a que el año 2007 conoció la cosecha de cereal más grande cultivada por la humanidad más de 800 millones de personas según la FAO pasaron hambre en el mundo. En el interesante número de septiembre de 2007 de la revista Scientifc American titulado "Still Hungry" firmado por Per Pinstrup-Andersen and Fuzhi Cheng se hace un breve análisis del carácter y secuelas de la hambruna que padece buena parte de la humanidad: "En los 30 minutos que te llevará leer este articulo, 360 niños preescolares morirán de hambre y malnutrición. 12 por minuto; más de 6 millones en un año. Pero esto es solo la punta de un iceberg proverbial r y feo. Uno de cuatro escolares en países en desarrollo sufre de hambre y deficiencias nutricionales. Estos niños no crecen con todo su potencial, tienen poca resistencia las enfermedades, aprenden menos en la escuela y ganan menos como adultos. Debido al bajo peso en el nacimiento, ellos están en desventaja desde el momento que entran en el mundo. Más de 800 millones de personas- dos veces y media la población de Estados Unidos- vive con hambre cada día, o "inseguridad alimentaria" como es llamada a menudo, como constante compañía. Muchos más tienen deficiencias de micronutrientes: Ellos no consiguen las vitaminas y minerales esenciales en sus dietas. Insuficiente hierro, y la anemia que le acompaña es la más extendida de estas enfermedades. Hambre y desnutrición afectan a dos grupos de gente desproporcionalmente. El primero es el de los niños preescolares: cerca de 146 millones tienen bajo peso debido al hambre crónica o aguda. Esto significa que el 18 % de todas las personas hambrientas de mundo son menores de 5 años. Un niño hambriento frecuentemente proviene de una madre mal alimentada; cerca de 20 millones de niños nacen con bajo peso anualmente...".

Hambre Vs Obesidad.

Sin embargo el objeto de este artículo no es el hambre, si no la obesidad y el sobrepeso. Mientras millones de personas pasan hambre en todo el mundo, mas de 1.300 millones sufren de exceso de peso. Esta situación que afecta a buena parte de la humanidad se ha desatado en los últimos 20 años fruto de la presión del capital financiero buscando nuevos terrenos de inversión hacia la industria alimentaria. No engordamos fruto del accidente: El auge de la obesidad es consecuencia y muestra de que la crisis del sistema capitalista se acentúa. Esta epidemia afecta a todos los países del mundo y particularmente a los pobres, los hombres y mujeres trabajadores. El hambre y la gordura son las caras de la irracionalidad del sistema capitalista y se da tanto en los países capitalistas avanzados como en los más atrasados.
Marx señalo que bajo el capitalismo irían creando dos polos en la sociedad: uno minoritario de ricos cada vez más ricos y otro mayoritario de pobres cada vez más pobres. Esta es una verdad más cierta ahora que cuando fue enunciada hace 150 años. Los últimos 20 años conocen una nueva polarización del género humano: con el dominio más aplastante que nunca del capital financiero, la sed de beneficios han convertido a la comida no tan sólo en un medio de satisfacer una necesidad o un goce sino además en una fuente de beneficios para los inversores capitalista buscando rentabilidades más altas de sus inversiones. Eso conduce cada vez más a que la humanidad se divida en dos polos simétricos: entre personas sobrealimentadas y personas que tienen bajo peso por falta de alimentación. Entre Gordos y Flacos. Naturalmente ambos están enfermos por ello. Y los culpables últimos son las multinacionales y el capital financiero internacional.

Pobreza y Obesidad van unidas.

Pobreza y gordura van unidos: la gente pobre compra comida barata que suele tener muchas calorías. Por ejemplo en Venezuela uno kilo de arroz cuesta algo más de 1 Bf, mientras que un kilo de tomates ya cuesta más de 8 Bf. La verdura fresca es cara. Por no hablar del pescado o la carne de res. Pese a los esfuerzos del gobierno revolucionario de Hugo Chávez, este sigue siendo un mal que afecta a buena parte de la población y es una de las caras de la escasez de la producción de alimentos y de la necesidad de importarlos. La situación es más dramática en el resto de países de América Latina. En los países capitalistas atrasados el problema de la mala alimentación, de la comida mal equilibrada, falta de los nutrientes necesarios es un problema que afecta fundamentalmente a los pobres y a los trabajadores.
Desde Estados Unidos a Egipto, desde México a la India, la obesidad y el sobrepeso se extienden como una plaga, con las enfermedades asociadas a la obesidad: alto colesterol, enfermedades cardiacas, diabetes tipo 2, etc. Como señalaba en un articulo del mes de septiembre de 2007 la revista Scientific American. "El mundo está gordo" de Barry M Popkin: "En los últimos 20 años una dramática transición ha alterado la dieta y la salud de cientos de millones de personas a lo largo del Tercer Mundo. Para la mayor parte de las naciones en desarrollo la obesidad a emergido como una amenaza más sería que el hambre. En países cómo México, Egipto y Suráfrica, más de la mitad de los adultos están con sobrepeso (poseen un índice de masa corporal o IMC de 25 o superior) u obesos (poseen un índice de masa corporal de 30 o superior). En realidad en toda Latinoamérica la mayor parte del Medio Oeste y El Norte de Africa, al menos 1 de cada cuatro adultos tiene sobre peso. A pesar de que la desnutrición y el hambre permanecen como problemas significativos en el África Subsahariana y en el Sur de Asia, incluso países desesperadamente pobres como Nigeria y Uganda están luchando con el dilema de la obesidad. En todo el mundo, más de 1.300 millones de personas tienen sobre peso mientras por otra parte 800 millones de personas tienen un peso bajo por falta de alimentación.
Para combatir a esta amenaza, debemos observar por debajo de las tendencias sociales, económicas, y tecnológicas que están transformando el tercer mundo. Y lo que revela es que muchos gobiernos e industrias están contribuyendo al crecimiento de la obesidad, inundando los países en desarrollo con dulces, aceites y carnes baratas mientras no se hace nada para promover el consumo de frutas y de vegetales.
México es quizás el ejemplo más significativo, de una nación en desarrollo que sufre de una epidemia de obesidad. En 1989 menos del 10% de los mexicanos tenían sobrepeso. De hecho nadie hablaba de ello en esa época, el foco era la pobreza y el hambre. Pero encuestas nacionales realizadas en 2006 resultaron que el 71% de las mujeres mexicanas y el 66 % de los varones mexicanos tienen sobrepeso o obesidad (cífras que les aproximan a los Estados Unidos) , y ahora la séptima parte de la población sufre de diabetes tipo 2, que se desencadena en la edad adulta , y la enfermedad se extiende rápidamente . Un explicación mejor se halla en la conexión entre obesidad y pobreza. En el mundo desarrollado, la obesidad se ha convertido en predominantemente en un problema de pobres cómo en Estados Unidos. En China, donde los niveles de obesidad ascienden rápidamente, cerca de un tercio de la población sufre de hipertensión arterial."
Este fenómeno surgió a partir de los años 80 cuando la presión del capital financiero se intensifico, tras la crisis capitalista de los años 70, buscando nuevos terrenos de saqueo internacional. Uno de los factores que ha favorecido esta plaga de obesidad ha sido el aumento de presión sobre la clase trabajadora que ha tenido que aumentar las jornadas de trabajo con una reducción del tiempo para comer y para preparar una comida saludable, la falta de tiempo, por las largas jornadas de trabajo hace que millones de personas se alimenten mal. Esto es consecuencia de lo que Marx denominaba una aumento en la extracción de la plusvalía absoluta. En definitiva de la tasa de explotación de la clase obrera Pero este siendo un factor importante no es el fundamental. La presión del capital financiero sobre la producción y el consumo de alimentos ha sido el determinante.
Cómo señala en el mismo número de la revista Scientific Américan del mes de septiembre de 2007 "Eatin made Simple" firmado por Maríon Nestle:"En Estados unidos las tasas de obesidad empezaron a subir rápidamente a principios de los 80.Los sociólogos a menudo atribuyen "el aumento del consumo de calorías" de esa tendencia a la demanda de una población que sobreocupada ,que trabaja demasiado, demanda comida ya elaborada, empaquetada y las comidas en restaurantes que contienen más calorías que las elaboradas en casa".
"Pero existen otras fuerzas sociales que promueven el desequilibrio calórico. La llegada de la administración Reagan en 1980 aumentó el camino para la desregulación en la industria, retirando controles en producción agrícola y incitando a los granjeros a producir más comida. La calorías disponibles por cápita en la oferta nacional de alimentos (Que producen los granjeros norteamericanos, importaciones menos exportaciones) aumentó de 3,200 al día en 1980 a 3900 al día dos décadas más tarde. Al comienzo de los 80 vino marcado por la llegada de "el movimiento de los inversionistas" en Wall Strett. Los accionistas reclamaban un rápido retorno de sus inversiones forzando a las compañías de alimentos a aumentar las ventas en un mercado que ya contenía excesivas calorías. Las compañías de alimentos respondieron desarrollando nuevas oportunidades de ventas y marketing . Ellas implementaron practicas que cambiaron las normas sociales, como picar entre comidas, servir comida en tiendas de libros o ropa, y servir porciones más grandes. La industria continúo financiando organizaciones y revistas relacionadas con la nutrición e intensificaba sus esfuerzos formando lobbys a favor de una dieta saludable. Entonces y ahora los lobbys alimentarios han promovido interpretaciones positivas de los estudios científicos , financiando investigaciones que pudieran servir como base para decir que sus productos son sanos, y atacando a sus críticos, yo mismo entre ellos, como promotores de la "ciencia basura". De cualquier modo tales actividades sólo añaden confusión entre el público".

¿Gordos y Hambrientos?

Hay sectores de la pequeña burguesía en todos los países que piensan en lo bueno que sería la vuelta a la vida en el campo. Muchas personas asqueadas de vida en la ciudad quiere ver en la vuelta al campo un paraíso, idealizando la vida en las llanuras y montañas , donde uno puede vivir una vida sana, alejado del stress de la ciudad, cuidar una huerta, tener más tiempo para uno mismo , etc.
Sin embargo nada más lejos de la autentica realidad de la vida en el campo bajo el capitalismo. Para buena parte de la humanidad, la vida diaria en el campo (por cierto como fue siempre) es una historia de miseria, hambre y atraso. Según la FAO , el 75 % de las personas hambrientas viven en regiones agrícolas. Y esto no es tan sólo en el Africa Subsahariana o el campo brasileño donde se mal vive y se pasan privaciones.
En un articulo de la revista Newsweek titulado "El condado de la comida basura" . "Por qué muchos americanos rurales no pueden adquirir alimentos nutritivos. La insana verdad acerca de la vida en el campo", de diciembre de 2007 firmado por Karen Springer se señala precisamente que la población que vive en las áreas rurales del país más desarrollado del mundo, Estados Unidos, son obesos porque son pobres y no pueden adquirir comida de calidad: contradictoriamente están gordos por que pasan hambre o están cerca de ella.
"Los Norteamericanos que viven en el campo tienen un riesgo mayor de lo que el gobierno llama "baja seguridad alimentaria", mejor conocida como miedo a tener hambre. De acuerdo a nuevos datos del departamento de estado de agricultura, mas de 35,5 millones de norteamericanos (sin incluir a los 750.000 personas aproximadamente sin hogar) cayeron dentro de esta categoría este año. La mayor inseguridad alimentaria esta en estados con grandes poblaciones rurales: Mississipi, Nuevo México , Texas, y Sur Carolina. Irónicamente, las personas con baja seguridad alimentaria tienen hambre a menudo y están gordos. La razón: comen grandes cantidades de comida barata con muchas calorías que les hacen engordar."La gente no piensa que las personas que son obesas luchan contra el hambre, cuando en realidad esta es la situación en la muchas de ellas se encuentran", dice Weill de FRAC. " la pobreza ,la inseguridad alimentaria, y la obesidad están a menudo ligadas no porque la gente pobre consiga demasiada comida de los programas de ayudas si no porque ellos no tienen recursos suficientes para obtener una dieta saludable" y deacuerdo a un estudio publicado este mes en la Revista de la asociación dietética Americana por la Universidad de Washington, el costo de frutas frescas y vegetales se incrementó más rápido que el costo de otros alimentos."
La crisis del capitalismo no tan sólo deteriora el medio ambiente, amenaza empleos, y destruye conquistas sociales de la clase trabajadora, también amenaza la salud de millones de personas en su mayor parte trabajadores y pobres, que sólo puede adquirir la comida barata con un montón de calorías que les ofrecen las grandes compañías de alimentación y distribución controladas por las grandes grupos bursátiles, financieros y bancarios que buscan como sea elevar la rentabilidad de sus inversiones, presionados además a las masas trabajadoras a través de la publicidad y el marketing (es decir a través del control de los medios de comunicación, del monopolio de la producción espiritual que tiene la burguesía) para que se adquieran determinados hábitos favorables a ese consumo insano para que sigan engordando sus beneficios.
Que el hambre y la obesidad sean un azote para la humanidad es una muestra de que el sistema capitalista hace décadas que dejó de jugar un papel progresista y se ha convertido en un tremendo obstáculo para el avance de la humanidad y el bienestar de millones de seres humanos. Esta contradicción es una de las múltiples facetas de la anarquía que domina el modo de producción capitalista y una evidencia más de cómo el capitalismo es una amenaza a la humanidad.
Hay una fuerza oculta que impulsa a la obesidad y el sobre peso a millones de personas. Esa fuerza oculta es el capitalismo internacional, la economía de mercado. Sólo sobre la base de una economía nacionalizada y planificada a nivel internacional por la clase trabajadora y el conjunto de los oprimidos se podrá organizar uno de los aspectos más importantes de la vida humana (la alimentación) de un modo racional y saludable para la inmensa mayoría de la población.

No hay comentarios.: