sábado, abril 08, 2023

El momento de ajustar cuentas


Dos fallos adversos contra la Argentina se precipitaron en las últimas dos semanas. Uno, vinculado a la ´expropiación´ de YPF y otro, referido a las manipulaciones estadísticas de Guillermo Moreno en el INDEC. Estimaciones ubican los montos en litigio, en distintas demandas, en USD 30.000 millones. 

 YPF 

Primero se conoció el dictamen de la jueza Loretta Preska, de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, que condenó al Estado argentino a pagar indemnizaciones de entre US$ 7.000 millones y US$ 19.800 millones, a los demandantes Burford Capital y Eton Park, dos buffetes de abogados que compraron el derecho a litigar contra la Argentina y contra YPF. Aunque hay dos instancias de apelación por delante, Argentina igualmente deberá pagar una garantía. 
 La demanda se origina en las acciones de YPF que estaban en manos del grupo Petersen, perteneciente a la familia Eskenazy, al momento de la ´nacionalización´ del 51 % de la compañía, en 2012. Eskenazy había ingresado como accionista de la compañía a partir de un ´arreglo´ sellado personalmente por Néstor Kirchner con Repsol, por el cual el empresario argentino ingresaría como accionista pagando su participación con los dividendos de la compañía. Este esquema fraudulento funcionó entre 2008 y 2011, hasta el que el vaciamiento de YPF dejó al país al borde del colapso energético y el gobierno ordenó frenar la liquidación de dividendos, que se habían elevado 140 % respecto de la media anual desde la privatización, en 1999, en lo que constituyó el paso previo a la ´expropiación´ de la empresa. Eskenazy había llegado a reunir el 25 % de sus acciones. 
El fallo de la jueza Preska recoge el planteo de que el Estado, de acuerdo al estatuto de la empresa, debería haber presentado, primero, una oferta por el 100 % de las acciones de la empresa. El kirchnerismo desconoció el acuerdo con Eskenazy y pactó con Repsol una indemnización de USD 5.000 millones de dólares a cambio del control accionario. Luego Petersen vendió el derecho a litigar a Burford, pero se sospecha que los verdaderos interesados detrás de la demanda son los mismos Eskenazy.Un clásico kirchnerista. 
 El fallo de Prieska, sin embargo, deja a resguardo a los accionistas de YPF. Su dictamen “reconoce que la compañía no tuvo responsabilidad y no es garante del Estado nacional. Por lo tanto, sus activos están fuera de riesgo” (Urgente 24, 31/3). Apenas 20 días antes de conocerse el fallo, YPF ´celebró´ 30 años de presencia en la Bolsa de Nueva York. “La petrolera obtuvo durante 2022 una ganancia récord con Ebitda [beneficio bruto] de casi US$5.000 millones, 27 % por encima de los números del año anterior y el tercero más alto en la historia de la compañía. Adicionalmente, registró una ganancia neta récord de más de 2.200 millones de dólares” (Urgente 24, 9/3). La producción de YPF viene en ascenso y sus balances arrojan números positivos. Los accionistas están de parabienes. La ´expropiación´ resultó un gran negocio –fue el punto de partida de una ´re-privatización´ completa. Casi al mismo tiempo que el fallo de Prieska, se conocía que el gobierno argentino había llegado a un acuerdo extrajudicial con el Estado de New Jersey por USD 300 millones para cerrar una demanda de USD 15.000 por contaminación de una empresa subsidiaria de YPF, Maxus. Otro ´aporte´ de los contribuyentes argentinos para mejorar la performance financiera de la compañía que se celebra en Manhattan. 

 INDEC 

El otro fallo desfavorable a la Argentina se dictó en un tribunal de Londres. El Estado argentino deberá pagar USD 1.5000 millones a los fondos Palladian Partners, HBK Master Fund, Hirsh Group y Virtual Emerald International Limited, poseedores del 48 % de los bonos con cupón PBI. Los demandantes se declararon perjudicados por los cambios en la medición de estadísticas introducidos por Kicillof en 2013. El cupón PBI fue la ´estrella´ del megacanje que pilotearon Néstor Kirchner y Roberto Lavagna: la ´quita hstórica´ sobre bonos que valían literalmente nada se convirtió en uno de los negocios del siglo gracias al plus que gatillaban en caso de que el producto bruto interno se ubicara por encima del 3 % anual. Los bonistas no sólo se beneficiaron con el crecimiento ´a tasas chinas´ que favoreció a los K como resultado de la devaluación del peso y el alto precio de las materias primas, sino también por manipulación del índice de inflación que ejecutó Guillermo Moreno en el INDEC, entre 2006 y 2013, que dieron como resultado una sobreestimación del crecimiento del producto. Kicillof ´corrigió el método de medición y estos fondos se declararon perjudicados por ello. El Tribunal Superior de Londres les dio la razón.

 Conclusiones 

Los economistas de JxC Alfonso Prat-Gay y Luciano Laspina estiman que la factura legada por los K asciende a USD 33.724 millones, sumados los desaguisados de YPF, los fondos buitres, el Club de Paris y las demandas en el Ciadi, entre otros. Hay estimaciones que incluso duplican ese monto (La Nación, 6/4). 
 Este “ajuste de cuentas” se precipita en vísperas de un cambio de régimen, cuando el país sobrevuela la cesación de pagos. Pocos días atrás, Kicillof advirtió sobre “los buitres” que retornan a escena en un año electoral, recordando los arreglos que hicieron los Macri-Preat-Gay por USD 13.000 millones, en 2015-2019, con los fondos que no ingresaron al canje. Los K, más allá de la verborragia, no hicieron más que patear hacia adelante la factura de estos enjuagues, sin pretender alterar el régimen jurídico que los ampara ni cuestionar el fuero donde se dirimen –las cortes de Nueva York y de Londres, en estos casos. 
 Los buitres consideran que ha llegado la hora de cobrar y colocan la factura sobre la mesa. 

 Jacyn 
 06/04/2023

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