jueves, abril 30, 2020

A 43 años de la primera ronda de las Madres

El 30 de abril se cumplen 43 años de la primera ronda de las Madres de Plaza de Mayo. Ocurrió en 1977, cuando en Argentina reinaba el terrorismo de Estado, y miles de trabajadores y estudiantes eran secuestrados por los grupos de tareas de la dictadura de Jorge Rafael Videla para ser asesinados en los campos de concentración.
Las madres y familiares de los desaparecidos buscaban a sus hijos en las comisarías, bases militares, juzgados, iglesias. Todos les cerraron las puertas, cómplices o protagonistas directas del genocidio. Pero eso llevó a que las madres de los secuestrados se empezaran a encontrar en los pasillos de las instituciones como tribunales. Todas vivían situaciones iguales y así llegaron a la conclusión de que las desapariciones eran obra de la dictadura. Decidieron juntarse en Plaza de Mayo. A la primera ronda fueron 12 mujeres, con el paso del tiempo se fueron sumando más y más.
Muchas madres eran de la clase trabajadora, amas de casas sin militancia política. La lucha por la aparición con vida de sus hijos y nietos las terminó convirtiendo en un ariete implacable contra la dictadura, con la bandera de los 30 Mil. La dictadura y la Iglesia Católica atacó a las madres y las abuelas -al principio una sola organización- calificándolas como locas y parte de la “campaña antiargentina”.
En diciembre de 1977, mientras preparaban una solicitada para que fuera publicada por el diario La Nación, fueron secuestradas 12 personas: tres madres de Plaza de Mayo incluida su presidenta, Azucena Villaflor, dos monjas francesas y militantes de derechos humanos. El grupo había sido infiltrado por el genocida Alfredo Astiz, que se fingió familiar de desaparecidos.
El mismo día de su secuestro, la solicitada apareció a toda página en el diario La Nación, con unas 2.500 firmas, en su enorme mayoría de mujeres que usaron sus apellidos de casadas para identificar a sus hijos. Entre ellas, nuestra compañera Catalina Guagnini, Marta Vázquez, Graciela Fernández Meijide, Carmen Lapacó, María Adela de Antokolotez, Chela Mignone, Chicha de Mariani y Hebe de Bonafini.
Política Obrera (actual Partido Obrero Tendencia), apoyó desde sus inicios las movilizaciones de las madres y familiares de desaparecidos. Editaba el boletín Libertades Democráticas, donde difundía las persecuciones y desapariciones, y también la resistencia a las violaciones de derechos humanos. Varias militantes de Política Obrera estaban integradas a Madres -como Tona Luna en Lomas de Zamora- y a Familiares de Desaparecidos -la legendaria Cata Guagnini fue una de las fundadoras-. A pesar de la cooptación del kirchnerismo a buena parte de madres y familiares, están las madres que nunca bajaron los pañuelos y denuncia el rol represivo del estado, como la impunidad de ayer y hoy, y rechazan la “vuelta de página” que propone Alberto Fernández, solo otro nombre para la amnistía de los genocidas.
Reivindicamos a las madres que se destacaron por su militancia independiente del estado y leal a los intereses de los explotados: Mirta Baravalle, Elia Espen, Nora Cortiñas, Graciela Ledo, y en ellas a todas las que nunca bajaron las banderas de los 30 mil detenidos-desaparecidos.
A 43 años de la primera ronda de madres, 30 mil compañerxs desaparecidxs ¡PRESENTES! ¡AHORA Y SIEMPRE! Juicio y castigo a los genocidas y a sus cómplices eclesiásticos y civiles.

Lautaro Brodsky
28/04/2020

No hay comentarios.: