martes, mayo 09, 2023

Quién es Victoria Villarruel, la defensora de genocidas que acompaña a Milei en su fórmula presidencial


Una dupla contra la libertad. 

 Javier Milei eligió como compañera de fórmula presidencial a Victoria Villarruel, una defensora de la dictadura de Videla. Villarruel, que actualmente es diputada nacional por La Libertad Avanza, forma parte de la “familia militar”. El elenco del espacio político de Milei representa la antítesis de cualquier planteo que tenga que ver con la defensa de la libertad. 
 Villarruel se graduó como abogada en la Universidad de Buenos Aires. Durante 2008, realizó un curso de “lucha contra el terrorismo” en el Centro de Estudios de Defensa Hemisférica William J. Perry, una institución que depende de la Universidad de Defensa Nacional, que se encarga de educar a los líderes militares de Estados Unidos y cuya sede está ubicada en Washington D.C. 
 Es hija del teniente coronel retirado Eduardo Marcelo Villarruel, quien falleció en 2001. Veterano de Malvinas, fue el segundo jefe de la Compañía de Comandos 602, la cual ha sido liderada por el golpista carapintada Aldo Rico. Villarruel padre participó del Operativo Independencia (1975), con el que el gobierno de Isabel Martínez de Perón desarrolló un asesinato masivo de activistas obreros, bajo el pretexto de combatir un foco guerrillero del Ejército Revolucionario del Pueblo. 
 Asimismo, es nieta del contralmirante Laurio Hedelvio Destéfani, que feneció en 2017, un historiador naval. En un viaje a España, Destéfani cosechó relaciones con el fenecido Manuel Aznar Acedo (padre de José María Aznar, expresidente de España por el Partido Popular), un exmiembro de la Falange Española que participó en la Guerra Civil de 1936 realizando tareas de propaganda para el bando del fascista Francisco Franco. Victoria Villarruel conoció a Aznar, tejieron relaciones políticas. 
 En 2003, la diputada “libertaria” fundó el Centro de Estudios Legales sobre Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv). Lo hizo luego de que el expresidente Néstor Kirchner derogara las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, presionado por la acumulación de pedidos de extradición –provenientes del exterior- para los genocidas, quienes preferían ser juzgados en Argentina. Desde el Celtyv, Villarruel intenta defender a los militares señalados por cometer crímenes de lesa humanidad. 
 El Celtyv, que termina de surgir en 2006, fue un desprendimiento de Aunar, una agrupación nacionalista fundada en 1993 por el general Fernando Verplaetsen, exjefe de Inteligencia de Campo de Mayo en 1976 y último capo de la Bonaerense bajo la dictadura. Verplaetsen fue condenado a 25 años de prisión por su responsabilidad en las torturas y asesinatos que se cometieron en Campo de Mayo, donde funcionó un campo de concentración. 
 Villarruel es una promotora de la teoría de los dos demonios, con la cual se busca, por un lado, justificar el golpe de Estado de 1976 y exculpar a sus responsables materiales e intelectuales (la burguesía criolla, la Iglesia y el Ejército argentino), y, por el otro, ocultar el verdadero propósito que tuvo la dictadura, a saber, exterminar físicamente –con los métodos del fascismo- a la vanguardia de la clase obrera argentina, en aras de preservar la dominación del gran capital. 
 Según Clarín (7/5), gracias a la red de contactos de Villarrruel, Milei pudo establecer relaciones con Vox, el partido franquista de España. Milei también mantiene lazos con el chileno José Antonio Kast, quien reivindica a la dictadura de Pinochet, y con el brasileño Jair Bolsonaro, el cual defiende a la dictadura militar de Humberto de Alencar Castelo Branco, que se instauró en Brasil en el año 1964.

 Reaccionarismo 

A través de Villarruel, Milei busca tejer vínculos con el Ejército, especialmente con su sector revanchista, lo que constituye una reivindicación del accionar genocida de las Fuerzas Armadas bajo la dictadura. 
 Milei está tratando de responder a una necesidad de los capitalistas: colocar a las FF.AA en la represión interna para que puedan atacar las luchas populares que emergen –y emergerán- como producto del ajuste y la agudización de la crisis capitalista. Todos los partidos políticos patronales están de acuerdo con profundizar la represión estatal. No por nada defienden los códigos antipiquetes, mantienen a activistas procesados por luchar y apoyan el despliegue de más gendarmes en los barrios.
 Su programa de ofensiva en toda la línea contra la clase trabajadora (dolarización, destrucción de los convenios colectivos de trabajo, privatización de la salud y la educación, etcétera), con el cual profundizaría el ajuste que está implementado el gobierno del Frente de Todos, solo puede ser aplicado con una militarización de la sociedad. 

 Nazareno Suozzi

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