lunes, agosto 10, 2015

El asesinato de Julio Antonio Mella: la polémica continúa



Mella, revolucionario cubano, vivió un intenso exilio en México. Fue asesinado un 10 de enero de 1929. Sostuvo fuertes polémicas con el Partido Comunista de México (PCM), de tradición estalinista, y estuvo a punto de presentar su dimisión pues las diferencias eran “insalvables”. Existe una polémica sobre los motivos del asesinato.

Nicanor Mc Partland y Diez, mejor conocido como Julio Antonio Mella, fue sin duda uno de los más importantes marxista de América Latina. Hay un corrido mexicano publicado sobre su muerte que dice “Cuando cayó Julio Mella puso la mano en el corazón. Dijo la muerte es muy bella, es por la Revolución.”
Mella fue asesinado con tan sólo 25 años. A pesar de su vida breve Julio Antonio fue fundador del Primer Partido Comunista de Cuba (PCC), inspirador de la Reforma Universitaria, organizador de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y uno de los precursores de la Revolución de 1933. Internacionalista consecuente fundó la Liga Antiimperialista de las Américas. Para la historia de la Liga consúltese el libro de Daniel Kersffeld, destacada por su solidaridad con el proletariado de América Latina.
Se inició joven en la luchas revolucionarias estudiantiles dentro del recinto universitario contra las inmoralidades del claustro y el pésimo estado de la enseñanza. Surgió de esta lucha la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), que bajo su presidencia celebró el primer congreso nacional de estudiantes.
Los principales acuerdos de dicho congreso fueron la creación de la Congreso Nacional Estudiantil, la lucha por la autonomía universitaria y la creación de la Universidad Popular al servicio de y en beneficio de la clase trabajadora. La Universidad Popular José Martí fue un proyecto universitario en el que los trabajadores podían recibir educación universitaria de forma autogestionaria.
En 1926 Mella mostró una admiración por Trotsky y es harto significativo que nunca escribió alguna línea positiva sobre Stalin. Según Mella “Trotsky, el organizador genial del Ejército rojo en el Comisario del Pueblo para la Guerra, es ”un ejemplo revolucionario". El revolucionario cubano había leído Literatura y Revolución.
Al subir al poder Machado se inició la era de la represión contra el movimiento revolucionario. A esto responden los estudiantes con marchas, mítines y tánganas bajo la dirección de Mella, quien terminó ante un consejo de disciplina que lo condenó con la expulsión de la universidad. La disolución de la FEU, ordenada por Machado, motivó una asamblea en el teatro Payret acusando a Mella. Fue detenido y en señal de protesta llevó a cabo una huelga de hambre que provocó una fuerte solidaridad internacional.
Uno de los principales aportes de la obra de Cristine Hatzky fue esclarecer los motivos de expulsión de Mella del PCC que le acusó del resquebrajamiento de la disciplina, oportunismo táctico, relaciones con la burguesía, falta de solidaridad con los detenidos en diciembre de 1925 por supuesta violación a la ley de explosivos. El veredicto del proceso fue la expulsión del Partido. Con causas graves en la Internacional Comunista se le impidió su reingreso al PCC.
Exiliado político en México prosiguió sus luchas con mayor intensidad impulsando denodamente campañas antimperialistas. Creó la Asociación Nacional de Emigrados Revolucionarios Cubanos (ANERC), organizó la Liga Antimperialista y la Juventud Comunista, y asistió luego al congreso antimperialista de Bruselas en el año de 1927, en el que presentó un trabajo sobre la situación económico política de Cuba, bajo el título “Cuba factoría yanke”.
Escribió el folleto denominado “¿Que es el APRA?” demostrando el contenido pequeñoburgués y anti revolucionario de dicha organización y finalmente el libro “El imperialismo y la revolución en Cuba” en el que se estudia las causas económicas de las revoluciones del 1895 y la penetración financiera del imperialismo yankee en Cuba y su influencia en el periodo republicano. Le dio Mella a todos sus trabajos revolucionarios una orientación marxista de izquierda, una visión teórica revolucionaria de la lucha de clases. Consideraba que los paises de América Latina podrían enfrentar al imperialismo sin la alianza con la burguesía nacional.

La polémica del asesinato

El libro de Christine Hatzky, Julio Antonio Mella, una biografía, poco conocido en el país (2005) es el texto más documentado sobre la vida y obra del revolucionario cubano asesinado en México. Hatzky accedió a los archivos disponibles en Cuba, México y URSS. Discute aristas polémicas: las diferencias de Mella con el PCM, la “probable orientación trotskista” del revolucionario cubano y la expulsión del Partido Comunista de Cuba en 1926 por “por desviaciones pequeño burguesas”.
Mella difería diametralmente en la política del PCM en torno a la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) pues la dirección opinaba que había que construir una central “Tercerista”. Para Mella la CROM estaba construida por el respaldo del gobierno de Plutarco Elías Calles y construyó una oposición en 1928.
El enfrentamiento de Mella con los comunistas mexicanos fue silenciado o bien manejado como un rumor por muchos años y en la historiografía fue una especia de “hoyo negro”. La obra de Hatzky detalla, con los relatos de dos testigos epocales. las acusaciones de los dirigentes del Partido Comunista de Cuba (PCC) de las simpatías trotskistas del cubano. Carrillo, el secretario del Partido Comunista de Méxic (PCM), narró los incidentes en una carta con fecha de diciembre de 1928 y trae a colación la acusación de trotskismo contra Mella.

En México

Félix Ibarra, consideró que Mella fue parte de la Oposición Comunista de Izquierda (OCI) dirigida por León Trotsky. Ibarra tenía la máscara mortuoria de Mella y aseguró que él fue asesinado por el italiano Vittorio Vidali por su orientación trotskista.
Russel Blackwell también detalló que Mella fue parte de la Oposición Comunista de Izquierda (OCI) pero debió distanciarse por su posición dirigente en el PCM. En un artículo publicado en The Militant publicación del Socialist Workers Party (SWP) en 1931 el militante estadounidense asegura que Mella fue asesinado por un sicario estalinista.
Esta discusión se actualizó en 2005 en el diario La Jornada cuando Jaime Avilés publicó una entrevista a Pino Cacucci en la que se asegura que el oscuro personaje Vittorio Vidali había asesinado a Mella. Otro texto de reciente aparición, de Ricardo Melgar Bao, analiza la presencia de México en la obra de Julio Antonio Mella. A más de 85 años de la muerte del revolucionario cubano, la polémica continúa.
En esta polémica también intervino Claudio Albertani señalando “¿Se puede probar la responsabilidad de Vidali en el asesinato de Mella? No. Quienes la niegan señalan, con algo de razón, que la GPU no empezó el exterminio de los cuadros comunistas hasta bien entrados los años 30. Pero Mella no era un comunista apegado a la línea oficial, sino un revolucionario que pensaba con su cabeza. Editaba, por ejemplo, una revista con un título que traicionaba sus simpatías por el fundador del Ejército Rojo: Tren blindado. Estaba en contra de la participación de los comunistas en las elecciones y sostenía la necesidad de atacar sin misericordia a los sindicatos reformistas.”
Mella discutió fuertemente con la línea política del PCM y el PCC. Ambas organizaciones realizaron una fuerte campaña en su contra debido a las diferencias estratégicas del revolucionario cubano contra ambas organizaciones. Mella fue un revolucionario que pensó con cabeza propia los problemas de América Latina, difícil de asimilar en los partidos de tradición estalinista de los años treinta.

Sergio Moissen
Dirigente del MTS y docente de la UNAM | México @SergioMoissens

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