Reportaje a Armagan Tulunay, del DIP de Turquía.
Armagan Tulunay, del DIP de Turquía, participó del XXIV° Congreso del Partido Obrero, que se realizó en Semana Santa. Ese mismo fin de semana, en Turquía se llevaba a cabo un referéndum para darle superpoderes al presidente Erdogan.
-Lo primero que te pregunto es ¿cuál es el análisis del DIP respecto al resultado del referéndum, y como está actualmente la situación política en Turquía?
Turquía atraviesa grandes convulsiones. Erdoğan y su partido, el AKP, están preparados para hacer lo que sea para quedarse en el poder, incluso la destrucción total de los derechos democráticos que existen en el país. El referéndum de 16 de abril 2017 fue, justamente, parte de este esfuerzo por crear un régimen despótico, que concentre todo el poder en las manos de Erdoğan. Debido a que existen muchas objeciones sobre los fraudes durante el día del referéndum, los resultados no son definitivos y con toda probabilidad serán cuestionados por lo menos en los próximos días. Cualesquiera que sean los resultados, el frente del despotismo (AKP y MHP (partido fascista) ha perdido. Puede haber ganado legalmente, pero han perdido políticamente. Ganaron con el 51 por ciento de los votos, lo que implica una pérdida total de 10 puntos porcentuales en comparación con las últimas elecciones. En este referéndum, las grandes ciudades, incluyendo los baluartes del AKP de Ankara y Estambul, simplemente se negaron a dar su consentimiento para el cambio en la constitución. En total al menos 24 millones de personas han rechazado el nuevo sistema.
Nuestro partido siempre ha enfatizado que es un error pensar que Erdoğan y el AKP son invencibles. Al contrario, los acontecimientos de los años recientes muestran que la agresividad de Erdoğan y el AKP es precisamente el producto de su debilidad. La rebelión popular de Gezi Park del verano de 2013, la revuelta del pueblo kurdo en la zona kurda de Turquía en defensa del cantón de Keobane, en contra de Daesh, en octubre de 2014, la huelga salvaje de los trabajadores del metal en contra del sindicato amarillo en mayo de 2015 y el golpe de estado fallido del 15 de julio 2016, todo esto muestra que el oficialismo se ha encontrado en dificultades formidables una y otra vez. El resultado del referéndum ya ha significado una nueva derrota para Erdogan y el AKP. Pero para derrotar a Erdoğan y al despotismo, debemos tener una posición de clase contra ellos, contra la explotación y contra el imperialismo.
Lo que delimita la oposición del DIP a Erdoğan y el AKP, a la de otros partidos y grupos, es su posición de clase. Para derrotar al oficialismo es necesario ganarse a las grandes masas laboriosas para una oposición de clase. Una segunda prioridad en la política del DIP es su énfasis en la lucha contra el imperialismo. Después del golpe de Estado fallido del 15 de julio 2016, el DIP ha promovido su posición anti-imperialista y anti-Sionista a un nivel prioritario porque es muy clara y evidente la complicidad de los EEUU y los países europeos en el golpe. Erdoğan y AKP se esfuerzan en posar como anti-imperialistas, mostrando a sus rivales como marionetas del imperialismo. DIP es consciente de que la derecha turca siempre tuvo una actitud “pro-occidental”. En cambio, el DIP insiste con sus reclamos: “Fuera Turquía de la OTAN”, “Cierre de la base militar de İncirlik!”, “fin de las negociaciones con la Unión Europea”, reclamos incompatibles también con el oficialismo.
-¿Cómo analisas la intervención de Erdogán en la guerra de Síria y la ofensiva en curso contra los Kurdos?
Turquía se caracteriza por combinar las contradicciones de la región, del Medio Oriente, y las que se desarrollan en su propio seno. Con respeto a Síria, su vecino del sur, el DIP ha sido claro, en oposición a una multitud de corrientes trotskistas en escala mundial, que; a excepción de unos seis meses al comienzo, los acontecimientos sirios no tienen contenido revolucionario, al contrario, es una guerra civil reaccionaria que ha creado una tragedia humana y cuyo resultado es la muerte de cientos de millares de personas y la emigración de cinco millones de sirios fuera de su país. El DIP considera reaccionaria la política de los corrientes trotskistas que aún caracterizan la situación siria (sin ninguna evidencia) como "revolución" y desvergonzadamente apoyan a la oposición siria, que son, en realidad, en general, marionetas del imperialismo y las fuerzas regionales reaccionarias como Arabia Saudita o la Turquía de Erdoğan.
Es dentro de este contexto que se debe mencionar la posición del partido hacia el movimiento kurdo y los derechos del pueblo kurdo. Desde su origen, nuestro partido siempre ha sido partidario de reconocer el derecho del pueblo kurdo a su auto-determinación. Nuestro partido también saludó la emergencia de Rojavá, en tanto entidad aparte en Siria. Sin embargo, la política actual del movimiento kurdo se mueve hacia una alianza estratégica con los EEUU, y es algo que hemos criticado con fuerza. Defendemos naturalmente todavía el derecho a la autodeterminación para el pueblo kurdo, pero declaramos abiertamente nuestras reservas con respecto a la línea actual, que es contraria a la fraternidad de los pueblos del Medio Oriente y también arriesga terminar como una derrota terrible para el mismo pueblo kurdo.
-¿Qué te pareció el Congreso del Partido Obrero?
En primer lugar, quiero comenzar agradeciendo a todos nuestros compañeros y compañeras del PO por su hospitalidad. El congreso de PO ofreció la oportunidad de conocer tanto la política Argentina como la propia del PO. La delegación del Congreso, integrada por trabajadores, trabajadoras y jóvenes, fue realmente impresionante. Es un placer para nosotros atestiguar que todas las discusiones se hicieron sobre la base de la independencia de la clase obrera, todas las decisiones fueron marcadas por esta perspectiva para liderar las siguientes luchas de la clase obrera. También es importante para nosotros ver la analogía entre nuestro análisis sobre la situación mundial y nuestras tareas relacionadas con ella. El hecho de que compañeros procedentes de distintas luchas tomen las decisiones sobre la base de la perspectiva de clase y la independencia de clase significa que con esta militancia y la firme determinación PO puede sostener su influencia en la lucha de la clase obrera y la lucha de las masas y puede dar un nuevo salto en el próximo período. Nosotros, como DIP, queremos que todos los compañeros del PO sepan que apoyamos toda su lucha contra la burocracia sindical, contra el capitalismo, contra el imperialismo. Deseamos un éxito en línea con las decisiones tomadas en el Congreso. Esperamos que nuestra lucha internacionalista y socialista común, elimine los miles de kilómetros entre nosotros, y se fortalezca con la solidaridad y la lucha militante común en el período que sigue.
Martín Sánchez
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