Para contrarrestar esta tendencia, en las últimas horas China ha ordenado a las instituciones financieras estatales vender sus tenencias en dólares y abastecerse de yuanes, con el objetivo de revaluar su moneda. Un mecanismo similar fue utilizado en 2015, cuando China utilizó un billón de dólares de sus reservas para apoyar al yuan después de una devaluación del 2 %. Se estima que, entre 2015 y 2016, salieron de China 1.7 billones de dólares.
La devaluación del yuan afecta directamente a las reservas del Banco Central de Argentina, ya que posee 130.000 millones de yuanes, lo que representa cerca de U$D 19.000 millones. En menos de seis meses, se perdieron aproximadamente U$D 2.400 millones de reservas del BCRA debido a la depreciación del yuan (Infobae, 28/09).
La principal cámara exportadora de Carnes (Consorcio ABC) informó a distintos medios nacionales del abaratamiento (en dólares) en los últimos meses de la tonelada exportada a china, que pasó de USD 6.500 a USD 4.800, poniendo en crisis las próximas entregas. Este abaratamiento de las exportaciones argentinas en dólares amenaza con trasladarse al resto de los productos primarios. El 80% de la exportación de soja argentina tiene por destino China.
China pasó de ser el “contenedor” de la crisis capitalista mundial en el 2007, en momentos de la crisis de las hipotecas, a convertirse en un factor amplificador de esta crisis, enfrentando un derrumbe financiero que amenaza no solo su propia supervivencia monetaria sino también acelerando las quiebras de otros bancos centrales de sus ´socios comerciales´, como Argentina y Brasil. La suba de las tasas de interés ha convertido el escenario mundial en una economía de recesión. Argentina no escapa a esta situación.
La quiebra del principal desarrollador inmobiliario chino, Evergrande, se combina con la depreciación de la moneda china frente al dólar, en el contexto de una economía de guerra. Algunos analistas económicos prevén que esta devaluación es solo el principio y hablan de un “nuevo cisne negro”.
La devaluación del yuan ha dado de lleno en la línea de flotación del gobierno y a sus pretensiones de arbitrar una devaluación masiva desdoblando el mercado de cambios a la medida de cada sector de la burguesía criolla.
El rescate de las condiciones de vida de los trabajadores no va a ser producto del intervencionismo estatal sino de una acción decidida de la clase obrera y del desarrollo de las tendencias a la huelga general que se manifestaron en la lucha que protagonizaron los obreros del neumático.
Lucas Benvenuto
02/10/2022
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