domingo, diciembre 07, 2025

“No queremos ser carne de cañón”: la juventud alemana rechaza la reintroducción del servicio militar


El parlamento aprobó un plan de reclutamiento. Francia seguirá el mismo camino. 

 A fines de noviembre, el jefe de las fuerzas armadas francesas, Fabien Mandon, desató un tembladeral con sus declaraciones a favor de preparar a la juventud para la guerra. “Si nuestro país flaquea, porque no está dispuesto a aceptar perder a sus hijos, a sufrir económicamente… si no estamos preparados para eso, entonces estamos en peligro”, señaló (negritas nuestras).
 No se trata de un exabrupto: el gobierno de Emmanuel Macron aplicará un servicio militar voluntario a partir de 2026, dirigido a jóvenes mayores de 18 años. Los inscriptos recibirían entre 900 y 1.000 euros mensuales por diez meses de entrenamiento y el programa arrancaría con entre 2 mil y 3 mil personas, para ir elevándose hasta las 50 mil en 2035. El argumento principal para este reclutamiento es el riesgo de una guerra con Rusia.
 Tampoco es una peculiaridad francesa. El parlamento alemán votó este viernes 5 un proyecto por el cual se enviará un formulario de respuesta obligatoria a hombres y mujeres mayores de 18 años para evaluar sus habilidades para el servicio militar. La idea es sumar 5 mil reclutas. Si no se alcanza esa cifra de manera voluntaria, se procederá a un sorteo cuyo resultado será de cumplimiento obligatorio. 
 Esta reintroducción –bastante insidiosa- del servicio militar obligatorio en la principal potencia de Europa recibió una respuesta inmediata de la juventud. Este viernes 5 hubo protestas, paros estudiantiles y movilizaciones en 90 ciudades, bajo el lema “No queremos ser carne de cañón”. Algunas encuestas indican que más del 60% de los jóvenes rechazan el servicio militar. 
 En Bélgica, el gobierno derechista de Bart de Weber también prepara su propio reclutamiento, por ahora voluntario, a cambio de 2 mil euros mensuales. Lo mismo que Polonia, que aspira a formar 100 mil jóvenes al año para 2027. Pero los países que inauguraron la nueva tendencia fueron Lituania y Letonia, dos naciones bálticas, que reintrodujeron el servicio militar obligatorio en 2015 y 2023, aduciendo la amenaza rusa. 
 Estas campañas de reclutamiento se dan en paralelo a un reforzamiento de los presupuestos militares, que tienen como contracara un fuerte ajuste en el gasto social. La Otan votó en su última cumbre llevar el gasto militar al 5% del PBI para 2035, a raíz de una propuesta del candidato a premio Nobel de la paz, Donald Trump. 
 Ahora viene la etapa de adecuación a esos objetivos. El presupuesto 2026 de rearme en Italia desató –este 28 de noviembre- un paro con movilizaciones de centrales sindicales combativas, como SI Cobas y la USB. 
 Antes que esto, la Unión Europea preparó el terreno con una pérfida campaña publicitaria en la que se explica a la población cómo armar un “kit de supervivencia” para sobrevivir 72 horas ante emergencias naturales o guerras. 
 En resumen, los gobiernos capitalistas e imperialistas europeos enfrentan a la juventud cada vez de manera más desembozada a la lúgubre perspectiva de morir en las trincheras y “sufrir económicamente”. Tras la experiencia devastadora de dos guerras mundiales, el capitalismo nos acerca a una tercera. Y a pesar de ello, Milei y compañía insisten en su panegírico de este régimen social que solo ofrece conflictos bélicos, pandemias, desigualdad social creciente y miseria.
 El camino lo marcan los estudiantes alemanes: no ser carne de cañón de los intereses imperialistas. Derrotemos a los gobiernos del ajuste, la represión y la guerra. 

 Gustavo Montenegro

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