Hay otros 24 profesionales, capturados en los hospitales donde trabajaban, de los que se ignora si están vivos. Khaled El Serr habló por última vez con su familia en marzo del año pasado, una semana antes de que los israelíes atacaran el hospital en el sur de Gaza donde trabajaba como cirujano. “Nadie ha vuelto a verlo ni a saber nada de él”, dijo su primo, Osaid AlSerr, residente de cirugía en Estados Unidos. “Ni siquiera sabemos si está vivo o muerto”. (NYT 2/8/24)
Otro de los médicos asesinado fue Adnan al-Bursh, de 50 años, jefe de ortopedia del Hospital Al-Shifa. Murió en abril en la prisión de Ofer, en Cisjordania.
Ayman Salha, jefe del Cirugía del Hospital Deir Balah, fue asesinado junto con toda su familia -la esposa, los cinco hijos, los padres, los hermanos- por aviones dirigidos ex profeso contra su hogar.
“Equivale a un promedio de dos trabajadores de la salud asesinados cada día, con uno de cada 40 trabajadores de la salud, o el 2,5 por ciento de la fuerza laboral de la salud de Gaza, ahora muerto”, dijo Medical Aid for Palestines, una organización benéfica británica, en un comunicado.
Healthcare Workers Watch (HWW), una ONG médica palestina, confirmó que 162 médicos, enfermeros y paramédicos permanecen detenidos. Su director, Muath Alser, señaló “que el ataque al personal sanitario está teniendo un impacto devastador en la prestación de asistencia sanitaria a los palestinos, con un gran sufrimiento, innumerables muertes evitables y la erradicación efectiva de especialidades médicas completas”. HWW ha verificado que 339 trabajadores sanitarios de Gaza fueron hechos prisioneros por el ejército israelí. Israel no devuelve los cadáveres de cuatro médicos que asesinó.
El abogado que representa al pediatra Hussam Abu Safiya, director del hospital Kamal Adwan, cuya detención por parte de las fuerzas israelíes en diciembre provocó la condena internacional, recientemente pudo verlo en la prisión militar de Ofer. Después contó que el pediatra ha sido torturado, golpeado, sometido a aberrantes humillaciones y que se le niega tratamiento médico. En un video difundido por el gobierno israelí poco después de la detención se lo ve caminar, rodeado de uniformados, con enorme dificultad. Safiya ya había sido detenido y torturado meses antes por negarse a evacuar el hospital a pesar de estar sitiado por los israelíes.
The Guardian y Arab Reporters for Investigative Journalism (ARIJ) también han relevado el testimonio detallado de siete médicos de alto rango que afirmaron haber sido sacados de hospitales, ambulancias y puestos de control en Gaza, trasladados ilegalmente a través de la frontera a instalaciones penitenciariass y sometidos a meses de tortura, palizas, inanición y trato inhumano antes de ser liberados sin cargos.
“Francamente, por mucho que hable de lo que viví en prisión, es solo una fracción de lo que realmente sucedió”, dijo el Dr. Mohammed Abu Selmia, director del hospital al-Shifa, detenido durante siete meses en prisiones israelíes antes de ser liberado sin cargos. “Hablo de palizas, de recibir golpes con la culata de un rifle y de ser atacado por perros. Había poca o ninguna comida, no había ninguna posibilidad de higienizarse, no había jabón dentro de las celdas, no había agua ni inodoro, no había papel higiénico... Vi a gente que se estaba muriendo allí... Me golpearon tan fuerte que no durante mucho tiempo no pude usar las piernas ni caminar. No pasa un día sin que te torturen».
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) ha declarado que «está claro» que la detención de un gran número de trabajadores sanitarios por parte del ejército israelí contribuyó al colapso del sistema sanitario en Gaza. Ajith Sunghay, jefe de la oficina para los territorios ocupados, declaró: «Los responsables de crímenes de derecho internacional deben rendir cuentas».
Se sabe que dos de los médicos más veteranos de Gaza, el Dr. Iyad al-Rantisi, obstetra y ginecólogo consultor del hospital Kamal Adwan, y el Dr. Adnan al-Bursh, jefe del departamento de ortopedia del hospital al-Shifa, murieron detenidos.
En el pasado, Israel ha defendido sus operaciones militares en el sistema sanitario de Gaza alegando que Hamás estaba utilizando los hospitales como centros de mando militar y que los trabajadores sanitarios detenidos eran sospechosos. Hasta la fecha, Israel no ha podido demostrar estas acusaciones.
The Guardian presentó todas las denuncias de los médicos relativas a su detención a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), que no respondieron a los casos individuales, pero proporcionaron una declaración general en la que afirmaban que estaban «operando para restablecer la seguridad de los ciudadanos de Israel, traer de vuelta a los rehenes y lograr los objetivos de la guerra, operando al mismo tiempo de acuerdo con el derecho internacional» y que actúan de acuerdo con la legislación israelí. Los relatos de los médicos son similares a los de otros ex detenidos palestinos sobre su estancia en centros de detención israelíes, que describen abusos y torturas sistemáticos.
El año más mortífero de la historia para los periodistas
El sionismo ha definido que también los periodistas son enemigos a liquidar. 2024 fue el año más mortífero de la historia para los periodistas y casi dos tercios del total de muertes fueron palestinos asesinados por Israel.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) informó de que 85 periodistas fueron asesinados por Israel en 2024, y 78 en 2023. Y añadió que la campaña militar de Israel en Gaza era la «situación más peligrosa para los periodistas» jamás registrada.
Durante los 15 meses de bombardeo y devastación de Gaza, Israel prohibió a la prensa internacional ingresar a la Franja. Esto convirtió a los periodistas palestinos en los responsables de investigar, traducir y denunciar la situación, que incluyó el desplazamientos de cientos de miles y la masacre de 48.000 personas, la mayoría niños y mujeres.
Al Jazeera ha denunciado “una campaña sistemática contra los periodistas de la cadena y sus familias desde octubre de 2023”. El gobierno de Netanhayu no desmiente esos asesinatos, que a veces eliminaron a la familia completa, pero los defiende con el argumento que participaban de la resistencia armada.
Los periodistas palestinos continuaron informando bajo ataques aéreos dirigidos a las carpas de los medios de comunicación, durante los ataques a los hospitales e incluso cuando se enfrentaban al hambre y la desnutrición. Su papel se volvió fundamental para documentar los crímenes de guerra de Israel (Mondoweiss 2/3).
Olga Cristóbal
03/03/2025
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