sábado, septiembre 13, 2025

El fundador de La Derecha Diario confiesa que sabían de las coimas en Discapacidad


Fernando Cerimedo declaró como testigo en la causa por los audios de Spagnuolo y confirmó sus dichos sobre la corrupción en la Andis.

 Fernando Cerimedo, el fundador de La Derecha a Diario, se presentó como testigo ante la Justicia para confirmar la existencia de un circuito de coimas gestionado por la Agencia Nacional de Discapacidad, cuyos destinatarios eran Karina Milei y Eduardo "Lule" Menem. Declaró que el propio Diego Spagnuolo se lo había confesado personalmente en el 2024, sin embargo, el medio de comunicación libertario decidió ocultar esa información. 
 El testimonio de Cerimedo resulta fundamental para la investigación que lleva adelante el fiscal Picardi, ya que refrenda la veracidad de los hechos de corrupción descriptos en los audios de Spagnuolo, que reveló el periodista Mauro Federico. El testigo aseguró que el extitular de la Andis, con quien mantenía una relación cercana, le había comentado sobre el esquema de retornos alrededor de la compra de medicamentos para las personas con discapacidad, a través de los cuales Karina Milei y sus cómplices embolsaban entre 500.000 y 800.000 dólares mensuales.
 Pese a haber tomado conocimiento de esta estafa en el 2024, el dueño de La Derecha a Diario la mantuvo en secreto, en lugar de sacarla a la luz como debería hacer cualquier medio periodístico que se precie. Así actúan estas usinas de propaganda oficial, encubriendo a los altos funcionarios para que sigan robando mientras ajustan al pueblo. 
 La denuncia, además de implicar a la camarilla gobernante, involucra a la familia Kovalivker, dueña de la droguería Suizo Argentina, que, a fuerza de sobornos, multiplicó sus contratos con el Estado en un 2.600%. Su defensa pidió la nulidad del juicio esgrimiendo la supuesta falsedad de los audios publicados, sin embargo, no tiene forma de explicar por qué Emmanuel Kovalivker, al momento ser allanado en su casa de Nordelta, estaba a punto de escaparse en su auto con 266.000 dólares encima. Su hermano, Jonathan Kovalivker también buscó obstruir la investigación presentando al juzgado un celular reseteado de fábrica. 
 Cabe destacar que la esposa de Cerimedo, Natalia Basil, fue directora de Apoyos y Asignaciones Económicas en Andis y tenía a su cargo la realización de auditorías sobre las pensiones con el objetivo de recortarlas. Esto, cuando ya estaba perfectamente al tanto de las corruptelas en torno a los medicamentos. Una banda de delincuentes, que, mientras lucraba con los fondos de Discapacidad, no tenía ningún reparo en dejar sin ingresos a quienes pertenecen a ese grupo vulnerable. 
 Para colmo, el gobierno insiste con judicializar la Ley de Emergencia en Discapacidad luego de que el veto fuera rechazado por el Congreso. Hay que mostrarle en las calles que no tiene ningún mandato popular para consagrar semejante infamia, como se expresó claramente en el resultado de las urnas del pasado domingo. El golpe que recibió en los comicios debe ser coronado con la movilización de los trabajadores para derribarlo.

 Sofía Hart

Urbanismo y desigualdad social: el derecho a la ciudad. Lecturas con Marta Bernabeu

jueves, septiembre 11, 2025

A las calles para quebrar al gobierno de Milei y sus vetos


El 12 a Plaza de Mayo y el 17 a Congreso cuando el Parlamento los trate. 
 Los trabajadores del Garrahan salen a enfrentar el veto. 

Cuando pasaron menos de tres días de la paliza electoral que el gobierno recibió en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, Milei decidió vetar dos leyes que tienen un indiscutible apoyo popular: la de financiamiento universitario y la de emergencia pediátrica -para volcar fondos al hospital Garrahan-, dos reclamos que fueron y son acompañados con masivas movilizaciones y miles de pronunciamientos. Los trabajadores del Garrahan han convocado a paro y movilización este viernes 12 y los docentes universitarios que están en paro están discutiendo profundizar junto a estudiantes las medidas de lucha. Confluirán con la marcha que el plenario de los sindicatos combativos, el movimiento de lucha de los jubilados y los piqueteros convocó para este viernes 12 en todo el país y en Buenos Aires de Congreso a Plaza de Mayo. 
 El 17 el Congreso debería tratar los vetos; hay que garantizar el rechazo legislativo ganado las calles masivamente, no puede quedar en manos de una oposición que acaba de hacer pasar el veto a las jubilaciones y que no está dispuesta a quebrar la política del gobierno y ha declarado su disposición de sostener a Milei hasta el fin de su mandato. 
 El resultado de las elecciones bonaerenses ha mostrado lo que ya era una tendencia en las provinciales desdobladas previas que es que Milei y su gobierno vienen perdiendo apoyo popular a menos de dos años de haber arrasado en el balotaje. En el medio Milei se comió al PRO, y el domingo pasado juntos perdieron 1.500.000 de votos comparados con la elección de 2021, y más del doble si tomamos el balotaje de 2023. La elección mostró otros datos significativos, se verificó lo que ya había anticipado la elección en CABA: La Libertad Avanza perdió el apoyo de los sectores más empobrecidos que preponderantemente lo habían votado en 2023 y trasladó su dominio a los barrios de la clase media alta; el resultado del 7/9 muestra que aunque en esos sectores ganó lo hizo menos votos, por eso pierde sin discusión en la primera sección electoral donde hay municipios de predominio de una clase media alta; también perdió en la cuarta y donde gana -que es la quinta y la sexta- lo hace por mucho menos; el dato es importante porque se trata de las secciones donde domina el capital agrario.

 El significado de la derrota electoral 

La derrota electoral golpea a un gobierno que carece de raíces profundas y que su principal apoyo era el abrumador triunfo electoral del 2023 -expresión del rechazo a los partidos históricos- y el apoyo que la burguesía y el imperialismo, en particular, le dieron para que fuera a fondo en el ataque a los trabajadores, que hiciera el trabajo sucio de hundir salarios y jubilaciones, de reventar los derechos laborales, de recortar drásticamente la asistencia en salud, educación, etc., las que el Estado debe garantizar. El “experimento Milei” que el mundo capitalista tiene en observación -y que Milei propagandiza- es la capacidad de hacer “el ajuste más grande la humanidad” sin perder el apoyo popular. El resultado del 7 en Buenos Aires y las elecciones previas lo han desmentido.
 La derrota electoral de Milei adquiere un cariz dramático, porque él colocó su triunfo en las elecciones –primero las bonaerenses y luego las nacionales de octubre- como la condición indispensable para avanzar en las “reformas estructurales” –laboral, previsional e impositiva- que sacarían al país de la bancarrota y abrirían el paso a un desarrollo sostenido, y que debía ser obtenido con un ataque histórico a los trabajadores, un objetivo al cual no renuncia ni Milei ni el conjunto de la burguesía y sus partidos. La derrota parece como la conclusión obligada de la política económica del gobierno que llevó hasta la exasperación la deuda pública a la par que crecía la fuga de capitales, montó una bicicleta financiera -a punto de estallar- con la deuda en pesos, apeló a elevar la tasas de interés a niveles exorbitantes con el solo objeto de impedir que los pesos se trasladen al dólar –y por ende a los precios, y con al ello al índice inflacionario-, terminó poniendo una suerte de corralito a los bancos aumentando los encajes. Las consecuencias de todo son el derrumbe del ingreso de los trabajadores, la caída del consumo, la recesión y el aumento de las presiones para proceder a una devaluación que el gobierno quiere postergar para después de octubre pero que solo se puede contener con un desangre mayor. 
 Muchos analistas y periodistas que aplaudían el “necesario” ajuste para lograr el “imprescindible” equilibrio fiscal le recuerdan ahora al gobierno que Menem y Macri pagaron electoralmente las consecuencias de los planes de “estabilización económica”. Lo cierto es que Milei-Caputo no han provocado una estabilización sino por el contrario han armado las condiciones para una profunda desestabilización, han alejado aún más al gobierno y a los capitalistas del mercado de capitales –uno de los principales mandatos que tenían- y abren las perspectivas de un desenlace de características convulsivas en un menú que incluye variantes como una fuerte devaluación impuesta por los mercados, una hiperinflación, una corrida bancaria, un "rodrigazo", o un default; mientras, se profundiza la recesión, sigue cayendo el consumo y el deterioro de las condiciones de vida se acentúan. La reconfiguración de la Argentina que Milei, el capital financiero internacional y el imperialismo persiguen, es decir, una proveedora de energía, granos y minerales a las naciones desarrolladas, ha quedado atravesada por esta crisis. 
 Milei apuesta al salvataje de “occidente” para llegar a octubre sin que la bomba estalle antes. El apoyo que le hizo llegar el FMI no parece venir acompañado de los dólares que el gobierno necesita disponer para enfrentar una corrida cambiaria, hay demasiados pesos que buscan dólares y lo que el gobierno dispone no alcanza. En estos días se recordó al secretario del Tesoro norteamericano Bessent que prometió luego del acuerdo con el FMI en abril que acudiría en ayuda sin fuera necesario, ¿sigue vigente la oferta?, ¿de cuánto estamos hablando? Es decir que la derrota electoral de Milei acelera todas las crisis, ha quedado al desnudo muy fuertemente la improvisación de la “experiencia” que el mundo observa con curiosidad. La crisis de Milei es la expresión de la crisis nacional resultante del sometimiento (y asociación) de la burguesía argentina y de todos sus gobiernos desde la dictadura en adelante a los requerimientos y necesidades del capital financiero, al FMI, al pago y sostenimiento de la deuda usuraria, al saqueo del país. 

 El papel de la oposición 

Esa improvisación también sacude a la oposición que lo que pretende es que la derrota obligue a Milei a negociar, a compartir el gobierno, es decir, a que deje de ser Milei. El que más claro lo planteó fue Kicillof en su discurso como ganador de las elecciones cuando le pidió que lo llame, que se junte con él y los gobernadores para armar una salida, a la par que ratificó su compromiso de sostenerlo hasta 2027. En la propuesta de Kicillof aparecen claramente dos problemas, uno, el más importante, es el compromiso del peronismo en el sostenimiento de un gobierno profundamente antiobrero y antipopular; ninguna novedad hasta acá: es lo que hicieron sus gobernadores aplicando el ajuste en sus provincias, los parlamentarios peronistas sosteniendo la ley Bases, el decreto 70/23 y varios vetos y sobre todo el papel de la burocracia sindical, es decir todo ellos actuaron como cómplices de Milei. El otro problema es que Kicillof y el resultado electoral que lo colocó como vencedor –sosteniendo su votación de 2021 más un 10%- no es la expresión de un armado de recambio, él mismo ganó como resultado de una maniobra –que a Jorge Macri le salió mal- que fue beneficiada por el creciente deterioro del gobierno nacional. Mientras Kicillof le pedía a Milei que lo llame, los gobernadores rechazaron el convite del gobierno del gobierno a una mesa de diálogo, conscientes de que se iban ir con las manos vacías e iban a terminar debilitando la performance de sus listas en octubre frente al mileísmo que los ataca en sus territorios. Las elecciones de octubre pueden parir nuevos vencedores que pretenderán terciar frente al derrumbe del oficialismo. 
 Hay un gobierno golpeado y en crisis. En concreto la situación política argentina es de una gran precariedad, ha entrado en un franco escenario convulsivo en todos los aspectos, el económico, el político. La oposición pretende que el repudio electoral al gobierno no se convierta en una intervención directa de las masas explotadas como ha sucedido en las grandes crisis nacionales, y la burocracia sindical agudiza su complicidad con el ajuste de los gobiernos y las exigencias patronales para no abrir un rendija porque donde se cuelen los trabajadores reclamando por el salario, contra los despidos y la defensa de sus derechos laborales. 

 Las tareas de la izquierda 

La elección ha mostrado el fuerte rechazo popular a Milei, y ha puesto de manifiesto una disconformidad también con el oficialismo: en la elección bonaerense más 5.600.000 electores (sobre un 14,3 millones) no fueron a votar, y casi 700.000 lo hicieron en blanco. En este cuadro el Frente de Izquierda –aunque que con menos votos que en 2021- renovó los dos diputados y fue la tercera fuerza en las dos principales secciones, que encabezaron Del Caño y nuestra compañera Romina Del Plá. Es una elección importante porque aparece con nitidez una expresión de izquierda e independiente del peronismo que pretenderá explotar su triunfo con la línea de “hay 2027”. 
 La derrota electoral del 7 de septiembre ha desnudado la precariedad del gobierno libertario y dado más fuerza a las luchas, por eso en defensa del Garrahan, de las universidades, de los jubilados, la conclusión es que hay ganar las calles, quebrar los vetos y abrir el camino para que irrumpan los reclamos populares que nacen del ajuste que impuso Milei. Es un impulso para la tarea central que tiene la izquierda que es organizar la intervención de los trabajadores y derrotar al gobierno y sus ataques, por eso ahora hay que ganar las calles en la lucha contra los vetos. Hay que desnudar y rechazar de plano la política de la oposición patronal, y sobre todo del peronismo, que maniobrará para que Milei siga haciendo su trabajo sucio. Es decir hay que preparar las condiciones de una rebelión popular frente al intento de descargar una vez más sobre los trabajadores el derrumbe nacional. 
 Y hay que ir a fondo en el llamado a votar al FIT-U en todo el país porque significa un reagrupamiento en torno a la única salida, una salida obrera y socialista, que parta del desconocimiento de la deuda usuraria y la ruptura con el FMI lo que significa terminar con el saqueo y sometimiento de décadas que han llevado a la Argentina a una crisis costosísima para la inmensa mayoría del pueblo; que significa nacionalizar la banca para impedir la fuga de capitales y utilizar el ahorro nacional en un plan de desarrollo de acuerdo a los intereses de la población trabajadora y no de la burguesía parasitaria; llevar los salarios al valor de la canasta familiar y las jubilaciones al 82% de la misma, prohibir los despidos y suspensiones y establecer el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario, es decir, dar paso a los reclamos populares y terminar con el saqueo capitalista. 

 Eduardo Salas

Inflación con recesión: los trabajadores pagamos el plan Milei y su fracaso


Persiste la suba de precios, aún con ancla salarial y una política recesiva que las patronales descargan con despidos. 
 1,9% dio el índice de inflación en agosto.

 La inflación se mantuvo en agosto en el 1,9%, según el índice del Indec. La devaluación del peso por la corrida cambiaria de fines de julio y los aumentos de tarifas mantuvieron el alza de precios, aún en un cuadro de fuerte recesión, tasas de interés exorbitantes y ancla salarial. Y la inflación seguirá, alimentada por el salto del dólar tras la derrota del gobierno en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, rozando el techo de la banda cambiaria. A su vez, el informe del Indec arrojó un IPC acumulado de 19,5% y del 33,6% en términos interanuales. 
 Aún sin un salto inflacionario, los ingresos populares continúan perdiendo como resultado de los topes salariales fijados por el gobierno y acatados por la burocracia sindical. Según los datos del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina, el salario registrado de junio 2025 -último dato disponible- quedó 5,5% por debajo del nivel de noviembre de 2023. La caída llega al 9,1% si se calculara la inflación en base a una canasta de consumos más representativa, donde el gasto en servicios tenga mayor peso. De hecho, en el IPC de agosto incidieron las subas por encima del índice general en los rubros Transporte (3,6%) y Vivienda y servicios públicos (2,7%). 
 Este retroceso del salario responde el interrogante que planteó Guillermo Francos para justificar el mal desempeño en los comicios, sobre que los supuestos "logros macroeconómicos" del gobierno no llegan “al metro cuadrado” de la gente. Finalmente, la gestión libertaria mantuvo a raya la inflación a costa de dinamitar la capacidad de consumo de los trabajadores.
 A su vez, se trata de un índice de inflación sostenido a fuerza de tasas usurarias, que encarecen el crédito comercial y el endeudamiento de los hogares mediante la tarjeta de crédito. Políticas profundamente recesivas, cuyas consecuencias están a la vista: según los datos del Indec, en julio, la industria cayó 2,3% respecto al mes anterior y la construcción lo hizo en un 1,8%. Vale decir que la caída de la actividad económica refuerza la ofensiva patronal contra los trabajadores a través de despidos y suspensiones. 
 La disparada del dólar luego de las elecciones bonaerenses promete recalentar aún más la inflación. Por lo tanto, es necesario organizarnos en cada gremio para quebrar los techos a las paritarias y defender el poder adquisitivo del salario, superando para ello las trabas que imponen las direcciones sindicales entreguistas. La movilización del sindicalismo combativo el viernes 12 de septiembre, de Congreso a Plaza de Mayo, busca abrir un canal de lucha por las reivindicaciones obreras y la derrota de este gobierno reaccionario. 

 Sofía Hart

Trump deporta argentinos y Milei lo imita


El gobierno xenófobo y peón del imperialismo es cómplice del ataque a los migrantes en Estados Unidos.

 Esta semana llegaría al país, desde Estados Unidos, un avión con argentinos deportados. La política de alineamiento incondicional con el imperialismo desenvuelta por Milei solo ha provocado un incremento de las tensiones sociales. 
 Serían aproximadamente veinte, y trescientos ya habrían sido deportados con anterioridad. La cantidad exacta de argentinos deportados o en vías de serlo se desconoce; el gobierno está haciendo primar un estricto hermetismo para no molestar al gobierno de Trump. El vehículo Boeing 767-300, perteneciente a la empresa Omni Air International, realizará paradas en Colombia y en Brasil antes de aterrizar en el aeropuerto de Ezeiza. 
 Las relaciones carnales con Estados Unidos le están trayendo muchos problemas al gobierno argentino. Milei todavía negocia con su par norteamericano la obtención del permiso para que ciudadanos argentinos puedan viajar a Estados Unidos sin necesidad de tener visa. Ha permitido, asimismo, que los medios de comunicación nacionales reproduzcan propaganda trumpista con amenazas de deportación a quienes viven en Estados Unidos sin la documentación en orden. 
 Y emuló la política del magnate, lanzando su propia cacería de migrantes con razzias y detenciones. El gobierno de Milei, además, promulgó un decreto que impone restricciones al acceso a la ciudadanía, facilita las deportaciones y habilita el cobro de prestaciones en la salud pública y el arancelamiento en universidades. En esta línea, reglamentó la expulsiva “ciudadanía por inversión” y obligó a más de 100 médicos extranjeros a repetir el examen de residencia. 
 Trump está impulsando una campaña antimigratoria, deteniendo personas en las calles y en los campos, separando niños de sus padres, y ha reforzado de paso la represión contra toda la clase obrera norteamericana. El magnate militarizó Washington D.C. y California, en el segundo caso para sofocar una multitudinaria protesta en defensa de los migrantes, y pretende hacer lo mismo con otras ciudades. 
 Los migrantes en Estados Unidos están en constante peligro. En los centros del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), muchos duermen en el piso o se ven privados de comida y agua. En lo que va del segundo mandato de Trump, catorce han muerto en los centros del ICE; las muertes allí vienen aumentando desde 2021, tras alcanzar un pico de 21 el año anterior. 
 El 70% de los individuos que pueblan los centros de detención para migrantes no tiene sentencia; los que sí la tienen se la ganaron por delitos menores –como saltarse normas de tráfico, por ejemplo. Son 150.000 las personas que fueron deportadas desde que el republicano asumió el poder. Algunas fueron enviadas a las cárceles del salvadoreño Nayib Bukele. A este ritmo, podría superar el récord del demócrata Barack Obama, que deportó a 400.000 en un año.
 Los capitalistas y sus gobiernos promueven el racismo y la xenofobia para enfrentar a los trabajadores entre sí y mantener el status quo burgués, que conduce a guerras y bancarrotas económicas y sociales cada vez más agudas. El Partido Obrero promueve la unión de la clase obrera internacional para emancipar al mundo de la explotación y la opresión. 

 Nazareno Suozzi

miércoles, septiembre 10, 2025

Francia: Una gran crisis política envuelta en una crisis fiscal


El primer ministro francés, el centrista François Bayrou, ha recibido un rechazo a su pedido de “voto de confianza” en la Asamblea Nacional. Ese voto era la condición para presentar un ajuste de 44 mil millones de euros en el Presupuesto Nacional (unos 50 mil millones de dólares). La decisión de someterse al voto fue tomada en solitario, sin el acompañamiento del gabinete ni de Macrón. Por un momento, Bayrou creyó que contaría al menos con la abstención del partido socialista. En estas circunstancias, el pedido fue catalogado como “un suicidio” o “una apuesta loca”. Un colega de gabinete le espetó que propiciaba “una muerte en escena”. Más allá de estos gestos afrancesados, el Presupuesto de Bayrou contemplaba un aumento del gasto armamentista y excluía de mayores impuestos a las grandes compañías y a los altos ingresos (Le Monde, 9.9) 
 El endeudamiento del Estado francés asciende al 114% de su PBI; los títulos públicos de Francia cotizan por debajo de los de Italia y España, y empatan con Grecia. La prensa prevé que Francia deberá someterse a un acuerdo con el FMI. El líder de la bancada del Partido Socialista (PS), Boris Vallaud, expuso claramente esta cuestión: “en 2017, el déficit estaba por debajo del 3%. Hoy es superior al 5,2%. La protección social tenía superávit, ahora está en déficit y la deuda ha aumentado en un billón” (La Nación, 09/09). La elevación de la edad de retiro en dos años no sirvió para detener la crisis del Tesoro. Los intereses de la deuda se han convertido en el primer ítem del gasto público. 
 Macron se apresuró a anunciar que postularía a otro primer ministro a la brevedad, sin aludir a qué coalición de gobierno recurriría para que sea aprobado por la Asamblea. El Partido Socialista reclama la primacía para el recambio, sin clarificar el ajuste que está dispuesto a ejecutar. Rompería de ese modo el Nuevo Frente Popular, porque La Francia Insumisa pide la renuncia de Macron y la convocatoria a elecciones para Presidente. El NFP denuncia al “imperialismo ruso” y apoya la guerra de la OTAN. Marine Le Pen, de Rassemblement National (RN), desafió con un recorte “en serio”, que debería a alcanzar los 100 mil millones de euros, quitando “gastos tóxicos”, como definió al sistema de asistencia médica. El planteo le quita a la ultraderecha la máscara populista, que venía prometiendo mayores gastos sociales y hasta la reducción de los años de retiro a su nivel anterior. Es un viraje abierto hacia la gran patronal francesa y un guiño a la política de Macron en cuanto a la guerra imperialista contra Rusia. La crisis no es ‘francesa’ sino europea, porque Alemania y Gran Bretaña sufren, respectivamente, crisis financiera e industriales, y una política de guerra que buscan financiar con ajustes sociales extraordinarios (desmantelamiento de los programas residuales de pensiones, educación y salud pública). 
 La Francia Insuma (LFI) -el partido de Jean-Luc Melenchon- niega que siquiera exista una crisis de deuda, a la que considera un invento del gobierno para justificar el ajuste. Este recurso retórico le sirve para defender los gastos sociales en la carrera electoral. Desde el Partido Socialista hasta la propia Le Pen, ofrecen a Macron alternativas para alcanzar gobiernos de coalición o, como llaman en la política francesa, cohabitación –distinto signo político entre el Palacio Elíseo (Casa de Gobierno) y el Matignon (Parlamento).
 Emmanuel Macron ha rechazado la cohabitación; la intención es volver a repetir la maniobra de disolver la Asamblea Nacional para imponer el ajuste por decreto en el interregno hacia nuevas elecciones. Pero ese “juguemos en el bosque mientras el lobo no está”, se ve perjudicado en estos momentos por una ola creciente de huelgas y la realización de una jornada de lucha, el jueves 11, con la consigna “bloqueemos todo”.
 Alentados desde los chalecos amarillos hasta sectores ‘apolíticos’ o ‘anti políticos’, incluso de la ultraderecha, han sumado a La Francia Insumisa y otros sectores de izquierda, como el NPA o Revolución Permanente, así como varios sindicatos y las centrales sindicales (con exclusión de la CFDT y de FO). Habrá boicot al consumo, al comercio, al transporte; se van a “dejar de usar las tarjetas de crédito por un mes”, y “comprar masivamente boletos de avión para cancelarlos a último momento”. No existe una declaración política ni reivindicaciones. Será una jornada de choques con la policía. Un movimiento a la altura del impasse político francés.
 La “Intersindical” que aglutina a las ocho principales centrales obreras francesas, ha convocado a la abstención. Ha llamado a movilizar el 17 de septiembre. Desde las movilizaciones contra las reformas de pensiones, que escaparon al control de la burocracia sindical en el momento más álgido del conflicto, la presencia de la burocracia sindical en la calle se había desvanecido. 

 Joaquín Antúnez 
 09/09/2025

Se cayó la operación del gobierno contra los comedores populares


El periodista Ari Lijalad, en el portal ‘El Destape’, publicó la semana pasada un reconocimiento del gobierno de que nunca existió la auditoría sobre el Registro Nacional de Comedores Comunitarios (RENACOM). Sin embargo, Sandra Pettovello la invocó como argumento para retirar los alimentos, muy al comienzo de su gestión. Esta información surge de un documento oficial del Ministerio de Capital Humano, luego de una citación judicial. Allí se blanquea que no se visitaron los comedores y merenderos populares, ni se realizó un relevamiento completo, y que el corte de los alimentos que afectó a millones de familias no tuvo respaldo administrativo. En su momento, Nicolás Posse, entonces Jefe de Gabinete, sostuvo que el 50% de los comedores no existían. Esto fue parte de un intento de justificar la suspensión de la provisión de alimentos, retenidos en los galpones del Ministerio incluso más allá de su fecha de vencimiento. 
 En mayo del2024, la diputada Natalia Zaracho, vinculada a la UTEP y Juan Grabois, pidió una copia de la auditoría nombrada por Posse en el Congreso. El pedido tenía el detalle: “Vengo a solicitar copia del Informe de la auditoría a que hace referencia el señor Jefe de Gabinete Nicolás Posse en su presentación del Informe de Gestión ante esta Cámara de Diputados de fecha 15/05/2024, en el que mencionan que, producto de dicha auditoría detectaron que casi el 50% de los comedores no existían”.
 Eran días en que el gobierno aseguraba a los medios de comunicación amigos que estaba ´demostrado´ que el 50% de los comedores no existían y que las organizaciones sociales tenían montada una inmensa red de robo, extorsión y lucro. Esto fue parte de una campaña contra el movimiento piquetero, que llevó a más de 100 allanamientos a comedores y sedes de organizaciones, incluso a una causa judicial contra el Polo Obrero -oficial-, Barrios de Pie y otras organizaciones que está en instancia de juicio oral. Sandra Pettovello se resistió a brindar la información, Zaracho judicializó el pedido y tras 12 meses, por fin llegó la respuesta: no existió la mentada auditoría. 
 La respuesta del Ministerio muestra que todo era un infundio político: “La referencia genérica a ‘auditoría’ comporta una interpretación gramatical realizada por el entonces Jefe de Gabinete, la cual se refiere a las acciones de control propias de los órganos a cargo de la ejecución de las políticas públicas y no a un informe de auditoría con los alcances previstos en la Ley N° 24.156, que es la Ley de Administración Financiera que regula el funcionamiento de los organismos públicos”. Sí explicaron que hicieron “supervisiones y/o verificaciones territoriales que no se corresponden metodológica ni teleológicamente con los Informes de Auditoría” y que resolvieron “denegar parcialmente la solicitud de acceso a la información pública interpuesta, en cuanto al ‘Informe de Auditoría’ al que se alude, ya que la misma resulta ser inexistente”. 

 Los infundios de la guerra a las organizaciones sociales

 El mismo Ministerio reconoce que sólo se relevó el 6% de los espacios inscriptos, a lo que hay que sumar que la mayoría no están inscriptos en el RENACOM y menos aún están reconocidos de manera oficial. Por ejemplo, muchos entregan la comida en tuppers que realizan en patios y casas de familia. Estos espacios no están reconocidos por no tener la infraestructura necesaria. 
 Cuando vemos las visitas físicas -y tomando a favor de la camarilla liberticida los números brindados- es apenas el 3% los que fueron visitados. Desde organizaciones sociales afirman que “lo que se auditó fue una lista de anotados en un formulario” y “no fueron a ver si estaban o no, sino que cruzaron los datos de los formularios solamente”. Entre los comedores ´inexistentes´, nunca se verificó si continuaban funcionando en nuevas direcciones por reubicación o cambios en los alquileres, algo cotidiano en los locales en barrios, villas y asentamientos. Durante la pandemia muchos espacios fueron abiertos, cerrados y relocalizados y durante el gobierno de Alberto Fernández, no hubo una actualización del RENACOM. Por otro lado, durante el gobierno de Javier Milei el corte de alimentos llevó al cierre a muchos espacios durante el período del falso relevamiento. 
 Hay que destacar que la inscripción en el RENACOM no tiene como correlato la asignación de un recurso de parte del Estado. Eso depende, como lo marca la historia del movimiento de desocupados de las movilizaciones y luchas en municipios, gobernaciones y en el propio Ministerio. 
 Los liberticidas en Casa Rosada no usaron el método de montar un bulo sólo en la cuestión de los comedores. Este año continuaron con la agitación en base a datos falsos, llegando a sostener la propaganda de que 12 millones de personas “salieron de la pobreza” gracias a su modelo económico.
 El gobierno que usó una falsa auditoria, servicios de inteligencia para montar causas y una campaña mediática con el objetivo de poner un punto final a la organización de los trabajadores en villas y barrios populares. La organización a través de los reclamos más elementales como los alimentos, el trabajo, la salud y la vivienda tiene más vigencia que nunca. 

 Leonardo Perna
 09/09/2025

Pongamos fin al ‘ajuste’ de un gobierno desahuciado


La derrota electoral de Milei en la provincia de Buenos Aires es la última de varias derrotas previas, igualmente aplastantes, por ejemplo, en Santa Fe y en Corrientes; no es una golondrina en invierno, es una bandada de pájaros haciendo sus necesidades sobre la cabeza de los liberticidas. 
 La derrota tiene también un carácter histórico especial, porque desmorona el proyecto fascista de la Internacional Negra, que Milei comparte con Trump y Netanyahu y otros secuaces. El “exterminio” de los ‘wokes’; de los inmigrantes y de los pueblos originarios: de los “degenerados fiscales”, de los ambientalistas, del feminismo y fundamentalmente de la izquierda, o sea el programa típico del fascismo, ha sido repudiado en forma masiva mediante el voto. 
 La ‘motosierra’ contra los derechos democráticos, así como la tentativa de instaurar un estado de excepción, mediante los decretos, los vetos y el copamiento de la calle por el conjunto de las fuerzas represivas, ha sufrido un golpe severo que, obviamente, sólo será desterrada mediante la movilización política independiente de los trabajadores. 
 La “batalla cultural” del liberticidio ha recibido una paliza que abre nuevas perspectivas. Esto es lo que ocultan los abundantes comentarios que naturalmente se han hecho sobre las elecciones del domingo pasado. Gran parte de esos comentarios quieren evitar que saquemos las conclusiones que corresponden: ponerle fin, mediante la lucha contra el ajuste y por las reivindicaciones planteadas, a un gobierno desahuciado. 
 Desahuciado es poco. Los bancos internacionales que llamaban a ‘comprar’ activos de Argentina, ahora vuelven a llamar, pero a “venderlos”. El ‘riesgo-país’ ha vuelto al nivel de default, por encima de los 1.100 puntos y subiendo. El Tesoro no cuenta con los recursos para pagar los vencimientos de la deuda soberana. Algunos se atreven a asegurar que los fondos internacionales le habrían “soltado la mano” al duo Caputo-Milei. Los despidos y suspensiones crecen; algunas patronales explotan la crisis para reemplazar trabajadores bajo convenio por compañeros más jóvenes, en un intento de imponer la “reforma laboral” de facto. Lo indiscutible es que la actividad industrial va barranca abajo. 
 La derrota electoral se va a repetir el 26 de Octubre. Cambiar un gobierno por decreto por un gobierno de coalición, luego de Octubre, no encuentra adeptos, porque metería en la crisis a nuevos protagonistas. Encontrar “un Massa” libertario para sustituir a Caputo, o sea a un macrista, hasta el final del mandato, acabaría como acabó el gobierno infausto de los Fernández.
 Los activistas de la clase obrera deben declararse en estado de asamblea para coordinar las importantes luchas en curso y para convertir en luchas conflictos de gran envergadura en fábricas que son de envergadura. La burocracia de la CGT hará todo lo posible, e incluso lo imposible, para mantener paralizados los sindicatos. En especial la burocracia que, como Daer y Baradel, se mostró en el estrado con Kicillof. 
 Pongamos en marcha la gran tradición de lucha de la clase obrera. 

 Nota de tapa de Política Obrera N°128 edición impresa. 
 10/09/2025

El gobierno, en un impasse extremo


Tras la paliza electoral del domingo el gobierno de los Milei se debate entre el inmovilismo y el desbande. Eso es lo que dejan entrever las ´iniciativas´ que adoptó al día siguiente de los resultados. Quienes esperaban un ´reseteo´ del equipo económico y político, han sido defraudados.
 La ´iniciativa´ más destacada que tomó fue reunir a una ´mesa política´ para disolver “las tensiones”. Sin embargo, la crisis interna no se ha disipado en lo más mínimo. La incorporación del PRO a la ´mesa política´ estuvo lejos del ‘distender’ el clima en el oficialismo. “Caza de brujas y reparto de culpas entre el PRO y LLA por la debacle electoral en la Provincia”, resume Clarín (9/9). “El principal apuntado desde el domingo es Sebastián Pareja”. Caputo “el Mago” había propuesto un ´gabinete de unidad nacional´ con personeros del pejotismo no K, ´radicales con peluca´ y el PRO, y el alejamiento de los Menem. En el otro extremo de la mesa, Karina Milei se negó a entregar a ´Lule´ y su red de comisionistas. Tampoco es sencillo para el gobierno deshacerse de Pareja, el ´armador´ convertido en la cara de la derrota. “Ostenta 14 legisladores que podrían seguirlo si rompe con el gobierno de Milei (...) temen que se reinvente como opositor, tal como sucedió con Carlos Kikuchi” (LPO, 9/9). La improvisada lista de Kikuchi, “Unión y Libertad”, mimetizada con un color violeta similar a la de LLA, les robó puntos a los dueños de la franquicia. 
 Por otra parte, los Milei reflotaron el Ministerio del Interior para ´reestablecer´ el diálogo con los gobernadores. Al frente nombraron Lisandro Catalán, un competidor del tucumano Osvaldo Jaldo, ex aliado. Previsiblemente, los gobernadores, mayoritariamente, declinaron el convite. “Media docena de gobernadores que supieron ser aliados se apuraron en rechazar la invitación” (Clarín, 10/9). Nadie está dispuesto a abordar a un barco que puede obtener en octubre un resultado electoral todavía más catastrófico. Tampoco ‘ayudaría’ el anuncio de que Milei vetará la ley del reparto de los ATN. El único gobernador que pidió ser convocado por el gobierno -Axel Kicillof, en su discurso del domingo a la noche-, es el único que no fue tomado en cuenta.
 El gobierno dice haber ´subestimado´ el poder del aparato del PJ; lo que subestimó es haber llevado a las urnas una crisis financiera feroz, un derrumbe de la actividad industrial y la certeza de que la política deflacionaria no obtendría ningún financiamiento internacional ni una ola de capitales, como se había comprobado a lo largo de dos años de gobierno. El desdoblamiento electoral, una maniobra defensiva de Kicillof en alianza con los intendentes, pretendía, en el mejor de los casos, atenuar una derrota que las encuestas daban por descontada para octubre. El gobierno de la ultraderecha había desplegado durante dos años una iniciativa provocadora contra los trabajadores, con el acompañamiento de ´los gobernadores´, el pejota y la burocracia sindical. La elección bonaerense del domingo mostró el caldero social, con votos de rechazo a Milei en los distritos que concentran la pobreza, como Derqui, en Pilar, o Isla Maciel y Dock Sud, en Avellaneda, superiores al 70 por cierto (sin contar el ausentismo). La incertidumbre política está instalada en el seno de la clase capitalista. Lo ha demostrado, en estas horas, el escaso resultado que obtuvo el ´respaldo´ del FMI al programa económico oficial, que no alcanzó a conmover al ´riesgo país´ ni la cotización del dólar. En la cumbre petrolera Gastech, realizada en Milán, adonde el presidente de YPF fue a reclutar ´socios´ para Vaca Muerta, los resultados fueron nulos. 
 El gobierno ha dicho que no va modificar ni un milímetro el ‘ajuste’ fiscal contra los trabajadores ni la política deflacionario (peso caro, iliquidez monetaria). Para demostrarlo, se apresta a vetar las leyes que incrementan los fondos para universidades y el Garrahan, y a judicializar la emergencia en discapacidad. Pero el gobierno se acerca al default, y la temperatura política se ha anticipado a los calores del verano. 

 Jacyn
 10/09/2025

Socialismo: sujetos y problemas actuales

CON FILO | Un toque y medio a la mentira

martes, septiembre 09, 2025

Israel ataca Qatar y ordena el desplazamiento de un millón de personas en Gaza


Paremos la barbarie sionista 

 Con el ataque aéreo de este martes 9 contra Doha, la capital de Qatar, el sionismo sumó un nuevo país –el sexto- a la nómina de naciones agredidas desde que inició su ofensiva en la Franja de Gaza en octubre de 2023, listado que incluye también a Palestina, Siria, Líbano, Irán y Yemen. La cacería alcanza, incluso, a las flotillas humanitarias, como revela el reciente atentado contra una de las barcas de Sumud, que intentan llegar al enclave costero.
 El bombardeo en Doha tenía como objetivo a un equipo negociador de Hamas que se hallaba en territorio qatarí y, si bien no habría logrado abatir a las cabezas de la organización, eliminó a cinco miembros del grupo y a un integrante de las fuerzas de seguridad locales. 
 Las autoridades qataríes desmintieron que la Casa Blanca les hubiera informado previamente de la operación israelí, como se creyó en un principio. Ese mensaje –dijeron- llegó cuando el lanzamiento ya estaba en curso. Washington no condenó el ataque, pero se desmarcó del mismo, tachándolo de “unilateral”. En un confuso discurso, la vocera Karoline Leavitt indicó que la agresión a una nación soberana no contribuye al logro de las metas israelíes y estadounidenses, pero celebró, a renglón seguido, el asesinato de los miembros de Hamas. 
 Estas declaraciones confusas tienen su explicación. La Casa Blanca es el principal soporte del genocidio del Estado de Israel contra el pueblo palestino, pero Trump también estableció una buena relación con Qatar, que oficia –junto a Egipto- como mediador ante Hamas. En su gira de mayo por Medio Oriente, el magnate arrancó del jeque qatarí, Tamim bin Hamad al-Thani, un compromiso de compra de 200 aviones (“el mayor pedido de aviones de la historia de Boeing”, según un exultante Trump) y de refacción de la base militar de Al-Udeid, donde están estacionados alrededor de 8 mil soldados yanquis. 

 Gaza arrasada

 El mismo día del ataque en Qatar, al menos 41 palestinos fueron asesinados en Gaza, siete de ellos mientras esperaban ayuda humanitaria. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó a todos los habitantes de la capital del territorio costero –un millón de personas- que huyan de la ciudad y se apiñen en el sur del enclave. En las últimas 72 horas, al menos cinco edificios residenciales –de entre 10 y 15 pisos, hogar de 4 mil personas- fueron demolidos; los videos de estas explosiones son orgullosamente difundidos por los ministros sionistas. Las excavadoras arrasan los populosos barrios de Gaza, mientras el pueblo resiste, como puede, el desplazamiento. Se han registrado algunas concentraciones de hasta un centenar de personas, con banderas palestinas, bajo el lema “Nosotros no nos iremos” (Times of Israel, 9/9). Por ahora, según Netanyahu, solo 100 mil personas abandonaron el lugar. La ofensiva no es gratuita para el ejército israelí, que confirmó cuatro bajas en un ataque en las afueras de la ciudad. 
 Cuando parece que ya nada puede superar el horror al que está sometida la población de Gaza, el Estado israelí siempre saca un nuevo conejo de la galera. Tras las noticias sobre la hambruna y las masacres en los centros de reparto de asistencia humanitaria, vemos edificios enteros volando en pedazos y la puesta en marcha de un plan para reducir a escombros una urbe de un millón de personas.
 ¿Quién va a parar esto? Los gobiernos de Estados Unidos y Europa son cómplices. El pueblo palestino necesita el apoyo incondicional de los pueblos del mundo. 

 Gustavo Montenegro

Riesgo Milei: otra vez, la crisis de la deuda externa fraudulenta


El salto del riesgo país refleja la preocupación del mercado sobre la capacidad de pagar los próximos vencimientos en dólares.
 Es el momento de golpear al gobierno con la movilización popular. 

Luego de la derrota electoral de La Libertad Avanza en las elecciones bonaerenses, el riesgo país saltó por encima de los 1100 puntos, mostrando a todas luces el fracaso de un gobierno que asumió, precisamente, con el propósito de reinsertar a la Argentina en el mercado de crédito internacional. Por el contrario, su esquema económico no hizo más que agravar la fuga de divisas, encendiendo las alarmas del capital financiero sobre la incapacidad del país para hacer frente a los futuros vencimientos de deuda externa. Las dudas son tales, que hasta el banco estadounidense Morgan Stanley desrecomendó comprar activos argentinos.
 Desde abril, cuando el gobierno eliminó el cepo cambiario para personas humanas, hasta julio, la demanda de divisas en el mercado oficial ascendió a U$S 14.730 millones, casi la totalidad del monto desembolsado por el FMI. El 62% de esa suma correspondió a compras para atesoramiento o para viajes al exterior, los cuales pegaron un salto bajo la gestión libertaria debido a la política de mantener el dólar pisado. El otro 38% fue a abastecer la demanda del CCL que utilizan las empresas para girar utilidades al exterior, es decir, tuvo como destino financiar la fuga de capitales. 
 A la sangría de reservas también contribuyeron el pago de intereses de deuda externa y el saldo negativo en la inversión extranjera directa, que sumaron U$S 17.757 millones y U$S 1.191 millones, respectivamente, ente diciembre 2023 y julio 2025, según los datos del Banco Central. Ni qué decir del auge importador, también estimulado por la apreciación cambiaria, que redujo el superávit comercial en un 70% entre enero y julio de este año, en comparación con el mismo período del año anterior, según los cálculos del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía. 
 Esta bancarrota, fruto del saqueo capitalista constante, es el telón de fondo de la corrida cambiaria y la suba del riesgo país. El resultado electoral adverso de La Libertad Avanza no es la causa sino la consecuencia de esa crisis, pero la retroalimenta toda vez que desnuda la ausencia de autoridad política del gobierno a la hora de profundizar la ofensiva antiobrera que le encomendó la burguesía.
 El drenaje de divisas se agravará cuando el Banco Central salga a vender reservas una vez que el dólar haya alcanzado el techo de la banda. No falta mucho para eso, teniendo en cuenta que el tipo de cambio llegó a $1460 al día siguiente de las elecciones y los dólares que tiene depositado el Tesoro en el Banco Central para intervenir en el mercado de cambios se están agotando: ya se utilizaron U$S 1.126 millones, "a este ritmo de ventas diarias, en apenas once ruedas se terminarían esos recursos" (Ámbito, 9/9). 
 Según la consultora 1816, el BCRA cuenta con alrededor de U$S 20.000 millones de reservas líquidas para intervenir dentro de la banda de flotación; los cuales pueden consumirse rápidamente si se profundiza la corrida. Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso revela que, entre septiembre y diciembre 2025, los vencimientos de deuda en pesos ascienden a $41,5 billones, que, de no renovarse, esa masa de dinero (inflada a fuerza de tasas usurarias) iría directo al dólar. A su vez, si el Central rifa los dólares en intentar contener el tipo de cambio se quedará sin resto para afrontar los vencimientos de deuda externa, que llegan a U$S 2.932 millones hasta fin de año y suman U$S 20.880 millones en todo 2026 (solo en enero vencen casi U$S 5 mil millones con los bonistas privados). 
 Así las cosas, el gobierno se encuentra frente a una encerrona: si se juega a defender el techo de la banda dilapidando las reservas no podría cumplir con el repago de la deuda, y si devalúa deberá transitar la campaña electoral hacia octubre en medio de un ascenso inflacionario. El planteo de Milei de reunir a los gobernadores o incluso el llamado de Kicillof a un "diálogo" dejan planteado un terreno de negociaciones en función de salidas a la crisis que en todos los casos descargan la factura sobre los trabajadores. 
 Una devaluación terminará de hundir los ingresos populares, mientras las actuales tasas de interés para contener al dólar están fulminando la actividad económica, agravando la ofensiva patronal con miles de despidos, y encareciendo el crédito a los consumidores. Todas las consecuencias del intento por sostener esta deuda impagable, usuraria y fraudulenta las paga la clase obrera. La única salida real es cortar con este saqueo, romper con el FMI y repudiar la deuda ilegítima. Sería el primer paso para una reorganización económica y social, que requerirá también como punto de partida la nacionalización de la banca y la centralización de los recursos financieros no para servir a los especuladores sino a las necesidades sociales y nacionales.
 Entonces, para que la salida que se imponga a esta crisis no sea a costa de los trabajadores, debemos salir a la lucha hasta derrotar al gobierno y proyectarnos como alternativa de poder. La tarea del Frente de Izquierda es promover esa intervención, bajo las banderas del gobierno obrero y el socialismo. 

 Sofía Hart

lunes, septiembre 08, 2025

Auditorias fantasma: el gobierno reconoce que mintió para sacarle la comida a los pobres


Otro escándalo que sacude a un gobierno de corruptos, manipuladores y mentirosos al servicio de los capitalistas.

 Un pedido de informe de la Cámara de Diputados acaba de exponer que la auditoría del gobierno a los comedores populares, con la que se “justificó” el desabastecimiento de alimentos a las familias pobres, resultó ser totalmente inexistente y otra de las operaciones del gobierno y sus operadores mediáticos para ajustar a los trabajadores y atacar a las organizaciones sociales y de trabajadores desocupados.
 Se trata del informe solicitado por la diputada Natalia Zaracho en referencia a la auditoria supuestamente realizada por el Ministerio de Capital Humano y mencionada en el informe del entonces jefe de gabinete Nicolás Posse, con la cual el gobierno afirmó la inexistencia del 50% del total de los comedores populares, con la intención de justificar la no entrega de alimentos y la estigmatización y persecución contra dirigentes de las organizaciones sociales y piqueteras. 
 Más de un año después de la solicitud de los documentos producidos por la auditoría informada, desde el gobierno respondieron que tal auditoría nunca existió, sino que se trató de un “control propio” con “supervisiones y/o verificaciones territoriales” que “no se corresponden metodológica ni teleológicamente con los Informes de Auditoría”. 
 Esto quiere decir que el gobierno no realizó las auditorías, como tanto se repitió de boca de los funcionarios públicos y por parte de los medios de comunicación, sino que lo que hicieron fue un “relevamiento”, atípico y antojadizo, sin ningún protocolo, sobre una porción ínfima de los comedores populares registrados (2.193 espacios que representan el 6% de lo registrado), donde en la mayoría de los casos si quiera se apersonaron en los lugares, revisando tan solo formularios y registros en su poder, con la misma ausencia de toda metodología verificable. 
 Se trata de otra gran mentira del gobierno nacional, con lo que se intentó montar una campaña de desprestigio contra las organizaciones sociales y piqueteras y los y las organizadoras de comedores populares, tildando a todos de ladrones sobre la base de auditorias inexistentes, de lo cual se derivaron consecuencias legales contra militantes, activistas y dirigentes sociales y piqueteros, que llevaron a causas armadas como la instrumentada contra el Polo Obrero, con otras mentiras de igual tenor. 
 Estamos ante un modus operandi de este gobierno, donde se afirman mentiras como “verdades" verificadas, que luego son circuladas hasta el cansancio por sus operadores mediáticos ensobrados, y las cuales luego son empleadas para justificar el ajuste -cierre de miles de comedores y desabastecimiento de alimentos- y habilitar nuevas líneas de ataque contra los trabajadores con otras mentiras y campañas de igual tenor. 
 Con esta misma premisa es con la que actuó el juez Sebastián Casanello, quien tomando este tipo de operaciones como prueba y negando el derecho de defensa de los acusados, mando a juicio en tiempo exprés a los militantes y dirigentes del Polo Obrero, mientras que por otro lado viene del antecedente reciente de archivar una causa contra los dueños de la cuestionada droguería Suizo Argentina, involucrada en el escándalo de las coimas de Karina Milei. 
La ministra Sandra Pettovello, investigada por la retención criminal de alimentos, entre otros chanchullos que salieron la luz en su breve gestión, es responsable de encabezar esta campaña de mentiras y operaciones mediáticas para avalar el ajuste. Hay que echarla junto con Javier Milei y todo este gobierno de inescrupulosos, corruptos y delincuentes antiobreros y antipopulares. Y terminar a su vez con todas las causas y procesos armados contra los militantes y luchadores sociales y piqueteros.

Marcelo Mache

Tras el golpe electoral, es el momento de derrotar a Milei en las calles


El sindicalismo combativo convoca a reforzar la jornada de lucha del 12 de septiembre. 

 La derrota política del gobierno en las elecciones legislativas bonaerenses dejan planteado que Javier Milei carece de todo mandato para profundizar su plan de ajuste contra los trabajadores, abriendo paso a que la movilización popular y la lucha de los trabajadores derrote definitivamente a este gobierno de ajustadores, sin ninguna dilación, como la que propone el peronismo, donde ya hablan de “esperar al 2027” para que Milei haga el trabajo sucio. Para esto tenemos una primera oportunidad el próximo 12 de septiembre, con la jornada de lucha resuelta por el plenario nacional del sindicalismo combativo.
 Javier Milei anunció en su discurso tras la derrota que no modificará su política de ajuste, aprestándose en los próximos días a desconocer y/o judicializar la sanción de la ley de Discapacidad, luego de volteado el voto en el Congreso de la Nación, y a vetar la Ley de Emergencia Pediátrica en favor del Garrahan y la ley en defensa de las universidades. La convocatoria del 12 de septiembre empalma con la necesidad de golpear en la calle contra esta orientación. 
 El gobierno nacional, que en la previa a las elecciones hablaba de “pintar la provincia de violeta” y hasta de un “empate técnico”. Quedó 13 puntos abajo del peronismo en la estratégica provincia de Buenos Aires, con una derrota absoluta en los principales corredores obreros y centros urbanos, como la Primera y Tercera Sección Electoral. 
 Milei carece del mandato popular para avanzar en su orientación ajustadora, con el resultado adverso en la provincia donde habita el 40% de la población del país y que expresó en las urnas su rechazo a la represión contra los jubilados, al ajuste contra la educación, a la corrupción y las coimas que envuelven al entorno presidencial y al abandono y destrato de las personas con discapacidad, entre otros sectores atacados por este gobierno. 
 Esto implica que es momento de profundizar la movilización popular para convertir el rechazo en las urnas en una derrota definitiva del ajuste antiobrero de Milei, que esperaba buscar en estas elecciones -y las de octubre- un aval par profundizar su política contra los trabajadores, con nuevos recortes y nuevas reformas laborales antiobreras.
 Esto contrasta con el discurso del gobernado Axel Kicillof, cuya fuerza política canalizó el voto de rechazo contra el gobierno nacional, quien volvió a insistir en que no se encuentra en el campo de los “desestabilizadores”, convocando incluso a Milei a que “gobierne para el pueblo” e incluso a una reunión ente él y el presidente de la Nación. 
 También con los métodos destacados por Kicillof, quien manifestó que con una boleta le veníamos a poner freno al gobierno de Milei y aquí estamos”: no con la lucha de los trabajadores que enfrentan los cierres de sus lugares de trabajo y el ajuste en salud, educación y cultura, sino con la expectativa electoral y sus tiempos, dejando correr los meses y las consecuencias del ajuste en marcha.
 Es probable que esta derrota del gobierno nacional amplíe las negociaciones con los gobernadores y la oposición patronal y los pactos de gobernabilidad -como el que quiere construir Kicillof en dialogo con Milei-, pero todo esto a costa de los trabajadores y sus reivindicaciones, en manos de una clase política que de conjunto acuerda con las medidas antiobreras y antipopulares, como un nueva reforma laboral precarizadora, la destrucción d los convenios colectivos y el hundimiento de los salarios, entre otras cosas.
 Como señaló el diputado provincial electo por el Frente de Izquierda Unidad, Pablo Giachello, “para los trabajadores es la oportunidad de salir a las calles. Hay que valerse de esta derrota electoral del gobierno para impulsar una movilización por cada uno de los reclamos”. 
 En esta dirección se inscribe la acción del lucha del próximo 12 de septiembre, resuelta por el plenario nacional del sindicalismo combativo realizado el 16 de agosto, como un punto de unificación de las luchas obreras y de los explotados contra el gobierno del ajuste y sus colaboradores. 
 Los trabajadores tenemos una oportunidad para profundizar la derrota electoral del gobierno, copando las calles contra el ajuste, sin ninguna expectativa en el 2027 ni en las negociaciones y pactos de la oposición patronal con los ajustadores.

 Marcelo Mache

El dólar y el techo de la banda… de delincuentes que nos gobierna


La corrida tras la derrota electoral agrava la precariedad de la política económica de Milei. 

 Tras la derrota electoral de La Liberad Avanza en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, los mercados respondieron acelerando la corrida cambiaria en curso, lo cual llevó el dólar cerca del techo de la banda. Vale decir que el gobierno se ocupó durante todo el período previo de gestar esta estampida y agravar su explosividad, estimulando el endeudamiento en pesos a tasas siderales. Importa señalar que los costos de la devaluación recaerán sobre el bolsillo de los trabajadores, mientras los capitalistas se hallan perfectamente cubiertos frente a una eventual disparada del tipo de cambio. 
 Al día siguiente del revés electoral sufrido por Milei, el dólar minorista trepó a $1.450 en algunos bancos, el riesgo país superó los 1.100 puntos y las acciones argentinas que cotizan en Wall Street cayeron 20%. Si bien el esquema económico venía tambaleando a causa de su insostenibilidad, el resultado de las urnas agravó la desconfianza de la clase capitalista en el gobierno, que sale de esta elección sin autoridad política alguna para redoblar la ofensiva antiobrera como había prometido, por más que el presidente y Luis Caputo, finalizado el escrutinio, se encargaron de ratificar el rumbo de ajuste contra el pueblo que les valió la derrota. 
 Seguramente Milei utilice el cimbronazo cambiario para extorsionar al electorado de cara a los comicios de octubre, al igual que hizo Macri en su momento. Ahora bien, fue el propio gobierno el que preparó todas las condiciones para una corrida a gran escala: rifó las reservas en financiar la fuga de capitales para sostener una bicicleta financiera que elevó la deuda en pesos en un 85,5% entre diciembre 2023 y julio 2025. Con tasas usurarias de hasta el 75% anual, la dinámica "bola de nieve" llegó a tal punto que los intereses capitalizados acumularon $30 billones en el primer semestre del año. Una gigantesca emisión monetaria potencial que presiona para ir al dólar. Esto en el mismo momento en que, como no acumuló divisas, el capital financiero enciende la alarmas ante la posibilidad de que no pueda afrontar los vencimientos de deuda externa. 
 Ante esta crisis los capitalistas presionan por una devaluación, que recomponga las cuentas externas sobre la base de licuar los costos en pesos de la industria y de las ramas de exportación, es decir, pretenden pasarle la factura de este desfalco a los asalariados. Son los mismos que compensaron la menor actividad económica con rendimientos extraordinarios con el carry-trade, y que tienen sus carteras blindadas ante el salto cambiario: sin ir más lejos, el 54% del stock de deuda en pesos del Tesoro está compuesto por títulos ajustables (CER o dollar-linked); y, a su vez, aquellos agentes que operan en el mercado de futuros serán retribuidos con dinero del Banco Central, que en los últimos meses se dedicó a intervenir en ese segmento para contener las expectativas devaluatorias.
 En cambio, la población trabajadora, que vino sufriendo los efectos recesivos de la apreciación cambiaria con la cual se beneficiaron los especuladores, ahora se encuentra inerme frente a la suba del dólar y su impacto sobre la inflación, ya que ha sido condenada a aumentos salariales del 1%, fruto del tope a las paritarias que fijó el gobierno y convalidaron las burocracias sindicales. Lo anterior plantea la necesidad inmediata de salir a la lucha en defensa de los ingresos populares, lo cual significa superar la malla de contención que tejen las direcciones peronistas de los gremios, comprometidas a fondo con la gobernabilidad de Milei. 
 Como vemos, el gobierno ingresó en una crisis muy aguda y tenemos que ser los trabajadores los que le demos la estocada final mediante la movilización callejera, para así imponer una salida en nuestros propios términos. Sino las riendas de la situación seguirán en manos de la burguesía, que ya está forzando un cambio de rumbo -que puede derivar o no en la preparación de una variante de relevo a Milei- pero que será igual o más perjudicial para las mayorías que el que veníamos transitando.
 Así las cosas, la tarea de echar a Milei por medio de la acción directa cobra más vigencia que nunca, en contraposición a la estrategia esbozada por el propio Kicillof desde el búnker de campaña, quien concluyó su discurso levantando las banderas del "hay 2027". El peronismo se dispone a encauzar la bronca popular con el gobierno -que se expresó en las urnas- hacia un recambio electoral dentro de dos años, desalentando toda perspectiva de lucha. Un camino de derrota para los trabajadores que, en la etapa que se abre, nos jugamos a torcer.

 Sofía Hart

El derrumbe político del gobierno "más grande de la humanidad": balance, perspectivas y tareas


Adónde va el peronismo ganador en su último territorio. 

 El esperado domingo 7 de septiembre concluyó con una sonora derrota de la alianza LLA-PRO, que los encuestadores no previeron, y con el estallido de una crisis financiera, que todo el mundo imaginaba como su consecuencia casi obligada. El día anterior, una declaración de Política Obrera había asegurado una derrota aplastante del gobierno. El correo electrónico que portaba la declaración hacia el equipo de nuestra prensa, tenía el encabezamiento “paliza”, varias veces repetido en nuestro acto de cierre en Malvinas Argentinas, en la primera sección electoral. Lo que vino después del voto estaba presente con antelación: la bancarrota financiera, política y moral del frente liberticida con el PRO. 
 El oficialismo juega ahora con un engaño consuelo: las elecciones al 26 de octubre serán distintas. Lo cierto es lo contrario; los resultados bonaerenses no anuncian, es cierto, ninguna victoria peronista nacional, pero sí una derrota liberticida a lo largo y ancho de Argentina. Como se acostumbra a decir en la jerga financiera, “el mercado descuenta” esa derrota a manos de todo el resto. Por eso el dólar voló a los 1.500 pesos, las acciones cayeron en Wall Street hasta un 20 % y los bonos de la deuda pública se desplomaron. Javier Milei, ´groggy´, prometió más de lo mismo cuando fue obligado a manifestarse por los miembros de su camarilla. Una de las previsiones preelectorales aseguraba que el resultado bonaerense marcaría tendencia nacional, que es lo que, con variantes significativas, ocurrirá; el beneficiado no será Fuerza Patria. El ausentismo, que fue estrella en las elecciones desdobladas, se revirtió, aunque en forma limitada (del área del 50 % al 40 por ciento). Un 60 % de votantes reduce el voto de FP (3,8 millones) del 44 % de los asistentes, al 27 % del padrón. 
 Es cierto que Cristina Kirchner sobrevivió, en 2009, a una derrota electoral significativa que le propinó un personaje menor, Francisco de Narváez, a Néstor Kirchner, quien se había presentado como candidato ‘testimonial’ en la provincia de Buenos Aires; dos años más tarde, CFK lograba la reelección con el 54 % de los votos. Es con lo que sueña despierto Javier Milei, luego de la paliza electoral que recibió del electorado bonaerense. Con “Toto” Caputo ocupando el mismo lugar como ministro de Economía, es probable que termine mucho peor que Mauricio Macri cuando estalló el default de abril de 2018; ni hablar de De la Rúa, a partir de finales de 2000, cuando renunció su vicepresidente, “Chacho” Álvarez. CFK no tuvo la misma suerte en compañía con Alberto, cuando dejó al país a la deriva hasta 2023. La depresión industrial es, en la actualidad, muy superior a la de todas las crisis previas; solamente los rentistas votan a favor de la depresión de la economía.
 Argentina se encuentra al momento actual en estado de default. Santiago Fioriti, el corresponsal político de Clarín, recogió en los mentideros del poder que “El gobierno le tiene pánico a la reacción de los mercados”. Toda una ironía para quien se jacta de representar, precisamente, a los mercados. Si para Milei el mercado es una categoría religiosa, lo que espera ahora es la ira de los dioses. Alguien tan libertaria como él, Liz Truss, una exprimera ministra británica, fue eyectada del gobierno por la Bolsa de Londres, por ‘torpezas’ similares a las del liberticida de Trump.
 Caputo y Milei han hecho todas las apuestas políticas y financieras equivocadas, es decir, una proeza entre especuladores. La última ha sido apostar por “un empate técnico” en la provincia de Buenos Aires. Todas las otras son más graves, incluso gravísimas. Para ‘recomponer’ las reservas del Banco Central contrajeron préstamos “repo’ (en lugar de comprar dólares de la exportación) por alrededor de 4.000 millones de dólares, en un caso respaldado por tenencias de oro que fueron sacadas del país con destino desconocido. Esta garantía les ha dejado una jugosa ganancia a los bancos acreedores, porque el oro ha llegado a los 3.600 dólares la onza, lo que representa una suba del 14 % en dos meses y 20 veces en menos de 20 años. 
 Los otros préstamos han sido respaldados por bonos de la deuda de Argentina, que en las primeras horas del lunes se han hundido un 10 por ciento, llevando el ‘riesgo-país’ a 1.000 puntos. Esto significa que el gobierno se ve obligado a emitir y entregar nuevos bonos para compensar la caída de valor de esas garantías. Además de aumentar la deuda pública, la cobertura de los préstamos con más bonos tira abajo el precio de esos títulos en caída; otra tanda subsecuente de más bonos sería rechazada por los acreedores. En el caso de una empresa, esa situación la obligaría a presentar un balance de quiebra en sede judicial. Por si hubiera duda acerca de este desenlace, Argentina tiene vencimientos de deuda soberana por 7.000 millones de dólares en enero. 
 La otra apuesta financiera del gobierno ha sido contener el dólar vendiendo reservas que son negativas (o sea, menores por 11.000 millones de dólares a las deudas acumuladas por el Banco Central); las reservas son garantías del pago de deuda. La otra herramienta ha sido asegurar una cotización a la baja de la divisa en el llamado mercado de futuros, en medio de una fuerte expectativa de devaluación, es decir, de que suba. En este caso deberá cubrir la diferencia con emisión de pesos, lo que perjudica a la cotización de la deuda pública en el mercado local. La opción a este callejón sin salida es volver al cepo (que recomienda Carlos Melconian); rifar 5.000 millones de dólares (propuesta por Martín Redrado); establecer el control de cambios y aranceles a la importación (el dueño de FATE). Nada de esto le cambia la vida, por supuesto, a los trabajadores, pero asegura un boicot de inversiones en Vaca Muerta y el litio, ante los obstáculos que se erigirían a la remisión de utilidades al exterior. Por este motivo, Domingo Cavallo reclama que “abran todo” y que sobreviva el más apto. El ‘pánico’ del gobierno obedece a que se enfrenta a la cuadratura del círculo. 
 Naturalmente, las elecciones nacionales del 26 de octubre no serán una repetición mecánica de lo ocurrido en territorio bonaerense. Para los liberticidas podría ser aún peor, tanto por la crisis misma como por el efecto bonaerense. Un avance de la corrida cambiaria llevaría a un retiro masivo de depósitos y a una quiebra de la cadena de pagos (como les gustaría a muchas patronales deudoras). Las elecciones del domingo pasado no sólo muestran una alteración de las tendencias electorales, sino la posibilidad de un derrumbe financiero, dentro del mismo proceso electoral, con consecuencias inflacionarias severas. La otra opción tampoco sería una alternativa para la alianza LLA-PRO, convertida en otro apostador político y financiero a pérdida (claro que no con la plata propia, que seguramente ha ido al mercado de futuros contra su propio gobierno). Es que el Gobierno tiene un tercero o cuarto puesto cómodo en la elección nacional, salvo (con reservas) en CABA, Mendoza y Entre Ríos (aunque el gobernador Frigerio ya ha puesto sus alforjas en la coalición de gobernadores de Provincias Unidas). Las principales encuestas dan perdedora a LLA en Córdoba. Los acreedores extranjeros y nacionales no sólo han perdido el ‘ancla cambiaria’ (y la fiscal), sino también la electoral y la política. 
 Los ganadores del conurbano (Kicillof y los intendentes) han obtenido una victoria importante, pero parroquial, incluso si se trata de una provincia enorme; el peronismo, como lo han demostrado las elecciones desdobladas, no tiene proyección nacional (como tampoco los liberticidas). El radical Maximiliano Pullaro, gobernador de Santa Fe, ha invitado a Kicillof, en ocasión de algunos encuentros, a asociarse al protobloque Provincias Unidas (aún en la incubadora), con un “kirchnerismo nunca más” (reserva del derecho de admisión). Es decir que, para ampliar alianzas, el peronismo necesita dividirse. El peronismo, como bloque de corrientes, carece de un programa para lidiar con el derrumbe financiero, y cada una de ellas tampoco lo tiene. Contra lo que dice CFK, el peronismo nunca rescató a Argentina de una crisis: solamente prosperó con la bonanza. 
Es lo que ocurrió con el precio internacional del trigo y la carne en la inmediata posguerra, después con el de la soja y la devaluación consumada en 2002. El voto masivo a Fuerza Patria (casi el 50 % de los votantes y 35 % del padrón) es una radiografía (obviamente aproximada) de la representación confusa que se hacen los trabajadores de la situación política. El repudio a los partidos existentes no es suficiente como expresión de una conciencia de clase, o sea, de una conciencia de la crisis social y política. La llamada “alternancia” y los “votos castigos” son un reflejo de las contradicciones propias de la democracia burguesa y del sistema electoral. La propaganda del FITU se mueve en este barro, por eso no construye una vanguardia ni ha progresado en votos obreros, contra lo que anunciaron las encuestadoras. En lo que se ha convertido en una segunda etapa electoral (los comicios nacionales) es necesario enfrentar la crisis de régimen desde un programa socialista. Es necesario explicar la envergadura de la crisis, la exigencia de una intervención del Estado contra la propiedad privada de los pulpos y capitales financieros y el desarrollo de una serie de reivindicaciones impostergables de las masas, para desarrollar un frente de la mayor parte de la clase y una movilización. En la agenda a octubre cobran primacía luchas obreras fundamentales, que abarcan a casi todas las provincias: por ejemplo, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, San Juan y Tucumán. 
 Esta son las perspectivas y las tareas políticas por delante.

 Jorge Altamira 
 08/09/2025