domingo, octubre 23, 2011

Lecciones de la agresión a Libia

El primer mensaje de este título, aparece en lo que sigue: ni por un segundo se debe olvidar que muchos de los estadistas de Occidente que han hecho declaraciones públicas condenando el asesinato de Gaddafi, el ¿tirano?, son los mismos que amamantan la ¿democracia? muy colocada en tela de juicio por el Movimiento de los Indignados que crece en sus respectivos países.
Si en este momento alguien me preguntara el porqué cuestiono la emoción evidente de los personeros del Gran Capital, respondo lo que continúa: el Ejército ruso afirmó con conocimiento de causa que las imágenes satelitales tomadas desde el espacio sugieren que los supuestos ataques aéreos que se llevaron a cabo el 22 de febrero de este año sobre Benghazi y Trípoli, fueron un artificio usado como pretexto para una intervención militar “humanitaria” en el país norafricano.
Es que asistimos a un Bandolerismo desde la OTAN como algo normal. Según entendidos en el tema, Estados Unidos, secundado por naciones de la Unión Europea, persigue varios objetivos a la vez en Libia: 1. Controlar el petróleo. 2. Asegurar a Israel. 3. Impedir la liberación del mundo árabe. 4. Obstruir la unidad africana. 5. Instalar la OTAN como gendarme de África.
Justo en este contexto es que tenemos que recordar preguntas realizadas por Fidel Castro en 1999 a los Jefes de Estado de la OTAN, refiriéndose a la posibilidad que esa Alianza agrediera por su cuenta si se siente “amenazada” por conflictos regionales, étnicos u otras crisis más allá del territorio de ella: “¿Puede ser esta la solución civilizada de semejantes problemas? ¿Podría asegurarse que no conduciría a un conflicto nuclear? ¿A dónde nos conduciría la nueva e insostenible doctrina de la OTAN?”.
Todavía permanece fresco el reporte de Rolando Segura, el cubano corresponsal de Telesur en Trípoli, quien aseguró que la OTAN había realizado, desde el 31 de marzo pasado, 18 533 incursiones aéreas, entre ellas 7 037 ataques contra el pueblo libio, dejando más de 1 200 personas muertas y miles de heridos.
A esta altura, la situación pinta negra con lunares grises para las masas en Libia. Imagino que las personas amantes del progreso social en cualquier latitud del mundo, con toda la objetividad posible tomen notas de lo que está aconteciendo en este asunto.
Sin lugar a dudas, hace rato que en Cuba hemos aprendido y aprehendido de lecciones de tal naturaleza.
Para solo tener en cuenta las últimas dos décadas, ni por un segundo olvidamos que el integrante de la terrorista-mafia-gusano-yanqui radicada en Miami de nombre Agustín Tamargo, cuando empezó el Período Especial a principios de la pasada década de los noventa, solicitó “tres días de licencia para matar” a quienes hayan apoyado a la Revolución Cubana, tras la pretendida caída de nuestra Patria Socialista; al tiempo que recordamos que después de la invasión militar a Irak en 2003, a un personero del gobierno yanqui le preguntaron si algo similar se planeaba con nuestro país, y respondió: “Por ahora no”.
No obstante, por estas horas es noticia que el próximo 9 de diciembre, en vísperas del Día Internacional de los Derechos Humanos, un grupo de contrarrevolucionarios radicados en La Florida, movilizados por la organización terrorista Movimiento Democracia, zarparán desde Cayo Hueso hacia las costas cubanas, empleando una flotilla de embarcaciones, para montar un peligroso espectáculo mediático cuyas derivaciones políticas son impredecibles.
Así, nos sobran razones para afincarnos y trabajar a favor de nutrir hoy y siempre la INVULNERABILIDAD MILITAR DE LA REVOLUCIÓN CUBANA.

Noel Manzanares Blanco

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