miércoles, noviembre 28, 2018

Las múltiples afectaciones de la salida de médicos cubanos de Brasil

Creado en 2013, el programa Más Médicos permitió acceso a la salud a casi 30 millones de brasileñas y brasileños

La retirada del personal de salud cubano del programa Más Médicos deja, por el momento, a millones de ciudadanas y ciudadanos pobres en Brasil sin cobertura sanitaria y, en la isla caribeña, a familias y autoridades sin una importante fuente de ingresos.
En el plano político, la medida adelanta lo que al parecer será un escenario de confrontación entre ambos gobiernos, pues el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, sugirió que podría hasta romper relaciones una vez que tome posesión de su cargo el 1 de enero.
El programa Más Médicos fue creado en 2013 por la entonces presidenta Dilma Rousseff (2011-2016) para proveer asistencia médica a personas en regiones remotas y empobrecidas del gigante sudamericano, a partir de un acuerdo tripartito que incluyó a la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Incluso, tras la remoción de Rousseff del cargo, el gobierno de su sucesor Michel Temer decidió mantener la iniciativa y prorrogarla hasta 2023.
Datos del ministerio de Salud de Brasil indican que de las 18.240 plazas del Programa Más Médicos, 8.332 están ocupadas por personal cubano en 2.885 ciudades y poblados.
Más de 1.500 municipios en lugares remotos y de pobreza extrema solo tienen galenos de la isla caribeña debido a la negativa de profesionales brasileños a trabajar allí.
Una investigación de la Universidad de Minas Gerais mostró que 95 por ciento de la población aprobaba el trabajo de los médicos que integran el programa, sin distinción de nacionalidad, y 90 por ciento otorgó una calificación de ocho a 10 a Más Médicos.

¿Qué ocurrió?

Desde 2016, cuando era diputado, Bolsonaro arremetió contra Más Médicos y cuestionó la formación del personal médico cubano, a los cuales ha calificado de “esclavos modernos” de una “dictadura”.
Tras el triunfo electoral del 28 de octubre, el futuro jefe de Gobierno aseguró en la red social Twitter que resultaba “inaceptable” que a partir de los acuerdos con la OPS, los médicos de la isla caribeña recibieran solo 30 por ciento de los cerca de 3.300 dólares que paga Brasil a Cuba por cada profesional y el resto quedara en manos del Estado.
Añadió que, cuando llegara al Palacio de Planalto, condicionaría el mantenimiento de la iniciativa con la contratación individual de los médicos y que estos recibieran sus salarios directamente en Brasil, previo a la revalidación de sus títulos.
Propuso asimismo otorgar la residencia permanente para ellos y sus familias, e incluso prometió que recibirían asilo aquellos galenos que lo solicitasen después del 1 de enero.
Como consecuencia, el 14 de noviembre el ministerio de Salud Pública cubano anunció la decisión de no continuar participando en Más Médicos.
En una declaración las autoridades de salud rechazaron las “referencias directas, despectivas y amenazantes a la presencia de nuestros médicos” y explicaron que “las modificaciones anunciadas (por Bolsonaro) imponen condiciones inaceptables e incumplen las garantías acordadas desde el inicio del Programa”.
Precisó el texto que a los colaboradores “se les ha mantenido en todo momento el puesto de trabajo y el 100 por ciento de su salario en Cuba, con todas las garantías laborales y sociales, como al resto de los trabajadores del Sistema Nacional de Salud”.
En 2014, el gobierno cubano elevó los sueldos de médicos, personal de Enfermería y Estomatología a entre 40 y 60 dólares mensuales, en un país donde al cierre de 2017 el salario medio estatal se ubicó en 767 pesos (30 dólares), de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas e Información.
La exportación de servicios profesionales, entre ellos los médicos, es una de las principales fuentes de ingresos del Gobierno cubano, superior a los 8.000 millones de dólares, según cifras oficiales.
Cuba mantiene a unos 55.000 doctores en 67 países como parte de convenios de colaboración y formación profesional.
Fuentes diplomáticas brasileñas aseguran que todos los médicos cubanos regresarán al país antes del 24 de diciembre, aunque estiman que unos 2.000 podrían quedarse en esa nación debido a relaciones amorosas y familiares, a través de un permiso de residencia.
El Gobierno brasileño abrió una inscripción para sustituir a los 8.332 médicos cubanos y hasta el momento unos 3.300 profesionales nacionales han sido receptivos al llamado, indican medios de prensa.

Críticas

Varios funcionarios y entidades de ambos países reaccionaron ante el anuncio del retiro del personal médico cubano de Más Médicos, que la Redacción IPS Cuba resume a continuación:

Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba. “Con dignidad, profunda sensibilidad, profesionalidad, entrega y altruismo, los colaboradores cubanos han prestado un valioso servicio al pueblo de #Brasil. Actitudes con tal dimensión humana deben ser respetadas y defendidas. #SomosCuba”.

Dilma Rousseff, expresidenta de Brasil. “El desprecio de Bolsonaro por los médicos cubanos y otros extranjeros en ejercicio en el programa, es un atentado contra la población brasileña, que dejará de tener acceso a valerosos y competentes profesionales en la atención primaria a la población más pobre de nuestro Brasil.

José Ángel Portal, ministro cubano de Salud. “El dinero que llega a Cuba como parte de la cooperación médica con Brasil contribuye a financiar los servicios sociales de 11.000.000 de cubanos, incluidos los familiares de los médicos en el exterior (…) no va a la cuenta personal de nadie ni sirve a intereses individuales”.

Alexandre Padilha, exministro brasileño de Salud. “Esta retirada tendrá un impacto terrible en el sistema de salud, pues los médicos cubanos trabajaban en las áreas más vulnerables. Están en el Amazonas, en pueblos rurales y favelas y millones de brasileños quedarán sin acceso a doctores”.

Mauro Junqueira, presidente del Consejo Nacional de las Secretarías Municipales de Salud de Brasil. “Al menos 611 ciudades brasileñas pueden quedarse sin médicos a partir del año próximo por la marcha de los cubanos (…) los únicos que aceptaron ir a las ciudades más remotas, aisladas o pobres del país, ya que los brasileños prefieren buscar trabajo en las grandes urbes”.

IPS

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