martes, septiembre 30, 2008

Comienzo de la nueva economía política y social

En días pasados escribimos sobre las probables causas y muy posibles efectos del desastroso crac financiero norteamericano, cuyos efectos apenas comienzan y sus resultas son de pronóstico reservado. Brevemente reseñamos las declaraciones del premio Nóbel de Economía, Joseph Stiglitz, quién sostuvo que esta crisis es consecuencia de la “mala gestión” de la administración republicana y de la Reserva Federal, que no supervisaron debidamente el sistema financiero y emborracharon a Wall Street con excesiva liquidez antes de la crisis, exacerbando así los ánimos de los capitales financieros especulativos.
También vinculó dicho fallo financiero con Irak, que es “La guerra de los tres billones de dólares”, según reza el título de su último libro, en el que da una estimación conservadora, de cual sería el costo de este conflicto para los Estados Unidos.
Por cierto, crisis estructural ésta que se manifiesta desde el propio corazón del sistema económico de ese país, y que vendrá a ser sin duda el principio del fin, de ese desastroso modelo económico, el capitalismo neoliberal; y por cuyos efectos, el mundo se ha llenado más de hambre y miseria depauperando así a la gran mayoría de los pueblos del mundo.
Bien, luego que la Cámara de Representantes de USA decidiera NO AUTORIZAR dicho Plan de Rescate; hoy abundaremos un poco sobre el tema, desde la óptica del análisis de la económica política, dado que como antes anotáramos, esta mega crisis es global e irreversible, sus efectos apenas comienzan y ello, no solamente, conllevará el principio del fin del modelo económico que postula el capitalismo neoliberal a ultranza, sino incluso con la próxima caída del sistema monetario internacional .Además, obligará al mundo a una profunda revisión de sus modelos societarios y de producción.

¿Por qué comenzó a decaer la economía norteamericana?

Hoy traeremos a colación importantes declaraciones del Profesor René Báez, economista ecuatoriano, Premio Nacional de Economía y miembro de la International Writers Association, quién aduce que las emblemáticas quiebras de las gigantes Enron y WorldCom y los aparatosos desplomes de Wall Street el año 2000, ya presagiaban el fantasma de la Gran Depresión de los años 30.
De su lado, los descalabros monetario-financieros en el MERCOSUR a comienzos de esta década -mal atemperados por los blindajes del FMI- vinieron a corroborar la presunción de que el capitalismo global había devenido en un caso clínico. Entonces, los presagios sombríos se multiplicaron incluso entre los apologistas del establishment.
Este destacado catedrático señala que la economía estadounidense -la locomotora del capitalismo global- comenzó a hacer aguas desde el 2000 diseminando las turbulencias financieras, la caída libre del dólar, la recesión, la reubicación de las inversiones, el desempleo y el escepticismo tanto en el centro como en la periferia económica global norteamericana.
Sin embargo, el "crack" financiero en los Estados Unidos incubado por la llamada Nueva Economía, puede explicarse (solo parcialmente) por el agotamiento de la estrategia de la Administración Clinton encaminada a disfrazar las presiones recesivas estructurales del ciclo a través del expediente de "cebar" la burbuja bursátil. Esta respuesta, sin embargo, no es suficiente para comprender la complejidad de la crisis del capitalismo abstracto y cibernético y vislumbrar sus implicaciones, que hoy ya ha comenzado a aflorar en sus más cruda realidad.
Y qué factores concurrieron para agotar la fase expansiva de los Estados Unidos (sustentada en la famosa Nueva Economía).
Aparte del debilitamiento de la demanda solvente, la inflexión del crecimiento a comienzos de la década tiene que explicarse por la progresiva pérdida de la competitividad norteamericana frente a Europa, Japón y China. Tendencia que, en los últimos años, se ha traducido en déficit comerciales del rango de los 400-600 mil millones de dólares y en una espiral del endeudamiento de Washington provocando devastadores efectos en la ocupación y los ingresos de la ciudadanía gringa.
Asimismo, prosigue el Profesor Báez, es indudable que un factor contractivo de esta economía se tiene que localizar en la orientación del capital (intensiva de las tecnologías de punta), orientación que ha retroalimentado la caída de la demanda y generado un desempleo global de características estructurales y no solo coyuntural.
La extrapolación de estas condiciones a la economía internacional estaría en la base de la brecha de dimensiones siderales entre la opulencia y la miseria a escala mundial. Según las Naciones Unidas, tres hombres-corporación detentan una riqueza que supera al PIB total de los 48 países más pobres (600 millones de habitantes).

Como se reproduce un capitalismo de espaldas a la sociedad y al propio mercado.

A consecuencia del referido proceso de concentración, la economía mundial se encuentra actualmente bajo el dominio de unas 200 corporaciones globales - encabezadas por firmas como la Exxon, Mobil, General Motors, Ford Motor, Daimler, Crysler- que controlan el 25 por ciento del PIB mundial y conforman el denominado "complejo totalitario".
Este núcleo duro del capitalismo global se había robustecido en los años 90 blandiendo un liberalismo económico de una sola vía; es decir, avasallando países y continentes, desregularizando a las economías "anfitrionas", privatizando empresas estatales y paraestatales, desmantelando sistemas de protección laboral, arruinando a competidores locales, impulsando bloques de integración asimétrica (tipo TLCAN y ALCA). Y por supuesto -conforme se apuntó- mediante operaciones especulativas adelantadas a escala planetaria.
Hoy ven devolverse con creces esa práctica socialmente degenerativa y económicamente perversa, con efectos sencillamente imprevisibles, pero ciertamente devastadores.

El colapso de la economía financiera especulativa.

El aspecto más perceptible que antecede la crisis financiera presente fueron los "cracks" bursátiles, popularizados bajo la denominación de "explosiones" de la burbuja financiera. Además del referido proceso de contracción de la demanda efectiva. Ahora, cabe preguntarse, cuales fueron los factores que determinaron esta debacles financieras; y porque se desinfló el capital financiero?
Para comenzar, la financierización alude a un proceso de crecimiento exponencial del capital ficticio. Maurice Allais, premio Nobel de Economía, ha calculado que los movimientos internacionales de capital especulativo superan en 40 veces a las liquidaciones originadas en la compraventa de bienes y servicios. La creación de capital ficticio es una tendencia innata del régimen capitalista
En la actualidad, ese "fetichismo de la mercancía" ha llegado a niveles surrealistas bajo comando de las corporaciones globales y los bancos de inversión; además, cabalgando en el descomunal crecimiento de los mercados cambiarios, íntimamente relacionados con el mercado de los intereses.
Como era de esperarse, la expansión de estos mercados, fuente de ingresos extraordinarios para el Gran Capital, ha dado origen a una variedad de "productos" financieros, también conocidos como "derivados" -futuros, swaps, opciones- y a la consiguiente expansión de la famosa burbuja de capital ficticio. Como antes dijimos, esto es apenas el comienzo. Amanecerá y veremos.

Carlos Barreto Caballero

/www.carlosbarretocaballero-porunnuevopais.blogspot.com/

carlosbarretoc@gmail.com

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