martes, abril 13, 2010

La República pasó por aquí


Invitado por los compañeros y compañeras de IA de Sevilla, tendré la oportunidad de participar en algunos actos. Uno en Sevilla sobre la República (ya anunciado en Kaos), otro en La Rinconada, donde tendré ocasión de hablar de la emigración andaluza y de mi propia experiencia narrada en Memorias de un bolchevique andaluz, publicad-o por el Viejo Topo, y finalmente, en mi propia localidad, La Puebla de Cazalla, donde evocaré como “la República pasó por aquí” tomando como referencia el libro La represión militar en La Puebla de Cazalla, 1936-1943, obra de José Mª García Márquez, que reconstruye con plena exactitud una tragedia inconmensurable sobre la que todavía hay muchas dificultades para hablar en público.
Ligando República y emigración, hay una constatación sobre la que García Márquez ofrece algunas indicaciones, pero que, en un principio queda fuera del libro. Me refiero al siguiente dato: la primera emigración es la que prolonga la huída desesperada de los que pudieron escapar de la gran matanza, una matanza que, según prueban los restos de cadáveres hasta encontrados, fue realizada con una crueldad pavorosa en una localidad donde la legalidad republicana había dado mayoría absoluta a las izquierdas (PSOE con sectores “caballeristas” en las juventudes), y en donde no se tocó un pelo a nadie de la derecha después de que Queipo de Llano tomara Sevilla…
Efectivamente, los primeros emigrantes fueron “los huidos”, algunos de los cuales acabaron en el extranjero, y unos pocos en campos de exterminio nazis. Los siguientes fueron en los años inmediatos huyendo del encadenado de represalias que, según detalla García Márquez, se extendieron cuanto menos hasta 1943, aunque habría mucho que hablar de los años siguientes. Luego están los que iniciaron el “gran salto” hacia el norte a mediados los años cincuenta. No hay dudas de que los primeros en “escapar” fueron los represaliados digamos en segundo grado, y claro está, familiares más próximos. Los mismos que durante los interminables años de la postguerra tuvieron que soportar toda clase de humillaciones.
Sobre todo esto resulta del mayor interés el “dossier” La novena provincia que sobre “La emigración de andaluces a Cataluña” publica en su número 28 correspondiente a abril-junio de 2010 la revista AH (Andalucía en la historia), y en la que se explica con documentación como dicha emigración es la consecuencia directa de la frustración de la reforma agraria…Mientras que los jornaleros andaluces pudieron creer que algún día lograrían esta reforma, no hubo emigración. Esos trabajos, como los de José Maria Espinosa y el citado de García Márquez, demuestran que algo se mueve en las universidades andaluzas, que estamos asistiendo a una recomposición del pensamiento crítico, y que lo está haciendo en diversos terrenos, y quizás en especial, en el de nuestra historia.
El enfoque desarrollado desde la tradición de izquierda radical crítica en la que participa Izquierda Anticapitalista, trata de analizar la historia de la República, primero como un punto de partida central en la recuperación de la memoria histórica que abarca de pleno el campo de los trabajadores, de las víctimas, incluyendo hasta los republicanos más moderados. Valga un ejemplo, en La Puebla de Cazalla, asesinaron sin más al viejo médico que era un liberal de toda la vida, simplemente por eso, y fusilaron al anciano padre del alcalde Pliego, miembro del partido de Martínez del Barrio pero partidario de la reforma agraria. Y lo fusilaron porque no encontraron a su hijo, y además, lo hicieron en la puerta de la Iglesia…Ahí estamos todos.
Otra cuestión es la de la valoración de una etapa histórica tan compleja como la que representó la II República, y en esto tenemos un debate abierto. En nuestra opinión, la República falló al menos en dos grandes cuestiones, primero en las reformas sociales, la agraria en primer lugar, y segundo en su propia defensa de lo que querían destruirla hasta la raíz, como gustaban de decir sus verdugos.
Pero de esto ya hablaremos mañana…

Pepe Gutiérrez Alvarez

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