miércoles, octubre 23, 2013

No se olviden de Siria



Lakhdar Brahimi, ex canciller de Argelia y actual enviado de las Naciones Unidas y la Liga Árabe para Siria. Actualmente trabaja para concretar una conferencia de paz en Ginebra

En las últimas semanas se sucedieron varios hechos en torno al conflicto que golpea a Siria hace más de dos años. Comenzó el proceso de desarme de armas químicas coordinado por la ONU y además se prepara una nueva conferencia en Ginebra para buscar una salida política al conflicto.
El 14 de septiembre de este año, tras las gestiones diplomáticas rusas, se alcanzó un acuerdo provisorio que frenó una posible invasión de EE.UU. y sus aliados a Siria. En el marco de la guerra civil que azota al país de Medio Oriente desde hace dos años y medio, algunas potencias occidentales barajaron seriamente la posibilidad de una invasión para “llevar la paz”. Sin embargo Rusia logró un acuerdo con el gobierno estadounidense para, al menos, posponer esta solución militar.
En concreto Siria debe avanzar en un proceso de destrucción de sus armas químicas y completarlo para mediados de 2014. Marcha informó en su momento que “el acuerdo preliminar para la destrucción de las armas químicas que posee el gobierno de Siria permite un tiempo de descanso ante los intentos de invasión militar estadounidense a ese país de Medio Oriente”. En este sentido, durante el mes de octubre se ha establecido una misión de la ONU para verificar la aplicación del acuerdo.
La Misión Conjunta de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y la ONU para el desmantelamiento de las armas químicas en Siria reconocieron este martes la total cooperación del Gobierno de ese país árabe. "Hasta la fecha, el gobierno sirio ha cooperado totalmente con el apoyo al trabajo del equipo de avanzada de la Misión Conjunta de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas y las Naciones Unidas", señaló en un comunicado la coordinadora especial del grupo, Sigrid Kaag.
El grupo de investigadores OPAQ/ONU comenzó el pasado 16 de octubre a trabajar como una Misión Conjunta. Los especialistas de ambos organismos habían iniciado su labor en el terreno dos semanas antes, a partir de la decisión de Damasco de incorporarse a la Convención que prohíbe esos artefactos.

De regreso a Ginebra

Desde que se acordó el desarme de Siria en lo que respecta a las armas químicas comenzaron las tratativas para una nueva conferencia de paz en Ginebra, Suiza. En ese sentido el próximo 5 de noviembre el enviado de las Naciones Unidas y la Liga Árabe para Siria, Lakhdar Brahimi, sostendrá reuniones en esa ciudad con los cinco miembros permanentes (EE.UU., China, Rusia, Francia y Gran Bretaña) del Consejo de Seguridad.
Según el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, los contactos con el Consejo de Seguridad están entre las acciones en marcha para garantizar “la celebración y el éxito de Ginebra II”, reunión en la que se espera la presencia del gobierno sirio y de los diferentes grupos opositores. El Consejo aprobó por unanimidad el pasado 27 de septiembre una resolución que, entre otras cosas, insta a la realización de una segunda conferencia en Ginebra para lograr una salida política a la crisis.
Ban Ki-moon aseguró este martes que están creadas las condiciones para la II Conferencia internacional de Ginebra, aunque sigue sin definirse la fecha. Según Ban, una de las cuestiones por precisar es la manera en la que la oposición al gobierno de Bashar al-Assad se organizará para acudir con una delegación única a la conferencia. “Conversé con jefes de esa oposición y los insté a unir las fuerzas divididas para que envíen una delegación representativa”, señaló.
El jueves deben encontrarse en Turquía representantes de las bandas armadas y organizaciones políticas opositoras para decidir su participación en la cita de Suiza. El Consejo Nacional Sirio (CNS), su principal componente, adelantó hace una semana que no acudirá al diálogo, aunque se espera que países como Qatar y Turquía, que apoyan a esas facciones, presionen para su asistencia.
Por su parte autoridades sirias, incluyendo el propio presidente Bashar al-Assad, han expresado disposición de acudir al diálogo, en el cual las Naciones Unidas ven una oportunidad de poner fin de manera pacífica a más de dos años de enfrentamientos en el país árabe, con saldo de 100 mil muertos y casi siete millones de desplazados internos y externos.
“Siria está dispuesta a dialogar con cualquier grupo político interno, siempre que esté alejado de las armas y el terrorismo”, afirmó al-Assad en una entrevista con el canal libanés de noticias al-Mayadeen. Al referirse a la planificada conferencia de paz Ginebra II, para la cual en estos momentos “no hay factores que ayuden a su celebración y éxito”, explicó el mandatario, “el punto clave es si incluye o no detener la financiación de los terroristas y su ayuda con armas”.
Según al-Assad, “el problema sirio no es tan complicado como algunos están tratando de mostrar, ya que las complicaciones surgen de la injerencia externa. El Gobierno está dispuesto a dialogar con cualquier interlocutor válido, pero que no llame a la intervención extranjera en Siria, sea militar o política”.
Estas no son especulaciones del gobierno ya que tanto Gran Bretaña, Francia, EE.UU., Turquía y Qatar, entre otros, han reconocido dar “apoyo no letal” a los opositores sirios. Sin ir más lejos el Ejercito Árabe Sirio incautó el domingo, a grupos de extremistas islámicos que operan en la sureña provincia de Deraa, varias armas y equipos de comunicaciones de fabricación israelí. De acuerdo con fuentes militares, confiscaron seis misiles Law y siete equipos de comunicación Motorola, todos de manufactura de ese país.

Marcha

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