lunes, agosto 26, 2024

La destrucción de la ciencia avanza: se confirma la parálisis de su financiamiento


La semana pasada Alicia Caballero, la presidenta de la Agencia de I+D+i, organismo clave en el financiamiento de los proyectos de investigación científica y tecnológica, confirmó la total parálisis de dicho organismo: no actualizará por inflación los proyectos vigentes, no otorgará los proyectos aprobados en 2022 y afirma que no hay fondos para nuevas convocatorias. Los proyectos de investigación compiten en convocatorias abiertas por subsidios de la Agencia que financien sus objetivos y, sin este financiamiento, el desarrollo científico queda estancado. En el marco de una recesión galopante, no habrá capital privado que desarrolle la ciencia y el sostenimiento de los insumos necesarios para investigar recaerá en el bolsillo del trabajador del CONICET. Previamente, hubo señales de alerta, como el congelamiento de los estipendios de las becas durante la primera parte del año y la renuncia de gran parte de los miembros del directorio de la Agencia en abril. Los artículos 3 y 5 de la Ley de Bases también son una amenaza, ya que le otorgan facultades al Poder Ejecutivo para modificar o disolver este tipo de organismos y los fondos con los que se financian las investigaciones. 
 Otro hecho que sacudió a la comunidad científica fue la presencia policial de unos diez efectivos en las inmediaciones de la sede de Conicet Saavedra 15, mientras se desarrollaba una asamblea de trabajadores del edificio, con un claro objetivo intimidatorio, que se suma a otros hechos similares que vienen sucediendo desde principios de año tanto en la sede central de Conicet como en otras dependencias del Estado. 
 Se trata de la confirmación de una política sistemática de destrucción del sistema científico del país que lleva adelante el gobierno mileísta, en nombre de sus intereses ideológicos y de mercado, y que ya se ha plasmado en recortes presupuestarios, de puestos de trabajo y salarios por debajo de la línea de pobreza. Lo cierto es que la incidencia de la inversión en ciencia en el PBI en 2024 ha sufrido su caída más abrupta desde que se comenzó a medir: no llega ni al 0,39 % que establece la ley 27614 de financiamiento de la ciencia (gracias a todos los gobiernos que postergaron indefinidamente el financiamiento científico) e incluso se han congelado fondos provenientes de organismos internacionales.
 Como respuesta a estos anuncios de enorme gravedad, la RAICyT (Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Técnica) ha pedido la renuncia de Caballero y ha convocado a movilizarse al Polo Científico el viernes 30 de agosto, a las 11 horas, para la entrega de un petitorio que “solicita a las autoridades nacionales a implementar las medidas necesarias para frenar la destrucción del sistema científico”... que esas mismas autoridades promueven. El petitorio propone una aspiración y un método que no tienen ninguna perspectiva. No hay dudas de que Caballero -y también Salamone- vienen a ejecutar la destrucción de la ciencia promovida por Milei. La connivencia que el directorio de Conicet ha planteado con el segundo, en línea con el salvavidas del conjunto del régimen político a Milei, ha dejado en claro sus efectos calamitosos. 
 Desde Política Obrera consideramos indispensable el desarrollo de una perspectiva independiente de los partidos políticos patronales que sustentan al, o conviven con, el gobierno de Milei. Proponemos convertir la convocatoria en el Polo y otras instancias organizativas en asambleas de trabajadores para debatir un plan de lucha del sector de ciencia y técnica, con acciones directas: cortes de calle, ocupación de los lugares de trabajo, la perspectiva de la huelga. El golpe contra la ciencia forma parte del ataque contra los organismos y los trabajadores estatales y también contra las universidades nacionales. Coordinemos acciones comunes, preparemos una marcha en defensa de la educación y la ciencia con un programa propio de los trabajadores del sector. 

 Agustina Martelli
 26/08/2024

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