domingo, abril 30, 2023

Macron presenta su “Plan Aguantar”


La crisis del gobierno y la intersindical. 

 Francia asiste a una ´paz turbulenta´ tras la interrupción por parte de la Intersindical de toda movilización de protesta e incluso de huelgas aisladas. La burocracia sindical está decidida a poner fin a toda movilización tras el acto del 1° de Mayo próximo. La posición de la burocracia, sin embargo, contrasta con la ira popular. Mientras Macron intenta remontar su imagen y su capacidad de gobierno mediante una gira por todo el país, en cada oportunidad que se presenta se producen abucheos espontáneos o se organizan cacerolazos contra el gobierno. Las prohibiciones y hasta la incautación de cacerolas no han impedido estos actos. En todos lados Macron tuvo que sortear las protestas.
 En este marco, la primera ministra Elizabeth Borne presentó el “plan de los 100 días”, un programa que incluye nuevas reformas y leyes. Preventivamente, Borne afirma que muchos de los proyectos serán presentados solo en caso de consenso, “para no dividir al país”. Por ejemplo, el resistido proyecto sobre la inmigración ilegal ha sido cautelosamente aplazado.
 Borne parte de la premisa de que “no hay mayoría” para aprobar ningún proyecto en la Asamblea (cámara baja), a diferencia del Senado, donde los Republicanos y el gobierno forman una mayoría cerrada. El quiebre en el propio bloque de asambleístas de los Republicanos había puesto en crisis la reforma de pensiones así como la moción de censura al gobierno, finalmente no aprobada por escasos votos. 
 Hace escasas semanas, el diario L'Opinion (10/03) había consultado a un asesor del presidente Macron quién aseguró: "el único evento que podría hacer mover al presidente es un país parado, es decir una huelga general renovable que produciría un shock económico". La burocracia es consciente de esto. Su mayor preocupación sofocar definitivamente toda reacción obrera.. La persistencia de las protestas, aunque dispersas, muestran a una clase obrera dispuesta a continuar la lucha. 
 El dirigente de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, anunció su retiro de la cúpula de la central tras señalar que es necesario “pasar la página” de la reforma de las pensiones. La Confederación General del Trabajo (CGT), por su parte, informó que hará un segundo intento para convocar un referéndum sobre la reforma de pensiones, luego del rechazo judicial del primero. Otra vía será la presentación de un proyecto de derogación, cuando el Parlamento ya demostró su complicidad con el gobierno. La CFDT no es partidaria de impulsar un nuevo referéndum o un proyecto de derogación parlamentario. Berger ha sido claro: "no quiere perder días de salario, a causa de las huelgas, para trabajadores de segunda línea, con la promesa de un resultado positivo y terminando con exiguas movilizaciones, a 100.000 personas en las calles de toda Francia" (Le Monde, 19/04). 
 Sin embargo, y a pesar de la orientación de la burocracia, los medios de comunicación franceses anticipan una movilización histórica el próximo lunes primero. La burocracia buscará hacer de ella un réquiem al movimiento contra la reforma jubilatoria. Se enfrentará, sin embargo, a un fermento popular que, por diferentes canales, procura abrirse paso. 

 Joaquín Antúnez 
 27/04/2023

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