lunes, junio 10, 2024

“El Sol del Futuro”: lo mejor está por venír


Con un título que tranquilamente podría ser estrofa de la Internacional Comunista, Nanni Moretti planta bandera roja. Estrenada en la Argentina el pasado mes de abril, El Sol del Futuro, nuevo film de Nanni Moretti, narra la historia de Giovanni, un director de cine, consciente y comprometido de la situación política nacional e internacional. Un film de izquierda y clasista. Una película sobre el cine.
 Ambientada en la mitad del siglo XX, el largometraje desarrolla la realización de una película sobre la llegada de una compañía circense húngara, en una barriada obrera de la ciudad de Roma. Grupo traído por el Partido Comunista Italiano (PCI). Como contexto, y eje sobre el que gira la película, la burocracia estalinista reprime y masacra el levantamiento popular en Hungría (1956), acallando a un pueblo que luchaba por su independencia de la Unión Soviética 
 “No entiendo que en muchos países la izquierda sufra una crisis de identidad, porque me parece que en estos momentos es más evidente que nunca cuál es su función, sobre todo cuando existe una ultraderecha tan desubicada que incluso se niega a admitir el cambio climático (…) De todas maneras, sí que hay un paralelismo entre lo que está pasando en Italia y en España. Creo que antes las posturas antitéticas podían dialogar entre sí, porque tenían un pasado reciente en común, haber participado en la elaboración de una Constitución antifascista. Ahora eso es imposible, ya no hay entendimiento posible”, afirmó el director a periodistas en el momento de presentar el film. Sin dejar medias tintas, y cerrando cualquier posibilidad de diálogo o acuerdo con los sectores de reaccionarios y fascistoides. 
 El film retrata y denuncia el acaparamiento de las grandes aplicaciones en la producción cinematográfica a nivel global, siendo los dueños de los grandes fondos financieros, transformándose en más que productores en semicensores, vetando películas por su línea política. 
 Celuloide que hace homenaje al gran cine italiano, el neorrealismo, que han jugado, post segunda guerra mundial. Movimiento cultural que hizo luz las consecuencias políticas y sociales de la campaña armamentística imperialista, poniendo el lente en lo humano. Con un fuerte balance crítico a la experiencia fascista italiana, los camisas negra de Benito Mussolini (1922-1945). 
 Un film sobre el séptimo arte, su industria y mercantilización. Algunos críticos la comparan con la histórica Ocho y Medio, de Federico Fellini (1963). 
 Luego de treinta años de haber ganado la Palma de Oro, por Caro Diario, en sus 95 minutos, el Sol del Futuro deja claros mensajes de lucha contra el avance del fascismo. En una Italia donde la ultraderecha gana espacio político y la izquierda no hace acuso de recibo (nuevamente). Haciendo la aclaración de no tener el mismo poder de movilización de la década de 1920, como tampoco existir un contexto de crisis revolucionaria, donde no hay, hoy, una revuelta que diluir.
 A la par, desarrolla una prédica en defensa del cine independiente, tanto en su realización como en su ideología política. 
 La película incorpora una denuncia a las burocracias, principalmente al estalinismo en su papel de liquidación de levantamientos y entregas de revolucionarios. Crítica que no solo queda en la denuncia, sino también expresando una salida obrera y socialista. Mostrando como actores y realizadores del film (que retrata el largometraje) se movilizan con banderas rojas y estandartes de León Trotsky, en apoyo a la lucha del pueblo húngaro. Y dejando en claro que la salida a esta barbarie no es individual, sino colectiva, social e internacional. 
 Una película para ver y rever, para entender que nada está perdido, y que la lucha por la independencia política de la clase trabajadora mantiene su vigencia histórica. 

 Maxi Robes

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