lunes, marzo 03, 2025

El “Estado de la Nación” convertido en una arenga liberticida


Durante casi una hora y media, Milei aburrió a la audiencia de la cadena nacional con una vieja receta. Volvió a autoproclamarse como “el mejor gobierno de la historia” después de recitar una larga lista de mentiras. Habló de un repunte “en V” de la actividad económica, cuando los datos de consumo popular muestran una caída implacable incluso en los meses más recientes (10 % de retracción en enero según la consultora Scentia). Celebró un superávit financiero que no contabiliza los intereses devengados por la deuda que el Banco Central le transfirió al Tesoro (Lecaps) y mintió también al anunciar una ¨menor presión impositiva¨. El liberticida y Caputo han restaurado el impuesto a las ganancias sobre el salario. Este “balance” no contabilizó la caída del 34 % en el poder de compra de la jubilación mínima y del 30 % de las partidas sociales. Milei celebró también la desaparición de la obra pública, sin mencionar el desplome de la inversión privada ni el boicot del capital privado a la construcción de obras de infraestructura, incluso si cuentan con aval del estado. En el día de ayer, Milei se pronunció por llevar el atraso histórico de Argentina a sus últimas consecuencias. El pago de la deuda pública consume lo que queda del capital acumulado. El Tesoro debería equilibrar los gastos y los ingresos corrientes; el corte de gastos de inversión constituye un suicidio económico. 
 La revalorización de la deuda pública, el único “logro” de su año de mandato, que sin embargo no reivindicó, ha sido el resultado de la poda del ingreso de los trabajadores activos y pasivos y de las fuerzas productivas subsistentes. 
 La revalorización ficticia de la deuda pública ha comenzado a desmoronarse, sin embargo, casi en simultáneo con el discurso a la semi Asamblea Legislativa. Apenas un día antes, el Banco Central debió vender 600 millones de dólares para ‘contener’ una venta masiva de bonos de deuda. El anuncio del “inminente” y “próximo” acuerdo con el FMI recibió un gesto de sorpresa de Caputo. La ‘primicia’ le ofreció la oportunidad de señalar que el acuerdo endeuda al Tesoro, probablemente en 12 mil millones de dólares, para pagar al Banco Central títulos del estado de valor cero y definitivamente desvalorizados por la inflación rampante de los últimos 20 o 25 años. El acuerdo representa una estafa económica que empalidece al “cripto-gate” y un perjuicio para los contribuyentes que deberán solventar el pago de la nueva deuda. La inflación por esa deuda del Tesoro es un asunto del pasado y no del futuro, como ayer mintió Milei. Su efecto inflacionario ha reducido esa deuda a cero. La ‘limpieza’ del balance del Banco Central podría hacerse simplemente mediante la eliminación de esa deuda depreciada y no mediante nueva deuda con el FMI. Es obvio que el valor que Milei le puso a esa deuda, 110 mil millones de dólares, es impagable, pero ese monto ya fue borrado por la depreciación del peso y de la base monetaria, que es el pasivo del Banco Central.
 Milei anunció que un eventual acuerdo será enviado para su aprobación al Congreso, una exigencia que le habría formulado el propio Fondo. No se trata de una concesión de los liberticidas a la democracia o la Constitución; necesitan que el parlamento y sus partidos pongan los dedos en el desfalco. Es parte de la operación para desarmar los efectos judiciales del criptogate Milei aseguró que cumplió en doce meses con “el 75 % de lo previsto” para su mandato. Es una pretensión prematura, porque nada de lo que hizo previene el default sino que compromete un monto de deuda mayor –que creció en el año en el equivalente a 100 mil millones de dólares-. Lo mismo vale para la destrucción del derecho laboral y previsional, cuyo destino final está en manos de una lucha en escala de los trabajadores. El macaneo triunfalista del liberticida contrasta con el hundimiento de la economía mundial, la guerra comercial y financiera, y la guerra lisa y llana. Milei anotó a Argentina en el campo del imperialismo norteamericano comandado por Trump, contra el imperialismo europeo que comandan Francia, Alemania y Gran Bretaña. 
 El tono beligerante del discurso tuvo connotaciones fascistas; por eso no sorprende que la Asamblea haya concluido con la amenaza de Milei y la agresión de Santiago Caputo contra el diputado de la UCR Facundo Manes. La denuncia de la designación de la Corte por medio de decretos, por parte del radical, fue un broche adecuado, más aun por inesperado, para una ceremonia que tenía más de Bierhalle de Munich en los años 20 del siglo pasado, que de una exposición acerca del Estado de la Nación ante una representación electa por el voto. 

 Comité Editorial Política Obrera
 02/03/2025

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