En Arequipa, el crimen de las fuerzas policiales se habría producido durante el desalojo de una toma en el aeropuerto por parte de 2 mil personas.
Los manifestantes denuncian el uso de balas de plomo por parte del aparato de seguridad. Circulan, a su vez, estremecedores videos en las redes sociales sobre la represión estatal.
El gobierno golpista de Dina Boluarte, que llegó al cargo tras la destitución de Pedro Castillo por parte del Congreso, declaró el estado de emergencia en el sur del país, que es donde se concentra la resistencia.
Decenas de cortes de ruta se extienden por esa región. A su vez, en Chincheros, Apurimac, los manifestantes incendiaron la comisaría local. También en el sur, fue tomada la planta de Gloria, una de las mayores lácteas del país. Asimismo, estudiantes han ocupado la Universidad de Cajamarca.
La lucha contra el golpe y la represión está en pleno desarrollo.
A la par de la represión, Boluarte, que inicialmente había expresado su deseo de permanecer en el cargo hasta 2026, e incluso designó un gabinete de ministros, señaló que está dispuesta a convocar elecciones para 2024. Es un intento de descomprimir el malestar popular que produce su gobierno votado por nadie.
Castillo, en tanto, permanece detenido, acusado de un intento de autogolpe.
El golpe contra Castillo está apadrinado por la derecha fujimorista y cuenta con el aval de gran parte del arco político peruano, la OEA, Estados Unidos y varios gobiernos latinoamericanos.
Se plantea la necesidad de un encuentro de trabajadores para profundizar la lucha contra el golpe y discutir una salida política para el país. Por una asamblea Constituyente libre y soberana que reorganice el país sobre nuevas bases sociales.
Prensa Obrera
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