viernes, agosto 26, 2016

Los hinchas del Celtic desafían a la UEFA y apoyan la lucha palestina



"Para mí la cámara es el instrumento de la intuición, la dueña del instante. Para representar el mundo hay que sentirse implicado en lo que se captura a través del visor", dijo una vez el fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson. Ese instante, esa implicación con el mundo, fue captado, el miércoles 17 de agosto, en la cancha del Celtic de Escocia.
Los hinchas del equipo escocés volvieron a copar las tribunas con cientos de banderas de Palestina, esta vez durante el partido con el Hapoel Beer Sheva de Israel. Según informó el diario deportivo español Marca (17/08), los alrededores de Celtic Park se poblaron ese día de emblemas y pancartas en favor de la causa palestina, que tuvo su máxima expresión cuando ambos equipos salieron al terreno de juego y se desplegaron las banderas.
Parte de la protesta fue organizada desde Facebook a través de un evento llamado "Flameá la bandera de Palestina, por el Celtic, por la Justicia”. El reclamo contra la ocupación israelí en territorio palestino se focalizó fundamentalmente en una de las gradas del estadio, donde habitualmente se sitúa el grupo ‘Green Brigade’. La UEFA, según se informó, podría accionar como sanción con el cierre parcial de la grada.
“El equipo, que es el actual campeón de Escocia, podría enfrentarse a sanciones por parte de la UEFA por no impedir que los hinchas lleven banderas palestinas al estadio. El cuerpo prohíbe las protestas políticas en los partidos, tal como se indica en el artículo 16 de la normativa del organismo del fútbol europeo”, confirmó Newsweek (18/08).
En rigor, el artículo 16 (2) (e) de su reglamento disciplinario rechaza “el uso de gestos, palabras, objetos u otros medios para transmitir un mensaje no apropiado en un acontecimiento deportivo, especialmente mensajes que son políticos, ideológicos, religiosos, ofensivos o de una naturaleza provocadora”.
La UEFA, utilizando el mismo artículo, abrió un expediente de carácter sancionador al Barcelona por la exhibición por parte de sus hinchas de banderas 'estelades' (del independentismo catalán) como así también por los cánticos en el mismo sentido. Fue durante la final de la Liga de Campeones del 6 de junio de 2015 en Berlín.
Un año antes el equipo escocés había sido multado —en aquella oportunidad con 20.750 dólares— porque los hinchas habían ondeado banderas palestinas en un partido contra el equipo de Islandia KR Reykjavik. Lo habían hecho en rechazo a la operación del ejército israelí que ocurría en aquellos días en la Franja de Gaza.
El grupo “Fanáticos del Celtic por Palestina” lanzó un comunicado sobre los nuevos hechos previo al partido: "Cuando alguien está en representación de las instituciones del Estado de Israel nunca es meramente un juego. El fútbol, la ​​UEFA y el Celtic FC están siendo utilizados para encubrir la verdadera naturaleza de Israel y dar a este Estado delincuente un aire de normalidad y aceptación que no debe y no puede disfrutar hasta que termine la impunidad, responda al derecho internacional y se enfrente a sanciones por las innumerables resoluciones de la ONU que ha violado”. La cultura ha sido un terreno decisivo de respaldo a Palestina, desde las intervenciones del grafitero Bansky al apoyo del guitarrista Tom Morello.
La acción de los hinchas del Celtic recuerda el compromiso de sus pares del Rayo Vallecano, en España, núcleo de solidaridad obrera. En los últimos tiempos se vieron en sus tribunas banderas como "el rayismo contra los desahucios” o "los desahucios de un Estado enfermo, la solidaridad de un barrio obrero".
La FIFA, la UEFA y la Conmebol son organismos de corrupción y mafias imperialistas. Un ejemplo: en abril de este año, en el marco de los Panamá Papers, apareció un contrato entre Hugo y Mariano Jinkis —los empresarios argentinos acusados de pagar sobornos para quedarse con licencias televisivas del fútbol— que firmaron en 2006 con el actual presidente de la FIFA, Gianni Infantino, para quedarse con la exclusividad de la transmisión de la Champions League en Ecuador. Infantino era entonces director de Asuntos Legales de la UEFA (La Nación, 05/04).
El nuevo intento de sanción a la libertad de expresión por parte de la UEFA, apoyado en un código represivo, no hace más que enfatizar su naturaleza.
En “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius”, de Ficciones, Borges relata la historia de la región imaginaria de Tlön que, a medida que avanza el relato, se va apropiando del mundo, en un movimiento que trastoca la realidad y la transforma. La imagen de las tribunas del Celtic —no solo como denuncia de la masacre palestina, sino como expresión de sensibilidad, compromiso e ideas— debe multiplicarse y apropiarse del mundo, el nuestro.

Daniel Mecca

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