miércoles, marzo 12, 2025

Atlántico Sur: el imperialismo británico refuerza la presencia militar en el marco de la guerra mundial


Luego de la guerra de las Malvinas, el Reino Unido ha mantenido una presencia militar permanente en las islas. Tiene como centro de operaciones Monte Agradable, donde se encuentran los cazas Eurofighter Typhoon, sistemas de defensa antiaérea y efectivos rotativos de diversas unidades. En otras partes del territorio insular se alojan tropas de infantería y unidades navales. 
 En los últimos años los ejercicios militares británicos a gran escala han aumentado en frecuencia y en intensidad (Escenario Mundial, 19/2). Según medios especializados, las condiciones climáticas y geográficas del archipiélago ofrecen condiciones óptimas para que la Real Fuerza Aérea (RAF) lleve adelante entrenamientos militares aéreos, a los que se suman los terrestres.
 Con presencia desde 1986, el escuadrón 1435 Flight realiza operaciones con cazas Phantom, Tornado F3 y con los Eurofighter Typhoon, así como patrullajes regulares de la Royal Navy y la presencia naval rotativa de buques como el patrullero HMS Forth, el rompehielos HMS Protector y el RRS Sir David Attenborough, cuyo reciente paso por aguas argentinas, en la primera semana de febrero pasado, generó controversia. 
 A los entrenamientos, se suma la “marinización”, ejercicios en ámbitos marinos. En febrero pasado, la Sección 2 del Regimiento Real de Fusileros Gurkhas realizó este tipo de ejercicios en conjunto con la Compañía de Infantería Permanente Rotativa (RIC) y la tripulación del HMS Forth de la Royal Navy (Ídem). 
 El gobierno de Milei es un nuevo mojón en la entrega de la soberanía sobre el Atlántico Sur y las Islas Malvinas. Está dando vía libre a la injerencia militar británica y al saqueo de recursos naturales. Con el pretexto de reestablecer la diplomacia entre la Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña, el gobierno de Carlos Menem y con Domingo Cavallo como ministro de Relaciones Exteriores, se firmaron, a comienzos de 1990, los Acuerdos de Madrid sobre cuestiones militares, económicas y políticas, ratificados por el Congreso de la Nación por medio de la Ley 24.184. Analistas sobre el tema han señalado que “permitieron el sometimiento y el control de las Fuerzas Armadas argentinas, y de nuestros espacios marítimos y aéreos. Empresas y servicios públicos, que formaban parte de los activos estatales argentinos, fueron liquidados y adquiridos por el capital británico, como así también recursos naturales”. 
 Desde Londres justifican el andamiaje militar en el Atlántico Sur con la cantinela de la defensa de la protección de los habitantes de las islas. La revista digital Forces Network, en 2017, en un artículo titulado “¿Dónde están nuestras Fuerzas Armadas esta Navidad?”, daba cuenta de que de los “más de 5 mil marines, soldados, aviadores e infantes de marina” que eran parte de las “25 operaciones en más de 30 países”, más de un tercio de esas fuerzas estaban concentradas en dos destinos: uno de ellos era Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur, con más de 1.000 militares en el archipiélago. Es decir que para el 2017, Londres tenía apostados en el Atlántico Sur la misma cantidad de soldados destinados a la lucha contra el Estado Islámico en Irak y Afganistán. Al día de la fecha los agentes del ejército británico y la Marina Real suman 1.500 en total, que entran y salen de las islas según lo estipulen las autoridades británicas. 
 El reforzamiento de la ocupación del Atlántico Sur y de las Islas Malvinas, cuenta con el apoyo del gobierno de Milei, en tanto y en cuanto representa un activo estratégico para el imperialismo y para la OTAN en el marco de la guerra imperialista mundial. 

 Lucas Giannetti 
 11/03/2025

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