miércoles, agosto 20, 2008

Valentina Tereshkova, la mujer del siglo


Entrevista concedida por Valentina Tereshkova con motivo del 40º aniversario del primer vuelo de una mujer al espacio (del 16 al 19 de junio de 1963).

El título de “ La Mujer del Siglo” se lo concedió a la primera mujer astronauta Valentina Tereshkova en 2000 la organización británica “Asamblea Anual de mujeres sobresalientes”.
Hace 40 años, el 16 de junio de 1963, desde la base espacial “Baikonur” fue lanzada la nave “Vostok- 6” pilotada por Valentina Tereshkova, la primera mujer astronauta en la historia de la Humanidad. Según estaba previsto, ella tenía que pasar en la órbita un día, pero estuvo allí durante más de 70 horas. Pues en la Tierra decidieron que si ella iba a sentirse bien al cabo de las primeras 24 horas, le permitirían demorar allí otros dos días. Y así se hizo. El aterrizaje de Tereshkova se produjo el mismo día que el de Valery Bikovsky, quien había sobrevolado el planeta en la nave “Vostok- 5” .
Desde aquel entonces, la contraseña espacial de Valentina Tereshkova –“La gaviota”- devino símbolo para las futuras generaciones.
Valentina, tras la decisión de los dirigentes soviéticos de mandar al espacio a una mujer, ¿no se ocultaba el deseo de adelantarse una vez más a los estadounidenses?
- En cierto sentido, sí. Pues no era secreto para nadie que la URSS y EEUU estaban compitiendo en la exploración del espacio. Pero también era importante estudiar la reacción del organismo femenino ante las sobrecargas, la ingravidez y el estado de soledad durante el vuelo... O sea se trataba de probar que la mujer puede volar al espacio igual que el hombre.
Pero la decisión de lanzar al espacio a una mujer se tomó también porque había planes de realizar en un futuro vuelos a la Luna y planetas aún más lejanos, para lo que se formarían tripulaciones mixtas.
Así surgió un “batallón” espacial femenino. De varios centenares de pretendientes se seleccionaron cinco, que eran Irina Soloviova, Valentina Ponomariova, Zhanna Erkina, Tatiana Kuznetsova y yo.
Mas en aquellos años para ser seleccionado había que poseer magnífica salud, haber hecho exitosamente el curso de preparación y pasado la “criba” de una comisión especial...
Sí, por poco tuve un tropiezo. Es que mi padre pereció durante la campaña de Finlandia en 1940. Pero el lugar de su muerte era desconocido, por lo que a él lo consideraban desaparecido, o que en aquel entonces se igualaba casi a la traición. Solamente pasados varios decenios pudimos encontrar la fosa común en que estaba enterrado mi padre.
¿Que momentos del vuelo de Usted podían caracterizarse como críticos?
- Se entiende que todo vuelo es una dura prueba tanto para la persona como para el aparato espacial, y sobre todo lo es el aterrizaje. Durante los cálculos hechos en la Tierra se cometió un error, yo lo noté ya estando al bordo de la nave e informé de ello a la Tierra , a mi me dieron datos corregidos, y el 19 de junio aterricé felizmente.
De aquello que se escribió y se habló más tarde del vuelo de Usted, ¿qué provocó en Usted un rechazo o, quizás, una sonrisa?
- Por ejemplo, aquello que yo al estar en la órbita me intoxiqué con conservas de pescado. Pero es imposible meter pescado en tubos en que los astronautas tienen su comida. O también algunos medios de comunicación extranjeros informaron que durante el vuelo yo estaba por poco desmayada. Pero en pantallas de televisores se podía ver muy bien que yo estaba sonriendo e intercambiando bromas con Valeri Bikovsky, y hasta cantaba...
¿Cómo se puede explicar que en la cosmonáutica soviética/rusa las mujeres se vieron desplazadas a un segundo plano, mientras que Estados Unidos que lanzaron al espacio a la mujer astronauta (fue Sally Ride) justamente veinte años después de la Unión Soviética , emplean activamente a las mujeres en sus investigaciones espaciales?
- Pasados unos dos años después de mi vuelo, Serguei Koroliov, proyectista jefe de ingenios espaciales, promovió la idea de lanzar al espacio una tripulación integrada por mujeres. Empezamos a prepararnos. Pero en 1966 Koroliov falleció, y lo sustituyó un hombre nuevo, Vasili Mishin, quien tenía su propio enfoque hacia este problema. El resolvió cerrar el programa de las naves “Vostok” y concentrar los esfuerzos en el diseño y perfeccionamiento de las naves “Soyuz”. Después de una serie de trágicos atentados, en los que murieron los cosmonautas Komarov, Dobrovolski, Volkov, Patsaev, los vuelos con participación se vieron postergados. Y solo en 1982 Svetlana Savitskaya voló al espacio. El testimonio más palmario de la resistencia de la mujer en las condiciones del vuelo espacial fue la misión realizada por Elena Kondakova en la estación “Soyuz TM- 17” que duró 169 días.
A propósito, ¿qué piensa Usted de la idea constituir el club internacional de mujeres astronautas?
- Creo que no hay necesidad de subdividir la profesión del astronauta en masculina y femenina. Este trabajo no le trata con contemplaciones al llamado sexo débil. Puedo decirle que todos los años se celebra el Congreso de Astronautas, tanto hombres como mujeres. En este foro tenemos la posibilidad de discutir en detalle nuestros problemas profesionales, asuntos personales y planes. Por ejemplo, conozco perfectamente a mujeres astronautas de EE UU, Gran Bretaña y Francia, tales como Kathryn D.Sullivan, Bonnie Dunbar, Helen Sharman, Shannon Lucid, Claudie Andre Deshays... Con todas ellas nos entrevistamos sistemáticamente tanto en Rusia como en sus respectivos países.
¿Qué opina del turismo espacial?
- En este tema se debe tomar en consideración que las condiciones del vuelo suponen un peligro para la salud de una persona no preparada. Desde luego que un vuelo corto no acarreará graves consecuencias. Pero incluso las personas dispuestas a desembolsar decenas de millones de dólares para echar un vistazo a la Tierra desde el espacio deben en primer término pasar un curso de adiestramiento prevuelo. Al organizar tales vuelos se debe tomar en consideración no sólo su aspecto comercial.
Pese a su enérgica actividad social, primero como Presidenta del Comité de Mujeres Soviéticas, y ahora como directora del Centro ruso de cooperación internacional científica y cultural, su trayectoria espacial en la Tierra continúa...
- Desde luego que después del vuelo se podría sencillamente dormir sobre los laureles, pero yo siempre soñaba con licenciarme en ingeniería aeronáutica. Y este sueño se hizo realidad. Al diplomarme en la Academia de Ingeniería Aeronáutica “Nikolay Zhukovski” y defender las tesis de máster (dedicadas, naturalmente, a la temática espacial), trabajo de colaboradora científica en el Centro de Adiestramiento de Cosmonautas. Quiero confesarle que me es grato saber que los resultados de mis obras científicas siempre hallan aplicación.
Por lo que se refiere a mi trabajo actual Centro ruso de cooperación internacional científica y cultural, veo en ello una especie de continuación de mi vuelo espacial. Como primera mujer astronauta, en su época me enorgullecía de contribuir al crecimiento del prestigio de mi país. También hoy me importa estar consciente de que la actividad desarrollada por Centro ruso de cooperación internacional científica y cultural coadyuva a mantener la imagen de Rusia como país con una riquísima historia, cultura, ciencia y artes.

Nikolay Pasjin

Ria Novosti, Argenpress, 17 de junio del 2003

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