lunes, marzo 03, 2025

Milei en el Congreso: rezándole al FMI


En el medio de promesas de más ajuste, patoteadas y el repudio en las calles y redes. 

 Si se lo desviste de la -costosa- puesta en escena propia de un acto armado para la camarilla que gobierna, de la interpretación fraudulenta de las estadísticas (utilizó los datos de diciembre para decir que la actividad económica había crecido el 5,5% interanual cuando tuvo un caída del 1,8%, por ejemplo), de las bravuconadas, la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional mostró descarnadamente los problemas que enfrenta el gobierno de Javier Milei. 
 El dato central es que Milei pidió que el Congreso Nacional lo apoye para acordar con el FMI, lejos quedó la bravuconada del decreto 846 de setiembre del año pasado por el cual podía hacer canjes sin pasar por el Congreso y manejar por la propia la negociación de la deuda externa. El tema no es menor, es que el propio FMI exige que cualquier acuerdo cuente con un aval político de la oposición, pero lo más importante es que el acuerdo no se concreta y el discurso autoproclamatorio de Milei no pudo obviar las evidencias de la precariedad de la política económica del gobierno que puede estallar antes de lo pensado. “Incierto es peor que malo, describen en un importante banco de inversión cuando se pregunta en sus pasillos qué pasa con las acciones, los bonos y el riesgo país argentinos” informa un periodista de La Nación (2-3). Más tarde en llegarse a un acuerdo más caen los bonos argentinos, más cae el Merval, más sube el riesgo país. En el fondo de este impasse está la presión del propio FMI para modificar la política cambiaria del gobierno, es decir, proceder a una devaluación, que según el Bank of America llevará el dólar oficial a $ 1.400 hacia fin de año, algo que acompañan el JP Morgan y el Citibank; mientras, en el país el frente de los devaluacionistas va sumando adeptos ante el derrumbe de la balanza comercial y el vaciamiento de las reservas para mantener el carry trade, la timba financiera. 
 En este cuadro Milei solo pudo prometer más ajuste, más motosierra, la cual en los últimos días produjo despidos de 2.500 trabajadores de Desarrollo Social, cierre y despidos en el Inta, entre otros. Aun así Milei mintió señalando que el mayor ajuste lo había hecho el sector público: el 66% impactó en el sector privado, de ello el 30,6% fue sobre los jubilados y el 23,1% fue de gastos de capital, entre los principales ítems. Los despidos y cierres de empresas –como el de la gráfica Morvillo estos días- ya incluyen a las automotrices y autopartistas. 
 También, a tono con la necesidad de dar señales al FMI, Milei ratificó la decisión de ir a fondo con las llamadas reformas estructurales que profundizarán la precarización laboral, la masacre del sistema previsional y la presión impositiva sobre los trabajadores. Esto fue acompañado por los ataques a los migrantes, el reclamo de la baja de la edad de punibilidad, etc., en un discurso destinado a explotar la desesperación popular ante la inseguridad y la falta de empleos o el deterioro de los servicios de salud y educación buscando chivos expiatorios y seguir con el saqueo al país a cuenta de los especuladores y timberos. 

 Cacerolazos, el rating en caída libre y un recinto prácticamente vacío 

El escandaloso despilfarro de recursos para montar el show de Milei y su desembarco en el Congreso no pudo ocultar la realidad. El discurso fue acompañado –sobre todo al final- por cacerolazos en diversas esquinas del Amba, en las calles aledañas al Congreso, en Caballito (Rivadavia y Acoyte), Almagro, Coronel Díaz y Santa Fe, Barracas, Boedo, etc. que surgieron espontáneamente en una ciudad prácticamente paralizada por el feriado largo. En las redes los hashtags contra Milei fueron TT. 
 También se reflejó en el rating de la cadena nacional –suma canales de aire y de cable- que empezó con 17 puntos de arrastre y rápidamente cayó terminando cerca de los 4,5; hay que recordar que hace un año Milei conseguía en la inauguración de las sesiones 2024 más del 50% de rating. 
 El recinto de Diputados estuvo casi vacío. Los diputados del FIT-U ya habían decidido no participar. Hubo una ausencia de una parte importante de la oposición -el peronismo faltó en pleno-, también los gobernadores pegaron el faltazo, sobre 23 estuvieron solo 6 y el jefe de Gobierno de CABA -Martín Llaryora, de Córdoba; Leandro Zdero de Chaco; Claudio Poggi de San Luis; Maximiliano Pullaro de Santa Fe; e Ignacio Torres de Chubut- y el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri. Estas ausencias no implican una ruptura en la decisión de sostener al gobierno, los ausentes son los mismos que le perdonaron la vida con el criptogate y votaron en contra de la comisión investigadora en el Senado, son los que dejaron pasar los vetos a las jubilaciones y el presupuesto universitario, son los que mantienen el decreto 70/23 vigente, son los que aprobaron la ley Bases y son los que quieren un acuerdo con el FMI. 

 Patoteadas dentro del Congreso a periodistas y al diputado Manes 

Los periodistas, cronistas parlamentarios estables y reporteros gráficos acreditados fueron objeto de todo tipo de patoteadas y restricciones a su trabajo. Se pretendió evitar a toda costa que hubiera una crónica y un registro de una puesta en escena que revelaba los problemas del gobierno. 
 Por empezar fueron mandados a lugares que imposibilitaban que cumplieran sus funciones, el lugar habitual que ocupa la prensa parlamentaria fue ocupado por un solitario jeque (¿?), mientras provocadores como Fran Lipha se paseaban libremente por el recinto. Luego se los mantuvo “secuestrados” hasta que se desalojara el recinto, para impedir que fueran en busca de notas, declaraciones, etc. Todo organizado por la hermana de Milei con la complicidad de las autoridades de ambas cámaras, Villarruel y Menem.
 La patoteada alcanzó al diputado radical Manes que no solo fue agredido por Milei sino amenazado por Santiago Caputo y golpeado por un custodio de este. 
 La conclusión del acto de Milei en el Congreso Nacional es que este gobierno es intolerable para la inmensa mayoría de quienes habitan este país. Fuera Milei. Juicio político ya.

Eduardo Salas

No hay comentarios.: