domingo, marzo 19, 2023

Vacunas contra Coronavirus: por qué son secretos los contratos


En el mes de diciembre de 2022, la Auditoría General de la Nación (AGN) aprobó diez contratos que el Estado argentino suscribió por US$1737 millones para la provisión de vacunas contra el Covid-19 y dispuso mantener bajo secreto todas sus actuaciones. Los auditores de Juntos por el Cambio (en minoría) cuestionaron el carácter secreto de algunas de las cláusulas de los contratos y, finalmente, el 22 de febrero de este año la justicia falló a favor del secretismo de los contratos de las vacunas contra el COVID en Argentina. “No podemos contar la negociación por pedido de las farmacéuticas”, refirió Carla Vizzotti, ministra de Salud. Y agregó: “Todos los países que firmaron contratos para comprar vacunas COVID -en una situación de emergencia sanitaria inédita en el mundo- firmaron confidencialidad” (1/12/22, Infobae). 

 ¿A qué se debe el carácter secreto de los contratos? 

Actualmente hay tres tipos de acuerdos de vacunas firmados por los gobiernos. Según un artículo publicado en el New York Times (1/2/21), los clasifica del siguiente modo: algunos les compran directamente a las empresas farmacéuticas. Otros compran a través de organismos regionales como la Unión Europea o la Unión Africana; y, por último, el Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19 (COVAX, por su sigla en inglés), una alianza de más de 190 países que le compró a las farmacéuticas con el objetivo de que las vacunas estén disponibles en todo el mundo -en especial en los países pobres- de manera gratuita o a un costo reducido. Algunos gobiernos han firmado acuerdos tanto con fabricantes como con COVAX. Por medio de las cláusulas confidenciales, los contratos ocultan, por ejemplo, cuánto cuestan y cómo se distribuyen las vacunas (28/1/21, BBC). Esto permite a las farmacéuticas jugar con la capacidad de negociación de cada país al momento de establecer los precios en contratos nuevos. Al insistir en que sus precios sigan siendo confidenciales, los fabricantes tienen la ventaja sobre los negociadores de los gobiernos que no saben cuánto están pagando los otros países. Algunas farmacéuticas han incluido cláusulas en sus contratos de suministro que les permiten suspender las entregas si los países revelan el precio. 
 A su vez, otro de los motivos por los cuales se preserva la confidencialidad de los contratos radica en flexibilidad en los calendarios de entrega, estrictas protecciones a sus patentes, inmunidad frente a la responsabilidad por efectos adversos, y prohibiciones para los países de donar o revender dosis, entre otros. 
 Ciertas filtraciones e informes oficiales muestran algunas de las disparidades. Según informes de los medios, la Comisión Europea pagó 2,19 dólares por cada dosis de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca, mientras que Sudáfrica pagó más del doble, 5,25 dólares. Las compañías farmacéuticas no respondieron a las solicitudes para ver los contratos o explicar por qué era necesario el secretismo. Un portavoz de Moderna se limitó a señalar un documento normativo que decía que el contrato “contiene términos y condiciones habituales” (NYT, 1/2/21). A pesar del secretismo, se han revelado algunos detalles sobre los acuerdos de vacunas, como por ejemplo que algunos gobiernos, como el de Estados Unidos y los de países de Europa, colaboraron económicamente con la elaboración de las vacunas para poder acelerar el proceso, ya que las compañías rara vez invierten en la fabricación hasta que están seguras de que las vacunas son eficaces y pueden obtener la aprobación del gobierno. (ídem). Pero, a pesar de las enormes inversiones estatales, las empresas farmacéuticas son las propietarias absolutas de las patentes. De esta forma, las compañías pueden decidir cómo y dónde se fabrican las vacunas y cuánto cuestan. 
 En el caso de Argentina, un informe realizado por la ONG Poder Ciudadano (septiembre 2022), menciona que Estado argentino publicó el valor total del contrato, cantidad de vacunas adquiridas y precio por dosis de vacunas. También se publicó la información correspondiente a la fecha en la que se suscribieron los contratos, la ley aplicable y los fueros competentes para la resolución de eventuales controversias. Pero no ha publicado sobre los plazos de entrega, no hay información disponible sobre el establecimiento de sanciones por incumplimiento y los derechos y procesos para desarrollar vacunas COVID-19 tampoco fueron transparentados. 
En líneas generales se puede afirmar que el carácter secreto de los contratos de las vacunas contra el Coronavirus tiene el objetivo de beneficiar a los grandes laboratorios y farmacéuticas, permitiendo el monopolio y la guerra comercial detrás de la vacuna para combatir al COVID-19. Algo que ha sido altamente explotado durante el pico máximo de la pandemia.

Soledad Domínguez
15/03/2023

No hay comentarios.: