Las familias trabajadoras de la Argentina tienen que endeudarse cada vez más para comprar alimentos, según lo indican sin atenuantes una serie de recientes informes estadísticos.
En primer lugar, el Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE) informa que según un relevamiento hecho durante mayo de 2025 en las 23 provincias del país y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 91% de las familias argentinas se encuentra endeudada y al menos el 65% de ellas posee entre 2-3 deudas en simultáneo. Luego, que el 58% de estas deudas contraídas con tarjetas de crédito se destina específicamente a la compra de alimentos, reflejando que en la Argentina “libertaria” de Milei y Caputo no se puede comer sin endeudarse. Una parte considerable de estas deudas (el 73%) se originó en 2024, luego de la brutal devaluación de diciembre del 2023.
Siguiendo este informe, las tarjetas de crédito se destacan como el principal instrumento de financiación, representando el 30.5% del total de la deuda de los hogares, un aumento de casi 5 puntos porcentuales respecto a 2024. Otras categorías significativas incluyen servicios privados (10.5%), “fiado” en comercios (8.8%), impuestos, tasas y expensas (8.5%), préstamos de familiares/amigos (8.4%) y alquiler (8%). De nuevo, como la plata no alcanza a fin de mes, se deben hipotecar en forma creciente distintos consumos.
Otro informe de la consultora EcoGo basada en datos del Banco Central afirma que este año el crédito tomado por los hogares alcanzó el 5% del Producto Bruto Interno (PBI), siendo el nivel más alto registrado desde el 2018, y que los hogares tienen una deuda equivalente a entre 20% y 30% de sus ingresos mensuales, con una tendencia creciente.
Este crecimiento del endeudamiento proviene de los créditos otorgados por la proliferación de billeteras virtuales - “plataformas fintech” encabezadas por Mercado Pago-, que se suman como opción a la tarjeta de crédito o préstamos bancarios por la facilidad en que se puede solicitar un préstamo. Su contracara menos comentada son sus considerables costos financieros porque las tasas son superiores a la de los bancos. Efectivamente, según los informes, quienes recurren a estos créditos son quienes integran la llamada “economía informal” es decir, laburantes no registrados, cuentapropistas, monotributistas, etc. A este nuevo proceso de confiscación de los ingresos –mayores costos financieros ante el cuadro de precariedad laboral- se lo quiere presentar como una “inclusión financiera”. En muchos casos, el endeudamiento que se toma por estos medios es para hacer frente a otras deudas con entidades bancarias, lo cual se denomina “endeudamiento circular”. Se expande así un ciclo peligroso de endeudamiento de las finanzas personales.
Al respecto, los informes reflejan precisamente el crecimiento en la mora de los pagos de los créditos. Se estima que un 76% de las deudas se encuentran en situación de impago, sea en mora simple o judicial. Una gran mayoría, el 56% de los hogares, tiene que destinar entre el 40% y el 60% o más de sus ingresos mensuales al pago de deudas. Según la consultora Empiria, se registra una disminución de los gastos fijos en el consumo de las familias como el transporte, cuyo gasto bajó 1,5% en términos reales, la energía (electricidad y gas) con una retracción de 2,3% y el agua, con una caída de 2,6%. En el primer trimestre de este año el ingreso disponible de los hogares cayó 1,3% con respecto al último trimestre de 2024. Según el INDEC, la pérdida de los ingresos del mes de marzo explica la caída de la actividad que se retrajo 1,8% con respecto a febrero. Pero como los servicios básicos solo pueden disminuirse hasta un cierto umbral, la única salida que queda es recurrir a la deuda.
Este cuadro es un indicador incontrastable del empobrecimiento generalizado del plan económico del gobierno de Milei, que se está enmascarando con la llamada “expansión del crédito”, un verdadero espejismo financiero porque no es un síntoma de expansión de inversiones, ni siquiera del consumo. Mientras los trabajadores hipotecan su futuro, Milei-Caputo fomentan las criptoestafas, la especulación financiera y ofrecen tasas de intereses siderales a los usureros locales e internacionales.
Emiliano Fabris
02/06/2025
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