domingo, abril 20, 2008

Y por esta Revolución estamos dispuestos a dar la vida.


Aquel día de lucha y de combate chocaron en nuestra América dos ideas del mundo, dos sistemas, dos clases, dos conceptos: el socialismo y el capitalismo, la clase obrera y la burguesía, la revolución y la contrarrevolución, el futuro y el pasado.
Aquel 16 de abril de 1961, en el sepelio de los caídos en el artero y sorpresivo ataque aéreo mercenario lanzado sobre aeropuertos cubanos el día anterior, nuestro Comandante en Jefe proclamó el carácter socialista de la Revolución.
Ante la enorme multitud de milicianos armados y de pueblo de la capital, concentrado en la intersección de 12 y 23 y sus alrededores para rendir póstumo homenaje a los caídos, Fidel explicaría:
"Lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es que estemos aquí, lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica, el espíritu de sacrificio y el espíritu revolucionario del pueblo de Cuba y que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de los Estados Unidos"
"Esta es la Revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes. Y por esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, estamos dispuestos a dar la vida "
Con los fusiles en alto y entonando las estrofas del Himno nacional, antes de marchar a los puestos de combate para derrotar a la agresión imperial, el pueblo miliciano y combatiente refrendó el rumbo socialista de su causa y la decisión de luchar por ella al precio que sea necesario y no claudicar jamás.

Fuente: Granma

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