miércoles, septiembre 29, 2021

Salta: el colapso de la salud pública

El gobierno de Sáenz ha tomado la decisión de avanzar en su política aperturista dado el descenso de los contagios. 

 Sin embargo, los hospitales están al máximo de su capacidad, pero no con casos de covid-19 sino con pacientes con otras patologías crónicas. La nueva escalada de apertura genera las condiciones para agravar esta crisis en el sistema de salud público, aun cuando ya se encuentran en la provincia casos registrados de las variantes MU y Delta. 
 Marcelo Nallar, gerente del hospital Oñativia, denunció que los principales hospitales de la capital se encuentran abarrotados de pacientes secuelados que transitaron covid-19 y con pacientes oncológicos, diabéticos, con obesidad, entre otros. Como los pacientes con enfermedades crónicas no fueron atendidos durante todo el 2020, la situación se ha agravado y por lo mismo necesitan atención permanente e intensiva. El sostenimiento del régimen de gerenciamiento y autogestión ha acentuado la crisis en el sistema de salud pública y el gobierno provincial sigue sin colocar los recursos necesarios aun cuando propicia, con esta nueva apertura, la agudización de esta crisis.
 El gobierno provincial habilitó los boliches y bares bailables en un 50% de su capacidad, con “burbujas” de hasta 8 personas. El turismo en Salta ya no solo estará habilitado para los habitantes argentinos, se extiende a los extranjeros. Los que arriben a la provincia desde el extranjero ya no estarán obligados a un aislamiento preventivo si es que presentan esquema de vacunación completa. Los empresarios del turismo -boliches, gastronomía, casinos, servicios de viajes, hotelería- tienen su propia ley recientemente sancionada con un pack de beneficios que va desde eximiciones impositivas hasta subsidios y créditos sin intereses. El fin de semana pasado el ensayo de apertura de boliches se desmadró por falta de infraestructura de los locales bailables y descontrol de los empresarios de la noche. Los docentes están denunciando la plena apertura de la presencialidad escolar. 
 La mentada “recomposición económica” que traería aparejada la apertura indiscriminada propicia el mejor escenario para que circulen las variantes MU y Delta. Las vacunaciones con las dos dosis no superan el 30% y no hay una campaña en regla para fomentar la vacunación. El gerente del hospital Materno Infantil, Federico Mangione, informó que ya registraron 9 casos de la variante Delta -entre los contagiados hay profesionales de la salud- sin nexo epidemiológico (El Tribuno, 22/9), lo cual significa que hay circulación comunitaria, señalan los infectólogos. También se explicó que, desde el momento en que el 1% del total de los positivos es Delta pasan de cuatro a seis semanas para que esa prevalencia tenga 20% de Delta y de 10 a 12 semanas para que tenga más del 80% de prevalencia. Eso pasó, por ejemplo, en Reino Unido. El gobernador del poncho rojo y negro hace caso omiso a los informes de los especialistas. 
 La provincia se encuentra con una “economía frágil” según el ministro de Economía Roberto Dib Ashur. Aun así, están dispuesto a seguir beneficiando al capital local con tarifazos al pueblo salteño.
 La masa de recursos debe colocarse en la salud para terminar con la autogestión y gerenciamiento, y así asegurar la plena atención sistemática de pacientes con enfermedades crónicas como los oncológicas quienes denuncian la falta y retraso de medicamentos para los tratamientos. La exigencia de los testeos masivos está más vigente que nunca al igual que una campaña en regla de vacunación inmediata. Hay que asegurar un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar y un subsidio al desocupado del 80% de esa canasta familiar. Reducir las horas de trabajo de los trabajadores de la salud sin afectar el salario y la integración de todos los profesionales y trabajadores de la salud a la planta permanente. Debemos ir por la suspensión de la presencialidad escolar mientras dure la pandemia. 

 Olga Céspedes 
 25/09/2021

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