domingo, marzo 16, 2025

Alemania


La historia colonial alemana es la más breve de todas. No empieza hasta la vís­pera del Congreso de Berlín, en 1883, y termina al final de la primera guerra mundial, en 1919. Algunos alemanes, so­los o en comunidad, probaron su suerte antes de 1880, pero sin recibir el menor apoyo de los Estados alemanes, sin unifi­car todavía. La única presencia oficial era la de los comerciantes de Branderburgo, ligados a las potencias escandinavas, que operaban en África occidental desde co­mienzos del siglo XVIII. Fue a partir de la unificación, y bajo la influencia del pan­germanismo encarnado en los doctores Peter y Hasse, cuando Alemania intentó convertirse en potencia colonial. La con los más importantes centros del comercio de esclavos. 
 Hacia finales del siglo XIX se establecieron pactos de protección entre jefes de tribu, colonos ingleses y ale­manes, como Karl Peters, ‘­en esa época comisario del Reich en Africa oriental, para defenderse contra los negreros árabes. Sobre este aspecto existe’ un significa­tivo film alemán, Karl Pe­ters (1941) de Herbert Sel­pin. 
 En 1978, el realizador alemán Peter Hellers realización alemana del Africa oriental, que intenta esclare­cer los motivos de la actuación de Karl Peters y su so­ciedad privada, la Deutsch Ostafrikanishe Gesellschaft. El alemán Karl Peters intentó establecer un imperio colonia personal siguiendo las «consígnas oficíales que defendían «sacar provecho de la tierra y los indígenas en bien de una raza supe­rior»», en un intento de contribuir al progreso económico del régimen del Kaiser. El tratamiento que Peters daba a los indígenas fue criticado incluso en la ­misma Alemania y contribuyó de manera importante a su propia caída. En 1905, las tribus sometidas, que hasta entonces habían sido adversarias, se unieron contra el imperio colonial a­lemán en la rebelión de Ma­ji-Maji. Una enciclopedia alemana de ese mismo año decía: “…estalló una rebelión de los árabes y de los indígenas que dependían de ellos. Peters no tenía suficiente poder para resistir y tuvo que pedir socorro al Reich.. La represión. en la se estrenaron las ame­tralladoras, se cobró 755.000 víctimas. Simultáneamente, en Namibia (el sudoeste afri­cano alemán), entre 1904 y 1906, tuvo lugar Un genoci­dio similar durante la rebe­lión de los hereros.
 Sin embargo, en el “Karl Pe­ters», de Herbert Selpin. rodado a principios de la Se­gunda Guerra Mundial, la trama argumental está al servicio de los postulados nacional-socialistas. Desde el punto de vista ideológico, lo que más importaba en ese momento no era la potencia­ción de la aventura colonial, sino el enfrentamiento con lnglaterra. La concepción imperialista de Hitler dejaba de lado la aventura colonial. 
 Ya en el Mein Kampf de­cía: “La antigua política co­lonial alemana no aumentó la zona de población alemana ni menos hizo: el cri­minal intento de reforzar el poderío del Reich con el aporte de sangre”, y más adelante añadía que: “Hoy no podemos buscar la solu­ción al problema del suelo en el Camerún, sino única y exclusivamente en Europa.
 En el film de Selpin, Karl Peters, a su llegada a Zanzi­bar, sorprende a un grupo de árabes que se dedican al tráfico de esclavos con el beneplácito de los ingleses; éstos, sin embargo, asesinan a Karl Jyhlke, el fiel amigo de Peters. La publicidad ale­mana decía de este film: En estos días de la gran conflagracion europea que asegu­rará a Alemania el derecho natural a la posesión colo­nial y su prestigio colonial, este film que narra la vida y el combate del insigne alemán Karl Peters aparece en el momento preciso». 
Esta aversión casi coyun­tural, podríamos decir- ha­cia los ingleses es una de las características del por otra parte poco numeroso cine colonial alemán. Hitler bus­caba el acuerdo con Gran Bretaña mediante su renun­cia al imperio colonial y al poderío naval, pero la con­solidación definitiva del III Reich como primera poten­cia europea cambió la situa­ción radicalmente. Debían satisfacerse, además, las as­piraciones coloniajes de la derecha alemana más clásica. 
 Como afirma el profesor Manfred Engelbert, que pre­sentó en la Confrontation XIX», la antología del cine colonial alemán, “la caída del fascismo significó para Europa el adiós definitivo a su preponderancia mundial”; al mismo tiempo, señaló para África y Asia el principio del fin del colonialismo». 

 Pepe Gutiérrez-Álvarez 
 23 de octubre de 2024

No hay comentarios.: