jueves, noviembre 24, 2022

La quiebra de las empresas de criptomonedas continúa


El hundimiento de FTX desencadenó un dominó de derrumbe de precios, cierres de empresas y corralitos, otra muestra del inicio de una crisis financiera.

 Fortune, una de las revistas más prestigiosas de las finanzas, había retratado en su portada de la edición de agosto al fundador y jefe de FTX, Sam Bankman-Fried, con una nota al “multimillonario de 30 años” definiéndolo como “un niño prodigio del comercio cuya ambición no conoce límites” (1/8/2). 
 No era un elogio solitario. Grandes fondos de inversión de Wall Street, entre los más “prestigiados”, ayudaron a dar credibilidad y financiar a un fondo de nula trayectoria y experiencia. Gigantes de la administración de fondos a nivel global, como de Singapur, Temasek, con más de 400 mil millones de dólares, Tiger Global especializado en Internet; Ontario Teachers’ Pension Plan; Blackrock, que administra más de 10 billones de dólares, y una larga lista de fondos de criptomonedas que han quedado atrapados con el súbito colapso y la suspensión de los reembolsos a los clientes, que suman más de un millón de damnificados (Financial Times, 11/11) 
 Las consecuencias y derivaciones continúan expandiéndose y se van conociendo nuevas ramificaciones. El Wall Street Journal informa que BlockFi Inc. se “prepara para una potencial quiebra por el contagio de la quiebra de FTX y la interrupción los retiros de los depósitos de los clientes por una “exposición signficativa en FTX”. Otra es Genesis Trading, que también detiene los reembolsos a los clientes (15/11). 

 Los coletazos de FTX en Argentina

 Operando en Argenina -pero con sede en las “Islas Vírgenes”- el fondo en criptomnedas Quantia (con 500 millones de dólares recaudados) informó en un comunicado la suspensión los retiros; el “corralito” es debido a su relación con FTX y sus “problemas de liquidez” (El Cronista, 14/11) 
 Hace tres meses, el presidente de Quantia decía en una nota a Ámbito Financiero que “el nivel de adopción [de las criptomonedas] es consecuencia de los problemas económicos que tuvo Argentina en el último tiempo. Es una alternativa para dolarizarse, tanto de las personas como las empresas, que encontraron en el mundo cripto una solución a estos problemas. Mucha gente busca soluciones para cubrir riesgo de tipo de cambio, hacer transferencias al exterior o importar bienes” (30/6). 

 La anunciada quiebra de FTX

 Sam Bankman-Fried fundó Alameda Reaserch para administrar fondos e invertirlos en criptomonedas. Luego de los primeros negocios de arbitrajes con Bitcoin fundó FTX, una plataforma de negociación de criptomonedas que tuvo un rápido crecimiento por los lazos y vínculos con el sector financiero de sus familiares.
 Las inversiones de Alameda Reaserch fueron un fracaso desde el inicio: varias compras de plataformas e inversiones fallidas lo dejaron sin fondos. Al ser quien tomaba decisiones en FTX, se otorgó un préstamo de 10 mil millones de dólares con dinero de los clientes de FTX. Las inconsistencias en el balance de Alameda y FTX fueron denunciadas por un medio especializado, Coin Desk, quien dió a conocer la insolvencia de las dos empresas, se desencadenó una corrida de retiros de fondos de los clientes en Alameda y FTX, que a las pocas horas cerraron (2/11).
 La nota de Coin Desk desnunda un mecanismo ya usado por otras plataformas quebradas, que es el caso de Terra y su token “Luna”, que no tenia ningún respaldo en activos. En el caso de FTX, que había emitido el token FTT, era la garantía que había otorgado Alameda Reaserch: el token era emitido por la misma empresa que lo utilizaba de garantía para respaldar el dinero que tomaba en préstamo. 
 El alto endeudamiento de estas “monedas virtuales” o tokens circula como garantías de los préstamos que se ofrecen en las plataformas. Este entrelazamiento entre las diversas monedas y plataformas produce el efecto dominó, insolventando a las plataformas y hundiendo los precios. 

 Las criptomonedas se están transformado en una estafa 

El esplendor de las criptomonedas se alcanzó durante la pandemia, donde el dinero inyectado por los bancos centrales liderados por la FED facilitó una suba de precios de activos financieros en las bolsas y en los bonos. Las cotizaciones de Bitcoin, Etherum, Solana, entre otras, generaron ganancias extraordinarias y acercaron inversiones ante las promesas de innovación financiera y grandes ganancias. 
 Pero ese esplendor finalizó con el cambio de las facilidades financieras hacia el ajuste que anunció la FED ante la escalada inflacionaria. El ajuste financiero, de suba de tasas de interés y el final de la compra de bonos por parte de los bancos centrales cambió el rumbo de los precios de las criptomonedas y comenzó una declinación que continúa. 
 Se comenzó a comprobar que la innovación financiera prometida por las criptomonedas no solo era un fiasco, en varios casos es directamente una estafa, al conocerse emisiones de tokens que enriquecen a sus emisores. 
 Lo que ha demostrado la caída de precios y la crisis de las plataformas es que las criptomonedas están íntimamente vinculados a las condiciones financieras imperantes, no tienen un desarrollo independiente o autónomo de la política financiera que implementan los bancos centrales, algo que desmiente a sus promotores. 
 La quiebras de las plataformas cripto recuerda lo ocurrido el 2008. 

 Sergio Rivero

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