martes, julio 12, 2022

El “paquete” de Batakis no ´reconstituye´ al gobierno


Las medidas anunciadas por la nueva ministra Batakis han sido presentadas, por parte del oficialismo, como un principio de reconstitución del gobierno. El silencio con que el kirchnerismo recibió las decisiones no confirma esa expectativa. 
 Desde antes de la partida de Guzmán, los cristinistas reclamaban mayores retenciones a la exportación, un aumento salarial por decreto y se oponían la segmentación de tarifas, Batakis debuta anunciado un régimen de ´caja´ (gastar lo que entra) y la ratificación del aumento de tarifas. El ajuste de la ´caja´ es también un golpe a la liga de gobernadores que apoyó la designación de la ministra, porque anuncia un recorte en la transferencia de dinero a las provincias. Lo mismo se planteará con los salarios estatales y la obra pública. La “ministra de Cristina y de los gobernadores” se ha despachado con una versión redoblada de los ajustes de Guzmán. El silencio del kirchnerismo frente a los anuncios expresa un alevoso recule de la vicepresidenta ante los “mercados”, algo que ya había anticipado el cristinista Wado de Pedro en su reunión reciente con la ´crema´ de las corporaciones capitalistas que operan en el país. El kirchnerismo, incapaz de asumir la batuta de la coalición política que pergeñó en 2019, es todavía más impotente para erigirse como una oposición al gobierno. 
 El régimen de “caja única” centralizará los recursos de los diferentes ministerios, fondos fiduciarios y empresas estatales, como ya ocurre con Anses desde hace largo rato. Lo que el gobierno retire de la caja de esos entes, será suplantado por el endeudamiento de ellos con bancos o fondos financieros. La deuda pública se hace aún más elástica. La centralización de las finanzas exige un régimen de autoridad que está afuera de las posibilidades de Fernández-Batakis. En otras palabras, una ministra “de compromiso” entre las diferentes facciones del Estado es empujada, por la crisis, a actuar como árbitro de todas ellas. 

 El paso en su lugar 

Batakis no sólo se ha apartado de los reclamos kirchneristas de retenciones o “salarios universales”, que no son ni uno ni lo otro – también descartó una devaluación o un desdoblamiento cambiario. No solamente Cavallo ha planteado legalizar un mercado de divisas para transacciones financieras y de otro orden, como un modo de acumular divisas (ingreso de dólares) para pagar los intereses de la deuda externa. Para la agroexportación, que seguiría en el mercado de cambios comercial, debería ir acompañado con la reducción drástica de las retenciones. Se liberaría de trabas el giro de dividendos, aunque a un tipo de cambio más alto, pero menor al del contado con liquidación, al cual recurren, en ocasiones, las empresas extranjeras. Pero Batakis tampoco anunció el desdoblamiento, prefiriendo el sendero menguante de los cepos y los controles de caja. Batakis se atrincheró detrás de anuncios, como la promesa de un revalúo inmobiliario, que profundizará la caída de este mercado, que es una vía para atraer capital especulativo del exterior, incluso dinero lavado. 
 La bancarrota financiera del Estado se manifiesta en el derrumbe del valor de la deuda pública. Por referencia a estas cuestiones, Batakis ofrece a los banqueros y especuladores intereses más altos y plazos de vencimientos más breves. Lo único que puede progresar, en ese cuadro, es la desintegración del gobierno. 

 CGT y CTA 

Aunque la burocracia sindical no pudo soslayar los anuncios ajustadores de Batakis, se las arregló para dejar en claro que sostendrá a rajatablas el régimen económico acordado entre el gobierno y el FMI. Sin la menor alusión a esos anuncios, Pablo Moyano deslizó una posible movilización para agosto, no contra el gobierno, sino contra los “formadores de precios” con los que Batakis busca un acuerdo. Más allá de una hipotética marcha, Moyano se apresuró en aclarar que la CGT no convocará a paro alguno. Pablo Micheli, de la CTA, comparó a Batakis “con Cavallo”, con referencia al congelamiento de vacantes en la administración pública. Pero tampoco le contrapuso lucha alguna, sino el “salario básico universal”, es decir el rasero de pobreza, una antigua aspiración de la CTA.
 La deserción de la CGT y la CTA coloca, con más fuerza que nunca, la necesidad de desarrollar las coordinadoras, autoconvocatorias, plenarios y congresos obreros, para oponer una lucha y una movilización de carácter político, que plantee la preparación de la huelga general. La asamblea abierta de trabajadores que convoca Politica Obrera para este sábado 16 apunta a desarrollar una gran agitación y un trabajo de organización por ese objetivo. 

 Marcelo Ramal 
 12/07/2022

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