Sobre el encuentro en la Cámara de Comercio Argentino-Israelí (CCAI).
En un encuentro convocado por la Cámara de Comercio Argentino-Israelí (CCAI), el presidente Javier Milei anticipó este jueves 21 la firma de un memorándum con Israel para afianzar las relaciones con el que considera su principal socio global, junto a Estados Unidos. Dicho memorándum, según el mandatario, promoverá la lucha por la libertad y contra el “terrorismo”. Por fuera de esta hojarasca, como veremos enseguida, lo que hay detrás del anticipo presidencial es un desarrollo de negocios capitalistas.
En la cita patrocinada por la CCAI y la embajada israelí participaron también el canciller Gerardo Werthein, el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, el ministro de seguridad porteño, Waldo Wolff, y el secretario de Turismo, Daniel Scioli.
Más allá del alineamiento geopolítico e ideológico, el encuentro –en el que fueron premiados distintos empresarios- tuvo una tónica fuertemente comercial. “Vamos a profundizar los convenios y los lazos con organismos como el Consejo Federal de Inversiones, la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes, y la Jefatura de Gabinete para lograr gestiones en áreas clave como la salud, los recursos hídricos, la agricultura, el turismo y la energía”, señaló Mario Montoto, el titular de la entidad empresaria, según una gacetilla difundida en la web de la CCAI.
Nosotros no somos como los Montoto
Montoto es uno de los casos más coloridos y excéntricos del empresariado argentino. Integró la organización Montoneros, salvó su vida milagrosamente de un atentado de la Triple A, en 1975, perteneció en los ’80 al Peronismo Revolucionario, apoyó la candidatura de Carlos Menem en 1989 y negoció personalmente los indultos de la cúpula montonera. A partir de ese momento, se consagró de lleno a los negocios. Fue, entre otros múltiples rubros, concesionario en los ferrocarriles, pero su gran salto se produce en 2003, cuando funda Codesur (Corporación para la Defensa del Sur), firma asociada a distintas compañías israelíes y norteamericanas, y dedicada al área de servicios de seguridad, como el mantenimiento de aviones, motores de helicópteros y submarinos.
Desde Menem en adelante, cultivó buenas relaciones con todos los gobiernos. En declaraciones al diario La Nación (14/5), en 2006, decía: “me siento totalmente identificado con las políticas que el Presidente (Néstor Kirchner) planteó públicamente para la Defensa nacional, especialmente para recuperar nuestra capacidad de producción para la Defensa”.
Montoto ingresó en 2005 a la comisión directiva de la CCAI, de la cual ahora es presidente. En 2012, se convirtió en representante de la firma estadounidense Paramount, proveedora de las Fuerzas Armadas. Participó también en la creación de Codeblin, dedicada a la fabricación de armas y municiones. E impulsó también la revista DEF, especializada en asuntos de Defensa.
Acompañó la gestión de Daniel Scioli como gobernador de la provincia de Buenos Aires y, según la revista Crisis, habría sido su nexo con la Embajada israelí. También vendió tecnología de reconocimiento facial al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, bajo la gestión de Horacio Rodríguez Larreta.
Sin embargo, una de las relaciones más estrechas la mantuvo (o mantiene) con Patricia Bullrich, mientras esta fue ministra de seguridad de Mauricio Macri. En esos tiempos, fue el mediador de la compra por parte del Estado argentino a Israel de cuatro lanchas militares.
Bajo el gobierno de Alberto Fernández, en 2022, consiguió que las provincias de Mendoza y San Juan firmaran un convenio de gestión con Mekorot, la empresa de aguas de Israel, que está acusada de privar a los palestinos de ese recurso vital.
Sobre sus vínculos con Israel, Montoto dice: “A raíz de mis actividades comerciales y la posibilidad de representar a empresas israelíes en Argentina y América Latina, tomé contacto con este maravilloso país hace más de tres décadas. Con el correr de los años, si bien no he aprendido más que un par de palabras en hebreo, me enamoré de Israel y he cosechado grandes amistades, hasta sentir a algunos de ellos como parte de mi familia” (“Diario de mi visita a Israel después del 7 de octubre”, en el sitio de la CCAI).
Conclusiones
El alineamiento político y diplomático de Milei con Israel y Estados Unidos, que lo ha llevado a una defensa ciega de los responsables de un genocidio contra el pueblo palestino, va acompañado del desarrollo de importantes negocios capitalistas, muchos de ellos con el Estado, lo que no parece preocuparle, en este caso, al dirigente “anarco-capitalista”.
Parafraseando el ya célebre slogan de la campaña electoral de Bill Clinton: “es la economía, estúpido”.
Gustavo Montenegro
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